All language subtitles for El amor Sin Precio

Golfa - Hola. Él es Dardo, éste es Hache.

Anónimo - Hola.

Hache - Nos vemos.

Hache - Vamos a hablar, tengo que hablar con vos, ven conmigo un momento.

Golfa - ¿Te importa?

Anónimo - No.

Golfa - Vos y yo ya fuimos, Hache. No tenemos nada de qué hablar. Ahora estoy con Dardo y estoy bien.

Hache - Me voy de casa, me voy de mi casa.

Golfa - ¿Te echaron?

Hache - Me voy, no aguanto más.

Golfa - Nadie aguanta. Yo tampoco aguanto, pero todos seguimos.

No es fácil bancarse a los viejos, lo tuyo es peor. ¿Pero a dónde vas a ir? ¿De qué vas a vivir si no tenés labura?

Hache - Voy a buscar, me quedo en casa de Leo unos días hasta que pueda alquilar algo.

Golfa - Pensálo bien Hache, esperá un poco.

Hache - Quiero que vengas conmigo. En cuanto tenga un laburo quiero que vengas a vivir conmigo.

Golfa - ¿Vos sabés lo que me estás diciendo?

Hache - Yo sé que quiero estar con vos, y sé que vos querés estar conmigo.

Golfa - Tengo dieciséis años, boludo. ¿Querés que mis viejos te metan en cana por corrupción de menores?

Pensá un poco antes de hablar al pedo. Para vivir juntos tenemos que estar casados.

Hache - Ya lo sé.

Golfa - "Ya lo sé", ¿y no te importa tener que casarte?

Estás muy mal Hache, estás muy loco. Me hacés mal a mí, no tenés derecho.

Yo también te quiero, te quiero mucho. Pero no pienso cagarme la vida por éso.

Hache - ¿Qué es eso, jabón en polvo? ¿Quién te vendió cocaína azul?

Colgado - La frula se fue, es para viejos. Dog Hache, dog. Te vuela, te alucina, empezás a ver y no podés parar.

Colgado2 - No me jodas, el porro es más.

Colgado - Aguantá, el papá de los cachorros. Calmante para perros, lo peinás bien y te lo das, como la merca.

Dog, dale.

Colgado2 - Ésto pega en serio, la madre que lo parió.

Hache - Yo estoy medio pedo.

Colgado - Vas a estar en pedo, pero bien. Dale, tomá.

Productor - Me parece a mí que de la historia original no queda nada, ni el título.

¿De dónde lo sacaste?

Martín - Es un deje mejicano, el sordo lo dice un par de veces.

Productor - Buen personaje el sordo, sí señor. El macarra también está bien.

Martín - El macarra es Dante. Lo puede bordar, está escrito para él.

Productor - Puede ser.

"No es de hombres temer a la muerte". Un poco largo pero suena bien.

Buen trabajo Martín. Para mí ésto está, no hay que tocarlo.

Martín - Todavía se puede ajustar, pero conviene que lo haga el director.

Productor - Jordi no está en el proyecto, se metió en una serie de la --- (??) y tiene para dos años.

El vil metal.

Martín - Sea el que sea lo único que te pido es que...

yo sé que no es un guión genial, pero es decente, tratá de hacer una película decente.

Productor - Más que decente, va a ser una película de puta madre.

Tengo al director que puede hacer esta historia mejor que nadie.

Martín - Mario está rodando y tiene hasta fin de año, y después empieza otra que ya arregló también con la Warner.

Si no es él, no hay otro.

Productor - Echenique. Martín Echenique.

Martín - También está ocupado, tiene que adaptar telenovelas de Blasco Ibáñez para Televisión Española.

Productor - No es una borma, nadie puede hacer ésto mejor que tú.

Mis socios están de acuerdo, más que de acuerdo, entusiasmados.

Queremos que dirijas la película.

Martín - Yo lo agradezco pero no puedo aceptarlo. Hace mucho que largué, ocho o nueve años.

Es mucho tiempo, perdí la mano.

Productor - Eso es una chorrada. El talento no se pierde, el oficio no se pierde.

No, no me digas nada ahora, tómate unos días para pensarlo.

Hay buena pasta, el 10% del costo y porcentaje. Y libertad para hacer lo que tú quieras, con la gente que tú quieras.

Dentro del presupuesto claro está, ésto tampoco es Hollywood.

Es tu película Martín.

Martín - Sabés que pasa Jose, hay una...
Productor - No, no me digas nada ahora.

Productor - Lo que digas ahora no me vale, ¿quieres dos semanas? Dos, no tengo prisa. Ya conozco la respuesta.

Dante - No, no importa el tiempo, al contrario. Cuanto más tiempo pasa más aumenta el rencor.

Nadie perdona que le digan la verdad, no sólo Jose, nadie.

Pueden perdonar un insulto pero... pero bueno, yo a Jose no le insulté.

Martín - No le insultaste.
Dante - No.

Martín - Menos mal.

Dante - No le insulté, le quité la máscara y le hice ver lo que yo veía. Ni siquiera le llamé cerdo, se lo dijo él mismo.

Lo vio, se vio tal cual es, repugnante.

Martín - La puta costumbre que tenés de irte de boca.

Dante - No, yo no me voy de la boca, joder...

Me paso la vida mintiendo y dejando que la gente me mienta cuando es gente que no jode a nadie, claro.

Pero hay tipos como tu amigo el productor que son tan repugnantes que me despiertan el instinto asesino.

Martín - Todo el mundo te despierta el...
Dante - No, yo no me voy de la boca, perdona.

Dante - Al contrario, elijo cuidadosamente las palabras para que hagan daño, para que las heridas sean mortales.

Martín - El mundo está lleno de gente repugnante porque uno dice Dante W Gómez y casi todos ponen cara de ajo

y si decís que sos amigo te cortan el rostro y se van.

Alicia - Bueno, debe estar una manifestación de optimismo o de ingenuidad, eh, o de las dos cosas.

Está, está lleno, mediocres y repugnantes son mayoría.

Dante - Amplia mayoría.
Alicia - Mayoría absoluta.

Alicia - Y no es "be", es "uve", mi querido sudaca. Dante "uve doble". (Nota: antes pronunció Dante "be doble")

(Nota: antes pronunció Dante "be doble", queriendo expresar Dante W)

Dante - En dos años ha aprendido a hablar español mejor que tú, que llevas aquí toda la vida.

Alicia - Es que es medio sordo. Pero no es éso, él no registra.

Típico bloqueo auditivo producido por la nostalgia tanguera de porteño exiliado.

Martín - Ni nostalgia ni tanguero ni exiliado. Un poco duro de oído nada más.

Dante - Oye Alicia, siéntate.

Alicia - ¿Es que no estoy sentada?

Dante - Sí, a cinco metros de altura, no te jode. Anda que te has puesto buena, guapa.

Alicia - Como nunca. Es acojonante. ¿Te cuento?

Conseguí un dealer boliviano que no es un dealer, no es el típico dealer que anda por ahí por la Plaza Mayor.

No no no... es un importador directo, cuya cartera de clientes es la más rancia aristocracia europea.

Conmigo hizo una excepción, ¿porque? Porque soy rubia, y los bolitas mueren con las rubias.

O sea, que si un día no tengo pelas le pagaré con este cuerpo.

Sí, es pura Dante, es pura. Te mata, te vuela, es la mejor merca que probé en mi vida.

Así que voy a bajar. Te hago una papelita para que te la llevés al teatro.

Martín - Pará un poco Alicia, recién volviste.

Alicia - Tiene razón, tiene razón, soy un poco viciosa. Bueno, dos minutos y bajo.

Contáme lo que dijo Navarro de éste que no me enteré.

Martín - Le pareció bien, yo creo que lo compró.

Alicia - ¡Genial! Bueno, el macarra es maravilloso, está escrito para ti Dante.

Dante - Si Jose me acepta es porque quiere que tu querido sudaca haga la película.

Martín - No la voy a hacer.

Dante - ¿No? Entonces yo tampoco, ya lo verás. Además depende de quién la dirija, yo no trabajo con cualquiera.

Alicia - Pero tiene que hacerla, no hay motivos para que no la haga, ¿verdad?

Además si te sale muy mal no importa, yo te la arreglo luego en el montaje.

No te hagas el ---- (??) mi amor, no tengo dudas.

Dante - Estás cagado en las patas.

Martín - Para nada.

Alicia - Bueno, es normal.

Dante - Si la historia está bien, cosa que dudo conociendo al autor, te saldrá bien.

Martín - Tiene suspense, tiene misterio, pero no me interesa, no me mueve un pelo.

No gracias, no.

Martín - La vi únicamente por la pasta, pero tampoco...
Dante - Déjame mil pelas.

Martín - Ya no hay historias Dante, ya las contaron todas. Y mejor que yo.

Dante - No, no. Está bien, está bien.

Ahora viene John Ford y el Hollywood de los cuarenta y los cincuenta

y quién le hubiera gustado estar a sueldo de la RKO, pero no pudo ser

porque nació a destiempo en el país equivocado.

Alicia - Gracias. Es una tontería, pero me encantan que me regale flores.

Bueno, voy al baño. Un pis, un toquecito y a vivir. Vayan pagando y nos vamos a casa de éste, ¿si?

Tenés que probarla pero sin prisas, sin gente y sobre todo, sin límite, porque tengo para encerrarlos un mes sin parar.

No, a ti te doy lo que quieras, eh. Pero te vas a la media hora porque me quiero quedar a solas con éste.

Estoy tan caliente que me da vergüenza, mi amor.

Bueno, no me da vergüenza, me encanta coger.

Martín - Ya está bien Alicia, pará un poco.

Alicia - Si no dije follar, dije coger. Me encanta coger.

Dante - Alicia, yo acepto la invitación encantado si la dejas para el lunes.

Alicia - ¿La de coger?

Dante - No, la de coger no, la otra.

Hazme una papela anda, y deja de decir lo buena que estás si no quieres que mande el teatro a tomar por culo.

Martín - Yo tampoco puedo, tengo una cena con gente de televisión.

Alicia - Esperá, esperá, esperá... a ver, probá de nuevo.

Probá otra vez, cambia el tono, busca otra excusa, ésta sonó falsa de aquí a Albacete.

Matín - Quiero estar solo, ¿te suena mejor?

Alicia - Me cae para la mierda, pero sí, sonar suena mejor sí.

¿Tú lo entiendes Dante? Porque yo no lo entiendo.

Dante - Arterioesclerosis, alzheimer, simplemente vejez.

Alicia - No, a él no, a mí. ¿Por qué me engancho siempre con los tipos más complicados?

¿Por qué no soy sensata y lo mando al carajo?

Y me busco un chico de mi edad, un chico sencillo, sin vueltas, y que se muera de amor por mí.

Dante - Deberías hacerlo, no lo pienses más.

Alicia - No puedo. Yo sé que es un mierda, es un mierda que merece que lo dejen solo.

Pero después me dice "Alisia". "Alisia" con s, no "Alicia" ¿te das cuenta?

Y pierdo. O me dice rubia, rubia es peor. Me mata.

Se me aflojan las piernas, no puedo pensar.

¿Tú lo entiendes?

Dante - Creo que sí. Nostalgia tanguera, es cuestión de encontrar otro argentino.

Alicia - Ya vuelvo.

Dante - Eres un duro, Martín. Más que duro, eres un mierda desagradable.

Martín - No la soporto cuando se pone así.

Dante - Díselo, por qué no se lo dices. Es peor que le digas que quieres estar solo.

Martín - Además quiero estar solo.

Dante - ¡Pero puedes ser más amable, coño!

¡Tú sabías que te iba a decir de ir a tu casa, lo sabías! ¡Por qué la dejaste, por qué no la paraste antes!

Si aceptas que esté contigo, lo menos que puedes hacer es tenerla en cuenta, y perdón por meterme.

Martín - La tengo en cuenta, por supuesto que la tengo en cuenta, pero es que no sé como manejarla.

Ella también es una mina complicada.

Dante - Tan complicada que si le hubieras regalado una rosa sería en este momento la más feliz de las mujeres.

Martín, hay gente que puede ser feliz con muy poco, pero tú lo sabes.

Es que joder, ¿sabes lo que pasa? Que no es de machos ser amable.

Martín - Y lo tuyo es de cursi. Sólo una... sólo alguien muy cursi puede decir ésas cosas.

Llego a hacer éso y me cago en la tumba.

Dante - ¿Ibas a decir una marica cursi? Dílo venga, a mí no me ofende.

Martín - Y sí, es de marica cursi, ¿o no?

El día que le regale una rosa perdí.

La rosa le va a quitar el freno y va a empezar a decir que por qué no empezamos a vivir juntos o por qué no nos casamos o...

Fatal. No soy ni un duro ni un mierda, soy prudente.

Trato de no alimentar fantasías para evitar momentos desagradables.

Dante - O sea, un mierda.

(Música de fondo)

(Teléfono sonando)

Dante - ¡Martín! ¡Martín despierta! ¡Qué cojones...!

