All language subtitles for La mano dello straniero (Mario Soldati, 1954)

..no ha estado nunca en Venecia.
Basta con que lo acompa�e al Gran Hotel.

Es un buen hotel.
Perdone.

No molestar�. Ver� como se porta bien.
Hace tiempo que vive conmigo

por eso lo conozco bien.

Y su padre llegar� esta noche desde Trieste
y se reunir�n en el hotel.

- Todo est� organizado.
- Ser� mejor que se despidan.

�Oh, Roger!

�Querido Roger!

No le hagas eso a la t�a.

Bien, Roger, s� bueno
y recuerda todo lo que te he dicho.

Saluda de mi parte a pap�.
�Entendido?

- Adi�s, t�a Rose.
- Nos veremos pronto, cari�o.

Tu asiento es aquel.
Si�ntate.

Abr�chense los cinturones
de seguridad, por favor.

Espera un momento, cari�o.

- Buenos d�as.

- Buenos d�as.
- La reserva para Court.

- Court.
- El padre, el mayor Roger Court.

Llega de Trieste esta tarde.

Lo s�.
�Este es el ni�o?

- Bien. Ya nos encargamos nosotros.
- Gracias.

Bueno, adi�s.

- �Se va?
- Tengo cosas que hacer.

Este el n�mero de la habitaci�n.

Por favor.

Vamos, le indicar� el camino.

Por aqu�, por favor.

Por favor.

Un momento, por favor.

Gracias.

Espero que le guste la habitaci�n.
Tiene una bonita vista.

Vista al Gran Canal.

El mayor Court llega esta tarde
en el tren de las ocho.

Viene de Trieste, �no es verdad?

S�.

�S�?

�Roger!

�Roger!

�Eres t�, Roger?

S�.

Soy pap�.
S�, soy yo.

Acabo de llegar.

- �Estabas despierto?
- S�.

- �Est�s contento de que est� aqu�?
- S�.

�Me has comprado la pistola?

�Con el dibujo del piel roja?

S�, con el dibujo del piel roja,
claro que s�.

�C�mo se me iba a olvidar!

�No estar�s ya en la cama?

�Est�s vestido?

- �Has tenido un buen viaje?
- S�.

- Y la t�a, �estaba bien?
- S�.

Qu�date tranquilo.
Enseguida voy.

Ten en cuenta que no voy en lancha.
Son m�s de 30 mil liras hasta el hotel.

Tomar� el vaporetto.
Tardar� veinte minutos.

- �Has cenado?
- No.

- �Tienes hambre?
- S�.

Adi�s, peque�o.
Enseguida nos vemos.

Rialto-San Marcos-Lido.
Pasen a la cabina, se�ores. Vamos.

Rialto-San Marcos-Lido. Acom�dense
en la cabina, que hay sitio. Adelante. Vamos.

R�pido, a la cabina.

�Eh, Pescovitch!

Querido Pescovitch.

�Por qu� haces eso? �Qu� te pasa?
Soy yo.

El mayor Court.

- �Qu� le pasa?
- No comprender.

�Rialto!

�Adelante, se�ores!

Santa Mar�a del Giglio-San Marcos-
San Zacar�as.

�Pasen, se�ores!

Santa Mar�a del Giglio-Gran Hotel.
Pasen, se�ores.

San Marcos-San Zacarias-Santa Elena.

Adi�s, peque�o.
Nos veremos pronto.

Una cerilla.

Lo hemos conseguido, �eh?

Lo siento. Hay que tomar las cosas
como vienen.

Comprendo que las circunstancias no
se adaptan a las posiciones del principio.

No estamos en Osco, debatiendo
en la sala de los ancianos.

Y todav�a, por mi naturaleza,
no creo en lo inevitable.

Yo, en cambio, prefiero confiar
en lo que tiene m�s probabilidades

Como Pascal.

Pobre Pescovitch.

�Morir�?

Casi seguro.

No de esto, por Dios.

En cualquier caso, no ser� aqu�.
Faltar�a m�s.

Morir�, s�.

Cuando se lo hayan llevado
a la otra parte.

Calcul� mal las probabilidades.

Entonces podr�an fallar tambi�n
vuestras probabilidades.

Puede ser.
Pero para la gente como yo,

el riesgo que corremos,
en el fondo, es muy inferior.

Contamos con su tradicional
indulgencia.

Temo que se equivoque.

Hemos progresado. Aprendimos a ser menos
indulgentes, por ejemplo, Nuremberg.

En el fondo, ya os hab�is arrepentido.

Pareces m�s peque�o
si te pones un traje grande.

Cre�a que est�bamos
de acuerdo en esperar.

Ya hemos esperado bastante.

Son las cinco y media casi.

Me han quitado el reloj.

Bueno,

usted espera que la polic�a le encuentre.

Quiz�s empiecen a investigar
en dos o tres d�as.

Pero ya estar�is lejos.

Me har� a m� el mismo efecto.

Puede que un olor m�s fuerte.
Qui�n sabe.

Era un hombre valiente.

�No tendr� remordimientos
cuando le maten?

Naturalmente.

Pero intentar� convencerme de que,
si no hubiera sido yo quien colaborara,

lo habr�a hecho otro.

Gente como yo, sin patria.

Al final, siempre encuentras.

Unos medios de vida no nos dais,

y hay tantos desempleados, t�cnicos
como yo, para contratar

al servicio del futuro.

