All language subtitles for Capitan John Smith y Pocahontas (1953)

As� que usted es el capit�n John Smith,

para algunos el peor bandido del reino,

y para otros el aventurero m�s audaz.

Me declaro culpable de ser
John Smith, Majestad.

E igualmente culpable
de haber servido a mi rey

y a la colonia de Virginia lo mejor posible.

Hemos o�do historias extra�as
y contradictorias

sobre el capit�n Smith y Virginia.

Por ello, le hemos llamado
cuando nos enteramos de su regreso.

Para escuchar su propia
versi�n de los hechos.

Sr. Saunders, por favor tenga todo en
cuenta, sin obviar una sola palabra.

P�ngase c�modo, capit�n,su historia
ser� as� mas f�cil de contar.

Gracias, Majestad.

Se�or, mi historia comienza en Jamestown.

Estamos en la primavera del a�o 1607.

En bancos pantanosos
del r�o James,

algunas tiendas y cobertizos
marcan el nacimiento

del primer asentamiento
permanente del Nuevo Mundo.

Las 8 de la ma�ana y todo estaba bien.

Todo est� bien.

Pero en aquellos momentos, all�
no se respiraba ese ambiente.

La mayor�a de los colonos,

decepcionados al descubrir que Virginia
ofrec�a m�s serpientes que oro,

ya se dispon�an a abandonar la colonia.

�Quereis morir de fiebres
como el capit�n Gosnold?

Digo de abandonar
esta tierra de barro in�til.

Tenemos tres buenos barcos
anclados en el r�o.

M�s al sur, se encuentra el Caribe,
y la Indias y sus riquezas.

- Huele a pirater�a.
- �Pirater�a, dices?

�Es que Drake fue acusado de pirater�a?
�Y Hawkins?

No cuando regresaron
cargados de oro espa�ol.
- Seguramente no.

�Y Smith? Tendr� su opini�n.

El capit�n John Smith.

Ese caballero de mano dura
no estar� m�s en desacuerdo.

Como ustedes saben,

se encuentra encerrado en
la Goodspeed por orden m�a.

Habr� que esperar hasta
su juicio por mot�n.

Nadie ha trabajado m�s duro que �l
para esta colonia.

Fue injusto ponerle los grilletes.

Almacenad alimentos. Labrad la tierra.

Talad el bosque.
Yo me encargar� de John Smith.

Era un plan lleno de sentido com�n.

Al diablo el sentido com�n.

Enviar� al capit�n Smith
al infierno en los pr�ximos d�as.

No habeis salido de Inglaterra
para convertiros en agricultores

y hacer amistad con los indios.

-�De acuerdo conmigo, Davis?
-Afirmativo

- Vinimos en busca de oro.
- S�, es bueno recordarlo.

Oro. Encontraremos oro y regresaremos
a Londres, ricos como pr�ncipes.

Que as� sea, pero usted no tiene
poder para arrestar a John Smith.

Escuche, Sr. Rolfe.
Debe entender una cosa.

-Ahora, yo mando en esta expedici�n.

Ir� donde yo lo ordene,
y cuando lo ordene.

Y en caso de desacuerdo, todav�a hay
grilletes libres en la Goodspeed.

Pero la horca no me gustaba.

Romp� mi camisa en tiras
y simul� un suicidio.

Esper� que se presentara una oportunidad.

y finalmente lleg�.

�Oficial! �Oficial de guardia!

El prisionero se ha ahorcado.

Pero no estaba dispuesto
a dejar Jamestown

en manos de unos pocos egoistas.

Graznidos de pavo.

Pero �desde cu�ndo las aves
gritan como con voz humana?

Algo acechaba en el bosque
entre Jamestown y yo.

Y apostar�a mi cabellera

que sus pocas plumas
estaban pegadas a sus cabezas.

Silencio.

Capit�n Smith.

Indios, van a atacar.

No, imb�cil.

Despierta a los hombres en silencio.

Est�se quieto, Wingfield.
Los indios van a atacar.

Indios. �Qu� est� diciendo?

- �Y c�mo ha escapado?
- Siendo silencioso.

Est�n esperando que amanezca,

pero atacar�n antes si nos oyen.