No puedes dormir con esta mierda puesta, no te enteras de nada.

Martín - Para éso son.

Dante - Escucha, hace siete horas que te están llamando de Buenos Aires. Tu mujer, Hache...

Martín - Siete horas... qué hora es, yo no oí nada. Quién te llamó, ¿Liliana?

Dante - Es por Hache, está jodido.

Martín - ¿Cómo jodido? ¿Qué tiene, qué le pasó, qué me querés decir?

Dante - Sobredosis.

Martín - Pero... ¿se murió?

Dante - No se murió, no se murió. Está en coma, pero Liliana dice que va a salir.

Coma dos, coma uno, no sé pero va a salir, no se va a morir. No hay peligro, lo peor ya pasó.

Martín - Me estás mintiendo.

Dante - No está muerto, te digo la verdad. Ha estado mal pero ya está mejor. No se va a morir, te digo la verdad.

Te hice una reserva en aerolíneas, vuelo directo, sin escalas...

Martín - Quién te dijo Dante, cómo fue, qué pasó. No puede ser una sobredosis, Hache no anda en eso, no pasa del porro.

Dante - No saben bien con qué pero fue una sobredosis. No fue un accidente Martín, se quiso suicidar.

Martín - ¡Cómo se va a suicidar un chico de diecinueve años!

Dante - A mí también me cuesta creerlo, pero hace tanto que no le veo, yo qué se.

¿Y la edad no tiene nada que ver? Al contrario, la peor estadística de suicidios la tienen los adolescentes.

Martín - ¡A la mierda vuestras estadísticas! ¡No tiene ningún motivo para matarse!

Dante - Motivos para suicidarse hay a puñados, pero éso no es lo que importa, lo que importa es que tenga ganas de vivir.

Habla con él, entérate de qué coño le pasa. No tienes la más puta idea de qué piensa, qué siente.

En cinco años le has visto cuatro veces.

Martín - ¡Mirá que momento en el que...!
Dante - ¡CUATRO VECES!

Dante - Diez días cada vez, como mucho quince. No sabes una mierda, será tu hijo pero no sabes quién es.

Mujer - Mañana sale de terapia, en un par de días lo tenemos en casa.

Martín - A mí el suicidio no me cuadra.

Mujer - Es la moda, rockero que palma se convierte en ídolo, y algunos los imitan.

Están muy rayados. Todos los chicos, no sólo Hache. No entienden nada, no quieren escuchar.

Mezcló whisky con Dog, ¿sabés lo que es Dog?

Martín - No.
Mujer - Un calmante para perros, lo creman y lo aspiran.

Mujer - A Hache lo cagó la mezcla, se salvó de milagro.

Papá, te pido un favor, no te ofendés, métete en un baño y lávate un poco.

Tenés un olor a alcohol que voltea, no quiero que mamá diga que sos un borracho.

Martín - Aunque tenga aliento a menta fresca lo va a decir igual, lo ha dicho siempre.

Mujer - Cuando lo diga la voy a poder putear, si te ve así no puedo decir ni mú.

Martín - ¿Y los chicos cómo están?

Mujer - Bien, grandes.
Martín - ¿Por qué no los trajiste?

Liliana - Hizo un paro cardíaco, lo revivieron enseguida. Por suerte, no dejó ninguna secuela.

Migue se ocupó de todo. Te digo que si él no toma el mando de la cosa, a Hache nos está contando un cuento (??).

Martín - ¿No hay una regla que dice que los médicos no pueden atender a sus familiares?

Liliana - Si está vivo es gracias a él. Y además qué pariente si es el padrastro, aunque parece más padre que el padre.

Migue - Hola.
Liliana - Hola mi amor, ¿cómo estás?

Liliana - Bueno Martín, él es Migue.

Martín - Hola, ¿cómo te va? Mucho gusto.
Migue- ¿Cómo estás?

Martín - ¿Puedo entrar?
Migue - Sí, sí, por supuesto.

Martín - Vos a mí no me engrupés, estás haciendo fiasca. Se te ve muy bien, estás fenómeno Hache.

Si sabía que estabas así no venía.

Hache - Viniste en avión. Viniste en avión con el pánico que les tenés.

Martín - De los diez mil kilómetros habré estado consciente dos mil.

Una mezcla abundante de champán, champán francés. Viene en primera porque si te vas a morir hay que morir a lo grande.

Champán y bourbon, no falla. No te duerme, te noquea.

Hache - Jack Daniel's.
Martín - No tenían, Jim Beam que no está mal.

Hache - Acá se consigue ---(??) y no está muy caro.

Martín - Ya sé, éso fue lo que te sacaron del estómago. Whisky raro me dijeron. ¿Cuánto te metiste?

¿Andás en algún quilombo? ¿Cómo se te puede dar por matarte? ¿Te me hiciste boludo de golpe?

Hache - Yo no me quise suicidar papá, ni por puta. Me enzarpé, se me fue la mano pero nada más, creéme.

Martín - Te creo, te creo. Después me contás todo como fue, ¿vale? En casa más tranquilos.

Hache - ¿Cuánto te vas? Cuánto te quedas, digo.

Martín - Me quedo, no te preocupes. Me quedo hasta que los médicos me digan que te puedo cagar a trompadas.

Liliana - Decí la verdad, ¿a que es gupaísima? Y no es cosa de madre babosa, es guapa en serio.

Martín - Es guapa en serio. Igual es la madre, y no es piropo de verdad.

Liliana - Se agradece igual, aunque sólo sea un piropo.

Vení que te sigo mostrando. Y el comedor, cocina y se acabó. Somos clase media pauperizada, profesionales en la llaga total.

El país que nos tocó.

Martín - ¿Elegiste o acertaste?

Migue - ¿Se durmió?

Liliana - Está ahí, hablen bajito.

Migue - ¿No vendría mal un cafecito, no?

Liliana - ¿Todos toman café?

Forero - Manzanilla o boldo, lo que tengas. Si tomo café no pego un ojo.

Migue - ¿Una copita Martín? ¿O un whisky de Malta?

Liliana - No, ahora no. Tengo que hablar con él, en privado. No me vengan a joder.

Mujer - ¿Un poco más de mousse? No comiste nada.

Migue - Por un tiempo tratá de comer bien, de alimentarte.

Después de un shock semejante el cuerpo necesita dos meses para recuperarse. Largá el faso, pará con la bebida, qué se yo.

Bah, hacé lo que puedas, pero cuidáte.

Hache - No se preocupe doctor, me voy a cuidar.

Migue - Si andás mal, si andás medio depre, podés ver a un analista. Mal no te va a hacer.

Hache - Papá los odia, dice que el mejor psicoanalista es un barman dispuesto a poner la oreja.

Forero - Tiene razón, tiene razón.

Migue - Yo sé que a lo mejor vas a decir que soy un pesado, pero lo que más te ayudaría sería encontrar un trabajo.

Yo te puedo dar una mano, pero tengo que saber si vos querés laborar en serio.

Mujer - Estudiá Hache, lo que sea, aunque no tengas ganas. Así por lo menos por seis años no van a romperte las pelotas.

Forero - Sabio consejo. Contáme, ¿qué tal es eso del "Dog", pega fuerte? ¿Pega más que la merca? ¿Se consigue fácil?

Mujer - Comé un poco más de mousse que está muy rico.

Liliana - No sé como empezar, no sé si voy a poder decirte.

Martín - No tengo duda de que sí. Dale cobarde, arrancá.

Liliana - Es Hache. Tiene diecinueve años y se porta como un chico de catorce. No estudia, no trabaja, no hace nada.

No le gusta nada. Yo ya no lo puedo manejar, se me fue de la mano, no me da bola.

Y ahora este asunto del suicidio, y no sé por qué carajo lo hizo.

Y lo que me jode es que tengo miedo de que lo intente otra vez. Necesita un padre, te borraste hace cinco años.

Martín - Yo no me borré, vos te fuiste.

Liliana - Es lo mismo. No tiene padre, no tiene autoridad, no tiene carácter.

Martín - Antes dijiste...
Liliana - Para joder lo dije.

Liliana - Vos viste lo que es este departamento, ¿dónde está la habitación de Hache?

No tiene habitación, es la habitación de la nena. Duerme en un sofá, en el living.

Él sabe que no tiene lugar, lo siente.

No tenemos guita para comprar otro departamento más grande, no tenemos un mango, ¿te das cuenta?

Martín - Podías haberlo pensado antes de tener la nena.

Liliana - ¿Vos te crees que no lo pensé? ¿Qué querías que hiciera, que abortara?

¿Para que este pelotudo de 19 años, que ya tendría que estar trabajando y viviendo solo, tuviera su cuarto con los juguetes?

¿Me estás cargando?

Martín - El problema está claro, no querés vivir con tu hijo, querés que se vaya.

Liliana - Éso se llama agilidad mental, bien. El problema no importa, importa la solución.

Printe el cerebro, a ver si podés llegar a la misma conclusión que yo.

Martín - Yo hace cinco años que vivo solo, no sé convivir con nadie, no quiero convivir con nadie.

Me gusta, me da un gran placer estar solo. Si Hache se viene a vivir conmigo no aguantamos juntos una semana.

Sería un desastre.

Liliana - ¿Y qué hacemos? ¿Le compramos una 45 para que no falle?

Martín - ¿Pero él sabe algo de todo ésto? ¿Él se quiere venir a España?

Liliana - No sé, preguntáselo vos. Tampoco hay que decirle que se va a ir a vivir allá, llevátelo de vacaciones.

Decíle que por un mes, que querés estar con él. Yo creo que no le va a joder.

Y a vos te va a hacer bien sentirte padre. No es definitivo, es para probar. Es como el polvo que tenemos pendiente.

No tenés nada que perder.

Martín - No sabía que estaba pendiente.

Liliana - Bueno ahora ya lo sabés.

Mira Martín, yo sé que estás pensando lo mismo que yo.

Soy una mierda, pero soy lo que soy.

Yo a tu hijo lo quiero mucho.

Pero nada, entendés, nada, ni él ni nadie van a hacerme perder ésto que tengo.

Martín - ¿Desde cuándo te da por leer?

Hache - Hace un par de años, pero no leo mucho.

Martín - Algo es algo. Y por qué no leías, ¿para llevarme la contra?

Hache - No, me aburría. Y me jodía, porque vos siempre decías que el que no lee es un tarado.

Martín - Yo nunca dije éso. Me daba bronca que te perdieras uno de los mayores placeres que hay en la vida.

Hache - Y el que se pierde éso es un tarado.

Martín - Seguí leyendo y dejáme dormir.

Ya que le das bola leéla más de una vez, es uno de los grandes, es muy sabio.

Escribió cinco novelas y paró, no escribió más, para qué.

Muy sabio.

Dante - ¡Martincito, qué alegría verte, coño!

¡Estás hecho un hombre, estás guapísimo! ¡Pero bueno, cómo se puede cambiar así en cinco años!

Hache - Vos estás igual.

Dante - Menos el pelo, pero estoy en forma. Pero bueno, ¡estás increíble, increíble!

Martín - Y en compás los chicos crecen, el mundo es un pañuelo. ¿Nos vamos?

Dante - Sí, los chicos crecen sí, pero no todos tienen la suerte de Hache de parecerse cada día más a la madre.

Dante - Podías haber traído algo más pequeño, ésto es de profesional, y tú no eres profesional. ¿Tocas bien?

Hache - Bueno.

Dante - ¿Qué onda?

Hache - Hardcore. Como heavy metal, punk...

Dante - Un poco duro para mí. ¿Nada de los Rolling? ¿Blues?

Hache - Blues.

Dante - Con éso me atrevo. Algún día voy a escuchar algún blues a lo Hendrix.

Hache - No, ni parecido. Hendrix es lo más.

Dante - ¿Te gusta Jimi Hendrix? Entonces no todo está perdido macho. Eres recuperable.

Dante - Oye, Hache está fenomenal. Le veo muy bien, muy entero, aplomado.

¿Has hablado con él? ¿Te ha dicho qué le pasó?

Martín - Hache no habla, Dante. Nunca habló, por lo menos conmigo.

Desde chico, cada vez que quiero hablar de algo terminamos a los gritos. Se cierra, no escucha, no habla.

Él dice que no quiso matarse, que se pasó, pero miente. Se niega a decirme qué le pasa.

Dante - De qué te extraña, es igual que tú.

Martín - Peor, no tendría que haberlo traído. Tendría que haber dicho que no. Soy un boludo, vamos a terminar a las patadas.

Dante - Ala, ya estás exagerando. Un mes pasa pronto hombre. Con un poco de buena voluntad...

Martín - No es un mes.

No es un mes, se queda. Liliana no quiere que siga viviendo con ella. No le digas nada a Hache, él no sabe nada.

Tengo que convencerlo para que se quede conmigo.

Dante - No creo que tengas que convencerle, aceptará encantado. Pero alguien tendrá que convencerte a ti.

No entiendo qué coño te pasa, ¿no es lo más natural que un hijo viva con su padre?

Se supone que un padre que quiere a su hijo quiere tenerle cerca.

