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LOS Nl�OS DEL PARAISO

PRIMERA �POCA
"EL BOULEVARD DEL CRIMEN"

�Vendo trajes!

Pasen. La verdad est� aqu�.
�Pasen!

Vengan a verla. Y cuando la hayan
visto, pensar�n en ella de d�a,

so�ar�n con ella de noche.

Vestida de s� misma,
se presenta desnuda a todos.

Pasen, se�ores, pasen.
S�lo se paga al salir.

No lo duden, es un espect�culo
voluptuoso, audaz y turbador.

Para los que no tienen

telara�as en los ojos
y saben apreciar la belleza.

Pasen, se�ores, pasen.

Ya, "la entrada de artistas".
Conozco el pa�o.

Eso no cuela conmigo.

No va a entrar con enga�os
para ver el espect�culo sin pagar.

Y encima en el palco.

Yo s�lo quiero ver
al director.

�Nada menos que al director!
�Qu� quiere de �l?

Es muy sencillo. Quiero hablar
con �l para que me contrate.

Para que le contrate, claro.
Con su nombre

en el cartel,
y encima en grande.

Pues s�, �por qu� no?
�Naturaleza muerta!

�Pero bueno!

Lo digo e incluso lo predigo.

Ver�s mi nombre en este cartel,
y adem�s en grande.

Fr�d�rick Lema�tre. Y que se te
quede grabado el nombre

en tu pobre y confusa memoria.

Fr�d�rick Lema�tre, acu�rdate.
Mira.

La verdad es que no est� mal.
�La conoce?

Todav�a no.

Me ha sonre�do.
No diga que no.

Es maravilloso, la vida es bella
y Ud. Es como ella.

Es Ud. Bella.
Es bella tambi�n.

- Parece que ven�a corriendo...
- Detr�s de usted, s�.

�Detr�s de m�?
Pero si ven�a de frente.

Justo. La he visto,
y con el impacto y la emoci�n...

Mientras me decid�a,
ud. Ya estaba lejos.

�Y?

Como me horroriza seguir a una
mujer, corr� para adelantarla.

Y venir a su encuentro.

- � Ad�nde vamos?
- Muy simple.

- Ud. Por su lado y yo por el m�o.
- Quiz� sea el mismo.

No.

� Por qu�?

Porque yo tengo una cita.

�Un cita! Qu� tr�gico destino. S�lo
hace 2 minutos que vivimos juntos

y ya quiere dejarme.

� Y por qu�, por qui�n? Por otro,
claro est�. � Ama a ese otro?

Yo amo a todo el mundo.

Estupendo. Yo no soy celoso.
Pero el otro es celoso.

� Y Ud. Qu� sabe?

Todos lo son, excepto yo.

Pero mejor pensemos en nosotros.
Tenemos tanto que decirnos.

- � En serio?
- S�, en serio.

Primero le dir� mi nombre:
Fr�d�rick.

- � Me dice Ud. El suyo?
- Yo me Llamo Garance.

Garance. Qu� bonito.

- Es el nombre de una flor.
- Una flor roja, como sus labios.

� Y ahora?

- Ahora, adi�s, Fr�d�rick.
- No, no puede irse as�.

Dejarme solo en el Boulevard del
Crimen. � Cu�ndo volver� a verla?

Pronto, quiz�s.
Nunca se sabe.

Par�s es grande, ya lo sabe.

Par�s es muy peque�o para
los que se aman como nosotros.

Ha sonre�do, no diga que no.

La vida es bella y Ud. Es como
ella. Es Ud. Tan bella.

ESCRITOR PUBLICO

"Mi amor, mi amor eterno. Desde
que te fuiste arrastro mis d�as

como un preso arrastra
sus cadenas.

Vuelve, te lo ruego.

Te juro que nunca jam�s...

S�, te hago el juramento.

Nunca jam�s
te levantar� la mano

como lo hac�a antes."

- � Est� bien as�?
- � Si esta bien?

Es excelente, conmovedor,
se lo juro.

Si ella no est� contenta con esto,
es para desesperarse.

�Pobre imb�cil!

De todas formas,
ni que decir tiene.

- Es bonita.
- � Qu�?

La instrucci�n.

�Mi pobre Avril!

Es verdad, Sr. Lacenaire.
� De d�nde saca todo eso?

Basta de tonter�as.

Pensemos en cosas serias.

- � Tienes los cubiertos?
- S�, se�or.

Y es plata de ley.

Plata de ley.

Hoy cucharas,

ayer un reloj...

Aqu� viene
mi �ngel de la guardia.

D�jame, Avril,
te ver� esta noche.

� Ya ha salido del pozo,
mi dulce �ngel?

No hablemos del pozo.
Se acab�, y la verdad tambi�n.

� Ya?

S�, la clientela se estaba
poniendo dif�cil.

Enti�ndalo. "La verdad
s�lo hasta los hombros."

Se quedaban decepcionados.

Claro, esas buenas gentes
quer�a m�s.

"Toda la verdad".
El traje le quedar�a estupendo.

Quiz�, pero es siempre
lo mismo.

�Qu� modestia! �Y qu� pudor!

No es eso.

Pero es que son muy feos.

Es verdad que son muy feos.

- Me encantar�a suprimirlos.
- � Siempre cruel, Pierre Fran�ois?

No soy cruel, soy l�gico.

Yo le declar� la guerra
a la sociedad.

� Y ha matado a mucha gente
�ltimamente?

No, �ngel m�o.
Mire, ni rastro de sangre.

S�lo algunas manchas de tinta.

Pero estoy preparando
algo extraordinario.

Se equivoca al sonre�r. Le aseguro
que no soy como los dem�s.

Mi coraz�n no late como el suyo.
Enti�ndalo. En absoluto.

� La han humillado alguna vez?

No, nunca.

A m� tampoco,
pero lo intentaron.

Y ya es demasiado
para alguien como yo.

De ni�o, yo era m�s l�cido
e inteligente que los otros.

No me lo perdonaban.

Quer�an que fuera como ellos

y que hablara como ellos.
"Levante la cabeza, Jean Fran�ois,

m�reme,

baje los ojos."

Y enriquecieron mis conocimientos
a la fuerza, con libros,

libros antiguos.

Tanto polvo en la cabeza
de un ni�o.

Bonita juventud. Mi digna madre que
prefer�a al imb�cil de mi hermano,

y mi director espiritual
que repet�a:

"Es demasiado orgulloso.
Tiene que reconcentrarse."

As� que me reconcentr�.

Ya no pude salir de ah�.
Imprudentes,

dejarme solo conmigo mismo.
Me prohib�an las malas compa��as.

Qu� inconsecuentes.

Pero qu� prodigioso destino.

No querer a nadie, estar solo,

no ser amado por nadie,

ser libre.

Es verdad que no amo a nadie,

ni siquiera a Ud., Garance.

Pero Ud. Es la �nica mujer
a la que no odio ni desprecio.

Yo tampoco le amo.

Menos mal.

� Pero por qu� viene
a verme cada d�a?

� Es porque nunca le he pedido
lo que sin duda le piden todos?

No.

Lo s�, no es Ud. Coqueta.

- � Entonces por qu�?
- Porque me aburro.

� Yo la divierto, tal vez?

S�, habla todo el rato.
Es como el teatro.

Me distrae y me calma.

No me toma en serio.

Si fuera vanidoso,
me habr�a herido.

Pero no tengo vanidad,

s�lo tengo orgullo.

Y estoy totalmente seguro
de m� mismo.

Ladr�n por necesidad, asesino por
vocaci�n, mi camino est� trazado

y mantendr� la cabeza alta.

Hasta que caiga
al cesto, claro.

Mi padre me lo dec�a siempre:
"Acabar�s en la guillotina."

Tiene raz�n, siempre hay
que escuchar a los padres.

Vaya, � sigue escribiendo obras?

S�, a veces. A ratos perdidos.

"La Mala Conducta".
� Es un drama?

No, un peque�o vodevil
ligeramente licencioso.

Me horrorizan los dramas,
es un g�nero inferior.

Esos personajes que se matan
sin hacerse ning�n da�o.

Me parece deprimente.

El �ltimo juicio.

Aqu� J�piter,

Llamado Jeric�
a causa de la trompeta,

Llamado la Medusa a causa
de la balsa. Hola, Lacenaire.

Mis respetos a la belleza.

� Y bien,
qu� hay de nuevo hoy?

- � Cu�nto?
- Pero...

No tengo secretos para Madame.

- La felicito.
- Por favor.

� Cu�nto?

20 francos.

- �20 francos! Est�s de broma.
- No.

Pero no olvides que me llaman
el Agarrado, el Taca�o, el Rata,

porque soy m�s avaro
que una rata.

Pasen, se�oras y se�ores,
pasen.

Un franco en el palco si son ricos,
y 20 c�ntimos en el gallinero

si son pobres
o tienen problemas.

Pasen, pasen,
vengan a ver.

"Los Peligros de la Selva Virgen",
o "El Crimen y la Virtud",

gran pantomima m�gica,
ex�tica y pirot�cnica.

Pasen.

Ver�n a una chica de 15 a�os

perseguida
por un le�n del Atlas,

un incendio en el bosque,
un rapto en globo.

Y me ver�n a m�,

el �nico, el incomparable
Anselme Debureau,

�Anselme Debureau! Que hizo
pantomima en el har�n del Gran Turco

en su propia presencia

y delante de sus 82 turcas.

Pero tranquilos,
a quien no ver�n dentro es a �ste.

Porque �ste no sabe hacer nada,

es un retrasado,

uno que sue�a despierto,

aunque est� sentado.

Un necio incre�ble,

un lamentable atolondrado,

un in�til incomprensible.

�Y �ste, finalmente,

es mi hijo!

La verg�enza de una familia
de artistas, su desesperaci�n,

la ra�z de sus canas.

Pero cuando digo mi hijo,
exagero, por suerte.

Una noche de luna llena

cay� �l. Su madre
le encontr� en un cubo de agua.

Yo estaba de viaje,
y cuando volv� ya era tarde.

Pero no les contar�
nuestras desgracias.

El espect�culo va a comenzar
y es �nico.

A los ro�icas,

a los agarrados, a los avaros,
a los ro�osos,

sin recular
ante ning�n sacrificio,

la direcci�n les deja
gratis a Baptiste.

Baptiste, si tienes hijos
gu�rdame uno.

Vaya pinta de idiota.
� No le parece?

A m� me parece
que tiene los ojos bonitos.

Ojos bonitos.

Para lo que le sirven.

Mi reloj.

Me han robado el reloj.

Mi reloj de oro.

Ha sido ella.
S�, ha sido ud., estoy seguro.

�Ladrona! �Ladrona!

D�jeme. Es incre�ble.
Est� loco.

Y encima me insulta.
�Ladrona! �Polic�a!

�Guardia, que venga alguien!

� Qu� pasa?

Ten�a un reloj de oro y ya no lo
tiene. Y dice que es culpa m�a.

� Por qu�? Misterio.

Y naturalmente,
Ud. Es inocente.

Como un corderito.

- � Est� ud. Seguro?
- Totalmente seguro. Det�nganla.

Le digo que no he sido yo.

Eso dicen siempre.

- � Hay testigos?
- Yo.

Yo soy testigo.

� Qu� ha visto?

Todo. Lo he visto todo.

� Y bien?
� Qu� tiene que decir ahora?

Nada, yo ya no digo nada.

Perdone, todo el mundo
puede cometer un error.

Un error, s�,
pero no un error judicial.

- � Puedo irme?
- S�, est� libre.

Mejor, porque a m�
me encanta la libertad.

Nos toca a nosotros.
Moveos.

� De qu� os re�s? Aqu� no se r�en
los artistas, sino el p�blico.

Aqu� Jeric�,
llamado la Trompeta,

Llamado el Abrevadero,
por la bebida,

Llamado la Miseria,
por sus preocupaciones.

Regidor, los accesorios
que me pidi�.

Un cuerno, un traje
de rey, tres cabezas de muerto,

tirantes dorados, dos pares
de zapatos de charol,

y un traje de novia.

� No te dice nada
el traje de novia?

Es contagioso, ella tambi�n
se ha convertido en estatua de sal.

- Qu� bello es el amor. Te alegra.
- � Sigue igual?

- S�.
- � El padre no quiere?

Su padre quiere
todo lo que quiera ella.

Es el otro el que no quiere.
Pero deber�a considerarse feliz,

un atontado como �se.

Lo veo,
tendr� que encargarme de ello.

� Y a ti qu� te importa?

No olvides que tambi�n me llaman
Hurg�n, Afinador, Palomar,

porque no puedo ver
a dos tortolitos separados.

A ver, preciosa,

mu�streme la manita.

Qu� extra�a l�nea de la suerte.

- S�, yo y la suerte...
- No diga tonter�as.

Todo se arreglar�,
est� escrito.

Es el buen papa�to
quien se lo dice.

Se casar� con el que ama.

� Ud. Cree?

Estoy seguro, est� grabado.

Pero cuando monte la casa,
no olvide que el buen papa�to

tiene cubiertos de plata preciosos.
Y a unos precios

muy razonables.

Perdone, se�orita,
que interrumpa sus sue�os,

pero no s� a qui�n dirigirme
y quiero hablar con el director.

� Es para algo importante?

Porque se lo advierto,

est� de muy mal humor.

Ah, en ese caso,
puedo volver en otro momento.

Es que est� de muy mal humor
todos los d�as.

Entonces probaremos suerte.

- Vale, espere un momento.
- Bien.

Qu� teatro m�s bonito.

Y qu� oficio tan bello.

S�, no estar�a mal
si comi�ramos bien.

�Hablar conmigo!
Para no decir nada, claro.

� Es este mirlo blanco?

- S�, pap�.
- A escena, Nathalie.

� Qu� desea?
Regidor, no lo olvide.

Multas. S�raphin Barrigni:
2 francos.

Entr� en escena borracho
y profiriendo amenazas.

Ya est�, volvemos a empezar.

Esc�chelos. � Qu� tienen
hoy en el cuerpo?

Sienten la tormenta en el aire.

No se lo imagina. Mi teatro est�
asolado por el odio y los celos.

Actuamos sobre un volc�n. Ya no es
pantomima, es vendetta, toros.

Los Debureau y los Barrigni
se odian.

Peor que los Horacios
y los Curiacios.

