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Entra en un mundo
más allá de tu percepción.

Un mundo de animales extraordinarios

con poderes ocultos
y sentidos excepcionales.

Si crees conocer a la naturaleza...

reconsidéralo.

SÚPER NATURAL

En este mundo impredecible...

NARRADO POR BENEDICT CUMBERBATCH

...los animales hacen lo que sea
para mantener a salvo a sus familias.

Pero con la paternidad
viene una gran responsabilidad.

Esta jacana africana macho
se quedó a cargo de los bebés.

Durante cuatro semanas,
ha cuidado solo a sus huevos.

Y como nacieron hace dos días,
los lleva bajo el ala.

Los pollitos de jacana salen del cascarón

como copias de los adultos
del tamaño de una caja de fósforos.

Y son sorprendentemente independientes.

Al igual que los de papá,
sus enormes dedos separados

reparten su peso
sobre una gran superficie,

por lo que casi pueden caminar
sobre el agua.

Se aventuran en lo profundo
del campo de nenúfares

alimentándose de moscas.

Papá transita una línea delicada
entre darles a sus pollitos

la libertad que necesitan para crecer

y mantenerlos a salvo.

Pueden ser autosuficientes,
pero son ingenuos ante el peligro.

Solo uno de cada cuatro
llegará a la edad adulta.

Con una vista extraordinaria,
las águilas pescadoras africanas

ven a través del reflejo

que se desprende del agua
y se enfocan en el movimiento.

Cuando las jacanas sienten una amenaza,
por lo general recogen a sus crías

y buscan un lugar seguro.

Pero sus polluelos
están demasiado dispersos.

Así que envía
una llamada de alarma secreta,

desencadenando
un increíble instinto antidepredador.

Los pollitos se quedan inmóviles.

Papá solo puede esperar a que se mantengan
lo más quietos posible.

En cuanto pasa el peligro,
corre a recogerlos.

Pero uno de sus pollitos
sigue desaparecido,

todavía congelado.

Los agujeros en su pico

actúan como un tubo respirador
y la ayudan a respirar.

Pero como está bajo el agua,
no oye el llamado del padre.

Cuanto más busca, más atención atrae.

Los cocodrilos detectan vibraciones
con su piel extremadamente sensible.

Esas patas enormes tienen un precio.

Por fin, la llamada de papá
está lo suficientemente cerca

y el pollito se mueve hacia él.

Al fin juntos

de nuevo

y arropados con papá.

Cuando los animales aceptan el desafío
de criar jóvenes,

se necesitan habilidades fenomenales
para mantener a la familia fuerte.

DESCENDENCIA

Las madres hacen todo lo posible
para asegurar

el mejor comienzo
en la vida para sus crías.

Esta tortuga gigante del río Amazonas
busca la playa perfecta

para poner sus huevos.

El problema
es que solo existen durante dos meses

al final de la estación seca...

escondidas debajo de un complejo laberinto
de vías fluviales.

Y el río está demasiado turbio
para encontrar su camino.

Pero esta mamá está decidida.

Aprovechando una increíble red oculta,

navega hacia los débiles llamados
de otras tortugas.

Se hacen cada vez más fuertes

y se multiplican.

Desde un área
de casi 4000 kilómetros cuadrados,

las madres tortuga se reúnen.

Son 40 000.

De alguna forma,
junto con las otras hembras,

debe asegurarse
de que los huevos eclosionen

con el inicio de las lluvias.

Si pone los huevos demasiado pronto,
las crías no podrán desenterrarse

de la arena caliente y seca.

Si los pone demasiado tarde,
el agua ahogará los huevos.

Recientemente descubiertas,
estas tortugas tienen una gran habilidad

para predecir el futuro.

Utilizando la inteligencia colectiva,
eligen el momento ideal para la puesta.

Con ocho llamados diferentes,
hablan de humedad, temperatura,

y el nivel del agua,

hasta que llegan a un consenso.

