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TRES LANCEROS BENGAL�ES

Queremos dar las gracias
por sus consejos y supervisi�n

al teniente coronel Wynn,

del s�ptimo regimiento
de Lanceros Bengal�es,

y al capit�n Rochfort John,

de los Ingenieros Reales.

CUARTEL DEL EJ�RCITO

Muy bien, ma�ana a las 14:30.

Gracias.

Informe sobre raciones para los caballos,
archivos del regimiento y generales.

Cada uno de estos botones
representa las tropas, �de acuerdo?

- S�, se�or.
- Bien.

Los botones son m�s abundantes
en la frontera del noroeste.

S�, siempre.

Debemos proteger
a 300 millones de personas

y el peligro m�s fuerte est� all�.

Muy rom�ntico
para un novato como yo.

- Me recuerda a los versos de Kipling.
- �Rom�ntico?

S�, al principio s�.

Otro bot�n que mover.

El 41 de los Lanceros Bengal�es.

Aqu�, cerca de El Paso.

- �Eso significa...?
- Eso significa maniobras.

Como dice el coronel Stone
en su informe.

- �Oye esos disparos, Hamilton?
- T�picos de hostigamiento.

Y de mosquetes afridi,
todos absolutamente.

Ni un solo disparo
de nuestras fuerzas.

Bien, Hendrickson
es un buen soldado.

Es duro para �l
que esos malditos afridis disparen

contra sus hombres
y no poder devolver los disparos.

Solicitar�n la orden del d�a
si el plan da resultado.

El plan est� muy bien
si no se tratara de Mohammed Khan.

- Es muy astuto.
- S�. Claro que lo es.

D�gamelo a m�.

Pero por una vez ha mordido
el anzuelo.

Y si le obligamos a salir
con sus hombres

lo suficiente a campo abierto

como para poder cortarle la retirada,
entonces caer� en nuestras manos.

Y eso es lo que he estado esperando
durante 15 a�os.

�Cerdos!
�Cu�ndo entramos en acci�n?

No respondan al fuego enemigo.
�rdenes del coronel Stone.

Narain Singh.

- �Podemos contestar ahora?
- �rdenes del coronel.

- Pero el viejo no pod�a prever esto.
- Me gustar�a tenerle conmigo en la guerra,

pero para tiempos de paz
es usted demasiado...

Demasiado impulsivo.

Ametralladora.
�Arriba, a la monta�a!

Fue mala suerte
que el mando recayera en usted.

Naturalmente,
ignoraba mis �rdenes.

- Las conoc�a bien.
- �Por qu� no las obedeci�?

�Y usted se llama un soldado?

Ret�rese.

El coronel conoce la India, usted no.

Tiene raz�n, no soy m�s
que un imb�cil escoc�s-canadiense.

Vine a este regimiento
para combatir,

pero �l parece
que se ha tragado una escoba.

Solo piensa en la instrucci�n,
pero en el momento de la verdad...

McGregor, el coronel tiene derecho
a actuar como crea mejor

y a decir lo que le parezca.

LANCEROS BENGAL�ES

�Monten!

Una cosa m�s.

Hoy han enviado
dos sustitutos desde Delhi.

Burocracia.

Cuando vinimos al regimiento
siendo muchachos

no sab�amos que en eso
consiste el 90% de la carrera.

No. Pens�bamos y actu�bamos
igual que McGregor.

�De d�nde son esos dos sustitutos?
�Qu� nos mandan esta vez?

De los Azules el teniente Forsythe.

Los Azules, un regimiento
muy elegante, todo brilla como el oro.

- �Qui�n es el otro?
- El teniente Stone, de Sandhurst.

�C�mo?
�De Sandhurst?

Me mandan un chiquillo
que a�n no tendr� ni barba,

completamente crudo.

Directamente de la academia militar
a la frontera.

�Qu� barbaridad!

- �C�mo ha dicho que se llamaba?
- Donald Stone.

�Y a usted qui�n le ha pedido
que se meta en mis asuntos?

�Quiere olvidar que es mi coronel
por un momento?

S�.

Escuche, dentro de dos a�os
le llegar� el retiro.

Y ha llamado a mi hijo
porque le doy l�stima, �es eso?

No es eso.

Solo pens� que el nombre
de Stone quedar� ligado

al regimiento 41
despu�s de su marcha.

En el Ej�rcito no hay sitio
para los sentimentalismos.

No me parece justo mandarle
a casa sin probarle.

No. De todos modos, o est� a la altura
de mis normas o se va de aqu�.

- Por supuesto.
- Y a la primera se�al de favoritismo

sea de usted o de cualquiera
se acordar�n de m�.

Una orden, comandante Hamilton.

Como usted dijo,
el coronel est� en su derecho

de decir y hacer lo que quiera.

McGregor, ir� a recibir
a los dos oficiales esta ma�ana,

los tenientes Forsythe y Stone.

- S�, se�or. �Stone?
- Es su hijo.

- �Su qu�?
- He dicho su hijo.

Vaya, no me imaginaba
que el viejo fuera tan humano.

- El tren llega a las 10:30.
- S�, se�or.

Se�orita, se casar� usted
conmigo el martes d�a 29.

Pres�ntese en la iglesia a las 10:00.
Es una orden.

Y no va vestida adecuadamente.

- �Quer�a hablar conmigo, McGregor?
- No, se�or.

- Espero que sea simp�tico.
- No lo ser�.

- Ser� una "baqueta".
- �C�mo dices?

No tenemos bastante con un Stone.
Ten�an que enviarnos otro.

Ah� est�.
La joven "baqueta" en persona.

No puede ser otro.
Qu� seguro est� de s� mismo.

F�jate c�mo le rodean los dem�s.

Y su equipaje,
el colmo de la elegancia.

- Bueno, acabemos de una vez.
- No, yo tengo un trabajito.

Recibe t� a los famosos sustitutos.

McGregor, de los Lanceros.
Vengo a recibirle.

Un comit� de recibimiento.

Es agradable saber
que me esperaban.

El regimiento entero
lleva esper�ndole una semana.

- �S�?
- Viaja con lo justo, �no?

Ponga las maletas en el coche.

Taxi.

Ver�, contaba con quedarme
una temporada.

Si no le molesta demasiado.

Por m� puede quedarse
lo que quiera.

- Adi�s. Gracias por su amabilidad.
- De nada.

- �Y su equipaje y lo dem�s?
- Todo est� resuelto. Gracias.

Perm�tame presentarle
al Sr. McGregor. La Srta. Leys.

- Mucho gusto.
- Adi�s.

- Adi�s.
- Adi�s.

�Qui�n es?

La conoc� en el tren,
si no le importa.

Aqu� no es conveniente hablar
con personas desconocidas.

Se encuentra en la India.
No se sabe qui�n es nadie y...

Hermosa esp�a conoce
a joven oficial de Lanceros,

le obliga a revelar importantes
secretos militares.

El imperio se derrumba.

Melodrama, mi querido McGregor.
Melodrama.

Tal vez no tenga tanta gracia
como parece, Sr. Stone.

Supongo que no le importar� mucho,
pero yo no me llamo Stone.

- �No?
- No. Me llamo Forsythe.

Vaya, entonces aquel
debe ser Stone.

Eso se llama tener inteligencia,
ya lo creo que s�. Un cerebro brillante.

Stone, soy McGregor.
Vengo a recibirle.

Es muy amable.

Stone, le presento a...
�c�mo ha dicho que se llamaba?

- Forsythe.
- Stone, Fort.

Nos hemos conocido en el tren.
Y mi nombre es Forsythe.

