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MUERTE EN LOS PANTANOS

Eran los primeros a�os del siglo

y del descubrimiento
de una nueva frontera americana:

el sur de Florida.

La gente era muy similar
a aquellos aventureros

que hab�an sentido
la atracci�n por el oeste.

Las se�oras respetables,
e incluso las bailarinas de cabaret

llevaban plumas en sus sombreros
siguiendo la moda de todo el pa�s,

Llegaban a un incre�ble
santuario de la naturaleza,

pero este santuario
ya no era un refugio.

A causa de la fuerte demanda
de plumas de aves ex�ticas,

los forajidos estaban matando
las aves en grandes cantidades

y saqueando todo desde el golfo
de M�jico hasta la costa Atl�ntica.

�Atadlas!
�Que no quede ni una!

Al final de la trayectoria hab�a
un dormido pueblo fronterizo, Miami.

Era all� donde los forajidos tra�an
sus sangrientos cargamentos,

en claro desaf�o a la ley,

las plumas m�s valiosas conservadas
entre las p�ginas de viejos libros

e incluso de una Biblia.

Con la escasez de las aves,
los precios subieron hasta las nubes

y los comerciantes pagaban hasta 60,
80 y 100 d�lares la hora.

Ll�valas dentro y cu�ntalas.

Pero no le pagues

hasta que veas que todas
las plumas est�n perfectas.

Casi todas las mujeres
iban a la moda

y muy pocas relacionaban ese adormo
con la situaci�n de los pobres p�jaro

Solo un peque�o ej�rcito de voluntari
encuadrado en la sociedad "Audubons",

luchaba para salvar
las aves de la extinci�n.

lntentaban reclutar guardianes,
alguaciles del estado

para vigilar los pantanos,
pero resultaba dif�cil encontrarles

y dos hab�an sido asesinados
mientras cumpl�an con su deber.

Vaya se�orita Sally, veo que lo
ha pasado muy bien el fin de semana.

Muy bien.

Bienvenidas, bienvenidas
a nuestra preciosa ciudad.

Tengo la seguridad de que ser�n
muy felices en mi casa.

Sheriff, �ha visto al director
del colegio?

No, la verdad es que no.

�Qu� regenta?
�Una escuela para se�oritas?

�La Srta. Bradford?

La han llamado muchas cosas
pero nunca escuela de se�oritas.

Est� en el norte de Miami,
fuera de mi control.

-�Oiga! �Qu� hace con mis plumas?
-�Le gustar�a a Ud. servir de adorno?

�George! Ese hombre me ha quitado
las plumas del sombrero.

-�Qui�n?, �qui�n?
-Ese hombre de all�.

�Oiga joven!
�Joven!

-�Qu� pasa?
-Vamos, vamos.

-�Se puede saber qu� hace?
-Devolverle sus plumas.

Espere un momento.

A los indios que llevan plumas
les llamamos salvajes

y nos creemos civilizados.

Siga diciendo tonter�as
y cojo el l�tigo.

-�C�mo se atreve a tocarme el sombrero?
-�Sheriff, Sheriff!

-�Detenga a ese hombre!
-Yo me encargo Sr. Lake.

�Qui�n es usted?
�C�mo se llama?

Murdock, he venido a dar clase
de naturaleza en el colegio nuevo.

Pues como miembro de la junta
del colegio, d�jeme decirle, se�or,

que no se acercar� a ese colegio ni
un paso m�s de lo que est� ahora.

-�Le encierro se�or Liggett?
- Naturalmente que si, enci�rrenlo.

El juez Tippins le ver�
por la ma�ana,

-�De acuerdo Juez?
-Por supuesto que si.

Un joven muy interesante.

�Sabe?

Podr�a ser el nuevo guardi�n que
la sociedad ''Audubons'' est� buscando.

El defensor de los p�jaros,
�tienes el dinero?

Afortunadamente
es un pueblo peque�o

y no fue dif�cil conseguir
que el juez le dejara libre

y pudimos designarle guarda para
la sociedad ''Audubons''.

Podr�a quedarse conmigo
en el barco,

pero estar� mejor en una habitaci�n
en la tienda de Aaron Nathanson.

Creo que ya me gusta el pueblo.

�No fueron esos dos
los que me recibieron esta ma�ana?

-Son los chicos de Cottonmouth.
-�Cottonmouth?

Una banda de ratas de pantano.

Tienen su cuartel general a 100 km
de aqu�, en el r�o del Hombre Perdido.

Su jefe lleva una serpiente
Cottonmmouth en el bolsillo.

M�s venenosas que las cascabel. Lo
peor es que no anuncian su presencia.

Parece un tipo
bastante divertido.

Yo controlaba el r�o
y ten�a orden de arrestarle.

Cuando me pas� esto.

Cuando me libraron del caim�n mi
pierna era del tama�o de un tronco.

Ahora trabajo en la oficina.

Venga a conocer a los Nathanson.

Como la ara�a dijo a la mosca,

el pantano se lo dice
a los de la ''Audubons'',

sed bienvenidos
a mi casa.

Hola Aaron, te presento
a tu nuevo invitado Walt Murdock.

Estoy seguro de que se portar� bien
a pesar de ser casi un presidiario.

Afortunadamente mi hija Naomi
no lleva plumas en el sombrero.

Es la primera vez que veo
una tienda como esta.

-Hola, yo soy Naomi.
-Hola.

La Srta. Nathanson,
el se�or Murdock.

Como ve
le dejo en buenas manos.