El momento es ahora.

Usa la guía de otras para elegir su lugar,

aquí mismo en el centro de la playa.

Al anidar juntas,

les dan a cuatro millones de tortugas bebé

la mejor oportunidad de supervivencia
dentro de dos meses.

Mientras los huevos
se incuban en la arena,

arriba, por fin llegan las lluvias.

Al igual que su madre,
esta tortuga recién nacida está hablando.

Y no está solo.

Miles de nidos en la playa
participan de esa conversación.

Juntos deciden
el momento perfecto para emerger.

La arena húmeda es fácil de cavar,

pero emerge en un mundo peligroso.

Algunos nunca llegarán al río.

Pero el increíble trabajo en equipo
de las madres

asegura que estas tortugas

gocen de la seguridad de las masas.

Escondidos entre la multitud,

manteniéndose comunicados,

los que están al frente
animan a los demás.

Y al igual que su madre antes que él,
con la guía del grupo,

lo logra.

Ahora debe nadar hacia un lugar seguro.

E increíblemente, tiene a alguien
que le muestra el camino.

Mamá sigue aquí.

De hecho, todas las madres tortuga
estaban esperando.

Cuando oyen a sus crías, las llaman,

guiándolas hacia aguas más profundas.

Este reciente descubrimiento
es el primer ejemplo de padres tortuga

ayudando a su descendencia
después de que nacen...

Para muchos animales,

una crianza superpoderosa
comienza mucho antes del nacimiento.

Dentro de un útero,
una vida extraordinaria está comenzando.

Cuatro meses de edad, menos de 30 gramos.

Antes de nacer, este elefante africano
debe aumentar su peso 6000 veces.

Y alguien más
estará haciendo el trabajo pesado.

Una madre elefante se enfrenta
a la mayor gestación de los mamíferos.

Debe llevar a su bebé en el vientre
durante casi dos años,

manteniéndolo en crecimiento...

a lo largo de estaciones extremas,

y a salvo de muchos enemigos mortales.

Pero no tendrá que hacerlo sola.

Su manada es su salvavidas...

y el suyo también.

Ya con 12 meses en el útero, los oídos
y la audición se siguen desarrollando.

Pero ya escuchan...

con las patas.

Unas células especiales
en los dedos de las patas y los talones

recogen las vibraciones

de la manada comunicándose.

Aprende a reconocer a mamá...

y a su gran familia extendida.

Con comunicación y cooperación,
los elefantes forman vínculos poderosos

y redes sociales esenciales
para su supervivencia.

Pero dar sentido a la vida
dentro de la manada

requiere una inteligencia increíble.

E incluso a los 20 meses,
necesita más tiempo para desarrollar

el cerebro más grande
de cualquier animal terrestre.

Entonces, la madre prolonga el embarazo
por otros dos meses,

manteniendo el flujo de hormonas
hacia el vientre...

hasta que por fin está listo
para el mundo exterior.

Los ojos del bebé recién nacido
todavía no funcionan a pleno.

Pero los llamados
de baja frecuencia de mamá

son tranquilizadoramente familiares.

Las otras hembras de la manada
lo calman con suaves retumbos,

y muestran su entusiasmo
secretando feromonas

de las glándulas temporales.

Pero hay poco tiempo para celebrar.

El olor del nacimiento viaja rápidamente
en el aire de la mañana.

Otras hembras quitan la placenta
y lanzan barro para disimular el olor,

la mamá lo anima a ponerse de pie
con la promesa de la leche.

Pero antes de que beba, deben irse.

Hay leones en la zona que se especializan
en la caza de elefantes vulnerables.

Pero en un mundo cada vez más cálido,

el mayor peligro para un recién nacido
es la deshidratación.

La lluvia no llegó este año.

Se requiere la fuerza combinada
de la familia

para encontrar agua durante la sequía,

y sorprendentes habilidades de crianza
para ayudarlo a sobrevivir en el viaje.