- Los Montesco y los Capuleto.
- �No los conozco!

- Shakespeare. Romeo...
- �No conozco a ning�n Romeo!

Muy poca gente conoce
y aprecia a Shakespeare.

� Y a Ud. Qui�n le conoce
y qui�n le aprecia?

Adem�s, � qu� quiere?
Hace una hora que se lo pregunto.

Yo querr�a

hacer comedia.

�Comedia! �Comedia!

Amigo, se equivoca de teatro. Aqu�
tenemos prohibido hacer comedia.

- Subimos andando con las manos.
- Eso podr�a hacerlo.

Con las manos. � Y por qu�? Porque
nos molestan porque nos temen.

Saben que si hici�ramos comedia,
tendr�an que echar la llave

los otros, los buenos,
los grandes teatros.

En ellos el p�blico se aburre.

Los duermen con sus obras,
sus tragedias de anticuario

y sus momias
que se desga�itan sin moverse.

Mientras que los Volatineros es
algo vivo, que emociona y vibra.

La Magia, con apariciones
y desapariciones,

igual que en la vida. Y luego,

la chancleta, el palo,
como en la vida misma.

Y el p�blico es pobre, s�,
pero es de oro mi p�blico.

Mire, mire all� arriba.

�El gallinero! �El gallinero!

�Cuidado, all� va!

�El rey del desierto!

�Silencio all� arriba!
No o�mos la pantomima.

El desgraciado,
ha pegado demasiado fuerte.

� Ud. Cree?

�Mala bestia!

�Serpiente!

�Me las vas a pagar!

�A m� los amigos!
�Han golpeado a Anselme Debureau!

�A m� los Barrigni!

�3 francos de multa todos!

�Pero haga algo, por Dios!

�Tel�n!

�Tel�n!

�Basta ya! �D�jenlo ya!

�Qu� verg�enza!

Lo que es vergonzoso
es que un Barrigni

haya osado a golpear a un Debureau
en la cabeza y en p�blico.

�Anselme Debureau
exige disculpas!

Eso es, disculpas.

Venga, Scarpin, pide disculpas,
el p�blico se impacienta.

Los Barrigni no se disculpan,
dejan los Volatineros,

y cruzan el Boulevard del Templo
sobre un puente de oro.

�Imposible! No ir�is
a trabajar con Saqui.

S�, nos vamos. Y ahora mismo.

�Venid, Barrigni!

Esto es un golpe mortal,
una maquinaci�n,

un desastre.

Regidor, una silla.

Enga�o, traici�n.
Me han apu�alado por la espalda.

El tel�n, el tel�n.

�El tel�n!

�El tel�n!

�El tel�n!

�Qu� desastre! �Escuche!

Mi p�blico.

�Mi querido p�blico!

�El dinero! �El dinero!

�El dinero! �El dinero!

�El dinero!

� C�mo? � Que les devuelva
el dinero? �Jam�s!

Antes preferir�a,
no s�... cualquier cosa.

� O a cualquiera?
Estupendo. Aqu� me tiene.

D�jeme entrar en la piel del
personaje y ver� de qu� soy capaz.

Joven, no s�
con qui�n estoy hablando.

� D�nde ha actuado, si ha actuado,
y qu� ha interpretado?

�Siempre leones! Conozco
el repertorio de los leones.

El golfo de Le�n, Ricardo Coraz�n
de Le�n, Pigmali�n, todo...

�Ladr�n! �Ladr�n!

�Ladr�n! �Ladr�n!

No perdamos tiempo
o lo romper�n todo.

Escuche la voz popular, los
cristianos piden un le�n. No dude.

Desastre por desastre...

- � Cu�nto...?
- El ingrato ya habla de dinero.

No. � Cu�nto tiempo
debo actuar?

Lo menos posible.

Se lo advierto, como suba ah�
le ser� dif�cil volverme a bajar.

Adem�s he entendido
la pantomima. Llega Pierrot...

�Pierrot!

�No tenemos Pierrot!
�Qu� desastre!

�Qu� desastre!

� Y Baptiste?

�Baptiste, jam�s!

Mientras yo viva, mi indigno hijo
no aparecer� nunca con su padre.

Antes, en el boulevard,
les hac�a re�r a todos.

- � Ud. Estaba?
- Me lo han dicho.

- � Qui�n?
- La cajera.

Es bien sabido
que la cajera habla en plata.

Nunca se equivoca,
no comete un error.

�B�squeme a Baptiste!

- � Protesto!
- �Y yo mando!

Venga, amigo, vaya.

Los Volatineros pueden naufragar.
Las ratas han dejado el barco.

La tempestad retumba,
el p�blico se agita.

Pero yo soy el patr�n a bordo,
despu�s de Dios.

Quiero anunciar algo.

Se�oras, se�oritas, se�ores.

No reculando
ante ning�n sacrificio,

la direcci�n del teatro
de los Volatineros

les presenta hoy

por primera vez
y sin costo suplementario...

� Qu� te pasa, Baptiste?

Nada, �por qu�?

S�, te pasa algo.

Est�s guapo.

Sabes bien que eres guapo
pues te amo.

Pero hoy est�s
m�s guapo todav�a.

Hoy brillas.

� Qu� es esta flor?

Una flor.

Una flor.

� Eres feliz
porque vas a actuar?

Puede ser.

Yo tambi�n soy feliz.

Tengo tanta confianza en ti.

Baptiste, si t� quisieras,

podr�amos ser
tan felices juntos.

Pero no me amas.

S�, lo s�,

me quieres mucho.

Pero me da igual
que me quieras mucho.

Yo quiero que me ames.

Es tan f�cil amar.

Lo haces aposta,
no es posible.

O entonces amas a otra.

� Y esta flor?

� Qu� es esta flor?

� Te la han dado, tal vez?

� Qui�n te la ha dado?

Tienes que contestarme.

Acu�rdate.

Dijiste que era tu amiga
y que no tendr�as secretos conmigo.

Resp�ndeme.

� Es una mujer?

� D�nde las has conocido?

� La conozco yo?

� C�mo se llama?

No lo s�.

Me inclin� sobre el brocal
del pozo.

�ramos varios mir�ndola,

pero yo era el �nico
que la ve�a.

Oh, Baptiste.

Vuelves a so�ar
y te burlas de m�.

No, es la verdad.
� Qu� m�s quieres que te diga?

La he visto hoy por casualidad y
me ha dado esta flor, eso es todo.

� Es todo?

Pues bueno, no es mucho.

Y la amas, claro.

S�, la amo.

C�mo has dicho eso...

Tortolitos,
os toca a vosotros.

Est�s muy guapo, Baptiste. Y la
flor est� muy bien. Har� re�r.

� Conoces la obra?
La amas, pero ella se r�e de ti.

Entonces lloras como un condenado,
etc. No es nada del otro jueves.

Venga, vamos.

Una maravilla
este vinito caliente.

Una joya de terciopelo rojo
que baja por la garganta.

�A tu salud, Baptiste!

A la vuestra. Y recordad: Hoy
hab�is brindado con Julio C�sar.

Con Julio C�sar u otro.

Charles el Temerario,

Atila,

Enrique IV, Ravaillac.

Pues s�, estoy seguro.

Mi destino es resucitar un poco
a los grandes de este mundo.

Ellos han hecho su papel,
ahora me toca a m�.

Que me dejen, y veremos.

Julio C�sar, lev�ntate,
Fr�d�rick est� aqu�.

Y yo sacudir� su polvo y arrastrar�
su sombra sobre las tablas.

Y vivir� una vez m�s, y sorprender�
al mundo una vez m�s,

gracias a m�.

Evidentemente te hace re�r.

No pienses que voy a acabar
mis d�as aqu� con una piel de le�n.

Un le�n que ni tiene
oportunidad de rugir.

Qu� suplicio cuando tienes, como
yo, toda una orquesta aqu�,

todo un mundo.

Claro, a ti las palabras
te dejan fr�o.

No las necesitas,
cuentas tu historia sin decir nada.

Y la cuentas bien, � sabes?

Puedo decir
que me has sorprendido.

Hablas con las piernas,
respondes con las manos.

Una mirada, un gesto, dos pasos
aqu� y all�, y lo entienden todo.

S�, lo entienden todo.

Sin embargo son pobres gentes,
pero yo soy como ellos y los amo.

Los conozco, su vida es m�sera,
pero tienen grandes sue�os.

Y no s�lo quisiera
hacerlos re�r,

quisiera conmoverlos,

producirles miedo,

hacerles llorar.

� Y todo eso sin decir nada?

S�, sin decir nada.

Dif�cil.

- � Crees que es imposible?
- No, dif�cil. No es lo mismo.

Bodeguero.

Al�grese de que tengo
con qu� pagarle, aunque justito.

- � D�nde podr�a dormir?
- Donde yo, en el Grand Relais.

- � Es un hotel?
- No, pero hay cuartos.

- � Y f�an?
- Claro, si no yo no dormir�a all�.

� No quiere el pisito del 1�?

No, una simple
habitaci�n bastar�.

�Qu� pena!

Ser�a una gar�onni�re preciosa,
con cortinas de flores.

En fin, yo le ense�o los cuartos
de arriba y Ud. Elige.

Disculpe la hora, se�ora...

Hermine. Pero no se preocupe,
yo suelo irme a dormir tarde.

E incluso leo en la cama
durante horas.

Bellas historias de amor,
sin duda.

Sr. Baptiste, ha tra�do a un joven
que conoce a las mujeres

y sus peque�as debilidades.
Despu�s de Ud., se�or...

Fr�d�rick Lema�tre, pero yo no
lo utilizar�, Sra. Hermine.

Por favor, Sr. Fr�d�rick.

Bien, buenas noches, Fr�d�rick.

Y buenas noches, Sra. Hermine.

� Se va

- a estas horas?
- S�, es su costumbre.

- Sale todas las noches.
- En buena hora.

Un verdadero gato callejero
el Sr. Baptiste.

"Silencioso y furtivo,
como un gato en la noche,

desaparece en la sombra
donde el amor le lleva

cerca de aqu�lla que ama,
su belleza, su placer.

Su amiga sola y desnuda
temblando de deseo."

Es precioso, Sr. Fr�d�rick,
y adem�s un poco...

- Un poco...
- � Un poco...?

Oh, Sr. Fr�d�rick, me va
a hacer decir tonter�as.

- Pase, se lo ruego.
- Despu�s de Ud.

Aqu� est�n las habitaciones.

�sta no est� nada mal.

Ah, s�, es simp�tica,
alegre...

O bien, si prefiere �sta

- con una cama grande.
- S�, una cama grande, la prefiero.

Una cama grande.

Pobre Fr�d�rick,

perdido solo en la noche
en una cama grande.

Las camas, grandes o peque�as,
son para dormir, � no, Sra. Hermine?

Por supuesto, Sr. Fr�d�rick.

Entonces le dejo.

Buenas noches.

- La llave est� en la puerta.
- Yo siempre dejo la puerta abierta.

- � En serio?
- S�. Nunca se sabe.

Una bella mujer
podr�a equivocarse...

Una bella mujer. Realmente los
j�venes de hoy en d�a son dif�ciles.

� He dicho yo que sea Ud. Fea,
Sra. Hermine?

�Ay, Sr. Fr�d�rick,
Sr. Fr�d�rick!

�Api�dense de un pobre ciego!

�Api�dense de un pobre ciego!

�Api�dense de un pobre ciego!

� Por qu� pasa de puntillas?

� Para qu�, para evitarme?

� Para no darme nada?

� Para no darle limosna
a un pobre viejo?

- � Por qu�?
- Porque no tengo dinero.

No tiene dinero.

� Has o�do eso, p�jaro?

Es para re�rse, la verdad.

Hay tanta gente que se pasea
con los bolsillos llenos.

Es tan f�cil coger dinero del
bolsillo cuando se ve claro.

Tal vez, pero �se
no es mi oficio.

Su oficio. � Oyes eso, p�jaro?

No tiene un centavo,
pero tiene oficio.

Un bonito oficio
que alimenta a un hombre.

Bonito oficio y punto.

Perm�tame que le haga compa��a.
He andado mucho y estoy fatigado.

De todas formas quisiera saber
por qu� se pasea as�, de noche.

- Para ver.
- � Para ver?

� Oyes eso, p�jaro?
� Para ver qu�? Le pregunto.

Todo.

Un momento.

Eres demasiado goloso,
demasiado curioso.

Dime, paseante,
tu oficio no ser�...

No, tranquilo.

Oh, no es que nos preocupe,

pero a nosotros
no nos gustan los esp�as.

� Entonces qu� haces?
� Se puede saber?

Trabajo en los Volatineros.

En los Volatineros.
� Vendes naranjas?

- No, soy actor.
- � Eres actor?

S�, de pantomima.

Pantomima. Pero si a m�
me encanta la pantomima.

- Voy muy a menudo.
- � Ud.?

No veo nada, por supuesto.

Pero llevo a un amigo
y �l me lo cuenta todo.

Entonces eres actor.

Debiste dec�rmelo antes de nada.
Vamos a celebrarlo.

S�, a tomar un trago.

Y cuando digo un trago...

Es muy amable,
se lo agradezco.

Agrad�cemelo
cuando estemos borrachos.

Venga, vamos, p�jaro.

La berlina est� pasada de moda.

Y adem�s vamos cerca,
aqu� al lado.

Al George-Rojo.

Te va a gustar,
ya que quieres instruirte.

- � Quiere que le lleve?
- Gracias, conozco el camino.

El letrero es bonito, � eh?

El George-Rojo.

Lo llamamos as�
por el antiguo due�o.

Una noche le desangraron.

Detr�s de la barra.

As� que se impon�a
lo de George-Rojo.

Ponte c�modo. Aqu� estamos
tranquilos. Es mi casa.

Hola, Hilo de Seda.

Hola, peque�o Louis.

Aguardiente para dos y un tentempi�.
Tengo un invitado.

- � Y algo para el p�jaro?
- Naturalmente.

� Es bueno o falso?

Yo te lo dir�.

Es bueno.

- No te han robado.
- Bien.

No crees lo que ves,
� eh, volatinero?

Sin embargo es muy sencillo.

Fuera, soy ciego.
Pero incurable, ceguera total.

Y aqu� me curo. Un milagro.

As� que trapicheo un poco.

