All language subtitles for La Venganza de la Pantera Rosa (1978)(Dual+Subt.)

�Conque el tipo quiere abandonar?

- No le considera capaz.
- El plan ya est� listo.

Les he dado mi palabra
porque �l me ha dado la suya.

- Quiero saber por qu�.
- Usted ya lo sabe.

Ha dejado de ser fuerte.

Ha perdido el control.

D�gale que nada ha cambiado.

Hemos tenido alg�n contratiempo.
En todo negocio los hay.

Pero estoy fuerte y sigo al cargo.
No le quepa la menor duda.

Ser� mejor que cumpla su palabra.

Ser� el 25, seg�n lo acordado.

Le har� una se�al, una demostraci�n,
para que vea que sigo en control.

Buenas tardes, Sr. Douvier.

- �Alguna llamada?
- Ah� est�n.

- �Qu� es esto del m�dico?
- Su chequeo anual. El martes a las 4.30.

- � Volver� a llamar Nueva York?
- Entre las 5.00 y las 6.00.

- �Est�n todos?
- S�, en la sala de juntas.

No deber�amos hacerles esperar m�s.

- �Te ver� esta noche?
- Por supuesto, Srta. Legree.

Caballeros, hay un problema.
La transacci�n Gannet corre peligro.

Nueva York piensa
que ya no puedo controlar la situaci�n.

Les he hecho saber que les har�
una demostraci�n, una se�al,

para demostrar que sigo al mando.

Que Francia sigue siendo
un territorio viable.

Les pido sugerencias.

- Yo tengo una idea.
- Muy bien.

�Podr�a pedir a su secretaria
que traiga el peri�dico de la ma�ana?

- Traiga el peri�dico matinal, por favor.
- Ahora mismo.

�Qui�n es el hombre m�s importante
en Francia? Excluyendo a los presentes.

Gracias. El presidente, supongo.

Uno que Nueva York conoce mejor
que al presidente de Francia.

Un hombre conocido
por toda nuestra organizaci�n mundial

y al que eliminar�a con mucho gusto.

�Qui�n?

�Qui�n nos causa problemas
desde hace diez a�os?

�Qui�n ha sobrevivido a 16 intentos
de asesinato, incluyendo dos de su jefe?

EL PRESIDENTE
CONDECORA AL DETECTIVE

�Quiere impresionar a Nueva York?
Elimine a Clouseau.

Toda la polic�a se nos echar�a encima.

No si somos listos.

Se rumorea que es un completo imb�cil.

- Eso he o�do.
- Aun as�, sigue vivo.

Yo he o�do que no es un imb�cil,
s�lo simula serlo.

Sea como sea, es demasiado peligroso.

�Sabr�a hacerlo bien?

Entonces, h�galo.

Mi querido inspector jefe Clouseau.

Le hemos echado mucho de menos.

Su disfraz est� listo. Creo que le agradar�.

Cunny, r�pido.
Ha llegado el inspector Clouseau.

- Tiene unas narices muy interesantes...
- Se las modelar�.

Date prisa. Le traer� una ahora mismo.

Hay algunas ah� a la izquierda.

- La prueba final.
- A �sta la llamo "Vino y rosas".

Magn�fico.

Aunque lo diga yo mismo,
�ste no es un logro peque�o.

Ahora podr� trabajar en el anonimato.

El viejo truco del anonimato.

Ya est�. Usted puede hacerlo, inspector.

- Inspector jefe.
- Puede andar.

Es usted un genio.

Puedo andar.

Gracias a Dios

Por las ni�as

Porque cada d�a son m�s peque�as

Gracias a Dios

Por las ni�as

Porque empeque�ecen peculiarmen...

Una entrega especial.

Gracias.

Lo siento, ando algo corto.

Olv�delo.

Entrega especial.
Una "pompa". �La esperaban?

�Qu�?

- Muy bien.
- �Qu� pasa?

La bomba ha destruido media manzana,
pero Clouseau ha sobrevivido.

Estoy seguro de que la "pompa"
iba dirigida a m�.

Ha dicho "pompa".

Por suerte, el profesor Balls
se refugi� tras un env�o de hinchables.

Amortiguaron la explosi�n.

Su colecci�n para el d�a de San Valent�n.

Es incre�ble que haya sobrevivido.

He de apresar a ese terrorista loco
antes de que haga m�s da�o.

O a �sa.

Un hombre disfrazado de mujer.

Cuatro atracos en tres semanas.

Dos v�ctimas fueron agredidas
y forcejearon con el ladr�n.

Ambas declararon que era
demasiado fuerte para ser mujer.

Hace tres a�os,
encerramos a un tal Claude Russo.

Russo perpetraba atracos
disfrazado de mujer.