Volver� por la ma�ana para ayudarle
a organizar su equipo.

Gracias.

-Aaron, Naomi.
-Adi�s, Ross.

Aqu� tiene...

un mapa que hice del camino
hasta la colonia Chikikee,

est� a unos 40 km.

No se vaya m�s lejos esta vez.
Buena suerte.

Gracias se�or.

Puedo decirle que de verdad
le envidio.

Espere.

Le traigo algo de caf�.

Unos buenos cigarros.
Y una botella de ron cubano.

Caf�, cigarros, ron...
Puede que no regrese nunca.

�Cu�ndo piensa regresar?

Ma�ana por la tarde.

Solo quiero orientarme un poco.

Me quedar� por la noche
y volver� al d�a siguiente.

A�n no estoy buscando a Cottonmouth.
Todav�a no.

Tal vez, �l le busque a usted.

�Me tira una cuerda?

-�Est� cazando, forastero?
-Algo parecido.

Me llaman Joe Botella. Vendo
aguardiente en el r�o y el puerto.

-�Quiere probarlo?
-�Qu� tal est�?

Riqu�simo, hasta yo mismo
me atrevo a beberlo.

Bueno, pues lo probar�.

Si no se lo acaba el resto puede
utilizarlo pata matar garrapatas.

Nunca ha estado por aqu� antes,
�verdad?

Gracias. Yo en su lugar me iba
a casa antes del anochecer.

Hay de todo por aqu� y nada bueno.

�Se le dan bien las fotos?

�De d�nde sale usted?

Yo hago aqu� las preguntas, joven.

Puerros de pantano.
Buenos para la tripa.

-Pruebe usted.
-Gracias.

D�game,
�vive usted por aqu�?

Bueno, vivo en mil sitios.

En cada lugar seco desde aqu�
al cabo Sable.

Nac� aqu�.

Tengo 70 a�os y aqu� morir� en
los pantanos, con puerros en la tripa.

Luego me pisar�n,
cuanto m�s tarde mejor.

-Los p�jaros se han asustado.
-No se preocupe.

Ya volver�n.
Est�n anidando por ah�.

Le puedo ense�ar m�s al otro lado.

Encantado.

�Sabe si...?

RESERVA DE P�JAROS Y ANlMALES

PROTEGlDA POR LAS LEYES
FEDERALES DEL ESTADO

�Mirad aquella bandada!

Le di bien a ese, jefe.
Mire c�mo caen.

�Aquella bandada!

No dej�is que se escapen.
�Aquellos de all�!

�Uno para la damisela!

Recoged ese de all�, vale
al menos 10$. Nada mal �eh?

A esas yankees les gustan
las plumas. Y a nosotros su dinero.

Bueno, Aubons...
�no me va a detener?

Sabe a qu� he venido,
�por qu� no me ha matado?

�Qu� complicaci�n!

As� que usted es Cottonmouth.

El mismo.

Esos p�jaros est�n protegidos,
y yo har� que se cumpla la ley.

Usted tiene la placa.

V�monos muchachos.

Yo no he visto su chapa
de protector de pajaritos.

Siga adelante,
Little Bill.

All�, a la vuelta de la esquina.

-Srta. Matildie.
-�S�, Sr. Sawdust?

�Me har�a usted el grand�simo honor
de concederme el pr�ximo baile?

Claro que s�.
Gracias, Sr. Sawdust.

�Agarren a sus parejas!
�Todos a bailar!

�Todos abrazan a sus damas!

�Qu� no quede nadie sin bailar!
�Qu� tal va, Matildie?

No se canse, se�ora.
Agarren bien a sus parejas.

�Todos a bailar!
�No olviden a ning�n paso!

�A bailar!
�As� se baila!

�Me conceder� otro baile
antes de volver a casa?

�A bailar!
�Todos a bailar!

�Silencio!

�Os estoy oyendo!

�Qui�nes sois?

Nos hemos fugado de la prisi�n del
Estado. Somos los reyes de la fuga.

-�Ten�is alg�n nombre?
-S�.

-Beef Menafee y Windy McGhee.
-�Qui�n dice que no eres el sheriff?.

� Yo tengo pinta de ser la ley?

Hemos empezado en Fort Myers
y hemos venido al sur.

Hasta que hemos llegado
a este culo del mundo.

�Por qu� no dice nada tu amigo?

�McGhee?
Mi amigo no puede hablar.

Es sordomudo.

Es un buen compa�ero. Nunca
te quita la palabra de la boca.

Acercaos.

�Crees que podr�ais sobrevivir
en esta tierra?

-Podemos intentarlo.
-Ya veremos.

Aqu� tenemos un verdadero
colegio de ni�as.

Es ese Sawdust, antes cuidaba
leones y tigres.

Y a la mujer del domador,
por eso perd� el pelo.

Ese es ''Perdedor''.

Era jockey hasta
que me descalificaron.

Pod�a cambiar el l�tigo de mano tres
veces entre la curva y la meta.

-Est� contando patra�as.
-Puedes confiar en ellos.

Pero no les des la espalda.

-�D�nde podemos alojarnos?
-Escoge cualquier caba�a.

Y lucha por ella.
Si ganas, es tuya.

Esta es la m�a.
�La quieres?

Ven, Windy.

-�De qui�n es �sta?
-No te va a gustar.

-Tiene goteras.
-La arregl� pero se cay� el techo.

Que ellos mismos decidan.

-''Perdedor''.
-S�.

Ven.