Peque�os peritajes,
bisuter�a,

joyer�a, orfebrer�a
de todo tipo.

� Qu� dices,

artista?

No dices nada, eres prudente.

Nunca hay que decir nada.

� Han so�ado con gatos?

� Han so�ado con perros?

� Han visto el agua turbia?

La explicaci�n
a todos sus sue�os.

Un volumen en r�stica
con s�mbolos.

- Hola, jefe.
- Hola.

Lacenaire no est� lejos
con su equipo. Ya lo sabes.

Yo no he dicho nada,
� entendido?

Entendido, gracias.

Aqu� Jeric�,
llamado la Trompeta,

Llamado Vendedor de Arena,

Llamado Buen Sue�o porque cura
los malos sue�os.

� Han so�ado con reptiles,
incendios, un reci�n nacido?

Mira, Hilo de Seda,
una gran pieza de colecci�n.

�Pero t� qu� haces aqu�, Baptiste?
Este no es tu sitio. Qu� verg�enza

venir a estos sitios. Si Debureau
te viera... � Y qu� dir�a Nathalie?

Te proh�bo hablar de ella.

Una joven fresca como una rosa,
pura como un lirio.

Basta. No quiero o�rte.
No me eres simp�tico.

Al contrario, y lo sabes.
Ya te he dicho que me dejes.

� Has o�do eso, Hilo de Seda?

Intenta hacerle favores a la gente.
Lo dec�a por tu bien.

Vaya, gente de mundo.

Hola, Sr. Lacenaire.

Es maravilloso.

� Qu� es maravilloso?

Todo.

La vida.

Su abogado le dice:
"No confieses, t� callado."

Y el capell�n: "Pecado confesado,
medio perdonado."

Y va y confiesa. Y el juez le dice:
"Ha matado y ha confesado. Bien.

Le cortar�n la cabeza."

As� que el otro
protesta decepcionado:

"Me dijeron que pecado confesado,
medio personado."

Y el juez responde: "S�,
pero como ha de hacerse justicia,

le cortaremos
la mitad de la cabeza."

�se s� que es bueno.

� Por qu� tan callada y tan triste,
�ngel m�o? La vida es bella.

Si la encuentra bella,
�por qu� habla tanto de la muerte?

Tranquila, Garance,
hablo de la de los dem�s.

A m� a�n no me toca.

� Y qu� quiere?
La vida es as�.

Los fil�sofos piensan en la muerte
y las chicas bonitas en el amor.

Entonces, si he entendido bien,
todos Uds. Son fil�sofos.

� Por qu� no?

Pues qu� alegre, qu� bonita,
qu� limpia es la filosof�a.

� Y el amor es alegre,
es bonito, es limpio?

Sea como sea, es mejor.

En serio,
los he visto chiflados,

pero como t�...

En fin, no tengo ning�n
consejo que darte.

Pero si quieres estar vivo ma�ana
ser� mejor que te vayas a dormir.

El antiguo due�o...
Fue cosa de ellos.

No deber�a dec�rtelo, pero...

Ella no le ama. Se nota.

Ella no le ama.

- � Quiere irse de verdad?
- Tengo sue�o y me aburro.

Esto es grave. Nunca hab�a
sentido por una mujer...

Amor, Pierre-Fran�ois, amor.

D�jeme en paz
con esas tonter�as.

La deseo, eso es todo.
Pero tengo mi orgullo.

Y le gustar�a que yo diera
el primer paso.

Tiene la cabeza
demasiado caliente para m�.

Y el coraz�n demasiado fr�o.
Temo las corrientes.

Velo por mi salud,
mi alegr�a.

Qu� pena. Podr�amos haber hecho
cosas incre�bles los dos.

Yo habr�a vertido
mares de sangre.

Ud. Habr�a tenido
r�os de diamantes.

No pido tanto.

Qu� bonita mano.

� Me permites, Lacenaire?

El porvenir, belleza.

Si le divierte...
Pero no creo en eso.

S�lo creo en lo que amo.

� Por ejemplo?

Cualquier cosa, cualquiera.

Pero bueno,

si ve viajes, me encantar�.

Es justo lo que veo: Viajes.

Y uno grande.

� A la India, tal vez?

� Por qu� a la India, Garance?

Porque est� lejos.

Vale, Jeric�.
La consulta ha terminado.

Pero ya que te pones, interpr�tame
este sue�o. Anoche so�� contigo.

S�, pasabas por la calle
y gritabas:

"�Trajes!
� Tienen trajes para vender?"

Y en mi sue�o,
yo o�a otra cosa.

Yo o�a: "�Amigos!
� Tienen amigos para vender?"

� Es verdad eso que dicen,
que vendes a tus amigos, Jeric�?

�Es una calumnia!

Tan cierto como que me llamo...

Te llaman Chivato,
Sopl�n, Traidor.

�Qu� malvada puede ser la gente!

Yo te lo digo sin maldad.

Pero me gustar�a
que fueras discreto.

Ser� Ud. Quien me traicionar�,
�ngel, le viene por derecho.

No, Pierre-Fran�ois.
Se equivoca.

S�, me traicionar�.
Y si es preciso, la ayudar�.

D�jeme tranquila. Me harta.

He venido para divertirme,

- para bailar.
- � Quiere bailar?

�Vaya, Sr. Lacenaire!

- � Qui�n es?
- Un actorcillo de los Volatineros.

�Un actor! �Qu� casta!

Entiendo que la Iglesia
los enterrara de noche.

No le reconoc� al principio.

Pero tenga cuidado.

Son m�s bien malvados,
se lo advierto.

No tiene importancia.
� Qu� puede pasarme?

Soy tan feliz.

� Y bien, Sr. Lacenaire?

Si te divierte...

� Se�or?

�D�jelo, por Dios!

- �Mis cristales!
- �Patr�n!

� Ya no puede uno divertirse
en el George-Rojo?

Por supuesto, Sr. Lacenaire.

Lo que yo dec�a.

Es tarde.

Si quiere,
la acompa�o a su casa.

Mi pobre Avril.

- � Entonces qu� hacemos?
- Nada.

Por si alguien quiere criticar,

Lacenaire no se complica
con historias de faldas.

Las mujeres son poca cosa.

Hablemos de cosas serias.

Cada fin de mes, los recaudadores
llevan encima una peque�a fortuna.

Es tentador.

Atracar a uno fuera, ser�a banal
y peligroso. Y coger�amos fr�o.

Mejor trabajar en casa,
hacer venir al cliente.

Oh, Sr. Lacenaire.

Alquilo un apartamento,
libro una letra falsa,

y cuando se presente
el cobrador...

Cobra.

Lo entiendes todo,
no se te puede ocultar nada.

A primera vista,
no parece tan fuerte.

- No soy fuerte.
- Pues antes...

Mi infancia fue dif�cil.
Tuve que aprender a defenderme.

� Era desgraciado?

Cuando era desgraciado,
dorm�a,

so�aba. Pero a nadie
le gusta que sue�es.

As� que te sacuden

"para despertarte un poco".

Por suerte
yo ten�a el due�o duro,

m�s duro que los golpes.
Y hu�a durmiendo.

S�, so�aba,

deseaba,

esperaba...

Tal vez la esperaba a Ud.

- � Ya?
- � Por qu� no?

Sin duda la ve�a en mis sue�os.

No se r�a.
Hoy, al tirarme esta flor,

quiz�s me haya despertado
para siempre.

Es Ud. Un muchacho extra�o.

Qu� hermosa es.

No soy hermosa.
Soy viva.

Es la m�s viva.

Nunca olvidar� esta noche,
ni la luz de sus ojos.

�La luz! Un peque�o fulgor,
como todo el mundo.

Mire.

Los peque�os fulgores
de M�nilmontant.

La gente duerme y se despierta.

Todos tienen un fulgor
que se enciende y se apaga.

Eso no es gran cosa.

Y pensar que ni reconozco el cuarto
donde viv�a de ni�a con mi madre.

� Viv�a en M�nilmontant?

Nac� aqu�, y fui feliz aqu�

durante mucho tiempo.
Muy feliz.

Aunque mi madre era pobre
y mi padre la abandon�.

Ella trabajaba para otros.
Era lavandera.

Me quer�a y yo a ella.
Era hermosa, y alegre.

Me ense�� a re�r y a cantar.

Luego muri�,

y todo cambi�.

Y Ud. Se qued� sola.

Con 15 a�os.

Por aqu�, una chica
que crece deprisa

no sigue mucho tiempo sola.

Por favor, no se ponga triste.
Me encoge el coraz�n.

� Triste yo? Si soy alegre
como unas pascuas.

Me encanta su risa.

A m� tambi�n.
Sin ella, no s� qu� ser�a de m�.

Ni de m� sin Ud.
D�game su nombre.

Garance.

Garance.

Est� temblando. � Tiene fr�o?

Tiemblo porque soy feliz.

Soy feliz
porque Ud. Est� aqu�,

cerca de m�.

La amo.

� Y Ud., Garance, me ama a m�?

Habla como un ni�o.

As� se habla en los libros y en
los sue�os. Pero en la vida...

Los sue�os, la vida...
Es lo mismo.

O si no, no vale la pena vivir.
� Y qu� puede darme la vida?

Yo no amo la vida,
la amo a Ud.

Es el chico m�s simp�tico
que conozco.

Yo tampoco olvidar� esta noche.

Me gusta Ud.

Yo la amo.

�Garance!

El amor es tan simple.

�Vaya, una tormenta!

- Si llueve se va a empapar.
- � Y qu� m�s da?

Va muy poco abrigada.
La acompa�o.

- � Ad�nde?
- A su casa.

� A mi casa?
Yo ya no tengo ninguna casa.

He dejado mi trabajo.
Y el alojamiento iba incluido.

Si quiere le busco
una habitaci�n donde vivo yo.

- � Una habitaci�n?
- S�, por favor. Venga.

�Sra. Hermine!

�Sra. Hermine!

No despierte a todos
por un cuarto.

� D�nde podr� estar?
�Sra. Hermine!

�Ya voy! �Ya voy!

Ah, es Ud., Sr. Baptiste.
� Qu� ocurre?

Disculpe, se�orita,
estaba arriba.

Hay alguien enfermo. Nada grave,
por suerte. � Qu� deseaba?

Un cuarto para ella.
La sorprendi� la lluvia.

La sorprendi� la lluvia, claro.

Es encantadora. Ens��ele la 10.
Llegan justo a tiempo,

acabo de dejar la llave all�.

Buenas noches.
Y nada de malos sue�os.

�Est� empapada!

No pasa nada. Dejar� el vestido
en la ventana para que se seque.

Dese la vuelta si le incomoda.

No est� mal esto.
Aunque es un poco triste.

� Triste por qu�?

Un cuarto es siempre triste
si se duerme solo.

Ya est�, puede volverse.

Un vestido bonito.
Parece que est�s en la India.

Qu� bella es Ud.

Pero tengo que dejarle dormir.

No tengo tanto sue�o.

No lo olvide. Si quiere puede
trabajar en los Volatineros.

Pero yo no s� hacer nada.

Yo la ayudar�.
Tiene que trabajar.

� Por qu� no? Al fin y al cabo
podr�a ense�ar las piernas.

Quiz� guste. El p�blico
no es tan complicado.

Pero yo la amo.

Por favor, Baptiste, no se ponga
tan serio. Me paraliza.

No se enfade conmigo,
pero yo no soy como Ud. Sue�a.

Tiene que entenderme.
Yo soy simple,

muy simple.

Soy como soy.
Me gusta gustar a quien me gusta.

Y cuando quiero decir que s�,
no s� decir que no.

Prefiero la luz de la luna.
� Ud. No?

� La luna?

Claro, la luna.

La luna es mi pa�s.

"�se no de los nuestros,
no es como nosotros."

Una noche de luna llena...

cay�, eso es todo.

"No quiere entender nada
y sue�a cosas imposibles."

� Por qu� imposibles
si yo las sue�o?

Garance, no puede saber...

Me gustar�a, s�, me gustar�a tanto
que me amara como yo la amo.

"Sin embargo no quiero
derramar su sangre,

ni llenar de cicatrices esa piel
blanca como la nieve

y lisa como el m�rmol
de las tumbas.

Pero es preciso que ella muera.

Si no, traicionar�a a otros.

Apaguemos primero esta luz,
y despu�s..."

S�, eso es.
Apaguemos y durmamos.

Buenas noches, Desd�mona.

Buenas noches, Otelo.

Yo soy como soy.
Nac� as�.

Cuando tengo ganas de re�r,

estallo en carcajadas.

Amo a quien me ama.

� Y qu� culpa tengo
si no me ama siempre el mismo?

Garance.

�Garance!

�Fr�d�rick!

Bonito vestido,
pero prefer�a el otro.

- Hay gustos para todo.
- Exacto.

� Qu� hace aqu�? � Vive aqu�?

S�.

Vaya, esto s�
que es un reencuentro.

"Par�s es muy peque�o para los
que se aman tanto como nosotros."

Estar� sola, espero.

S�, sola.

Me han dejado en penitencia.

�Pobre Garance!

� Y no tiene miedo
de estar sola de noche?

El sol se levantar� pronto.
Es muy madrugador el sol.

- � Y Ud.?
- Ah, yo...

� Y qu� m�s da? Si se levanta antes
de nosotros, cerramos las ventanas.

Y su puerta, amor m�o,

� la ha cerrado?

No temo a los ladrones.
� Qu� podr�an robarme?

El incomparable Baptiste,
mi propio hijo,

del que un padre
puede estar orgulloso,

ha compuesto totalmente,
y �l solo,

el espect�culo
que les presentamos hoy.

"El Palacio de Espejismos"
o "Los enamorados de la Luna".

Sin precedentes,

en el Teatro
de los Volatineros.

Este espect�culo,
damas y caballeros,

Lleva en cartel
m�s de tres semanas,

ante un p�blico
cada d�a m�s selecto,

y sin un aumento excesivo
del precio. 1.50 francos el palco,

y 30 c�ntimos el gallinero.

Georges, � ha visto alguna vez
una criatura tan espl�ndida?

Es encantadora,

asombrosamente encantadora.

Querido Edouard, ahora entiendo
d�nde pasaba sus veladas.

Y sus noches.

Se equivoca, como siempre.
Nunca he hablado con esa joven.

� En serio?
Pero eso es inaudito.

