All language subtitles for La Caliente ni+¦a Julieta (1981).esp

Perdone, �la finca de la familia Santigosu est� ah� arriba, verdad?

Justo al otro lado del pueblo.

-�Ah�?
-No se apure, pasa cerca el autob�s que va a Lloret.

-Menos mal, gracias.
-De nada.

A ver si te gusta, Silvia.

-�Es para m�?
-Claro.

Pierre, me colmas de regalos.

-Busco la a se�ora Julieta.
-All�.

�Julieta!

�Rita!

Por fin te encuentro, bonita.

Pa, pa-pa-pa, uh uh...

Bonit�simo amor.

�Qu� opinas? �He progresado?

Tengo celos del baile, �sabes? Porque es lo que m�s te gusta.

Mentira, lo que m�s me gusta eres t�, tonto.

S�, pero a m� me dedicas un d�a a la semana, y al Jazz los otros seis.

Si nos vi�ramos todos los d�as nos cansar�amos antes. T� el primero.

No, me gustas. Y estoy bien contigo.

Ven, t�mbate.

-Pierre.
-�Qu�?

�Qu� pasar� cuando se entere Mario?

Pues nada, no pasar� nada. Somos seres civilizados, �no? Y t� una inoportuna.

Te tiene mucha estima, tu padre lo coloc� en el ayuntamiento.

Y ahora qu� mas, �quieres que escribamos nuestras memorias, por ejemplo?

No mi vida, ahora ya quiero jugar contigo.

Volvemos a empezar, �eh?

Ahora yo.

Estuve en Madrid. Por tu madre s� que vives definitivamente en Tosa, �y que te has casado! �No pod�a cre�rmelo!

Mam� tuvo que ir vendi�ndolo todo, y yo me escaque�. Que te traigan un poco m�s de leche, �no?

-No, no, es igual. D�jalo.
-Como quieras.

Vine a la Costa Brava para husmear en el panorama de los hombres ricos, y entr� en la Jet Society.

El viejo propietario de casi todo el pueblo me estuvo asediando. Al descubrir que mi padre fue su amigo y socio

orden� que me fuera preparando el vestido de novia.

Te quedar�as imp�vida, �no?

-El viejo me estudiaba para presentarme a su hijo.
-Ahh...

Muchacho, has de sentar la cabeza. Casarte, formar una familia, o te quedas m�s pelao que un gato.

Supongo que tu protegida no ser� rica. S� se�or, porque yo le doy cien millones de dote.

�Qu� t�o!

-A las tres semanas me cas� con el hijo del cacique.
-�Y?

�Mi marido? Un desastre, pero ahora tengo todo lo que me hace falta. Le paso una pensi�n a mi madre,

compro trajes, perfumes, joyas... Esta primavera estuve en Par�s. Sola.

-Qu� l�stima no haber ido contigo.
-Iremos.

(Suenan campanadas de una iglesia)

Fuera esto, me pone nerviosa.

Espera Julieta, yo me lo quito todo cari�o.

�Ves como eres una perversa?

T�. Conmigo tendr�s todo lo que te haga falta, y si no te lo comprar�.

Por haber recuperado tu amistad soy capaz de cualquier cosa.

Bombones, mi perdici�n.

�Te acuerdas de Oxford? Cuando pod�amos comprar bombones.

Volv�amos corriendo al internado.

-�Qu� esperas?
-Perversa.

�Qu� buena est�!

�Ven aqu�, ven aqu�!

�Ven aqu�! �Ven aqu�!

�Traidora!

�Ven aqu�, sirena m�a!

Me gustar�a amarte debajo del agua.

�A qu� esperamos?

A que nos nazca una cola de sirenas. �Sabes qu� me comer�a ahora? Una langosta.

�Y yo dos!

Perd�n, se me hab�a olvidado el panetone.

-No puedes olvidar tu origen italiano.
-Me encanta todo lo de esa tierra.

Buenos d�as, se�or.

-Hola Pierre.
-Hola.

Quer�a preguntar... �Hasta qu� d�a vamos a tener el gusto de soportar a esa se�orita?

Rita es mi amiga, y de ahora en adelante estar� siempre conmigo.

�Y pagar�s t� los huevos, y el bacon, y la mermelada alemana, con tu dinero, no?

T� corres con los gastos de la casa, y si vuelves a ser incorrecto con ella haremos una visita a mi querido suegro.

-Tu simpatiqu�simo papaito.
-�Insoportable!

-Ven conmigo.
-No, no me lleves lejos, que s� nadar justito.

As� s�.

Hola, bonito m�o.

Bienvenido a bordo, esclavo m�o.

Te hemos tenido que raptar.

-�Me llevas a Bagdad? �Al mercado?
-Te llevo a la gloria.

�Ay! Pero aqu� al sol no, vamos que no me inspiro. Y esa chica, �por qu� me mira? Me da verg�enza.

Adem�s tan ser�a, f�jate. Se parece a un sargento que tuve en la mili.