Haz que te persiga el gordo.

As� podr� machacar al flaco
mientras te busca el gordo.

Y luego entre los dos nos cargamos
al hipop�tamo.

�Venga, dadle una paliza al gordo!
�Vamos!

�Vamos, meri�ndatelo!
�As�, as�!

-�Te voy hacer hablar!
-�Dale fuerte! �Fuerte, fuerte!

-�Dale fuerte, vamos!
-�Vas a ver!

Quitad a ese imb�cil de ah�.

Si lo dejas ahora ''Perdedor'',
te ahorrar�s una buena paliza.

Ya veremos. Lo peor que me puede
pasar es que me mate.

Nadie dice que no pueda utilizar
los dientes

o cualquier otra cosa
para defenderme.

Tendr�s que utilizar golpes bajos.
No alcanzas m�s arriba.

Apuesto cinco plumas a una a que
tumba a ''Perdedor'' a la primera.

Te apuesto otras cinco
a que gana ''Perdedor''.

Utiliza el l�tigo.

�Ah� est�, hecho!

A por �l ''Perdedor'', p�gale duro,
no te arrugues.

�Toma, toma, toma!

Ponle una silla y m�ntale.

Ya lo tienes, ''Perdedor'', ya es tuyo,
m�ntale, m�ntale.

�Toma, toma, toma!

-R�ndete, ''Perdedor''.
-Rendirse nunca.

-Apuesto diez a una a que se levanta.
-�Hecho!

�Levantarse?, est� muerto.

Lev�ntate ''Perdedor''.
Lev�ntate.

He apostado por ti.

Lev�ntate.
Lev�ntate.

Vamos lev�ntate.
Eso es, �nimo muchacho.

Vamos.

�Vamos, arriba!

�Un poco m�s!
�Un poco m�s, ah� est�!

Cuando les digo que se levanten,
se levantan.

Bueno chicos, hab�is ganado.
La caba�a es vuestra.

Ven ''Perdedor'', te puedes quedar
conmigo en mi caba�a.

Bueno, por Miami, por los grandes
espacios abiertos.

-Brindo por eso.
-Bienvenido, amigo.

Vaya.

En dos d�as ha cambiado,
est� hecho un salvaje.

D�jale tomar algo y que descanse.

Seguro que querr� olvidarse
de los pantanos por un tiempo.

No creo que ninguna persona...

que entre en aqu�lla tierra
pueda olvidarla.

Ese r�o del Hombre Perdido,
es como una pradera.

Ochenta kil�metros de ancho.

No hay nada m�s
que hierba y agua.

Cinco millones de hect�reas
de tierra sin explorar.

Veo en el futuro una red de canales

que la convierta en tierra
f�rtil y cultivable.

M�s all� del r�o si que hay
un imperio inexplorado de verdad.

Y ahora que lo he visto, quiero
que siga siendo un imperio,

un santuario para las aves.

�Qu� posibilidades tiene contra
los piratas de Miami

y contra los forajidos
de los pantanos?

Usted y yo podr�amos ser socios
en el progreso del sur de Florida.

Sr. Nathanson,
me temo que...

el progreso y yo
nunca nos hemos llevado bien.

Tal vez eso es lo que me atrae
de los pantanos.

�Sabe?

Son como debi� de ser el mundo
en el primer d�a de su creaci�n.

Era todo agua.

Y despu�s,
la primera tierra,

que va surgiendo.
de los oc�anos.

Es esta tierra sientes la vida

en su forma primitiva
m�s pura.

Luego,
Ca�n y sus hermanos

sacaron las escopetas...

y dispararon a la cara de Dios.

�Lo ve, Aaron?

Por fin tenemos
un verdadero guardi�n.

No me lo quite usted
por nada del mundo.

�Vaya!
Mira qui�n viene a casa.

Cre�amos que os
hab�ais perdido en Miami.

Justo a tiempo, felicita
al cocinero de mi parte.

Oye t�,
pel�cano gordo y est�pido.

-�D�nde has estado?
-Si me permite yo le explico.

Profesor.

�Qu� noticias hay?

Ver�, me he encargado de investigar
al hombre de los p�jaros.

No es ning�n se�oritingo.

Paga sus copas,
fuma sus cigarros puros

y sabe utilizar
muy bien los pu�os.

Cualquier loco que se preocupa
por salvar los p�jaros

puede causarnos graves problemas.

Morir� por causas naturales.

Es el mejor modo
de quit�rnoslo de encima.

Chicos, ya lo he decidido.

Sawdust,
ve con Billy y Pole a Miami.

�Billy!

Chico.

Despierta Billy, v�monos.

Cuida bien a Curley Cue.

-B�scale una buena rana para cenar.
-Vale, pap�.

''Nota'',

t�came una canci�n triste
sobre besos y muertes.

Louie, un bourbon.

Louie, una copa para todos.

Menos para ese de la barra,
nos causa problemas.

Mira qui�n acaba de entrar.
El hombre de los p�jaros.

-Como la ara�a le dijo a la mosca.
-S�.

La Sra. Bradford
se encarga de todo.

Louie, s�rveme otro whisky.

Que sea doble y bien servido.

Srta. Dense.

�Qu� verg�enza, Dios m�o,
qu� verg�enza!

Bailaba demasiado cerca.
Diez cent�metros.

Sabe que insist� en que haya diez
cent�metros entre las parejas.

�No es terrible o�r eso, Mabel?

Ya basta Srta. Denise.
Vu�lvase a su habitaci�n.