Tal vez, pero es la verdad.
Nunca me atrev�.

�Hola, Baptiste!

Se lo aseguro.

Laureles como los de su padre
adornan ahora la cabeza de mi hijo.

�Qu� prodigio de familia!

� Y �se, no le parece
tambi�n prodigioso?

Evidentemente
tiene algo dentro.

�Pero no es un mimo!

� Y entonces qu� es?

Un actor.

Bravo. Maravilloso.

S�, es muy divertido.

Y lleno de picard�a.
Realmente esa gente es asombrosa,

asombrosa.

�Baptiste!

Han hablado, han gritado.
Regidor,

tres francos...
No, cinco francos de multa.

- � Qui�n ha gritado?
- Nathalie.

�Mi hija! S�lo tres francos.

�Nathalie! � Por qu� has gritado?
Sabes que est� prohibido.

� Quieres que cierre el teatro?
Responde, �por qu� has gritado?

- Porque ten�a miedo.
- � De qu�?

Baptiste me ha dado miedo,

me da miedo.

Uds. No entienden nada,

no ven nada, no sienten nada.

No ven que Baptiste ha cambiado,
no es el mismo.

Esa forma que tiene ahora
de mirarte

sin verte.

Como si estuviera perdido...

Perdido para siempre.

Creo que ha perdido el juicio.

Al contrario. Nunca ha estado

tan alegre, tan despierto.
Yo le conozco mejor, soy su padre.

Ud. Le conocer�,

pero yo le amo.

Y veo que est� desesperado.

� Y esa cuerda?

� Fue �l quien tuvo la idea
de esa cuerda?

- � No es una idea bonita?
- Una idea notable.

Una idea magn�fica
y digna del hijo de su padre.

Mi padre, que me pegaba para que
aprendiera el oficio, y dec�a...

Una patada en el culo bien dada
puede hacer re�r a todo el mundo.

Y qu� gran verdad. Hay toda
una gama, toda una ciencia,

de patadas en el culo.
Pero por desgracia

las tradiciones se pierden,

y el p�blico pide continuamente
algo nuevo,

algo nuevo. Novedad...

� A qu� se parece?
Es antigua como el mundo

la novedad.

Desesperado.
Eso no quiere decir nada.

� T� est�s desesperada?

Bueno, lo m�o no es igual.

� Por qu�?

Porque yo tengo confianza.

� Confianza?

S�, yo espero...

que a pesar de todo,
quiz� me quieras un d�a.

Eres muy amable, Nathalie.

T� tambi�n, Baptiste.

Esto no es culpa nuestra.

Pero es est�pido,
es una equivocaci�n.

Damos vueltas
como los caballos de Franconi.

Yo te amo y t� no me amas.

T� amas a Garance
y ella ama a Fr�d�rick.

� C�mo lo sabes?

� Por qu� dices
que lo ama a �l?

No s�, yo cre�a...

Como viven juntos...

Eso no demuestra nada.

Si todos los que viven juntos
se amaran,

- la tierra brillar�a...
- �Baptiste!

Cr�eme, no viven juntos.

Fingen que viven juntos.

Ud. Quiere que acabe muri�ndome
con su pantomima.

S�, que me muera de silencio
como otros mueren de hambre y sed.

Y pensar que de ni�o siempre
quer�a subirme al p�lpito

para hablar en lugar del cura.

Amigo m�o,

no se enfade.
Vaya susto me ha dado.

Cre� que quer�a un aumento,
y tengo tantos gastos...

Lo dem�s podemos solucionarlo.
Si quiere,

puede presentar el desfile alguna
vez. Ser�a una compensaci�n.

� Por qu� no?
Har�a lo que fuera, donde fuera,

para no seguir callado delante
de un p�blico de sordomudos.

Prefiero ser lisiado
y correr por las calles

cantando un romance.

O interpretar
delante de ciegos.

Juana de Arco era feliz
por o�r voces,

voces. Yo no pido tanto.

S�lo quiero poder o�r la m�a
de vez en cuando.

Vaya, Garance.

� D�nde estabas,
mi tierno pajarito nocturno?

Por fin encuentro a la flor de
mis d�as, a la luz de mis noches.

Mi rubia Yseult de cabellos negros,
mi dulce lfigenia.

Cuando acabes me avisas.

Ingrata, quieres hacer callar
a la voz misma del amor.

�La voz misma del amor!

S�, la voz misma del amor.

� En qu� piensas,
bella esfinge?

En nada.

En un mont�n de cosas.

Por ejemplo,

pienso que en todo el mundo
existen

enamorados que se aman
sin decir nada,

o que expresan su amor
con palabras sencillas,

palabras cotidianas.

Me parece hermoso.

� No eres feliz conmigo?

T� tampoco eres feliz conmigo.

�Yo!

Si fueras feliz,
� bromear�as sin parar?

Si me creyeras feliz,

� intentar�as hacerme re�r,
distraerme?

Ni felices ni desgraciados,
estamos en medio.

No nos amamos.
No es culpa nuestra, claro.

Sin embargo, Fr�d�rick,

no hay de qu� vanagloriarse.

"Un dulce rayo de luna
sobre sus cabellos de noche."

Quiz� prefieres que te hostigue,
que te interrogue,

que rebusque en tus recuerdos,

que te esp�e, que te aceche,
que te siga por la calle,

celoso, rozando los muros
donde he escrito tu nombre,

que te despierte por la noche
para saber con qui�n sue�as.

No. Adem�s,
ser�a totalmente in�til.

� Por qu�?

Porque sue�as en voz alta.

� Sue�o en voz alta?

S�, coraz�n,
esta noche has vuelto

a hablar en sue�os.

� Y qu� dec�a?

No mucho.

�Baptiste!

� Dec�a Baptiste?

S�, coraz�n. Lo dec�as.

� Y qu� m�s dec�a?

Nada. Solamente

Baptiste.

� Eso es todo?

Eso es todo.

� C�mo? � No es suficiente para
desesperar un coraz�n como el m�o?

No olvides, p�rfida, que Otelo
mat� a Desd�mona por mucho menos.

Por nada, � entiendes?

Otelo enviud�
por su propia mano.

Por nada,

por un objeto irrisorio,

por un pa�uelito.

Un peque�o pa�uelo
de batista, sin duda.

De batista.

Srta. Garance, hay una persona
que insiste en verla.

� Qu� son todas estas flores?

� Ha muerto alguien?

S�, se�orita.
Alguien ha muerto.

Un hombre que estaba muy seguro de
s� mismo, que cre�a saberlo todo.

Y a ese hombre lo ha matado Ud.

Por favor, me va a asustar.

Tranquila, gracias a Ud.
Ha nacido otro hombre.

Un hombre nuevo,
y que pone su vida en sus manos.

� Y qu� hago con ella?

Lo que le parezca bien.

Yo me constituyo prisionero.
Disponga de m� a voluntad.

Todo lo que poseo,
y poseo mucho,

todo lo que me pertenece,
lo pongo a sus pies.

Perdone, se�orita,

pero no suelo emocionarme
ni turbarme

como ahora. Tambi�n
me expreso muy mal, y lo s�.

Estoy diciendo simplezas,
banalidades.

En fin, lo que yo diga
no importa.

Lo que cuenta
es lo que me responda Ud.

Una palabra,
y su vida puede cambiar.

Ma�ana, si quiere,

las mujeres m�s bellas de Par�s
se morder�n los nudillos

s�lo con o�r pronunciar su nombre.
Al lado de las suyas, sus joyas

parecer�n blandas como carb�n.
Tendr� los m�s bellos carruajes.

Me asustan los caballos.

Por favor, no diga que no.

Decir s�
no me causa ning�n placer.

Entonces no diga nada.
D�jeme esperar.

Es que si me callo,
s�lo hablar� Ud.

Y como est� emocionado y turbado
seguir� diciendo banalidades:

Diamantes, caballos,
el petral, la avena,

y luego el arn�s.
En fin, la gran vida.

Si todo eso me cayera del cielo,
tal vez no dir�a

que no.
Pero esa forma de hablar:

"Una palabra
y su vida puede cambiar"...

Eso quiere decir
que mi vida no vale nada.

Es una vida miserable, seg�n Ud.
� Y si a m� me gusta esta vida?

De todos modos,
llega y dispone de m�.

Hace el inventario.

Yo le gusto, vale, est� claro.

� Pero y si alguien me ama?

No lo creo.

Es Ud. Demasiado bella
para que la amen de verdad.

La belleza es una excepci�n,
un insulto al mundo

que es feo. Raramente
los hombres aman la belleza.

La hostigan simplemente para no o�r
nada m�s de ella, para borrarla,

para olvidarla.

� Es Ud. Cazador, tal vez?

No se enga�e,
no le he contado historias.

Le he ofrecido un refugio,
s�lo eso.

� Un refugio?

S�.

S�.

Yo he cambiado.

Lo lamento,
pero no puedo hacerle nada.

Desde que la vi

empec� a tener sue�os
absurdos e infantiles.

Quiz�s haya envejecido,
o sea lo que llaman un flechazo.

Ya no existo.

Estoy aniquilado,
encadenado,

sin voluntad.
Viento, cart�n como este pollo.

El flechazo es eso.

Y eso es el trueno.
Tres francos de multa.

Perd�neme otra vez.

Entiendo que he sido indiscreto,
impertinente.

� Qui�n le ha dado al trueno?

Yo.

Bien. � Conoce la tarifa?
Son 3 francos.

Me debe tres francos.

Pero no hay prisa.

Ahora trabajo,
tengo de qu� vivir.

�De qu� vivir!
Deseo que eso sea verdad.

Perm�tame retirarme. Y si he sido
rid�culo, no me guarde rencor.

Su belleza ha sido la �nica
causa de mi desconcierto.

Y ni siquiera me he presentado.
Es inconcebible.

Conde Edouard de Monterrey.

Por favor,
guarde esta tarjeta.

Nunca se sabe. La desgracia nunca
escoge la puerta a la que llama,

y un d�a podr�a necesitar ayuda,
protecci�n.

En ese caso,
y ocurra lo que ocurra,

no olvide que le soy devoto

y que puede confiar
totalmente en m�.

Flores.

Una corona.

Lo que yo dec�a.
Es un entierro.

El m�o, quiz�.

� Est� loco, Baptiste?
� Por qu� dice eso?

� Y por qu� no va a tener Baptiste
su peque�o entierro

como todo el mundo?

Le aseguro
que pienso en ello a veces.

Ser�a bonito. Baptiste
llev�ndose su secreto a la tumba.

C�llese. Es absurdo
hablar de ese tipo de cosas.

Mi secreto, Garance,

su peque�o fulgor,

el recuerdo de una noche
en que me cre� feliz para siempre.

No ponga esa cara.

Un entierro no es tan triste.

Basta con que haga un poco de sol,
y todos est�n contentos.

Y si lo miras bien,

es m�s alegre que una boda
con el novio solo,

sin la novia.

No me gusta
esta canastilla de boda.

Detesto estas flores,

detesto a todo el mundo.

Detesto a ese hombre,

detesto a Fr�d�rick,

me detesto a m� mismo.

�Baptiste!

�Baptiste! � Qu� es Baptiste,

pues no le ama la que �l ama?

Un don nadie, un fuego fatuo,
un aut�mata,

un hombre lobo.
Se acab� Baptiste.

"Aqu� yace Baptiste.

La vida le habr� dado
una flor roja,

jarabe de palo,

un traje blanco."

� Qui�n dice que yo no le amo?

Lo digo yo.

� Y Ud. Qu� sabe?

S� todo lo que afecta
a Baptiste.

Lo veo, lo comprendo,
lo adivino.

�Nathalie, te lo proh�bo!

Es cierto.
No tienes nada que decir, c�llate.

No digo que est� mintiendo,
por supuesto.

Yo s�...

que todo el amor que hay en el
mundo para Baptista, lo tengo yo.

No hay espacio para nadie.

Est� grabado,

est� marcado.

Lo he cogido yo todo, lo s�.

La cosa es as�.

Sonr�a si quiere.

Yo sonr�o siempre.

Tiene suerte,

yo ya casi no sonr�o.

Y t� tampoco, Baptiste.

Eras tan alegre,
s�lo pensabas en tu oficio.

Ya basta, Nathalie.

Basta, te lo ruego.

D�jame... d�janos en paz.
Vete, � me oyes? �Vete!

Me habla as� por causa suya.

Perdone si le he dicho eso.

No es s�lo porque est� celosa,

es que tengo toda la confianza.

S�, estoy totalmente segura

de que Baptiste y yo nacimos
para vivir juntos.

�l y yo.

- Sr. Forestier.
- �El 1� al fondo!

�Gracias!

Venga, preparados.
Aqu� est� la presa.

La caja est� lista.
Es perfecto.

Ud. Me produce escalofr�os.

� Est� claro? �l llama,
yo abro, y t� golpeas.

Y si es necesario,
yo termino la cosa.

Ha tenido suerte. Normalmente,
Forestier no est� nunca.

Espera sus muebles.

Lo alquil� hace 15 d�as
y es la 2� vez que lo veo.

- � C�mo es?
- Perfecto. De un distinguido...

Aunque es raro que sea amigo
de Garance.

No le gusta

- Garance, � eh?
- La ignoro.

Cuando pienso c�mo engatus�
al pobre Fr�d�rick...

En fin, me alegra
haber alquilado ese piso.

As� tendremos
a alguien bien educado.

�Asesino!

�Asesino!

�Asesino!

- � Qu� pasa, Sr. Forestier?
- Nada grave.

Unos borrachos.
Voy a por la polic�a.

�Asesino!

�Asesino!

�Asesino!

Pobre Avril. Ten�as una cara
horrible, estabas p�lido.

Y no eras t� la v�ctima.

Da igual. Cuando vi su cara
tan cerca de la m�a. �Esos ojos!

Si le hubieras golpeado antes,
no los habr�as visto.

- � Qu� desean?
- Alcohol. Del que quiera.

Un chocolate.

Con nata.

Como un tigre. � Entiende?

Un poco de silencio, por favor.

� Afirma, se�ora,
que ese tal Forestier

conoc�a a la Srta. Garance?

Un nombre extra�o, � no cree?

Me defend� como un tigre.

Me aferr� al morral como un tigre.
Y no vea c�mo pegaban.

- Pero �sta es s�lida.
- Por favor.