Martín - No es quererlo, es peor. Es mucho más fuerte. Si tuvieras hijos no haría falta decírtelo.

No es joda cuando uno dice que es capaz de dar la vida por su hijo.

Tenés miedo, no se puede controlar, tenés miedo a que le pase algo, querés estar siempre con él para cuidarlo.

Pero vos sabés que no puede ser. No es miedo a que se muera, es miedo a que le pase algo, a que sufra.

No podés ni pensar en que se puede morir, te duele pensarlo, te da pánico porque sabés que si...

Sabés que si eso llega a pasar... no vas a sufrir ni te va a doler.

Te va a destruir. Vas a dejar de existir aunque sigas viviendo.

Si se muere te morís con él.

Así de sencillo.

Pero igual, todo ésto no quiere decir que él y yo podamos vivir juntos.

No podemos.

Dante - Lo que yo siento por Hache es muy parecido.

Martín - Ni por putas me vuelvas a decir que no lo quiero.

Dante - Lo dije para pincharte.

Martín - Ya lo sé pero ni de coña. Me jode.

A veces lo pienso. A veces me quiero convencer de que no lo quiero tanto.

Cuando me doy cuenta de que está lejos, cuando me entra el miedo.

No sirve para nada, yo sé que no puedo cambiar lo que siento

pero trato de pensar que no lo quiero para que no me importe, para que no me duela.

No pienso nada malo, lo siento.

Pero me jode.

Soy un hijo de puta por pensarlo.

Dante - Si no puede vivir contigo, ¿por qué no se viene a vivir conmigo?

Martín - ¿A dónde, al hotel?

¿Te digo que tengo miedo por él, y querés que viva solo en un hotel que es lo más deprimente que hay?

A vos no te deprime porque estás pirado.

Dante - Es un buen hotel, para nada deprimente. Y no quise decir que viviera solo.

Hay apartamentos más grandes que el mío. Dos dormitorios y un salón.

Yo me llevo divinamente con tu hijo, si él está de acuerdo, pues se acabó el problema.

Martín - Lo peor que se le puede hacer a un chico que andá perdido y coqueteando con la droga es mandarlo con vos.

Dante, sos mi amigo y te acepto tal cual sos, no te critico ni te juzgo.

Pero, sin ofenderte, reconocé que serías un ejemplo desastroso.

Dante - No sé por qué, no es para tanto, y no creo que ver que alguien es capaz de vivir como piensa sea un mal ejemplo.

A ti te parecería cojonudo que hablara de la libertad, que me cagara en las convenciones

pero que no tuviera los huevos para ser coherente y hacer lo que hago.

Ese ejemplo ya lo tiene en casa. Tú eres tan amoral como yo, pero no ejerces.

Martín - Qué le vas a explicar a Hache cuando vea el desfile de mariquitas, putas desorejadas

adolescentes adictas que te follan por una dosis, dealers que aparecen en medio de la madrugada.

Cómo le vas a hablar del peligro de la droga cuando te encierres tres días a meterte merca sin parar

fumando opio para evitar la monotonía, alternando con heroína. Y paso por alto las borracheras.

¿Vas a cambiar de vida cuando Hache esté contigo?

¿Vas a decirme que sos capaz de dejar todo éso?

Dante - Soy capaz de dejarlo, pero no pienso hacerlo. No puedo ir en contra de mis principios.

Yo no siento culpa por lo que hago Martín, soy epicúreo. (Nota: epicúreo, aquel que busca placer exento del dolor)

Vivo para el placer, y me parece una elección inteligente.

No, no... seguiría viviendo como hasta ahora, con los mismos hábitos.

Lo que sí te puedo prometer es que seré muy discreto. Aunque sepa que algo estoy haciendo, nunca sabrá exactamente qué.

Martín - Discreto las pelotas. Lo que más te atrae es romper los límites y perder la conciencia como sea.

Te encanta desmadrarte y cagarte en lo que piensen los demás.

¿Vos te creés que en medio de esos orgasmos mentales vas a pensar en Hache y pisar el freno

y ser capaz de ser un caballero formal y discreto?

Martín - Es el mejor vino que vas a probar en tu vida. ¿El vino así te gusta?

Hache - A veces tomo.

Martín - Digo si te gusta, si probás distintas clases, distintas marcas.

Hache - Tetrabrik y gracias, en casa hay economía de guerra.

Martín - Ah.

¿Te llevas bien con Miguel Ángel?

Hache - Es buen tipo, me dio plomo pero no joda.

¿Qué es la Suprema ---- (??)?

Martín - Creo que viene con ciruelas y otras frutas, creo.

Hache - Una Maryland entonces.

Martín - Lo que tienen aquí mejor es el pescado, eh. Pedíte una lamprea, es exquisita y no hay en cualquier sitio.

Hache - No me gusta el pescado. Y de postre quiero Charlotte.

Martín - Te traigo al mejor restaurante de Madrid y pedís menú de puta.

De verdad, no sé por qué, pero si invitás a una puta a cenar no falla, Suprema y Charlotte.

Está bien, pedí lo que quieras.

Hache - ¿Todo éso hay que hacer? Parecés un experto.

Martín - No soy un experto pero algo entiendo.

Yo voy a tomar una lamprea, y el señor una Suprema Maryland. Y antes unas endivias y un poco de jamón ibérico.

Camarero - Muy bien.
Martín - Gracias.

Martín - Contáme un poco de lo que hacés. ¿Tenés un grupo de rock, no? ¿Les va bien?

Hache - Hardcore, pero no somos un grupo en serio. Nos juntamos y tocamos, pero no damos un mango.

No nos interesa ser profesionales, nos gusta tocar, nada más.

Martín - A mí me hubiera gustado ser músico.

Si te gusta seguílo, dedicáte en serio. Tocar de oído está bien, pero es mejor si sabes algo de composición, armonía...

Aquí en Madrid hay un par de buenas escuelas, podías aprovechar.

Hache - Estaría bien, pero es poco tiempo. Voy a estar un mes, y un mes no te alcanza.

Martín - ¿Por qué un mes, por qué no te quedas un poco más? Dos meses, tres. ¿Tenés que volver por algo?

Si ves que extrañás mucho te volvés pero no te pongas una fecha. Quedáte el tiempo que quieras.

Hache - Me puedo quedar a vivir.

Martín - ¿Por qué no? Viviste en Madrid hasta los catorce años, es tu ciudad tanto como Buenos Aires.

Hache - Papá, por favor, no me sigas haciendo el verso. No me trajiste de vacaciones.

Me trajiste para convencerme de que me quede a vivir aquí. No soy boludo, mamá no quiere que me quede a vivir con ella.

No me lo dijo pero me hizo sentir que sobraba, hace rato que me viene echando.

Así que no te gastes en hacer un trabajo fino, me voy a quedar. Me tengo que quedar, no puedo elegir, no tengo a dónde ir.

Martín - No es así, no tenés que quedarte, nadie te obliga.

Si no querés estar aquí te vas, de algún modo lo podemos arreglar, pero la decisión es tuya.

Hache - Madrid me gusta, no me importa tener que quedarme. Pero en tu casa también sobro, no querés que viva con vos.

Martín - Estás hablando al pedo, no es así para nada.

Lo que pasa que no es fácil, para un tipo que ha vivido cinco años solo, que tiene su rutina

que además es medio maniático y encima tiene un carácter --(??), no es fácil cambiar de golpe.

Ya de por sí no es difícil convivir, imagináte lo que me cuesta a mí. Pero no sobrás hijo, mi casa es tu casa.

Vos vas a estar bien, y Madrid es un buen lugar para vivir.

Hache - ¿No extrañás? ¿Nunca te dieron ganas de volver?

Martín - Eso de extrañar, la nostalgia y todo éso es un verso.

No se extraña un país, se extraña el barrio en todo caso. Pero también lo extrañás si te mudás a diez cuadras.

El que se siente patriota, el que se cree que pertenece a un país es un tarado mental. La Patria es un invento.

Qué tengo que ver yo con un tucumano o con un salteño, son tan ajenos a mí como un catalán o un portugués.

Son estadísticas, números sin cara.

Uno se siente parte de muy poca gente. Tu país son tus amigos, y eso sí se extraña. Pero se pasa.

Lo único que yo te digo es que cuando uno tiene la chance de irse de Argentina tiene que aprovechar.

Es un país donde no se puede ni se debe vivir, te hace mierda.

Si te lo tomás en serio, si pensás que podés hacer algo para cambiarlo, te hacés mierda. Es un país sin futuro.

Es un país saqueado, depredado, y no va a cambiar. Los que se quedan con el botín no van a permitir que cambie.

Hache - Que la Patria es un verso estoy de acuerdo, pero en lo otro sos muy pesimista, todo puede cambiar.

No creo que estemos mucho peor que otros países.

Martín - Pero Argentina es otra cosa. No es un país, es una trampa. Alguien inventó algo como la zanahoria del burro.

Lo que vos dijiste, puede cambiar. La trampa es que te hacen creer que puede cambiar.

Lo sentís cerca, ves que es posible, que no es una utopía, el ya, mañana, y siempre te cagan.

Vienen los milicos y matan treinta mil tipos.

O viene la democracia y las cuentas no cierran, y otra vez a aguantar y a cagarse de hambre

Y lo único que podés hacer, lo único en que podés pensar es en tratar de sobrevivir o de no perder lo que tenés.

El que no se muere, se traiciona y se hace mierda. Y encima te dicen que somos todos culpables.

Son muy hábiles los fachos, son unos hijos de puta. Pero hay que reconocer que son inteligentes.

Saben trabajar a largo plazo.

Contáme un poco de vos ahora, yo ya hablé bastantes pavadas. ¿Qué me decís del vino?

No lo tragues de golpe, tenélo en la boca, saboreálo.

No tiene sólo gusto a vino, te vas a dar cuenta que sabe a uva, a frutas, a madera.

Es como leer, como los libros, es un placer que no te podés perder.

Hache - Si me lo pierdo soy un tarado.

Martín - Tarado total. La baba...

Hache - Buenísimo, increíble. Tarado no, pero borracho seguro.

Martín - Al principio le dieron un año conmigo y otro con ellos, seis meses y seis meses.

Pero era un quilombo por el colegio, era imposible. Era mejor que te quedaras con tu vieja, te iba a cuidar mejor que yo.

La misión de las madres es cuidar de los hijos, están condenadas a ellos desde hace siglos.

Y la verdad es que nadie lo hace mejor que ellas.

Alicia - ¿Hache? Vos sos Hache. Por fin te conozco, bienvenido.

Me da mucha alegría saber que ya estás bien. Yo soy Alicia.

Ni idea de quién soy, ah. ¿No te habló de mí verdad? No, por supuesto que no.

Hay más cervezas en la nevera eh, y compré helado si quieren.

Martín - ¿Qué hacés aquí?
Alicia - Dante me dijo que habían llegado.

Martín - Podías avisar que venías.

Alicia - Pero te llamé mi amor, lo que pasa es que no estabas. ¿Te molesta?

Si me das las llaves se supone que puedo venir sin permiso, ¿no?

Martín - ¿Qué es éso?

Alicia - ¿Ésto? Merca.

Martín - Te dije bien claro que no quiero droga en mi casa.

Alicia - Ah... ya sé, ya sé, ya sé, perdonáme, lo que pasa es que me la regaló... me la regaló una íntima amiga, eh... Carmen.

Pensé... se me ocurrió que podíamos probarla, qué sé yo, por una sola vez dicen que no pasa nada.

Martín - Lleváte éso de aquí, Alicia.

Hache - Bueno yo los dejo, me voy a dormir, que la pasen bien. Seguro que la van a pasar bien.

Alicia - Chao.
Hache - Chao.

Martín - Encantado. Chao papá.

Alicia - Muy listo es eh, me encantó. Y muy guapo.

¿Por qué no tomás una rayita? Está buenísima, dale.

Martín - Te dije que te la lleves, y andáte vos también.

Alicia - Ay Martín, ¿qué te pasa? ¿Por qué estás tan enculado, a ver?

Martín - La próxima vez no vengas sin avisarme, esperá que yo te llame.

Ya no vivo solo, no podés ser tan desubicada, ¿qué puede pensar mi hijo?

Alicia - A ver, ¿qué puede pensar tu hijo? ¿Qué puede pensar tu hijo, eh?

Que estás viejito pero todavía estás muy fuerte como para tener una amante mucho menor que vos, y a la que tenés dada la vuelta.

Alicia - Mi amor, los hijos saben que los padres cogen...
Martín - No es por eso, es por la merca.

Alicia - La merca, oh la merca, ¡la merca!

Martín - ¿No sabés que se metió una sobredosis? ¿Con qué cara le digo que no se drogue cuando ve que el padre se da con todo?

Nunca más traigas nada, y ahora andáte Alicia. ¡Andáte de una puta vez!

Alicia - Sí, me voy. Seguro que me voy. Y vos te podés ir a la puta madre que te parió.

Y además me voy a llevar todo ésto, todo las rayitas, mirá cómo me las llevo, mirá.

