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# Am�n. #

Muy bien, hijo, muy bien.

�Ves, t�? Eso es cantar como Dios manda, y no lo otro que te ense�a
el sacrist�n.

�Pero, abuelo, si el sacrist�n no me ense�a nada! Me sale sin querer.

-�Peor todav�a!
-Mira:

Vamos a ver: �por qu� no te gusta esto, abuelo?

Porque a m� no me hace ninguna gracia eso. Ea.

Pues ver�s ahora.

As� dicen que cantaba mi padre, de ah� me viene el cante.
Era un maestro.

Maestro de granujas.

�Por qu� habla usted as� de �l siempre?

Tienes raz�n. Tu padre muri�, Dios le haya perdonado.

�Y mi madre? Nunca me habla usted de ella.

Tu madre es la Virgen Sant�sima, ya lo sabes.

�Por eso le cantamos todos los d�as?

S�, por eso.

�Jos�! �Jos�!

Pero �d�nde va usted?

A la escolan�a, por el ascensor.

"De escalerorum empinadum liberanos Domine"
(De escaleras empinadas l�branos, Se�or.)

-�Qu� te trae por aqu�?
-El se�or cura te llama.

-�Para qu�?
-Y �yo qu� s�?

Estos cachorrillos que salen del seminario no consultan
a la experiencia.

As� anda la feligres�a. Si t� supieras�

Ni falta que me hace saber. No me gustan los chismes de tierra baja.

Vamos a ver qu� quiere el mundo.

�Con lo ricamente que se vive en la torre,

lejos de la experiencia del alto clero� como t�!

�C�mo andamos de facultades?

Para lo que usted quiere, regular.

Te he o�do cantar. �Superior!

No me comprometa usted, se�or Mart�n.

El bautizo nos espera. Han mandado otro aviso.

No me atrevo. Mi abuelo no quiere cante.

�A qu� le llama cante tu abuelo? �A unas alegr�as, pongo por caso?

Y �no es una obra de caridad alegrar al pr�jimo y de camino
hartarse as� de nueces?

Eso es verdad.

�Fig�rate, Joselito: merengues, brazos de gitano, y pegadillas
como el pu�o

a cambio de unos fandanguillos!

�Habr� garrapi�adas?

�Toma, toma� y mantecadas de Astorga, como bonetes!

Pero ojo al Cristo:� �que no se entere nadie!

Pues ese es el caso, los bautizos con ruise�or nos van a costar
la sotana a usted y a m�.

�Bah, olv�date de eso! Jala, vamos, vamos.

D�game usted: �de verdad habr� garrapi�adas?

Habr� �el trueno gordo!

�El trueno gordo! �Qu� pintas!

Mira� sombrero ancho� �de ave!

Chaquetilla corta, con calamares.

�C�mo va el rumbo?

Pantal�n ce�ido� �as�!

Y si te mueves� �ah, estalla!

-�Un fen�meno, chiquillo!
-Y �d�nde est� todo eso?

Lo guardo en la sacrist�a. Vamos, que te lo voy a poner ahora mismo.

�Vamos, aunque mi abuelo me cuelgue!

En verdad os digo --dijo el Nuestro Se�or--

que m�s alegr�a habr� en el cielo por un pecador arrepentido

que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento.

�Qu� satisfecho, qu� tranquilo se siente el que perdona!

�Lo hermoso que es olvidar las ofensas y abrir los brazos
al que implora nuestro perd�n!

Se�or cura, se por d�nde va usted, y no se canse.

Espere, no se vaya, Jos�, esc�cheme.

Su hija vuelve arrepentida.

Llama a su coraz�n de padre y tiene usted que perdonarla
como buen cristiano que es.

Recuerde la par�bola del hijo pr�digo.

No entiendo.

Yo ten�a una hija y se muri� para "in secula".

No dice lo que siente. Quiere perdonar pero le da verg�enza
confesarlo, verg�enza de ser bueno.

�Verg�enza? No, se�or.

Se llev� ella toda la de la familia el d�a que huy� con un
folkl�rico de mala ralea

en v�speras de casarse con un hombre cabal.

Bueno, pero cuando aquel "folcl�rico" --como usted dice--
muri�, ya era su marido.

No importa. Ella hab�a muerto antes para m�.

S�lo queda un recuerdo de aquella desgracia, el nieto,
que ya me est� dando disgustos.

Me ha salido flamenco, como el padre.

Perdone que tenga que contestar as�, don Jes�s.

�Qu� ha dicho?

Lo siento, con tu padre hay que tener paciencia.

-Tal vez si intercede el chico�
-�D�nde est� ahora?

�Uy, �chale un galgo!

Nunca para en casa.

Dame una pastita, que me gusta mucho. T�, a cantar.

�A cantar!

�Qu� lindo! Te llamar� para el bautizo de mi nieto, cuando venga.

Y yo para mi boda, que ser� el mes que viene.

Formen cola, se�ores, formen cola, y vengan bautizos y bodas.

Ad maiorem gloriam Dei.

-Muy bien dicho.
-�Muy bien!

Anda, end�lzate la boca. Coge las que quieras.

�No! Una sola, no muchas, que tienes que cantar.

Eso, hijo, estas dos.

Anda, cu�lense por ah�.

�D�nde vas t�, sanguijuela?

Deje usted pasar al chico, que va a bailar. Y nosotros tambi�n
vamos a bailar.

�Anda, Joselito, arr�ncate por soleares, c�ntate una!

�Que cante unas alegr�as!

Va a cantar un tango flamenco dedicado al ni�o que
acabamos de bautizar,

a sus padres y a toda la concurrencia.

Y usted, �d�nde va?

Pues voy a tocar, me ha llamado el sacrist�n.

-Los dem�s fuera.
-D�jeme pasar, hombre, d�jeme.

�Ol�! �Anda, que si me vieran llegar con el traje corto�!

Habr�a altiro largo. Y a ver si acabas de tocarlo,
que no es el equirol (ardilla) de la torre.

Y bueno, se�or Mart�n, de todo el dinero que ha recogido �
A m� que me toca?

Te toca� le toca callar.

�Qu� es eso de interrogar a los superiores?