Se�or, ahora debo partir
para atrapar a ese terrorista loco.

Recuerde que puede haber sido Russo.

- Eso acabo de decir.
- Lo s�.

Hasta que nos volvamos a ver
y el caso quede revuelto.

Fuego.

Quiz� no haya visto a estos caballeros,
pero han trabajado para usted.

Todos son los mejores especialistas.

�Espera que se ocupen de Clouseau?

No. Se les ha contratado
para eliminar al Sr. Chong.

�Qui�n demonios es el Sr. Chong?

El Sr. Chong
viene recomendado por Hong Kong.

Caballeros, cumplan con su contrato.

�Por qu� no se quita esa ropa mojada?
Podr�a coger una neumon�a.

Lo har� cuando llegue a casa,
y si no me ataca ese idiota de Cato.

- �Por qu� no le dice que no lo haga?
- No es tan f�cil.

Le dije que me atacase
siempre que pudiese,

y, para �l, sorprenderme
es ya una cuesti�n de honor.

Ahora su diab�lico cerebro
estar� planeando otra emboscada.

- �Jes�s!
- Lo s�.

Presta atenci�n. Te habla tu jefe.

Cancelo la orden de ataque de esta noche.

�Entendido?

S� que te dije que no tuvieras piedad.

Que atacases, dijera lo que dijera.

Pero esta noche

te ordeno que me obedezcas.

No me ataques.

- Silencio.
- Estoy intentando salvar mi vida, se�ora.

Ya veo que ese canalla amarillo
no me hace caso.

Es un edificio s�lido.
Lo estamos reformando.

Lo encontrar�n
muy tranquilo y agradable.

Ser� canalla.

Residencia del inspector jefe Clouseau.

Un momento, por favor.

Es para usted.

�Qu� demonios pasa?

Disc�lpenme ustedes.

- Les pido perd�n.
- Es para usted, inspector.

Inspector jefe.

Perdonen, me llaman por tel�fono.

Inspector jefe Clouseau al "apagato".

Escuche con suma atenci�n.

Si quiere acabar con la conexi�n
francesa, venga esta noche a las once

a Bois de Boulogne,
junto a la Gran Cascada.

Venga solo.

Es tan evidente
que pensar� que es una trampa.

Es tan evidente
que pensar� que no es una trampa.

Es tan evidente que ser� una trampa.

Nunca llegar�s a ser un buen detective.

Es tan evidente
que es imposible que sea una trampa.

Arranca el Avisp�n plateado.

Sospecho que necesita una revisi�n.

Si no te importa, coger� tu coche.

Conduce un Peugeot blanco. Matr�cula...

�Se dirige a Fontainebleau?

Genial.

�Se puede tener m�s suerte?
Es usted un encanto.

- Est� verde.
- �En serio?

El sem�foro.

Es peligroso que una chica guapa
haga autostop de noche.

Eso es porque las chicas guapas
no llevan armas como yo.

�Usted porta un arma?

La tengo por aqu�. No es muy grande.

- Cuidado, podr�a dispararse.
- S�lo si no hace lo que yo le diga.

Escuche, se�orita...

Me puede llamar Claude.

- Pare aqu�.
- El viejo truco de "pare aqu�".

Ahora veremos c�mo se porta
con el viejo truco de "desn�dese".

DESV�O

P�ngase el vestido
si no quiere congelarse.

- Jam�s.
- Como usted quiera.

Pero el vestido es de marca
y usted tiene unas piernas sensacionales.

- Bien. Gracias.
- �Por qu� no lo descuelgas?

No ser� necesario. El gran inspector
Clouseau ya no nos molestar�.

Hola, chicos.

Cu�nto me alegra verles.

Y, a nosotros, verte a ti.

Espere. Soy el inspector jefe
Clouseau de la S�ret�.

Y yo, el agente Bardot.

Pero me puedes llamar Brigitte.

Est�n cometiendo un error.

No se confundan por mis piernas.
Soy un hombre.

La bandera del palacio
ondea a media asta.

El presidente ha declarado
un d�a de duelo nacional.

Hace tan s�lo unas horas,
en este mismo patio, el gran inspector

fue condecorado por el presidente
por su servicio ejemplar a este pa�s.

Seg�n el informe del juez de instrucci�n,

el inspector ya estaba muerto
cuando su coche choc� y se incendi�.

El presidente me ha llamado
a las seis de la ma�ana.

Una docena de pa�ses
han ofrecido a sus mejores detectives,

pero el presidente ha dejado claro que
esto debe resolverlo Francia, y r�pido.

- O tendremos que dimitir todos.
- He hablado con el Dr. Laprone.

Me ha asegurado
que Dreyfus est� totalmente curado.

Incre�ble. He visto lun�ticos,
pero ninguno como Dreyfus.