Bien. Les daremos una buena lecci�n.

Nosotros vamos a recibir la lecci�n,
son cinco contra uno.

Nos quieren matar
debido a vuestro comportamiento

y la violaci�n de sus mujeres.

- �Qu� hacemos, John?
- Despierta barril de vino.

Apagad la luz.
Corred la voz a todo el mundo.

Los indios van a atacar.

Poneos en posici�n defensiva
detr�s de los refugios.

Y advertid a los barcos.

Daos prisa o no vereis el amanecer.

Tratamos de enviar
un mensaje a los barcos

Pero cada intento era frustrado
por la flecha de un centinela.

Nosotros estar�amos abrumados por el n�mero
antes de poder hacer hablar a la p�lvora.

S�lo ten�amos que esperar.

Una ansiosa espera.

Las armas estaban preparadas.

M�s all� del peque�o grupo de colonos,
los tambores anunciaban nuestra derrota.

He o�do algo
en la maleza.

No. Descubrir�n nuestras posiciones.

Camina, chico.
No te quedes ah� sudando.

Idiota.

Ahora.

-Huyen.
- Mantengase alejado y recarge energ�a.

No vamos a escapar tan f�cilmente.

No s� c�mo ha conseguido
abandonar el barco,

pero aqu� hay alguien
m�s que da las �rdenes.

Si quiere resolver el problema
Ahora, yo ...

�Mirad!

Nos quieren obligar a salir a descubierto.

Llevar� un grupo al r�o, capit�n.

No. No hay necesidad de limpiar el r�o. Rolfe.

-Id al barco. A nado.
-S�, capit�n.

- Cargad los ca�ones.
-�Qu� objetivo?

El campamento.
Que disparen balas y metralla sobre el lugar.

Una cosa m�s.

Enviad una se�al
diez segundos antes de la andanada.

A continuaci�n, dispare todo lo que pueda.

Va a matarnos.
Dej�ndonos a merced de los indios.

No si actuamos r�pidamente. Adelante.

Otros, cavad una zanja
a lo largo del r�o, vuestra vida depende de ello.

Seguidme.

No haced caso a este joven gallo de pico grande.
corr�is a la muerte.

Los que no caven
no tendr�n refugio.

- Vamos.
- Chicos, escuchadme.

D� las �rdenes como
si el propio rey lo hubiera ordenado.

No por mucho tiempo.

Si John Rofe consiguiera
ganar las naves a tiempo,

tendr�amos una oportunidad.

Pero en aquel momento, no hab�a
oportunidad alguna para Jamestown.

Es la se�al. Todos a los refugios.

John.

- Buen trabajo, John Rolfe.
- Me alegro de veros a todos.

- Tem� que le hubiera pasado algo.
- Al menos queda la mitad del grupo.

Es muy poco.

Qu� gloria, esconderse en un agujero
antes de la batalla.

Me parece que vi� algo
en el interior del agujero.

Vamos, muchachos.

Tenemos trabajo que hacer.

- �Qu� dice el inventario, Joh?
- Esto no es conocido, capit�n

Est�bamos un poco justo antes del ataque.

Y all�, entre los indios y los ca�ones,

casi lo perdimos todo.

He hecho una lista:
200 libras de pescado seco ...

�Qui�n le ha autorizado a hacerlo?

�Qui�n le ha autorizado a usted preguntarlo?

Yo soy un caballero de m�s alto rango
que cualquiera de vosotros.

Eso lo tiene que discutir usted
con su madre, no conmigo.

Me gustar�a tratar este asunto,
aqu� y ahora.

Se�ores.

Propongo una votaci�n.

Yo tengo un candidato.

Salv� nuestra piel.

Y le tirar�a del rabo al diablo
en persona si fuera necesario.

- �El capit�n John Smith!
- �S�!

Imb�ciles, este asunto requiere
un caballero, no un aventurero.

Para m�,
es el coraz�n de un hombre lo que cuenta.

Poco importa si no naci�
en s�banas de seda.

Yo voto por el Capit�n Smith.

- S�, yo tambi�n.
- Y yo.

Sois todos unos idiotas.