Qu� gracioso...

�Nena, nena! Tengo unas ganas de vomitar... esto marea.

�Est�s de risa!

�Mario, Mario!

-�Eh? �Qu� hora es?
-Fuego, �fuego!

Ay, madre m�a. Eso lo ha provocado ese t�o del bigote que desea verme contigo en la hoguera.

�Pero qu� haces, hombre?

Y yo qu� s�. Intento ponerme los pantalones, los calcetines. No quiero andar as� por el pasillo.

Y no me gusta que los bomberos me vean desnudo, co�o.

�De qu� os re�s?

Eres muy gracioso.

Oye, para burlarse de m� no hace falta que me deis un susto de muerte. �Fuego, fuego, fuego!

-Y lo hay.
-�S�? �D�nde? �D�nde lo hay?

No en el armario, tonto. En mis labios. Qu�mate.

Los labios, los labios... Todo lo resuelves as�.

-�Mario? �Mario? Abre, no seas maric�n.
(Golpean la puerta)

-Ven aqu�...
-�Quieta!

-Comprender�s que ahora con eso del fuego...
-No me vengas con excusas, te necesito ahora mismo.

-Hombre, cada cosa a su tiempo, joder.
-Sabes que no quiero que digas palabrotas.

-Est� bien, perdona.
-En castigo, un beso.

-�D�nde?
-Donde quieras.

�T� qu� haces aqu�? �No ves que eres una menor?
-Gracias.

No me digas que has tomado la fila n�mero uno.

Adi�s.

Rita...

�Ya te gustan los hombres? Te fastidias.

-An�mate Mario.
-No, no estoy...

-Ven aqu�, tonto, que te va a gustar.
-No estoy.

-Buenas noches.
-Nunca hice el amor con un fantasma.

Ven.

Ay... ay co�o...

C�mo te gustas puta.

-�A qui�n est�s besando?
-A Rita.

Mentirosa. En este momento est�s pensando en el ayatol� Jamenei.

Qu� burro.

-�Yo? Mira lo que dicen los que mandan.
-"No malgaste sus energ�as". �Fuera!

Adelante, queridos.

Hola, buenas tardes. �Qu� hay, Pierre?.
-Hola Mario, �c�mo est�s?

-Llegamos un poco tarde. Toma.
-Gracias.

Qu� guapa Julieta.

Mario, �t� que opinas?
-Con tanta ropa... Si te quitaras lo de abajo, pues...

-�Verdad Pierre?
-�Qu�?

Olv�dalo.

-Buenas tardes.
-Hola Rita. Toma.

Otra vez aqu�, a perder la cabeza por tu fant�stica combinaci�n.

-No exageres.
-�Sabes c�mo lo ha preparado hoy?

Me da lo mismo, a m� todas las cominaciones me gustan, y �sta m�s.

�Jugamos una partidita de tenis para abrir el apetito?

�Y van a quedarse las nenas solas, y el combinado calent�ndose?

Ya har�n otro. Venga, vamos, que tienes que practicarte.

S�, recogiendo las pelotas que t� tiras.

Lo he visto en una peleter�a de Gerona. S� Julieta, es un vis�n que hace perder la cabeza, blanco y negro.

-�Se lo has dicho a tu marido?
-�Mario? No se gasta ni un maldito duro en m�.

-Ponle a dieta, ya ver�s c�mo te lo compra.
-�se est� a dieta desde que naci�.

-Entonces no se acuesta contigo.
-Pues no.

-Yo con Pierre ando poco m�s o menos como t�.
-Tambi�n a dieta.

S�, pero cuando necesito dinero levanto la (???), pongo el disco verde y adelante se�or.

-No creo que as� lo consigas todo.
-Claro Silvia, tengo mis trucos.

-Ah...
-Silvia, �por qu� esa cara?

Deja eso, te conviene un buen whisky a palo seco.

Eres muy bonita Silvia, con ese cuerpo no tienes derecho a privarte de ning�n capricho.

Tiene raz�n Rita, hay muchos hombres ricos que perder�an la cabeza por ti.

-Y tambi�n alguna mujer.
-�Qu� dices? Eso no. Estoy segura de que no podr�a.

Toma.

Una sangr�a.

Me haces muy feliz Pierre.

-Y luego lo ser�s t�.
-Y t�.

Uy, calla.

"Ejem, ejem".

-�Es para el caballero o la se�orita?
-�A usted qu� le parece?

Pierre, �me lo puedo probar?

Joven, no he tratado de ofender su machismo.

Bah...

-Es delicioso Pierre. Creo estar so�ando.
-Es muy bonito.

-Es justo para una mujer como yo, �verdad?
-No tiene abuela. Qu� simp�tica.

�Pero quiere dejarlo de una vez! �Ya est� bien!

-Oiga, qu� car�cter tan violento.
-Se�orita, vamos a caja.

Lo siento, no tendr� m�s remedio que atenderse conmigo. Aqu� la caja, el gerente y el hijo del amo soy yo.