Adem�s, �t� no has o�do, ignorante monago,

que los dineros del sacrist�n cantando se vienen y cantando se van?

Entonces, a m�, �nada m�s que esto?

�Qu� m�s quieres, rico, que dos kilos de chucher�as?

�Mira, un mocoso, este, m�s que un mocoso!

�Siempre preguntando lo mismo: que "�Qu� me toca, que me toca?"!

Pues anda, que s� que es una�

�Jes�s! �Don Jes�s!

-�mi se�or cura!
-�vaya, un bello compromso!

Silencio o te retiro el derecho de apurar las vinajeras.
Coge eso, coge!

Y no te aceleres, Joselito, no te aceleres, que me est�s poniendo a m� nervioso.
Anda, vamos, vamos.

-�Se me ve algo?
-No.

-�Ay, las garrapi�adas!
-�Ay, no!

Vamos, vamos.

-�Ay, eso otra vez!
-�C�gela, c�gela, t�o, que se va a liar!

Andar, vamos, vamos, vamos.

Laus Deo, se�or cura.

Gracias a Dios que aparecen ustedes. �D�nde se han metido?
Han venido a buscarle.

�Qu� d�nde nos hemos metido? �Ay, don Jes�s de mi alma!

El meterse no es dif�cil, lo grande es salir.

-Este se meti�
-�Pero si yo no�!

Eso, se meti� en el r�o. Y --�zas!-- sali� por peteneras.
Digo� porque le ayud� yo.

Que si uno no saliese por ah� a pescar lo que se pesca, pues,
no pescaba. �Comprende, se�or cura?

Creo que s�. Con que esas tenemos, tir�ndose al r�o, �eh?

No haga caso. Pero� si yo�

�El trabajo que me ha costado encontrarle ropa seca!

�Ha podido ahogarse!

�Ni ahogarme ni nada, don Jes�s! Diga usted que el se�or Mart�n�

�Calla, rico! Cuando el prior habla el monaguillo dice am�n.

�Hala, a jugar por ah�, hala, hala, vamos, vamos!

�Qui�n, qui�n ha venido a buscarme?

�A buscarle? Ah, s�, unos feligreses que preguntaban por un p�jaro.

�Es que ahora se dedica a la cr�a de canarios?

�Yo? �No, qu� disparate!

Preguntaban si estaba libre el canario, el ruise�or,
o el jilguero� no se qu� p�jaro de la parroquia.

�Ah, s�! Es que aqu� llaman ruise�or al armonio.
En los bautizos y en las bodas. �Estos grullos!

-Comprendo. Mucho cuidado ahora.
-S�.

Fuensanta quiere ver a su hijo.

�Se ha reconciliado con el padre?

No, este es el primer paso.

Joselito, ven.

Ven, hijo.

�Anda, anda!

�Romualda?

�Romualda! �D�nde est�s?

Hola.

Bien, aqu� lo tienes.

�ste es el granujilla.

Gracias, se�or cura.

�Gracias!

�Qui�n es esta se�ora?

No se por qu�, pero me gusta que me bese.

�Qu� te pasa?

�Se te ha muerto alguien?

�No, no, hijo!

Entonces, �es que te han faltado (el respecto) sin raz�n?

No.

Eso no se hace con una se�ora as�,
que se parece a la Magdalena de la sacrist�a.

�Le pego a quien sea! �D�ganme qui�n ha sido que le�!

Tranquil�zate, hombre, no le ha faltado nadie. Vamos, pasad.

No s� c�mo agradecerle esta caridad con quien no la merece.

Dios ha empezado a ayudarte y acabar� su obra.

Romualda, prepara una habitaci�n para Fuensanta.
Se quedar� a vivir con nosotros.

�Con nosotros? �Qu� dice, don Jes�s?

S�. �Hay alguna dificultad? �Falta un rinc�n en la casa?

Es que� no falta un rinc�n, se�or cura,
pero en el pueblo sobran comadres.

Tiene raz�n Mart�n. Una� no quisiera dar motivos de� Me ir�,
don Jes�s.

�Qu� es eso de irse?

�Desde cu�ndo la rectoral no es refugio de los que sufren?

Vivir�s aqu� hasta que Dios le toque en el coraz�n a tu padre. Anda.

Vamos.

�De buena nos hemos librado!

�Pobrecilla!

�Qui�n es esta mujer, Mart�n?

Est� algo loca. Tuvo un hijo, como t�, y se le muri�.

�Te gustar�a cenar con nosotros?

Seis. �Va a cenar ella tambi�n?

-Claro.
-Entonces vamos. Venga.

-�Y el dinero que hemos ganado?
-�Para qu� lo quieres?

-Para comprar cosas para esta noche.
-�Quieto, quieto, Joselito!

Esto se ve y no se toca. Toma, toma, anda.

Ya comprar� yo algo. �Hala, vamos!

Tienes que conocerla, abuelo. �Es m�s guapa!

Est� en casa de don Jes�s, y me ha invitado a cenar.

Pero no es la cena --�qu� va!-- lo que me ha ganado.

Aunque cenen --pongo por caso-- arroz con leche,
y lomo en adobo --que me gusta a m� mucho--,

�es que me ha llamado hijo, y me besaba llorando, y�!

�Vaya, que me ha dado una pena, y una alegr�a�!

�Has subido las patatas?

Y las he pelado tambi�n. All� detr�s las tiene usted, en la cazuela.

�Qu� porte y qu� se�or�o! �No se ven por ah� mujeres as�!

Y el piment�n, �d�nde lo has puesto?

�Otra vez? �No lo ve ah�? �En esa silla lo tiene usted!

�De qu� buena gana le hubiera cantado aquella sole� que dice:

"No llores con esa pena. No me llores porque tienes
carita de madre buena"!

Ya es la hora de la oraci�n. Andando.

�Abuelo, que me deja sordo!

Ya ha andado aqu� el gato de siempre.

Un estofado tan rico que hab�a hecho, y no es ni su sombra.

�Y la carne? �Qu� ha hecho usted de la carne?

Podr�a usted haberse olvidado de los pobres habiendo invitados.
Por un d�a�!

Es verdad, no pens� en ello.

�"No pens� en ello� pens� en ello"!