Vaya si es s�lida mi cabeza,
ha aguantado bien.

- � Qu� dec�a?
- No lo s�. Estoy como loca.

Forestier. � Qui�n iba a pensarlo?
Tan correcto, tan bien educado.

Es extra�o.
Le pregunt� a Garance

si le conoc�a, y dijo:
"No, no conozco al Sr. Forestier."

Parece que lo tiraron del 3�.
�Qu� desgracia,

un padre de seis hijos!

Del tercero.

Yo he o�do que se ha tirado por
la ventana. Y todo por una mujer.

� Qu� pasa?

Uno que ha tirado
a su mujer por la ventana.

�Una madre de seis hijos!

No puede pasar.

- Yo vivo aqu�.
- Ah, eso es otra cosa.

Aqu� est�.

� Se�orita?

�Yo la conozco!

La detuve por el robo de un reloj.
Pero la solt�. No estaba claro.

La cosa mejora.

Todo lo que diga puede
ser usado en contra suya.

Yo no soy muy charlatana.

Eso ya lo veremos. Si�ntese.

� C�mo se llama?

Yo nunca me llamo. Siempre estoy,
no necesito llamarme.

Pero los dem�s
me llaman Garance.

Eso no es un nombre.

Es un nombre de flor,
pero es mi nombre.

Mi nombre de soltera es Clara.

� Clara c�mo?

Clara como el d�a,
como el agua de manantial.

El nombre de su familia.

Mi madre se llamaba Reine.

Sra. Reine.

Familia no ten�a.

Una exp�sita, como se dice.

Bien.

� Qu� oficio tiene Ud.?

Soy artista.

Me extra�a que la se�ora

no se lo haya dicho.

Bien. Anotaremos "artista".

"Artista... a domicilio".

� Por qu� es grosero conmigo?

No somos groseros, bromeamos.

� Y d�nde es artista, se�orita?
� Y desde hace cu�nto tiempo?

En los Volatineros.
Desde hace 3 semanas.

Un ave de paso. � Y antes
de los Volatineros, qu� hac�a?

- Posar para pintores.
- Eso es f�cil de decir. � D�nde?

Aqu� y all�. Con el Sr. Ingrea,

- por ejemplo.
- �No le conozco!

Me extra�a. Es de su especie.

- � C�mo?
- S�,

en sus ratos libres
toca el piano.

Por favor, ese tipo de bromas...

Pero Uds. S� bromean.

Ser� in�til preguntarle
c�mo posaba para los pintores.

Una chica guapa como ella...

- Vaya pregunta.
- D�jeme llevar mi caso.

�Tu caso! No hay ning�n caso
porque estoy sano y salvo.

� Es Ud. El que tir�
a su mujer?

Me extra�a. No parece

un malvado.

Venga, ya basta.

� Pero qu� quiere de m�?
� Qu� he hecho? No entiendo nada.

Yo le har� entender.

Primero nos va a decir amablemente
qui�n es el Sr. Forestier.

Ya me lo pregunt� ella.
No le conozco.

Es incre�ble.

Bien, pero quiz� le conozca
por otro nombre.

Un joven vestido de negro,
con las manos cuidadas.

Se expresa con mucho refinamiento
y su ropa interior es muy blanca.

� No le suena
la ropa interior blanca?

S�, claro, la ropa interior.
Yo era lavandera...

Otro oficio m�s.
�ste es honrado, al menos.

Honrado, s�.
Y ser�a un bonito oficio

si la gente fuera m�s limpia.

Yo vi a ese sujeto,
y estaba con ella.

Los vi juntos el d�a
que rob� el reloj.

� Tambi�n trabaja de relojera?

Sabe muy bien que no fui yo,
me dej� libre.

Y lo lamento. Si no fue ella,
fue �l. Y como iban juntos,

no hay duda...

Venga, no pongas esa cara. Lo del
reloj no es nada, una tonter�a.

Un aperitivo.
Hablemos del plato fuerte:

Intento de asesinato
premeditado.

Complicidad. Eso pueden ser
de 5 a 6 a�os de c�rcel f�cilmente.

Te decimos esto por tu bien.

Somos simp�ticos, amables,
pondremos la mesa.

Si�ntate,
te tendremos en cuenta.

- No me toque.
- � Miramientos?

- Soy inocente.
- Venga, no discutamos.

Nos la llevamos. All� hablar�.

Nos la llevamos. Cuidado,

fr�gil.

Objeto de arte.

Un poco de tacto, por favor,
de delicadeza.

No saben con qui�n
est�n tratando.

Avisen a esta persona de que soy
v�ctima de un error judicial.

LOS NI�OS DEL PARAISO

El celebre mimo Baptiste Debureau
ama a la vedette Garance.

Por timidez, deja pasar
la ocasi�n de conquistarla,

y ella se convierte en amante
del actor Fr�d�rick Lema�tre.

En el teatro de los Volatineros
donde act�an, un dandi de la �poca,

el conde de Montray, se presenta a
Garance y le ofrece su protecci�n.

Ella le rechaza, pero acusada
injustamente de complicidad

en un intento de asesinato
cometido por su amigo Lacenaire,

Garance, para salvarse, le da
al polic�a la tarjeta del conde.

SEGUNDA �POCA
EL HOMBRE BLANCO

HAN PASADO ALGUNOS A�OS...

La peor obra presentada
en el Boulevard del Crimen.

La m�s mala.

- � Y por qu� la hace?
- Porque firm�.

- � Por qu�?
- Necesitaba dinero.

- Pero Ud. Gana mucho.
- No gano nada

porque siempre gasto m�s.

Dese prisa,
Sr. Fr�d�rick, le esperan.

Los autores se impacientan.

Por desgracia... R�pido.

FR�D�RICK LEMAITRE
EN "EL ALBERGUE DES ADRETS"

Si la puntualidad
es la cortes�a de los reyes...

No es la de Fr�d�rick
en todo caso.

Y a �sos les llaman autores.

Me pregunto
por qu� la gente honesta

se empe�a en escribir
historias de tunantes.

En la c�rcel
se escriben cosas mejores.

O al menos saben de qu� va.

Dame algo de beber, gatita,
por el amor de Dios.

Gracias, peque�a.

Evidentemente,
esto no es un �xito.

Pobre Robert Macaire.

Bien, gatitas, � qu� pasa?

Ya no os oigo.

Estamos tristes.

S�, las dos le amamos.

- Y como somos buenas amigas...
- � Qu�?

No queremos enfadarnos.
No sabemos

- qu� hacer.
- � Qu� hacer?

Haced como yo,

teatro,

ya que es el oficio
que elegisteis.

Yo cuando act�o,

estoy locamente enamorado,
� entend�is?

Locamente.

Pero cuando cae el tel�n,

el p�blico se va con mi amor.
� Entend�is?

Le regalo mi amor al p�blico.

Ellos se quedan contentos
y yo tambi�n.

Y yo vuelvo a ser prudente,

tranquilo, libre.

Tranquilo como Baptiste.
�Ya estamos otra vez!

S�lo se habla de eso,
de Baptiste.

Hasta Th�ophile Gautier:

"Id a ver 'Cambio de costumbres',
de Baptiste."

Una obra maestra.
� Una pantomima una obra maestra?

Th�ophile exagera.

No toques, es un recuerdo.
Pica.

V�bora del recuerdo,

mordedura del pesar,

inspiraci�n del olvido.

Todo eso son tonter�as,

sue�o, viento...

Lo que yo amo es la realidad.

Una obra preciosa.
Dos actos, pero s�lidos.

- Felicito a los autores.
- �Qu� vulgar puede ser!

Claro, eso te hace re�r. A ti
te gusta eso. Pues a m� no, � oyes?

A m� no.

Ya estamos enfadadas.

� Y me odias?

Perd�n.

- � Qu� pasa, Celestin?
- Nada.

S�lo quer�a decirte
que te esperan.

Pobres autores.

No hablo de los autores.

Hace tiempo que empezaron
a ensayar sin nosotros.

- Entonces ser�n admiradores.
- S�, eso es, admiradores.

Ya voy. Hasta luego, coraz�n.

Ponlo todo en su sitio
cuando acabes de registrar.

Tu traje es p�simo,
tanto como el m�o.

El director quiere verlos.
Es intolerable.

Ya vamos. � D�nde est�n
los espadachines?

Ya veo: Maridos celosos,
acreedores, amantes abandonados.

- Como siempre.
- Amargados.

- Una niebla de hombres.
- � Entonces?

Pasa delante.
Yo me meto en la niebla.

�Bien, se�ores!

- �Sobornador!
- �Mi dinero!

- Mis facturas. Histri�n.
- �Mol�mosle a palos!

A m�, Bertrand.
Van a matar a Robert Macaire.

A m�, cosacos,

van a matar
a Federico el Grande.

Entonces, oigo un tiro
y salgo del albergue.

S�, y se precipita
sobre el cuerpo.

O donde deber�a estar el cuerpo,
porque �ste no ha llegado.

Est� bien. � Empezamos?

�Ha llegado
la hora de la justicia!

No escapar� al castigo.

Pum.

�Desgracia!

Le ha matado.
�Ay, vida miserable!

�Era un mal hombre,

pero era mi marido!

�Bravo! Disculpe, me dej� llevar
por la acci�n.

Pero me gustar�a,
si es posible,

un poco m�s,

un poco m�s...

Un poco m�s de emoci�n.

�Eso es, eso es, emoci�n!

�M�s emoci�n, siempre emoci�n!

� Me atrevo a esperar, se�ores,
que les satisfaga el traje?

No est� mal. Es ingenioso.

- No es posible. Es una broma...
...de mal gusto.

No olviden que Robert Macaire
y su c�mplice no vienen del sastre,

sino de la c�rcel de Tol�n.
Son bandidos, no dandis.

- Da igual, ese parche negro...
- Es espantoso.

Pero el ojo
que hay debajo es peor.

Se lo ruego,
no empecemos a discutir.

Ya que est� aqu� Fr�d�rick
ensayemos la escena 9�, � quieren?

Vamos. No, no.

Yo prefiero la de los gendarmes,
es m�s graciosa.

No estamos aqu�
para hacer re�r a la gente.

Qu� pena.

En fin, ya que insisten...

Vamos, mi peque�a Latour.
Escena 9.

Hijo m�o.
S�lo t� me das valor

para soportar la visi�n del que es
la causa de nuestras desgracias.

�Cielos! �Mi mujer!

S�, su mujer,

su v�ctima.

Marie, la triste Marie.

Muy contenta no parece.

Por favor,
ah�rreme sus reflexiones.

Bien, prosigamos, prosigamos.

Me han descubierto.

� Eres t� quien
me ha denunciado, Marie?

S�, para salvar a mi hijo.

Para salvar a tu hijo
traicionas a su padre.

Por desgracia.

Finjamos la ternura.

Marie,

mi pobre Marie.

Robert,

mi pobre Robert.

� Es posible que hayas cometido
tantos cr�menes?

� Qu� quieres, Marie?

Cada uno tiene sus defectillos.

�Paren! Esa frase
no est� en la obra.

Y adem�s,

esto est� vac�o,
hay que amueblarlo.

No admitiremos...

Perfecto. Su pobre albergue
est� vac�o.

� Creen que el p�blico
traer� comida y bebida,

que el p�blico traer�
manzanas, tomates...?

� Y llaman drama a esto?
Menudo drama.

Y en tres actos, encima. Uno cada
uno. Para que no haya envidias,

tres actos.

Yo llamo a eso
tres malas acciones.

No juguemos con las palabras.

� Y con qu� quiere que juegue,
con sus ideas? No tienen.

Venga, Fr�d�rick.

No puede herirnos nada que venga

- de uno de los Volatineros.
- Que andaba sobre las manos.

Sobre las manos, �por qu� no?

Uds. Han escrito esto
con los pies.

�Se�or!

Nos va a obligar, a mi pesar,
a recurrir a otros medios.

Ud. Ha firmado un contrato
y ya ha recibido...

Y gastado, s�.

...una cantidad importante.

� Est� dispuesto a hacer frente
a sus compromisos,

a interpretar nuestra obra?

Por supuesto, se�ores,

siempre que ella se deje.

Basta.

Tenemos la descripci�n
de los culpables.

No intente huir,
las salidas est�n vigiladas.

Uno de ellos
se hace llamar Remond,

pero sabemos
su verdadero nombre.

Se llama Robert Macaire.

- Y Robert Macaire...
- �Eres t�!

Demu�strame lo contrario,
si puedes.

No puede responder,
no est� en la obra.

Y mientras
encuentra una r�plica,

yo tengo tiempo
de huir otra vez.

Venga, M�dor, nos vamos.

El drama a�n no ha terminado.

Fr�d�rick, por favor,
vuelva.

Detenedlos, o escapar�n

- una vez m�s.
- �Bravo!

No intenten huir,
est�n rodeados.

Por favor,
para una vez que voy al teatro.

�Basta de quedarse conmigo!

� Alguien ha quedado contigo?
�Pilluelo!

En fin, sea como sea,

ha sido desenmascarado.
Ud. Es Robert Macaire.

- �No!
- � No?

Ya que niega ser
Robert Macaire,

evadido de la prisi�n de Tol�n,

responda r�pido y sin vacilar.
� Qui�n es Ud.?

Soy Fr�d�rick Lema�tre.

�Miente! Le detengo...

Ya empieza otra vez.
� Qu� hacemos, le matamos?

Matar a gendarmes
no niega los sentimientos.

C�ete, imb�cil,
est�s muerto.

�Qu� desgracia!
Le han matado.

Ay, vida miserable.

Era un mal hombre,
pero era mi marido.

Tranquila, viuda m�a.

Era una falsa alarma.

Puedes secar tus l�grimas,

tu maridito est� vivo.

�No por mucho tiempo!

Esto ten�a que acabar as�.

Me muero. Adi�s, Marie.

Perd�name.

No, yo no era un mal hombre,

pero me dej� arrastrar...

S�lo fui el brazo
que ejecuta,

la mano que golpea,

el pie que deja su huella
en el polvo del crimen.

Pero a los verdaderos
criminales,

a los que traman todo
a la sombra,

los se�alar� con el dedo
ante la justicia divina.

Los verdaderos autores
del crimen est�n ah�.

�Un triunfo inolvidable!

Una verg�enza sin precedentes.

