All language subtitles for Wanda.the.Wicked.Warden.1977.GERMAN.1080p.BluRay-VXT

�Est� muy caliente!

�Esto es un infierno!

- �En qu� est�is pensando, sucias ratas?
- �Quer�is que os metamos en aislamiento?

- Una de ellas se ha fugado.
- Rosa Phillips.

Nada. No hay ni rastro.

Tiene que estar por aqu� cerca.
No puede haber desaparecido.

�No me lo creo! La encontrar�.

Si sigues gritando as�,
seguro que lo haces...

�Carlos!

�Alto!

�Alto!

No, Marquesa, no es una diosa.
No quiero otra descarga. �No!

No dir� nada, lo juro. Por
favor, basta, no dir� nada.

Tenga piedad, por favor.
No. Otra descarga no.

�Hola? Soy el Dr. Arcos.

P�ngame con el hospital,
con el ala de cirug�a.

Esa llamada ya no ser� necesaria.

Nos llevamos a la
prisionera bajo custodia.

La chica se ha desplomado
delante de mi casa. Est� malherida.

Esa interna he matado a
un guarda durante su huida.

- Habr� sido en defensa propia.
- Las circunstancias no me importan.

- Nos la llevamos.
- Le han disparado y no puede moverse.

- �No puede?
- Hay que extraer la bala inmediatamente.

No se preocupe. Esta paciente
es muy dura... y peligrosa.

Puede sobrevivir a
situaciones peores que esta.

S�lo yo decidir�
si se la opera o no.

- No me diga que...
- M�ndeme la factura a mi oficina.

- Subidla a la camilla.
- �La factura?

No puedo cobrar debido a
mi sentido de la �tica m�dica.

Eso es algo que sobrevalora demasiado.
Pero seremos generosos con usted.

- �Se puede sobrevalorar la �tica?
- Yo no ser�a tan terco.

�Qu� sabe un m�dico corriente
sobre lun�ticas antisociales?

Nosotros nos encargamos.

Me lleg� una notificaci�n
inform�ndome de que

Rosa Phillips falleci�
debido a una septicemia

tres d�as despu�s de mi examen,

y reclam�ndome una factura
para abonar mis honorarios.

Me dirig� a la oficina de
administraci�n de la cl�nica.

Me pagaron unos honorarios
que despertaron mis sospechas.

Cuando solicit� que me permitieran
realizarle una autopsia, se negaron.

As� que decid� no
olvidarme de este asunto.

Una prisionera no puede ser castigada
a pena de muerte por un intento de fuga.

�C�mo puede ser
posible que un m�dico

permita que los guardias
disparen a los pacientes?

Si creen que es suficiente con decir que
son delincuentes sexuales perturbados

cuyo tratamiento la gente
corriente no entiende,

entonces tambi�n podr�amos
aprobar la eutanasia.

El hecho de que Rosa
Phillips tuviera p�nico

a ser tratada por el
psiquiatra de la cl�nica,

tanto que incluso se resist�a
a ello cuando deliraba,

junto con su muerte supuestamente
repentina, deber�a ponernos sobre aviso.

Pregunt� si pod�a
visitar la cl�nica.

Se negaron.

Mis intentos de investigaci�n
obviamente no fueron bien recibidos.

Por eso, he decidido solicitarles
que investiguen este caso.

Pido una investigaci�n oficial por
parte de la Fundaci�n Rosenthal,

que ha hecho una gran contribuci�n por
los derechos humanos del sistema penal.

El encarcelamiento
como medio de venganza,

las sentencias como
crueles represalias,

son medidas inhumanas.

Dr. Arcos, sus declaraciones
son de nuestro inter�s,

porque ya hemos o�do antes
cosas sobre esta instituci�n

que apuntaban en
la misma direcci�n.

No eran tan graves, pero
segu�an siendo graves.

Por eso solicit� al ministerio que
iniciara una investigaci�n hace un mes.

Denegaron la solicitud, alegando que la
Fundaci�n Rosenthal no era competente.

Tambi�n dijeron que dichas
sospechas eran pura ficci�n,

y que la cl�nica de Las Palomas estaba
sometida a estrictos controles estatales.

Tuve que desistir ya que no
pudimos encontrar ning�n testigo.

Lo �nico que tenemos de sobre
el caso expuesto por el Dr. Arcos,

es el testimonio de una presa
perturbada y que estaba delirando.

No tengo ninguna duda de que el Ministro
de Justicia rechazar�a otra petici�n.

Hasta que la Fundaci�n Rosenthal
no encuentre a un testigo cre�ble

cuyo testimonio se base
en la experiencia personal,

no llegaremos m�s lejos.

- ...no llegaremos m�s lejos.
- �D�nde piensa encontrar a un testigo?

Ser� imposible sacar a un testigo
con vida de ese nido de v�boras.

No se mueva, Dr. Arcos,
o le pego un tiro.

�Qu� quieres?

Con su ayuda, quiero hacer realidad
algo que significa mucho para m�.

�El qu�?

Creo que es lo
bastante inteligente

como para poder colar un paciente
en la cl�nica de Las Palomas.

- �De qui�n estamos hablando?
- De m�. Tengo que entrar all�.

- Pero eso es una aut�ntica locura.
- Ese es mi problema.

�Para qu� demonios
necesitas entrar?

Tengo que averiguar qu�
le pas� a Rosa Phillips.

Tiene que pensar en alguna forma
de colarme en esa divertida granja.

Y despu�s de ocho o diez semanas,
s�queme de all� con alguna idea ingeniosa.

Le contar� todo lo que averig�e.

De ese modo, conseguir� un
testigo fiable sin arriesgar nada.

- �Est�s segura de querer hacerlo?
- S�.

- T� conoc�as a Rosa Phillips.
- S�, la conoc�a.

Debes haberla querido mucho.
Te arriesgas demasiado.

Rosa era mi hermana.
S� que era una cabeza loca,

pero estoy segura de que
no era ninguna delincuente.

�Cuidado, viene alguien!

Eres muy valiente.

Ya basta. Guarda esa cosa.

Te colar�, si puedo.
Vamos a intentarlo.

Aqu� lo tienes.

Una vagabunda con una
preciosa neurosis obsesiva.

- Este informe es para la administraci�n.
- De acuerdo.

- Y recuerda, no hables mucho.
- No lo har�.

- Te llamas...
- Abelina Garc�a.

- Naciste en...
- San Angeli.