Este asqueroso futuro.

A�n la fe en lo inevitable.

Pero la historia est� en contra suya,

incluso la reciente.

Lo inevitable a veces se pospone. Por ejemplo,
1815, 1918, en el 45.

El proceso contin�a.

�Conoce Venecia, mayor?

No mucho.

Ve lo alta que est� el agua
en los escalones.

Venecia se hunde en la laguna
3 cent�metros cada cien a�os.

�Sabe que una vez al a�o,
con la marea alta,

se puede ir en g�ndola
hasta la plaza de San Marcos?

Dentro de 600 a�os

el agua cubrir�
el suelo de la iglesia.

Luego, un buen d�a, pasaremos
por encima en barca

y veremos la c�pula por debajo
de nosotros

como una gran concha.

Eso es lo que yo entiendo
por inevitable.

Nunca se puede asegurar.

Un ingeniero, con alg�n invento...

Y as�, su mundo y el m�o, se hunden.

No hay nada que hacer.

Oh, no, algo se puede.

Siempre se debe hacer algo.

Le respeto, mayor.

Me gustar�a que no hubiese visto nunca
a Pescovitch en el vaporetto.

O que no lo hubiese seguido.

Ahora no me queda m�s que
obedecer las �rdenes.

Me gustar�a convencerles, para que le dejaran
aqu� cuando se lo lleven a �l.

Estoy seguro de que despu�s
no nos dar�a problemas,

ni siquiera a m�.

Buenos d�as, �C�mo est�?

�Ha dormido bien?

- Mi padre no ha venido. - Eso quiere
decir que llegar� en el tren de la ma�ana.

No, no, lleg� ayer por la tarde.

Me llam� desde la estaci�n.

Puede que lo hayan matado.

�Qu� dice?

�Qu� se te ha metido en la cabeza,
peque�o?

Entonces, �por qu� no ha venido?

Espera un momento.

Llama al director.

�Sabes escribir?

- A m�quina, quiero decir.
- S�.

�Y r�pido?

R�pido no, rapid�simo.

- Se�orita, el cigarrillo.
- Perdone.

Dime lo que ha pasado, peque�o.

- �Qu� ha dicho?
- Algo absurdo.

Ya nos encargamos nosotros, �eh?

Este se�or es
el Comisario de polic�a.

S�lo quiere hacerte
algunas preguntas.

- �Hab�as estado antes en Venecia?
- No.

No tengas miedo, hijo.

No tiene por qu�

y tampoco es la primera vez
que trato con ni�os.

As� que eres hijo del mayor Court, �eh?

- �D�nde est� mi padre?
- Tranquilo.

No ha desaparecido nadie en Venecia,
si de verdad est� en Venecia.

S� que est�.

Eso ya lo veremos, �eh?

Hemos telegrafiado a Trieste
y hasta ahora no hay pruebas

de que haya tomado el tren.

Pero yo he hablado con �l.
Me llam�.

�Cu�nto hace que no lo ves?

Hace tres a�os.

- �C�mo sabes que era tu padre?
- Claro que era �l.

Me dijo: �Roger? �Eres t�, Roger?
Me pregunt� si hab�a cenado.

Y dijo que tardar�a
veinte minutos.

Me ha tra�do tambi�n la pistola.

�Reconociste su voz?

�Su voz?

Claro.

�No pod�a haber sido cualquiera?

Cualquiera que fingiese
que era �l.

Pero, �por qu�?

�Por qu�?

Ven aqu�.

�D�nde est� tu t�a?

No lo s�.
Me ha dejado su direcci�n.

Est� en Francia de vacaciones.

�D�nde est� la direcci�n?

Ahora no la encuentro.

Tambi�n ten�a una moneda agujereada.

He mandado que vayan a la habitaci�n
del ni�o a buscar una foto del padre.

Ha hecho bien.
�Qui�n se ocupa del ni�o?

Tu madre est�...

�est� muerta?

�Y d�nde est�?

No lo s�.

Venga, vamos a ver, es mejor que
vac�es todos los bolsillos.

Vamos a ver.

La direcci�n la escribiste aqu�.

No, estaba en un pedazo de papel.

�Esto qu� es?

Para hacer polvo para disparar.

�C�mo se llama?

Nadie lo sabe.

Pero yo lo llamo
"elemento X2"

Por Dios.

Estupendo, se�orita.

Gracias, muchas gracias.
D�me.

Ya le he dicho que no se le parece.

No se le parece...

Bueno, tal vez pueda servir.

Nunca se sabe.

El manual del boy-scout.

1949.

�No te parece un poco...

- anticuado?
- Las tablas no.

�A qu� te refieres, al peso y a la medida?

Del alfabeto morse.

Ah, s�, es muy �til.

S�, a m� tambi�n

me gustar�a sab�rmelas.

�No sabe usted morse?

Si quiere se lo puedo dejar.

- S�lo por unos d�as.
- No, gracias, estoy demasiado ocupado.

�Por qu� no se lo prestas
a la se�orita?

Pero no para siempre.

Gracias, peque�o.

Encontraremos a tu padre.

Si no hoy,... ma�ana.

Qu�date tranquilo.

Tendremos noticias suyas.

No hay nada de qu� preocuparse.

Nada.

Espera.
Toma.

- C�mprate algunos dulces.
- Tengo dinero, gracias.