-�Mire...!
-Pierre... No te disgustes.

Hola guapa.

-�Te he hecho esperar mucho?
-Much�simo, llevo aqu� dos segundos.

Si supieras, Mario. Yo te he tenido una pelea con Pierre.

Ya s� lo que ha ocurrido. Tu marido ha tropezado con el marco de la puerta, "plaf",

y r�pido "Julita t� me enga�as, infame". Te ha atrapado por el cuello y te ha acogotado en el suelo.

Qu� fantas�a.

Te invito a un litro de leche de tus propias vacas, con toda su nata, �vale?

Vale, porque me he quedado con la garganta seca de tanto gritar.

Menos mal que has aprendido a meterte en esta lata de sardinas con tus bonit�simas piernas.

�D�nde las puedo tener mejor que a tu lado y apretad�simas a las tuyas?

-Que no son bonit�simas precisamente.
-Tonto, podr�as hacer un spot de medias.

-Pero caladas.
-�Por qu�?

-Para sacar un pelo por cada agujero.
-Cochino.

Si supieras, Mario. Estoy como loca por un abrigo de vis�n.

Pues no tienes problemas. Disfrutas de un marido serio pero rico, y de un amante pobre pero alegre.

Ya le he dicho que est� obligado a satisfacer todos mis caprichos.

-Menos uno.
-Ese me lo satisfaces t�...

Mira.

Me gustan m�s las tuyas.

Quieto, eres un cachondo.

F�jate.

Yo lo hago mejor.

No Julieta, aqu� no. Vamos al hotel.

Qu� hotel ni hotel. S�gueme.

Ven. Vamos, vamos.

-Ay, hay que ver lo que pincha esta paja.
-Qu� monada tan delicada.

Misi�n cumplida.

�Y?

Pierre ha entrado en el picadero.

�Qui�n es ella?

Lo siento, solamente he llegado a verle los zapatos.

L�stima.

Muy bonito, me dejas y os pon�is a charlar como dos cotorras.

Quiero sorprenderles, �d�nde est�n?

En Lloret, yo te acompa�ar�.

Vamos Mario.

Espera un poco, �no?

No puedo, tengo prisa.

�Y yo qu�?

�T�? No s�. Elige la vaca que m�s te guste.

((Slurrp))

Mi vis�n.

-�Te acompa�o Julieta?
-No, es mejor que te quedes.

�Sabes? Te dejo a Rita para que te distraiga, creo que sales ganando.

Mentirosa.

-�Oye! Con una sola me sobran manos.
-Mira, t�cate las narices rico.

-�Te gustan los cacahuetes?
-Prefiero los bombones de licor.

-Ah� los tenemos.
-�Pues qu� esperamos?

Quieto.

(Suena el timbre)

-Han llamado, �no?
-D�jalo.

Pierre, quiero demostrarte que yo valgo mucho m�s que esa pelandrusca que tienes ah� dentro.

�Pelandrusca yo? Cornuta italiana.

�Vamos, vamos! �D�nde te escondo? Ah, en el ba�o.

No, no sea que tenga pis.

-Pues...
-Est�s temblando, ni que estuvieras en el sitio de Zaragoza.

S�. Si tuvieras un padre como el m�o fuerte como un tractor y con noventa a�os encima...

-Y con noventa mil millones que esperas heredar.
-�Ah, Silvia!

�Pero por qu� me hablas de millones ahora?

Pierre.

Tu mujercita. �No est�s c...?

No me digas que est�is desnuditos, qu� risa.

-�D�nde vas?
-Yo... ya sal�a.

-�Solo?
-No, contigo, vamos.

Toma. Yo pienso estar un ratito aqu�.

Cagada.

Es simp�tico tu refugio.

Pero �sta tiene un pecho ca�do.

-Y la ninfa, �d�nde se ha metido?
-No... se ha ido hace poco.

Cuando me ha o�do se ha tirado por el balc�n, pobrecita.

Hay que ver el avaro, el t�o de la virgen del pu�o. C�mo se gasta el dinero con putas.

Porque este piso te habr� costado un dineral.

�Y esta ni�a no piensa largarse? A m� me da igual.

Pierre, est�s sudando.

Qu�tate esto que no va a llover.

Siento darte este disgusto pero aqu� no hay nadie.

Embustero.

Como quieras.

Si me hubieras comprado el abrigo te habr�a dejado gozar con ella. En cambio ahora lo pasas mal conmigo.

-M�s bien.
-�Qu�? �Te voy a...!

�Julieta, no! �Que est�s equivocada! �Yo te explicar�!

�Qu� clase de licor prefieres?

-Whisky, me encantan los de whisky.
-Te encantan, �no? Toma.

-Cacahuetes.
-�Grosero!

-Fuera pantalones, venga fuera.
-No quiero nada contigo. �D�jame!

�Qu� haces!

-Yo por el vis�n soy capaz de todo.
-�Quieres dejarme? �Suelta!