- �Edad?
- 24.

- �Casada?
- No, estoy soltera.

- �Tu profesi�n?
- Profesora de primaria.

Para ser profesora, tus
antecedentes penales son notables.

- Espero que te lo sepas todo de memoria.
- Puedo repetirlo dormida.

Aparte de nosotros, nadie sabe
que eres la reportera Abbie Phillips,

que est� perfectamente cuerda.
�Sabes en qu� te est�s metiendo?

S�, creo que lo s�.

Vendr� a buscarte
dentro de ocho semanas.

Soy el Dr. Arcos.

Necesito un coche para llevar a una
paciente a la cl�nica de Las Palomas.

�Es su primera vez?

Ahora d�game, �alguna
condena previa?

�Y d�nde naci�, se�ora?

En San Angeli.
Llevo tres a�os aqu�.

- Muy bien, tiene que firmar esto.
- De acuerdo.

- Avance hasta el siguiente control.
- R�pido, r�pido, patosa.

- �Qu� quiere?
- Te estoy ayudando a quitarte la ropa.

Puedo desnudarme yo sola.

�Deja de protestar! Ya puedes
olvidarte de tu independencia.

Se acabaron los
aires de grandeza.

Mira, Berta, tetas y culo plano.

Y presume como si fuera
una estrella de cine tetona.

Muy bien, mu�equita,
ahora te vas a mojar un poco.

Con este chorro te
quitaremos toda la mugre.

Te quitar� los
piojos del felpudo.

Tienen total aversi�n
al agua clorada.

No le har� ning�n
bien a tus ricitos.

Se te caer�n y se te quedar�
como el de una mu�eca.

Date la vuelta.

Te voy a dejar el culo
rojo como un mandril.

- C�gelo, perrita.
- Ya has lloriqueado bastante.

Ya est�.

Ya es suficiente.

- �Puedes devolverme mis bragas?
- Me temo que eso va contra las reglas.

- Nos gustan al aire.
- S�, pero no puedo...

- Te sorprender� lo que puedes hacer.
- Mira el n�mero de tu camiseta.

Ese es tu nombre a partir
de ahora. �Vamos, l�elo!

- Es una analfabeta.
- 41.

As� te hemos bautizado.
Es tu n�mero.

Te aconsejo que no lo olvides.

Si vuelvo a escuchar tu nombre,
har� que se te olvide a base de ostias.

Te estamparemos el n� 41 en el
pecho para que nunca m�s se te olvide.

�Entiendes que a partir
de ahora te llamar�s n� 41?

Todo el mundo se postra a
sus pies, Marquesa. La adoro.

�Madre de Dios, estas
malditas puntadas!

Eres el sol que ilumina mi
vida. Eres la vela, yo la mecha.

Eres la matrona.
D�jame entrar.

Ni un solo t�o, ni rastro de un
hombre, s�lo mujeres, hembras...

- �Esta pu�etera lana!
- Deja de tejer y maldecir, �quieres?

Eres Al�. Yo te proclamo.

�Acaso no sabes hacer otra cosa?

Tus tejidos de punto
no le sirven a nadie.

- C�llate de una vez.
- Y t� tampoco sirves. Eres medio hombre.

- �C�mo est�s, Joconda? �Est�s mejor?
- Estoy harta de llorar todo el tiempo.

�Otra vez has
perdido la puntada?

Nunca terminar� este
jersey. �Al diablo con �l!

No importa.
�Cuidado, las gorilas!

Con nosotras, te haces la dura,
pero cuando vienen, te callas.

La segunda cama de
la derecha es la tuya.

Tendr�s problemas si encuentro
una sola arruga en las s�banas.

�Qu� elegante se�orita ha
venido a unirse a nosotras!

- No te metas con la nueva.
- La tratar� con guantes de seda.

Es feminista.
Discute todo con el grupo.

- �C�mo te llamas? Yo Juana.
- Soy la n�mero 41.

Eso s�lo son los jueguecitos de
la "Cachetes" y "Greta la Dura".

- Entonces, �c�mo te llamas?
- 41.

- �Eres idiota o algo as�?
- �Por qu� no?

Conozco a las de tu cala�a.
S�lo somos bichos raros para ti.

�Sabes qui�n manda aqu�?

- No.
- Estas chicas te lo dir�n, idiota.

Juana es nuestra portavoz.
No calla ni debajo del agua.

�Y c�mo toca el piano! �Es la m�s
grande, la mejor, la m�s grande!

- Bueno, ya lo sabes.
- S�, t� eres quien maneja el l�tigo.

Mirad esto, tiene ojivas
nucleares de verdad.

- Su piel es como el hielo.
- �Qu� conejo tan bonito!

- Y no hay ni un hombre...
- Por favor, parad.

- �Por qu�?
- Eres nueva.

Somos como los t�os en ese sentido.
Siempre nos pone cachondas.

Tienes unos pechos tan bonitos
y duros... como los de un chico.

�Basta!

Qu� pena.

Vaya l�stima.

�Eres la �nica que no participa?

�Por qu� les ofreces algo
que t� misma rechazas?

Porque elijo los objetos de mis
fantas�as er�ticas seg�n mi propio gusto.

Espero que eso
tambi�n te quede claro.

Yo soy tu profeta. T�
eres la bella, la sublime...

- �Mierda!
- Te coser� el bot�n,

pero antes te har�
a Frankenstein.

Si te pillan sin un bot�n,
te meten en aislamiento.

Te pinchar�n en
el culo. Y eso duele.

- Gracias.
- No hay problema.

- No hay pollas...
- �Te hago el conejito?

Adelante.

Te dar� un consejo.

No les digas tu nombre,
aunque esa te presione.

Siempre se la juega a las novatas.
Si picas, est�s acabada.

Te marcar�n el n�mero
en la piel. Yo fui est�pida.

- Oh, Dios m�o.
- Mira, est� ense�ando las tetas otra vez.

�Adelante!

�Por qu� llegas tan tarde?

Acaban de avisarme.

Adelante. Ya sabes lo
que tienes que hacer.

Y ahora me vas a dar un masaje.

Qu� bien.

Eres fant�stica.

�Qu� te parece la nueva?

No est� mal, pero
creo que es una farsante.

�Va a quedarse en mi dormitorio?

�No te parece una pregunta
demasiado insolente?

�Qu� tienes que ver
t� con mis decisiones?