Siento haberle molestado.
�Le apetece beber algo?

Gracias, muy amable.

�Qu� miras?

Estoy buscando a mi padre.

Yo no s� nada.

Uno, dos, tres, cuatro,
cinco, seis, siete.

Uno, dos, tres, cuatro,
cinco, seis, siete.

Uno, dos, tres, cuatro,
cinco, seis, siete.

Uno, dos, tres, cuatro,
cinco, seis, siete.

Uno, dos, tres, cuatro,
cinco, seis, siete.

Dado que somos vecinos, si ocurre algo,
h�game llamar.

Es una suerte que sea m�dico.

Espero que sirvan las medicinas.

�Qu� buscas?

�Te has perdido?

�Has perdido la lengua?

No, no la he perdido.

Ah, sabes hablar entonces.
�Y qu� te ha pasado?

No eres italiano, �verdad?
Eres americano.

Ingl�s.

Ven aqu�.

�Ad�nde quer�as ir?

Volver al Puente Grande.

Ya.

�Sabes d�nde est�?

Desde all� coger� el vaporetto.

�D�nde est� tu madre?

En el hotel.

�Qu� hotel?

El Hotel Palace.

�Te indico el camino?

�Te gusta el helado?

S�.

- Vuelvo enseguida.
- S�, doctor.

Hay un caf� aqu� cerca.
Ven.

Todos los ni�os tienen que comer.

Filetes, pasta, muchos helados de crema.

Despacio, despacio,
despu�s te tomas otro.

Le he dicho una mentira.

�Ah!

No vivo en el Hotel Palace.

Estoy en el Gran Hotel.

Eres un ni�o extra�o.
Yo ten�a uno como t�.

Hace muchos a�os, antes
de venir como pr�fugo a Italia.

�Por qu� has mentido?

Hac�a demasiadas preguntas.

S�, es verdad.

Quiz� porque soy m�dico

y te acostumbras a preguntar,
�le duele aqu�, all�...?

Y hablas con todos como si
estuviesen enfermos.

�Trabaja usted en un hospital?

�Lo ves?

T� tambi�n haces preguntas.

Trabajaba en un hospital

cuando era joven.

Pero no en Italia.

Aqu� tengo clientela privada.

�Y se mueren sus enfermos?

Alguna vez.

�Tiene ahora alg�n moribundo?

As�, as�.

Tengo unos malditos casos de tifus.

Puede que curen,

puede que no.

�Conoces este juego?

Pasa-mano.

Le he dicho dos mentiras.

Mi madre no est� aqu�.

Entonces tu padre est� contigo.

Tu madre no.

Se fue.

�Quieres ver a pap�?

�Ves lo que ocurre?

Otra vez preguntas.
Siempre preguntas.

No me importa.

Ni siquiera s� d�nde est�.

�Os hab�is perdido?

Venecia no es una ciudad f�cil.

�Tienes una cuchilla?

Aqu� est�.

Corta estos dos.

Cuando ten�a tu edad

y me hac�a un amigo nuevo,

nos pon�amos en el dedo
dos anillos de cuerda.

Ahora no lleva ning�n anillo.

Cosas del pasado.

Un trozo te lo anudo al dedo.

Y otro al m�o.

Si te sientes solo,

mire el anillo y piensa:

ahora tengo un nuevo amigo.

Bueno, ahora vamos, te acompa�o
al puente Rialto.

Tu padre seguro que te est� esperando,
ya ver�s.

S�.

- �Qu� tal?
- Si se sienta, echamos una partida.

- No, esta noche.
- Esta noche.

- Buen d�a.
- Buen d�a, doctor.

No se retrase, doctor,
que no tengamos que esperarlo.

Ya estamos aqu�.

Le volveremos a dar una habitaci�n
con dos camas cuando llegue el mayor.

Una buena cama, �eh?

Si necesita algo,
toque el timbre.

Hasta pronto.

�Por qu� te has escapado?

No quer�a.

Quer�a encontrar a mi padre.

T� solo no puedes, peque�o.

No me f�o de ellos.

Son todos iguales.

�Estamos solos?

Creo que s�

Y aqu�, �has mirado?

No tienes miedo, lo s�.

Ya eres mayor.

Tu madre debe estar
orgullosa de ti.

Toma.

Te devuelvo el librito.

�Ya has aprendido a transmitir?

Ya sab�a.

�A qu� estabas jugando?

Al cricket.

�Pero tienes la pelota y el palo?

Naturalmente.

�D�nde est�n?

Fuera del campo.

S�, ya entiendo.
Joe dice que es un juego dif�cil.

�Es tu marido?

No, no.

�Est� tambi�n en el hotel?

No, no, ojal�.

Es alguien que conozco.
Un americano.

Fue marinero durante la guerra.

�Y esto qu� quiere decir?

Corner.

�La polic�a encontrar� a mi padre?

Tengo que irme.

- �C�mo te llamas?
- Roger.

Yo, Roberta.

Dime, �lo encontrar�n?

S�, no tengas miedo.

Hay cosas que no sabes
y que nadie te dice.

Un hombre, que era amigo
de los ingleses,

desapareci� hace unos d�as.

Su nombre es Pescovitch.

Una vez fue muy importante
en su pa�s.

No se sabe lo que le ha pasado.

Puede que lo hayan cortado
en pedacitos.

No se le ha vuelto a ver.