�Los autores!

�Los autores!

Espero que est�n
contentos, se�ores.

Se�or, nos ha ultrajado,

y s�lo su inconciencia
le impide

comprender que
ultraj�ndonos a nosotros...

...ultraja a todo
el arte dram�tico.

�Ha saqueado,

ha pisoteado nuestra obra,

ha pisado nuestra prosa!

Eso da suerte.

- �Personaje grosero!
- �Exigimos una reparaci�n!

Donde quieran, cuando quieran.

No pensar� batirse,
es una locura.

Puesto que la Sant�sima Trinidad
se ha ofendido,

Llegar� a las manos
con la Sant�sima Trinidad.

Cuento con Ud. Para arreglarlo.

Ellos lo desean
y me batir� con ellos.

Les dejo elegir las armas.

Ma�ana al amanecer

estar� en el casta�o
con dos amigos.

Fr�d�rick... �Fr�d�rick!

Sabia precauci�n.

� Qu� hace Ud. Aqu�?

� Y c�mo ha entrado?

No, deje eso.
Es un recuerdo.

Quiz� sea tambi�n un recuerdo
para m�. � Qu� sabemos?

� Qui�n es Ud.?

Mi nombre no le dir� nada,
pero Ud. Es famoso por los dos.

Abreviemos y pasemos
al objeto de mi visita.

En dos palabras:
Necesito dinero.

A todos les pasa lo mismo.

M�s o menos.

Quiz�, pero me gustar�a saber

por qu� se dirige precisamente
a m�, que no le conozco.

No importa

porque yo le conozco a Ud.

Todo Par�s le conoce.

Es Ud. Muy amable.

Pero bueno, no exageremos.

S�, Ud. Es famoso y rico,

sin duda alguna.

Por eso un hombre acorralado
acude a Ud. Con sencillez.

- � Acorralado?
- Es una cuesti�n de vida o muerte.

� En serio?

� Tengo aspecto de bromear?

No.

Yo no soy rico,

pero quiz� le manda
el destino.

Hace ocho d�as
gan� la loter�a

y no lo he gastado todo.
Tiene suerte.

Si fuera mi amigo le dir�a:
"C�gelo todo, es tuyo."

Pero como no tengo el honor
de conocerle,

Lo �nico que puedo decir es:

"Compart�moslo."

Si esta peque�a suma puede
serle �til, se la ofrezco.

Con sencillez.

Gracias.

Me sorprende. Dicen
que los actores son avaros,

sobre todo los grandes actores.

Entonces es perfecto.
A�n tengo que hacer progresos.

Su oficio es bastante
singular, � no?

�El m�s bello!

Sin duda.

Pero es extra�a esta facultad
de hacer latir un coraz�n

cada noche a la misma hora.

Ud. No conoce nada de eso.

Eso es lo hermoso,

Lo asombroso:

Sentir, o�r tu coraz�n

y el del p�blico
latir al un�sono.

Qu� promiscuidad.

Cuando mi coraz�n
se pone a latir,

late tan fuerte que experimento
la voluptuosidad particular

de ser el �nico que lo oye.

� Y puede saberse

qu� hace en la vida
el due�o de un coraz�n tal?

Si se lo dijera
no podr�a creerlo.

Escribo obras de teatro,
a ratos libres.

� Ah, s�?

Es Ud. Autor.

Y desconocido, sin duda.

S�, desconocido.

Pero no siento despecho alguno.

Yo escribo cosas ligeras,
y hoy en d�a

es el drama
el que tiene la preferencia.

Pero hice algo
por lo que tengo debilidad:

Un peque�o acto
lleno de alegr�a y melancol�a.

Dos seres que se aman,
se pierden, se reencuentran,

y vuelven a perderse.

Un peque�o decorado verde,

un jard�n, un surtidor...

Me parece interesante.

Pero d�game,

aqu� entre nosotros,
ya que nos conocemos mejor,

esa historia del dinero...

� era realmente cuesti�n
de vida o muerte?

S�, para Ud.

- � Para m�?
- S�.

Si hubiera tenido
la imprudencia de negarse.

Y le aseguro que la hoja
no penetra en el mango.

� Y cree

que Fr�d�rick
se habr�a dejado?

Ah, no he venido solo.
�Avril!

Ah, vaya.

�Inaudito!
"El Albergue des Adrets".

� Qu�, Avril, est�s contento?

S�, estoy contento.

Debo decir que este imb�cil
le admira mucho,

- y la idea de...
- S�, me destrozaba el coraz�n.

No. � En serio?

Qu� amable.

Me gusta ver que hay buena gente
en todos los oficios.

� Y le ha gustado
"El Albergue"?

No insista. El chico
tiene verg�enza de sus emociones.

- � Y Ud. Estaba en la sala?
- S�.

- � Y bien?
- Es interesante.

No quisiera criticar,
por supuesto.

Se lo ruego. No cada d�a
tienes ocasi�n

de hablar con un especialista,
con un experto.

Es maravilloso, inesperado.

Conc�danme el placer
de compartir mi cena.

La hab�a pedido para los autores,
pero esta noche...

- Sr. Fr�d�rick.
- Gracias, no queremos importunar,

y quiz� tenga sue�o.

� Sue�o yo? En absoluto.

Tengo un hambre...
A la mesa sin remilgos.

Si insiste...

Adem�s,
tengo que reponer fuerzas.

Me bato en duelo al amanecer.

Y debe de ser desagradable
morir joven.

� Se bate en duelo?

� Con qui�n?

- Con un imb�cil.
- Le matar�, espero.

Si hubiera que matar
a todos los imb�ciles...

Claro.

Sin embargo, simplificar�a
mucho las cosas.

�Justo cuando
estamos triunfando!

Piense que si mata a Fr�d�rick,

mata a la gallina
de los huevos de oro.

La gallina
de los huevos de oro puede...

...matarnos a nosotros.
- Por favor,

olvidan que voy a batirme
yo solo.

� Es culpa nuestra
si no sabemos disparar?

�Disparar! �Disparar!

- Ah� llega.
- Y por una vez

Llega puntual.

�Est� borracho!

Se�ores, disc�lpenme.

No tuve tiempo
de vestirme de negro.

Pasamos la noche hablando,

una charla agradable.
Y el tiempo pasa.

Pero no hemos venido
a intercambiar cortes�as

sino plomo.

Les presento
a mis dos testigos,

dos personalidades cuyo nombres

omitir� por razones
pol�ticas.

- Se�ores.
- Se�ores.

Esto no es serio,
no est� en su estado normal.

Mi estado normal no lo conozco.

Est� haciendo "eses",
ni puede andar derecho.

No importa, no voy lejos.

Adem�s, en este tipo
de ceremonia

la l�nea de mira es el camino
m�s corto entre dos puntos.

As� que...

DESC ANSO

Les digo que est� completo.

- � Y para ma�ana por la noche?
- Tambi�n.

�Un vendedor de billetes
que no vende billetes!

Sr. Fr�d�rick,
� est� Ud. Herido?

No es nada. El tiro al pich�n.
Un picotazo.

Y el pich�n un tiro en el ala.
� Por eso cerr� por descanso?

- S�.
- Una pena.

El "Albergue" ocasion�
una desgracia anoche.

S�lo se habla de eso
en el boulevard.

En cambio a Baptiste
no le iba muy bien,

y de pronto... Es incre�ble,

todo Par�s se pelea
por una entrada.

Espero que me encuentres
un sitio.

Dif�cil.

Ah, tengo una idea.
Venga.

Perfecto. Una mujer de mundo

que viene todas las noches,
sola, de inc�gnito,

a ver a Baptiste.

Feliz Baptiste.
� Y es guapa?

No lo s�. Lleva un velo.
Llega, se va, y no ve a nadie.

� Me permite, se�ora?

Una sola vez no crea costumbre.

Un asiento al fondo

para alguien que est� herido.

- Est� bien.
- Gracias.

�Garance!

�Fr�d�rick! � Qu� hace Ud. Aqu�?

Par�s es muy peque�o
para los que se aman como nosotros.

No es posible.

� Me hablas de usted?

No te enfades conmigo.

Hace mucho
que no tuteo a nadie.

Desd�mona, p�rfida criatura

que me deja un d�a
en medio de la calle:

"Hasta luego, Fr�d�rick",

y desaparece durante a�os.

Y cuando decide volver,
pregunta inocente:

"� Qu� hace Ud. Aqu�?"

Estoy aqu�
porque no me he movido.

Sab�a que volver�as
y te he esperado

sentado en esta silla.

No has cambiado nada.

Ud. Tampoco, Garance.
O s�,

has cambiado.

Eres a�n m�s deseable
que antes.

Y adem�s, no s�, est�s...

M�s distinguida, � no?

� Pero est�s herido?

No es nada. Ya estoy curado.

Hay otras heridas
que tardan m�s en curar.

Heridas al amor propio, quiz�,

pero heridas al fin.

� Entonces fue con ese hombre,

Desd�mona,

con ese hombre cargado
de flores

con quien te fuiste?

� Y ad�nde fuiste?

� Ad�nde te llev� ese Nabab?
� A la India, tal vez?

Fui a la India, es cierto,

pero no me qued� mucho tiempo.

Sobre todo viv� en Inglaterra,

- en Escocia...
- Es bonita

Escocia.

S�.

Pero est� lejos.

Y yo s�lo amo Par�s.

Par�s y sus recuerdos.

Baptiste, por ejemplo.

Baptiste, a quien vienes
a ver cada noche.

Pero parece que ignoras
que Fr�d�rick Lema�tre

tambi�n act�a todos los d�as.

Escucha al gallinero.

Antes yo tambi�n re�a as�.

Estallaba de risa sin motivo,
s�lo pensaba en re�r.

- Y ahora...
- � Est�s triste?

No, pero tampoco estoy alegre.

En la caja de m�sica
se ha roto un muellecito.

El aire sigue siendo el mismo,

pero la m�sica ha cambiado.

Es realmente maravilloso.

�l que es la dulzura
en persona,

� c�mo puede poner
una mirada tan cruel?

Le amas.

Desde el d�a en que me fui,

no ha pasado un d�a
sin que piense en �l.

� Y sabe que vienes a verle?

No, �l tiene su vida
y yo la m�a.

� De qu� servir�a?

Esto es incre�ble.

Es para morirse de risa.

� Qu� te pasa?

Creo que estoy celoso.

No s�, nunca hab�a sentido
una cosa igual.

Es solapado, desagradable.

Te afecta al coraz�n,

la cabeza quiere defenderse,
pero se va con el resto.

� Entiendes, Garance?

Hace un momento,

por culpa tuya
y de Baptiste

me he puesto celoso.

S�, celoso yo.

Y de pronto
los arrepentimientos...

Ese hombre,

ese viajero que te llev�,

y yo que te dej� partir.

Y encima, para acabar
de arreglarlo,

este Baptiste
act�a como un dios.

Vale, no es que quiera
que sea mal�simo,

- pero si hubiera podido ser...
- S�lo un poco malo.

Malo no.

Pero en fin, mediocre.

Eso me habr�a gustado.

En fin, por suerte,
si hablamos desaparece.

� Lo ves? No era tan grave.

Una peque�a crisis.
Ya est�s curado.

Curado.

� Por qu� quieres
que me cure tan r�pido?

� Y si yo no lo deseara?

� Y si me fuera �til
estar celoso,

�til e incluso necesario?

Gracias, Garance.

Gracias a ti,
a todos vosotros.

Por fin podr� interpretar
a Otelo.

Buscaba al personaje, pero no
lo encontraba. Era un extra�o.

En cambio ahora es un amigo,
un hermano. Lo tengo.

Otelo, el sue�o de mi vida.

Despu�s de ti, Desd�mona.

Voy a darle un abrazo
a Baptiste.

Se lo debo.

� Quieres que le diga algo?

- Por favor, Fr�d�rick.
- Hablo en serio.

Estoy celoso, s�,
pero lo entiendo.

Bueno, �l est� casado,
tiene un hijo.

Eso me consuela.

Mientras que el otro...

�Ah, el otro!

� Entonces, Garance?

H�blale un poco de m�.

Y si ves que eso le complace

dile que estoy
de paso en Par�s,

que me voy pronto.

Y que ser�a feliz,

tan feliz,

si viniera a saludarme.

Eres t�, ingrato,
despu�s de tantos a�os.

Bueno, no le reprochemos nada
al hijo pr�digo.

Regidor, recuerde:
Alexis

entr� en escena borracho,
y mont� un esc�ndalo.

Cinco francos de multa.

- � Ha subido las tarifas?
- Nobleza obliga.

Tenemos tanto �xito...
Pero t� tambi�n.

Parece que no te va nada mal.
Mejor, perfecto, bravo.

�Baptiste! �Baptiste!

�Fr�d�rick!

�Baptiste!

Fr�d�rick, eres t�,
has venido.

Ya ves, he dado el primer paso.
Y sobre una mano.

El primer paso no.

Yo te he aplaudido muchas veces.

� Y no viniste a saludarme?

No me atrev�. Y siempre estaba
emocionado, trastornado.

Te has convertido
en el actor m�s grande.

- Bueno, bueno...
- S�, s�.

Es prodigioso lo que haces.

No, el prodigio eres t�.
Grandes actores hay muchos,

bueno, varios, pero mimos

no hab�a antes de ti.

Es maravilloso.

Eres el �nico,
lo has inventado todo.

Me alegra
que te guste mi trabajo.

�Es Nathalie!

Qu� hermosa se ha vuelto.

No soy hermosa, Fr�d�rick.

Simplemente soy feliz.

La felicidad y la belleza
van acompa�adas.

� Y este hombrecito es suyo?

- � C�mo te llamas?
- Baptiste.

Baptiste, como su padre.

Sorprendente familia,
� no es as�?

Te saludo, Fr�d�rick,
y marco con una piedra blanca

el d�a en que el actor
m�s grande de Europa

y de otras regiones
viene por fin a visitar

a los maestros indudables
de la pantomima.

Eso es.

Salud a todos.

Aqu�, Jeric�,

Llamado Jabal�,
llamado "Duerme Solo".

Vamos, no puedo o�r
a este hombre.

Su voz me crispa
y su vista me repugna.

Aqu� est�s, salteador,
pirata.

No ir� a empezar, � eh?

Verg�enza deber�a darte
robar mi silueta,

- mi identidad.
- Est� desvariando.