Nada. Puedes hacer lo que
quieras con ella... y conmigo.

Bravo.

�Sabes? Hay criaturas que
est�n hechas para el placer.

T� y yo somos sin
duda dos de ellas.

- Pero la nueva...
- Parece estar hecha para sufrir.

No intentes hacerte
la lista todo el rato.

- Es suficiente. Para.
- S�, Marquesa.

S�, est� bien.

Hermosa.

Vamos a divertirnos en un momento.

S�...

La acupuntura es un campo
completamente nuevo para m�.

Y t�... eres un sujeto excelente.

Es verdad, eres tremendamente
valiente, �ngel m�o.

Pero gritar�s de
todas formas, cr�eme.

Bien...

Y ahora...

Bueno, una tiene que
pasar cosas desagradables

si quiere pasar
otras agradables.

Porque de vez en cuando la vida debe
ser divertida, cari�o, angelito m�o.

Placer y dolor, un ciclo eterno.

Un cuerpo desnudo es... sagrado.

Todo lo que experimentas aqu�
lo haces por voluntad propia.

S�, absolutamente.

- Puedo hacerte lo que quiera.
- S�.

S�.

S�lo el grito te
liberar� de tus miedos.

El grito es la liberaci�n
definitiva de la neurosis.

As� que grita.
Ruge como un toro.

Grita.

Grita.

Te libero de ello. Te libero.

- Oye, �est�s despierta?
- Como puedes ver, lo estoy.

Vamos, 41, fumemos
juntas la pipa de la paz.

- No te preocupes, no lleva marihuana.
- �Seguro que no?

No, no tomo drogas.
Despu�s te dejan fatal.

Lo tengo comprobado. Las
drogas sacan toda la mierda a flote.

- Gracias.
- No hay de qu�.

Bueno, somos de esas personas
que tienen un verdadero l�o.

Es dif�cil salir de un
l�o por una misma.

S�, lo es. Y si, como yo,
no eres ni mujer ni hombre...

Ese es mi problema. S�,
es un verdadero dilema.

Siempre me encuentro
entre dos aguas,

aunque parezca
una mujer aut�ntica.

Y me siento como
una mujer estos d�as.

- No me crees, �verdad?
- S�, te creo. Completamente.

No siempre he sido una mujer.

Los m�dicos me transformaron.
S�, me cortaron el pito.

Los m�dicos tienen guardado mi
pene y mis test�culos en un frasco...

Mi, digamos, pasado como hombre.

�Y por qu� te operaste? Me
parece que te gustan las mujeres.

Siempre deseo lo que no puedo tener.

Cuando todav�a era un t�o,
siempre iba detr�s de los chicos.

Me cambi� de sexo
porque quer�a casarme.

Me cas� con un tipo y me
llev� una gran decepci�n

cuando me enter� de que era gay.

As� que cog� un
cuchillo y lo castr�.

Acab� en la c�rcel,
por supuesto.

Fue all� donde me di cuenta
del l�o que ten�a encima.

Soy un maldito transexual.

Y ahora tengo que andar
con estas jodidas mujeres.

- No las soporto.
- �No?

Pero soporto menos
a los hombres.

Despu�s de todo, las mujeres
son m�s cari�osas y tiernas.

Como hombre, el temor a la impotencia
siempre est� presente. Es espantoso.

S� de lo que hablo.

Realmente lo s�.

- �C�mo te llamas?
- 14.

Pero puedes llamarme
por mi diminutivo, 7.

S�.

Y ahora te dejar�
dormir, mi querida 41,

para que est�s descansada
cuando te pongan a prueba ma�ana.

- �Qui�nes?
- Bueno, Greta y la "Cachetes".

La Dama de Hierro y su gorila.
La Marquesa del Pino y Paolo Rego.

Ella es la jefa de todo. Se rumorea que
ha tenido una aventura con un ministro.

�Qu� aspecto tiene?

Usa gafas de culo de vaso.

Y sus tetas... Dios, son como
dos melones rellenos de gelatina.

Si del Pino no estuviera como
una cabra... Es tan sexy.

- �Nombre?
- 41.

Bien, pero ahora queremos
tu nombre real, por favor.

S�lo por esta vez, puedes decirlo.
Te doy permiso oficialmente.

- Abelina Garc�a.
- Por favor, habla. Tienes mi permiso.

- �Por qu� crees que est�s aqu�?
- Porque yo...

Sufro un trastorno compulsivo.

Eras profesora en un
pueblucho, �no es as�?

S�, pero entonces
no estaba enferma.

Te gustaba toquetear
a chicos inocentes.

Eso no es cierto.

Oh, cari�o, no
deber�as alterarte.

Lo siento.

Por favor, recuerda que puedes
ser totalmente sincera con nosotros.

S�lo podemos ayudarte si
conocemos tus problemas.

No vamos a juzgarte.

Somos m�dicos, pr�cticamente
una especie de consejeros.

Tu enfermedad no es incurable, y
estoy segura de que te sanaremos.

Eres inteligente, culta...

Tienes sentido com�n...

Eso es todo lo
que puedo decirte.

Al principio, me reprim�a.
Por eso me fui del colegio.

A partir de entonces, me
dediqu� a vagar por ah�.

Para m� es f�cil convencer a los chicos.
Les prometo grandes aventuras.

Les digo lo buena que soy en la cama,
bebo con ellos, les ense�o a robar...

Aprenden todas las
cosas malas de m�.

No estoy segura de que est�s
siendo totalmente honesta.

�Qu� edad ten�an los chicos?

Unos 16 a�os, pero los corromp�...

No... No puedo evitarlo.
Tengo una gran fijaci�n al respecto.

Vienen a buscarme
como si fueran adictos.

Y yo voy a por ellos y los hago
cada vez m�s dependientes de m�.

�Con qu� drogas los enganchas?

No, no, no es lo que piensa. No
me refiero a ese tipo de adicci�n.

No tiene nada que ver con
las drogas ni nada parecido.

Tenga o no tenga que
ver, y sea verdad o no...

al final, hasta la mayor sarta de
mentiras se convierte en una confesi�n.

Y estoy segura de que conseguiremos
penetrar en tu mente muy pronto.

Me has vuelto a robar
el jersey, vieja solterona.

- D�jame refrescarte la memoria.
- Pi�rdete.

- Est�s completamente loca.
- �Qui�n es la de la silla de ruedas?

Ni idea. A veces, aparece gente
que nunca hemos visto antes.

