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#Selfieterapia

Os contaré por qué ha sido
tan importante para mí hacerme selfis.

Tengo la teoría de que hay
dos tipos de personas en el mundo,

los que se hacen selfis desde siempre
y para ellos es muy natural,

y los que no nos hicimos selfis jamás

y que nos da un montón de vergüenza
solo de pensarlo.

A mí me da mucha pena

que tanta gente no esté cómoda
frente a una cámara

y que les afecte tanto a ellos mismos
como incluso a sus proyectos,

que al no poder hacerse fotos,

no pueden usar esta carta fuerte
que tenemos los pequeños proyectos

que es conectar de persona a persona.

El objetivo de esta unidad
es reconciliarnos con nuestra imagen

y que podamos conectar
tanto con otras personas

como reconocernos a nosotros mismos.

Antes de nada, os contaré
qué necesitaremos en este curso.

Lo único que es realmente necesario
es el móvil,

pero os quería comentar tres cosas
que pueden ser útiles,

aunque lo único
que de verdad necesitamos es el móvil.

Lo primero es un objeto
que me encanta usar siempre,

que es un reflector.

Es un objeto que reflecta la luz,

hace rebote de luz de un lado a otro.

Luego veremos cómo usarlo.

Yo normalmente utilizo
este tipo de materiales,

que aquí se llama cartón pluma

y que en otros sitios
se llama "foam" o "foam board",

pero cualquier cosa blanca os sirve.

Si no encontráis esto,

pegándole cartulinas blancas
a un cartón normal, funciona igual.

El segundo, que es bastante útil

cuando te estás haciendo retratos
a ti mismo, es un trípode.

En los Recursos adicionales
os daré consejos

para elegir trípodes
si queréis compraros uno

y para otros materiales
que usaremos en el curso

que no son necesarios,
pero por si queréis comprároslo.

Para un trípode móvil,
no os recomiendo que sea nada supercaro,

porque un móvil no pesa nada

y lo único importante
es que tenga un adaptador de móvil.

Ni siquiera debemos comprarlo
con el adaptador.

Podemos comprar un trípode barato
medianamente alto

y comprar un adaptador aparte.

La última herramienta
que puede ser bastante útil

son estos disparadores

que se conectan por Bluetooth al móvil
y al hacer clic, hace la foto.

Son muy cómodos,

aunque os enseñaré mil opciones
para no utilizarlo,

porque en mi día a día
siempre se me olvida

y termino tirando de otras cosas.

Vamos ya al lío

y empecemos hablando
de por qué no solemos hacernos fotos.

No sé si, como yo,
pensáis que sois antifotogénicos

o que siempre salís mal en las fotos
o pensáis que sois horribles.

Yo me he dicho todas,

así que no os preocupéis
porque es lo más normal del mundo.

Quiero explicar cuáles son
las dos razones principales

por las que nos pasa esto

para que os deis cuenta
de que no estáis solos

y que además no salimos tan mal.

"Spoiler", los dos son culpa
de nuestro cerebro

comparando la persona de la foto
con la persona que se está imaginando.

La primera razón es tan absurda

como que no somos exactamente
la persona del espejo.

La persona que nosotros
vemos todos los días

no es la que ve el resto del mundo.

¿Por qué pasa esto?
Porque el espejo te pone del revés.

Si tú tienes un lunar
en este lado de la cara,

tú lo ves aquí.

Si te peinas con la raya
a un lado de la cabeza,

está al otro lado.

O si tienes un ojo
más caído que el otro,

te sale en el otro lado.

¿Cómo nos afecta a nosotros este efecto?

Que cuando nos vemos en una foto
nos vemos raro,

como extraño, es como incorrecto,
este no soy yo.

Es porque la imagen de la foto

no nos calza con nuestro recuerdo
de nosotros mismos.

En cambio, el resto del mundo
siempre te ve así

porque eres así realmente.

Cuando nos hacemos una foto de grupo,

siempre pasa que todo el mundo
se ve a sí mismo mal,

pero al resto los ve genial,
que salieron superbién.

El resto está acostumbrado
a verte a ti así.

Esto también nos afecta
al hacernos un selfi,

porque muchas veces cuando lo hacemos
no nos vemos tan mal,

y cuando miras la foto en la galería,
de pronto dices:

"¿Por qué salgo tan horrible?",
de pronto ya no te cuadra.

Es que cuando te haces la foto
te ves como un espejo,

pero luego muchos móviles
le dan la vuelta

para que te veas como eres realmente.

Recomiendo que para familiarizarnos
con nosotros mismos

y este rollo del espejo
es cambiarlo desde el móvil.

Muchos móviles
en la configuración de la cámara

te permiten cambiar esa configuración
de que le den la vuelta.

Se suele llamar Conservar efecto espejo
o Imágenes como en la vista previa.

Va cambiando de móvil a móvil.

Si tu móvil no tiene esa configuración,
tampoco pasa nada,

porque casi todos los móviles tienen,
cuando estás en la Galería,

la opción de editar la foto
para recortarla o girarla.

Dentro de esa opción
siempre hay una de voltear.

Cuando nos hacemos una selfi

entramos, le damos la vuelta
y ya lo veremos normal.