No es el �nico vendedor
de trajes de Par�s.

Y Ud. Mismo me proporcion�
el disfraz.

No sab�a qu� uso iba a darle.

Y pensar que cada noche Baptiste
asesina a un pobre hombre como yo.

Y encima para divertir a la gente.
Menudo ejemplo.

C�llese, est� borracho
y s�lo dice tonter�as.

Mejor v�yase a dormir.

Estar� borracho, pero eso
no me impide tener una moral.

� Por qu� no saludas nunca
al viejo Josu�?

Eres como tu padre, � eh?

Me desprecias, me ignoras.

� Qu� tiene Baptiste
contra m�, Nathalie?

Nada.

Cree que se mete
en lo que no le importa.

� Y a �l qu� le importa
lo que no me importa?

Yo siempre he vivido solo,

me intereso por los dem�s.

Siempre solo.
Esto no es vida.

Nunca le gust� a nadie.
Nada, cero.

Si al menos fuera viudo,
tendr�a recuerdos.

Ninguna me quiso.

Ellas prefer�an
a los veletas,

a los licenciosos.

Escucha, Nathalie,

voy a decirte algo.

Por supuesto
no es asunto m�o,

- pero es por tu bien.
- D�jese de historias.

Esc�cheme, �sta no es larga.

Aqu� va: Garance ha vuelto.

Est� aqu�,

en el palco 7.
Y espera a Baptiste.

- Garance.
- S�.

Como la flor.

Palco 7, no lo olvides.

- Baptiste.
- Mam�.

Escucha.

Es cierto.

Echo de menos los Volatineros.

� T� tambi�n tienes
buen recuerdo

de cuando trabaj�bamos juntos?

S�, muy buen recuerdo.

� Entonces no me odias?

� Por qu� iba a odiarte?

Garance.

Garance.

El pasado es el pasado.

Ahora est� tan lejos.

Pase.

Hola, se�ora.

Tengo que darle un recado.

Vengo a decirle
que somos felices los tres:

Mam�, pap� y yo.

� Te manda tu padre a dec�rmelo?

No, me manda mi mam�.

Pero mam�, pap� o yo
es lo mismo.

Es verdad lo que dice mam�.

� Qu� dice?

Que era Ud. Muy guapa.

Cuando sea mayor me casar�,

y elegir� a una como usted.

O como mam�,
si hay alguna, claro.

Eres muy amable, jovencito.

� Ud. Est� casada?

No.

� Entonces no tiene hijos?

No, no tengo hijos.

� Entonces est� sola?

S�.

Estoy sola.

� Y no te intrigaba

esta mujer
que ven�a cada d�a a verte?

- Igual est�s acostumbrado.
- No.

Te toca, Baptiste.

Escucha, Baptiste,

deb�a hab�rtelo dicho antes.

Esa mujer es Garance.

Ha vuelto pero se va otra vez.

As� que quiere verte.
� Entiendes?

� Qu� te pasa, Baptiste?

�Baptiste! �Baptiste!

�Baptiste! �Baptiste!

- Hola, �ngel m�o.
- �Pierre-Fran�ois!

� C�mo?

Ah, s�, Pierre-Fran�ois.

Perd�neme, tengo tantos
nombres que me pierdo.

Pueril precauci�n,
pues su polic�a es tan mala...

No es como la m�a.
Yo s� muchas cosas.

Por ejemplo,
cuando volvi�, enseguida

Lo supe. S�, supe d�nde
hab�a vivido y con qui�n.

No se le puede ocultar nada.

Tambi�n s� qu� oro
la ha enjaulado,

y en la m�s bella
jaula de Par�s.

Y no critico.
Yo tambi�n he vivido encerrado,

y adem�s en provincias.

Ni la sombra de una sonrisa.
Sin embargo antes la divert�a.

� Ha perdido su alegr�a,

o se ha llevado una sorpresa
desagradable al verme?

No, al contrario.

Me alegro.

- S�, me recuerda...
- Toda una �poca.

S�.

A�os f�ciles...

d�as felices.

- La dulzura de vivir.
- Cuidado,

no es bueno recordar.
Miras al pasado

y te salta a la cara
como un gato rabioso.

He tenido la suerte
de ser feliz

- a pesar de todo.
- Antes.

No diga tonter�as.

Antes y ahora es lo mismo.

El tiempo no tiene
que ver con la dicha.

� De verdad?

Y el "hombre blanco",
su amigo el Volatinero,

� cree que �l es feliz?

Y pensar que tuve
la descabellada idea de matarle.

Divertido, � no?

Como dispararle al aire,
o a un rayo de luna.

Y el otro, Fr�d�rick.

Tambi�n pens� en �l,
incluso fui a verle.

Busqu� un pretexto divertido.

- � Puede saberse?
- Por supuesto.

Pens�: "No le conozco.
Le pedir� dinero, se negar� y...

- Y se lo dio.
- S�.

Y una gran suma encima.
Es incre�ble.

Existen personas
desinteresadas.

�Personas!

Los actores no son personas.
Son todos y nadie a la vez.

Personas...

Los hombres de mundo
s� son personas.

El conde Edouard de Monteray,
por ejemplo. Brillante y rico.

- C�mo ha cambiado, Pierre-Fran�ois.
- � Yo?

S�, antes hablaba de s� mismo,
no de los dem�s.

D�game mejor
en qu� se ha convertido.

Me he hecho famoso.

He hecho algunas
fechor�as sonadas.

El nombre de Lacenaire
alimenta a la prensa.

Lacenaire, a quien la polic�a
busca en provincias

mientras �l est� en Par�s,
con su �ngel guardi�n.

Entonces es la gloria.

S�, empieza a serlo,
pero si lo pienso

habr�a preferido
un �xito literario.

Nunca est� contento.

Dicen que el conde de Monteray
se interesa por las artes,

que es un generoso mecenas.

Me gustar�a verle.

- � Cree que ser�a �til?
- Tranquila, no le pedir� nada.

Pero quiero conocer al que puso
la fr�a mano de la riqueza

sobre la blanca espalda
de mi �ngel.

Tranquilo.
Me compr� sin condiciones.

Sigo siendo libre.

Tal vez,

y eso es lo que me apena.

No imagina c�mo duele
haberla visto otra vez,

y sobre todo
que no haya cambiado.

Habr�a preferido verla hundida,

sumisa, decepcionada,
embrutecida por el dinero.

As� podr�a seguir viviendo
con la conciencia tranquila,

con la bonita idea
que tengo de la gente.

Mi pobre Pierre-Fran�ois.

Le parezco un monstruo � no?

Tal vez,

- pero no es el �nico.
- Por desgracia.

Se�or.

Edouard de Monteray, sin duda.

El mismo.

Ard�a de deseos de verle,
se�or.

Ahora ya le he visto
y estoy arrebatado.

Divertido.

Divertido e inesperado.
� A qui�n tengo el honor?

A nadie, se�or.
No tiene importancia.

No se sorprender� si le digo
que su forma de actuar

es extremamente desagradable.

� Qu� hace Ud. Aqu�?
� Qui�n es Ud.?

� No le parece rid�culo
preguntar a alguien qui�n es?

� C�mo?

Por eso siempre
responden a la pregunta.

S�, van a lo m�s f�cil.
Nombre, apellido, aptitudes...

Pero lo que son realmente,

realmente,

en el fondo, eso se lo callan,
lo esconden.

Habla por s� mismo.

No, por todos.

Y por Ud. Tambi�n.

Y a�ado que me parece
indiscreto.

No nos conocemos y Ud. Se permite
preguntarme qui�n soy.

No siga. D�game d�nde env�o
a dos amigos...

In�til. Yo no soy
de los que se baten en duelo.

En absoluto.

Vaya, eso aclara las cosas.

O me reservo la elecci�n
del arma.

S�, elijo una,

s�lo una y la guardo
para m�,

encima de m�.

Y s�lo mato a tiro hecho
y cuando me place.

Evidentemente
es m�s expeditivo.

Cada uno con sus m�todos.

Est� claro.

En ese caso,
no tiene m�s que decirme.

�Valentin!

Le advierto que no soy un hombre
al que puedan echar.

Y me apenar�a mucho
matar a un criado.

Valentin es un viejo criado
y le tengo estima.

Valentin, � quiere
acompa�ar al se�or?

Hola, Garance.

Hola, amigo m�o.

Es curioso.
Cuando no estoy aqu�, Ud. Canta.

Pero basta que llegue
para que se calle.

A Ud. S�Io le gusta
la gran m�sica.

Por desgracia no tenemos

los mismos gustos.
� Puedo preguntar d�nde ha estado?

- En los Volatineros, amigo m�o.
- � Otra vez?

� Y Ud.? Seguro que ha ido de nuevo
a esas letales peleas de animales.

Letales es mucho decir. Tres dogos
a los que les han tirado,

como un hueso,
un pobre oso pelado.

Nada de deporte,
una carnicer�a.

He pasado una velada
bastante mala.

� Y seguir� yendo
a los Volatineros?

No, se acab�.
No volver�.

Estoy encantado.

No debe hablar
mal de los Volatineros.

Recuerde
que nos conocimos all�.

Y por ese motivo,
desde que volvi�

realiza cada noche
ese peregrinaje.

No, amigo m�o.

Lo contrario me sorprender�a.

� Puedo saber c�mo se llama
ese se�or con quien estaba

y si ha ido con �l
a los Volatineros?

� Ese se�or?

Ah, s�, ya entiendo.

Le conoc�a de antes
y ha venido a saludarme.

Un personaje singular,
por no decir m�s. � Qu� hace?

Escribe.

Pero para no ocultarle nada,
antes era ladr�n,

y creo que incluso
un tanto asesino.

Espero, Garance,

que no pasara nada "antes"

entre Ud. Y este individuo.

Sabe que conf�o
plenamente en Ud.

No veo gran m�rito en eso.

Nunca he tenido ocasi�n
de mentirle.

Es cierto, pero aun as�,

me complacer�a si viera
lo menos posible a esa gente.

A los actores, a�n pasa.
Pero a ladrones y asesinos

es un poco fuerte,
� no cree?

� Recuerda a ese joven escoc�s
al que ret�

a duelo el a�o pasado?

S�, le recuerdo muy bien.
� Por qu�?

Ese joven era mucho
peor tirador que Ud., � no?

Naturalmente.

Todo el mundo lo sab�a,
adem�s.

Sin embargo le mat�.

Los sentimientos
en un asunto de honor...

Y todo porque le sonre�.

S�. En p�blico
y varias veces.

Pero yo ya le dije
que al sonre�rle pensaba en otro.

Compr�ndame, Garance.

Me gustar�a tanto
que me amara.

- Por s� mismo.
- Por favor, no me torture.

Sabe cu�nto la amo y lo que soy
capaz de hacer por su culpa.

- �Por mi culpa!
- La amo como ning�n hombre...

...podr� amarme nunca.
� De qu� se queja?

Quisiera que me amara.

Pero si le amo, amigo m�o.

Es seductor, es rico,

es inteligente,
sus amigos le admiran,

los dem�s le temen.

Les gusta a las mujeres,

en fin,
todo el mundo le quiere.

Yo tendr�a que ser muy dif�cil
para no hacer como todos.

C�llese. Sabe bien lo que deseo,
lo que quiero.

Es Ud. Extraordinario, Edouard.

No s�lo es rico, sino que quiere
que le amen como si fuera pobre.

� Y los pobres, qu�?

Sea un poco razonable,
amigo m�o,

no se lo puede quitar todo.

Garance, compr�ndame.

Le comprendo, Edouard.

Siempre he hecho y har�
lo que sea por serle agradable.

Pero no me pida lo imposible.

Sin embargo, si quiere,

si eso le complace,

ma�ana todo Par�s sabr� que no s�lo
le amo, sino que estoy loca por Ud.

S�, loca por Ud.

Lo dir� a todos. Lo gritar�
a los cuatro vientos,

pero a usted,
s�lo a usted, amigo m�o,

le dir� esto:

Yo he amado a un hombre
y sigo am�ndole.

Volv� a Par�s para verle.

�l me mand� decir
que me ha olvidado.

Y ahora s�lo tengo una idea,

irme otra vez, marcharme.

Pase.

Su cena, Sr. Baptiste.

No tengo hambre, Sra. Hermine.

No es nada razonable.

Es cierto, no soy razonable.

De todas formas, quedarse aqu�
enclaustrado como un monje...

No, los monjes rezan.

Yo duermo, sue�o.

Y mientras, todos busc�ndole.

Todos es mucho decir.

Pero pi�nselo.
Los Volatineros cerrados.

� Y su mujer, su hijito,
su padre,

toda la troupe? No puede haberlos
olvidado a todos de repente.

No, pero ya no pod�a vivir as�,

como un idiota en un asilo.

Y todos mir�ndote
y hablando en voz baja:

"� Qu� le pasa, est� enfermo?"

Y pensar que tuve que ir al m�dico
para complacerlos.

� Y qu� dijo?

Que estaba m�s sano
que una manzana.

Un poco de depresi�n,
de estr�s, nada de nada.

Y para acabar:
"S�lo le doy un buen consejo,

vaya a ver a Baptiste,

eso le cambiar� las ideas."

� Y si yo no quiero
cambiar las ideas?

- � Qu� d�a es hoy?
- Jueves.

Jueves.

Esta noche
es el estreno de Otelo,

con el Sr. Fr�d�rick.

Deber�a ir, le cambiar�a las ideas.
Ay, perd�n.

Podr�amos hacer una bonita
pantomima con Otelo.

Un hombre que mata a su amor

y que muere por ello,
el pobre.

Una historia absurda
y triste como tantas otras,

como la m�a,
o como la suya, Sra. Hermine.

Que se pasa aqu� sus d�as vac�os
en sus cuartos vac�os,

con el pobre
coraz�n vac�o tambi�n.

�Sr. Baptiste!

S�, todo eso es absurdo
y triste,

como yo.

Como yo, que estaba aqu�
hace a�os.

Ah�, delante de esa cama.

En este cuarto.

Y ella estaba ah� tambi�n,

sonriente, feliz

y bella en la frescura
de la noche.

Dec�a: "El amor es simple."

Y yo no la escuch�.

No la tom� en mis brazos.

No, le puse condiciones:
"� Me ama como la amo yo?"