Así, te voy a dejar sin nada para que te jodas, para que te quedes sin nada.

Estás cada día más viejo y más retrógrado, sabés. Hablas como si fueras una señora gorda.

Tu hijo se enteró de todo eh, entendió todo, y se estaba cagando de risa.

Pero más se va a reír si te seguís haciendo el padre ejemplar. Y si se droga, va a seguir drogándose.

Seguro que sabe de drogas muchísimo más que yo, se debe haber metido de todo como cualquier adolescente de hoy.

Porque los años sesenta mi amor, ¡pasaron, se terminaron! ¡Y vos no te enteraste!

Tomá las llaves.

Métetelas en el orto.

(Música de guitarra)

(Golpean la puerta)
Hache - ¿Sí?

¿Vos sabés la hora que és? ¿No podés tocar a una hora un poco más normal?

Tenía ganas de tocar, pero si es una orden paro.

No, tocá todo lo que quieras. Puede ser un poco más bajito.

Sí.

(Guitarra de fondo)
¿Te desperté? Soy yo, Martín.

Ah sí, ya está bien sí, lo traje conmigo. Gracias.

Escucháme Jose, ya tenés director. Voy a hacer la película. Bueno pará, pará... pará un poco, la hago con dos condiciones.

Necesito dos semanas para corregir el guión.

Vale.

La otra es que Dante sea el protagonista.

Yo no tengo nada que pensar, lo tengo decidido. A vos también te pareció bien.

Ya lo sé, no es ningún secreto, Dante mismo lo dice. Tiene los huevos para decirlo, ¿pero vos lo viste drogado alguna vez?

Ni vos ni nadie. Nadie puede decir que haya perdido un día de rodaje o suspendido una función porque estaba zumbado.

Se puede meter de todo pero nunca maltrabaja.

Éso es otra cosa.

No es simpático y hace todo lo posible para ser desagradable, pero es un profesional, un gran actor.

El mejor, sin duda el mejor para ser el macarra.

Jose, si Dante no va no hay trato.

Buenos días.

Alicia - Por favor, necesito que me cargues la cinta con los descartes, hay un plano...

Martín - Hola.

¿Mucho trabajo?

Alicia - Poco y nada. Tú sabés que estamos en verano.

Martín - ¿Es un largo?

Alicia - Publicidad, quince segundos.

Tengo que entregarlo hoy, así que como no tenés nada que hacer aquí te voy a pedir que te vayas.

Martín - Te dejaste ésto en casa.

Voy a hacer la película. Vine a decirte que quiero que hagas el montaje.

Alicia - No sé, si no me ofrecen nada mejor, puede ser.

Guárdatelas Martín, ya te dije lo que podías hacer con ellas.

Martín - Son tuyas Alicia. Te pido que te olvides de lo que pasó la otra noche.

Me porté como el culo, te pido disculpas. Me preocupa mucho mi hijo, por eso reaccioné así.

Alicia - Ya lo sé.

Martín - Te dejo trabajar.

Por tres o cuatro semanas no me llames, voy a estar en el sur.

Alicia - No pensaba llamarte mi amor.

Martín - Voy a buscar lugares y a corregir el guión. Cádiz, Mojácar, Almería...

Jose me deja su casa en la playa.

Alicia - Qué bien.
Martín - Piscina frente al mar, no está mal.

(Martín apaga el vídeo)

Martín - No vine sólo a pedirte disculpas, vine a pedirte que me acompañes.

Quiero que vengas conmigo Alicia.

Alicia - ¿A vos te parece que puedo tener ganas de estar contigo después de lo que hiciste?

Dante - ¿Llevas todo?

Martín - Sí, llevo todo sí. Llamá a Alicia y decíle que ya salimos, que nos espere abajo.

Conductor - Vale.

Martín - Joder la cámara... la cámara de vídeo.

Hache - ¿Dónde la dejaste?

Martín - Arriba de la cama creo.

Cuidámelo, Dante. Tratá de que no se quede solo mucho tiempo.

Una cosa, nada de droga, y no traigas a tus machos.

Dante - Hache sabe cómo soy y me acepta, no tiene tus prejuicios.

Martín - Es igual, un gramo de merca y te dejo la cara como Frankenstein.

Dante - Si tienes tanto miedo, ¿por qué no te lo llevas contigo?

Martín - Voy a trabajar, no a pasear.

Dante - Pero te llevas a Alicia. Mira, no me cuentes historias. No te gusta ser padre pero te faltan huevos para reconocerlo.

Vete tranquilo, va a estar mucho mejor conmigo.

¿Qué tal?

Está muy bien. Un poco vieja pero bueno, está hecha hace diez años.

Sólo los clásicos no envejecen. Pero tu padre no ha hecho ningún clásico, no es un genio.

Él es sólo un buen artesano que sabe narrar. Y no lo digo como crítica, es un elogio.

Son muy pocos los que han llegado a éso. Son muy pocos los que respetan el oficio que han elegido.

¿A ti nunca te dio por el cine?

No, nunca.

¿No has pensado nunca en seguir los pasos de tu padre? Es casi una regla.

Nunca. Me gusta verlo, veo bastante seguido pero nada más.

Me encantaría que te diera por ahí sólo por ver la cara de Martín al comprobar que eres mejor que él.

Si te da por ahí no tengas miedo de competir con papá. Si hicieras cine serías mejor que él.

¿Por qué mejor?

El cine importa cuando habla de la gente, y tú ves a la gente. Pero tu padre no ve a nadie más que a sí mismo.

-No sé si...
-No quiere ver ni quiere que le vean.

Sus películas tienen su estilo sí, pero él no está en ninguna, su corazón no está en ninguna.

A lo mejor yo soy igual.

¡Y una leche! Tú eres un lúcido total igual que yo. Tú ves a la gente de entrada, tal cuál es, aunque no se quieran mostrar.

En cuanto conoces a alguien sabes quién es. Y lo que sigue luego te demuestra que casi nunca te equivocas.

Eras así ya desde pequeñito, y éso no se pierde. Porque es un don, una percepción, intuición femenina o lo que coño sea.

Pero si lo tienes, lo tienes.

¿Por qué es femenina la intuición?

En mi caso no hay duda, en el tuyo está por verse.

¿Qué somos, el hombre de los rayos x?

No, somos los invasores. Porque cuando los lúcidos se encuentran, se reconocen.

Los invasores se daban cuenta porque tenían el dedito duro, y nosotros por la muñeca avivarada.

Dante, ¿tenés algo?

Unas ganas de mear... ahora vengo.

Digo algo, algo para llegar a la noche.

Te puedo contar un chiste.

Dale Dante, algo de hash, merca, ¿tenés?

¿Por qué te quisite matar, eres gilipollas? ¿Cómo se puede abandonar antes de empezar?

Yo no me quise matar, pero no me vas a creer. No sé que carajo pasa pero nadie me cree.

Dime cómo fue.

Me quería ir de casa. Estaba enamorado de una chica, le dije que se viniera a vivir conmigo pero no me dio bola.

Me jodió pero en ningún momento se me ocurrió suicidarme por eso.

Me emborraché eso sí, tenía mucha bronca, quería borrarla, dejar de pensar en ella, pero no podía.

Cuando me dieron el Dog ya estaba en pedo, me metí mas rayas de las que podía aguantar.

Pero fue de boludo Dante, te juro. Mi vida no será maravillosa pero no me dan ganas de matarme.

Tampoco me importa si me muero, mira, me da igual estar vivo que estar muerto. Si estoy vivo sigo.

Siempre hay que seguir, aunque sólo sea por curiosidad.

Vale, ya has encontrado a alguien que te cree.

¿Qué hay de la droga? Puedes decir lo que quieras, sin vergüenza, estás hablando con un adicto.

¿Estás enganchado?

Para nada. Algún porro, algo de merca cuando me invitan.

Si hay no digo que no, me gusta, pero no me vuelvo loco por conseguir algo.

¿Y compras con frecuencia? ¿Una vez al mes, una vez a la semana?

Yo no compro, nunca compré.

Vale. Perdona pero me estoy meando.

Tengo de todo, ahora cuando vuelva hago unas rayitas eh. Pero si tu padre se entera me corta las pelotas.

Un poco no hace daño, al contrario, pero quién se lo explica.

Y que quede clara una cosa, es sólo por hoy y como regalo de bienvenida. No me vuelvas a pedir, no soy tu dealer.

Algunas te dan placer, pero no todas. Te pueden dar pánico o hacerte sentir una angustia insoportable.

Yo no soy un adicto, Hache. Digo que soy adicto para escandalizar a los --- (??) pero no es verdad.

Me apasionan las drogas, he probado todas las que he podido conseguir. Coño, me fui a Méjico nada más que por el peyote.

Pero nunca lo he hecho para buscar el placer, o para ser feliz, o para no afrontar la vida.

Las drogas son maravillosas porque te abren la mente, te hacen comprobar que la verdad no existe, que todo es relativo.

La droga te da otra visión, otra dimensión. Te hace ver que nada es lo que parece, que nada es.

La única realidad es tu realidad, y será lo que tú seas capaz de ver.

Cuando te llegue el momento de probarlas, no tengas miedo. Eres un lúcido, eres inteligente, tienes el deber de hacerlo.

Eso sí, no pierdas nunca el control. Mientras tú las controles no hay peligro. Que no te controlen ellas a ti.

Yo estuve enganchado con el caballo, con la heroína, y por poco no salgo.

Lo dejé todo, me fui de Madrid, pasé seis meses en un infierno. Pero pude salir, la mayoría no sale.

Si te ofrecen, porque te van a ofrecer, ni se te ocurra aceptar. La mezclan con cualquier cosa, puedes palmar en un segundo.

Si quieres probarla, lo harás conmigo. Pero sería mejor si no lo hicieras, es demasiado buena.

Además, no lo harías sin que lo supiera tu padre y no creo que él esté de acuerdo.

Hache, ¿te importa volver solo al apartamento?

No me esperes levantado eh, volveré tarde.

Dejáme una rayita.

Ni hablar, por hoy ya has tenido bastante.

Ala, a dormir niño.

¿No piensas dormir?

¿Todo bien?

Menos de lo que prometía, pero no ha estado mal.

Sigue tocando.

Venga. ¿Eso era tuyo? Pues era muy bonito.

Dale, sigue.

¿Sos activo o pasivo?

Esas cosas a ti no te importan, no seas indiscreto.

Desde chico, desde que más o menos supe que eras gay o algo así, siempre quise saberlo. Pero si te importa no me lo digas.

Cuando un hombre se mete en la cama con otro hombre para hacer el amor, es igual que con una mujer.

Haces todo lo que te da placer. Haces y dejas hacer.

¿Te gustan más los hombres que las mujeres?

¿En general dices? No. De qué sexo sean en realidad me da igual, es lo que menos me importa.

Me puede gustar un hombre tanto como una mujer. El placer no está en follar, es igual que con las drogas.

A mí no me atrae un buen culo, un par de tetas o una polla así de gorda.

Bueno, no es que no me atraigan. Claro que me atraen, me encantan, pero no me seducen.

Me seducen las mentes, me seduce la inteligencia

me seduce una cara y un cuerpo cuando veo que hay una mente que los mueve que vale la pena conocer.

Conocer, poseer, dominar, admirar. La mente Hache, yo hago el amor con las mentes. Hay que follarse a las mentes.

Dante - Desde que me fui de mi casa, a los diecinueve años, siempre he vivido en hoteles.

O en casa de amigos, pero por poco tiempo.

Siempre que me he quedado demasiado los he perdido.

Ahora soy más prudente, y me niego a ser parte de la intimidad a los que quiero.

Nadie tolera el testigo de sus miserias ocultas.

Mi casa de Vallecas no era lo que se puede llamar una casa, era una de esas pajareras para pobres.

En un espacio más pequeño que ésto vivíamos seis.

Hache - A mí me gustaría tener una casa frente al mar.

Bien pegada al mar y sin gente alrededor.

Dante - A mí también, pero después de los setenta, si llego.

La casa propia es una tumba, Hache. Es el final del camino.

No hay que hacer nada por conseguirla, hay que dejar que venga sola, si viene.

Y sólo se puede aceptar si estás cansado de vivir y lo que quieres es tumbarte al fresco, tumbarte de tumba.

¿Te das cuenta?

No pongas esa cara chico, la hora está bien y yo estoy de puta madre.

Si te aburres, me esperas fuera y listo.

¡Te dije que no compraras!

Hache - Me la regaló un amigo, me dijo que era buena, y si es buena quiero probarla.

Pero entre vos y yo, no me jodas con pedirle permiso al viejo.

¿Qué diferencia hay entre fumarla y picarse?

Dante - El flash es más fuerte y dura un poco más. La has fumado.

Hache - Me hizo bien, me hizo sentir muy bien.

¿Qué tal es?

Dante - El color es un poco raro pero supongo que estará bien.

Déjamela y ya veremos. Bueno vámonos que llego tarde.

Hache - Tiene que ser esta noche. Me voy, me vuelvo a Buenos Aires.