El Sr. Wingfield es de buena cuna.
ser� un buen jefe.

Es la verdad.

�Qu� dice usted, Capit�n?

Hablar� despu�s de la votaci�n, Charlie.

Bien, vamos a votar.

�Qui�n vota por el se�or Wingfield?

- Yo.
- Yo tambi�n.

�Y qui�n vota por el capit�n John Smith?

- �Hurra!
- �Capit�n John Smith!

�Algo que objetar, se�or Wingfield?

Si, cuando sea el momento oportuno.

Gracias, amigos.

Pero os advierto,
no os prometo una buena vida.

No conseguireis las pepitas de oro
que so�asteis en Inglaterra,

mientras bellas j�venes indias
os cantan baladas.

No.

Vais a tener que trabajar duro y apretar
la cintura para evitar las flechas indias.

Bueno, basta de charla. A trabajar.

Y el primer ejercicio para vuestros m�sculos
ser� construir una empalizada.

Vamos muchachos, al trabajo.

John. �Puedo hablarte?

S�. Por qu� no.
Yo no puedo construir esto solo.

�Has contado las raciones?

Es peor de lo que pensaba.

Habr� una media raci�n para todo el mundo.

Y ni siquiera s� si nos
durar� hasta el invierno.

Entonces ser�n medias raciones,
incluso cuartos de raciones si es necesario ..

Los est�magos vac�os ser�n quiz�s
la fuerza de estos hombres

para cazar y cultivar.

Adm�telo, capit�n.
Ellos no tienen coraz�n para eso.

Estos llamados se�ores de buena cuna
esperan que se les sirva.

Tan pronto como les anuncie las medias raciones,
apoyar�n a Wingfield.

Ellos quieren subir r�pido
a los barcos y dejar la colonia.

Entonces dejo en tus manos
eliminar otra posibilidad.

�C�mo?

Lo ver�s ma�ana por la ma�ana.

Hasta entonces, no hables con nadie sobre el inventario.

Est� bien.

�Capitan Smith!

�Sr. Wingfield! �Despierte!

Los barcos se han ido! �Lev�ntese!

�Los barcos! �Se han ido!

�Los barcos se han ido!

Nos han abandonado.

- �Los barcos se han ido!
- Mot�n.

Nada de eso.

- V�alo usted mismo, se han ido.
-S�, lo hicieron por orden m�a.

Esos nav�os eran nuestra �nica esperanza.

Se nos condena a morir de hambre,

a menos que las flechas de los indios
no acorten nuestro sufrimiento.

- Vamos a morir.
- Era la �nica forma de escapar.

Cuanto m�s tenga eso en la cabeza,

m�s debilitar� sus propias fuerzas.

Debe hacerle frente
para seguir con vida.

hasta el regreso de los barcos
con comida para el invierno.

�Y qu� vamos a hacer si los indios
vuelven a atacarnos?

No tenemos ca�ones
para protegernos.

Voy a hacer la paz
con su gran jefe Powhatan.

Ese viejo salvaje jur�
la muerte de todos nosotros.

No podemos arriesgarnos a una expedici�n
en una zona desconocida.

Estaremos a su mercerd
ante cualquier ataque.

No me llevo soldados.
S�lo dos voluntarios.

Escuchad por qu�.
.

�Qui�n ser�a tan est�pido

para acompa�arle y acabar con
su cabeza clavada en un poste?

�Yo!

Mi padre me llamaba carne de horca.
�Qu� tengo que perder?

- Gracias, Charles.
- Voy con usted, capit�n.

Creo que la compa��a de los pieles rojas
me ser� m�s soportable

que la de algunos de nosotros.

Usted acompa�� a este fanfarr�n
durante su vida,

s�galo tambi�n en su muerte.

En cualquier caso, hasta nunca.

Preparaos. Salimos al campo.

Hace un calor espantoso.

Puedo sentir el agua.

Yo preferir�a tenerla en el gusto.

Es in�til dar vueltas
por el bosque.

�Qu� sugiere?
Para m� todos los �rboles son iguales.

Me temo que hemos fallado, John.

Muy bien, este es mi plan.