Y cerr� la puerta

para siempre
entre mi amor y yo.

� Qu� hace Ud. Ah�?

Yo hablo solo.
En todo caso, no para Ud.

- �Sr. Baptiste!
- Perdone, Sra. Hermine.

No quer�a ser desagradable.

Me ha hecho un favor
siendo tan discreta.

Bueno, es natural.

No puedo.

No puedo seguir aqu�...

solo.

Tengo que salir,
tengo que caminar.

- � Qu� ha cenado?
- Va a cenar.

Est� bien.

Le agradezco que me haya llamado,
estaba tan preocupada.

Entre mujeres
es lo m�nimo que podemos hacer.

Necesita estar solo.

Hay que dejarle, enti�ndalo.

- No es un chico como los dem�s.
- Evidentemente.

� Sabe los son�mbulos
que andan por el tejado?

Si los llamas se caen.

Baptiste es como ellos.

No podemos llamarle.

Hay que dejarle,

esperar a que se calme,

a que se despierte.

Y cuando se despierte

volver�.

Prep�rame veneno, Yago,
esta noche.

No quiero ninguna
explicaci�n con ella.

Para que su cuerpo y su belleza

no vuelvan a desarmarme.

No us�is veneno,
estranguladla en su cama.

- En la misma cama que mancill�.
- S�.

Que se pudra,

que desaparezca,

que se condene
desde esta misma noche.

No, no vivir�...

Esta violencia de mala calidad.

No tiene medida.

Realmente no me gusta
el Sr. Shakespeare.

Es cierto que no vamos
al teatro a ver la obra,

sino a ver a los actores.

No olvide
que Ud. Insisti� en venir.

Sin duda ten�a mis razones.

�La infame!

S�lo digo lo que ella era.

�Qu� l�stima, Yago!

�Qu� l�stima!

�Pase!

- � Me permite, Garance?
- Por supuesto.

"Desd�mona
ha venido esta noche.

Otelo ya no est� celoso,
est� curado. Gracias."

� Lo ve?

No, amigo,
le aseguro que se equivoca.

S�, Garance, soy yo quien
se equivoca

y Ud. No tiene nada que ver.

Y Otelo tampoco.

Se lo ruego,
d�game la verdad. � Es �l?

No, amigo m�o, no es �l.

Este pa�uelo
que yo amaba tanto,

y que te regal�,

se lo regalaste a Casio.

No, lo juro por mi vida y por
mi alma. Llamadlo e interrogadle.

Querida m�a,

ten cuidado,

ten cuidado con el perjurio.

Est�s en tu lecho de muerte.

Morir. Se dice r�pido,

pero se hace m�s r�pido.

� Por qu� se r�e?

Pensaba que si nos batimos
por la ma�ana

ese actor no hablar� de muerte
ma�ana por la noche.

�Ud. Est� loco!

� Y qu� m�s le da,

si no es �l a quien ama?

Matadme ma�ana
y dejadme vivir hoy.

No, si os resist�s...

�S�lo media hora!

�No se aplaza una ejecuci�n!

- S�lo el tiempo de rezar.
- �Demasiado tarde!

�Bravo!

�Bravo, Fr�d�rick!

Oiga, no se sale por ah�.

Vamos al saloncillo.

No insista, Garance.
Quiero felicitar

a ese notable actor.

Si hace eso,
no volver� a verle.

Y �l tampoco, de paso.

�Baptiste!

Venga.

- � Ad�nde?
- No lo s�.

A cualquier sitio.

Realmente ha interpretado
el papel de animal

sanguinario
con tal naturalidad...

Muy amable, se�or,

pero pienso ante todo haberlo hecho
como lo escribi� Shakespeare,

Lo m�s naturalmente
del mundo.

Un personaje singular
ese Sr. Shakespeare.

Me dijeron que debut�
en las letras

cortando carne
sobre la tabla de un carnicero.

- � Y por qu� no?
- Lo que explicar�a el car�cter

animal y loco de su teatro,

y por qu� triunf� en vida
entre los descargadores

- y los carreteros.
- �Y los reyes!

Ahora entiendo
por qu� no me gustaba la obra,

por qu� me chocaba.

Ma�ana le sacar�
una entrada a mi cochero.

Es una experiencia a probar.

Espero que me permita
ofrecerle alguna

para sus caballos.
Es una experiencia a probar.

Cre� que no quer�a
volver a verme.

Y yo que la hab�a
perdido para siempre.

Nunca le he olvidado.

Estaba incluso en mis sue�os.

Ud. Me impidi� envejecer,

volverme animal, embrutecerme.

Mi vida me parec�a tan vac�a,
me sent�a tan sola...

Pero pensaba:
"No tienes derecho a estar triste.

Eres feliz
porque alguien te am�."

Y a�n la amo.

Nunca he dejado de amarla.
� Y Ud., me ama?

No, no me responda.

No le pregunto nada.

Est� aqu�,
es lo �nico que cuenta.

S�, est� aqu�, viva,
en mis brazos,

como la primera vez.

No, no deseo nada,

solamente...

el calor de su cuerpo
contra el m�o.

Esta boca que es su boca,

y estos ojos que son sus ojos.

Felicidades, Fr�d�rick,
ha estado brillante.

Perm�tanme presentarles...

No se moleste. Habl� con este
personaje una vez y fue suficiente.

Qu� divertido.

Imagine que desde hace un rato

estos se�ores buscan querella.
Muy cort�smente, lo reconozco.

Hay que pasar el tiempo
como sea.

Realmente, se�or,

deber�a apreciar
a mi amigo Pierre-Fran�ois.

Le conozco desde hace poco,

pero le aseguro
que en su especie,

es un muchacho notable,

y no carece de talento.

De ning�n talento, sin duda.

Ha de haber de todo para hacer
un mundo, o para deshacerlo.

No son m�s que palabras,
pero es divertido.

- Muy divertido.
- � Realmente

Lo encuentra divertido?

Pues bien,
vamos a divertirnos.

Y les advierto que no corremos
peligro. �l no se bate en duelo.

En absoluto.

� Puede saberse c�mo ejerce
actualmente sus habilidades?

Ya que le interesa, estoy acabando,
dando los �ltimos toques

a una cosa

apasionante, que ser� sonada.

Una tragedia, sin duda.

No, un vodevil,

una farsa. O una tragedia,

�por qu� no?
Si lo prefiere.

No hay ninguna diferencia,

o tan poca.
Por ejemplo,

cuando enga�an a un rey,
es una tragedia,

un drama de la fidelidad.

No es su mujer
quien le enga�a.

No, es la fatalidad.

S�, la fatalidad.

Pero si se trata
de un pobre diablo

como Ud. O como yo,
Sr. De Monteray,

y cuando digo yo
es una forma de hablar,

entonces ya no es una tragedia,

sino una bufoner�a,

una lamentable historia
de cornudos.

Sin embargo es la misma cornamenta
bajo el sombrero del pobre

que bajo la corona del rey.

La cornamenta muerta
del amor que se pudre

sobre la cabeza
de los no amados.

Siempre la misma cornamenta,

las mismas historias,
las mismas l�grimas.

As� que no importa
de qu� tipo sea mi obra,

pero debe ser divertida
y el autor debe re�rse.

- Si se interpreta.
- Tranquilos, se�ores,

se interpretar�.

Ya se est� interpretando.

- Si quieren un papel...
- Muy gracioso.

S�, es muy graciosa.

Pero les advierto
que hay asesinatos,

y en cuanto caiga el tel�n

los muertos no se levantar�n
a saludar.

Decididamente este personaje
es muy aburrido. � Le echamos?

- Excelente idea.
- Le aseguro

que se equivoca humill�ndome.
Y no podr�a.

Yo no soy un personaje
de vodevil,

mientras que Ud. S� lo es.
�Y se lo demuestro!

� Qu� ha hecho?

Esto no es asunto suyo.

Se�ores, acabo de saborear
un instante

de rara calidad.

Ud. Se lo ha buscado.

Le dije que no soy un hombre
al que echan impunemente.

Le repito que lo que ha pasado
no es asunto suyo.

� Y Ud. Qu� sabe?

Los celos son de todos
si la mujer no es de nadie.

- Van a batirse.
- � Por nosotros?

No, por m�.

Pero no se batir�n
hasta ma�ana.

- � Y entonces?
- Tenemos toda la noche por delante,

con nosotros,

para nosotros.

Si no estoy en casa,
estar� en los ba�os turcos

donde espero recibir...

...a dos amigos m�os.

Cr�ame, soy sensible al honor

que me har� al enviar
al otro mundo

a un hombre que no es del suyo.

Tienes delante a un hombre
a quien acaban de echar

sin ning�n miramiento.

Sr. Lacenaire.

Te aseguro que no lo lamento.

Pienso que se van a matar
ma�ana por una mujer,

y por culpa m�a.
Es reconfortante.

Un duelo.
� Volveremos a ser testigos?

No, esta vez dudo
que nos elijan.

Qu� pena. Me gustan los duelos.

Quiz� podamos arreglarlo.

De todos modos,
si no es en un duelo

puedes ser testigo
en otra cosa.

Porque sea como sea,
en este asunto de honor,

he sido yo, Lacenaire,
el ofendido.

S�, ofendido, insultado,
humillado incluso.

�Me han echado a la calle
ignominiosamente!

Qu� bella es la luz de la luna.

Mire, Baptiste.

Brilla para nosotros
como la primera noche.

Y, como la primera noche,
la ventana est� abierta.

Es maravilloso,

todo est� igual.

No ha cambiado nada.

La mesa en el mismo sitio,

la cama donde yo dorm�a...

Usted tampoco ha cambiado.

En su voz hay
la misma dulzura,

en su ojos la misma luz.

Un peque�o fulgor.

Y su coraz�n que late
bajo mi mano.

Baptiste.

Tiene raz�n, Garance.

El amor es tan simple.

Carnaval, Avril.
La vida es bella.

- � Desean un ba�o, se�ores?
- No, queremos ver a Monteray.

� A estas horas?
Est� descansando.

Nos espera.

En ese caso,

s�ganme, por favor.

- � Qu� pasa?
- Dos se�ores desean verle.

Dicen que los est� esperando.

Dos se�ores.
Muy bien, que pasen.

�Sr. Lacenaire!

Mi pobre Avril.

Se acab� la obra.

Puedes irte.

Te aconsejo que te retires
una temporada al campo.

� Y usted?

� Yo? Yo me quedo.

No puedo correr el riesgo de que me
ejecute un verdugo de provincias.

Ni hablar.

La noche ha sido tan bella.

Pero debo irme.
Ser�a espantoso

que mataran a Fr�d�rick
por mi culpa.

� Qu� vas a hacer?

Buscar a Edouard.

Le dir� que estaba loca,
que hice una tonter�a.

Y le suplicar� que no se bata.

- � Te escuchar�?
- S�.

Si le digo que le amo,

- que s�lo le amo a �l.
- No sabes mentir. No te creer�.

No le interesa tanto
que sea cierto.

Le conozco.

Lo que desea sobre todo
es que se lo diga.

En el fondo
le da igual si le amo,

mientras no ame a nadie m�s.

Su amor es as�.

� Y si te pide
que te vayas con �l?

Me ir�.

Y tal vez vuelva.

De todos modos
tendr� que irme un d�a.

� Por qu�?

Lo sabes bien.

Tienes un hijito muy simp�tico.

C�llate.

Y amas a ese hijito.

Y tambi�n amas tu profesi�n.

� Y Nathalie?

Es a ti a quien amo,
Garance, a ti.

- Esp�rame aqu�.
- � Tardar�s mucho?

- No. O entonces vendr� a buscarte.
- � Para qu�?

No puedo dec�rtelo,
es una sorpresa.

No quiero que me dejes,
sufrir�a mucho.

Y yo, que s�lo te tengo a ti...

Perd�name, Baptiste,
he venido...

S�, cre�
que te encontrar�a solo,

solo.

Enti�ndelo. Es d�a de fiesta,
carnaval.

El ni�o estaba tan contento.

As� que vine...

Se ha disfrazado de h�sar.

Un disfraz precioso de h�sar.

Por favor,
no me dej�is as�, sola.

Es espantoso.

Habladme, al menos.

Respondedme, decidme algo,

Lo que sea.

Decidme que me vaya,
pero no me dej�is as�.

�Nathalie!

�Es todo
lo que tienes que decir?

No.

Le aseguro que tengo que irme.

�Otra vez!

Qu� f�cil debe de ser.

�Qu� debe de ser f�cil?

Irse, y luego volver.

Se va, la echan de menos,

el tiempo trabaja para Ud.
Y luego vuelve,

embellecida por el recuerdo.

Ah, s�, debe de ser f�cil.

Pero quedarse

y vivir con un solo ser,

compartir con �l
la vida de todos los d�as,

eso es otra cosa.

Y no puede hacer nada
en contra de eso.

Seis a�os, �entiende?
He vivido con �l seis a�os.

Yo tambi�n.

�Ud. Tambi�n?

S�, yo tambi�n.

En cualquier parte,
todos los d�as.

Y tambi�n por la noche,

todas las noches
que pasaba cerca de otro,

estaba con �l.

�Garance!

D�jala hablar.

Quiero saberlo todo de los dos.

Saber lo que me queda,

y si me dej�is algo para vivir.

Y si le ama o no,
�qu� m�s me da?

No lo entiende.
Ud. No existe para m�.

Baptiste, esc�chame,
resp�ndeme.

No temas hacerme sufrir.
No importa, todo el mundo sufre.

Pero quiero saberlo.

Quiero que me respondas r�pido,

ahora mismo, sin pensarlo.

M�rame.

�Pensabas en ella
viviendo conmigo?

No te atreves a responder.

Pero call�ndote
dices muchas cosas.

Y yo las comprendo.

�Garance!

Responde.
�Siempre piensas en ella?

�Estabas con ella?

�Por la noche tambi�n?
Resp�ndeme.

�Garance!

Garance.

�Y yo, Baptiste?

�Y yo?

�Garance!

�Garance!

�Garance!

Venga, d�jate de historias.
Vuelve a casa.

- �D�jame!
- Deber�a darte verg�enza.

S�, tan cierto
como me llamo Duerme Solo,

Virginal,

Buen Consejo, Pudibundo,

porque adoro
las buenas costumbres.

�D�jame, me das asco!

�Garance!