Mañana marco el pasaje y si hay vuelo me voy mañana.

Dante - ¿Has avisado a tu padre?

Hache - No hablé con él desde que se fue, Dante.

¿Se lo podés decir vos?

Dante - Claro que puedo pero, ¿qué le digo? No sé por qué te vas.

¿Por qué las prisas? ¿Qué has dicho a tu madre?

Hache - No sabe nada. Cada vez que llamo está esperando que diga que me quedo, pero no se anima a preguntármelo.

No me voy a mi casa, me voy a meter a un hotel, no tengo casa.

Dante - Eso es una gilipollez hijo.

Si te vas es porque te sale de los cojones, no busques excusas.

¿Y quién gobernaba cuando colgaron al Visir?

Un campesino.

¿Y por qué pasó todo ésto?

La guerra hermano, demasiado tiempo en guerra y ninguna justicia.

Yo y mi amigo el policía os haremos oír lo que decía mi abuelo.

Por qué no sangran ya nuestros hijos... por qué no lloran ya nuestras hijas.

Para conquistar el techo del mundo hay que arrancar el techo de las chozas.

Nuestros hombres son llevados a los cuatro vientos para que los ricos cenen en sus casas.

Los soldados se matan entre sí, los jefes se saludan entre sí.

Los ricos gobiernan, ¡por éso no sangran ya nuestros hijos!

¿Es así? ¡Es así!

Sí, sí, así es.

¿Queréis escuchar hasta el final?

Ésto no es un drama. Es una farsa, aunque no lo parezca.

Si llegamos al final pasará lo de siempre, vosotros os levantaréis para aplaudir

y nosotros saldremos varias veces a saludar, y seremos cómplices de la farsa, de vuestra farsa.

Luego volveréis a vuestras casas y todo seguirá igual. Seréis tan corruptos, tan hipócritas y tan mierdas como siempre.

Pero tendréis la conciencia tranquila porque sois modernos, habéis aplaudido a rabiar una obra de izquierdas muy dura.

¡Durísima tío!

No estáis de acuerdo con el mundo que os ha tocado, pero no podéis cambiarlo. Hay que aceptar las reglas del juego.

Pero vosotros no sois culpables, porque todavía sois capaces de soltar una lágrima por la revolución que no pudo ser.

Sois unos farsantes hijos de puta que merecéis mi más profundo desprecio.

Durante un año he sido vuestro bufón. Me avergüenza no haber tenido el coraje de hacer ésto mucho antes coño.

Me niego a seguir siendo vuestro cómplice. ¡Venga, que siga la farsa!

Pero desde esta noche no contéis conmigo.

Niño, vámonos, venga, vámonos.

¿Te vas en serio?

¡Es lo más serio que he hecho en mi vida!

¡Dante, por favor, no puedes hacerme esto! ¡Tienes que regresar, no tienes derecho!

¡Eres un drogón Dante! ¡Eres un cabrón drogadicto y marica!

No, no estoy drogado tio, ¡pero me siento mejor que si me hubiera metido un pico!

¡Estuviste genial, se quedaron muertos! ¡No sabían cómo reaccionar! ¡Estás más loco de lo que yo creía!

------ (??) decir que estabas drogado. Si te llaman poco te van a llamar menos.

Pues mira, nunca se sabe. Por primera vez he hecho honor a mi fama, nunca trabajé drogado pero la leyenda dice que sí.

Bueno, pues ahora tienen un buen motivo para llenarme de mierda, o para darme trabajo nunca se sabe.

Mira por dónde, el escándalo puede resultar atractivo. La verdad es que no veía la hora de tomarme unas vacaciones.

Mañana nos vamos al sur, tú te dejas de joder con Buenos Aires y con la heroína, y te vienes conmigo.

Y ya que has decidido no ser un sudaca inmigrante, vas de turista y estás obligado por cojones a pasártelo bien.

Un par de semanas y luego te vas, venga di que sí, que es un favor que te pide un amigo.

Bueno, está bien, está bien.

(Claxon)

Alicia - ¡No lo puedo creer, que han venido!

Dante - ¡Oyeya!

Alicia - ¡Hola bebé!

Dante - ¡Mira, champán francé nena! ¡Nada de cava, auténti!

Se te cae, se te ve la tetilla.

Alicia - ¡Qué bueno! ¿Pero qué trajeron, de todo?

Dante - Tequila, quesos, de todo todo.

Alicia - Quieren que engorde como una guarra.

Dante - Tienes que conseguir hielo en el pueblo, mucho hielo.

Alicia - Hay una gasolinera cerca.

Dante - Alicia, tienes que ser sincera conmigo y decirme si estamos interrumpiendo algo así como una luna de miel.

Si es así nos buscamos un hotel.

Alicia - Luna de miel... nada. Estoy muy contenta de que hayan venido, estoy todo el día sola, aburrida, me pongo muy loca.

Tu viejo está con un humor de mierda. Es su manera de esconder el miedo que le da volver a filmar.

Soy yo la que tendría que no haber venido. Pero ahora que están ustedes aquí está todo bien.

¿No vas con él a ver lugares?

No, no quiere. Tomo el sol, leo. Podría estar haciendo lo mismo en Madrid pero sin él.

Aquí por lo menos lo veo un ratito por las noches.

A ti el dorado te sienta bien, ¿eh? Tetas de oro, pezones de cobre... roarr...

Dante - Estás irresistible.

Alicia - ¡Qué puta zalamera eres!

Pero es verdad, morena mato.

¿Qué hacen aquí, pasó algo?

Dante - Deberías librarte de esa tendencia al pensamiento trágico que te domina, es verano nene.

En verano no se hace nada ni nunca pasa nada.

Estábamos buscando un sitio para descansar unos días, y nos hemos desviado porque nos apetecía tomar algo con vosotros.

Alicia - Se quedan unos días con nosotros. Hay lugar de sobra.

Dante - Contrólate Martín, un caballero no debe exteriorizar su alegría de manera tan desaforada.

¡Uy, y se va!

¿Así todos los días?

Alicia - Así y peor. Le falta ladrar.

Niño, en cuanto estés listo nos vamos a cenar al pueblo. No te quedes dormido.

Vámonos Dante, a Madrid o a otro lado, no tiene sentido que nos quedemos.

Cuando quieras pero no esta noche.
Siempre hay tiempo para irse.

(Golpean la puerta)
-¡Dante!

Pasa.

-¡Hola!
-Hola.

¡Ala!

Vengo a hablar con Martín.

Está arrugándose en la bañera, dice que así se relaja.

¿Quieres una rayita? Llegaste justo.

Ahora no, muchas gracias.

Bueno aquí la dejo, cuando quieras tomás.

Oye niña, ¿tú no deberías frenar un poco?

Yo puedo parar mañana eh, pero no quiero frenar.

Quiero sentirme bien siempre.

No pienso dejarla, es una de las pocas cosas que encontré en mi vida que no me fallan.

Me da lo que promete, lo que yo espero que me dé.

Martín tampoco me falla. No falla porque no me da nada.

¿Cómo se hace para que un tío se enamore de ti? A ver.

Nada, se enamora o no se enamora. Pero no dramatices.

Lo que suele pasar es que uno tarda en enamorarse.

O tarda en darse cuenta que está enamorado de alguien que estuvo ahí todo el tiempo, y que creyó que le era indiferente.

Tú tienes que seguir coqueteando y seduciéndole, no pierdas esa alegría y esa belleza que tienes.

Puede que las cosas no sean como tú las ves.

Es posible que él no lo sepa, pero está contigo, y si está contigo es porque te quiere.

No, porque no le molesto. Yo soy el tipo de chica que a los hombres le resulta cómodo.

No soy fea, tengo el sí fácil, el orgasmo todavía más fácil.

Soy sensual, apasionada, simpática, nada celosa, cuando estoy con un tío acepto lo que me da.

No exijo imposibles, cuando la cosa se pudre él se va o yo me voy, pero sin escándalo.

Moderna y pragmática, o sea, una pelotuda.

Martín es muy especial pero no es ciego.

Tú eres lo mejor que le ha pasado en su vida, la única mujer que ha conocido que vale la pena.

Tienes luz Alicia, y no tienes trampa. No puede perderte, si te pierde sería sin darse cuenta.

¿Quieres que te diga la verdad? Para mí Martín está profundamente enamorado de ti.

Dante... ¡Gracias!

No importa que lo que hayas dicho no sea verdad, me da igual.

Mi mejor amigo, en mi habitación, y delante mío.

Nunca vi nada tan descarado.

No seas malpensado que no es mi tipo, eh.

Estoy en mi etapa de orientales y todo lo demás me deja indiferente

incluso una belleza como Alicia, aunque esté dispuesta y con las bragas mojadas.

¡No seas guarro!

Le di un beso de amiga. Me dijo cosas muy lindas, por eso.

No hace falta que me den explicaciones, pero si tienen ganas de follar se van a otro lado.

Yo quiero dormir.

Pues mira, puede que sigamos tu consejo. Pero antes tengo que hablar contigo.

Yo también tengo que hablar contigo. Yo viene aquí a trabajar, no estoy rascándome los huevos ni tomando el sol.

Podías haber elegido otro lugar para irte de vacaciones.

No estoy para hacer sociales, necesito estar solo.

Si pudiera elegir, me iría a cualquier otro lado, ¡nunca contigo!

Yo no he venido aquí a pasear, he venido por tu hijo.

Me traje a Hache porque no se le puede dejar solo.

Ha intentado suicidarse otra vez, con tranquilizantes.

Lo descubrí justo a tiempo. Hablé mucho con él pero creo que lo único que logré fue demorar el momento.

¡No quiere vivir!

Todo por una mujer, pero... será posible, pero es absurdo.

Absurdo para vos que sos un ser superior que no necesita a nadie.

Hay mucha gente que se mata por amor, o por falta de amor.

Son seres inferiores que se dejan dominar por lo que sienten.

No es por una mujer, hay otros motivos. Hache se siente perdido, no encaja en ningún lado.

Su madre lo rechaza y tú también. Y por si fuera poco no sabe qué hacer.

Se aburre, se siente abandonado, está espantosamente solo, coño.

Le falta el instinto de vida, el impulso vital.

Hay que hacer lo que sea para que lo recupere, y el único que puede lograrlo eres tú.

Aunque te joda eres su padre, y ni yo ni nadie puede reemplazarte.

Tienes que hablar con él. Hablar, hablar, hablar. Aunque él no quiera y tú tampoco.

No va a querer Dante, te lo aseguro. No va a querer.

Justo ahora. No tengo tiempo, empiezo una película, tengo que trabajar en el guión.

Mira, eliges lugares por la mañana, escribes por la tarde y las noches se las dedicas a tu hijo.

Bueno no todas, porque también tienes que atender a Alicia.

No, los lugares ya están, ya encontré todo.

Bueno, pues mejor, tiempo es lo que sobra.

Inútil Dante, es inútil. Si está decidido lo va a hacer.

Da igual, lo que yo le diga da igual, no sirve.

Eso no se puede saber. A lo mejor no da igual.

Así, cualquier cosa, lo que sea. Lo que a vos te parezca una pavada, puede ser que a él le sirva.

Lo que me cabrea es no entender. Le dimos todo lo que pudimos, fue un chico feliz, sin problemas.

Cuando nos separamos tenía 14 años, se supone que ya era un chico formado.

Le jodió pero pudo entenderlo. ¿Qué hice mal? ¿Qué hice mal? No tiene sentido.

Todo, has hecho mal todo.

Has dejado que pasara la mayor parte de su tiempo en colegios caros que en el fondo tú despreciabas.

¿Qué tiempo le diste a tu hijo? Tiempo tuyo, ¿cuánto le diste, coño?

Nada, le diste las sobras.

Le diste el poco tiempo que te sobraba después de venir de trabajar

cuando ya estabas cansado, sin ganas de escucharle ni de hablarle.

Si te sirve de consuelo, no eres un caso aislado.

Has seguido los códigos de la clase media progre, has hecho lo que hace la mayoría.

¡Mira, coño, no me digas que no tienes tiempo, eh!

Hache necesita tu ayuda ahora, y lo menos que puedes hacer por él es dedicarle todo el tiempo que sea necesario.

Y se lo debes. Yo no puedo obligarte. Si tu hijo no merece el esfuerzo, me lo dices, y seguimos viaje.

(Vaso cae al agua)

Te metés y lo sacás, a ver si nos cortamos los pies.

¿Nos vas a hacer el honor de disfrutar de tu agradable compañía, o vas a seguir con el guión?

No estaba con el guión, es otra cosa. Tomá, leélo, después hablamos.

Sí, como no lo coja tu jefe de produccíon, vas listo guapo.

¿Qué te ha dao?

¿Qué es eso?

Algo que escribió, no está mal.

A ver.

Tiene gracia. "Buscar razones para vivir es una buena razón para seguir viviendo, y si no las hay hay que inventárselas".

No se puede ser tan burro. ¿Cómo se le ocurre que haciendo una lista por escrito, se va a comunicar con su hijo?