Demasiado largo, Forsythe.

Fort, Stone.
Stone, Fort.

Stone, Fort.
Tiene gracia.

Esperen un momento
y yo me ocupar� de su equipaje.

Vamos.

- Un muchacho simp�tico.
- Y amable.

�Verdad? Es lo que siempre
hab�a imaginado

que ser�a un verdadero oficial
de la frontera.

Mi madre me retuvo en los EUA
hasta que me mand� a Sandhurst.

Yo conozco bien los EUA.
Soy escoc�s-canadiense.

�D�nde me he metido,
en la legi�n extranjera?

Cre�a que mi padre no sab�a que yo
estaba en Sandhurst hasta que pas� esto.

- �Qu� pas�?
- Que me mand� a su regimiento.

As� seguiremos la tradici�n familiar.

Naim Shah, su criado, Stone.

- Salaam.
- Ali Hamdi, el suyo.

Salaam.

El vigilante nocturno,
el aguador, el barrendero.

Si quiere m�s,
los contrata despu�s.

Calle, pare.
V�yase, granuja.

Me hace da�o a los o�dos.

Qu� raro, a m� me suena
a las gaitas escocesas.

Su habitaci�n, Stone.

El ventilador.

Bonito, �no?
Y relajante.

He querido dedic�rselo,
canciones escocesas.

- Le recordar� a su patria.
- Su habitaci�n.

�Alguien ha legado estos trastos
al museo South Kensington?

Esos trastos son
los bienes personales del hombre

a quien usted sustituye.

Muri� en la frontera el mes pasado.

Lo lamento.

McGregor,

�sabe si el coronel ha dicho algo
de cu�ndo me recibir�?

No, pero supongo que no le ver�
hasta la llamada a oficiales.

No se extra�e. El viejo
es un fan�tico de las ordenanzas.

Llamada, reglamentos.

Es una orden.

- Llamada a oficiales.
- �Ya?

Voy con usted enseguida.

T� me ayudar�s a mantenerlas
en buen estado.

T� le das brillo y yo las ensucio.

Llamada a oficiales.

Si no le parece mal, sahib.

Gracias, colono.

- Llamada a oficiales, Barrett.
- Hoy no, amigo.

- �Ad�nde vas ahora?
- A cruzar la frontera.

Ojal� hubiera seguido
el consejo de mi madre

y me hubiera hecho
cl�rigo en vez de militar.

Ojal� fuera yo.

�Es que el coronel se piensa
que eres el �nico que habla pasto?

- Qui�n sabe lo que piensa el coronel.
- En eso estoy de acuerdo.

- Bueno, suerte.
- Gracias.

�Variaci�n izquierda!

�Variaci�n izquierda!

- Bonita cabeza.
- �Cu�nto tiempo tiene?

A vuestros puestos.

- Buenos d�as a todos.
- Buenos d�as.

BAQUETA

�Qu� es esto?

Adelante, granuja.

Coronel, un gazi afridi
ha sido capturado

en la habitaci�n
del capit�n Norton con esto.

- �Ha robado algo?
- Pretend�a matar al capit�n Norton.

Dijo que dorm�a
con los pies hacia la Meca.

Hay �rboles y tenemos cuerda.
�Tienes algo que decir?

�Qu� tienes que decir?

Llev�oslo, colgadle de un �rbol

y luego at�is el cad�ver
a la piel de un cerdo.

Morir�s y colgaremos tu cuerpo

en la piel de un cerdo.

�Al�! �Al�!

Eso es lo que le pasar�
si vuelve a intentarlo.

D�gaselo y que se vaya.

V�yase y, en el futuro,
tenga cuidado. Llev�oslo.

Salaam.

Parece que no le gustan los cerdos.

Si le pasara eso en el para�so
se quedar�a

sin las 48 mujeres
que le concede Al�.

Qu� pena.

- Capit�n Norton.
- Diga.

- �Tiene una br�jula?
- S�, se�or.

- Cambie la direcci�n de su cama.
- S�, se�or.

Bien. Eso es todo.

Sr. McGregor,
los dos sustitutos.

El Sr. Forsythe, de los Azules.

El Sr. Stone, de Sandhurst.

�De los Azules? Muy bien.

Un regimiento a la �ltima moda.

Me temo que nos encontrar�
muy distintos.

Tenemos fama de buenos soldados
y estamos orgullosos de ello.

Sr. Stone.

Viene aqu� directamente
de Sandhurst

y este es su primer destino.

- �No es as�?
- S�, se�or.

S�. Tiene muchas cosas
que aprender.

Y conf�o en que usted,
y usted tambi�n, Sr. Forsythe,

est�n a la altura
de las circunstancias.

Eso es todo, caballeros.

El muy...
Perd�n.

�Ya ha terminado?
�Eso es todo?

Eso es todo.

- Teniente Stone.
- Diga, se�or.

El coronel ha olvidado esto.
Haga el favor de llev�rselo.

S�, se�or.

- �De qu� se r�e?
- De usted.

Conque el duro soldado
tiene un coraz�n de oro.

No se preocupe.
Eso nos pasa a todos.

Es el instinto maternal.

- �Busca esto?
- �C�mo?

�De d�nde lo ha sacado?

El Sr. McGregor me ha ordenado
que se lo entregue.

Una infernal insolencia.

No me refiero a ti.

No es a ti.

�C�mo est� tu madre?

- Muy bien, se�or.
- Me alegro.

Siempre ha detestado el Ej�rcito.

No s� c�mo te ha dejado ir
a Sandhurst.

No tuvo m�s remedio.

Le estuve dando la lata
desde que era as�.

S�, �quer�as ser soldado?

Los Stone hemos sido soldados
durante generaciones.

S�. Pero t� no creas
que lo eres a�n.

S�, se�or.

En realidad no deber�as estar aqu�
en la frontera.

- Pero estoy aqu�, se�or.
- S�, pero no pretendas sacar ventaja.

- No esperes ning�n favoritismo.
- No, se�or.

Bueno, me alegro de verte y...

Lamento que nuestra situaci�n
haga imposible

cualquier clase
de relaciones sociales.

Yo no...

No, espera un momento.
Ven.

Esta frontera

no es lo mismo
que servir en la patria.

No es sitio para un muchacho.
Hay que ser un hombre curtido.

Tendr�s que empezar
por el principio.

Aprenderlo todo.
Y si no sabes cumplir, te ir�s.

El Ej�rcito es lo primero.

Esta es una verdad
que tu madre nunca entendi�.

S�, se�or.

- �Eso es todo?
- S�. S�.

Eso es todo.

Me he alegrado mucho de...

Pobre chico.

Cre� que si se ve�an a solas...

Pero el viejo tiene agua helada
en las venas.

- No conoce al coronel, McGregor.
- Ni usted tampoco.

- Sr. McGregor.
- Se�or.

Como he dicho esta ma�ana
a otro de mis oficiales,

en el Ej�rcito no hay sitio
para el sentimentalismo.

Ni para el sentimentalismo
ni para la impertinencia, Sr. McGregor.

�Stone!

Interesante la entrevista, �no?

Siento haberle mandado all�.

Deb� suponerlo.
Deb� imaginar c�mo le tratar�a.

�Qu� es un hijo para �l comparado
con su maldito regimiento?

Un fan�tico,
eso es lo que es.

Todo el mundo lo sabe.
Vaya acostumbr�ndose.

�Eso es mentira!

Perdone.
Siempre hablo demasiado.

Soy un imb�cil. Perdone.

No se preocupe.