-�Les traemos eso ahora?
-Anda, vamos.

La pobre Andrea, la viuda, estaba enferma y necesitada.
Vino a verme y�

Los enfermos y necesitados vamos a ser nosotros s
i sigue usted quit�ndose las cosas de la boca

para d�rselas a esos pedig�e�os que se lo est�n comiendo vivo.

Todos los d�as pasa lo mismo. �Gorrones!

No hables as�, Romualda, hay que tener claridad.

�Caridad? Que empiecen ellos teni�ndola de usted.

Os est�bamos oyendo y nos re�amos, porque nosotros
con nuestros ahorrillos

hemos comprado varias cosillas para celebrar el acontecimiento.

Jam�n� �mira, mira! Quesito�

Mire, nos vamos a hinchar.

Choricito� �A ver, a ver esas caras!

Y �de d�nde ha salido eso?

D�jalo ahora. Dios, que no nos olvida.

Gracias.

�Vaya! �Qui�n ser�? �Qu� oportuno!

Mart�n, ve a ver qui�n llama. Puede ser un necesitado y
nunca mejor que ahora para socorrerle.

�Lo que nos faltaba, con todo esto aqu�!
Dile que perdone, por Dios!

-�Calandria!
-�El mismo que viste y canta!

�A d�nde vas? �Es que te parece poco lo que te ha tocado en el reparto?

-�No es por ah�!
-�Claro que no es por ah�!

�Se puede hablar contigo? Vengo a proponerte un negocio.

-�De pedir limosna?
-�De parear millones!

�Ya has visto esta tarde el �xito del ni�o?

Se acerca la feria de Salamanca y voy a ella m�s ronco que una ternera constipada.

Pr�stame al ruise�or. Con su voz de plata y
mis dedos de duende nos hacemos de una la feria.

Te cedo el cincuenta por ciento de los ingresos brutos.

El bruto ser�a yo si te cediera una voz de �ngel
para llevarla de esquina en esquina.

-�No la llevas t� de bautizo en bautizo?
-�S�, s�, calla!

-�Vamos, hombre! Vete, vete.
-�Qui�n es, Mart�n?

�Un pinta! �Un pobre, se�or cura!

-No se preocupe, ya yo le socorro, ya�
-�Me perdon�is?

�Vete, por tu madre, Calandria!

No me comprometas. La voz del chico es m�a.
Soy su apoderado universal.

No, no se vaya, pase usted.

Muy buenas noches, se�or cura.

Entre. Compartir� nuestra cena.

Muchas gracias, pero es que traigo compa��a.

No importa, que pase tambi�n. Hay para todos.

�Dios se lo pague, y la Virgen Sant�sima se lo premie,
para bien de los necesitados! �Uy, qu� alegr�a!

�Pero, don Jes�s, que estos son vividores que acechan las horas de comer!

-�Vamos, ni�os, vamos, vamos!
-�Miserere Domino, una nube de langostas!

-La compa��a.
-Uno, dos� �m�s! �Cuatro!

�Oh, Dios m�o!

Mis churumbeles y mi costilla.

�Pero si esto es la plaga de Egipto!

�Pobrecitos! �No ves c�mo vienen? �Descalzos!

All� usted, que es una hermana de la caridad.

Nosotros acostumbramos a comer muy poquito, padre.

Pasad. Gracias a Dios hay comida.

Penetrad, penetrad. �Hala, penetrad!

Hola.

�Si te chivas al cura te canto el "De profundis"!

Descuida, ya hablaremos de cante t� y yo.

Venid para ac�. Sentaros todos a la mesa.

�Aqu� est�s bien, chiquit�n? Eso es. Si�ntese usted.

-Vamos a ver qu� hacemos.
-Venga, a comer.

Comed aprisa, ni�os.

-�Dame pan!
-Aqu� ten�is queso, mortadela�

-Buenos d�as, padre.
-Hola.

-Se est� usted mojando.
-S�, esta manga es una lata.

-Ver�. �Me permite?
-S�.

-Ya est�.
-�Qu� f�cil era! Gracias.

Quer�a regar las flores, y ya ve c�mo me he puesto. �Qu� ducha!

-Pero� �qu� es esto? �Alto, de aqu�!
-�Cierre, padre!

-Pero �c�mo?
-Yo ya veo. Aqu� est�. �No, no!

-�Menos mal!
-Ya est�. �Qu� fr�a!

Eres una hero�na. En cambio yo� ya me ves. Zapatero a tus zapatos.

Tu padre tiene la culpa, �l era el encargado de regar todo esto.
Pero el pobre est� de un humor�!

De eso quisiera hablarle, de mi padre. �Le ha visto de nuevo?

S�. Sub� esta ma�ana a la torre despu�s de celebrar.

Y �qu� dijo?

Nada,� de momento. Pero un padre perdona siempre. Ya lo ver�s.

Acabaremos convenci�ndole con la ayuda de Dios.

Quisiera presentarme ante �l y ser yo quien le hablara.
Cu�nto mal le he causado!

Si lo reconoces as� y est�s arrepentida ya empiezas a purificarte.

Bien he pagado mi falta. La privaci�n de mi hijo es mi castigo.

No hables as�.

�Me lo arrebataron al nacer!

�Quiero que me lo devuelvan, que le pueda decir que soy su madre!

Don Jes�s, yo s� que usted no cree lo que dicen de m� en el pueblo.

�No comprendo c�mo la gente es tan mala

y que hasta mi propio padre me trate as�!

�Vaya, no llores, que me vas a emocionar a m� tambi�n!

Tu padre perdonar�,

pues estar�a bueno que tuviera el coraz�n de bronce como sus campanas.

Y la gente� �qu� importa la gente? �Qui�n est� libre de pecado?

�Es usted un santo, y no merezco que me escuche, siquiera!

�Un santo? �V�lgame Dios, qu� m�s quisiera yo!

No estoy acostumbrado a esos lujos.

�Vosotros, las madres, s� que sois santas!

Aunque a veces la vida� �Dichosa vida!

En fin, tu padre perdonar�. En cuanto al chico, pues�

�Vengo dispuesta a llev�rmelo, y no me lo quitar�n

aunque se unan para ello todos los poderes de la tierra!