-Dame un cheque y si te he visto no me acuerdo.
-Contigo todo se arregla con dinero.

Y con tu putilla, �c�mo lo arreglas? �Con amor? No me hagas re�r, rid�culo. El cheque.

Esto es un atraco, un robo, un vil chantaje.

Ya podr�as darme un beso, que me tienes hambriento.

Si te sentaras aqu� a mi lado estar�amos mucho mejor.

-Ahora bajar� Julieta.
-Ah s�, ya no me acordaba, s� s�.

Ya ya, cacahuetes.

Mario, mi vida, qu� cara de pillo tienes. �Verdad Rita?

�De pillo? De cacahuete.

-Novecientas mil.
-Qu� ilusi�n, �verdad Julieta?

-Ya lo sab�a yo.
-Eres una t�a cojonuda.

Gracias Pierre.

Esto est� lleno de gente.

El jueves pasar� a buscarte por la academia.

Cierra Silvia.

-No, no puedo llev�rmelo.
-Pero... �por qu�? �Qu� te ocurre?

�C�mo puedo presentarme en casa con un vis�n?

"Mario, me lo he ganado entreg�ndome todo el verano a un se�or". �Qu� crees que iba a decir?

Pero... �por qu� tienes que contarlo as�, todo de una vez?

No s� como puedo quererte, �eres un degenerado! �Toma!

�Silvia, espera!

-Si ya est� resuelto.
-�S�?

Se lo doy a Julieta, recupero el cheque, y todos tan contentos.

S� hombre, a Julieta. �Qu� ha hecho ella para gan�rselo?

Bueno, pues lo mismo que t� pero con permiso del cura.

Vete a hacer pu�etas, �quieres?

�Mario! Ven.

Toma.

-Estaba aqu�. �Esc�chame!
-A la orden.

-�Qu� han hecho con el vis�n?
-Lo tendr�n dentro, o lo habr�n llevado a la tintorer�a.

-Mira, no me pongas m�s nerviosa.
-Si es que yo no distingo un vis�n de un conejo.

Se�or Chumi, vengo a llevarme el vis�n blanco y negro que estaba en el escaparate.

Pues ha llegado tarde. Una pieza as� no iba a durar mucho tiempo en casa, era maravilloso.

A m�, como estoy tan tostado por el sol, me sentaba de locura.

No me extra�a, con esas pesta�as tan negras.

Pues para que lo sepa usted, la moda varonil es llevar vis�n.

-S�, ya. Lo creo. Y braguitas.
-�AH! No me diga esa palabra que me cabreo, �eh?

D�game, agradable se�or, quiz� con un sobreprecio... �Qui�n lo ha comprado?

Sepa usted se�orita que nosotros para las ventas somos top secret.

Pues sepa usted que tiene orden de ir y hacer pu�etas, so maric�n.

-V�monos.
-Pero es que...

-No les haga caso se�or Chumi.
-Si no se me nota.

-Me he quedado sin el vis�n, lo han vendido.
-�Y qui�n lo ha comprado?

Ah... Top secret.

Mira lo que pone aqu�:

-"Fuerzas el�ctricas de Catalu�a".
-Oh, qu� bien.

"Suscripci�n p�blica de obligaciones simples, los suscriptores de estas obligaciones..."

-Pierre, �d�nde guardas el abrigo?
-En el coche.

Es que tengo una idea.

-Necesitamos una maleta grande.
-�No querr�s descuartizarle, verdad?

-Qu�, �interesante?
-S�, muchas acciones. Pero no pone las que tienes t�.

-�l no, su padre.
-Dejaos de puyas, �tomamos algo? Yo tengo sed.

�Camarera!

Madre m�a.

-�Qu� miras?
-�Yo? La camarera, que no viene.

-Rita, f�jate.
-Nunca he visto unas tetas as� de grandes.

Sumamos las tuyas y las m�as y nos quedamos cortas.

-�Diga?
-Camarera, cinco horchatas.

-�Horchata para m�?
-No no, cuatro. Cuatro horchatas y un whisky para el se�or.

Aib�, ahora que me acuerdo. Ten�a que llamar al ayuntamiento para un asunto de Pierre.

-S� s�...
-En serio, ahora vuelvo.

-Perdone, �vive usted aqu�?
-Nadie nos ha presentado se�or.

Pues... que me gustar�a conocerla a fondo.

�Oh! Pero esto tan abundante no lo he visto nunca.

Qu� bruto.

-Usted se confunde se�or.
-�Pero no es la de antes? Pues no me confundo, no.

-Es usted un caballero irresistible.
-Pues ya ver�.

-Basta. Suba si quiere se�or.
-No no, aqu� mismo.

Ven aqu�, bonita.

Con lo rica que es...

�Pierre!

-Mira.
-Ya, te saliste con la tuya.

-El resguardo.
-�Por qu� lo arrugas?

Sigo mi plan. Esta noche cuando llegue Mario, loca de alegria le voy a gritar...