No soporto el m�s m�nimo
gesto de vulgaridad

en los salones
de mi establecimiento.

-Bien hecho.
-Luego, cari�o.

-Buenas noches.
-Buenas noches.

Soy la Sra. Bradford.

Me parece que le vi
en la estaci�n, �verdad?

Creo que es realmente noble

que quiera salvar a esos pobres
e indefensos p�jaros.

Yo dir�a, Sra. Bradford,
que la �ltima vez que la vi

llevaba en su sombrero alguno
de esos pobres p�jaros.

Bueno, vamos a ver...

Voy a tener que escoger
a alguien muy especial

para un caballero
tan elegante y tan guapo.

Ah� est�
la Srta. Gloria Stowe.

Es riqu�sima, de la familia
Stowe de Savannah, Georgia.

Gracias se�ora, pero me quedar�
en el bar tomando un whisky.

Que lo pase bien.

Los Stowe de Savannah.

Conozco a su viejo, Harry Stowe,
el ''Seis Dedos''.

El mejor carterista
desde aqu� a Jacksonville.

Louie, saca el mejor bourbon
que tengas, para mi joven amigo.

Gracias, pero no...

Aqu� en Miami somos todos
una familia feliz.

Adelante.

�No es usted el joven que estaba
en los pantanos investigando?

-Todo el mundo lo sabe ya.
-S�.

lncluso esos piratas de Cottonmouth.

Le advierto que va a necesitar
refuerzos si piensa cazarles.

Gracias, se�or.

-Hola.
-Hola.

Oiga que soy yo.

Siempre me pongo
esto cuando vengo aqu�.

Le gusto m�s a las muchachas.

Yo he entrado bastante en esos
pantanos, el primer d�a no es nada

en comparaci�n
con los 5 � 6 restantes.

Solo juncos, agua estancada, barro,

y todo infestado
de serpientes y panteras.

Esc�cheme bien. Si se atreve
a meterse all� solo

acabar� siendo
pasto de los caimanes.

A decir verdad estoy desesperado
buscando un gu�a.

En ese caso conozco
al hombre perfecto.

Es un Seminola llamado
Billy ''El Manco''.

-�Billy?
-Billy ''El Manco''.

Ese es su hombre.

Un Seminola para ayudarme
a encontrar los viejos canales.

Puede ser una ayuda.

Ac�bese usted la copa, crucemos
la calle y vayamos al otro bar.

All� es donde suele beber.

La Sra. Bradford es tal vez demasiado
exigente y especial en cuanto

a qui�n puede alternar con las
tan refinadas se�oritas a su cargo.

Nos vamos Louie.

�Qui�n es ella, Billy?

Mi mujer y mi hija.
Vengo aqu� para verlas.

�Quieres bajar?

No, va contra la ley Seminola.

La Tribu dice que nunca
volver� a hablar conmigo.

A m� no me parece un canal
demasiado escondido.

El Canal ha desaparecido.
La hierba crecer demasiado deprisa.

T� me sigues muy bien.

�Billy!

�Billy!

�Por qu� te escapas?

Billy va a coger ranas,
para tu comida.

No me mientas, Billy.

Cre� que los Seminolas no ment�an.

Billy menti� una vez
a su tribu.

Y la tribu dijo: ''Vete a vivir
con el hombre blanco.''

S� algunas cosas de tu tribu.

S� que os han obligado a dejar,

buenas tierras por malas
y al final nada,

no ten�is ninguna.

Necesitamos tierra para vivir.

Vosotros y los p�jaros.

�No lo ves?

Cada a�o hay menos p�jaros
y menos Seminolas.

�lntentas decir que mi tribu
es como los p�jaros?

Muchos hombres blancos matan,
muy pocos ayudan.

Yo nunca he conocido
un hombre blanco como t�.

Se me olvid� traer
la pipa de la paz.

Pero �qu� tal
un buen cigarro puro?

No tocar, no tocar.
Es veneno.

�rbol Manchineel.
Mata como el fuego.

No te acerques nunca.
Nunca lo toques.

-Suerte que est�s conmigo.
-Tal vez no sea suerte para Billy.

Ah� viene.

Billy ten�a que haber vuelto
antes del amanecer.

S�, cre�amos que ser�a un buen
aperitivo para los buitres.

Ve tras ellos. Y tr�eme a Billy.

�C�mo traigo al hombre de
los p�jaros? �Asado o en picadillo?

No toques al hombre
de los p�jaros. D�jalo.

Pero, Su Majestad,

�qu� hacemos si no quiere
venir por las buenas?

No lo mates hasta que yo lo diga.

Traedme a Billy.
�Marchaos!

-Parece hecho por un indio.
-Podr�a ser Billy.

No moverte.

Alguien se acerca.

Creo que s� qui�n es.

Yo le har� marchar.

Volver� a buscarte.

No te muevas.

�Hombre p�jaro!

Empezaste
mintiendo a los Seminolas,

y ahora le mientes
a Cottonmouth.

El jefe te est� esperando.

Hay un largo camino hasta Miami,
hombre P�jaro.

Le daremos un beso a las chicas
de la se�ora Bradford de tu parte.

Le cazamos.

-Muy bien, �d�nde?
-Ah� en los pantanos.

Mis �rdenes eran perderlo, Billy.
�Por qu� no lo hiciste?

-Hombre p�jaro muy listo.
-Billy...

T� est�s de su parte, en vez
de perderlo le has ayudado.