Debe haber un camino en el bosque
que lleve a su campamento.

Fleming, t� buscar�s por el sur,
John ir� por el oeste,

y yo hacia el rio.

- Nos vemos esta noche. �De acuerdo?
- De acuerdo.

- Hay muchos,
uno encontrar�s.

Encuentra a los indios
antes de que te vean.

No te preocupes, amigo
aprecio mi cabellera.

Las aguas de Virginia eran
famosas por sus peces,

pero, qui�n esperar�a
encontrar estos peces.

La pregunta era: �c�mo pescarlos?

Pero mis sirenas eran t�midas.

Y lo peor es que se habian ido
sin dejarme una pista

sobre la ubicaci�n del pueblo de Powhatan.

La siguiente pregunta era:

�c�mo atraer a una sirena asustada?

Todo cazador sabe que
es m�s f�cil atrapar que cazar.

Decid� probar los efectos de la curiosidad.

Sab�a que pod�a contar
con la curiosidad femenina.

No tengas miedo.
No quiero hacerte da�o.

�Eres ingl�s?

Vamos a Pocahontas.

As� que te llamas Pocahontas.

�A Pocahontas le gustan las perlas?

No

D�jame.

Todas las mujeres aman las perlas.

No tengas miedo.

�Crees que quiero hacer da�o
a Pocahontas?

No.

Entonces t� eres la hija
del jefe Paspaheghans.

Mi padre es el jefe de todas las tribus
desde las aguas azules a las grandes monta�as.

Y se enfadar� si no me dejas.

�D�nde vive tu padre?

Rio arriba.

�Vas a dejarme?

Nunca he visto a una mujer
tan ansiosa por deshacerse de m�.

�A Pocahontas le gustar�a ver un hermoso espejo?

Lo miras....

Encontr� a esa salvaje
de lo m�s encantador.

Pero admito, que nunca imagin�

un encuentro con
una princesa india

no s�lo iba a cambiar mi vida,

sino tambi�n decidir el destino de Virginia.

- �Hacia d�nde?
- Rio arriba.

- �Un problema?
- El mismo que asust� al cuervo.

- No veo nada extra�o.
- Hay que ser m�s cuidadosos.

No dispares.

Parece que los indios no conocen las armaduras.

Corre un gran riesgo, capit�n.
Puede apuntar a su cabeza.

Lev�ntate. No queremos hacerte da�o.

Parece que lo encuentra
extraordinario, capit�n.

Nos interesa fomentarlo en ese sentido.

Lev�ntate.

�Eres Paspaheghan?

Paspaheghan. Nantaquas.

Venimos como amigos para ver a Powhatan.

A Powhatan no le gustan los blancos.

Pero por los dioses blancos, sonreir�.

No teneis nada que temer.

Estos blancos son esp�as y vienen
a nuestras tierras para robar y matar.

Su medicina es mala.

Malos demonios que vienen a tomar nuestras
mujeres y contaminar nuestros hogares.

Matan con su respiraci�n
y con sus armas.

La carne de los nuestros se convierte en heridas
dolorosas y se separa de los huesos.

Todos los blancos son serpientes
de lengua b�fida y venenosa.

Opechanco ha hablado.

Estos blancos son dioses.

Alejar�n del mal de ojo
a Powhatan y su pueblo.

Las flechas no les atraviesan,

caen como hojas muertas
arrastradas por el viento.

Este blanco es un dios
con grandes poderes.

Nuestros amigos no tienen
nada que temer.

Un blanco lleg� aqu�
hace muchas lunas.

Se llamaba Raleigh. Nos reunimos
varias veces.

Gran jefe, traemos regalos
como s�mbolo de paz.

Powhatan sabe qu� regalos
traen los blancos a su pueblo.

La enfermedad que cambia la piel
en escamas diab�licas.

La enfermedad que come la carne
y los pulmones.

Y con estos regalos viene la traici�n.

y las palabras
pronunciadas por una lengua b�fida.

Nantaquas ha visto lo que
hacemos a nuestros enemigos

cuando usamos nuestros poderes.

Nantaquas no ha visto tantos blancos
como Powhatan.

No sabe que llevan una piel de metal

adem�s de la suya.