- Era un animal salvaje.
- �No le mordi�?

En la pierna.
Me puse la antirr�bica por si acaso.

El doctor dice que en las �ltimas 12 horas
se ha convertido en un hombre nuevo.

Gracias a Dios. Le necesitamos.

Si alguien sabe algo
de Clouseau y sus asesinos,

es el antiguo inspector jefe
Charles Dreyfus.

�No es fant�stico, doctor?

Vuelvo con mi antiguo rango,
y sin perder la paga ni las prestaciones.

Podr�a llamarse un renacimiento ps�quico.

Estoy en deuda.
Le estar� eternamente agradecido.

S�lo le ayud�. Le gui�.
A fin de cuentas, ha sido su victoria.

Nuestra victoria.

- Pero s�lo a costa de otro.
- �De Clouseau?

Se podr�a decir que ha muerto
para que usted viva.

- Ojal� pudiera lamentarlo.
- �No se siente culpable?

No.

Para serle sincero,
cuando o� que hab�a muerto,

por un momento tuve la certeza
de que estaba en estado de gracia.

- �Es eso malo?
- No es cuesti�n de malo o bueno.

Le odiaba.

Como ya sabe, �l me volvi� loco.

�No es natural que me sienta feliz

al pensar que est� muerto
y que se ha ido para siempre?

S�. Pero existe el peligro
de que eso le haga sentirse culpable.

Clouseau podr�a volver y perseguirle.

- No me siento culpable.
- Ahora no.

Jam�s. �I ha desaparecido
y yo estoy libre para siempre.

- Tome un puro.
- Gracias.

He hecho los arreglos para darle de alta.
La S�ret� le enviar� un coche a las 5.30.

Estar� 12 meses a prueba.

Si tiene alg�n problema,
ll�meme inmediatamente.

Gracias.

Est� cometiendo un grave error.

Su�lteme inmediatamente
o har� que le trasladen a la Martinica,

donde pasar� su carrera
en la secci�n de tr�fico.

El que muri� en aquel coche,
mi coche, el de Cato, no era yo.

Llevaba mi ropa. �sta es la suya. Yo soy
el inspector jefe Jacques Clouseau.

�Se�or o se�ora?

Cuando me condecor� el presidente,
dijo: "Es usted un hombre de valor".

Me dijo que era
el mejor detective de Francia.

Eres un charlat�n. Un impostor.

Tranquil�cese, Sr. Poirot.

Me puede llamar Hercule.

Yo soy el mejor detective de Francia
y del mundo entero.

Ese hombre est� loco.

- Aqu� no usamos ese t�rmino.
- �Qu� dicen aqu�?

- Venga, venga.
- Pues est� muy "venga, venga".

La orden judicial.

Necesitar� que me firme
el documento de traslado.

90 d�as de ex�menes
psiqui�tricos exhaustivos.

Su coche le espera en la entrada.

Adi�s, inspector jefe Dreyfus.

- Buenas noches, inspector jefe Dreyfus.
- Buenas noches, Fran�ois.

Me alegra tenerle de vuelta.

�Es cierto que se har� cargo
del caso de Clouseau?

Debe de tener un dilema. Ha de enviar
a la guillotina a los culpables,

pero estoy seguro
de que preferir�a felicitarlos.

Un funeral oficial por ese idiota.

El presidente. Dignatarios de todo
el mundo. Hasta puede que asista el papa.

�El pupa?

Ha dicho "pupa".

- �Est� constipado?
- S�.

Lo tengo agarrado al pecho.

Suena fatal. �Quiere que llame al m�dico?

No es tan malo como parece.

Quiero ir al piso de Clouseau
para buscar alguna pista.

�Es �sta la residencia de Clouseau?

�Es tambi�n la residencia
del sirviente de Clouseau, Cato Fong?

�Podr�a ser tan amable
de decirle que desear�a "bablar" con �l?

� Y qui�n digo que desea "bablar"
con el Sr. Fong?

Un viejo amigo.

El Sr. Fong tiene muchos viejos amigos.

D�gale que soy el inspector jefe Clouseau.

Ya pod�a haberlo dicho antes. Pase.

Buenas noches.

- Y enhorabuena.
- �Por qu�?

Es nuestro primer occidental. Tiene un
10% de descuento hasta la medianoche.

- �Qui�n es usted?
- La Sra. Wu. Me puede llamar madame.

Le ruego que pase.

- Bienvenido.
- Buenas noches.

Por favor, p�ngase c�modo.

Ha dicho que es el inspector Clouseau.

Fue idea del Sr. Fong,
pero yo preferir�a otra contrase�a.

Exijo que me explique qu� pasa aqu�.

Casi todo lo que su corazoncito desee.

Pero, �por qu� no se relaja antes?