¿Sabes lo que ha hecho ese pedazo de bestia? ¡Le ha dado un texto!

Le ha dado un texto como si le hubiera dado un cambio de diálogo a un actor.

Lo único que se salva de ser una idiotez total, es lo de sentir placer haciendo lo que a uno le gusta, sin pensar en una meta.

Pero la caga cuando dice que no importa si no tiene éxito, si fracasa.

Joder si no importa, es lo que hace que uno sea una persona como una basura.

Puede ser que ésto esté bien como literatura, pero para un tipo como Hache, que se quiere suicidar, son puras boludeces.

Se va a pasar las razones por las pelotas.

No dice nada del dolor. No dice que hay cosas que duelen tanto que es mil veces mejor morirse.

Es como es él. No se mete a fondo en nada, no dice nada. Pero es simpático.

No soporta el dolor, y lo niega. Decide que no existe.

Es una puta mierda que no sirve para nada.

Ya está, ya la leí. ¿Hace falta que me la aprenda de memoria?

Hablemos en serio, por favor, aunque sea sólo por una sola vez. ¿Qué te pareció?

Está bien. Me gustó eso de amanecer borracho en los bares, filosofando con unos amigos. Éso lo conozco.

Es una buena razón, pero no la más importante. Dale bola a las otras también.

Yo no dije que no les voy a dar bola. Todo lo que decís tiene sentido. ¿Pero por qué me la diste?

Porque es para vos, la escribí para vos, ¿por qué va a ser? No podemos hablar, te escribo.

Espero que algo todo eso te sirva.

No sé que otra cosa puedo hacer para ayudarte, Hache.

Decíme vos, preguntáme lo que quieras.

Yo no sé si la vida vale la pena, pero no soy un suicida papá, no hacía falta la lista.

Negando los hechos no se soluciona nada, yo sé que en Madrid lo intentaste de nuevo.

Dante me contó todo.

Si no querés hablar ahora no importa. Cuando tengas ganas, yo estoy aquí.

Pero no mientas, no te mientas. Eso no te va a ayudar, te vas a joder nada más.

Martín - Si nos tomamos todo éso, vayan llamando una ambulancia.

Dante - Tres botellas por cabeza no es tanto. Ábrela tú, que eres el hombre.

Alicia - Yo no paso de media eh, me da pedo.

Dante - El pedo será general, nadie estará en condiciones de criticarte.

Alicia - No, no digo pedo de borracha. Además de borracha me da pedos.

Pedo de pedo, chicos, de gases si quieren que sea más educada.

Pero a mí, gases me suena peor, es más asqueroso.

Dante - Ventosidades...

Alicia - Mejor decir pedos. Mejor pedos que peditos. El champán me da pedos, qué le voy a hacer.

Dante - Con olor.

Alicia - Grosero. Ruido nada más, soy una dama.

Dante - Éso está por verse.

Si eres una dama la sonoridad será leve, y harás gala de esa aristocrática habilidad que consiste en toser al unísolo.

Caso contrario serás una vulgar pedorra.

Alicia - ¡Este guarro me está provocando que le haga una demostración!

Martín - Alicia...

Dante - Propongo un brindis. No se me ocurre por qué podemos brindar.

Hache - Yo sí. Yo quiero brindar por ustedes.

Por los tres. Por todo lo que están haciendo por mí.

Y porque ya pueden parar, no tienen que hacer nada más.

Dante largó el teatro, y me trajo aquí porque es un antiguo, y para él un padre y un hijo tienen que estar juntos.

Pero no pasó nada en Madrid, no hubo intento de suicidio.

Te mintió para que me dieras bola y no nos echaras

y porque tuvo miedo de que me enganchara a la heroína.

Así que lo voy a decir por última vez: no quise matarme, no quiero matarme, no tengo ganas de morirme.

Ustedes están preocupados por mí y eso me hace sentir bien, yo también los quiero mucho.

Pero ya está, se acabó, no me jodan más. Cuidense ustedes y vivan su vida.

Martín - ¿Es verdad lo que dijo?

Dante - ¿Tú dices si es verdad que no es verdad?

Martín - Pero me cago en tu puta madre Dante, cómo se puede ser tan hijo de puta de venir a decirme...

Dante - Si no nos hubieras hecho ni puto caso.

Matarse no, pero se me iba a Buenos Aires así como así, de un día para otro.

¿Estoy mintiendo?

Hache - Ya está, ya pasó, me quedo en Madrid, no me voy.

Martín - En Madrid se puede estar muy bien, qué hay allá que no tengas acá.

Alicia - ¿Extrañas mucho?
Hache - No es eso, aguanto bien, me siento como un turista...

Alicia - Búscate una linda mina, Hache.

En cuanto aparezca una gallega (argentinos de mierda) que te mueva el piso, se te va a pasar todo.

No te vas a sentir más extranjero, ni exiliado, ni turista, ni nada.

Vas a tener otros problemas más jodidos, pero si la piba vale la pena, los vas a superar.

Hache - Espero que sea rubia, con... que las tenga de oro, con pezones de cobre.

Alicia - Eso es muy atrevido. Y muy seductor.

Martín - ¿Qué es eso del cobre? ¿Qué?

Dante - Sorda, poesía barata que improviso cuando estoy muy cachondo.

Alicia - Sea como sea, nunca te enganches con Argentina.

Te vas a hacer pelota y vas a empezar a extrañar como loco. Lo sé porque me pasa a mí.

Martín - Nadie te ata, podés volver cuando quieras.

Alicia - Gracias, sos un encanto.

Hache - ¿Por qué te viniste?

Alicia - No fue por seguir a tu padre, si eso es lo que quieres saber.

Por él me quedo, aunque él no ve la hora para fletarme para Buenos Aires.

Martín - No inventes, yo no dije eso. Dije que sos libre.

Alicia - Sí, libre. No importa.

Alicia - Cuando me vine no lo conocía, fue mucho después...
Martín - Dejá la telenovela para los postres.

Martín - ¿Hasta cuándo se quedan?

Dante - Hasta que nos eches.

Hache - Nos vamos mañana.
Dante - El lunes.

Martín - Está bien.

Dante - Si lo dices con ese entusiasmo, nos quedamos.

Alicia - Quédense hasta que nos vayamos. Nos vamos todos juntos.

Martín - Yo tengo que trabajar. Si querés te vas el lunes con ellos.

Alicia - No es mala idea.

Hache - ¿Cómo fue que te viniste?

Alicia - Me llamaron para hacer una película española que se filmó en Buenos Aires

y el chico que era jefe de producción era un sevillano muy simpático

que pensó que yo también era muy simpática, y la simpatía empezó a ser tan grande

que a los dos nos pareció de lo más simpático volver juntos a Madrid y casarnos.

Me presentó gente, conseguí trabajo... Es el mejor recuerdo que tengo de mi matrimonio, el más simpático.

Lo demás fue un infierno.

La sudaca simpática era una sudaca de mierda, el sevillano simpático era una bestia peluda.

Así que a los cinco meses no aguantamos más, y a la mierda.

Después de un tiempito de sana promiscuidad, apareció ésto, y aquí estamos.

Dante - Qué historia tan simpática.

Alicia - Cuando estás mal tenés que darte tiempo. Dejar que pase el tiempo, y vas a estar mejor.

Eso dicen.

Martín - El tiempo lo tiene que aprovechar, las cosas no llegan solas.

Va a estar mejor si hace algo para estar mejor.

Hache - Ya no soy un chico.

Martín - Exacto, ya no sos un chico.

Hache - Es mi frase favorita de los dos últimos años. Por lo menos una vez al día, alguien me la dice.

O si no, que ya soy un hombre, y algo tengo que hacer.

Martín - Vos te lo tomás en joda pero es así.

Hache - No, es que no me queda claro qué es eso de ser un hombre.

Martín - Valerte por vos mismo, ser independiente.

Hache - Bien parece que quiere decir que se acabó la libertad y empezaron las obligaciones.

Hay que obedecer, hay que hacer lo que se debe hacer, lo que hacen todos.

O estudiás o trabajás, y si hacés las dos cosas sos un ídolo, un ejemplo para la juventud.

Si no haces nada sos una mierda, te dan una patada en el culo y te borran.

Aunque tu viejo tenga guita y te pueda mantener, si no estudiás tenés que trabajar.

De lo que sea, aunque te paguen dos mangos.

Éso es ser un esclavo, no independiente.

Martín - Será lo que quieras, pero aunque no te guste, el hecho concreto es que no trabajas, no comes.

Es así, no se puede vivir sin trabajar.

Dante - Se puede vivir de muchas maneras. Hache tiene razón coño, te obligan a ser esclavo.

Martín - Estamos hablando en serio, para decir pavadas y hacerte el gracioso mejor no te metás.

Dante - Es que estoy hablando en serio hijo, el trabajo es detestable.

Es un castigo que hay que evitar como sea.

No hay nada más humillante que trabajar diez horas por día en algo que no soportas para sobrevivir.

Eso de que el que no trabaja no come, o ganarás el pan con el sudor de tu frente, vamos

eso es un invento para tener esclavos, porque sin esclavos el poder no tiene poder.

Pero me parece un poco absurdo de decirle todas estas cosas a un marxista

yo sé que la revolución no se hizo, y que la vida sigue y que hay que adaptarse

pero eso no tiene por qué convertirte en un descerebrado.

La explotación del hombre por el hombre, ¿te suena eso? Bueno pues todo sigue igual, camarada.

Martín - No me tratés como un tarado porque te voy a mandar a la concha de tu hermana.

Dante - Y yo te voy a partir esta botella en la cabeza.

Alicia - Paren por favor, dejen la discusión para después.

Martín - ¿Pero alguien me escuchó decir que el trabajo es salud, que el trabajo dignifica, o alguna pelotudez por el estilo?

El trabajo es una mierda, el dinero es una mierda, la sociedad es una mierda.

Pero luego nos toca vivir, hay que bajar la cabeza y aguantar.

La única forma de zafar es haciendo lo que te gusta

eso es lo que le estoy diciendo a Hache cuando le digo que tiene que hacer algo.

Si encontrases algo que te gusta, un oficio o una profesión, y podés vivir de ello, no vas a sentir que estás trabajando.

Igual te van a explotar, pero nadie te va a quitar el placer de hacer lo que te gusta.

Te van a pagar para que te diviertas.

Dante - Pues mira tiene razón, si hubieras empezado por ahí...

Alicia - Siempre están de acuerdo y discuiten al pedo.

Hache - Yo no sé qué quiero hacer, no sé si quiero estudiar algo, no sé por qué me tiene que gustar hacer algo.

Martín - No tiene que gustarte. Seguro que hay alguna cosa que te gusta aunque todavía no lo sepas.

Alicia - Yo si tuviera cojones, en lugar de trabajar robaría.

No, no me digan que es inmoral, para mí ser chorro no es un delito. El asunto es que no te pesquen.

Si desbancás el riesgo, robar es apasionante. No, no digo afanar televisores o manotear el bolso a una jubilada, no.

Digo ser un verdadero profesional. Asaltar bancos, camiones blindados, empresas grosas.

¡Esos tíos viven al mango! O sea me encantaría, me encanta robar

lo que pasa que como soy una cagona no paso de unas latas en los supermercados ni un libro que otro.

Son tonterías, pero igual es apasionante.

Martín - Después de este paréntesis en el que Alicia, como es habitual en ella

nos ha obsequiado un cóctel de lugares comunes y filosofía de almacén, con una buena dosis de profunda imbecilidad

sigamos hablando en serio. Sé que te hincha las pelotas pero no hay tiempo. Vos necesitás tiempo pero no lo vas a tener.

Tenés que decidirte ya. Estudiá lo que sea, pero estudiá. Tenés la suerte de que puedo mantenerte y pagarte los estudios.

Aprovechá, no nos seas boludo.

Vas a vivir en un mundo de mierda, jodido, despiadado. Y si no tenés armas para defenderte, te destruye.

Alicia - El mundo que le espera no va a ser más jodido que vos.

Dante - Has estado un poco grueso.

Martín - Ella sabe que no lo digo en serio. Me revienta que la gente hable al pedo.

Dante - Vendría bien un poco de música.

Alicia - ¡Sí quiero música!
Dante - Tráete la guitarra, hache.

Martín - Ni se te ocurra, vos no sabéis lo que toca.

Alicia - ¿Se te da bien la viola?

Hache - Me defiendo
Dante - Bah, es mejor de lo que dice.

Alicia - ¿Y por qué no te ganas la vida como músico, no te gustaría?

Hache - Lo toco de oída, no se música. Puedo tocar entre amigos, pero de ahí no paso.

Alicia - ¿Y quién te dijo que hay que saber música, papá?

¿Sabés la cantidad de tíos que tocan de oído?

Anímate, aunque sea para no tener que escuchar los sermones de tu sabio progenitor.

Martín - Nunca va a pasar de ahí, nunca será músico.

Dante - Por qué la has jodido guapa. Ahora que habíamos conseguido que estuviera calladito.