Durante la noche,
B�ho Sabio dec�a a Billy:

''No hacer da�o
a hombre p�jaro.

Hombre p�jaro,
buen hombre''.

B�ho Sabio, est�pido.

�C�mo te atreves a decirme
lo que piensas?

Hombre p�jaro me hizo ver
que indio Seminola

es como los p�jaros.

Me hizo ver que el hombre blanco
no todos son iguales.

Algunos buenos
como la garza real.

Otros malos
como el buitre negro.

�Ya basta!
Se acab� el juicio.

Te declaro culpable.

-�Todos de acuerdo?
-S�.

-P�gale un tiro.
-Colgu�mosle.

Colgarle es demasiado suave.

Le entregaremos
al �rbol Manchineel.

Manchineel, no.

Colgar a Billy, disparar a Billy,
pero Manchineel, no.

-Manchineel, no. No...
-Manchineel.

Manchineel,
�qu� clase de muerte es esa?

Manchineel.
Hippomane Mancinella.

Produce una savia que destruye
la membrana mucosa.

Eso hace que se te hinchen los ojos,
los labios, la lengua

y otras molestias.

Podr�a decir que

es el �nico �rbol que puede
grabar sus iniciales en su cuerpo.

�No Manchineel, no!

�Billy!

�Por qu� est�s aqu�?

No toques a Billy.

Billy est� lleno de veneno.

Mi gente enterrar� a Billy.
Como un Seminola.

Hasta tienen a los �rboles
de su parte.

Ven.
Te llevar� a mi barca.

Estos malditos pantanos.

-Lo hemos encontrado por ah�.
-Han matado a Billy ''El Manco''.

El �rbol Manchineel...

S�ganme, les ense�ar�
d�nde pueden dejarlo. Aqu�.

Pronto se pondr� bien.

Parece que ya est� harto
de los pantanos.

Si fuera inteligente, se casar�a
y se quedar�a en el pueblo.

�No le parece, Srta. Naomi?

D�gale al Dr. Coggin
que le necesitamos.

S�, se�orita.

Oye, mira qui�n est� aqu�.
Mary Mellons.

�Qu� tal el negocio, Mary?

-�C�mo te va, Mary?
-Tirando.

�Por qu� no subes y pruebas algo?

Claro que s�,

me apetece probar
alguno de tus sabrosos melones.

Siempre te apetece todo lo que
vendo, �verdad, hambriento?

�Alguna novedad?

Lo de siempre, el r�o,
el pescado y grandes ideas.

Memory, cada d�a
te pareces m�s a tu madre.

�Tomad melones, chicos!
�Ah� van!

-Bien, s�.
-�chame otro.

Estuve en la bah�a de los caimanes
y vi a Suzy Billy

llevando al pobre hombre p�jaro
a Miami.

Estaba tan hecho polvo
que se quedaba tumbado en el barco

sin poder espantarse
los mosquitos si quiera.

�Lo ves jefe?
Tal y como dijiste, �verdad?

Solo hac�a falta dejar que
se encargara de �l la tierra.

Causas naturales, �verdad peque�a?

�Chicos! Mirad esto.

�Sab�is lo que quiere?
Hacerse con la chica.

No le ha quitado ojo
desde que llegamos.

Es muy t�mida para sus 16 a�os.
Cre� que se quedaba solterona.

P�sate por la caba�a
y echaremos cuentas.

No hay nada como los peque�os
placeres de la vida.

Yo me considero un buen americano.

Pero me gustar�a que alg�n
d�a alguien me explicara

por qu� si celebramos la declaraci�n
de la independencia,

un hecho hist�rico
en un d�a tan solemne,

permitimos que esos chicos
lo estropeen

haciendo siempre el mayor ruido
posible con esos dichosos petardos.

Acaban volvi�ndote loco.

El agua est� buen�sima.

�Por qu� no vienes a ba�arte?

Quiz�s otro a�o puedas convencerme
de que es correcto que el anfitri�n

vista un traje de ba�o
delante de sus invitados.

Yo no he creado la moda, pap�.

Aqu� est�n.
Reci�n sacadas del mar.

Mejor que en el Waldorf.

�Glorioso d�a, y gloriosa ocasi�n!

Marshfield, como uno de los l�deres
de la comunidad,

tienes que hacer algo con esa...
desvergonzada.

Querida m�a, estoy haciendo
todo lo posible.

Me apetece correr
por la playa, vamos.

Aqu� est� el 4 de julio,
un d�a muy hermoso.

Vamos a celebrarlo con champ�n.

-Hola George.
-Hola.

George, esa desvergonzada
te est� hablando.

Es posible, cari�o, es posible.

Pero desde luego,
George es un nombre muy com�n.

He deseado esto durante
mucho tiempo.

Lo s�, lo s�.

Me encanta tu boca.
Siempre la estoy admirando.

Es la boca m�s preciosa del mundo.

-Qu�date conmigo.
-S�.

-Esta noche.
-S�.

Ma�ana.

�Cu�ntos ma�anas?

-�Cu�ntos ma�anas quieres?
-Todos.

Todos y cada uno
de los d�as de tu vida.

Quiero que me los des
todos para m�.

Lo que t� quieras.

Estoy listo para d�rtelo.

Te quiero.

He tenido que armarme de valor
para dec�rtelo.

Eres la mujer m�s atrevida
que he conocido.

Atrevida y respetable.

Peligrosa combinaci�n.

Me gustan los hombres valientes.