�Se lo vas a arrebatar al abuelo? Ser�a matarlo.

�O es que prefieres el juicio de Salom�n?

�Ya no me acordaba! Perd�n, tengo que celebrar una boda.

Reza confiada a la Sant�sima Virgen.
Ella te escuchar� por que es madre, tambi�n. Hasta luego.

�Don Jes�s, don Jes�s! �La gente est� esperando en la iglesia!

Ya lo s�.

Hoy tenemos boda. Venga usted tambi�n. Venga. Vamos.

Me hab�a olvidado de la boda. Estar�n muy impacientes.

El impaciente era yo, que no sab�a d�nde estaba usted.

Buenos d�as, don Jes�s. �Se puede?

Hola, Jos�. Pase, pase.

Quer�a hablar con el sacrist�n.

Muy bien, anda. No, ya estoy listo.

Me han dicho que tienen ustedes un chico que canta para las bodas.

�Podemos contar con �l?

�Callese! Eso se llama "boda con ruise�or", �"con ruise�or"!

Con armonio� marcha nupcial� tarifa especial, por ser para ustedes.

No hables de tarifas, Mart�n, y menos en este caso.

En cuanto al "ruise�or", o el armonium, va incluido en la ceremonia.

No se comprometa, se�or cura. El ruise�or, si no cobra, no canta.
Digo� �no p�a!

�Qu� es eso de piar? Y �qu� expresiones son estas con los objetos del culto?

Quiero decir� que no toca, que no toca el armonio.

Ah, eso es otra cosa. Y de cobrar, nada.

La voluntad, que debe ser muy grande,
y que bien la necesitamos para los pobres.

S�, se�or.

-�Hala, hala, esto es cosa m�a! No se preocupe.
-Habr� ruise�or. �No?

Habr� ruise�or y habr� armonio, y habr� de todo.
�Usted sabe d�nde est� el merendero?

�Claro que lo s�! �Qu� es esto?

-Bien, adi�s.
-Adi�s.

Mart�n.

Alg�n gitano que ha pasado por aqu�.

�Quisiera yo saber qui�n es el gracioso que me revuelve los armarios!

Esto no puede ser, se�or cura. No puede ser.
Usted es muy bueno! Aqu� entra mucha gente.

Esta es la casa de todos� �pero no tanto!

�Vaya a saber de qui�n ser� esto! �ay, qu� asco!

�Qui�n es ese chaval? �C�mo canta!

�No lo conoces? Es nieto de Jos�, el campanero de San Salvador.

�No te acuerdas? �El hijo de la Fuensanta!

Sin "la". �Me entiendes? Fuensanta a secas.

S�, hombre, s�, Fuensanta.

Todav�a le duele el hachazo.

�Pues, si le oye "La campanera"�!

�Es que la canta el chiquillo?

-No lo creo.
-�Qu� sabe, la criatura?

�Vamos a que la cante, a ver si se cura de una vez!

-�Gildo, aqu� est� don Fernando!
-�Al fin!

Buenas tardes, don Fernando.

Buenas, hijo. Se me ha hecho tarde.

Ya no le esper�bamos, se�or arcediano, viene usted al final.

Tuve que despachar con su Ilustr�sima y
salir de Plasencia sin detenerme a tomar un bocado, siquiera.

�Jes�s, don Fernando! �En ayunas, todav�a? Venga, venga por aqu�.

�Le hemos guardado un pollo!

Un tentempi�, nada m�s. �Eh?

Buenas tardes.

Pues s�, no pod�a declinar vuestra invitaci�n y aqu� me ten�is,
hijos.

Lo que siento es no haber podido asistir a la ceremonia.

�Qu� tal mi sobrino?

Un santico de luces, se�or arcediano. Se lo comen los feligreses.

Aqu� hac�a falta un cura templado como usted, con pu�os y con�

�Pedro!

�Y mujeriego! D�jelo, Eclazia, su consuegro es castellano viejo

y le gusta llamar al pan pan y al vino vino.

Tiene que perdonarle. Voy a decir que le traigan la comida.

Un tentempi�, ya digo. Un tentempi� con patatas.

-�Qu� gracioso es!
-Ven aqu�, Joselito.

Toma, te lo has ganado.

Muchas gracias, una pluma para el ruise�or,
para darle carrera al huerfanito.

Oye, Joselito, pero �d�nde has aprendido a cantar as�, mocoso?

Nac� cantando.

�Con raz�n te llaman el ruise�or!

�Y que perdonen los ruise�ores, mi disc�pulo tiene m�s escuela!

-�An�mense, se�ores, contribuyan, vamos, contribuyan!
-�Qu� bonito, qu� bonito, qu� bien, qu� bien!

�Hagan juego, se�ores, hagan juego!

�A�n quedan soleares, seguidillas, medigalainhas,
alegr�as, y todo el repertorio de canciones procernas

�Hagan juego, hagan juego!

-Por "La campanera".
-No la sabe.

-�Hagan juego, hagan juego!
-Haga usted de que la cante.

No. �Hagan juego, hagan juego!

-Por "La campanera".
-�No ha o�do usted? No la sabe.

Pi�nselo bien, que es de cincuenta.

No la sabe, he dicho.

-�T� qu� dices, Joselito, la sabes?
-S�, la s�. La he aprendido en la radio.

-�Lo ve usted? Est� deseando cantarla.
-Pues se ha quedado ronco.

�Ronco, yo? �Si estoy mejor que nunca!

Toquen ustedes "La campanera" para complacer a los amigos.

-Eso no se hace.
-Lo que no se hace es vivir a costa de un chiquillo.

Yo no hago da�o a nadie, usted s�.

Bonita voz.

S�, se�or. Es el monaguillo de San Salvador, un prodigio.

�C�mo de San Salvador?

S�. Va incluido en estas ceremonias.

�Mi sobrino organizando juergas? �Bueh!

-S�, contra mi voluntad.
-Eres un miserable.

-�Est� prohibido? Me gusta esa canci�n. �Qu� pasa?
-�Canalla!

�Por favor, soltadme!

V�monos, Joselito, que esto se pone muy feo.

Huyamos de la gehena. �Ay, qu� terremoto! �Qu� cat�strofe!