Amo tiernamente la plata
de sus canas

y el celo maternal por su corderito.

Dios te guarde y te bendiga,
mam� McGregor.

Cuando un regimiento
est� avanzando,

�cu�l debe ser la posici�n del jefe?

Sr. Stone, le estoy haciendo
una pregunta.

S�, se�or.

Vamos, venga.

- Con esto mejorar�.
- S�.

Deben cambiarse
las herraduras, Sr. Stone.

S�, ya lo veo,
comandante risaldar,

pero en Inglaterra no tenemos
este suelo.

Sargento.

Oc�pese de las herraduras
de ese caballo.

Muy bien.

�Adelante!

Dale un buen paseo
para que se refresque.

Ese Forsythe es un buen soldado.

�Salto!

�Ha visto c�mo hizo ese salto?

S�, les ense�an a saltar
en los cielos.

S�, s�.
�Qu�?

- Muy bien, Forsythe.
- Gracias, se�or.

Sr. McGregor,
no va usted bien vestido.

Lo siento.

- Un salto magn�fico el suyo.
- Gracias.

- Hola, Stone.
- Una persona magn�fica tu padre.

Sabe distinguir a un buen soldado

y aprecia la pulcritud, adem�s.

�Qu� tal si nos tomamos
un whisky?

Gracias, no he terminado
todav�a la inspecci�n.

Hay que frotar 10 minutos por arriba
y 10 minutos por abajo.

Esa es la orden.

Es conmovedora su lealtad.

Supongo que tu coraz�n maternal
se derretir� de emoci�n.

�No, McGregor?

�Te juegas conmigo
una partida de piquetes?

- Por m�, encantado.
- Vamos.

- �Nos apostamos 10 rupias?
- �Por qu� no 20?

�Listo?
Cuando quieras.

Deber�an hacer los piquetes m�s peque�os,
tendr�a m�s emoci�n, �no?

El joven del trapecio volaba
por el aire

y el lancero bengal�
me debe 20 rupias.

- �Una taza de t�?
- No, gracias.

Cara o cruz,
a ver qui�n se ba�a antes.

- Cara.
- S�.

Vosotros os ba��is
para refrescaros.

Yo me ba�o porque me hace falta.

Cada vez que hago esto
me acuerdo siempre de mi padre.

El mostacho.

Era un hombre terrible.

Cuando est�bamos en Alberta
yo ten�a un caballo.

Con mucha clase y mucho nervio.

Desde que era un potro se vio
que no era un caballo corriente.

Mi padre lo enganch� a un arado.

Eso acab� con todo su nervio.

Le domin� como dijo que lo har�a.

Y yo nunca se lo perdon�.

No creo que el caballo llegara
a comprender lo que le hab�a hecho.

Conque yo soy el caballo.
Muy sutil.

�Qu� quieres decir?

No soy un ni�o de 2 a�os,
ya tengo 21.

Y si alguien cree que mi padre
conseguir� doblegarme...

No digas tonter�as.
No hab�a pensado en ti.

Y te dir� otra cosa,
no necesito ni�era.

Ya puedes seguir afeit�ndote.

Toma jab�n.
Lo necesitas.

�Deja de dar la tabarra!

Como t�, yo tambi�n
tengo debilidades del coraz�n.

Y su v�lvula de escape
es la m�sica. Mira, la escala.

Dame una toalla, por favor.

Variaciones con una mano.

Oye, Forsythe...

Esta bromita
ha ido ya demasiado lejos.

Pues claro. Perdona.
No quer�a ofenderte.

- Vamos a olvidarlo todo.
- Gracias.

Tengo los ojos llenos de jab�n.
Dame una toalla.

McGregor.

Variaciones con dos manos.

�Cu�nto tiempo vas a estar...?

Sigue tocando.

Variaciones, Sr. Forsythe.
Con ambas manos.

Las cobras tienen debilidades.
La m�sica es su v�lvula de escape.

Naturalmente, si dejas de tocar,

a lo mejor vives un par de horas.

Un amigo m�o lleg� a vivir 2 d�as.

Int�ntalo con una mano.

Perm�teme, te va a caer.

Es barato.

Un instrumento musical
de segunda mano.

- 60 m m�s.
- M�s 60 m.

- Elevaci�n 91 m.
- Elevaci�n 91 m.

- Sr. McGregor.
- Diga, se�or.

No hemos sabido nada de Barrett.

- Debemos contactar con �l.
- S�, se�or.

�Conoce bien los caminos
del noroeste de Fort Jamrud?

- S�, se�or.
- Bien. Muy bien.

Cruzar� la frontera esta noche.

Ll�vese a un oficial, un suboficial,

10 hombres y 4 caballos de m�s.

Y rifles. No lanzas.

De acuerdo.

Ser� una expedici�n de caza.

- �A qu� oficial quiere que lleve?
- �Tiene alguna preferencia?

- AI teniente Stone.
- No, le falta experiencia.

- Ll�vese a Morgan.
- Est� de permiso, se�or.

- Ll�vese a Forsythe.
- S�, se�or.

Estas son las �rdenes.

- Y esta vez, c�mplalas.
- S�, se�or.

Forsythe.

- Salimos para la frontera.
- �Qu�?

- �Acci�n de guerra?
- No lo s�.

- �Salimos para la frontera?
- S�.

Una peque�a expedici�n.
Solo llevar� a un oficial.

- �Forsythe?
- S�.

- Solo un oficial y �l ha elegido a...
- Yo eleg� a Forsythe.

Ya veo.

�Se�or!

�A qu� viene entrar as�
en mi despacho?

�Por qu� no se me eligi�
para acompa�ar a McGregor?

�Cuestionas mis �rdenes?

As� que fue orden tuya.

No fue elecci�n de McGregor,
fue tuya.

- Sr. Stone...
- He venido a la India para ser oficial.

Se me han encargado trabajos
que aprend� en mi primer a�o de academia.

Nunca he pedido favores,
ni los estoy pidiendo ahora.

Pero si pensabas tratarme as�,
�por qu� me has tra�do aqu�?

- �Por qu� me llamaste?
- Yo no te llam�.

�No?

�No ves que nos han atacado?

- Acamparemos aqu�.
- Este no es sitio para acampar.

�Te has vuelto loco?

Vendr�n y nos cortar�n el cuello.
No pretend�a esto el coronel.

No te han ense�ado mucho en los Azules
sobre la guerra en la frontera.

No hay otro Dios m�s que Dios.

Mohammed es el profeta.

�Al�!

�No disparen!
Es m�o.

�Matadles!

�Fuego!

- Por poco me dejas sin oreja.
- Has tenido suerte.

- �Tienes un cigarrillo?
- S�.

- Gracias.
- �Qu� le digo al coronel?

Mohammed Khan est� haciendo
una coalici�n de todas las tribus.

Pero no olvide que Gopal
es un estado amigo.

El emir es amigo nuestro
y usted lo sabe mejor que nadie.

Conozco a Othman Ali
desde hace m�s de 20 a�os.

Todos los a�os llevo el regimiento
a Gopal a hacer maniobras y cazar jabal�es.

Los mejores jabal�es al norte
del Ganges est�n ah�.

Pero dos millones
de cajas de munici�n...

No, Woodley, eso bastar�a
para iniciar una peque�a guerra.

Y luego, qui�n sabe.

S�, �qui�n sabe?

Pero �l lo ha pedido

y, si nos negamos,
puede que deje de ser nuestro amigo.

- Entonces se lo mandamos.
- S�.

- McGregor.
- D�gale que pase.

Si�ntese.

- �Ha visto a Barrett?
- S�, se�or.