Seguro que lo han secuestrado sus enemigos,
que tambi�n son enemigos m�os

�Lo ves, peque�o?
Soy una pr�fuga.

Me vi obligada a
abandonar mi pa�s.

Tu padre era de la polic�a.
Sab�a demasiado.

Esa gente no tiene muchos escr�pulos.

Pero no lo comprendo.

Habl� conmigo.

Dicen que no era �l
el del tel�fono.

Pero si no era �l, �c�mo
iba a saber lo de mi pistola?

Escucha,

escucha, quedamos a las seis,

pido permiso y nos vamos juntos.

La vida es menos fea
si est�s acompa�ado.

Te lo ruego, Roberta,

encuentra a mi padre.

Pues claro.

Encontrarlo.

Casi nada.

Int�ntalo, al menos.

Intenta describirme a tu padre.

Imagina que est� sentado
enfrente de ti.

�No te gustan las u�as
con esmalte rojo?

No, mejor sin esmalte.

�Tiene bigote tu padre?

No, no lo creo.

�Es alto?

�Es posible que no lo recuerdes?

Es m�s alto que t�.

Bueno, eso ya es una indicaci�n,
mejor que nada.

�Ah� est�!

- �D�nde?
- Acaba de pasar.

�Est�s bromeando?

Deprisa.

Volvemos enseguida.

- �Por qu� parte?
- Por all�,... no, por aqu�.

Un d�a aprender�s una lecci�n.

- �No estar�as so�ando?
- No, lo he visto.

Lo he visto, lo he visto.
�Le has visto la cara?

No, la cara no se la he visto.

�Ah� est�!

�Se�or! �Se�or!

�Qu� pasa?
�Qu� formas son esas?

Perdone, ha sido un error.

No comprendo c�mo
has podido equivocarte.

Era su forma de caminar.

Me gustar�a saber por qu�
me estoy metiendo en este fregado.

Perdiendo el tiempo
detr�s de ti.

�Gardenias!

�Quieres decir que tu padre
cojea como ese?

�Por qu� tanto secreto?

Esto al menos es un dato seguro.
Sabemos algo. Buscamos a un hombre...

- �Quiere gardenias, se�orita?
- No, no, gracias.

�C�mo cojea?

�Cojea hacia ac�
o hacia all�?

Hacia all�, creo.

�Le hirieron en la guerra?

No lo s�.

No sabes d�nde est� tu madre.

No sabes lo que hace tu padre.

Has tenido una vida muy extra�a, peque�o.

�T� tienes padre?

Lo ten�a antes de que..

lo fusilaran.

- �Y tu madre?
- S�, �qui�n sabe d�nde estar�?

Era tan joven entonces,
antes de la paz.

�Luza!

Es Luza.

Si�ntate un momento.
Espera.

Este es el inglesito que
necesita un testigo.

Creo que no he visto nada.

Roger, este es Giorgio Luza.

Trabaja en la estaci�n,
donde est�n las g�ndolas.

Le he preguntado si recuerda a un cojo que
tom� el vaporetto al llegar el tren de Trieste.

�Se acuerda?

Dice que est� muy ocupado
para acordarse de ciertas cosas.

Entonces no puede ayudarnos.

Dice que no se acuerda,
pero seguramente no habla en serio.

Bromeas, �verdad, Luza?

Eres t� quien tiene
ganas de bromear

y de perder el tiempo.

Yo pienso que a los malvados
hay que echarlos de nuestro pa�s.

Ya, �y yo no?

Eso lo pensamos tanto t� como yo.

Y ahora vienen con sus m�todos a
perseguirnos, incluso aqu�.

El caso de Pescovitch.

Por eso.

Si vas a la polic�a y les dices que
has visto al mayor Court, un s�bdito brit�nico,

una cosa lleva a la otra.

Lo importante es que se muevan, �no?

Berta.

�Qu� pasa?

Yo me voy.

�Entonces?

Adi�s.

Adi�s.

No he entendido bien
lo que hab�is dicho.

Luza nos ayudar�.

�C�mo lo va a hacer?

No vio a mi padre.

Le dir� a la polic�a que lo vio.

Pero no es verdad.

Lo s�, pero as� �stos tendr�n
que moverse.

Ojal� que Luza lo hubiese visto
de verdad.

Aunque uno no crea mucho,
no hace ning�n da�o probar.

�Qui�n es?

San Antonio de Padua.

Es un santo que ayuda siempre

al que ha perdido algo.

Te ayudar� a encontrar a tu padre.

No s� qu� decir.

Di a San Antonio que
le haremos una ofrenda.

�Qu� es una ofrenda?

No te preocupes.

T� dilo.

Te lo ruego, San Antonio,
encuentra a mi padre

y yo te har� una ofrenda.

�Tambi�n t� has rezado?

- Siempre merece la pena.
- �Has pedido encontrar a mi padre?

S�, porque se le pudiese encontrar,

encontrarlo vivo, tesoro.

�Qu� extra�a es la vida,
querido mayor!

Durante nuestra larga
e �ntima conversaci�n,

me dijo que ten�a un hijo.

Pero no me dijo que el ni�o
estaba en Venecia.

�C�mo se ha enterado?

Qu�dese tranquilo.

Estaba abajo.

Aqu� debajo.

He visto a un chaval.

Un cierto parecido a usted,
no sabr�a decir.

Quiz� el corte de la ropa.