Deje su sombrero y abrigo,
t�mese algo y conozca a las chicas.

Despu�s, cuando se encuentre listo,

podr� elegir entre una gran diversidad
de excitantes diversiones.

Pero ya veo que tiene sus preferencias.

Perm�tame presentarle a Tanya,
la Devoradora de Loto.

�Qu� m�s hace?

Se lo advierto, me opongo
a la liberaci�n de las mujeres.

El hombre es el amo
y el lugar de la mujer es la casa.

Otro "ojos redondos"
que muerde el polvo.

Su�lteme, loco asi�tico. Est�n arrestados.

Todo lo que digan
ser� usado en su contra.

No soy el t�pico travestido.

- No diga m�s.
- �Qu� ha dicho de arrestarnos?

S�lo bromeaba, �verdad, jefe?

Trabaj� para �l. Antes era poli.

D�gales que bromeaba, jefe.

Tiene raz�n.

S�lo estaba bromeando.

Juro por mis parientes que es verdad.
Espero volver a verles.

A usted tambi�n, madame.

Y a usted.
Ustedes dos deber�an avergonzarse.

Y t�. Quiero hablar contigo.

Entra aqu�. Esc�chame.

Cre� que estaba muerto.

Y como tributo a mi memoria
abriste esta f�brica de polvos chinos.

Ten�a que ocuparme en algo.

Adem�s, un antro de lujo como �ste
puede hacer 400.000 al a�o.

- �Netos?
- No, brutos.

Un tipo vivo puede ganar cientos de miles,
y eso no es ninguna tonter�a.

Diez a�os en la Isla del Diablo tampoco
es ninguna tonter�a, mi �vido chulo.

De todos modos,
ahora que est� vivo tendr� que cerrar.

En circunstancias normales, eso es
precisamente lo que tendr�as que hacer.

Pero �stos no son tiempos normales.

- Han intentado matarme.
- Eso es normal.

Pero esta vez creen que lo han logrado.

Excepto t� y yo,
el mundo me cree muerto.

Y en este caso,
la muerte tiene sus ventajas.

Nadie sospechar� de m� cuando me
mueva entre el hampa como una sombra.

Buenas noches, comisario.

Siento llegar tarde, pero ya sabr�
que hab�a un lun�tico en mi armario.

�Lo recuerda?

Pues claro, s�lo han pasado tres a�os.
Claude Russo.

Alias Claudine. Robo a mano armada
disfrazado de mujer. Le echaron 5 a�os.

Obtuvo la libertad condicional
hace tres meses.

As� que pudo haber sido Russo.

Es listo.

�Lo suficiente para enga�ar a Fran�ois?

Me gusta Fran�ois, pero enga�arle
ya es un simple acto de mediocridad.

Siempre le he considerado
un buen polic�a.

Cuando era mi ayudante,
era un polic�a con un futuro brillante.

- Despu�s le asignaron a Clouseau.
- Vamos, vamos.

- Eso es cosa del pasado.
- Por supuesto.

Ma�ana por la ma�ana, cuando
lo entierren a dos metros de profundidad,

estar� libre de verdad.

A menos que haya descubierto
c�mo resucitar,

nada de lo que digan de �l
ha de afectarme.

- �Empezamos a trabajar?
- Eso me recuerda algo.

- �Qu�?
- El jefe quiere que d� el paneg�rico.

- �C�mo?
- El laudatorio.

- � Yo?
- Le conoc�a �ntimamente.

Le odiaba �ntimamente.

Usted es el experto
que dar� con sus asesinos.

Yo soy el experto
que desear�a besar a sus asesinos.

A los de relaciones p�blicas
les ha encantado la idea.

Es un sacrilegio. Me niego.

- Es pol�tica.
- No. Soy un buen cat�lico.

- Y la mujer del jefe.
- Me da igual.

�Qu� tiene ella que ver con esto?

Lo ha escrito ella.

Damas y caballeros,
honorables asistentes, estimados amigos.

Nos hemos reunido aqu� para despedir a...

un gran hombre.

No s�lo fue un agente ejemplar,

un detective brillante, admirado
y respetado por sus compa�eros

y por aquellos que tuvieron
la fortuna de conocerle.

Fue, ante todo, un hombre modesto.

No conoceremos a otro como �l,

y lo que perdemos nosotros
lo gana el Cielo.

Presenten armas.

Fuego.

- Deshazte de esa mujer.
- Luego hablaremos de eso.

Si no lo decides ahora, pedir� el divorcio.

- Te lo advierto, Therese.
- �Har�s que me maten?

Caballeros.

Les agradar� saber
que hemos impresionado a Nueva York.

Fue una buena idea, Guy.
La transacci�n Gannet sigue en pie.