Mohammed Khan est� intentando
levantar a las tribus fronterizas

y hacer una coalici�n
con todas ellas.

- �Y?
- Y le escuchan porque ha prometido

suministrarles ametralladoras
y dos millones de cajas de munici�n.

�Munici�n?

Un buen trabajo.
Gracias, McGregor.

Las gracias a Barrett, se�or.

Oiga. Ya s� que no me incumbe,
�pero no podr�amos salir de aqu�

un peque�o destacamento nada m�s?
Encontrar la ocasi�n.

Matarle y cortar de ra�z
lo que se trae entre manos.

�Acaso sugiere que inicie
las hostilidades sin recibir �rdenes

y sin comunicar esto
al servicio de informaci�n?

�A esos in�tiles?
�El Estado Mayor?

Esos nos enviar�an a cualquier sitio
menos a luchar.

A Gopal a cazar jabal�es,
como el verano pasado.

Una idea excelente.

Sir Thomas, el Sr. McGregor.

Sr. McGregor,
el general Sir Thomas Woodley.

Jefe del servicio de informaci�n
del Ej�rcito.

Sr. McGregor.

Coronel Stone, su regimiento
saldr� al amanecer para Gopal.

S�, se�or.

Usted procure dormir un par de horas.
Saldremos a las 6:00.

S�, se�or.

Ojal� pudiera acompa�arles.
Me encanta cazar jabal�es.

�Cazar jabal�es?

Recuerdo haber sentido lo mismo
en mis tiempos. Quiz� tenga raz�n.

Pero nos ha tra�do la respuesta, Stone.

Si sumamos dos y dos
sacamos claramente cuatro.

Mohammed Khan necesita
dos millones de cajas de munici�n

y el emir de Gopal
nos pide dos millones...

S�, no es dif�cil adivinar
que Mohammed Khan

convenci� al emir de que lo pidiera.

Sabe que no tenemos
m�s remedio que d�rselo.

Y Gopal no solo est� lejos de aqu�
sino tambi�n lo bastante alejado

de los destacamentos del Khan

como para no ser sospechosos.
Muy buen plan.

Ahora nuestra misi�n
consiste en comprobar

que es efectivamente el emir
quien recibe la munici�n.

A ese viejo fan�tico le pagan
por ser inteligente.

Te digo que todo se va
al demonio.

- �C�mo?
- Jabal�es.

Vamos a recorrer todo Gopal
clavando pinchos a los jabal�es.

Ser� divertido.

Seguro que a m�
se me dar� muy bien.

Por cierto, McGregor,
tengo malas noticias para ti.

Tu protegido.

Me temo que necesita control maternal
si averiguas d�nde est�.

Naim Shah dice que ha salido
todas las noches desde que nos fuimos.

Y que vuelve siempre con copas encima.
Hoy no ha vuelto todav�a.

Salimos para Gopal en 2 horas.

Sin Stone al parecer.

�Qu� dir� el padre
de la criatura?

Tendr�s que tomar cartas
en el asunto.

El muy cretino.

Que el viejo se las apa�e con su hijo.
No es asunto m�o.

- Yo me voy a la cama.
- Yo tambi�n.

- �Qu� haces por aqu�?
- Lo mismo que t�. Le busco.

Ya podr�as ser sincero
y decirme qu� vas a hacer.

Si me lo dices,
a lo mejor consigo dormir.

Y ya que estamos aqu�,
�qu� har�as t� si estuvieras borracho?

- �C�mo de borracho?
- Muy borracho.

Ir�a a ver qu� es esa m�sica.

Despierta o acabaremos
todos barriendo las cuadras.

Yo s� cuidar de m� mismo.

Venga.
Esto te har� sentirte como nuevo.

LANCEROS BENGAL�ES

Se te olvid� esto.

A lo mejor te entra la morri�a.
B�scate una cobra.

El comit� de recepci�n del emir.

Ese es el visir que trae obsequios
para el coronel de parte de su amigo.

- Salaam, huzoor.
- Salaam, sahib.

Su Alteza, Othman Ali Bahadur,
emir de Gopal,

da la bienvenida a sus amigos
y aliados del Raj.

Bienvenido, huzoor.
Seas bienvenido en el nombre de Al�.

Lleva tu agradecimiento a tu se�or,
mi gran amigo.

Y que viva un mill�n de a�os.

Su Alteza me orden� expresarte
su deseo de que vivas

lo suficiente para asistir
a su funeral.

S�, s� gracias.

Esta vez ha dejado al viejo
sin habla.

Tienen un aspecto maligno, �no?

Son halcones de caza.

Las aves m�s r�pidas que hay.
Son valientes y acostumbradas a matar.

Como el resto de estos tipos siniestros.

Un hombre de piernas largas
es parecido al viento.

Barrett.

Su Alteza te invita, huzoor,
y a todos tus oficiales

a una fiesta en tu honor
esta noche en palacio.

Acepto con gran placer.

Mi agradecimiento a Su Alteza.

Salaam, huzoor.
Salaam, sahiban.

Su Alteza os espera.

- Salaam, coronel.
- Salaam, Alteza.

Le presento a los oficiales
del regimiento 41 de Lanceros Bengal�es.

Salaam.
Sahiban.

Mi pobre caba�a es vuestra.

Todo cuanto hay aqu� est�
para complaceros.

Disfrutad.

As� deber�a ser siempre
la vida en el Ej�rcito,

- Como en "Las mil y una noches".
- �Hay algo parecido en Canad�?

No est� mal, �no?

Lo mand� buscar a Londres y no...

Mis dos buenos amigos.

Mi invitado el coronel Stone
y mi invitado Mohammed Khan.

Mucho gusto.
Por fin, coronel Stone.

Una vez nos falt� muy poco
para encontrarnos, �recuerda?

S�, me parece que s�.
Nos falt� poco, en efecto.

- "Un hombre ciego solo desea sus ojos".
- Es un proverbio de Afganist�n.

Ahora, si me permit�s,
he de dejar a mis dos buenos amigos.

- Debo atender a mis otros invitados.
- S�, supongo que

- Encontraremos cosas de que hablar.
- Muy bien.

Alteza.

No te esperaba con tus lanceros.

Has hecho un viaje muy precipitado

- En busca de...
- Jabal�es.

Conozco otro proverbio:

"El chacal puede ladrar,
pero la caravana pasa".

- �Quieres sentarte?
- S�.

�Chicos, mirad!

- Yo la vi primero.
- No.

Un ataque frontal directo.

Eso no es una buena t�ctica.
Requiere habilidad.

Lo echaremos a suertes.
El que pierda deja el campo libre.

De acuerdo.

Cara.

Observa con atenci�n.

Vamos, te observo con atenci�n.

Caballeros, dos de mis oficiales
a quienes desear�a presentaros.

El Sr. McGregor y el Sr. Forsythe.

Este es nuestro buen amigo
Mohammed Khan.

Es un placer, caballeros.

Perm�teme darte
un peque�o consejo.

No te burles del servicio
de informaci�n militar.

- Muchas gracias. �Y ahora?
- Espera un momento.

Esa chica...

Debo averiguar
unas cuantas cosas.

Piensa marcharse ma�ana
por la ma�ana.

Sab�a que lo har�a,
en cuanto lleg�ramos nosotros.

Tenemos que retenerle aqu�
si es posible.

Lo que supon�a.
Ha venido con Mohammed Khan.

�Conque esas tenemos?

Hay complicaciones diplom�ticas.

- Hay que encontrarlos.
- Mac.

He estado pensando,
�sabes que te tengo mucho afecto?