Le he hablado y le he preguntado
qu� quer�a.

�Me estaba buscando?

Sin duda.

Cuando o� que era ingl�s,
sospech� que fuese su hijo.

He telefoneado al hotel,
el Gran Hotel.

Un ni�o muy despierto, mayor.

Tiene algo de usted.

Una cierta similitud.

Tiene esa particularidad de algunos ni�os que
te hacen sentir inc�modo en ciertas ocasiones.

Pero ahora somos amigos.

Mire.

Me ha dado esto.

Una se�al. Nuestro pacto de amistad.

�Cu�ndo har� efecto?

Cuesti�n de segundos.
El sue�o es el primer s�ntoma.

- �El cerebro se recuperar�?
- Seguro. No hay de qu� preocuparse.

Me alegro de dormir un poco.

No hay peor mal.

�Ve? Est� mi hijo.

Nadie le har� da�o.

�Qui�n no quiere a los ni�os?

Me preocupa el hecho
de que est� solo.

Pronto volver� a estar con su t�a.

Pero me habr�a gustado
volver a verlo.

Bueno.

Si me permite, mayor Court.

As� que t� eres Roger Court.

La polic�a est� buscando a tu padre.

�Qui�n es usted?

Soy el C�nsul ingl�s.

Mucho gusto.

El gusto es m�o.

El se�or que vino ayer,
el comisario de polic�a,

no tiene pruebas de que tu padre
haya llegado a Venecia.

No las ten�a hasta ahora.

�No ha venido?

No, pero otros cuantos s�.

Un pr�fugo, un cierto Giorgio Luza,
trabaja donde atracan las g�ndolas,

y nos ha contado que
vio all� a un hombre cojo.

Naturalmente, nos hemos movido
enseguida.

Incluso se ha publicado en el diario
de Venecia la foto que nos diste.

�Ves? Pone "desaparecido".

Ya le dije ayer a ese se�or

que la foto no se parece en nada
a mi padre.

S�, pero es �l,
algo se le tiene que parecer.

Desde esta ma�ana, la polic�a
est� registrando todas las casas

del otro lado del Rialto.

Ahora, quieren que les ayudes.

�No te da miedo ir con ellos
en la lancha?

- �Qu� haces todav�a aqu�?
- �Yo? Nada.

Son buenas embarcaciones.
Y veloces.

�ltimo modelo.

Y as� ver�s tambi�n
c�mo funcionan.

Desde hoy, vivir�s con nosotros
en el Consulado.

Tengo un hijo de tu edad.

Os llevar�is bien.

No tendr�s miedo, �verdad?

Estar�s muy solo en el hotel.

Est� Roberta.

�Qui�n es?

Nadie.

Ven.

- Adi�s, se�or C�nsul.
- Adi�s.

Buena suerte.

- �Ad�nde vamos, teniente?
- Volvemos a empezar. Vamos.

�Es este? �Lo reconoces?

No.

Gracias y disculpe.

De nada.

�Eh, chico!

- �Es a m�?
- All� arriba.

Ven.

Ven, peque�o, ven conmigo.

Arriba.

Hay dos enfermos que llegaron
la noche que desapareci� tu padre.

Espera un momento.

He dicho que esperes.

- �Hab�is comprobado la documentaci�n?
- S�, se�or.

- �Todo correcto? - A m� me parece
que no hay irregularidades.

Bien. Ven.

Es la declaraci�n de la oficina de Sanidad.

�Qu� haces aqu�, peque�o?

�Conoces al doctor?

S�.

�C�mo es posible?, �d�nde lo ha visto?

Aqu� abajo, en el bar.

Me compr� un helado.

- �Qu� hac�as aqu�? - Ha recorrido
toda la calle.

no encontraba el camino
para volver al hotel.

- Buscaba a mi padre.
- �Por qu� aqu�?

No lo s�, buscaba.

Mira ah�.

Mira bien.

No, este no es mi padre.

�Y este de aqu�?

Est�n muy mal, �sabe? Le rogar�a
que no los molestase. Es mi responsabilidad.

Est�n mal, �sabe?.

�Es este tu padre?

�No, no, no!

�No es �l!

Han examinado sus documentos

Ya ha visto que el ni�o no le reconoce.

Mira mejor.

Seguro que no es �l.

�Se lo ruego!

De acuerdo, como quiera usted.

V�monos.

�Ah, s�!

Peque�o, no ten�as que volver.

Quer�a verte.

�C�mo has venido?

Con el dinero que me dieron
para dulces.

Los gast� en el vaporetto.

�Por qu� te has vestido as�?

Hoy es mi d�a.

�Qu� quieres decir?

El d�a de la libertad.

Tambi�n yo tengo el derecho
de ser libre, �no?

Estar�as mucho mejor
en el Consulado.

Han sido muy amables contigo.

S�, pero est� Morgan.

�Qui�n es Morgan?

Un ni�o.

S�lo porque su padre es el C�nsul,

cree que puede mandarme.

Tiene envidia porque he subido en lancha.

Dice que soy una nenaza.

No le des importancia, peque�o.

Roberta, �por qu� no encuentran
a mi padre?

Sin tantas complicaciones.

Hacen lo que pueden.

De todos aquellos que he visto,

ninguno se parec�a a mi padre.

Y ma�ana,

volver� a empezar la misma historia.

�Qu� has dicho?