Martín - No era que querías que hablara, no fue para eso que veniste hasta aquí a romperme las pelotas.

Dante - Y ya has hablao suficiente.

Martín - Nunca va a ser músico, no le interesa. Tiene oído pero la música no le interesa.

Es la moda, lo que está de onda. Ahora la guitarra, antes fue la computadora, el tenis, el taekwondo, el yo-yo...

Cuando cambie la onda chao guitarra.

Que tenga oído no quiere decir que tenga vocación, y que tenga vocación no quiere decir que tenga talento.

Por lo menos probó, ahora le dio por pensar y no hace nada.

Eso no sirve Hache. Tirado en la cama mirando el techo te podés convencer de que sos muchas cosas pero no sos nada.

(Hache resopla)

Uno es lo que hace. Para saber qué te gusta, si es que algo te gusta, tenés que probar, tenés que meterte.

Hacer veinte cosas y dejar por hacer algo (??), hacer algo ahora.

Tenés que salir de estado ese... vegetal en el que estás metido.

Dante - La urgencia es tuya, no de Hache.

Necesitas saber cómo será su futuro para que el miedo te deje en paz.

Mira no hagas caso, tú tranquilo, sigue pensando y no dejes que te metan prisa.

Alicia - Están hablando tanto al pedo que me fui al carajo

pero tengo la sensación de que le estás exigiendo que sea creativo

que tiene que elegir algo que tenga que ver con la... con la expresión artística

y que además lo haga bien, y que sea exitoso.

Martín - No, yo no dije nada de eso.

Alicia - No no no no no no dijiste eso, dijiste otras cosas pero ése era el mensaje.

Querés que sea tu réplica, no de lo que vos sos. De lo que no pudiste ser.

Martín - Ni de lo que soy, ni de lo que no pude ser. Vos no tenés ni la más puta idea de lo que yo no pude ser.

Y te faltan unas doscientas cuarenta y ocho neuronas para ser sarcástica.

Así que lo mejor es que no vuelvas a intentarlo. No me gusta que te pongas en ridículo.

Dante - De ridículo nada, yo pienso igual que ella.

Martín - Entonces será que ahora la heroína te comió las neuronas.

¿Alguna vez te dije yo que hicieras ésto, lo otro, lo que fuera... ? Nunca.

Que sea lo que quiera pero que sea algo.

Ya sé que no va a ser como yo. Él está en otra cosa, no sé en qué, pero está en otra.

El campo de la expresión artística no es para él.

Dante - Dios padre acaba de dictar sentencia.

Por suerte tu hijo tiene todas las neuronas que nos faltan a Alicia y a mí, y se caga en todo lo que tú pienses.

Pero eso no justifica que digas tantas gilipolleces juntas.

Martín - Digo lo que veo. La música ya sabemos. Pintura nada.

Libros, ahora parece que lee algo pero perdió mucho tiempo. No era capaz de abrir un libro ni a patadas.

Cine poco y malo. Teatro nada.

Mucha tele, eso sí. Se ha pasado días enteros pegado al televisor como todos los chicos, y daba igual lo que veía.

Si la pantalla se queda en blanco ellos siguien mirando y no se enteran.

Dónde está la vocación, ¿alguien ve dónde está la vocación?

Hache - A lo mejor tampoco sirvo para estudiar, a lo mejor tengo talento para ser mediocre.

Dante - Ey, no te enganches. No tomes en serio nada de lo que ha dicho.

Tu padre no dice lo que piensa. Habla porque le gusta escuchar el sonido de su voz

y porque cree que lo que dice es ingenioso.

Hache - ¿Serías capaz de aceptar que soy un mediocre?

Martín - Por supuesto, pero no sos un mediocre. Tenés todas las condiciones para no ser un tipo del montón.

Podés conseguir lo que te propongas, lo que sea.

Pero si no te decidís a usar la capacidad que tenés, te vas a convertir en un mediocre sin darte cuenta.

Si eso es lo que elegís está bien, mala suerte. Lo tengo que aceptar.

Hache - Yo digo aceptarme, aceptarme a mí.

Martín - Sos mi hijo.

Dante - No lo aceptarías.

Tú no eres capaz de querer a quién no respetas, y lo único que respetas es la inteligencia, aunque se trate de tu hijo.

Alicia - Le quiaría el apellido. Le quitó el nombre y le puede quitar el apellido.

A ver, ¿por qué se llama igual que vos?

Martín - Qué se yo... tradición familiar. El primer hijo varón de los Echenique siempre se llamó igual que el padre.

Alicia - Pero además te gusta. Es una tradición pelotuda, pero vos la respetás porque en el fondo te gusta.

Te hace sentir un patriarca, un macho bárbaro.

Le tenías bronca, le podías haber puesto un segundo nombre en lugar de cagarlo así.

Porque no tiene nombre, Martín sos vos, él no es Martín y además, lo llamás Hache.

Martín - Hache por la hache de hijo.

Martín paréntesis hache, a mí me suena bien. ¿Y a vos te jode Hache?

Alicia - No sólo lo dejaste sin nombre, sino que lo llamás Hache.

La hache no existe, es una letra muda, y encima va encerrada entre paréntesis.

Lo borraste. Si borraste lo que más querés qué podemos esperar los demás.

Martín - Para con el champán Alicia.

Alicia - Se me escapó algún pedito. Estoy con tequila, ciego.

Martín - Para igual.

Alicia - No quiero saber la respuesta, pero sería bueno que alguna vez me dijeras si pensás que yo merezco tu respeto.

Martín - Voy al baño y vuelvo.

Alicia - Se me va a caer.

Te ayudo.

Martín - No, si puedo solo, puedo.

Llego bien, llego bien.

Alicia - Tengo que hacer pis.

Dante - En contra de mis principios voy a darte un consejo.

Una orden, no un consejo. No le hagas ni puto caso.

Hache - Papá no tuvo los hijos que le hubiera gustado tener.

Mi hermana es buena mina, es buena madre. Se casó joven, a los diecisete años.

Y sigue casada y feliz. No tiene nada que se le pueda criticar.

Pero tampoco nada que se pueda admirar.

Papá la descartó pronto, aunque no le jodió demasiado.

Era su hija mujer. Y el que importa, el único que cuenta es el varón.

Es así, es irracional, es genético. Debe ser la sangre ----- (??) que le tira mucho, qué se yo.

Y yo siempre estuve muy pendiente de su aprobación, pero nunca la tuve.

Nada de lo que yo sea capaz de hacer tendrá nunca la medida, ni la calidad, ni la perfección que él espera.

Dante - Lo único que importa es lo que tú esperes. Tu medida, no la suya.

Hache - No hay de él, es cosa mía, es una sensación mía.

Él nunca lo dijo, nunca me echó en cara los errores. Al contrario, les restaba importancia, me alentaba a seguir.

Yo era muy vago, no me gustaba nada estudiar, sentía que estaba perdiendo el tiempo.

Y él estaba de acuerdo. Secundaria era una pérdida de tiempo, pero había que terminar.

Yo le mandaba cagada tras cagada y él siempre lo aceptó sin cabrearse, sin insultos, sin castigos.

Pero igual, yo siempre sentí que le jodí. Jodí tanto que empezó a apartarse.

Empezó a poner distancia entre él y yo.

El hijo varón no le había salido como él quería.

Aceptó la derrota.

Empezó a apartarse cada día más.

Hasta que un día me di cuenta de que había perdido la ilusión. Ya no esperaba nada de mí.

Yo sé que me quiere.

Quiere que me vaya bien.

Pero nada más.

No espera nada de mí.

Le robé el sueño esperado de todos los padres.

Algún día poder sentirse orgulloso de lo que ha llegado a ser su hijo.

Alicia - ¿Estás mejor?

Martín - Largué todo, el champán me mató.

Alicia - Es una pena, era carísimo.

Martín - ¿Te vas a meter en el agua?

Alicia - Hace calor, no tengo sueño.

Martín - Con toda la merca que tenés encima podés seguir despierta una semana.

Alicia - Problema mío.

Martín - Un día te vas a quedar dura, aflojá un poco.

Alicia - Dura y feliz. ¿Ya se te fue el pedo? ¿Estás como para entender si te digo algo?

Martín - Perfectamente.

Alicia - Aflojá un poco con tu hijo. Estás muy agresivo, esa no es forma de ayudarlo.

Martín - Eso sí es problema mío. Es mi hijo y sé muy bien lo que tengo que hacer.

No te metas.

Alicia - No me meto. Sabía que me ibas a contestar eso, pero tenía que decírtelo.

Martín - Está bien. ¿Algo más?

Alicia - Me voy. Me voy con ellos el lunes. Me vuelvo a Madrid.

Martín - ¿Por qué no tomás un baño, descansás un rato y después hablamos?

Alicia - Me voy Martín. Te voy a decir lo mismo mañana, y el lunes también.

Martín - Como quieras. Si te querés quedar quedáte, pero si te querés ir yo no te voy a pedir que te quedes.

Mira yo sé que estuve mal, sé que estás enculada por lo que te dije.

Pero vos sabés cómo soy yo, sabés que no hay que darme bola.

Querés irte a Madrid, andá, está bien. Cuando yo llego hablamos.

Alicia - No entendiste. No es que me voy a Madrid, se acabó.

No hay nada que hablar, se acabó, se terminó. Yo no puedo seguir así.

No es por las boludeces que decís cuando te tomás dos copas, no estamos bien Martín.

Vos lo sabés. Prefiero cortar ahora antes de que se pudra todo.

Martín - ¿Y desde cuándo no estamos bien?

Alicia - Yo no estoy bien. No sé si me querés, no sé quién soy. Soy tu mujer pero no soy tu mujer.

Hace un año que estamos juntos pero no estamos juntos. Yo sigo estando sola.

No puedo estar sola Martín, no puedo.

Martín - Ya me parecía que la cosa venía por ahí. Vos tenés miedo de que se pudra todo.

Si vivimos juntos seguro que se pudre todo.

Alicia - ¿Por qué seguro? ¿Por qué nos va a ir mal? Y si nos va mal, ¿cuál es el problema?

Si no podemos vivir juntos, nos abrimos y chau, no pasa nada.

Martín - Pasa, siempre pasa algo. Podemos perder ésto que tenemos, no quiero correr el riesgo.

No es que no quiera vivir con vos, no quiero vivir con nadie, me acostumbré a estar solo.

Me gustar estar con vos pero me gusta vivir solo.

¿Es tan difícil de entender?

Alicia - Para nada. Está claro. Pensé que yo era distinta pero soy otro nadie igual a los demás.

Martín - Para para para... no seas tonta, no es eso.

Alicia - Se acabó Martín, no me llames. No me pidas que trabaje con vos, no quiero verte

por un tiempo, hasta que...

Tengo que convencerme de que puedo vivir sin vos, Martín.

Dante - ¡Epa!

Venga, la penúlima antes de dormir.

Hache - Yo no puedo más, yo paso.

Alicia - ¡Uy, qué bueno!

¿Bajamos a la playa?

Dante - De aquí no me muevo, no puedo.

Hache - Si estoy peor que él.

Dante - ¿Tu adorado geronte nos ha abandonado?

Alicia - Supongo.

El lunes me voy con ustedes. ¿A qué hora salimos?

Dante - Temprano.

Para comer tranquilitos en Almería y coger el tren de las cinco.

Hache - ¿Se pelearon?

Alicia - Se terminó, nada más.

Desde ahora soy una mujer libre, y disponible.

¡Estáis avisados!

Dante - Lo tendré en cuenta, pero hoy no cuentes conmigo.

Alicia - ¿Bueno, bajamos? No me van a dejar sola.

Hache vamos, vamos, vamos...

Hache, vamos... sí... vamos...

¡Hache!

Ninguna mujer tiene dueño.

La culpa no es de él, nadie tiene la culpa.

En todo caso la culpa es mía por no aceptar las cosas como son, como sabían que iban a ser.

Estaba claro que podíamos estar juntos un tiemo pero que no había futuro.

¿Por la edad?

Por la edad... y porque vivimos solos mucho tiempo

y nos gusta hacer lo que nos dé la gana sin que nadie nos controle.

Tu viejo dice que después de los cincuenta los amigos importan menos

las mujeres son bienvenidas si se van pronto, y que se disfruta de la soledad más que de otra cosa.

Estuvo todo claro desde el principio, no hubo trampas. Hubo una imbécil que bajó la guardia y se enamoró.

Ahí se me fue todo a la mierda, la libertad, la independencia, la edad, todo.

La chica perdío la cabeza por el muchacho. Pero él no.

Papá es un tipo muy cerrado, muy encerrado. Si te quiere no te lo va a decir nunca.

Nunca va a decir que te necesita, ni a vos ni a nadie.

Si no lo dice es porque no lo siente. O porque lo que siente no es tan fuerte y lo puede controlar.

Pero basta ya, no quiero hablar más de todo esto porque se acabó.

A joderse un tiempo, y a empezar de nuevo.

Poco tiempo.

Porque cuando quiero puedo ser muy puta, ¿sí?