Vamos, vamos. Vamos.

�No estorbe, hombre, qu�tese de en medio!

Muy edificante: sacrist�n y monago metidos a flamenco
y armando bronca.

-�Dominus vobiscum, se�or arcediano!
-�Et cum spiritu tuo, que bien lo necesitas!

Seguidme, que voy a ajustaros las cuentas.

-Hala, id hacia la iglesia que ahora voy yo.
-S�, s�, se�or arcediano. Lo que usted quiera.

�Ay, se�or arcediano, don Jes�s de mi alma, tengan piedad de m�!

Yo no he hecho m�s que llevar un poco de alegr�a a los feligreses.

Y fomentar el folklore en la parroquia,

trayendo aqu� el ambiente de juergas y tabernas.

Eres la piedra de esc�ndalo de que habla Nuestro Se�or.

Has escandalizado a este peque�o.

Qu�tate eso.

�Y mereces que te arrojen al profundo,
atada al cuello una piedra de molino!

�Dios me valga!

Pero como somos ben�volos y no hay ruedas de molino aqu�

en vez de arrojarte al profundo nos limitaremos
a arrojarte de la sacrist�a.

�Treinta a�os encendiendo y apagando velas,

y sin m�s, de pronto --�paf!--, a la calle!

�Defi�ndame usted, don Jes�s, que usted es muy bueno!

�No haga eso usted, don Fernando!

�Ay, Santa Madre de Dios, lo que nos ha tra�do el folklore!

Yo le aseguro, querido t�o Fernando,

que no hubo intencion pecaminosa en estas expansiones de mis subordinados.

El ni�o, --ya lo ve usted-- �pobrecito, es un �ngel!

Con chaquetilla corta. Ya lo veo.

Y en cuanto a Mart�n, respondo de su inocencia.

Cr�ame usted, t�o, conozco a mi sacrist�n.

Y yo te conozco a ti. Le pedir� a su Ilustr�sima
que te env�e de capell�n a un convento de monjas.

Tu no sirves para andar por el mundo y meter en cintura
a rapavelas como �ste.

�Rapavelas, yo?

Con permiso de su se�or�a: yo no cogeo de ese pie
como otros de mi gremio.

�No, se�or arcediano!

A m� no se me puede cantar aquello de "Sacrist�n
que vendes cera y no tienes colmenar

rapavelum de las velas, rapavelum del altar". �No, eso nunca!

�Vas a cantarme coplas a m� tambi�n?

No conoc�a yo tantas habilidades en ti.

Anda, anda, ll�vate al ruise�or y qu�tale para siempre
las plumas del delito. �Anda!

�yeme, hijo: el gobierno de las almas requiere adem�s
de celo apost�lico

un elemental sentido de la realidad.

-Buenas tardes.
-Hola.

�Eh? �Qu� es esto?

�De d�nde ha salido esa mujer?

-De su habitaci�n. Vive con nosotros.
-�Desde cu�ndo est� aqu�?

-Desde anoche.
-�Jes�s!

Mande usted.

�Digo que Jes�s! �Jes�s, Jes�s, y cien veces Jes�s!

Pero �qu� parroquia es �sta?

Sacristanes demon�acos, monaguillos vestidos de corto,
mujeres en la rectoral�

Si no te conociera me inducir�as a juicio temerario.

Pero, �por qu�, t�o?

�Santas Impl�citas! Lo del flamenco es grave, pero esto es peor.

No basta ser bueno, hay que parecerlo tambi�n.

�Qui�n es esa� afligida?

Es hija del campanero.

�Ella? �La Fuensanta! �V�lgame Dios!

Ya, ya s� la historia que anda en canciones.

Parece que el antiguo novio� Pero dejemos eso,
a�n no me has explicado qu� hace en la rectoral.

La rectoral es la casa de todos los que sufren.
Usted me lo ense��, t�o.

Ella ha sufrido mucho, esto me ha bastado para acogerla.

Viene a ver a su hijo y a pedirle perd�n al padre.

Bien, bien. Es un caso de conciencia que merece estudio
y caridad, sobre todo caridad.

Pero �est� verdaderamente arrepentida?

-Como una magdalena.
-�Y el padre?

Ha sufrido mucho, tambi�n.

Las preocupaciones humanas, la honra entendida a su modo,
le tienen ofuscado, y�

No hay m�s preocupaciones humanas ni m�s honra para un cristiano

que el perd�n de las ofensas y la paz de una conciencia tranquila.

-Quiero ver al campanero.
-�Aqu�?

No, en la sacrist�a. Pasaremos antes por la iglesia
para pedirle a Dios que nos ilumine.

De modo que contigo no valen razones, ni s�plicas,
ni doctrina de los santos padres,

ni el propio ejemplo de Nuestro Se�or que perdon� a la mujer
pecadora cuando los otros quer�an lapidarla.

�T� R que R, encerrado en tu obstinaci�n, duro como la roca

y diciendo para tu sayo: "Predica, predica,
que por un o�do me entra y por otro me sale."

-S�, se�or.
-�Hombre, me gusta la franqueza!

Es que lo que esa hija hizo conmigo y con ese pobre chico
no tiene nombre.

�T� rezas el padrenuestro?

S�, se�or, todos los d�as.

Y �te has fijado bien en lo que prometes a Dios

cuando llegas al "perd�nanos nuestras deudas

as� como nosotros perdonamos a nuestros deudores"?

No te has fijado, �verdad?

Porque una de dos: o perdonar�as,

o dejar�as de prometer a Dios lo que sabes que no vas a cumplir.

Mira, hermano, perdona a tu hija o no reces
el padrenuestro en la vida.

Con Dios no se juega.

Pasa.

Anda.

M�rala, hombre, es sangre de tu sangre.

�Padre�!

�Hija!

Aqu� est�n las plumas del ruise�or.
Su se�or�a dir� qu� hago con ellas.

Que vuelen a donde yo no las vea.

Volar�n, se�or arcediano, volar�n.

Y a un servidor que lleva treinta a�os al pie del altar
sin m�s puntos que estos

que me dieron en la guerra, que me duelen --�c�mo!--
cuando llueve, �se le perdona tambi�n?