No s� por qu� me parece
que me vas a pedir algo.

No, no.

Has hecho bastante por �l.
Esta vez ser� yo quien vaya a rescatarle.

Me conmueve, pero �cu�ntas veces
me has dicho que el chico es cosa m�a?

Lo buscaremos los dos.

Stone, lo siento mucho, pero

el comandante Hamilton quiere verte.
Dice que es muy importante.

Perd�neme,
no tardar� ni un minuto.

Desde luego.

Qu� modales tiene
esta joven generaci�n.

Se ha olvidado
de presentarnos.

- Mi nombre es Forsythe.
- Encantada.

Este es McGregor. Escoc�s.
Ya sabe, una gente muy rara.

- �Me ha llamado?
- No.

Disc�lpeme.

La segunda vez
que cometo el mismo error.

- �Qu� tal tus jabal�es este a�o?
- �Jabal�es?

Mi tierra est� invadida de animales.

Eso significa que lancearemos m�s.

T� vendr�s tambi�n.

Lo lamento, me marcho ma�ana.

Pero si quieres hacer ese deporte
debes venir a mis tierras.

�Es una invitaci�n?

Mi tierra y cuanto contiene
est� a tu disposici�n.

S�, te da su palabra.
La palabra de un pr�ncipe.

Lo juro por el Cor�n.

�Un juramento?
Lo pondr� a prueba.

Eres suyo.

- �Qu� es lo que pides de �l?
- Que retrases tu partida.

Y te unas a nosotros
en la caza del jabal�.

Eso no es posible.
Mis asuntos exigen...

Es preciso. Has prestado
juramento sobre el Cor�n.

Ser� un honor, ma�ana

caza del jabal�.

No acostumbro a explicar
las �rdenes.

Pero esta vez es necesario.

Los hombres de Mohammed Khan
est�n en las colinas para apoderarse

del convoy de municiones
antes de que llegue al emir.

Puede resultar muy grave
un paso en falso

de cualquiera de ustedes
en esta situaci�n.

Naturalmente hemos venido
para hacer deporte y maniobras.

Los nuevos en la India quiz� no sepan
que un jabal� herido es un animal peligroso.

As� pues, un consejo
a los oficiales m�s j�venes.

Si hieren a uno de ellos
y �l se cubre,

no desmonten para seguirle.

La imprudencia no es valor.

No es de buen soldado
ni de buen deportista.

- Buenos d�as
- Buenos d�as.

- �Cabalgamos juntos?
- Ser� un placer.

T� me llevas la ventaja de la edad.

Cuanto m�s viejo es el pobre ingl�s
m�s peligro corre la presa.

- La astucia aumenta con la edad.
- Has cazado en Inglaterra.

Y t� en la frontera.
Estamos en paz.

Prefiero vuestro deporte ingl�s a este.

�Prefieres la caza del zorro?

- Sr. Stone.
- Hola.

Estoy preocupada por usted.
Es un deporte peligroso.

Tonter�as.
No se corre ning�n riesgo.

Buena suerte.

ESTA NOCHE, SI QUIERE,
PODEMOS VERNOS OTRA VEZ

D�GAME D�NDE

El viejo ha visto uno.
�Mira c�mo galopa!

- Una lanzada perfecta.
- �Mira!

- 20 rupias a la primera lanza.
- Vale.

Y va por el aire con gran suavidad.

�Has visto la exhibici�n
que ha hecho el viejo?

Un jabal� herido
es un animal muy peligroso.

Qu� estupidez.
No puede hacer nada.

�T� crees?

�Mira!

Ah� tienes la ocasi�n
de comprobar lo f�cil que es.

�Stone!

�Sr. McGregor!

Vuelva a su caballo
y no se mueva.

�Sr. Stone!

Sr. McGregor, d�jeme su guerrera.

Nadie, �iganme bien, nadie

debe saber esto.

- S�, se�or.
- S�, se�or.

Sr. Stone, ha desobedecido
mis consejos.

Le ordeno que abandone el campo
inmediatamente.

S�, se�or.

Estoy en deuda con ustedes dos.

Bien.
Muchas gracias, caballeros.

Ay�denme a subir a mi caballo.

Ustedes tambi�n desobedecieron
mis �rdenes.

Les dije a todos claramente
que no desmontaran.

�Apaguen la luz!

- �C�mo se encuentra?
- Muy bien. Perfectamente, gracias.

- Vendr�n inmediatamente.
- �Qu�?

Es mucho mejor que les hable
usted mismo.

El muchacho es su hijo.

Le har� m�s efecto
que si le hablo yo.

Y, para su informaci�n,

me he enterado de que existe
gran amistad entre el chico y McGregor.

S�, s�.
Claro, claro.

Bien. De acuerdo.

- Aqu� est�n.
- Est� bien.

�Pasen!

S�, naturalmente.
Son ustedes.

- Buenas noches, caballeros.
- Buenas noches, se�or.

S�. Les he llamado.

Quer�a hablar con ustedes
de un asunto.

Si�ntense los dos.

No, no.
No se vaya, Hamilton.

Es sobre...

- �Est�n c�modos en su alojamiento?
- S�, se�or.

- No se puede pedir m�s.
- Claro.

Creo que se alojan tres juntos, �no?

Bueno, mi hijo, el Sr. Stone,
se aloja con ustedes, �no?

- S�, se�or.
- S�.

Ver�n quer�a hablarles
precisamente de eso y...

Pruebe mi tabaco, McGregor.

Es una mezcla especial hecha
por un hombre de Jermyn Street.

Huele mucho a miel.

- Algo fuerte para m� quiz�.
- No. Para usted no, McGregor.

Es posible que para Forsythe.

- Es de los Azules.
- De los �ltimos Azules.

S�, claro. De los �ltimos.

- Yo conoc� a su padre, Forsythe.
- �S�?

S�. Era encantador de serpientes.

�C�mo? �El general de brigada
un encantador de serpientes?

Supuse...

Ver�, es que su hijo toca
una de esas flautas...

Es curioso, no me hab�a enterado.

Probablemente sea mejor as�.

- Probablemente.
- S�, probablemente.

Pues s�, le conoc�.

Su padre debe de estar
muy orgulloso de usted.

Me refiero al Ej�rcito
y todo lo dem�s.

- Eso le parece lo m�s normal.
- S�, claro.

Ser� un buen oficial, Forsythe.

- A�n le queda mucho que aprender.
- Claro que s�.

- �Y d�nde est� su padre ahora?
- En Cheltenham, retirado.

Retirado.

S�.

Es algo inevitable.

No se puede esperar otra cosa.
No se puede a no ser que...

Bien. Creo que ha sido
un d�a muy duro

y ser� mejor que se vayan a dormir.

Buenas noches.

- Buenas noches.
- Buenas noches.

- Buenas noches.
- Buenas noches.

"Ese hombre de Jermyn Street...

No se puede esperar otra cosa".

Y dec�a que quer�a hablar
con nosotros.

Fuera lo que fuera
no ha sido capaz de soltarlo.

- Oye, �no crees que...?
- Empieza a hacerse de d�a.

Ya lo tengo.

No sabe qu� hacer con su hijo
y quiere que le ayudemos.

- Pero no ha podido soltarlo.
- Estupendo.

- Eso se llama saber pensar.
- Desde luego.

Nunca pens� que le importara tanto.
No pens� que fuera tan humano.

Pero hay que ver c�mo persigui�
al jabal� cuando vio al chico en peligro.

S�, es un valiente.

Y seguro que le duele mucho m�s
de lo que aparenta.