- �En la misma fecha?
- A menos que surja un imprevisto.

He hablado con Hong Kong.
Dicen que Gannet est� al d�a.

Bien. La pr�xima semana
recibiremos un sustancioso dividendo,

as� sabr�n nuestros colegas
que la conexi�n francesa ha vuelto.

Estar� en la finca, y que nadie
me llame si no es algo urgente.

Se levanta la sesi�n.

- Qu�date. Puede que te necesite.
- Bien.

Srta. Legree,
�podr�a venir un momento, por favor?

�Te pasa algo?

- Tenemos que dejar de vernos.
- �Es tu mujer?

Esa bruja. �Por cu�nto tiempo ahora?

Esta vez ser� para siempre.

- Me ha dado un ultim�tum.
- �No tienes alternativa?

- No.
- Deshazte de ella.

- �De mi propia mujer?
- �Por qu� no puedes?

Tiene pruebas para arruinarme. Su
abogado las entregar�a a las autoridades.

- Deshazte de las autoridades.
- �Qui�n crees que soy?

Deshazte de su abogado.

- No quiero un esc�ndalo.
- Yo te dar� un esc�ndalo.

Sabes que no la amo.
S�lo necesito su respetabilidad.

�Los seis a�os que llevamos juntos
no significan nada?

- Eso me temo. Lo siento.
- Genial.

Tambi�n tendr�s
que dejar de ser mi secretaria.

He ingresado una cantidad
importante en tu cuenta...

No quiero tu dinero.
No s� lo que quiero.

Ya se me ocurrir� algo.

- �Se va ya, Srta. Legree?
- Es m�s tarde de lo que cree, Sr. Algo.

�Quiere que haga algo?

S�lo si se vuelve indiscreta.

Si no hay m�s remedio,
haz que parezca un accidente.

Barco a la vista. Bajad el arenque.

Un saludo al de la niebla.

No te preocupes.

S�lo es un viejo lobo de mar sueco
de los mares salados.

Tengo que inflar el loro.

Este loro travieso teme a la niebla.

Ya he metido la pata.

Hola, inspector.

Inspector jefe.

Estoy trabajando de "inco�ito".
Nadie debe sospechar.

�Tiene algo de especial inter�s
para mi investigaci�n secreta?

Algo gordo se est� tramando
en el club Pie Zopo.

�El club Pie Zopo? Sorprendente.

Mantenga los ojos y orejas abiertas
y no pierda el contacto.

Le estoy muy agradecido
por esta valiosa informaci�n.

Ha levantado el vuelo.

De nuevo, le agradezco la informaci�n.

Si hay algo que pueda hacer
para recompensarle...

Ya que lo menciona, inspector jefe...

�Quiere que le lea la mano?
Se acercan morenos extra�os.

Pinto pinto gorgorito

Saca el dedito en veinticinco

En qu� lugar en Portugal

Dame m�s.

Muy bien.

Vamos. Ya ha empezado.

Aqu� llega.

- �Qu� tal est�?
- Sr. Toledo, Sr. Vancouver.

- La mesa de siempre.
- �Qu� tal una m�s cerca de la pista?

No, gracias. Quiero la de siempre.

- �Ocurre algo?
- Es la mesa del Sr. Douvier.

Si te preocupa el Sr. Douvier,
�por qu� no le llamas?

- No quiero meterte en l�os con tu jefe.
- No es mi jefe.

Pero le pagas todos los meses.

- Eso no mola.
- Pues espera y ver�s. Vamos.

- �Ad�nde vamos?
- No debemos llamar la atenci�n.

Entraremos disfrazados por atr�s, idiota.

Sube aqu�.

- Es una pasteler�a.
- Ya lo s�.

Vamos. Al menos ya no eres amarillo.

- Me subir� yo a tus hombros.
- �Por qu�?

Porque soy m�s alto que t�, idiota.
Pon las manos.

Tira eso.

No alcanzo.
Tendr�s que subirte encima de algo.

Eso es. Deja que te vea, peque�a. Vamos.

Hazlo, peque�a.

�Alcanza ahora?

�Est� bien?

�Sabe una cosa?
Es usted genial. Me ha salvado la vida.

Acomp��eme. Quiero salvarle yo la suya.

- Vamos. R�pido.
- Oh, Dios.

Venga, antes de que nos vean.
Se lo contar� en el apartamento.

- �Qu� apartamento?
- El m�o.

- Dios m�o.
- Y m�o tambi�n.

Estoy empapada.

Yo tambi�n estoy muy embobado.

Ser� mejor que se quite esa ropa
antes de que coja una pulmon�a.

�D�nde dejo mi abrigo?

Donde sea. En el suelo. Ah� est� bien.

S�rvase. Me voy a cambiar.
Le traer� un albornoz.