La segunda gran razón
por la que nos vemos mal en las fotos

es que tenemos una imagen idealizada
de nosotros mismos.

Os explico.

Dicen que somos
nuestros peores críticos.

Literalmente es así.

Estamos todo el día sobreanalizándonos,

como si fuésemos un científico,
y miramos cada detalle

haciendo un listado mental
de cómo tiene que estar todo.

Eso hacemos.

Nosotros estamos por la mañana
peinándonos o afeitándonos

o peinándonos las cejas,
y nos quedamos mentalmente

con cómo tiene que estar perfecto
cada detalle.

¿Cuál es el problema?

Esos detalles no duran así
ni 30 minutos.

Nuestro cuerpo es supercambiante
y hay días que tenemos más rojeces,

a veces estamos más inflamados,
a veces menos,

y eso nunca se queda exactamente
como lo habíamos registrado.

¿Qué es lo bueno?
Que solo nosotros nos fijamos en eso.

No sé si os ha pasado

que estáis viendo un instagrammer
hablar un rato

y de pronto dice:
"Perdonadme por este grano que tengo",

y tú ni te habíais fijado en eso,
solo él era consciente de ese grano.

Cuando nos vemos en una foto,
nos fijamos en todos esos detalles,

hacemos un examen del pelo,
la ceja, el bigote, el maquillaje,

y si algo no está perfecto
como nosotros lo queríamos,

ya creemos que no salimos bien.

Lo que pasa es que no tienes
una imagen real de cómo eres,

y esto es lo que queremos cambiar.

Si tuviese que decir por qué me parece
tan importante hacerse selfis,

diría que por dos cosas:

para nosotros mismos,
por lo que hablamos,

y además por otra cosa
que para mí es muy importante

y que lo he estado hablando mucho
con la gente en redes sociales,

y es que cuando no salimos en fotos,

estamos desapareciendo
de nuestra propia historia.

Nos borramos de los recuerdos
que vamos guardando.

Yo tengo como diez años de historia
en la que no tengo fotos de mí misma

y me he eliminado por completo.

En redes sociales,
me han mandado mensajes

que yo me he quedado muerta,

en los cuales me han dicho:
"Mi madre nunca se quería hacer fotos

porque no quería salir,
se veía horrible,

entonces cogía la cámara
para hacer las fotos,

pero ella nunca salía,

y ahora que ya no está,
echamos en falta poder recordarla".

Yo pienso: "Dios mío".

Si ya sabía que era importante,
más importante todavía me parece.

Gracias a darse cuenta de eso,
ahora ellos sí se harán fotos

para que no les pase lo mismo
a su familia y a sus seres queridos.

Aparte, por lo que hablábamos,

sabiendo lo que sabemos
tiene mucho sentido

hacernos mucho selfis,
muchas fotos a nosotros mismos,

para, por un lado, familiarizarnos
con la imagen real nuestra,

y, por otro lado, desmontar
la imagen idealizada que teníamos.

Yo os recomiendo hacer selfieterapia
casi todos los días,

aunque sea a escondidas.

En cuanto a conectar con más gente,

aunque tengas
un proyecto pequeño en Instagram

o si tienes un perfil personal,
es importante conectar con gente.

Si no, ¿para qué tienes redes?

La mejor manera de llegar a la gente
es básicamente esta.

Es tan brutal la atracción
que tenemos los humanos por las caras

que cuando somos bebés
lo primero reconocemos son caras.

Los bebés son como la cámara del móvil,
que cuando la abres solo reconoce caras.

Así, solo ven caras.

Si para vosotros
son importantes la redes,

es que hay estudios que demuestran
que las fotos en las que salen personas

tienen un 40 % más
de interacción que las demás.

Yo lo tengo comprobado.

Cada vez que subo una mía

tiene el doble o el triple de "likes"
y comentarios que otra.

Cuando salgo yo misma
o cuando salimos nosotros mismos,

estamos incentivando a la conversación.

No sé si os que cuando veis fotos

del escritorio de alguien
no os da por escribirle,

pero cuando le veis a él,
automáticamente iniciáis conversación,

como "mira qué guay te queda eso".

Al empezar esa conversación,
empezáis a hablar los dos,

y eso os posiciona bien en el algoritmo,
así que una maravilla por todos lados.

En definitiva, el roce hace el cariño,

y que la gente que llega
como desconocido,

después de un tiempo viéndote
pasará a ser conocido

y después de un tiempo
generará un vínculo.

Por último, quería destacar
una última cosa

que para mí es importante
que posiblemente os importe un pimiento,

pero que necesitaba reflejar,

y es que cuanta más gente
salgamos en redes

y cuantas más personas
nos mostremos como somos,

acostumbraremos al resto del mundo
a ver a gente distinta,

que realmente somos así,

y no solo a la gente muy guapa,
que es la que se hace más fotos.

Estaríamos ayudando a hacer unas redes
más diversas y más inclusivas,

y eso es maravilloso.

Aunque me quede de "coach" esto,

si yo puedo salir con los brotes de acné
que me salen cada dos por tres,

podéis salir cualquiera.

Ahora que vimos por qué es
tan importante hacernos selfis,

ahora os enseñaré un poquito más
para conoceros a vosotros mismos.