Se te perdona por primera vez, pero si reincides en tus viejas ma�as�

�No, no, no! Ser� vacante. �S�, se�or! �Duerma tranquilo!

Pero� el ni�o� �podr� cantar para m�, por lo bajito? �No, padre?

El ni�o puede cantar cuanto quiera siempre que no se comercie
con su voz.

Cantos religiosos, canciones populares que no ofendan a nadie,�

�S�, s�, s�, s�, se�or, s�, s�! �Seguro!

�Hombre, dichosos los ojos!

Buenos d�as. Se me hac�a cuesta arriba pasar por el pueblo
sin saludarlo,

y me dije: "Vamos a echar un pitillo con el se�or Jos�".

Se agradece, pero ya sabes que no lo gasto.

Es verdad. �De mudanza?

S�, nos vamos de la torre. Han cambiado mucho las cosas...
y las personas.

Que sea para bien. Si puedo echarle una mano�

�Claro, a mi edad�! No digo yo una mano,
con un s�lo dedo eres t� capaz de levantar todo esto.

Anda, hijo, anda, baja algo.

-�Pero qu� bien cantas, hijo!
-�S�, es que estoy muy contento, madre!

Ah� fuera han quedado unos trastos. Tr�elos, hijo.

�Ay, qu� sucio est� esto, padre!

�Calcula: siete a�os sin venir por aqu�!

Gonzalo est� ah�.

Ha venido a fumar un cigarro conmigo, que no fumo, y �l lo sabe.

Conque t� dir�s.

* Donde hubo rescoldo (gallego: recalentamiento)�

Ya sabes lo que hizo en la boda por ti.

Lo que usted supone es imposible, padre.

�l� �Con lo orgulloso que es�!

Pues ah� ver�s, con lo orgulloso que es, y arriba lo tienes,
en la torre.

Est� deseando encontrarse contigo.

�Por qu� nos mudamos, abuelo? Me gustaba m�s el campanario,
parec�a un palomar.

Muchas escaleras, hijo. �Muchas escaleras!

Y ya va siendo hora de refrenar el vuelo y descansar un poco.

�Bah, est� m�s viejorro!

A ti tambi�n te hubiese gustado vivir all�.

Tiemblan hasta las paredes cuando suenan las campanas.

Me conformar� con verlas desde aqu�.

Mira mis esquilones.

Las campanas grandes no se ven.

A la campana gorda la llamamos Guadalupe.

�Sabes lo que dice cuando dobla con un "dolon, dolon"
que se oye hasta en Plasencia?

"Guadalupe me llamo. Cien quintales peso.

"El que no lo quiera creer que me lleve en peso,

"me d� una vueltecita por la plaza, y me lleve a mi casa. "

-�En qu� piensas?
-En nada.

�Te vas a poner triste como el abuelo?

�Bah, las personas mayores no sab�is vivir!

Hay que ponerse alegre,

y para eso no hay nada como unas alegr�as de las m�as.

-�Est� est� Fuensanta?
-Creo que s�. �Anda, hombre, no te va a comer!

�Ol�, mi ni�o!

Buenas tardes, Fuensanta.

Hola, Gonzalo.

No sab�a que estuvieras en el pueblo.

Hab�a venido a ver a tu padre, y me ha pedido que le ayude.

Muchas gracias. Me voy a quedar aqu� --�sabes?-- a vivir con �l.

�Qu� tal te ha ido por esos mundos?

Mal, como merec�a.

Anda, hijo, vete a ayudar al abuelo.

Gonzalo, ha pasado el tiempo y ya no debemos hablar de aquello,

pero nunca he olvidado lo mal que proced� contigo.

Y lo que me averg�enza es que todav�a me mires a la cara

y me defiendas de la gente como hiciste en la boda.

�Si supieras lo que he sufrido comprender�as�!

Comprender no es dif�cil. Lo dif�cil es olvidar, aunque uno quiera,

aunque uno se empe�e en matar los recuerdos.

�Jos�! �Est� ah� Fuensanta?

S�. �Qu� quieres?

Que baje, que la espera el se�or cura.

Anda, Joselito, avisa a tu madre.

He recibido esta carta de mi t�o.

Hay un p�rrafo en que habla de ti.

Mira, dice: "Y si la madre quiere,
el chico puede entrar en la Scuola Cantorum
del monasterio de Guadalupe

"o en la escuela de seises de esta santa catedral.

"Aprender� m�sica, y con su voz --�qui�n sabe?--

"si tiene vocaci�n y desaparecen ciertos impedimentos

"el chico podr� ser alg�n d�a sochantre beneficiado."

�Separarme otra vez de mi hijo?

Parece que las circunstancias lo aconsejan.

Hay otro p�rrafo de la carta� aqu�, qu� dice:

"Adem�s, la ausencia del muchacho contribuir�a seguramente
a reconciliar a la madre con�"

Siga.

"Ya s� que en ese ambiente arisco y lleno de preocupaciones mundanas

"es muy dif�cil, casi dir�a que heroico, el olvidar.

"Pero �l la quiere todav�a, lo demostr� con su actitud violenta
y gallarda

"--si todo se ha de decir-- en el baile de la boda.

"�Qu� hermoso ser�a que esas dos almas que sufren

"se unieran en santa comuni�n de afectos.

"Yo he hablado a Gonzalo antes de venirme y
le hice comprender aquellas sublimes palabras de Cristo:

"Si miras lo que eres en tu interior no tendr�s
cuidado de lo que los dem�s hombres hablen de ti.

"Creo que Gonzalo, que es noble, ir� a ver a Fuensanta y�"

�Ha venido a verte?

S�. Arriba est�, ahora.

No s� har� lo que ustedes quieran, yo�

�Yo qu� voy a decir, si una�?

Gracias de todas maneras, don Jes�s.

Ve con Dios, y piensa, piensa t� tambi�n.

�Qu� te dec�a el se�or cura?

Pero �es que se van a llevar al ni�o?

No s�.

Oiga, Mart�n, si mi hijo quisiera --es un suponer--

ser cantor beneficiado de una catedral�

�Uy, �chale hilo al cometa! Tendr�a que empezar
por entrar en un seminario.