�Y nadie sabe qui�nes son?

No. A menudo llevan a la gente a trav�s
del patio, y luego desaparecen de nuevo.

�Pero d�nde est�n?

Hay muchas de esas.
No nos han presentado.

A veces desaparecen
de la noche a la ma�ana.

�Y nadie pregunta qu� les pasa?

No, a menos que
est�n cansadas de la vida.

�Para! �Crees que me gusta escuchar
a una perra masturbarse todo el tiempo?

- No lo aguanto.
- Vete a la mierda.

Me gustar�a saber algo sobre
una chica que estuvo aqu�.

�Ya no est� aqu�?

No, no creo que est�.
No creo que siga viva.

- �Sabes al menos su n�mero?
- No, no lo s�.

- �Hace cu�nto tiempo estuvo?
- Un a�o.

Yo no estaba aqu� entonces.
Deber�as preguntarle a Juana.

Ella mete las narices en todo.

Es la �nica que podr�a ayudarte.

�Veis mi cuerpo de alabastro?

- Cuidado, no vayas a perder otro adorno.
- No te preocupes.

Oye, enjab�name la espalda.
Despu�s puedes frotarme el culo.

Vamos.

�Est�s sorda o qu�?
Date prisa, fr�tame.

- Estoy bien esculpida.
- Por fin.

�Qui�n lo hubiera pensado? Esta
gatita tiene manos de terciopelo.

�De veras?

Ahora el culo.

Oye, �Te piensas que
has terminado, cerda?

�Crees que eso es un
lavado en condiciones?

Sigue.

S�, eso est� mejor. As� se hace.

Vale, ya est� bien de enjabonar.
Ahora haz el trabajo de verdad.

Oh, �menudo esc�ndalo! Una
es demasiado fina para esto.

�No me has o�do? �M�temelo!

No te preocupes, no
se te va a partir el dedo.

Me parece que nunca
te lo lavabas en casa.

Sigue.

Ya est�.

Vas a coger el jab�n y a continuar
hasta que te mande a la mierda.

- No.
- Un momento.

- �C�mete el jab�n, o te mato!
- �D�jame de una vez!

�Te voy a ense�ar
lo que es bueno!

�Toreador, en guardia,
Toreador, Toreador!

Y piensa bien, s�, sue�a con luchar.
Deja que te mire un ojo morado.

�Vamos a divertirnos!

�Dale una buena paliza!

�Para!

�A por ella!

�Vamos!

�Silencio! Maldita escoria.

La nueva, por supuesto.
Su�ltala, zorra.

- Tranquila, Juana.
- �Te vas a enterar!

�Arrancando! Te voy a llevar a donde
vas poder a gritar hasta la muerte.

- Su�ltame.
- No te va a pasar nada.

Le voy a dar a esa
zorra una paliza.

Pronto agradecer� que le deje
lamerme los pies o limpiarme el culo.

- �Se va a enterar!
- �C�llate ya! �Te gusta el aislamiento?

Por fin te est�s
recobrando, hija m�a.

Pensaban que la celadora te
hab�a pegado demasiado fuerte.

�Pegado?

�Por qu� me han
pegado? No s� qu�...

Esto no va bien. �Te has
olvidado de tu mal comportamiento?

Esa rebeld�a
siempre es el resultado

de un impulso agresivo
profundamente arraigado.

No puedo soportar
el dolor de cabeza.

Estoy segura de que se
te pasar�, �verdad, Paolo?

�Paolo? �Por qu� estoy aqu�?

Las personas con
tendencia a la violencia

perturban a las dem�s
pacientes con su comportamiento.

Son muy sensibles, y
me temo que por eso...

hemos tenido que separarte
de ellas. As� que...

Parece que sigues
dominada por el sexo.

Bueno, hijita, vamos a
recuperar el control de eso.

Sin duda te vamos a curar.

Si no me doliese tanto la cabeza...

C�mo me martillea.
Me duele mucho.

- Ni siquiera puedo ver bien.
- Eso es porque eres muy sensible.

No. No.

Me temo que ahora voy a
tener que hacerte m�s da�o.

No.

No, no lo haga. �No!

Creo que esto aliviar� tus
molestias por debajo de la cintura.

Bien, y ahora algo para relajar los
nervios tan sensibles de tu cabeza.

Una terapia espec�fica
de electroshock.

�Rego?

Ya est�. Lleva a la paciente
a la celda de relajaci�n.

Y luego dile a la n� 10
que la estoy esperando.

�Hola?

Estoy en la celda contigua a la tuya.
Las tuber�as atraviesan todas las celdas.

Soy lo bastante alta
para poder alcanzarlas.

Podemos comunicarnos
a trav�s de las tuber�as.

Tienes que hablar por el filtro que est�
en alguna parte inferior de la tuber�a.

Si no lo alcanzas, puedes
intentar responder dando golpes.

Espero que al menos puedas
llegar a la tuber�a con la mano.

Te har� preguntas y
t� contestas con golpes.

Un golpe significa que s�, dos
golpes es que no. �Entendido?

�Da un golpe!

�Vamos!

Ponte de puntillas.

�Te encuentras tan mal como yo?

�Acabas de llegar?

Yo llevo m�s de tres
meses en este para�so.

Conozco a todas las ratas.
Se han enamorado de m�.

De vez en cuando, las gorilas me sacan y
me torturan un rato, s�lo para divertirse.

Quieren que cante, pero me
niego. Soy dura de cabeza.

Aunque la marquesa diga que no.
Me llamo Laura Gomarra.

Realizan experimentos
con productos qu�micos,

para ver qui�n es
la m�s resistente.

Cora �lvarez est� tirada
en la celda de tu derecha.

Ya no puede andar. Aqu�
abajo estamos unas 14.

Creo que vamos a morir todas.

Al principio era inmune
a sus inyecciones.

Despu�s de todo, soy m�s
fuerte que vosotras, las blancas.

Pero estoy segura de que me preparar�n
alguna sorpresa especial para m�.

Paola Gabol y Rosa Phillips
tambi�n est�n en las �ltimas.

Ya ni siquiera pueden dar golpecitos.
Me pregunto qu� m�s me espera.

A lo mejor me
organizan una gran fiesta.

Oye, �me est�s escuchando?

- Se�or.
- Gracias.

- �Camarero!
- �S�, se�or?

- Yo te invito.
- Gracias. Un ron, por favor.

Por supuesto.