No escuchas nada
de lo que te digo.

S� que te escucho.

�Qu� m�s quieres que se haga por ti?

- Srta. Glenkovitch, por favor.
- Voy.

Qu� chulos, �eh?
Los bomberos.

Morgan dice que tienen las mejores
lanchas de Venecia.

Mejores que las de la polic�a.

- �Sab�as que tienen nombres?
-No.

Saeta, Rayo, Flecha...

- y cosas parecidas.
- �Vaya nombres!

Morgan ha visto un entrenamiento.
Su padre le consigui� un permiso.

Tu padre te conseguir� todos los
permisos que quieras.

Escucha, es casi la hora de comer.

No, Roberta. Tengo que quedarme aqu�.
En el hotel.

El c�nsul es un buen hombre, te aprecia,
no debes inquietarle.

Pero mi padre puede que
telefonee aqu�.

Pues sabr�n donde encontrarte,
se lo dir�n.

�El C�nsul tiene tel�fono?

Supongo que s�.

No, Roberta. Si la polic�a no encuentra
a pap�, podr�amos encontrarlo nosotros.

Precisamente contigo me ten�a que topar.

Ven peque�o, p�rtate bien.

�Todo listo?

A partir de ma�ana estar� listo.

Mira que mi cliente ha pagado y
ma�ana quiere hacer la carga.

Todos los expedidores sois iguales,
marineros de agua dulce.

Antes de hablar, deber�ais
hacer vida sobre estas tablas.

Soy marinero desde antes de que t�
nacieras.

S�, y te echaron.

�Es el capit�n?

�Qui�n, Joe?
No, Joe es el otro.

DESAPARECIDO

A m� tambi�n me gustan los ni�os,
ya lo sabes.

Ten�a que haberme esperado
eso de ti.

Ten�a que haber venido sola.

- �Quieres uno de estos?
- No, gracias.

Pod�as haberte afeitado, �no?

Para lo que me habr�a servido hoy.

Joe, estaba bromeando, querido.

�Eso te parece una broma?

El ni�o tiene que estar en el Consulado
a las ocho.

�Maldito Consulado!

No debes hablar as�.

Los jovencitos se van a la cama pronto.

Cuando llega la noche, los soldados van
al cuartel y los marineros abordo.

�Por qu� no eres ya marinero?

La vida es as�.

Todo tiene un final.

- Ahora soy expedidor.
- Pero era mejor ser marinero, �no?.

S�... S�, puede que s�.

DESAPARECIDO

Si hay algo de verdad y hubiesen querido
secuestrarlo, lo habr�an hecho en Trieste.

La fotograf�a la han puesto
por hacer algo.

�C�mo lo van a haber secuestrado?

No es cierto, Joe.
�Has visto la cara del ni�o?

Te lo ruego.
Basta, Roberta.

�Te encuentras mal?
�Qu� te pasa?

Puede que haya cogido fr�o.

Dale leche caliente.

- Ser� mejor llevarlo a casa.
- �Y nosotros qu� hacemos?

�Va todo bien?

Lo primero es el peque�o.

Vamos. Ven.

Roberta, es como te digo. Escucha.
Ten�a la barba larga.

Nunca antes lo hab�a visto as�.

Te lo ruego, Roberta.

�Era �l!
�Era �l!

Oye, �por qui�n me has tomado?
�Por qu� tengo que perder el tiempo contigo?

Primero no lo reconoces,
y luego, s�.

Todos los ni�os son iguales. Tienen la cabeza
llena de historietas de tebeos.

�Te lo ruego, Joe!
�Vamos d�nde est� mi padre! �Joe!

�Joe!

Te digo que estoy harto.

Si es por m�, te puedes ir.

Est� bien, me voy.

No te necesito, �sabes?

T�, Luza y los dem�s, todos sois iguales:
m�rtires imaginarios.

Reuniones secretas, causas perdidas,

siempre os calent�is la cabeza
con cosas que os sobrepasan.

Pol�tica, religi�n,
el problema de los pr�fugos...

Y en nosotros, no piensas nunca.
En los dem�s, s�. En nosotros, no.

Me parece que no pido mucho.

�No sabes c�mo desembarazarte
de un ni�o?

No eres muy delicado.

Perdona...

No me refer�a...

Siempre que estoy contigo, como por
casualidad, lo nombras.

Intenta comprenderme.
�Por qu� te atormentas?

Te he dicho mil veces que no
fue culpa tuya, sino de la guerra.

S�, de la guerra.

Yo...

Quiero casarme. Casarme contigo
y olvidar nuestros problemas.

No me importa que no puedas tener hijos.

Yo te quiero, Roberta.

Quiero vivir contigo.

Encontrar la paz en nosotros.

Averg��nzate.

M�s, m�s, m�s...�Oh!

�Basta, basta, basta! �Por Dios!
�Para!

�Es que no bastan mis palabras?
Dame el bast�n.

�Ay, madre m�a,
me ha roto la cabeza!

�Qu� dolor de cabeza!
�Voy a perder toda la inteligencia!

Ll�vatelo de aqu�.

Est�s aqu�.

Nos preocupabas.

- Si yo fuese tu padre...
- Madre m�a, qu� susto.

�No querr�s perderte t� tambi�n?

Joe, t� me crees, �verdad?

S�, te creo.

Joe, la gente enferma cambia mucho.