La banda de m�sica. En diez minutos
nos veremos cercados.

Volvamos al pueblo.

La calle Flager,
800 m de largo nada menos.

Su estudio sobre el manchineel y los
�rboles venenosos fue de gran ayuda.

No me ser� f�cil olvidar
el manchineel.

S� que la gente cree que estoy loco,

pero alg�n d�a podremos circular
3 Km por la calle Flager,

asfalto
por todo el camino.

No estoy en contra de hacer calles.

Ah� est� Ligget, haciendo la pelota
a todos esos politicastros.

Creo que nuestro informe dar� mejor
resultado que sus dulces palabras

en la reuni�n de esta tarde
en el ayuntamiento.

-A las tres en punto, �verdad?
-S�.

�Nos vemos m�s tarde?

Le vas a convertir en un l�der
de la comunidad.

Voy a recoger mis papeles.

�Qu� le ocurre?

Pobre hombre, tiene las fiebres.

Est� m�s muerto que vivo.

Estoy seguro de que al Sr. Leggit
no el importar�

que le acomodemos en el almac�n.
Llamar� al m�dico.

Las fiebres, �eh?
Eso me suena.

-�Le duelen los huesos?
-Mi cuello est� r�gido.

No puedo mover la cabeza.

Es curioso, hace un rato no ten�a
problemas para moverla.

Sube al barco, Sawdust,
deprisa, huye.

Coged ese colch�n y seguidme.

�He dicho que coj�is ese colch�n!

Y entonces, si me diesen
esta franquicia,

yo estar�a dispuesto
a vender acciones,

las pondr�a a 250.

Se�or Leggit,

le acuso de recibir ilegalmente plumas
por valor de 25.000 d�lares.

�Aqu� est�n las pruebas!

De acuerdo con las leyes de
este estado, confisco la mercanc�a

y har� arrestar a los hombres
que la han tra�do.

-Caballeros, protesto.
-Sr. Murdock...

Mantenga el orden. Esta es una
reuni�n de la Comisi�n Estatal.

Cre� que hab�a abandonado
usted estas tonter�as.

Este cargamento implica
una matanza de colonias de aves.

Joven, d�jeme recordadle
que yo convenc� al Sr. Leggit

para que no presentara
cargos contra usted

con la condici�n de que limitara
sus actividades a los pantanos.

No es un sheriff con autoridad para
practicar detenciones en esta ciudad.

No puedo aceptar estos cargos
contra el Sr. Leggit.

No obstante, si tiene tanto inter�s
en salvar esos p�jaros,

firmaremos una orden de arresto
contra el propio Cottonmouth

si est� usted dispuesto
a entreg�rsela personalmente,

afrontando los riesgos
que ello implique.

Gracias, se�or.

�Walt!

No puedo obligarle a hacerlo.

Pero tarde o temprano, tendremos que
enfrentarnos a Leggit y a Cottonmouth.

Bebo whisky como el agua,

y doy largos paseos solitarios...

Bebo whisky como el agua

y doy largos paseos solitarios.

Tr�eme una mujer,

y la amarrar� a mi lado.

Otro whisky.

Espero que mejore el tiempo
y me deje irme por la ma�ana.

�D�nde vas esta vez, Joe?

Key Largo, Bottle Key, Flamingo.

Si el tiempo lo permite
tal vez hasta Cape Sable.

No cae lejos de la bah�a
de Cottonmouth.

Apenas unas horas de navegaci�n.

�Lleva usted pasajeros?

Yo hago cualquier cosa,
siempre que me paguen.

-�Quiere venir conmigo?
-No lo s�.

Tendr� que pensarlo.

Bravo hombre.

Buenas.
No esperaba que viniera.

�Vuelves all�?

�Me dan otra alternativa?

-Supongo que no.
-�Bueno! �Viene o no?

Naomi, debo casarme contigo
antes de irme.

No quiero que lo hagas
como un favor.

-O porque ser�a lo m�s respetable.
-No.

Quiero casarme contigo
por una raz�n mejor.

No te preocupes,
yo cuidar� de mi misma.

Esto nos cuidar�
de muchos peligros.

Ha tenido suerte,
el viento fue favorable.

Cualquier cosa que necesite,
ya sabe.

La bah�a de Cottonmouth,
un mundo a parte.

No he vuelto a pensar

nunca m�s en la c�rcel...

Ysi te tropiezas

con el viejo hombre del r�o...

Mi apuesta, dos d�lares.
Subo la apuesta a dos d�lares.

Subo la apuesta un d�lar m�s.

Vale, de acuerdo.
Aunque no llevo nada.

Adelante.
Y yo le voy a dar un p�quer.

-�Me buscaba?
-Pues s�.

Me alegro de verle,

pens� que no iba a aparecer
por aqu� nunca m�s.

Joe, �Cu�nto le has soplado
por traerle aqu�?

25, jefe.

Te hubiera pagado el doble
por tra�rmelo.

Venga, hace fr�o aqu�.

Muchachos, a ver si os port�is bien.
Tenemos un invitado.

-Y es una invitaci�n oficial.
-�S�? �Qui�n le ha invitado?

No s�,
quiz� haya sido mi peque�a.

Saluda a este se�or.

Era la mejor amiga
que ten�a por aqu�.

Mejor que cualquiera de vosotros,
asquerosos reptiles.

Ya empieza, chicos,
v�monos de aqu�.

Traed la comida
para nuestro invitado.

�Abro la ventana, Cotton?
Huele mal por aqu�.