El muchacho est� muy amargado.

En gran parte por culpa del viejo.

El viejo es culpable.
Y el ambiente es culpable.

Pero el m�s culpable es �l.

- Vamos a despertarle.
- No, no. Eso te lo dejo a ti.

Es tu protegido.

Pero el viejo tambi�n
habl� contigo, �no?

Esa chica...

Juventud...

Espera un momento,
tr�eme el caballo.

Espero que el viaje no le resulte
demasiado inc�modo, Sr. Stone.

Llevad el caballo al campamento
de los lanceros y seguidme.

Huzoor.

�Qui�n hay ah�?
�Guardias!

�Guardias!

Es Barrett.

Cuando intent� huir,
le disparamos.

Gracias, McGregor.

�Su versi�n, Forsythe?

El teniente Stone
no estaba en su tienda.

Eso es todo lo que sabemos.

Ambos han intentado encubrirle.
Los hechos son evidentes.

No han podido secuestrarle
en el campamento sin alboroto.

Se fue desobedeciendo �rdenes.

Se�or, este hombre le dir�
d�nde lo han llevado.

Hamzulla, preg�ntale d�nde
ha llevado Mohammed Khan a mi hijo.

�D�nde ha llevado Mohammed Khan
al hijo del coronel?

�D�nde?
�Dilo!

- Creo que yo podr� hacerle hablar.
- Int�ntelo.

Se ha duplicado la guardia
como orden�.

Gracias, Norton.

�Barrett?

- �Qu� han hecho?
- Los ojos. Y lo de siempre.

Al�.

Coseremos tu cuerpo muerto
en la piel de un cerdo.

Habla, granuja, r�pido.

- Gracias, McGregor.
- Lo he aprendido de usted.

Hamzulla Khan.
Ll�veselo y vig�lelo.

Llev�oslo.

El juicio del afridi
ser� ma�ana a las 10:00.

La oraci�n f�nebre por Barrett,
a las 12:00.

Eso es todo, caballeros.

- Pero yo cre�a...
- �Qu� cre�a, Sr. McGregor?

Que iba usted a buscar a su hijo.

Este incidente no cambiar�
bajo ning�n concepto nuestros planes.

Pero el saber d�nde han llevado
a su hijo lo cambia todo.

Podemos llegar a Mogala
casi al mismo tiempo que �l.

Este regimiento tiene
buenos jinetes.

S� que en mi regimiento
hay buenos jinetes.

Lo s� mejor que nadie
y no har� exactamente

lo que Mohammed Khan
ha pensado que haga.

Se ha llevado a mi hijo
para obligarme a perseguirle.

Para sacar a los lanceros
de sus posiciones.

Se ha equivocado de hombre.

- Pero...
- En nuestra actual posici�n

el regimiento dar�
a Mohammed Khan un jaque mate.

El regimiento se quedar� aqu�.

D�jeme ir. �Puedo llevar
un destacamento?

No puedo debilitar las fuerzas
del regimiento en esta emergencia.

No permitir� que usted ni otro oficial
arriesgue su vida por el Sr. Stone.

- Es su hijo y podemos salvarle.
- Eso es todo, Sr. McGregor.

F�jese bien.

Esto es lo que Mohammed Khan
hace con sus prisioneros.

Su gesto ha sido innecesario,
McGregor.

S� lo que puede pasarle a mi hijo
por su desobediencia y locura.

Empezaba a pensar
que me hab�a equivocado al juzgarle.

�No tiene coraz�n! No tiene
una gota de sangre en las venas.

- �Es usted...!
- �McGregor!

Es capaz de quedarse aqu�
mientras matan a su hijo.

�Pues yo no!
Y voy a buscarle le guste o no.

Sr. McGregor, pendiente
de ser acusado de subordinaci�n,

consid�rese
desde este momento arrestado.

Sr. Forsythe,
ser� responsable del prisionero.

- Est� loco, no ve...
- �No se meta en esto!

Vamos.

Ha hablado con franqueza,
si es que eso tiene alguna ventaja.

El regimiento, el deber,
ir bien vestido...

Es lo �nico que le importa.
Le dir�n: "Muy bien, coronel Stone".

- Y luego le impondr�n una medalla.
- �No ha dicho ya bastante?

El coronel tiene raz�n.

Lo �nico que ha hecho
es molestarle.

Siga mi consejo.
Vaya a verle y disc�lpese.

�No pienso disculparme!
�Por Dios, no sea absurdo!

�Supone que le ha resultado f�cil
la decisi�n?

- �Trat�ndose de su hijo?
- �Y por qu� no?

No le importa. Har�a lo mismo
con cualquiera de nosotros.

Pero quedarse aqu� y dejar
que destrocen a su hijo

por unas cuantas cajas
de municiones...

�Est� completamente ciego!
�Cree que no le importa?

Yo s� bien que s�.

Imagine que es su hijo. �Se quedar�a
aqu� como un poste? No lo creo.

No, yo hubiera ordenado
la salida del regimiento.

Porque no soy tan hombre
como el coronel ni tan buen soldado.

Si en eso consiste ser
un hombre o un soldado,

yo no quiero ser ninguna
de las dos cosas.

�Ya lo sabe! Ese chico le necesita.
�Es su propia sangre!

�Naturalmente que s�!
�Pero eso qu� tiene que ver?

Tambi�n quer�a a su mujer,
pero la perdi�.

Ella era americana.
Detestaba el Ej�rcito, no lo entend�a.

�I eligi� el regimiento
igual que ha hecho ahora.

Pero eso no significa
que no le importara.

Lo s�. Lo s� muy bien.
Nos educamos juntos.

�I puso toda su alma en el regimiento
y eso es todo lo que le queda.

Que no ser� por mucho tiempo.

Tendr� el retiro,
tendr� una butaca en el club,

un bander�n en la pared
y eso es todo.

Y se quedar� sin nada si su hijo
no contin�a en el regimiento.

- �Eso le compensar�a de todo?
- �Claro que s�!

Tan importante es para �l.

�Creen que eso le har�
cambiar sus �rdenes o su deber?

�Por qu� no iba a cambiarlo?

�Por qu� no deja de ser menos soldado
y se convierte en m�s hombre?

�Por qu� no olvida su maldito deber
por una sola vez?

�Ud. no quiere ver!

�No ha pensado nunca que aqu�
generaci�n tras generaci�n

un pu�ado de hombres han dirigido
la vida de 300 millones de personas?

Y eso es porque �l est� aqu�
y otros parecidos.

Hombres as� son los que
han hecho la India brit�nica,

pusieron su deber
por encima de todo.

No permiti� que la muerte
le apartara de �l

y ahora no lo permite al amor.

Cuando acaben los hombres
como �l llegar� el fin.

Ninguno de nosotros llegaremos
a la altura que ellos alcanzaron.

Buenas noches, caballeros.

Esta noche est� visto
que os ha dado por ser sinceros.

No cre� que Hamilton
fuera capaz de hablar as�.

Pero tiene raz�n.

Seg�n su manera de pensar
es posible.

Es curioso que comprendamos
que hay otra manera de pensar.

Est�s de su lado,
pero yo no.

Voy a hacer algo.

Ya se ha pensado
y hablado bastante. Me marcho.

�Lo dices en serio?

Me vas a poner
en una situaci�n muy violenta.

Escucha, no quiero pelear contigo.
Pero me voy.

Bien.
�Cu�ndo salimos?

�C�mo que salimos?

Eres mi prisionero.
No puedo perderte de vista.

Siento comunicarle
que McGregor y Forsythe

han desaparecido.