El doctor lo dijo. Est� tratando
a mi padre porque tiene el tifus.

S�, peque�o, s�.

- �C�mo se llama ese doctor?
- El nombre lo pone en la puerta,

pero yo no lo recuerdo.
Pero s� d�nde vive.

Donde est� San Antonio.

La estatua. Antes cruzas
el puente Rialto.

El ni�o Jes�s que lleva en los brazos
no tiene cabeza.

�No quiero ir ah�!
�No, no voy!

Venga, que el C�nsul te espera.

Vas a hacer que se entere todo el mundo.

�No, no voy!
�Quiero ir d�nde est� mi padre!

Vendremos ma�ana e iremos a
tomar un helado, �de acuerdo?

�No quiero!
�No! �No! �No!

- �D�nde has estado?
- Paseando.

�Qui�nes eran esos dos?

Me decepcionas, Roger.
Eres un ni�o sin cabeza.

Has hecho que estemos todos
preocupados.

Buenas tardes.

Morgan, acomp��alo a lavarse las manos.

S�, mami.

�Mam�, mam�!

C�llate, Morgan, soy yo.
No hagas ruido.

- �Qu� haces?
- Busco los zapatos.

�Por qu�?

Porque me voy.

�Qu�?

�De noche?
�Est�s loco?

Si se lo digo a pap�,
no te dejar� salir m�s.

Te juro que se lo voy a decir.

�Esp�a!

�Bellaco!

�Joe!

Roger.

S�, peque�o, s�.

�C�mo has conseguido encontrar
la casa del doctor?

No pod�a conciliar el sue�o
despu�s de lo que dijo el ni�o.

�No nos traer� problemas tenerlo aqu�?

No, ma�ana lo explicar�.

Dec�a la verdad.

Hab�a all� un doctor.

�Y ahora ya no est�?

Se fueron hace dos horas.

Con la excusa de llevar al hospital
dos casos de tifus.

Pero est� claro que hay algo sucio
debajo de esto.

�Ves?
Aqu� est� la pistola.

Te juro que me averg�enzo del
papel que he hecho delante del ni�o.

Ser� mejor ir a la polic�a.

�Qu� barcos hay en el puerto?

Ninguno de importancia.

El americano donde he estado hoy.

Un mercantil ingl�s de Malta,
uno italiano de viaje tur�stico por Oriente,

uno franc�s...

Espera.

Si lo han llevado a bordo,

no puede haber sido mas que a un barco.

Joe.

Estuve a bordo ayer por la noche.
Ten�a que haber partido hace 24 horas.

�Por qu� lo han retrasado?

Parece que hab�a un retraso
en la carga.

Partir�n por la ma�ana a las nueve.

Una cosa es cierta.

La polic�a nunca subir� abordo
de ese barco.

La situaci�n es ya
bastante complicada.

�Qu� se puede hacer?

Agua...

Bote...

Pescovitch.

Buenos d�as, mayor.

�Qu� tal, doctor?

- �C�mo se siente?
- Mal.

Cuando me despert� cre�a que
est�bamos ya en la laguna.

Tem�a que no volviera a verle m�s.

Veo que empieza a tomarle gusto
a mis cuidados.

Teme que no va a encontrar
otro trabajo.

No creo que deba preocuparse.
La temporada empieza ahora en Venecia.

Los hoteles, los turistas, ya sabe...

No se trata de eso.

Yo tambi�n ir� con vosotros.

Me he encari�ado con Venecia.

La polic�a vino a vernos ayer
por la ma�ana, mientras usted dorm�a.

Y su hijo.

�Roger?

�Y no me ha reconocido?

Ni siquiera un poco.

Tres a�os es mucho para un ni�o.

Si no hubiese sido por �l,
usted no habr�a venido a Venecia.

Y yo no tendr�a que irme.

Qu� extra�o destino.

Un ni�o tan encantador.

�D�nde nos llevan?

No me lo han dicho.

Y yo no lo he preguntado.

�Sabe?

Casi me hab�a ilusionado con que
Venecia fuese mi ciudad

y no me hago a la idea de irme.

Mire, a mi edad,

la vida es un concentrado de
peque�os h�bitos insignificantes.

Un buen caf� en el Rialto,

una partida en donde Mar�a

y un pase�to por la noche
por el Fondamento.

Y ahora

me toca ir a un pa�s

del que ni siquiera me acuerdo.

Culpa suya, querido mayor.

Salimos a las nueve.

�No se dar�n cuenta de que
la botella est� abierta? - No, no lo creo.

�Seguro que no hay otro modo?

Este habla mucho.

Si han subido a alguien a bordo,
�l lo sabr�.

�C�mo har�s para avisarme?

Si nos equivocamos, volver�.

Si no, a las nueve,

reza una oraci�n por m�.

- �Y si la polic�a no me cree?
- Lo incendiar� todo.

- �Nos vemos esta noche?
- S�.

- �En el mismo sitio?
- S�.

Y nada de ni�os, �eh?

Y no te olvides

de traerme los vasos.

Coma algo.

Cr�ame, mayor. Es in�til.

Cuando llega su hora,
uno lo sabe.

Hay un barco en el puerto

que sale a las nueve.
�Adivina qu� barco es?

La se�orita y el ni�o
ya lo sab�an.

Es precisamente la nacionalidad de
ese barco lo que crea complicaciones.

�A causa de los derechos territoriales?