-�Mario! �Mario!
-�Qu�?

Mira bien. �No es fabuloso? Me lo he encontrado en la calle.

�T� sabes lo que puede significar este resguardo de la consigna de la estaci�n?

Puede ser un malet�n de d�lares con destino a Suiza. �Qu�, eh? �Qu�?

Y si en vez de d�lares es hero�na con destino a Italia. �Qu�, eh? �Qu�? No te jode.

�Qu� haces?

Si bajas este papelote te va a gustar lo que te ense�o.

Igual coges una pulmon�a.

�Ay!

Con lo bien que podr�amos estar si tuvi�ramos un poco m�s de dinero...

Pagar�amos este piso, me podr�as comprar un brillante. Si t� fueras m�s complaciente conmigo...

Y si t� lo fueras conmigo podr�amos cenar.

Enseguida. Te servir� una sopa de tortuga riqu�sima, pero hazme un favor.

-Ma�ana ir� a la estaci�n.
-Qu� buen�simo eres. Quiz� esto sea nuestra fortuna.

-�La sopa!
-S�, s�.

Ya ver�s c�mo ser�n d�lares.

-Hola, �he tardado mucho?
-Un poco.

Ahh... �Ves c�mo eres una perversa?

No te gusta, �verdad?

Mira. Mira, mira.

�Qu� maleta tan rara! Tengo una emoci�n.

Estoy as� de nerviosa desde que te fuiste. �Han pasado tantas horas!

Joder, tuve que pasar por el ayuntamiento. Para algo me nombraron aparejador municipal, �no?

�Abrimos a ver lo que hay?

T� encontaste el resguardo, la maleta es tuya.

�S�, s�, s�!

�AHH!

�Un gato muerto!

�Fuera! �Por qu� me has tra�do esto!

En la estaci�n me dan una maleta, y te traigo una maleta.

�Es como para volverse loca! �Lo que m�s quer�a en este mundo!

-T� est�s para encerrarte, hombre.
-�Y t� para irte a hacer pu�etas!

(Suena el tel�fono)

D�jalo.

Todo lo que me interesa est� aqu�.

Es mejor que conteste.

�Diga?

(Con voz de amanerado)
�Est� la se�ora?

Eso depende de qui�n la llame.

Soy el peletero, el de la peleter�a. Mua.

-�Es Chumi?
-Por lo visto.

D�game.

Tengo en mis manos el precioso vis�n que tanto le quita el sue�o. El cliente lo ha devuelto.

S�. Por lo visto, le ven�a grande a la p�jara, que debe ser un gorri�n escuchimizado y raqu�tico, s� s�.

�Por qu�, Rita, ahora... ?

Qu� diablos tienes t� que me vuelves as� de loca.

�Oiga?

�Oiga? �Se�ora? �Se�ora!

�Se�ora! �Se�ora!

Seguro que se ha cortado. Esta Telef�nica... vaya co�a.

Se�ora, tanto gusto.

�Qu� bien, gracias Chumi!

Es realmente divino, lo m�s bonito que he visto jam�s. Le voy a hacer un cheque.

Oh, qu� dice. �Cobrarlo en dinero? No no no, ni pensarlo.

Chumi, �desea cobrarme de otra manera?

-Con amor.
-�Mario! Qu� significa esto.

Hazme un tal�n por setecientos mil cuatrocientos veintid�s besos.

Espera.

Mario, ya te he dado los primeros setecientos mil besos. No seas abus�n, que me quedo sin aliento.

Un pacto es un pacto, faltan los cuatrocientos veintid�s. Que ser�n los m�s sabrosos.

Me gustas, italiana.

Mario, �no habr�s hecho un desfalco en el ayuntamiento?

No mujer, no. Se mur�o mi t�a, la de Almendralejo, y he pillado unas perras.

Mentiroso. Abr�zame fuerte. M�s fuerte. Tengo unos deseos locos de morder.

Me haces da�o y te arreo.

A que no eres hombre.

Perdona Julieta, soy un bruto.

Y un hijo de puta.

Otra vez Mario, he dicho que eres un hijo de puta.

Cast�game.

Otra vez.

Y un hijo... de puta.

-D�jate de caricias, p�game.
-�Eh?

Espera.

P�game con esto.

No tengas compasi�n de m�, tonto.

Pero t� crees que yo... vamos, que te arree como si fueras una mula.

Vete a paseo.

Estoy harta de caricias, de besos. Mis sentimientos vibran mejor a latigazos.

A mamporros. O sea, que yo me esfuerzo una y otra vez que parece que van a explotar mis arterias

y ahora resulta que lo que m�s te gusta es un trozo de correa. Ay qu� leche.

P�game Mario. Ser� m�s feliz que nunca.

�Qu� esperas?

Toma.

Disfruta, burra.

No te pares. Pega, marqu�s de Sade.

Toma.

Mi marqu�s... de Sade.

Mi admirado marquesito.

Anda co�o. Ahora resulta que se va a presentar aqu� toda la aristocracia.