- �Deserci�n?
- Supongo que s�. T�cnicamente.

�Y qu� esperaba?

FRONTERA DE INDIA

Amo la plata de las canas
que brillan en su cabello.

Y el ce�o arrugado
por la preocupaci�n.

Beso todos sus dedos gastados
por m�.

Dios te guarde y te bendiga,

McGregor.

FORTALEZA DE MOHAMMED KHAN
AL EXTREMO NORTE DE KHYBER

Vamos.

Continuad.

�Por qu� hablan
tantos idiomas en la India?

T� ver�s lo que haces,
ser�s el mercader parlante.

Yo ser� el sordomudo.

�Pasen!
�Pasen!

�Paren!

- Todo est� en orden, puede seguir.
- �Qui�n es?

- Soy comerciante.
- �De qu� pa�s?

- Mi amigo es mudo.
- Pasen.

- AI menos hemos entrado.
- Ojal� nos sea tan f�cil salir.

- �Quieres hacerte el gracioso?
- No. No quiero hacerme el gracioso.

Estoy muerto de miedo.
�Qu� haremos ahora?

Intentaremos seguir pasando
por uno de estos mercaderes.

Escondamos la mercanc�a
mientras echamos un vistazo.

No me parece gran cosa
como plan.

Solo veo que nos hemos metido
en la boca del le�n.

Y de un le�n muy grande
y desagradable.

Imagina que fueras Mohammed Khan.
�D�nde lo hubieras puesto?

No. Habla t� antes.
Es m�s divertido.

Muy bien. T� qu�date aqu�,
prepara las cosas y abre la tienda.

Yo echar� un vistazo
y no olvides que eres sordomudo.

Es mudo.

- �Qu� pasa?
- �Calla, calla!

- Por favor, se�ora.
- Vete.

Para esta preciosa princesa,
el precio es de 500 rupias.

Mejor que bajes los precios
o me cortar�n el cuello.

�Crees que nos ha reconocido?

No lo creo.
Espero que no.

Nos preocupemos por ella.

- �Has visto algo interesante?
- No, nada.

El Khan ordena que salgan
todos para rezar.

Venga, fuera, r�pido.

Vamos, deprisa.

�Qu� significa eso?
�Que debemos irnos?

S�. Pero nos quedaremos
aqu� mientras podamos.

Abran la puerta, r�pido.

Est� ah�, desde luego.
No hay duda.

Y parece que le va bien.

Clicquot. He visto la etiqueta.
Helado.

Si es as� como Mohammed
tortura a sus v�ctimas

quisiera cambiarme
por �l durante 10 minutos.

Ese tipo tiene una llave.

Si sobrevivimos hasta la noche sacaremos
al chico y robaremos un caballo.

Saltaremos un muro de 12 m
e iremos a la frontera.

A ver si se te ocurre algo mejor.

Mohammed Khan desea ver
su mercanc�a.

R�pido.

Mohammed Khan quiere ver
nuestras alfombras y encajes.

- Supones que...
- No supongo nada.

No olvides que eres sordomudo.

Esta viene de la Meca.

- �Cu�nto cuesta?
- 500 rupias.

Fuera de aqu�, eres un cerdo.

Esto es de la Meca, de la Meca.

- Meca.
- Meca.

Vamos.

No se ve todos los d�as
a dos oficiales brit�nicos

postrados a los pies
de un pobre cacique fronterizo.

Sr. McGregor,
Sr. Forsythe.

Ya te dije que la comedia
no se nos daba muy bien.

Esperaba que viniera
el coronel en persona.

Pero ya que lo ha rechazado,
les invito a mi humilde morada.

- �Te acuerdas de ellos?
- �C�mo iba a olvidarlos!

Fueron compa�eros
de mesa encantadores.

De mesa, claro.

Ser�n mis invitados
para compartir mi humilde comida.

Deben estar ansiosos de ver
a mi invitado de honor.

Yo no har�a eso, Sr. McGregor.

S�. He visto buen cricket
en mis tiempos.

Estuve en Oxford,
pero debo felicitarle por su tirada.

- Soberbia.
- Gracias por el cumplido.

Lo �nico que siento es
que no fuera una granada.

- Una simp�tica idea.
- Una simp�tica cena.

- El cordero estaba excelente.
- Siempre cordero.

Aqu� tenemos cordero o gallina.
Y, como usted dice, buen cordero.

Puede compararse
al del sur de Inglaterra.

Me pone en una situaci�n
muy dif�cil.

El amor a la patria me pide
que se lo discuta.

Pero mi postura como invitado...
�Lo soy?

Claro que es invitado,
de momento.

De momento, �no?

P�same el vino.

Mi postura como invitado,
de momento, claro,

hace que le d� la raz�n.

Es un cumplido aproximarnos
a la calidad de algo brit�nico.

Empiezo a cansarme
de este juego del rat�n y el gato.

Estamos en su poder.
�Qu� piensa hacer con nosotros?

Modales.

Por cierto, no le hemos dado
las gracias

por nuestra hermosa
y pintoresca vestimenta.

No cambiemos de tema.

Estoy dispuesto a suministrarles
caballos para volver al regimiento.

Pueden decir al coronel
que mis hombres entendieron mal

el inocente flirteo de su hijo.

Cuando lo supe
hice que fueran castigados.

Ser� la explicaci�n de dejarles
en libertad.

�Y qu� pide a cambio?

No tienen m�s que contestar
a dos preguntas muy sencillas.

Por qu� ruta viene el tren
de municiones

y en qu� punto piensa
el regimiento esperar al convoy.

Vaya, cuando el animalito salt�
por fin del saco,

�caramba con el salto!

Bien.

Tenemos medios
para obligarles a hablar.

Les ruego que me perdonen.
Tengo jaqueca.

Lo siento.

Madame Volkanskaya piensa
que los m�todos de nuestro pa�s

son demasiado directos
para su gusto.

Su co�ac, caballeros.

Tom�oslo.
Vamos a necesitarlo.

Lo siento. Pero la frialdad
de coraz�n y cerebro de su coronel

no me deja otra alternativa
con tan poco tiempo.

Ahora que ya no somos invitados

dile la verdad
de lo que piensas del cordero.

S�.

Siento tener que dec�rselo.

Pero indudablemente
su cordero est� podrido.

- Esa es la palabra.
- Gracias, Mac.

Vamos, caballeros.

�Hace falta llegar a estos absurdos
y desagradables extremos?

Astillitas de bamb�,

que cuando se clavan
debajo de las u�as

y se prenden fuego

resultan muy eficaces.

Acercad un poco m�s
a los otros dos caballeros

para que lo vean mejor.
�Cogedle!

�Sujetadle!

Empezaremos
por el Sr. McGregor.

- Te traer� un poco de agua.
- Prefiero un cigarrillo.

Una vez en Montreal
un dentista me toc� un nervio

y me doli� casi igual.

Pues ese ha ido al dentista.

�Dejadme en paz!

- �Vamos, Tania!
- �Vamos, Mohammed Khan!

- �Date prisa!
- Vamos. �Salta, Tania!

- No me dejes mal. �Corre!
- Venga. �Corre!

�Venga, �nimo!

- �Vamos un salto!
- ��nimo, Mohammed Khan!

Mohammed Khan
por medio cuerpo.

Ya son 40 millones de rupias
lo que me debes.

Otro d�a como este y me arruino.

Otro d�a como este y acabo dando
vueltas como estas cucarachas.

�Cu�ndo dejaran de picarme
estos pelos para convertirse en barba?