Pondr� algo de m�sica.

- Qu� raro.
- �Qu�?

He dicho: "Qu� raro".

Lo s�. Y yo he dicho: "�Qu�?".

�Me pregunta qu� es raro?

Es raro que nunca haya estado aqu�,

sin embargo tengo la impresi�n
de haber estado antes.

Es un d�j� vu. A m� me pasa siempre.

- El viejo truco del "d�j� vu". Gracias.
- De nada.

�Se encuentra bien?

Qu� gusto.

No le servir� de nada
si no se quita los pantalones.

- �Qu�?
- Tiene que quitarse los pantalones.

M�reme. Estoy temblando como una hoja.

No puedo dejar de temblar. Ya s� por qu�.

No estoy acostumbrada a que me maten.
Es la primera vez.

Lo s�.

Pero cuando te matan tantas veces
como a m�, acabas acostumbr�ndote.

- �De veras?
- Pues claro.

- Lo pondr� aqu� para que no se enfr�e.
- Salud.

- �ste es para usted.
- Claro.

- Entonces �ste ser� el suyo.
- Gracias. Salud.

De todas formas, no tiene nada que temer.

- S�.
- No.

Soy un agente de la "leu".

Ha dicho que es un agente de la "leu".

Exactamente.
Soy inspector jefe de la S�ret�.

�C�mo?

No me cree.

Claro que le creo.

- �Por qu� no iba a creerle?
- Exactamente.

Si usted lo dice, le creo.

�Qui�nes intentaban matarla?

- Unos asesinos.
- �C�mo lo sabe?

- He trabajado para Douvier.
- Ese nombre me suena.

Y a toda Francia.
Es un empresario millonario.

El empresario millonario Douvier.
Lo sab�a, lo sab�a.

�Cu�ntos cree que saben que adem�s
es un mafioso de la conexi�n francesa?

�Cu�ntos?

Supongo que su madre, �no?

� Y por qu� quer�a matarme?

Elemental. La quiere muerta.

No es nada.
S�lo una peque�a quemadura.

- Lo siento por su albornoz.
- No importa.

H�bleme sobre ese Douvier.

Fui su amante y secretaria durante a�os.

S� tanto que podr�a enviar a Philippe
a prisi�n para el resto de su vida.

No deja de hablar de ese Douvier,

pero, �qui�n es Philippe?

- �Su hijo?
- �Qu� hijo? No tiene.

- �Su hermano?
- Se llama Fred.

- Entonces, su padre.
- Muri�.

Al fin sacamos algo en claro.
�Qui�n lo mat�?

- Muri� de muerte natural.
- Pero, �qui�n es ese tal Philippe?

Mu�streme su identificaci�n.

- �Qu�?
- Ahora mismo. Quiero verla.

Si no es polic�a,
no deber�a estar cont�ndole esto.

- �Puede guardar un secreto?
- Depende.

Pues prep�rese
para lo que le voy a revelar.

Soy el inspector jefe Jacques Clouseau.

- No me lo creo.
- Cr�aselo.

Mire.

Lo es.

Dios m�o.

- Confieso que la foto no es buena.
- Pero vi su funeral en la televisi�n.

Hasta el pupa estuvo presente. Salud.

Entonces, si usted no muri�,
�qui�n muri�?

Un travestido se llev� mi coche
y mi ropa a punta de pistola.

He estado siguiendo
la pista del asesino de "inco�ito".

- El asesino es Douvier.
- �Qu�?

Quer�a impresionar al Padrino.

�Douvier mat� a un travestido
para impresionar a su padrino?

- Ese hombre es de lo peor.
- La puerta.

- �Qu� le pasa?
- Tratan de abrirla.

Deprisa.

Me pregunto de qui�n ser�
este apartamento.

- El otro estar� en mi cuarto.
- �C�mo sabe que hay otro?

Los asesinos de Philippe
siempre van en pareja.

�Sabe lo que es la transacci�n Gannet?

Es el c�digo secreto de una venta
de 50 millones de francos en hero�na.

Philippe ir� a Hong Kong el martes
a reunirse con el comprador americano.

No acabo de entenderlo,
pero el Gannet es un barco.

�Qu� hace?

Ya s� por qu� me era esto tan familiar.
El inspector jefe Dreyfus vive aqu�.

Creo que ha sufrido un s�ncope.

Despierte, inspector jefe.

Hola. �Est� ah�?

No responde. Es in�til.

Tendremos que irnos a Hong Kong sin �l.

- Usted, yo y Cato de int�rprete.
- Yo no me voy a Hong Kong.

- Douvier me matar�a.
- No, si no la reconoce,

- y no lo har�.
- �Por qu� no?

El gran Balls se encargar� de ello.