Mario, b�same.

Me gustas. Te deseo, te necesito tanto...

Est�s sudando.

Grosero.

Como no te hago falta, me largo.

Ven aqu� granuja.

T� que eres el amo de medio pueblo, �por qu� no haces que metan en la c�rcel a esos granujas de la consigna?

Eso, y que les den garrote vil, �verdad?

Pues que me devuelvan mi vis�n, pu�eta. Perdona, es que cuando me pongo nerviosa digo pu�eta.

Y tambi�n tacones gordos.

Lo siento.

Escucha, cuando vuelva de Zurich te comprar� otro vis�n.

Oh, �de veras Pierre? Eres guap�simo, no sabes la ilusi�n que me hace. Gracias amor.

No, aqu� no. Silvia, vamos al apartamento.

A escondernos de toda la gente.

Pa, papapa... pa tu pa pa...

Eres como una ni�a.

�Mi madre! Es tard�simo, Pierre.

Espera un poco.

Hasta el lunes mi amor.

He tenido que acordarme yo de que ven�an a cenar, porque t� si te descuidas llegas a los postres.

El pollo, las empanadillas, el bacalao, y las alb�ndigas que tanto le gustan a tu amiga Julieta.

Alb�ndigas... �Si lo que m�s le gusta es el salm�n ahumado!

Malditas alb�ndigas, pu�eta. �Pues no me han manchado el mantel?

El se�or trae alb�ndigas. Alb�ndigas que ruedan por los suelos.

�Toma! Ahora llegar�n y tengo la casa hecha un verdadero asco.

A m� qu� me cuentas.

Ver�s lo que te cuento. Tengo la alfombra manchada, el parqu�, y el techo del vecino de abajo.

Pues le pegas un brochazo y ya est�.

�Alb�ndigas! �Y ahora no tengo mantel limpio que poner!

�Si cuando tenemos invitados no fueras al Jazz a mover el culo!

�Grosero!

�D�nde demonios vas con esa s�bana?

Si no tienes mantel se pone una s�bana y en paz. Anda, si est� manchada.

Claro, del lado tuyo.

Qu� lado m�o ni qu� leches. Eso con una alb�ndiga se tapa, toma.

Ya est�n aqu�. Quita.

-Hola Silvia, �c�mo est�s?
-Muchas gracias. �Y Julieta?

En el piso segundo vive una se�ora que le est� haciendo unas cortinas. �Por qu� me recibes as�? Sabes que no lo soporto.

Qu� haces loco.

�Se puede?

-Dejo la puerta abierta para que entre tu mujer.
-Por m� puedes clavarla si quieres.

-Qu� hay, se�or constructor.
-Hola Mario, �c�mo est�s? �Listo?

S�, ma�ana sacar� fotocopias y a continuaci�n te lo llevar� al ayuntamiento.

-Vale.
-�Vienes solo?

-No, Julieta est� abajo.
-Yo preguntaba por Rita.

-Estoy detr�s de ti.
-Qu� contento me pongo en cuanto te veo.

-Demasiado amable, �no?
-�Quieres una copa Pierre?

-F�jate c�mo ha puesto la mesa, un desastre.
-Si es que los hombres no sirven para nada.

Vengo con un hambre terrible. Silvia, con la boca abierta te vas a quedar en cuanto me veas.

-�Vienes vestida de marciano?
-S� s�, de marciano.

�Qu� tal?

Qu� caras.

�Silvia!

�Silvia!

-�Qu� le ocurre?
-�Silvia!

-Habr� tenido alg�n disgusto.
-Ser� un corte de digesti�n.

Qu� dices, si a�n no hemos cenado.

Abre la puerta Mario. Vamos a llevarla a la cama.

No s�, no me fio mucho de Eusebio, est� algo anticuado y es un poco mani�tico. Deb� llamar un m�dico de urgencias.

�Hombre!

-�Qu� tiene, Eusebio?
-Es muy grave, �verdad doctor?

�Pero qu� dice? Tranquil�cense, se trata de un fuerte shock nervioso producido por la noticia de algo desagradable.

Julieta.

Menos mal, me he llevado un susto.

-�Qu� est�s pensando?
-Lo miso que t�.

-Es muy bonita.
-Y muy dif�cil, �no?

-Ya veremos.
-�Ves como eres una perversa?

-Tres pastillas diarias.
-Muy bien.

Y pasado ma�ana vida normal. Te voy a dar otro tel�fono, el particular.

A su marido no le interesa mi receta. Lo siento caballero.

Tanto gusto.

Tu se�ora, �verdad?

-Cada d�a m�s joven.
-Es que Julieta es joven.

-Por lo tanto no tiene ning�n m�rito.
-Enhorabuena Pierre, es estupenda.

Gracias por haber venido tan deprisa.

-Adi�s.
-Adi�s, buenas noches.

(Altavoz)
Salida, vuelo setecientos tres, destino Gerona y Palma.