Es la peor de las torturas
que se ha inventado.

Meternos en un calabozo con bichos
y no poder rascarnos.

Todos los caballos de Khan
y todos los hombres de Khan.

No ha tardado mucho.

Me hubiera gustado ver
la cara del coronel.

Parece como si esperaran
acontecimientos.

A sus puestos, r�pido.

- No hay m�s que una respuesta.
- El coronel los persigue.

Estando toda la munici�n aqu�
nada le retiene en Gopal.

Con esas ametralladoras
y esos dos millones de munici�n

el regimiento no podr� hacer nada.

El viejo ser� un loco si lo intenta.

Pero lo har� y nada
podemos hacer para impedirlo.

Ojal� tuviera aqu� la flauta.

Tocar�a canciones escocesas.

Para eso tendr�a que consent�rtelo.

Eres un hombre ingenioso.

�Por qu� no dec�s
lo que est�is pensando?

Olv�dalo.

Tengo la culpa, se lo dije.
Eso es lo que est�is pensando.

- �C�llate!
- Pues s�, yo se lo dije.

�Por qu� no iba a dec�rselo?
�Por �l?

Estar ah� mirando y saber
que detr�s voy yo,

que me van a arrancar las u�as
y me van a clavar esas astillas

y van a quemarlas hasta que...
Cosas que no se pueden ni imaginar.

�Por qu� resistir todo esto?
�Por qu�? �Por �l?

Por un Ej�rcito que lo ha convertido
en el hombre que es.

�I me dej� aqu�, �no?
Sab�a lo que me har�an.

�No quiso rescatarme!
�Regimiento, servicio, deber!

�Por qu� hab�a yo de sufrir por �l?
�Por qu� lo sufristeis vosotros?

Te he dicho que lo olvides.

Est� bien. Pero a�n
no comprendo por qu�.

- �Por qu�?
- Porque...

Hay cosas que no se ense�an
en la academia.

No pueden ense�arse.
La India es muy grande.

Son 300 millones de personas
dirigidas por un pu�ado de hombres.

El deber es lo primero.
Como para tu padre.

No puedes dejarte vencer
por la muerte ni por el amor.

�C�mo voy a explicarte
los motivos si yo tampoco lo s�?

"La morsa dijo que podr�amos hablar
de muchas cosas:

barcos, zapatos,
de coles y de reyes".

�C�llate!

- �No te gusta la poes�a?
- No lo s�. No he le�do ninguna.

Tal vez algo m�s tierno.

"Siempre la fe resiste,
Inglaterra mi Inglaterra.

Aqu� nos tienes a tus pies.
Inglaterra m�a.

La vida es buena.

Y hay alegr�a entre la tierra
y el cielo ingl�s.

La muerte est� cerca y moriremos

al son de tus trompetas, Inglaterra.

Y bajo el manto de tu bandera".

De haber sabido que iba a decir esto
hubiera tra�do mi viol�n.

Que vienen, que vienen.

Supongo que no estar�s pensando
lo bien que estar�a

que alguien echara fuego
sobre esa munici�n, �verdad?

- Calculo que habr� unos 180 m.
- M�s bien 90 m.

En mi �ltimo a�o en Oxford
gan� los 200 m.

Yo gan� los 100 m lisos en McGill.

Hay cerca de 180.
�Y d�nde est� McGill?

McGill est� en Montreal.
Esto es para un ganador de los 100 m.

- �Olvidas que soy tu superior?
- �Olvidas que eres mi prisionero?

Cara o cruz.

Las cucarachas.

Si Tania llega antes a la pared
yo gano.

Vale.

- �Vamos, Mohammed Khan!
- Tania, �qu� pasa?

Mohammed Khan otra vez.
Es cosa m�a.

Sigues teniendo suerte.

Ahora lo �nico que debo hacer
es ver c�mo salgo de aqu�.

Casi nada.

Demasiado tarde.

No podemos oponernos
a esas fuerzas.

Si nos retiramos ahora,

y esa munici�n es distribuida
entre las tribus,

- Ya sabe lo que significa.
- Ser� muy costoso.

Lo s�. Pero hay que sacrificar
el regimiento.

Escuadr�n en marcha.
�Galopen!

�Qu� est�s haciendo?

Intentando hacer un agujero
en el muro para poder atravesarlo.

Que quiz� quieran saber
lo que va a ser de ustedes.

Estoy esperando una visita
de su coronel dentro de unos minutos.

Les aseguro que tendr�
un c�lido recibimiento.

En el pr�ximo encuentro,
si el coronel escapa,

les enviar� con vida
a los tres a su lado.

Si es capturado, morir�n todos.

En cualquier caso tendr� el placer
de poner al coronel

frente a frente de un hijo
que ha traicionado a su patria.

�Parad!

�Fuera!

Qu� tonto, siempre se debe combinar
la inteligencia con el valor.

�Fuera!

Ha sido una temeridad.
Bastante poco nos queda de vida.

�Cogiste un rifle tambi�n?

Creo que tenemos bastante p�lvora
para volar la cerradura.

- Hemos tardado 5 d�as en pensarlo.
- �Hemos?

Coge un poco de agua y mezcla
pajas y barro para cubrir la cerradura.

�Qu� nos servir� de mecha?

- Mac.
- �Qu�?

Yo tambi�n entro en este plan.

Yo soy el culpable de todo
y si hay alg�n medio de...

S�, claro.
�Listo con la mecha?

No me queda mucho que...

Yo no puedo volver
ni al regimiento ni a Inglaterra.

Y si alguien debe arriesgarse,
mejor que sea yo.

Claro que entras en el plan,
nunca pens� lo contrario.

Estate preparado y haz lo que
te digamos hasta que abramos esto.

Hay un hombre
con una ametralladora.

Ir� a por ella y te cubrir�
mientras corres.

Bien. Tengo el presentimiento
de que todo ir� bien.

No podemos dejar que el viejo
ni nadie sepan lo que ha pasado.

Deprisa.

Mohammed Khan.

Dos no creyentes.

Listos para luchar.

Te matar�.

Mac, c�breme,
desde aqu� puedo hacerlo.

Clarines, trompetas,
hombres curtidos.

Poes�a.

�Mac! �Mac!

�I lo hizo por m�
despu�s de lo que hice.

Lo �ltimo que Mac te pidi�,
el viejo no debe saberlo.

Ah� tienes un buen medio
de pagar lo que debes.

�Pelea!

�Disparad!

�Rend�os!

�Mam� McGregor!

Teniente John Forsythe,
por orden de Su Majestad

el Rey Emperador, le concedo

la Cruz de Servicios Distinguidos.

Teniente Donald Stone del regimiento 40
de Lanceros Bengal�es,

por su valor heroico
en el cumplimiento de su deber.

Atac� por si solo a un grupo
de enemigos y mat� a su jefe

desmoralizando as�
a las fuerzas hostiles

en un momento en que estaba en juego
el triunfo de nuestro ej�rcito en Mogala.

Teniente Donald Stone,
por orden del Rey Emperador,

le concedo la Cruz
de Servicios Distinguidos.

Teniente Alan McGregor
del regimiento 41 de Lanceros Bengal�es,

muerto en combate.

Por su valor con el sacrificio
de su vida

destruy� toda la munici�n enemiga,

contribuyendo de ese modo al �xito
de nuestras fuerzas en Mogala.

Su Majestad el Rey Emperador
ha concedido

a t�tulo p�stumo

la Cruz Victoria al teniente McGregor.

Seg�n la costumbre
de este regimiento,

coloco est� cruz
sobre la silla de su caballo.

FIN