La Iglesia hila muy delgado, hija m�a,
cuando se trata de elegir ministros del altar.

Aqu� donde me ves yo no he llegado a obispo
porque no me entraba la mitra con estas orejas,

y hubo que dejarlo.

Adem�s de los defectos f�sicos est�n los morales y los de nacimiento. �Comprendes?

S�, eso es lo que comprendo mejor:

mi situaci�n puede perjudicar a mi hijo.

Tranquil�zate, hombre. Aqu� vas a tener m�s amigos que en el pueblo.

�Ves c�mo se divierten?

Todos cantan, como t�. �Te gusta el f�tbol?

-S�, se�or padre.
-�Sabes jugar?

Algo.

�Vaya, a lo mejor estamos delante de una gran figura!

Anda, �nete a ellos y empieza a dar patadas. Anda, �anda!

�Adi�s, Joselito!

�Anda, hijo!

En su carta del se�or arcipreste me dice que el ni�o canta muy bien.

S�, se�or.

Estas separaciones son siempre dolorosas.

Cuando yo fui al noviciado --y ha llovido desde entonces--

a mi madre, la pobre, no hab�a manera de consolarla.

El chico no se ha separado nunca de m�.

�Viv�amos tan unidos!

Tranquil�cese, hombre, tranquil�cese.

�P�sala!

Tuyo es. P�gale una buena patada.

�Gracias, gracias!

�Ya ve usted como �l s�lo empieza a consolarse?

S�, se�or.

Padre Anselmo, venga.

Ya ver�s, es un padre muy simp�tico, dirige la escolan�a.

-Mande, Su Paternidad.
-Hay que fichar a un nuevo campe�n.

�Hombre, viene que ni pintado!

Precisamente necesitamos un delantero centro.

Anda, vente con nosotros.

�Lo ve usted? La ni�ez y la tristeza son incompatibles.

Bueno, ac�rcate.

Y ahora vamos a ver c�mo estamos de voz.

�Sabes la escala?

�Eso de "do re mi" y lo que sigue?

Silencio.

Ustedes mucho re�r, pero a la hora de cantar, una olla de grillos.

�Eh? �T� qu� sabes?

Los o� cantar anoche la "Salve", �y vamos,
porque la Virgen es una santa, que si no�!

�Bueno, nos ha salido un cr�tico en la escolan�a!

Ya procuraremos enmendarnos, se�or censor.

Ahora venga la escala.

Do re mi fa sol la si do.

�Ahora para abajo?

�S�, se�or!

-�T�!
-Do si la sol fa mi re do.

Perfectamente, subimos y bajamos la escala como un acr�bata.

Y de tesitura, �qu� tal?

�Tesi� qu�?

Perdona, hijo. Quiero decir que hasta d�nde subes.

�Ja, hasta donde me pidan, me he criado subiendo
y bajando escaleras en el campanario!

�A ver si tambi�n os vais a re�r del campanario de mi pueblo!

�Orden, orden o se quedan ustedes sin merienda!

Y t�, aprende a reprimir el genio.

�Recuerdas --puesto que has sido monaguillo--
alguna canci�n religiosa?

-S�, se�or.
-"S�, padre."

Bueno, lo que usted quiera.

Lo que yo quiera no, lo que debe ser.

Oigamos esa canci�n religiosa.

�Semana Santa en mi Sevilla!

Sigue, hijo, sigue.

Eso no es religioso pero tiene alma. �Con raz�n le llaman saeta!
Se clava. �Vaya si se clava!

�Aquella procesi�n del Cristo del Cachorro cuando hasta los gitanos�!

Ea, dejemos esto.

Mira, hijo, la m�sica de Victoria, Palestrina, Perosi,
es m�s hermosa,

no te digo el canto gregoriano puro, todo un unci�n y serenidad.

Bueno, te dir� para tu satisfacci�n que hay quien dice
que el cante flamenco viene del gregoriano.

Voy a cantar el UBI Caritas para que lo oiga este catec�meno.

Eso lo s� cantar yo tambi�n. Lo aprend� en la iglesia de mi pueblo.

�T� lo sabes todo? A ver.

Dios te salve, Mar�a, llena eres de gracia, el Se�or es contigo,

bendita t� eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jes�s.

Santa Mar�a, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores

ahora y en la hora de nuestra muerte. Am�n.

Gloria el Padre, gloria al Hijo, gloria el Esp�ritu Santo,

como era en un principio ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Am�n.

Y �mi madre, por qu� no ha venido a verme?

�Es que no la dejan?

T� siempre tienes a tu hijo en tus brazos, y �l tan contento.

Yo no pido que la m�a me tenga as�, porque ya va uno para hombre,

pero esto� esto de no asomar en tres semanas�

Quiero ir a verla y no me dejan.

Pero t� mandas aqu� m�s que todos, y si t� me das permiso�

�Me lo das? �Anda, d�melo! �S�?

�Gracias, Se�ora, muchas gracias!
Volver� pronto a cantarte lo que t� quieras!

�Estabas aqu�? Te est�n buscando por todo el monasterio.
Anda, tienes visita!

�Ha venido mi madre?

�Qu� robustos! �Eh? Fue una idea de Romualda.

Romualda es mi mujer, que me dijo:

"Anda, Mart�n, ya que los dem�s�"
Los dem�s son la madre del muchacho

y el novio de la madre del muchacho, que no es su padre.

"� ya que los dem�s est�n de bodas�"

Porque se han casado como Dios manda. �Sabe usted?

No, no lo s�, pero adelante.

Pues como le digo, dijo:

"Ll�vale esos pollos al ruise�or,
para que �l tambi�n disfrute algo de la boda."

Y comunque me est� mal el decirlo,
y aunque yo no sea su padre,

yo quiero al ruise�or como si fuera un hijo.

Cog� los pollos y estas almendras y aqu� me tiene usted,

con el encargo y deseando ver al muchacho.

Conque usted dir� qu� hago con esto.

S�game. Primero ver� usted al chiquillo.

Eso, eso. El chiquillo es toda mi ilusi�n.

Porque el ni�o --bueno, ya sabe usted-- el ni�o es el ni�o.

Porque yo, de cante flamenco, nada, nada. Bien lo sabe Dios.