Ah, esta vez es un
cargamento completo.

Mira �sto. Espl�ndido.

Espero que la calidad
sea la misma de siempre.

Lo es.

Salud.

�Qued� satisfecho con
las pel�culas que le dimos?

S�, eran bastante buenas.

Pero con el tiempo har�
falta algo m�s de variedad.

Har�a falta alguna
participaci�n masculina.

Entiendo.

De acuerdo.

- Genial.
- Muy bien. Una buena suma.

- Los billetes son buenos.
- �Cu�ndo nos vemos de nuevo, se�or?

Ma�ana ver� a nuestro jefe y llevar�
el material al estudio de revelado.

Yo dir�a que en dos semanas.

Creo que el negocio
subir� a partir de ahora.

La violencia siempre
est� de moda.

Est�s m�s p�lida que una vela.
�Qu� demonios te han hecho?

- �Te han cauterizado ah� abajo?
- S�, con alg�n tipo de producto qu�mico.

Me quema.

Vamos, aprieta los dientes e intenta
dormir, as� recuperas las fuerzas.

Esos bastardos... Esa de
ah� est� cubierta de llagas.

Pero a ella no le importa. Es
masoquista, la tortura la excita.

Lo necesita. Est� obsesionada.

Una parte de ella es
una aut�ntica fiera,

pero por otro lado
es muy obediente.

- �La soltaron hace mucho?
- S�. No estuvo en aislamiento.

- S�lo pas� fuera la primera noche.
- �En d�nde estuvo?

Con Greta la Dura. Se la
folla hasta que casi cae muerta.

Y mientras lo hacen, esa
chivata le habla de nosotras.

Puta soplona.

Entonces quiz�s Juana pueda
decirme si hay otra chica aqu�.

- Quiero decir en aislamiento.
- Estoy segura de que podr�a.

- �T� crees?
- Esa hace lo que le da la gana.

Habla con casi todo el mundo.
�C�mo se llama?

Rosa Phillips. Si sigue aqu�,
s�lo puede estar ah� abajo.

Tengo que averiguarlo.
Por eso estoy aqu�.

- Seguro que lo descubrimos.
- �T� crees?

Quiz�s si se lo preguntas a la
n� 10, pero no de forma directa...

- Si lo haces con perspicacia...
- No, es como un animal.

Es capaz de oler a las ratas. Pero
no importa, har� cualquier cosa por ti.

Eres fant�stica.

Eres dulce y tierna.

�T�? Pasa.

�Alguna novedad?

T� puedes irte.

- �Un cigarrillo?
- Claro.

- As� que traes novedades.
- Muchas novedades.

Muy bien, �Cu�les son?

Traigo muchas cosas interesantes,
pero antes tengo una pregunta.

Pues preg�ntame.

�Seguir� siendo tan dura
con la nueva, esa pobre idiota?

�A qu� viene esa simpat�a?

Estoy segura de que la castig�
tan duramente por mi culpa.

T� eres tierna, ella una descarada.
La habr�a castigado de todos modos.

No tiene nada que ver contigo.

�Tienes conciencia de repente?

�Por qu� si no se te
romper�a el coraz�n por ella?

Hip�crita. Pero te prometo que
ser� amable con ella de todos modos.

As� que, escuchemos las
novedades. Tengo curiosidad.

Bien. La n� 14, la transexual, me hizo
algunas preguntas en nombre de la nueva.

Las dos corderitas
son ahora u�a y carne.

�Y qu� clase de
preguntas te hizo?

Sobre una chica que estuvo aqu�.

Y quer�a saber si Rosa Phillips
sigue viva, posiblemente en el s�tano.

- �Eso es lo que quiere saber Abbie?
- Al menos es lo que me dijo la n� 14.

- Son unas ingenuas.
- �Sigue aqu� Rosa Phillips?

S�, sigue aqu�.

�Est� en el s�tano? No la
envidio. No me gustar�a ser ella.

Contin�a.

- �Qu� m�s sabes?
- Eso es todo.

Creo que es bastante
saber que la n� 41

intenta averiguar si
Rosa Phillips sigue viva.

En mi opini�n, hay algo
muy sospechoso en todo esto.

Tenemos que averiguar si
la nueva tiene alg�n c�mplice.

Con ella, ser� como darse
de bruces contra un muro.

Quiz�s no.

Tienes que hacerle creer
que puede confiar en ti.

Seguro que te contar�
m�s de lo que quieres saber.

De acuerdo, pero s�lo
lo har� si la deja vivir.

Eso se puede
arreglar. �Por qu� no?

Le dir� que Rosa
sigue viva y que la ver�.

Puede que no sea una mala idea.

- Pero primero me divertir� con ella.
- Me parece muy bien.

�No!

�Todo el d�a llorando! �Muestra un
poco de consideraci�n por las dem�s!

Eh, estoy aqu�. �Ven
aqu�, bestia! Ven a por m�.

Paolo.

Te morrear� hasta que
te quedes sin aliento,

hasta que te cuelgue la lengua.

Para que luego lo
grabes, vieja bruja.

Te arrancar� las tetas ca�das y
se las dar� de comer a los cerdos.

- Vamos, pues.
- No hace falta que me lo digas dos veces.

�Crees que te tengo
miedo, puta zorra?

Ocho d�as de duro castigo.

�Paolo!

Estoy encantada de verte.

Las mentirosas compulsivas
tienen toda mi simpat�a.

Pasamos al nivel tres.

�Conoces a una chica llamada
Abelina, o m�s bien Abbie?

- Piensa. Abbie. Abbie Garc�a.
- �Abbie?

- �Abbie?
- Escucha, no tiene sentido negarlo.

Abbie est� en nuestras manos.
Y si no hablas ahora,

si no confiesas que ella
es la cabecilla de tu complot,

tendremos que rellenar
las lagunas de tu memoria.

Y entonces Abbie
correr� la misma suerte

que nos vimos
obligados a imponerte a ti.

Tendremos que usar los mismos
m�todos que usamos contigo,

y t� tendr�s que presenciarlo.

No le hag�is eso. Por
favor, no se lo hag�is.

Por favor.

S�, debes tenerle mucho miedo,

o dif�cilmente te har�as
la hero�na por ella, �verdad?

�Verdad?

Oh, me sorprende que no
se me haya ocurrido antes,

obviamente es tu amante.

- No.
- �Qu�?

Abbie...

es mi hermana.