Si tuvieras... diez años más. No, tanto no, cinco.

A esta altura podías darte por violado.

Yo también.

¿Cómo "yo tambien"?

Eres muy linda.

Ah...

Te quiero mucho. No puedo hacerte esta putada, no puedo.

Es tu papá, entendés. Yo soy la mujer de tu papá.

Mucha culpa, te vas a hacer mierda.

Quiero que me cojas, quiero coger con vos.

Quiero coger para sentir que todavía estoy viva.

Porque me perdí, Hache, ¿entendés? Estoy perdida.

Yo quería ser tu mamá.

Yo quería ser tu mamá.

Perdonáme, perdonáme. Ya estoy bien.

Ahora voy, ahora voy.

Andá.

(Llanto)

Martín - ¿Pero qué pasa?

Dante - ¿La querías a Alicia?

Creo que sí, que la querías mucho.

No sé si lo sabías o no querías saberlo.

Desde hoy sabrás que sí, que la quisiste más que a ninguna otra mujer.

Martín - ¿Pero qué te agarró, estás en pedo?

Dante - Te deseo todo el dolor del mundo Martín.

Te deseo un dolor tan profundo, tan intenso, que no lo puedas soportar.

Que no te mate, que te mantenga vivo muchos años, y que no te abandone nunca.

Treinta y seis pastillas y toda la merca que tenía.

Buena mezcla, no falla nunca.

Me voy.

Martín - Quedáte a cenar, ¿tenés algo que hacer?

Dante - Irme, nada más.
Martín - Quedáte entonces, no te hagas el gilipollas.

Dante - Eso no es tuyo, es de otro personaje. Corrige el diálogo.

En esta situación tú tienes que decir "vete, quiero estar solo", o algo parecido.

Con voz ronca y bien masculina.

Martín - Vos no sos más que un actor, el que sabe de diálogos soy yo.

Vení, sentáte y no jodas más.

Dante - Me voy, si me quedo será peor, te diré cosas que no te gustará escuchar.

Martín - Quedáte pero no hables, no hay nada que decir Dante. Ya no sirve.

Dante - Primero perdiste a tu mujer.

Te diste cuenta de que la estabas perdiendo pero no hiciste nada, no dijiste nada para que no se fuera

pero la querías, no querías perderla.

Ahora perdiste a Alicia. No se suicidó, la mataste.

Se mató por ti que viene a ser lo mismo. Tampoco querías perderla pero la dejaste sola.

Martín, tienes la rara habilidad de perder lo que más quieres.

Ahora te queda Hache. No sé si te has dado cuenta pero también lo estás perdiendo.

Martín - ¿Y vos qué? ¿Con qué derecho me decís ésto?

Yo pierdo lo que quiero, ¿y vos qué?

¿Tenés mujer? ¿Tenés hijos? ¿Tenés un macho? No tenés un carajo Dante.

Preocupáte por vos, no me vengas a joder a mí.

Dante - Hasta hoy tenía una familia, Hache y tú, y Alicia.

Érais mi familia.

Martín - ¿Yo soy tu familia? ¿O tu amor secreto?

(Tocan a la puerta)

¿Sí?

¿Papá?

¿Estás bien?

Martín - No te puse en la lista, Hache, me dio vergüenza.

Te iba a poner pero no me animé. Puse un montón de boludeces pero no me animé a poner lo más importante.

Para mí no, para vos.

La única razón que yo tengo para seguir viviendo.

No te puse en la lista...

...pero sos lo único que me importa.

Lo que más quiero.

Lo único que tengo.

Te quiero mucho pibe.

(Teléfono sonando)

Dante - ¿Diga?

Sí, está bien, que suba.

Vuelvo más tarde.

Que no, que es una amiga. Siéntate.

Se llama Charito, pero no te molestes en saludarla, no creo que sepa que estás aquí.

Venía a buscarte para ir a cenar.

Sí pues tendrás que invitarme porque estoy sin un duro.

Hache - Invita Echenique padre.

No sé si tengo ganas de verle.

Lo sabe, por eso vine yo.

Mira, en la nevera hay una cerveza, una ducha y estoy.

Si quieres echarle un polvo no te prives, eh. Ella encantada.

Léelo. Si estás de acuerdo lo firmas.

Ya firmamos el contrato.

Éste es distinto. Mira la cifra.

¿No está mal, eh?

Nos asociamos con Miramax. La película se rodará en inglés.

Tu guión lo está leyendo en este momento Jessica Lange. Si dice que no, Julia Roberts está esperando.

Es el mejor negocio que he hecho en mi vida, Martín.

Te felicito.

Más tiempo, más presupuesto, más pasta para todos. Si yo gano, me gusta que todos ganen conmigo.

El inglés lo manejas bien, no tendrás problemas.

Me defiendo.

Dante también casi no tiene acento. Vivió mucho tiempo en Nueva York.

Dante no va. No hace la película.

Nadie estaba muy convencido, pero después de lo que hizo en el teatro, lo vetaron.

No hay discusión.

Mis socios se niegan rotundamente, y los americanos ni hablar.

Todo lo que tenga que ver con las drogas les ponen los pelos de punta.

Lo siento, sé que es tu amigo, pero no hay nada que hacer.

Dante - Teníamos la esperanza de que no vinieras.

Martín - No se privan de nada, ¿eh?

Dante - Eres tú quien paga.

Hache - ¿Todo bien?
Martín - Todo bien.

Martín - No habrá película.

Dante - Te has acojonado.

Lo sabía, sabía que en el último momento encontrarías una excusa para no hacerla.

Martín - Estaba acojonado, pero no fue por éso.

Hache - ¿Qué pasó?

Martín - La historia de siempre, la chapuza.

Menos presupuesto, menos semanas, menos decorados, menos calidad. Total, el público no se entera.

Si van, van. --------------- (??). Ya vendrán otras.

Dante - Pues si tú no la haces seguro que a mí me mandan a tomar por el culo.

¿Sabes a quién pondrán en tu lugar?

Martín - Jorge Gundín.

Dante - ¿Gundín? Coño, es majete, es un amigo.

Bueno, no todo está perdido, todavía me queda una oportunidad.

Camarera - Buenas noches.
Martín - Lo de siempre, un ----------- (??) vuelta y vuelta.

(Teléfono sonando)

¿Hola?

Martín, soy Jose. Voy para tu casa, quiero hablar contigo.

Martín no está, soy el hijo.

¿Sabes a qué hora volverá?

No lo sé, tarde.

¿Sabes dónde está? ¿Hay algún teléfono donde pueda llamarle?

Ni idea.

Me cago en la puta. Oye mira, ¿le puedes dar un mensaje?

Dile que tiene que hacer la película, que es su película, que no sea gilipollas.

Escucha, ¿cómo te llamas?

Martín, Martín hijo, hache entre paréntesis, Hache...

Hache. Entonces oye, Hache, hazme un gran favor, convéncelo.

Dile que no deje la película, que no sea tan tozudo.

Yo entiendo que sea amigo de Dante, pero ante todo que sea profesional, que no joda.

Dile también otra cosa. Droga o no droga, Dante no hubiera hecho la película, tenemos a Andy García, ¿lo conoces?

A Andy le encantó el guión, vio las películas de tu padre y quiere que él lo dirija.

¡Andy García! ¿A ti te parece que puede decir que no?

No.

¡Por supuesto que no! Me alegra que estés de acuerdo conmigo, díselo, dile que me llame en cuanto llegue.

A la hora que sea. Gracias chaval.

No hay por qué.

¿Qué hacés por acá?

¿Habíamos quedado en algo?

Te metiste en algún quilombo.

En la cocina hay café de ----- (??), todavía no desayuamos.

Puedes llamar a Hache.

Hache no está.

Ha salido.

Pasó por el hotel y me dejó ésto para ti.

¿Qué es ésta cinta?

No lo sé, no la he visto. Supongo que es un mensaje para ti.

Se ha ido a Buenos Aires.

Supongo que Dante ya te lo habrá dicho, pero bueno.

Me vuelvo a Buenos Aires. Cuando sepa dónde voy a estar te mando la dirección.

Yo sé que te vas a calentar, pero por favor papá, tratá de no cabrearte.

Me gusta Madrid, me gusta vivir con vos. No nos llevamos tan mal después de todo.

Te voy a extrañar. A Dante también. Los voy a extrañar mucho a los dos pero me tengo que volver.

No sé muy bien por qué, no sé que es lo que me tira tanto, no sé lo que extraño. No sé si extraño.

Los techos, pueden ser los techos.

Los tejados de las casas, son muy feos: cuadrados, blancos, con tanque de agua puesto como al boleo.

Como que la gente no les da bola, como que la gente los desprecia, como si los tejados no fueran parte de la casa.

En Madrid los techos son hermosos. Hay tejas, hay chimeneas, hay colores, no se puede comparar.

Pero veis, extraño los techos de Buenos Aires, es una boludez pero me pasa.

Pero no es por éso que me quiero volver. En Madrid siento como que no pertenezco, como que no formo parte del lugar.

Siento que estoy obliado a ser algo, no sé qué, para que la sociedad me acepte.

Y que voy a tener que hacerlo muchas veces para conseguirlo.

En Buenos Aires me siento aceptado. Siento que puedo estar ahí sin pensar en qué lugar estoy.

Tengo permiso para hacer lo que sea. La ciudad es mía, está dentro mío, yo estoy dentro de la ciudad.

Tengo lugar para mí, y lo sé, y no tengo que hacer nada para conseguirlo.

Es una boludez pero me siento protegido.

Yo sé que es una cagada despedirse así papá, pero pensé que era lo mejor.

A vos no te gustan nada las despedidas.

Pensé que podías intentar convencerme de que me quedara, y corría el riesgo de que me convencieras.

Te quiero mucho viejo.

Me gusta vivir con vos.

En una de ésas igual vuelvo, eh.

Me jode irme, estoy cagado en las patas.

Pero tengo que hacerlo, no sé por qué, no tengo razones pero tengo que hacerlo.

Ya no soy un chico, ¿te suena?

No sé qué carajo soy, pero sé que yo soy yo, que vos sos vos, y no podemos vivir la misma vida.

Cuando estoy con vos estoy bien, pero me siento un chico, y necesito saber si puedo vivir solo.

Quiero ver si puedo, si tengo los huevos de estar solo.

Supongo que estarás espernado que te diga que ya sé qué es lo que voy a hacer, que encontré mi vocación... para nada.

Sigo igual que siempre, sigo pensando.

Bueno ya termino, el vuelo sale a la una. Pero antes tengo que decir una cosa a Dante.

Papá no se peleó con Navarro Casas por el presupuesto, no hace la película porque no la hacés vos.

Te vetaron por lo mismo de siempre. Y el viejo dijo que si vos no estabas, él tampoco.

Me lo dijo Navarro Casas papá. Anoche llamó, me dijo que te convenciera, que tenés que hacerla, que no seas boludo.

En lugar a Dante tienen a Andy García, que no será tan bueno pero que al menos tiene pelo.

Yo vengo a darte el mensaje.

Al tipo no le dije nada porque no le quería amargar la noche, pero yo sé que no la vas a hacer.

Bueno...

Me voy.

Chao papá. Chao Dante.

Chao.

Andá a ver la lista de vez en cuando eh, aunque te joda, hacélo por mí.

Es un poeta, es un poeta y un filósofo coño. Tu hijo es un genio Martín.

Andá a cagar.

Estoy llamando a Navarro Casas, tienes que hablar con él y decirle que haces la película.

No eres un genio, ni haces cine de autor ni te puedes permitir estos caprichitos.

No pienso hablarle.

Oye que van a pensar que tú y yo estamos liados.

No puedes perder esta oportunidad. Es normal que no me quieran. Lo anormal fue que me aceptaran.

¿Hola? ¿El señor Navarro Casas, por favor?

Eres gilipollas.

Vos me lo avisaste, me dijiste que lo estaba perdiendo.

Hice lo que pude, lo que me pareció que era mejor.

Y le perdí igual.
> Supongo que Dante ya te lo habrá dicho.

Eres decididamente obtuso. No ves nada, no entiendes nada.

Tienes que estar orgulloso de tu hijo, ha hecho lo que debía hacer, empezar a vivir.

No has perdido a Hache, nunca lo has tenido más cerca.

¿Sabés que extrañaba yo de Buenos Aires?

Los silbidos.

La gente que anda silbando por la calle.

Aquí nadie silba por la calle.

Tardé en darme cuenta. Notaba algo raro pero tardé unos cuantos meses en darme cuenta.

Casi me vuelvo.

Me entraron ganas de volver...

Pero pasó.

Era absurdo. No se puede volver a un lugar porque querés oír silbar a la gente.

Bienvenido al club de las mariquitas cursis.

Por Hache y por los gilipollas como tú que se cagan en lo que sea por defender a un amigo.

No lo hice por vos. Yo no puedo trabajar con un tipo que no tiene palabra.

Que dice una cosa y mañana otra. Cuestión de principios.

Por lo que sea, ¿podemos brindar de una puta vez?

Por Martín.