No todos los padres de animales
se quedan para proteger a sus crías.

En cambio, usan poderes sobrenaturales
para mantener a sus bebés a salvo

cuando se van.

En el bosque nuboso de Ecuador,
un kiki o rana diablito

ha estado ocupada buscando piscinas
para cada uno de sus cinco renacuajos.

Solo falta uno.

Segrega un líquido especial

para que su renacuajo
pueda nadar sobre su espalda.

Luego rastrea aguas estancadas
con su increíble sentido del olfato.

Pero las encuentra... allí arriba.

Las bromelias crecen en ramas
en las copas de los árboles.

Ahí arriba no hay suelo para absorber
el agua, así que recolectan la propia.

Es la piscina de crianza perfecta,

pero requiere de una escalada épica
por parte de la ranita.

Deja a su renacuajo en su nuevo hogar.

Pero aquí no tiene nada que hacer.

Debe volver a alimentarse
en el suelo del bosque,

dejando a su cría expuesta

a los depredadores que cazan
cerca de las aguas de las bromelias.

Pero mamá tiene un plan.

Abajo, en la hojarasca,

disfruta de un festín
de diminutas hormigas venenosas.

Tienen poco valor nutricional,

pero esta ingeniosa rana

puede asimilar las toxinas de las hormigas
en un compuesto mucho más potente...

que hace que su piel
sea mortal al tacto.

Se cubre con un escudo químico.

Ahora debe pasar
el poder de su veneno a sus crías.

En cada piscina,

pone un solo huevo sin fertilizar

mezclado con neurotoxinas.

Cuando los renacuajos lo comen,

se libera veneno del huevo

e inunda la piscina de crianza.

Las arañas errantes detectan a sus presas
degustando con sus patas.

Pero esta agua
es demasiado tóxica como para entrar.

Por dos meses,
esta mamá helicóptero continúa

dejando huevos envenenados
con sus renacuajos

asegurándose de que, a medida que crezcan,

se transformen en diablitos venenosos,

como mamá.

Cuando criar jóvenes
es inversión a largo plazo,

se necesita una crianza
aún más excepcional.

Seis cachorros son mucho,
especialmente para una madre primeriza.

Pero esta guepardo
desciende de un linaje de supermamás,

famosas por criar camadas grandes.

Manejar una familia tan numerosa
en la sabana africana

requiere un conjunto
muy particular de habilidades.

Debe cazar casi todos los días.

Para encontrar suficientes presas,
aprovecha un mundo sensorial oculto.

El impala.

Dejan rastros de olor con sus pezuñas

para mantener la manada unida.

Significa que ella puede rastrearlos
con su agudo sentido del olfato.

Pero hay quienes siguen a su familia
del mismo modo.

Los depredadores más grandes
buscan y matan cachorros de guepardo.

Para evitar que rastreen a su familia,
esta madre hace algo notable.

Al neutralizar
los compuestos de azufre en su dieta,

quita el olor de su orina,

haciendo que sea casi imposible seguirla.

Seis cachorros son una desventaja
para un depredador sigiloso.

Pero su ventaja es su habilidad para cazar
durante en el día, cuando hace calor.

A esas horas,
otros depredadores descansan,

así que este es el momento más seguro
para dejar a sus cachorros

y salir sola.

En la espesura, su pelaje manchado
se mezcla con la luz moteada

permitiéndole acercarse a un objetivo.

Pero su acercamiento final...

debe ocurrir en campo abierto.

Entonces, una vez más,
pone el calor a su favor.

Los ojos laterales dan a los impalas
un amplio campo visual,

pero su percepción de profundidad
es pobre.

La bruma del calor
actúa como un manto de invisibilidad

permitiéndole esconderse a plena vista

y así acercarse más y más

hasta estar lista para atacar...

De cero a 100 kilómetros por hora
en menos de tres segundos.