Por favor, no le hag�is
da�o... a mi hermana.

Te prometo que ser� muy,
muy amable y buena con ella,

si me das algunos nombres.

- �Nombres?
- S�, los nombres de tus compinches.

No s� ning�n
nombre, ni uno solo.

No s� ninguno, ni uno.
No tengo ning�n compinche.

- As� que sigues siendo testaruda.
- No.

El nombre del jefe de
tu organizaci�n bastar�.

S�lo un nombre. Si me das
un solo nombre, ser� feliz.

Y tu hermana
quedar� libre, lo juro.

�Nivel cuatro!

Quiz�s ahora sepas el nombre.

Piensa en ello. Hab�a alguien
all� cuando escapaste, �no es as�?

�C�mo se llamaba?

No era muy simp�tico.

Insisti� en que hab�a que
operarte, en contra de mi voluntad.

Te llevabas muy bien con �l.
Parec�a un �ntimo amigo tuyo.

Es imperdonable que me
haya olvidado de este tipo. Es �l.

- No, no es �l.
- Ese tipo...

�El Dr. Arcos? S�, era mi
amigo, mi hombre de confianza.

�Ves? Ya me has dicho su nombre.

�Dicho el nombre?
No, te equivocas.

- �Pap�?
- S�.

- �D�nde est�s?
- Aqu� abajo.

- Buenos d�as. �Has dormido bien?
- S�.

- Me voy a la ciudad.
- �Puedes llevarte esta carta?

- Tiene que ir certificada.
- Vale, dalo por hecho, pap�.

Aqu� tienes, hija.

Fundaci�n Rosenthal.
�Est�s en problemas?

- No, cari�o.
- Muy bien, entonces. Hasta luego.

- Hasta luego.
- �Quieres que te traiga algo?

- No, gracias.
- Adi�s.

Qu� raro.

- Por fin.
- �Qu� quieren, caballeros?

Oh, est�s preparado
para irte. �A d�nde vas?

Eso es de mi hija.
Se va a mudar a la ciudad.

- �Podr�an decirme qu� es lo que quieren?
- �Qu� bonita historia!

Bueno, ha sido r�pido y f�cil.
Echa el cuerpo al agua.

- Lo hemos silenciado para siempre.
- Ya era hora.

Aqu� est�s.

Tengo el est�mago suelto, pero
puedes entrar de todas formas.

N� 14 me ha dicho
que quer�as verme.

S�, �ngel m�o, tengo
noticias muy interesantes,

pero antes tienes
que compensarme.

As� que has descubierto
algo sobre la chica.

Averiguo lo que quiero averiguar.

Es una pena que no
nos llevemos bien, cari�o.

Ya s�, t� me rascas la
espalda, yo te rasco la tuya.

Har� lo que quieras,
si me perdonas.

El sentimentalismo no
te llevar� a ninguna parte.

Quiero pruebas. �Arrod�llate!

�Juana!

En primer lugar,
lamer�s mi bota. �L�mela!

Vale, ahora lame la otra.

El otro d�a ten�as una
enorme aversi�n a la limpieza.

Eso ha cambiado, �verdad?
Sin excusas. �Adelante!

- Para. Y ahora...
- �S�?

Has hecho un trabajo tan bueno

que ahora tiene que estar
m�s limpio que mis botas.

Adelante.

Ves, �ngel m�o, como
no eres tan torpe.

Va muy bien.
Hoy est�s en buena forma.

Est�s progresando mucho.

As� que, despu�s de
todo, le sigue dando asco.

Escucha, puedo organizar un
encuentro con Rosa Phillips.

Conseguir� las llaves del
pabell�n de aislamiento.

Ten�as raz�n. Est� viva.
Podr�s verla pronto.

- �En serio?
- Y entonces estaremos en paz.

Deja de llorar.
No tiene sentido.

No es tan mala, en realidad.
Si lo piensas, te est� ayudando.

Todo el mundo hace lo que puede,
y esta es su manera de ayudar.

- Cari�o...
- Eres una mujer fabulosa.

Ya lo sabes, pero tengo
que seguir dici�ndolo.

Toda t� eres
tremendamente excitante.

Tus piernas son como cuerdas
que me arrastran hacia ti.

Tu risa parece el sonido de un
enorme enjambre de mosquitos.

- Cuando entornas los ojos...
- Como ahora.

- son como ascuas en la nieve.
- Eres casi un poeta.

- No, s�lo un funcionario atosigado.
- Tal vez durante el d�a. Ahora eres m�o.

- �Qu� puedo hacer por ti?
- Hazme sentir una mujer.

Cuando te veo frente a m�, me
quedo tan hechizado por tu cuerpo

que no puedo creer que haya
momentos en los que no te sientas mujer.

�Puedes perdonarme
una vez m�s, diosa m�a?

- Aqu� tienes.
- Gracias. Eres maravillosa.

Tus pechos son tan espectaculares
como los fuegos artificiales de fin de a�o.

- Ven. Puedes venir.
- S�.

- Har� cualquier cosa por ti. Lo que sea.
- �Y si te tomo la palabra?

- �Por qu� no lo haces?
- Lo har�.

- All� voy.
- Qu� maravilla.

�Hab�is hecho alg�n progreso
con respecto a Abbie Garc�a?

- Se llama Phillips, no Garc�a.
- �Phillips?

�Sabes que eres el �nico que
se preocupa por mis problemas?

De hecho, no lo sab�a,
pero muchas gracias.

Y no lo olvides, tus
problemas son mis problemas.

Una de las chicas
revel� algunos secretos,

y resulta que es la
hermana de Abbie.

La zorra pretend�a conspirar
contra nosotros.

Es fant�stico c�mo te las arreglas
para hacer hablar a esas tercas diablillas.

�C�mo lo haces?

�C�mo lo consigues?

Con m�todos muy especiales.

A m� tambi�n se me permite
tener alg�n secretillo, �no?

- S�, �pero no es...?
- �Peligroso? No.

�Has averiguado si esas
dos tienen alg�n c�mplice?

S�, tienen uno,
un tal Dr. Arcos.

- �Arcos?
- S�, mi dulce gatito.

Ese tipo deber�a desaparecer antes
de que pueda crear alg�n problema.

No s� c�mo se podr�a arreglar.

- Lo de la desaparici�n es idea tuya.
- S�.

Cari�o, �qu� dir�as si te dijera

que esa fuente de problemas
ya ha desaparecido?