Cuando termine esto,
t� ser�s el postre.

Organicemos una gran fiesta.

Nuestro invitado se la merece.

El hombre p�jaro, lo podemos
asar con plumas y todo.

�Quieres entrar en mi casa?
dijo la ara�a a la mosca.

Lo cazaremos como a una mosca.

Va a ser una noche estupenda para...

Ya que no vamos a ir
a ninguna parte,

podemos hacer que
su estancia sea agradable.

Nos alegra verle,
�verdad muchachos? Sonre�d.

He dicho que sonri�is.

Muy bien.

Si�ntese, y tomemos un trago.

Cottonmouth, debo admitir
que es usted un caballero.

Un momento.

Estamos bebiendo yo y mi amigo.

El condenado tiene derecho
al desayuno.

Cottonmouth,

ya que la ejecuci�n de este hombre
puede ser desagradable,

�por qu� no echar a suertes qui�n
asume la tremenda responsabilidad?

No hacerlo no ser�a justo
ni democr�tico.

El cuchillo puede que no sea
democr�tico, pero s� r�pido.

D�jamelo a m�.
Podr�a enterrarle vivo.

�Cerrad la boca!

Llueve demasiado ah� fuera
para enterrar a un hombre.

No es la noche adecuada.

No siempre tenemos la oportunidad
de agasajar a un hombre tan educado.

Muchachos, sentaos y aprovechad
la ocasi�n para tomar un bocado.

''Nota'', toca
esa canci�n otra vez.

La del ''R�o del hombre perdido''.

F�jate qu� botella.

Puedo o�r

la lluvia caer.

Y tambi�n veo

correr las nubes en lo alto.

Aqu� abajo, sobre la tierra,

en el r�o del Hombre Perdido,

es donde los hombres

no encuentran el infiermo...

Ah� viene mi mujer.
�C�mo lo sabes?

Porque se acerca
con su precioso vestido.

Le toca a usted hombre p�jaro.

No soy un p�jaro,
ni soy un muchacho.

Me llamo Murdock.
Walt Murdock.

Muchachos,

quiero presentaros a nuestro
invitado, el se�or Murdock.

Se�or.

Sr. Murdock, encantado
de conocerle, Sr. Murdock.

�a va, monsieur Murdock?

Se�or representante de la ley.

Mucho gusto se�or Murdock.

Se�or Murdock,
�cree usted que yo ir�a a Miami

-a causar problemas entre su gente?
-No, se�or Cottonmouth.

Pero �qu� me dice usted
de los pantanos?

Claro que me como a los p�jaros.

Y los p�jaros se comen a los peces,
y un d�a alguien me comer� a m�.

Escuche, s� algunas cosas
sobre el equilibrio de la naturaleza.

S� que los peces, los p�jaros y
las serpientes,

incluy�ndole a usted,

tienen que comerse entre s�
para mantener ese equilibrio.

Pero la matanza de colonias enteras,

de cientos de miles de p�jaros,
con escopetas,

con el �nico objeto de...

ganarse un dinero f�cil,
y sacar beneficios.

Nada que ver con el equilibrio de la
naturaleza. Es avaricia y destrucci�n.

Deber�a quedarse por aqu� para
replicarme de vez en cuando.

Es mejor que el aguardiente
para subir la tensi�n.

Prefiero decir lo que pienso,
�qu� puedo perder?

Tiene raz�n.

Es su vida.

No la valora mucho si viene
a buscarme por segunda vez.

Al menos yo no como plumas.

�Cu�ntas plumas tiene
en esa cazuela, Cottonmouth?

�Cu�ntas garzas reales,

y garcetas hacen falta
para este guisote?

Vosotros, ratas de pantano.
Venid a probar la cena.

�Dejadle!

Si�ntese y siga
con el aguardiente.

Sr. Murdock, no necesitamos sus
diez mandamientos en los pantanos,

aqu� nos basta con uno:
Comer o ser comido.

Comer o ser comido.
Esa es la ley de los pantanos.

En otras palabras, como puede ver,
Cottonmouth respeta la libertad

y el libre albedr�o del individuo.

Profesor, aqu� tienes una navaja.
L�mpiate los dientes,

si te queda alguno.

Ah� viene mi mujer.
�C�mo lo sabes?

Walt, encajas muy bien
con todo esto.

Es que es una canci�n preciosa,
preciosa de verdad.

Como a las cerezas les gusta el rosa,
al rosa le gustan las cerezas.

Cu�nto me gustan a m� las mujeres,
eso no lo sabe nadie.

Anda,
toma este pedazo de carne.

-No est� mal,� qu� es?
-Cola de caim�n.

Aguardiente y cola de caim�n.

�Qu� venga el diluvio!

Que se quite todo donde est�n
los placeres de la vida.

�Ves por qu� vivimos aqu�?

Sin preocupaciones
ni responsabilidades.

Salvajes como lo son
algunos animales.

Vida salvaje.
Estoy empezando a entenderlo.

Profesor, �cu�l es esa
palabra finolis

que tienes para la vida
en los pantanos?

Siempre digo que lo podr�a resumir

en una sola palabra,

que re�ne los sentimientos de cada
una de estas ratas.

-Cambia el disco profesor y su�ltala.
-Dilo en una palabra.

Protesta.

Buena palabra, protesta,
excelente, la apoyo sin reservas.

Yo mismo la he practicado
a menudo, protestar.

Yo protesto contra
los maridos celosos.

S�, contra la prisi�n, las celdas,
los guardas, las escuelas...