Por fin, una comida de tamaño familiar.

Aun así, hace que sus cachorros
coman rápido. El tiempo es escaso.

En cuanto la carne está expuesta,
la sangre se mezcla con el oxigeno

creando un aroma
que llega lejos con el viento.

Pero ella tiene una habilidad asombrosa
para ver venir los problemas

y estar un paso adelante.

Con la barriga llena,
toda la familia está a salvo.

Finalmente,
mamá debería descansar un poco.

Pero no demasiado.

En poco más de un año, debe preparar
a estos cachorros para su independencia.

Los padres trabajan mucho

preparando a las crías
para salir al mundo.

La jungla urbana de Chicago

puede no parecer
un buen lugar para criar niños,

a menos que seas un padre superpoderoso.

Para un peregrino,

la Ciudad de los Vientos
tiene mucho a su favor.

Hay una red invisible
de corrientes de aire

que fluyen por el centro de Chicago

que esta madre usa a su favor.

Cuando el sol calienta
el asfalto y el cemento,

crea poderosas corrientes térmicas

que la ayudan a volar
casi un kilómetro sobre el horizonte,

lista... para lanzarse al vacío.

A 400 kilómetros por hora.

Y si su presa
se esconde detrás de los edificios,

ella canaliza el flujo de aire rápido

entre las manzanas
como una corriente a chorro

aumentando su velocidad horizontal,

aprovechando el elemento sorpresa.

Cazando en la ciudad,
puede criar más jóvenes

que sus primos peregrinos rurales.

Durante las últimas cinco semanas,
alimentó a tres polluelos

proporcionándoles todo lo necesario
para sobrevivir.

Con un poco de ayuda del superpapá.

Comparten el cuidado de las crías
y la caza.

Ahora, los polluelos están emplumando.

Y en solo ocho semanas,

deberán estar listos para sobrevivir
en la ciudad por su cuenta.

Educarlos será el mayor desafío de crianza
hasta ahora.

Así que, cuando papá va a buscar
el almuerzo para la familia,

mamá comienza a educar a sus polluelos
en vuelos urbanos extremos.

Aprender a cazar por encima de la ciudad
requiere habilidades singulares.

Mamá debe mostrarles cómo usar
estas complejas corrientes térmicas

como autopistas aéreas.

Así que se los demuestra...

una vez…

y otra vez…

y otra vez.

Los pollitos practican el equilibrio
en las corrientes térmicas

hasta que por fin

están listos...

para volar.

Ahora que descubrieron cómo volar,

es hora de pasar
a acrobacias aéreas más avanzadas.

Papá regresa con un incentivo
para llevar la lección al siguiente nivel.

Liberar presas ayuda a enseñar
a sus polluelos cómo usar la gravedad

y cambiar la forma de su cuerpo
para cortar el aire

y ganar velocidad.

Ahora mamá sube la apuesta
con el pase de comida,

un paso esencial
para desarrollar la agilidad

de atacar presas rápidas.

Ningún otro pájaro dedica tanto tiempo
a educar a sus jóvenes.

Pero con la inversión
viene la recompensa.

En solo un mes,
una nueva generación de supercazadores

estará lista
para esta ciudad grande y mala.

En este arrecife de coral,

hay un animalito
que nunca deja partir a su descendencia.

Una esponja de mar
es un castillo viviente

para una reina de los alféidos...

y su colonia de 300 miembros.

Cada camarón no es más grande
que un grano de arroz.

Y ella posee fuertes poderes
para mantenerlos bajo control.

Emite un cóctel químico

que suprime
la capacidad de sus hijos de reproducirse

convirtiéndolos
en trabajadores obedientes.

Trabajan sin descanso,
limpiando la esponja

y manteniendo los pasajes.

Pero no todos sus súbditos nacen iguales.

Otros se convierten en soldados

con garras descomunales
e instinto de defensa.