-Silvia.
-Pierre.

Silvia, he recorrido el pueblo de punta a punta busc�ndote.

S�, es que me refugio en este rinc�n para no ver a nadie. Y aqu� he venido mi mientras t� estabas en Madrid.

Pero ya estoy aqu�, y tienes que alegrar esa cara.

-Contigo s�, Pierre.
-Vamos.

-Espera. Y ahora volver� a ir a la academia.
-Ahora no, ahora vienes conmigo.

-Sube.
-Oh, qu� sorpresa. �Qu� es esto?

-Tu cena, tienes que alimentarte.
-Qu� pillo eres.

�Pierre!

�Hombre, qu� alegr�a! �Qu� haces t� por Lloret?

Pues eso... que pasaba por aqu�, �verdad?

A usted la visit� hace unos d�as en su casa.

-Ah, �s�?
-S�. Que tal, �bien?

-S� s�, muy bien.
-Ya.

�Qu� te pasa a ti, Pierre? Te veo p�lido y ojeroso. �Quer�is subir?

�Pero no vives en Tosa?

S�, pero he abierto aqu� un consultorio. Algo como una cabeza de puente, �sabes?

D�nde vais tan cargados, �pens�bais invitarme a merendar?

Ver�s, no...

Hemos venido a comprar unas cosas, especialidades de aqu�.

Bueno, adi�s Eusebio. Es que llegamos tarde.

Adi�s hombre. Dale recuerdos a tu mujer, me gusta m�s que �sta.

�Qu� hacemos ahora?

Nada. Qu� quieres hacer, si tienes un miedo cerval a que te vean,

a que te digan que el hijo del cacique tiene una amiguita.

-Compr�ndelo.
-Si ya lo s�, que tienes que heredar pronto. Adi�s.

-�D�nde vas?
-No sufras por m�, si estoy contenta.

Ll�veme a Tosa. Bueno, bajar� un poco antes, ya le avisar�.

Qu� haces, loca. �Me quer�is emborrachar?

Nosotras tambi�n estamos bebiendo, y lo pasamos muy bien.

-Oye Julieta, si soy atrevida es por esto.
-Me gusta que seas atrevida. Adelante.

Rita se acuesta contigo.

-S�. �Quieres verlo? Rita.
-Dime cari�o.

�Quieres ponerla nerviosa?

No lo creas, Silvia no es ninguna ni�a.

Yo me tendr�a que marchar.

Espera, t� y yo somos grandes amigas y tambi�n nos queremos, �no?

-S�, pero de otra manera.
-Julieta siempre me hablaba de ti.

Algunas veces hemos gozado pensando... Silvia, bonita.

-Qu� calor tengo.
-Es el whisky.

Son tus palabras, tus ojos.

No s� lo que me digo. Me hab�is emborrachado. Todo lo veo tan hermoso.

Estoy loca de calor. S�lo el vestido, �eh?

Dejadme. Tengo las mejillas ardiendo.

-Es la emoci�n, cari�o.
-A nosotras nos ocurre lo mismo.

Eres tan bonita.

No.

�Sabes lo que eres t�? Una lesbiana.

Silvia, no seas ni�a.

-Me caigo.
-Ven.

�Por qu� tan seria?

Me gustas.

-B�sala, ser�s muy feliz.
-Nosotras tambi�n.

-�Mi madre! Si se enterara Pierre...
-�Pierre? Qu� le importa lo que t� hagas.

S�, claro. Es que estoy delirando.

Julieta, te odio.

Yo te quiero.

-Mentira, s�lo eres una caliente.
-S�.

B�same.

B�same Julieta.

B�same, �quieres?

Nunca me di cuenta. Eres bonita.

Rita, bonita, �has visto?

�Qu� fr�a!

�Qu� rica est�!

Silvia, �qu� haces en Lloret haciendo footing? �Es porque est�s cerca de tu apartamento?

T� no me echas en falta, nena.

No, ahora me divierto mucho. Julieta me invita a merendar, y lo pasamos colosal. Ayer tambi�n estuve.

-Ah, entonces es que le caes muy bien.
-Por lo visto.

-Ven, tengo la soluci�n para que podamos vernos.
-�Te esconder�s detr�s de una barba postiza?

A este hotel ya ven�amos antes de que me compraras el apartamento.

Claro, por eso me acord� de �l.

-�Aqu� estar�s seguro, mi terrateniente?
-Sobre todo si no surgen m�dicos inoportunos.

-Fresones con nata.
-Qu� horror, detesto los fresones con nata.

La se�ora quiere fresones sin nata. O sea, desnatados. As� de f�cil, para joder al personal.

-Espere, a m� deme...
-Fresones con nata.

Oiga, qu� se ha cre�do. Ll�vese esto ahora mismo.

-T� siempre ser�s una neur�tica.
-Julieta, yo te los pinchar� y te los dar� limpios.

Llevo unos d�as agotadores.

Mucho ensayo, �eh?