A sus �rdenes. Perdonen
el estado de mi establecimiento,

pero, como el inspector sabe,
el inspector jefe...

Lo siento.

Como el inspector jefe sabe,
nos bombardearon.

- Parece que le ha afectado.
- Casi toda mi colecci�n est� da�ada.

- Har� una liquidaci�n por incendio.
- Ll�mela "Liquidaci�n de Balls".

Una interesante sugerencia.

No sabe cu�nto me alegra
ver que sigue vivo.

Ha sido un gran privilegio servir al buen
inspector jefe durante todos estos a�os.

Trece, para ser exacto.

La noticia de su fallecimiento
fue un duro golpe.

Algo se acerca.

S�, Cunny. No est�s so�ando.

Nuestro amigo y cliente est� vivo.

Hola, Cunny.

�En qu� puedo servirle?

Bien haya viento, barro, nieve o granizo,

ya sea largo o corto, oscuro o p�lido,

recuerde que, cuando el deber le llame,

puede contar con Balls.

- Necesito sentarme.
- Por supuesto. Cunny, r�pido.

Por favor. Ac�rquese.

As�. Aqu� tiene. Si�ntese.

- Vamos. Si�ntese.
- No lo dir� en serio.

No ha habido tiempo
para volver a amueblarla.

Desde la explosi�n, est� mucho
m�s blando. Si�ntese, por favor.

De hecho, yo he estado
durmiendo sobre �l.

Ma�ana, a primera hora,
parto hacia Hong Kong.

�Podr�a traerme
algunos sombreros baratos?

Querido Auguste, necesito
su mejor disfraz para Hong Kong.

Y algo especial al estilo del Padrino.

Doctor, por favor, ay�deme.

�Es Clouseau real o estoy otra vez loco?

- �Usted qu� cree?
- �Qu� puedo creer?

Si ese imb�cil est� vivo
y los rumores que he o�do son ciertos,

le condecorar�n por desarticular la red
de narc�ticos m�s importante de Francia.

Ser� el hazmerre�r de todos.

Tiene sentido lo que dice.
�Qu� va a hacer?

�Qu� opciones tengo?

Puedo volver a internarme aqu�
o irme a Hong Kong.

- No creo que pueda hacerlo.
- Claro que puede.

S�lo arrugue los ojos y s�game.

El Sr. Y la Sra. Lis Cleto.

Est�pido zoquete, �qu� demonios hace?
Me ha arruinado el traje.

�Por qu� no mira por d�nde va?

Soy el Sr. Algo. Av�seme cuando llegue
el Sr. Scallini. Estar� en el bar.

�Qui�n me pagar� el traje?

�Ha visto a �se? Es Guy Algo,
el brazo derecho de Philippe.

Scallini debe de ser
el pez gordo de Nueva York.

Subiremos a la habitaci�n.

Espera aqu� diez minutos
y despu�s dile al se�or...

- Algo.
- Eso.

...que el Sr. Ya-Sabes-Qui�n
ha llegado, y le subes.

Yo ser� el Sr. Ya-Sabes-Qui�n.
�Entendido?

S�game, Ming Loy.

La reserva del Sr. Scallini.

Avisa en el bar al Sr. Algo
de que el Sr. Scallini ha llegado.

- �Qu� hace?
- El Sr. Scallini est� en la recepci�n.

�Has o�do lo que le he dicho?
Est�pido franc�s.

Le ha llamado cerdo.

Avisar� al Sr. Scallini de que ha llegado.

- Escuche, jefe.
- No soy tu jefe, soy yo.

- �D�nde est�?
- Disfraz�ndose de Padrino.

Algo est� en el otro cuarto y Scallini, en el
vest�bulo. Subimos en el mismo ascensor.

Ir� a verle antes que Philippe.

- �Qu� va a hacer?
- No lo s�. Vigila a Algo.

- �Hielo?
- S�.

�Soda?

Espero que no est� demasiado fuerte.

Seguro que est� perfecto.

Carlo y yo tenemos asuntos
que discutir. No tardaremos.

T�mese otra copa.

- �D�nde est� ella?
- No lo s�.

Hola, Sr. Marchione.

- Entre.
- Muchas gracias.

- �Quiere tomar algo?
- No, gracias.

- Es Simone.
- Tiene muy buena memoria.

Nunca olvido una cara bonita.

Jefe, es Simone.

- La secretaria personal de...
- Douvier. �C�mo est�?

No nos conocemos, pero ahora que nos
conocemos ll�meme Julio. Bonita mano.

- Es s�lo la derecha.
- �Escribe a m�quina?

- Muy r�pido.
- Me desmayo.

El Sr. Douvier tardar� un poco.
�Le hago compa��a hasta que venga?

Qu� pregunta m�s tonta.