Las estrellas de mar
son depredadoras de esponjas,

siempre tratando de comer los camarones
que están fuera de casa.

Aunque es alrededor
de mil veces más grande,

los camarones se unen contra el enemigo.

Con todos los soldados haciendo guardia
en el frente, una amenaza llega por atrás.

Un gusano poliqueto,

perfectamente formado para infiltrarse
en el corazón de la colonia.

Pero no comen esponjas.

Esas mandíbulas
son para rebanar camarones.

Los trabajadores no pueden defenderse.

Pero con los clics de alarma
piden refuerzos.

Llegan los soldados
y despliegan su arma más potente.

Chasquean las pinzas tan rápido
que vaporizan el agua

generando una burbuja.

Cuando la presión del océano
hace que la burbuja implosione,

el agua en el interior se sobrecalienta
a casi 4000 grados centígrados

y expulsa una poderosa onda de choque.

Aturde al gusano
y hace que se retire.

Pero no antes de que el daño esté hecho.

La reina está muerta.

Apenas se elimina su influencia,
hay una lucha por el poder.

Libres del control químico de su madre,
los trabajadores se transforman.

Y el ganador es el primero en madurar

y empezar a ejercer influencia
sobre sus hermanos.

El linaje sigue vivo.

Las familias son las más poderosas
cuando permanecen unidas.

Pero eso no siempre es una opción.

La búsqueda de agua
se torna tan desesperada,

que divide a esta familia.

Los elefantes pueden cubrir
32 kilómetros por día,

pero algunos sufren para seguir el paso.

Por cada paso que da un adulto,

una cría debe dar seis.

La manada debe seguir moviéndose,

pero una madre no abandonará a su bebé.

Con 38 grados de calor,

están agotados,

cerca de la deshidratación,

cerca de la muerte.

Exponer el suelo fresco es la única manera
de darle alivio a su cría.

Le da a ella un poco de tiempo...

para invocar su mayor superpoder.

Se inclina hacia adelante, cambia el peso
para alinear la cabeza con las patas.

Extiende las patas delanteras

para pegarlas por completo al suelo.

Luego hace algo extraordinario.

Siente a su familia…

a cinco kilómetros de distancia.

Usando la trompa
para bajar la frecuencia de sus llamados,

la manada envía vibraciones
a través del suelo.

Las células sensibles en las patas
de la madre captan el sonido

y lo canalizan por el esqueleto
hasta el oído.

Al cambiar de posición,
descifra la dirección del mensaje

y su significado.

La familia los anima.

Su bebé no aguanta mucho más,

pero la mamá está decidida.

Sabe que la familia los llama
por una buena razón.

Usando la misma habilidad
para detectar vibraciones distantes,

escucharon algo fenomenal.

Las tormentas eléctricas también producen
infrasonidos de baja frecuencia.

Se cree que los elefantes pueden sentirlos
a más 160 de kilómetros de distancia.

Manteniendo todos los oídos en el suelo,

la manada se dirige directo a la fuente.

Están hambrientos y débiles.

Pero la promesa del agua vital
los impulsa.

Hasta que por fin...

está al alcance.

El mensaje de esperanza
se propaga por todas partes

y se reúnen más elefantes,

hasta que toda la familia extendida
se reencuentra...

o casi.

Al bebé todavía le cuesta avanzar.

Pero mamá nunca se aparta de su lado,

y ahora están tan cerca que pueden olerlo.

Cuando la familia se mantiene unida,

comunicándose y trabajando en equipo,

todos, por pequeños que sean,
tiene la mejor oportunidad de sobrevivir.

Continuar el linaje
es la máxima misión de la vida.

Se necesitan
todos los superpoderes posibles

para proteger y proveer para la familia

y asegurar el futuro

para una nueva generación
de animales asombrosos.

Si crees conocer a la naturaleza...

reconsidéralo.

Subtítulos: Damián Lighterman