- Que eres despiadada.
- Tengo que serlo.

Tuve que torturar a las chicas.

- O nunca habr�an confesado.
- Te admiro.

- Siempre las torturo.
- �C�mo?

- Hasta que gritan en voz alta.
- Eres divina.

Cu�ntame m�s. �Qu� pasa
entonces? �Qu� sucede despu�s?

Tome. Esto es lo que
hemos encontrado.

�Eso es todo?

Registramos la casa de Arcos
desde el s�tano hasta el �tico.

Esto es todo lo que hab�a.

Ponlo con los archivos privados.

�Est� todo preparado
para esta noche?

�Y bien?

Yo personalmente eleg� a
los sementales en la c�rcel.

- Ocho buenos ejemplares.
- Bien.

Podr�amos sacar otras
tres o cuatro de aislamiento.

Les hemos prometido a nuestros
clientes un material de calidad.

Pero la peque�a Linda
sigue reservada para m�.

�Por qu� no?

Pero entonces tendr�a que meterla
r�pido en aislamiento, o podr�a hablar.

Ser�a una pena. Me gusta mucho.

En aislamiento, nos ser�a
mucho m�s f�cil verla.

Siempre estar�a disponible.

Creo que pronto habr� tres o
cuatro celdas vac�as en aislamiento.

Es muy probable. Esos
tipos me parecen asesinos.

�Y Abbie?

Con la ayuda de
Juana, la haremos feliz.

Organizaremos un
encuentro que la sorprender�.

No se�is tan remilgadas.
Deprisa, deprisa. Vamos, vamos.

Muy bien, muy bien.

- Hoy tendr�is algo para el coraz�n.
- Os est�is impacientando, �verdad?

Silencio, por favor.

Nuestra invitaci�n es el
resultado de nuestros esfuerzos

por hacer m�s llevadera la reclusi�n
de los presos de larga duraci�n.

Esta iniciativa se debe a una
revisi�n de las leyes estatales.

El ministro responsable
ha llegado incluso a plantear

la supresi�n de la segregaci�n
por sexos en las c�rceles.

Sin embargo, una medida tan dr�stica no
puede tomarse de la noche a la ma�ana,

ya que, en la pr�ctica, implica
relaciones sexuales entre presos,

incluso la convivencia con
una pareja de su elecci�n

- y el fomento de la iniciativa propia.
- �Oh, vaya!

Por eso, hemos acordado que
antes debemos poner a prueba la idea.

Se os presenta la oportunidad de llevar
a cabo vuestras fantas�as m�s atrevidas.

Este es un momento de libertad.
Aprovechadlo al m�ximo.

�Con el permiso del Estado!

Deja de balar o te
dejar� un recuerdo m�o.

Prefiero las tetas de tu jefa,
pero me conformo con lo que pillo.

�D�jame!

Muy bien.

Voy a tener que trabajar duro
para penetrar en tu "Selva Negra".

�No, d�jame! �Cerdo!

- �Su�ltame! �Ten un poco de piedad!
- Eso es lo que estoy haciendo.

�C�mo conseguiste
la llave, Juana?

Recuerda de una vez por todas,
que consigo todo lo que quiero.

Incluso podr�a
iniciar una revuelta,

pero no s� por qu�
deber�a molestarme.

Sois todas demasiado est�pidas.

�Rosa! Oh, Dios m�o. Rosa.

�Qu� te han hecho?

No me reconoce.

Rosa, no nos rendiremos.

Te ayudar�. �Me oyes?
Te ayudar�.

- �Por qu� no dices algo?
- Date prisa, hay que largarse de aqu�.

No.

Sab�a que �sto no ser�a divertido,
pero no pensaba que llegar�a tan lejos.

Ya basta. Quiero salir de aqu�.

Qu� escena familiar
tan dulce e id�lica.

Vamos.

�Asesinos! �Qu� le hab�is
hecho a mi pobre hermana?

N� 10, sal de la habitaci�n.

No hasta que sepa
lo que vais a hacer.

No hay raz�n para que te lo diga.
Has completado tu tarea, puedes irte.

Por favor, recuerde me hab�a
garantizado que la dejar�a viva.

Asquerosa chivata,
�qu� garant�a te iba a dar?

Pi�rdete, o acabar�s como ella.

Me las pagar�.

Ahora vamos a arriba para averiguar
la verdad sobre las hermanas Phillips.

�No es verdad, Abbie? Ingresaste
en esta cl�nica con papeles falsos.

- Ibas a espiar para el Dr. Arcos.
- No.

T� y tu est�pida hermana.
La chica ha tenido suerte.

Si eres tan testaruda como ella,
no saldr�s viva de esta habitaci�n.

No lo creo.

Cuando el Dr. Arcos venga a
sacarme de aqu� la semana que viene,

�l y sus compa�eros preguntar�n
d�nde estoy. Y me sacar� de aqu�.

Tu fiel amigo no va a venir.
No puede.

Muri� antes de ayer.

- �Muri�?
- Era necesario.

Eres Abelina Garc�a, una
paciente con una neurosis obsesiva.

�Qui�n te creer�?
Est�s en mi poder.

Y antes de que mueras, quiero
los nombres de tus c�mplices.

No hay ninguno. No
hay ninguna conspiraci�n.

�C�mo puedo demostr�rselo?

Aunque me mate a
golpes, yo no s� nada.

- �Nada?
- Nada en absoluto.

No puedo darte
nombres que no conozco.

Me los dar�s. Lo har�s.
�Quieres apostar?

Porque si no lo haces, tus
tripas se ir�n por el desag�e.

Que es para lo que te
prepararemos ahora.

Qu�tate la ropa.

�Qu�tate la ropa!

- M�s r�pido.
- Por favor, Marquesa.

No te preocupes. Voy a divertirme
un poco con tu hermana primero.

S�, lo har�. Ella
lo est� deseando.

Deja a Rosa.
Por favor. �Por favor!

Debes querer mucho
a esta zorra mentirosa.

C�jame a m� en su lugar.

Ya ha sufrido bastante.
No sabe nada.

Ese es precisamente su problema.

Y tenemos que erradicarlo
de una vez por todas.

No, por favor, p�dame lo que
quiera, pero no le haga da�o.

Te pedir� algo, no te preocupes.

Ah, justo a tiempo,
como siempre. Hola, se�or.

Hola, se�or.

Aqu� est�n las pel�culas
er�ticas que le promet�.