No se puede subir abordo
por la fuerza.

- Podr�a pedir autorizaci�n.
- �Qui�n?

�Qui�n? Mire la hora se�or C�nsul.

Son las seis y media.

Si todo va bien, tendr� una
respuesta a las dos.

A las dos del pr�ximo mi�rcoles.

Para subir abordo de ese barco

necesitar�a...

- necesitar�a...
- Llegados a este punto, perm�tame.

Ser� mejor que escuche
a la se�orita.

La se�orita est� segura de que a las nueve
en punto se iniciar� un incendio a bordo.

Y esta, regalo de la empresa.

- As� el viaje aplacar� tus disgustos.
- �Un traguito?

No, no, cons�rvala.

La compraste en Venecia.

En mi pa�s el whisky cuesta muy caro.

Entonces vete a la bodega.

- Y coge una buena provisi�n.
- No se puede, est� prohibido.

�El qu�? �Bajar a tierra?

�El jefe tiene miedo de que
alguna mujer te haga un gui�o?

�C�mo aguantas este olor
tan asqueroso?

Nadie baja a tierra
cuando quiere.

Pero a vosotros, �cu�ndo os dejan?

�Ten�is alguna vez un d�a libre,

salvo las visitas oficiales al alcalde
o participar en alguna ceremonia?

Hay viajes y viajes.

Sois todos iguales.

�Est�s conchabado
con el capit�n?

Lo he intentado.

Siendo expedidor cre�a
que iba a ser f�cil.

Empiezo a dudarlo.

�Todav�a aqu�?

M�s leche.

�Para qui�n?

Para los que subieron anoche.

Creo que parten con nosotros.

Invitados, �eh?

�Pasajeros clandestinos en
viaje de placer, tal vez?

No lo s�, yo dorm�a.

Bajaron y cerraron la cabina con llave.

Est�n realmente mal.

- �Enfermos?
- S�,

Est�n enfermos.

Muy enfermos.

�Uh, el gran jefe blanco!

Con los saludos de la empresa,

calcetines de nylon.

Gracias.

Dice que ahora no puedes desembarcar.

Volver�s a tierra con el piloto
cuando estemos en la laguna.

No me mover�.

Aqu� est� muy cerrado.
Tomar� un poco de aire.

�Ven aqu�!

Dame

- �Y si le prendemos fuego?
- �No!

�C�mo? �Que no necesitan
a los bomberos? No es posible.

Finja ayuda con el altavoz.

Incendio a bordo.
Les ofrecemos ayuda.

�Atenci�n! �Atenci�n!

�Hay un incendio a bordo!

�Hay un incendio a bordo!

�Repetimos! �Necesitan ayuda?

�Repetimos! �Necesitan ayuda?

�Atenci�n!

�Hay un incendio a bordo!

�Necesitan ayuda?

�No, gracias!

Nos arreglamos con nuestros medios.

Gracias.
Muchas gracias.

S�, soy yo.

Est� bien. Permaneced en vuestros puestos.

Repetid cada dos minutos
la oferta de ayuda.

Si hay alguna novedad,
telefonead inmediatamente.

�Qu�? �Hay novedades?

Se siguen negando.

Se bastan con sus medios.

Entonces, se�or, �puedo decirles
que se vayan?

S�, est� bien.

A�n as�, era una buena idea.

Tal vez.

Podr�a pedirle a mi gobierno que
interceptara la nave m�s adelante.

- No.
- �Por qu� no?

Ser�a el mejor sistema para que
el mayor Court terminara en el mar.

Atado a la cadena del ancla.

Ah� est� el ni�o.

�Peque�o, ven aqu�!

No est�s harto de balancearte.

No, gracias.

Hay que dec�rselo.

- �Qu� pasa, Roberta?
- Ven, sube.

Un bombero ha dicho que
van a m�s de cien por hora.

�Es verdad que llevan
motores de avi�n?

�Y si los pusieran en un coche?

Entonces, quiz�s ir�an
a trescientos por hora.

S�, cari�o, por lo menos
ir�an a trescientos por hora.

�Por qu� se van?

- �Qu� hacen, Roberta?
- Nada, nada.

�Te digo que me dejes!
�D�jame!

�No, no! �Te digo que me dejes!

�D�jame!

�Por favor!

No voy.

Est� bien. Qu�date, entonces.

�Qu� ha pasado?

No se puede subir al barco.

No es verdad, no.

�nimo.

�nimo, cari�o m�o.

�La sirena de la nave!
�Toca la alarma! �Vamos!

�Lo conseguimos!

�Por fin!

�Qu� pasa, doctor?

Que ha sonado la sirena.

�Qui�n es?

Uno como usted,
que cree en la esperanza.

�No ve que no hay nada que hacer?

Es el final de todo,

hay que dejarse llevar por la corriente.

�Qui�n sabe?

Quiz� teng�is vosotros raz�n.

Me refuerza.

Parec�a extra�o...

al menos.

Por lo menos

me quedar� en Venecia.

Mayor, yo me encargo de �l.

No se mueva, doctor.

�Quieto!

�Oiga! �Oiga, Comisario!

�Los bomberos suben abordo!

Roger.

�Pap�!

Este es Joe.

- �Joe?
- Joe de Roberta.

Hola.

Vamos.

�Hay un herido?

No, nada.

Alguien que no conocemos.

ignacio gonzalez para cine-clasico.com