Contra toda esa enorme telara�a
que llamamos civilizaci�n.

Yo me opongo a todo.
Menos a este aguardiente.

Tomad un trago muchachos, y
brindemos por la palabra del profesor.

Protesta. Protesta general,
por la protesta.

Protesta.

Protesta.

Protesta.

Protesta.

Protesta.

Brindo por vivir...
libre.

�Sabes una cosa?
Nunca lo hubiera cre�do,

pero esta es la mejor noche
de juerga entre amigos

que he pasado en la vida.

Muchachos,
es de los nuestros.

A beber, muchacho,
a ver qui�n aguanta m�s.

No te vayas, hombre p�jaro.

Una apuesta.
Cada uno una jarra.

�Una apuesta?

Te arrastrar�s por el barro
como las dem�s serpientes.

Chicos, si este sobrevive,

ya veremos lo que pasa
por la ma�ana.

�A beber, amigo, a beber!

As� se bebe, Cottonmouth.

Si el sobrevive, tambi�n nosotros.

Hasta el final.

He dicho lo que he dicho,
y no lo repito.

Vaya, buenos d�as.
�Buscabas tu rifle?

Eres un tipo especial,
Cottonmouth.

�Eres jugador?

�No iba a serlo en
un trabajo como este?

Entonces nos vamos a entender.

A ver si admites la apuesta.

Si eres capaz de llevarme vivo
a Miami, aceptar� lo que me echen.

No har�a otra cosa que ayudar
empujando las barcazas,

pero te matar� a la primera
oportunidad que tenga.

Es una oferta justa.

Me podr�as matar aqu� mismo.

Acepto. Si juego con tu dinero,
�qu� puedo perder?

La vida.
Tu vida contra la m�a.

Estas son las apuestas
que me gustan.

Vamos.

Muchachos, tranquilos
y no me esper�is.

Echad un vistazo a esas rocas,
los p�jaros ya estar�n en los pinos.

T� ir�s en la proa y yo en la popa.

T� eres el capit�n. Esta vez no
tienes a Joe para que te gu�e.

�Por qu� le llevas
a Apple Creek, yankee?

La pregunta es...
superflua.

Si como parece, tiene previsto
realizar la misi�n que est� pensando

no querr� que seamos testigos.

Hasta luego, Pa.

Te echaremos de menos,
hombre p�jaro.

-Adi�s
-Bon voyage.

Es un espejismo,
esa tierra sigue alej�ndose.

Si no llegamos a tierra esta noche,

tendremos que dormir en la barca.

A m� me da igual,
no pienso dormir.

Cierto, t� no te puedes dormir.

Va a ser una noche larga.

-�Ser�s capaz de quedarte despierto?
-Eso espero.

Si no, dormir�s para siempre.

Esto va a ser c�modo.

Buenos d�as.

V�monos ya.

Estoy listo.

�Cu�l de estos canales
ser� el apropiado?

A m� no me preguntes.
T� eres el capit�n.

T� eres el que quiere
llegar a Miami.

Es imposible,
vamos a seguir a pie.

Aqu� en los pantanos, el camino
m�s largo es a veces el �nico.

-�Qu� quieres decir?
-Pi�nsalo bien.

S� muy bien lo que pretendes.
Quieres que me pierda.

Pero s� que el camino es por aqu�,
tenemos que cruzar.

Si hubieras utilizado el cerebro,
habr�as evitado esta zona.

Yo digo que es por aqu�.

No podr�s.
Baja y ay�dame a empujar.

No.

Todo lo que dije fue

que te ayudar�a con el palo,
pero no me voy a mojar.

Pues util�zalo y empuja.

Vamos, adelante, empuja,
�a qu� esperas?

Ni�ato yankee, este es capaz
de llevarme a nado hasta Miami.

Venga, vamos, empuja.

Empuja.

Cre� que era una serpiente.

Pens� que quer�as matarme.

Esperaba
no tener que hacerte da�o.

Nunca me he arrepentido
de nada que hubiera hecho.

Excepto de esto.

Te pido disculpas, amigo.

T� ganas, los pantanos
son tuyos, �no?

Te lo podr�a haber dicho
el primer d�a que viniste.

�No ves lo preciosos que son?

�Por qu� no podemos admirarlos
en vez de matarlos?

Dar gracias a Dios por tenerlos.

Nunca lograr� entender por qu�
te arriesgas tanto por estos p�jaros.

Mira c�mo brillan sus alas.

Tendr� que llevarte yo a Miami.

Y yo tendr� que entregarte.

Amas la vida tanto como yo, �no?

Te llevar�.

�Muerde hermana!
�Mu�rdeme!

Nunca pens� que morir�a
de muerte natural.

-Aqu� nada puede contigo.
-Los pantanos lo pueden todo.

Una navaja,
espera, te ayudar�.

Todo es in�til.
Ya est� en mi sangre.

M�s vale que te vayas.

Cuando llegues al �ltimo
cipr�s grande, sigue por ah�.

Sigue por ah�, no te preocupes,
el camino te llevar� a salvo.

-No puedo dejarte aqu� solo.
-Tengo mucha compa��a, vete ya.

No me digas lo que debo hacer,
me quedar� contigo.

Si yo digo que te vayas,
tienes que marcharte en seguida.

Tal vez ten�as raz�n.

Nunca los hab�a visto
con estos ojos.

�No me o�s?

Soy carne de pantano.

Caliente y sabrosa.

�Llevadme!