�Ensayo? Al principio, ahora soy una maestra. No creo que lo entiendas.

Claro que s�, tienes grandes condiciones para el baile.

Ahora el que baila eres t�.

Camarero.

-Deme fresones con moscatel.
-Fresones con nata.

-Le he pedido fresones con moscatel.
-Fresones con nata.

Oiga, llame al director.

No. No ir�s a pedir el libro de reclamaciones, deber�amos poner qui�nes somos y todo eso. Te comprometes.

-�Sabes lo que eres, Pierre?
-Claro que s�, tu amor.

�Mi amor? Lo que t� eres es un gilipollas.

-Tus besos son m�s dulces.
-S�, pero te subir� el colesterol.

�Has pedido el champagne?

Hace rato que lo subieron, y debe estar m�s calentorro que vosotras dos.

Qu� dif�cil.

Oye, ves subiendo, �quieres?

As� son deliciosas.

Este gilipollas va delante a la habitaci�n, porque es m�s disimulado.

-Claro, tu reputaci�n, tu fortuna, tu padre.
-Bah.

Si es en el piso de abajo.

Macho, me has pillado el mism�simo juanete.

-�Pierre!
-�Mario!

�Qu� haces aqu�? �Venta de parcelas a los �rabes, o una canita al aire?

�Es que vas a zumbar a alguien con esta porra?

No te despistes, t� y yo estamos aqu� por unas faldas.

Hombre, Mario, piensa en Silvia, tu querid�sima mujercita.

Y t� piensa en Julieta, tu amant�sima esposa.

La vida ser�a colosal si no tuviera que aguantar a esa Julieta.

-Si quieres te la cambio por Silvia.
-No hombre, joder. Paso, paso.

-Nunca te o� decir palabrotas.
-�Es que t� no sabes que yo soy un gilipollas?

S�, pero no lo digas a voces que mucha gente no lo sabe todav�a.

-Una copa, para celebrar nuestro encuentro.
-Vale, a la salud de un cornudo conocido.

�Julieta, Rita!

Silvia, �qu� hace una mujer como t� en un lugar como �ste?

No te dir� la verdad porque soy muy mentirosa.

Pero eres sensacional, Silvia.

Mis piernas han sido elegidas porque son m�s contorneadas.

Pero las m�as son m�s largas. Y con menos pelo.

Ser� porque te los afaitas.

Te digo una cosa, si tu mujer se pone muy pesada, le arreo con esto.

�Mi mujer! Borracho perd�o...

Para que crezcas.

Est�pida, te crees una reina con esto del vis�n, �eh? Turur� papa...

Tendr�s que buscarte otra bragueta porque la m�a la tienes arrugada, aburrida.

Gilipollas.

No mujer, eso lo es el se�orito, el cacique.

Te voy a poner el culo morado, como a ti te gusta.

Adelante Julieta.

�No, no!

S�, s�, s�...

-Estar�n durmiendo.
-La borrachera.

Buenos d�as. Cari�o, amorcito. �Qu� pasa?

-Vaya chasco que se habr�n llevado.
-Es que Julieta es el mism�simo diablo.

Sin cuernos.

-Querido, vamos hacia all� que hay m�s sol.
-Qu� dices, el sol est� ac�.

Oy, qu� listo.

-�Quer�is ver mi vis�n?
-S�, claro.

-Qu� ciegos hemos estado, qu� ciegos.
-Y nos pon�amos los cuernos uno al otro.

Oh, mira. �Chumi! �Chumi-Chumi!

�Chumi!

�Qu� sorpresa tan deliciosa! Y el jefe, qu� blanquito est�, �verdad?

Es que no he tenido tiempo para un bronceado intensivo, es que aqu� pasa el tiempo volando volando.

Ya, pero hab�is pasado la noche juntos, �eh?

�Se nota que somos un poco afeminados?

�Un poco? Calla, marica.

Chumi, nos veremos esta noche en el Pub, adi�s.

Ah no, os acompa�o que aqu� os pueden pervertir.

Es tan mona.

�Que ni�o!

El divorcio le costar� los cien millones que pensaba heredar, y yo podr� estar viajando toda la vida.

De momento pasar� un mes en las Bahamas.

-�Sola?
-�Ser�s capaz?

Como tendr� m�s dinero que los �rabes, �me llevar� el har�n completo!

-Me has hecho sufrir.
-Perversa.

-�La matamos?
-S�, �a besos!

-Hasta luego, Carlos.
-Adi�s.

-Ya te llamar� Lola, celosa.
-Vamos.

-Ay nenas, qu� ilusi�n. T� sabes nadar, �no?
-S�, como una llave, glu-glu-glu.

-�Y t�?
-�Yo? En la ba�era s�.

Hijas m�as, sois tontas del culo. Seguidme a la monta�a, que all� agua no, pero follaje...

-�Ay no, no! �Cosquillas no!
-Besitos, besitos.

Adi�s Chumi.

-La tienes muerta, �muerta!
-Calla loca.