Por la transacci�n Gannet.

�Le digo a Douvier que ya vamos?

No se olvide del dinero.

�Qu�?

�La garganta?

�La espalda?

Se est� atragantando.

�Quiere que le d� en la espalda?

Ya vamos.

- El Sr. Douvier nos esperar� abajo.
- Genial.

�Es eso todo?

�50 millones de francos
sin guardaespaldas?

Yo cuido mi espalda
y mi espalda cuida de m�. Capisci?

- Ir� a por tabaco.
- Fuma un rato.

Ya bajar� cuando aparezca Douvier.

Ahora mismo vuelvo.

�Qu� demonios pasa aqu�?

Al astillero Lee Kee.

- �Ad�nde ha ido?
- Creo que al astillero Lee Kee.

En su l�nea del coraz�n veo
que es apasionado. � Ve lo larga que es?

Siga mir�ndola, se va alargando.

Astillero Lee Kee. Douvier.

He visto a Douvier.

El portero le ha o�do decir al ch�fer
que van al astillero Lee Kee.

Aqu� se est� cociendo algo.

Su jefe y un par de hombres
han abandonado el hotel.

- �De veras? Me pregunto por qu�.
- �Se lo preguntamos a �l?

Entiendo.

Douvier se ha ido del hotel
hace cinco minutos con dos hombres.

- Al astillero Lee Kee.
- Seguro que era con ese p�nfilo.

- No creo que tarde.
- Ya veremos.

� Y si regresa y usted ya se ha ido?

Deje de preocuparse.
Se le arrugar� la cara.

- �Qu� sabe de ese astillero Lee Kee?
- Que yo sepa, todo es legal.

Construyen barcos de lujo.

Quiz� el Sr. Douvier
s�lo quiera comprarse un yate.

- �Astillero Lee Kee?
- Eso ha dicho el tal Ya-Sabes-Qui�n.

Vamos. Arranca.

El Sr. Chow, el representante
en el Extremo Oriente.

- Es un honor, Sr. Scallini.
- Ya conoce al Sr. Algo.

�Nos vamos? Haremos la transacci�n
cuando haya botado el barco.

- Todo legal y sin tapujos.
- Sin tapujos. Bien.

- �D�nde est�?
- Cre�a que se lo hab�an dicho.

As� es, s�lo quiero asegurarme.

- En la quilla.
- El viejo truco de la quilla.

Viaje por el Caribe, s�quelo del agua,

quite la secci�n central
de la quilla y ya est�.

40 kilos de la mercanc�a m�s pura
que hayan probado sus expertos.

Eso espero, porque mis expertos
han probado muchas.

- Confiamos en nuestra mercanc�a.
- Me parece bien.

- �Le gustar�a bautizarlo?
- Con mucho gusto.

Septiembre.
Un excelente mes para esta cosecha.

Enhorabuena.

Debe de ser un poli. Cogedlo.

Cuidado, est�pido.

�Qu� haces?

Cielo santo.

- Soy yo.
- Lo s�.

Espere.

Alto el fuego.

Me da igual qui�n sea.
Qu�tese del medio.

- Al, �d�nde est�s?
- �C�mo voy a saberlo?

Est�n donde est�n,
soy el inspector jefe Clouseau.

Se lo advierto, si no tienen cuidado, les
arrestar� a todos en nombre de la "leu".

T� y tus grandes ideas.
Como te eche el guante...

�Est� herido?

Por suerte, me ha salvado la oscuridad.

Entonces necesitamos m�s luz.

Mira c�mo me has puesto los zapatos.
Te voy a matar.

- �Qu� haces aqu�?
- Esperar a que estallen los petardos.

- �Qu� petardos?
- Los que acabo de meterte en el pantal�n.

CLOUSEAU VIVE

El presidente condecora
al detective por segunda vez.

- Hola. Siento llegar tarde.
- Ya me ten�a preocupada.

Ten�a que ocuparme
de un asunto policial importante.

- �Est� todo bien?
- S�. Perm�tame abrirle la puerta.

- Suba.
- Es precioso.

Es muy majo, �verdad?
Lo llamo el Avisp�n plateado.

Vaya.

Por desgracia, necesita una revisi�n.

Quiz� sea mejor dejarlo aqu�.

- Hace buena noche. � Vamos andando?
- Una excelente idea.

- Lo siento.
- No importa.

- Est� deslumbrante.
- Lo s�.

- Sab�a que lo sab�a.
- Y yo sab�a que sab�a que yo lo sab�a.

�Por qu� decidi� hacerse detective?

No es algo que uno decida
todos los d�as de la semana.

En mi caso, empez�
cuando mi t�a abuela fue secuestrada

Extracci�n, correcci�n y Sincronizaci�n:
Abantos