Unas pesetas, unas pesetillas, y llevar un poco de alegr�a
a los feligreses.

-Claro, claro.
-�Ah� est�!

Joselito, no te caigas, hijo, ten cuidado. Tenga, tenga.

�Viva mi ni�o!

�A ver, oh, flamenco! �Abr�zame, ruise�or!

Digo� �y con sotana de purpurina, como un cardenal!

�Y mi madre?

Ver�s, tu madre no ha podido venir.

�Me envi� a m�! �Me dio muchos recuerdos y esos presentes,
para ti!

Yo no quiero m�s presentes que ella. �Por qu� no ha venido?

Ya te he dicho que no ha podido.

Salgan, salgan fuera un momento y hablen con tranquilidad.

Gracias, padre. Gracias. Anda, Joselito, anda.

Adi�s, padre, adi�s. Enseguida vuelve el ni�o.

-Tome usted, padre: arroz y gallo muerto.
-Bien, Paternidad. �Uy, uy, que se me escapa!

Yo s� lo que te pasa: echas de menos nuestra alegr�a. �Verdad?

�Cu�ntas fiestas y propinillas! �Qu� pasteles te com�as! �Eh?

�Si uno no fuera como es de honrado�!

No se preocupe. Si no viene mi madre a verme� bueno,
yo ya s� lo que tengo que hacer.

�Qu� vas a hacer? �No ser� ning�n disparate? T� aqu� quieto.

�Disparate, y me ha dado permiso la misma Virgen? Eso es cosa m�a.

Usted le dice a mi madre que no se preocupe, que ya nos veremos.

No s� si podr� dec�rselo. Tu madre se ha mudado de casa.

Ahora vive en el caser�o de los pichones.

�Donde hay muchos caballos y yeguas en pelo que parecen
rel�mpagos cuando trotan?

S�, ah� mismo.

Me alegro, ahora est� m�s cerca. Se habr� mudado por eso.

�Pues claro, pues claro!

Bueno, t� te quedas con estas almendras. Son garrapi�adas, �eh?

Se acab� la visita. Nos llaman al refectorio.

�Otro abrazo, ruise�or! �Y a cumplir, hijo!

Que si cumples alg�n d�a llegar�s a ser sacrist�n, como yo.

No te r�as, que eso no es moco de pavo.

�Qu� trabajo me cuesta separarme de ti! Beso.

�Con lo bien que viv�amos! �Ay, qu� * !

Bien, hombre, bien.

�Te parece bonito cantar as�, como si estuvieras en la calle?

�Lo habr�n o�do en todo el pueblo!

�Qu� pensar�n de nosotros?

-Madre.
-�Hijo, hijo!

El pobre hijo ha venido a verme.

Le dijeron donde viv�amos, y�

No le esperaba. �Sabes?

Has debido andar mucho.

Est�s cansado y debes dormir un poco.

Anda, acu�state. Te voy a traer un vaso de leche.

�Qui�n es ese? Me ha puesto mala cara.

No te preocupes t�, hijo, es que est� enfadado.

Lo siento, Gonzalo. S� que te disgusta su presencia.

Ha dejado el monasterio.

No creo. Le habr�n dado permiso para venir a verme.

Ha venido andando desde Guadalupe.

Andando toda la noche. �Ese es un golfo como su padre!

-�Gonzalo!
-�Qu�? �Todav�a te duele que miente al otro?

Me duele que ofendas a quien no puede defenderse,

y me duele verte sufrir por lo que no tiene remedio,

y tocar sin descanso una herida que se encona
y te hace peor de lo que eres.

�Malditos celos!

Por eso me los recuerdas t� con la presencia de tu hijo.

�De mi hijo, s�, de mi hijo, que he recobrado despu�s
de tanto sufrimiento!

�Y si �l estorba aqu�, estorbo tambi�n yo!

�Qu� est�s diciendo? �Tendr� que matarte para descansar de una vez?

Tu dijiste: "Se va al monasterio de Guadalupe,
quiz�s para toda la vida".

�Y apenas nos casamos ya le tenemos aqu�!

-�No grites, no es culpa del ni�o!
-�C�llate, c�llate, me hab�is enga�ado entre todos!

�T�, tu padre, todos, os hab�is puesto de acuerdo
para hacerme sufrir!

Y esto no lo paso, �entiendes? �Esto no lo paso!

He sacrificado todo por ti: mi orgullo,
y mi verg�enza de hombre tambi�n,

y has vuelto a enga�arme. �Por qu� me habr� casado contigo?

�Eh, Juan, hemos atropellado a un chico!

Le han pisado los toros.

-A�n vive. �Qu� hacemos?
-Vamos a llevarlo al cortijo.

Deje el vendaje. Transfusi�n. Tome sangre.

El pulso es muy d�bil porque ha perdido mucha sangre.

Voy a intentar una transfusi�n, no s� si con resultados.

-Vamos, lo que sea, pronto, doctor.
-Un donante.

Mi brazo.

-�Valdr� mi sangre?
-Espero que s�.

Prep�ralo todo.

Vale su sangre. Venga aqu�.

�chese al lado del ni�o.

-�Cantidad?
-Trescientos, de momento.

Basta.

-Hay que esperar.
-�Se salvar�?

El pulso ha ganado algo. Ahora tiene que reaccionar.

Es una l�stima que no me hayan llamado a tiempo.

�Es que�!

Las heridas aunque graves, no son mortales,

pero la p�rdida de sangre ha sido mucha.

Doctor, venga, por favor.

-Se salvar�.
-�Gracias!

�Ya tenemos ruise�or para bodas y bautizos!

�Sea el padre usted o no, don Jes�s, o su t�o el arcediano,
o quien sea!

�Dios m�o, Mart�n, qu� alegr�a!

Gracias, se�or.

A ver qui�n llega antes al bautizo, Joselito.

�S�, s�, vamos! �Yo llego antes, yo llego antes!

�Anda, jaquita, que quedamos los �ltimos! �Arre, arre, arre!

�Joselito! �Arre, arre, entra ah�, jaquita, entra!

�Joselito, Joselito!

�Joselito, oye, Joselito, que tenemos bautizo!

�Espera, espera, que tenemos bautizo!