Gracias.

Hemos tenido en cuenta
muchas de sus sugerencias

a la hora de
hacer las pel�culas.

Genial. 30 rollos. Bien.

Por cierto, el �ltimo
material era magn�fico.

Si el negocio
sigue as� de bien...

Estoy seguro de que esto
superar� sus expectativas.

- Ya veremos.
- Desde luego.

10.000.

- 50.000. Compru�balo.
- No es necesario entre caballeros.

Por cierto, el dinero
no ser� un problema,

si cumple con una
petici�n especial.

�Y cu�l es? Somos muy flexibles.

Vale, imagina un asesinato...

No hablo de uno
simulado, sino de uno real.

La escena de una muerte,
violenta y altamente er�tica,

un apocalipsis can�bal,

en el que una mujer obsesionada
con el sexo es la v�ctima.

- �Algo que nunca se ha hecho antes?
- Exacto.

Pero el asesinato tiene
que cometerse de verdad.

Queremos algo
completamente realista.

Esta es tu oportunidad
de ganar 100.000 d�lares.

Por el amor de Dios, ni siquiera
puedo meterla en el agujero.

No hay pollas. Una polla peque�a
no es una polla de verdad...

Ya te tengo...
�Mierda!

Crecer�.

El agujero siempre es
demasiado peque�o.

Oh, d�jalo ya.

De todas formas no quieres
mi ayuda. Es una pena.

No, prefiero hacerlo yo misma.

con la boca y con la
mano, por la patria...

- Ven aqu� un segundo.
- �Maldici�n!

- Interesante.
- �Hay alg�n hombre ah� abajo?

�Chicas! Y mirad los
pantalones que llevan.

�Vaya, qu� coche tan elegante!

Mirad qui�n sale. Lleva el
pecho cubierto de medallas.

�Qui�n demonios puede ser?

No tengo ni idea, pero
me puedo imaginar

que la cosa se va a poner
embarazosa para la Marquesa.

Poneos todas en fila.
R�pido. Vamos.

No quiero o�ros ni una palabra.
Espero un comportamiento ejemplar.

Os estar�is calladas.

�Ay de quien intente
decir alguna tonter�a!

- �Qui�nes son?
- Es una inspecci�n.

Preparaos.

No creo ni por un segundo
que vayan a hacer nada.

El profesor Rosenthal
y Amnist�a Internacional

han solicitado una
inspecci�n de esta cl�nica.

El gobierno ha
accedido a su petici�n.

Se sospecha que los m�todos que se
emplean en esta cl�nica est�n anticuados.

Tambi�n se ha solicitado al
gobierno la liberaci�n de una paciente.

Por supuesto, estamos a su servicio.
No tenemos nada que ocultar.

Estoy segura de que una
inspecci�n minuciosa de esta cl�nica

disipar� las sospechas
infundadas del profesor Rosenthal.

�C�mo se llama la reclusa
cuya liberaci�n se solicita?

- Abbie Phillips.
- �Abbie Phillips?

No recuerdo haber tenido
ninguna paciente con ese nombre.

Ingres� en su cl�nica con el nombre
de Abelina Garc�a hace ocho semanas.

�Garc�a? Sr. Rego, tr�igame el
expediente de Abelina Garc�a.

Interesante. As� que la paciente
est� aqu� bajo un seud�nimo.

S�.

Ya veo, Abelina fue admitida
a instancias del Dr. Arcos.

Lo s�. Me lo escribi� el
d�a que fue asesinado.

Por lo que sabemos,

una organizaci�n
terrorista es la responsable

de la inexplicable
muerte del Dr. Arcos.

Muchas personas valiosas son
asesinadas. Lo siento mucho por �l.

�ltimamente tuve bastante
contacto con el Dr. Arcos.

Me hab�a confiado a Abelina.

Es una paciente que
significa mucho para m�.

Una chica tan
encantadora e indefensa...

Pero si el gobierno ha
concedido la petici�n,

por supuesto que la
pondr� a su disposici�n.

Se�or Rego, por favor, organice
todo para dar de alta a la n� 41.

Y ahora, se�ores, me
gustar�a que me informen

si tienen intenci�n de inspeccionar
la cl�nica conmigo o sin m�.

�Atenci�n! Poneos de pie para
dar la bienvenida a los visitantes.

- �A qu� est�is esperando?
- T� tambi�n, la del fondo.

Eso est� mejor.

Y ahora... sonre�d.

- Y estos son los dormitorios.
- Ya veo. Buenos d�as.

- Saludad a los caballeros, queridas ni�as.
- Buenos d�as.

- Buenos d�as.
- Buenos d�as.

Buenas chicas.

Buenos d�as, buenos
d�as, buenos d�as.

Me pregunto qu� motiv�
tales difamaciones.

Me alegro de que hayamos accedido
a la petici�n de estos caballeros.

Una cl�nica como la suya
merece nuestro apoyo.

Gracias por sus
elogios y por su visita.

Traed aqu� a la paciente.

Como pueden ver,
es un caso muy grave.

Tiene todas las caracter�sticas
de un episodio agudo...

de esquizofrenia catat�nica.
Un caso perdido.

Lo examinaremos.

- Profesor.
- Marquesa.

Adi�s.

Estimado profesor Rosenthal,
Excelencias, soy Greta del Pino.

Si piensan que pueden pillarme,

tienen mucho que
aprender, caballeros.

Aqu� mando yo. Tengo el
poder sobre la vida y la muerte.

Lo �nico que cuenta aqu�
son �nicamente mis �rdenes.

Nada m�s.

�T�, Juana? �Qu� quieres?

�Por qu� has entrado sin llamar?

- Quiero decirle algo.
- Bien. Cierra la puerta.

Bueno, pues no lo
hagas. �Qu� pasa?

Vamos, su�ltalo.

No me tengas en vilo.

�Y bien?

Vamos a echar de menos
su car�cter tan afable.

Vamos a echar de
menos su cordial sonrisa.

Pero...

�Fuera! �Largo!

�Est�is completamente
locas? �Fuera!

�Largo! Vamos.

- No.
- Dios, se me est� cayendo la baba.

No...

�A por ella!

- Se acab�.
- Vamos a acabar contigo.

Vamos a ajustar cuentas.

Vas a pasar el mismo
infierno que nosotras.

Un electroshock, pero
diez veces m�s potente.

�Socorro! �Rego!

�Ay�dame!