Ahora les privar� de sus poderes.

Ser� una buena olla
para mis mujeres.

Ese bandido quiere matarte.

Es evidente que no le gusto.

Ya veremos en el siguiente.

Tienes el coraz�n de un �guila.

Te has ganado el derecho de
escapar de la muerte lenta por el fuego.

�Qu� quieres decir?

Que vamos a morir pronto
en lugar de ser torturados.

Morir�s a manos de Opechanco.

Es mi mejor guerrero.
Te doy ese honor.

�En un combate?

Opechanco no puede luchar contra t�
fuera del campo de batalla.

�Por qu� no aqu� y ahora?

Podr�as si fueras un miembro de la tribu.

Para �l, rechazarlo ser�a
cubrirse de verg�enza.

Y el ganador podr�a decidir
el destino del otro.

Pero eres un prisionero.

Opechanco es tu verdugo.

Des�tale.

Le ruego a Powhatan
escuchar la voz de su hija.

La lengua de Opechanco
no dice la verdad.

Este blanco y sus amigos
no son nuestros enemigos.

Ellos quieren vivir con nosotros
como hermanos.

Si se le env�a al pa�s de las sombras,

el gran esp�ritu dar�
la espalda a nuestro pueblo.

Pocahontas suplica piedad a Powhatan.

Pocahontas le pide que le d�
la vida de este hombre.

Los blancos han hechizado
a la hija de Powhatan.

Su lengua habla
pero sus o�dos no oyen.

�Por qu� Opechanco tiene el coraz�n
lleno de veneno contra los blancos?

�Qu� es lo que le hacen, a �l o a su familia?

Bellas palabras
de un guerrero novato.

Esto no es para los o�dos de un guerrero.

�De un guerrero? De un carnicero, .

No he dado permiso de derramar
la sangre de los hermanos de la tribu.

Powhatan, ves como la sangre
llama a la sangre.

Este hombre simplemente quer�a visitar
a Powhatan, en paz.

Deber�a tener los brazos listos para atacar
por si Powhatan le atacase.

Pocahontas reclama la vida de este hombre,
�Le recuerdo la ley de la tribu?

Pocahontas la conoce bien.

Que la vida de este blanco est� a salvo.

�Quieren hacerle miembro de la tribu?

En ese caso, �Porqu� no a nosotros?

�Qu� piensas t�, John? �Me conviene?

Los Londinenses seguro que pagar�an
por ver esto.

Recuerda que all� tienes
necesidad de dinero.

�Qu� quieres decir?

El vestido de boda india, �te gusta?

- �Boda?
- Te casas con Pocahontas.

�Es por eso que me salvaste?

Cuando Powhatan da tu vida
a Pocahontas, ella debe casarse contigo.

- Es nuestra ley.
- �Quieres casarte conmigo?

Al gran esp�ritu no le gustan los asesinatos.

Un indio mata a un hombre blanco,
un hombre blanco mata a un indio ...

No es bueno.

Es as� para mantener la paz.

S�.

Ella se casa para mantener la paz
entre el hombre blanco y el indio.

John, esto es una boda salvaje.

As� nos aseguramos la amistad de los indios

y alimento para la colonia.

Y vamos a vivir y comerciar
en paz con ellos.

Parece que
sobre los hombros de los indios

descansa el futuro de Virginia.

Mi hija, Pocahontas, reclam� tu vida.

De acuerdo con la ley de la tribu,
esa vida le pertenece.

Le doy las gracias.

Este matrimonio no me gustar�.

Pero mi hija Pocahontas me dijo
que su coraz�n ser� feliz.

Quiero que sea feliz.

Gracias tambi�n a t�, Powhatan.-

No puedo decir que me gusten los blancos,

pero nada nos impide
vivir juntos en paz.

Ojal� los blancos reconocieran
que la tierra y sus frutos

no les pertenecen a ellos.

Hemos venido en paz,
el coraz�n lleno de amistad

para nuestros hermanos del bosque.

Que Pocahontas sea la prueba
de nuestra amistad.

John Smith comete un sacrilegio.

Puede ser, amigo m�o.

Pero las noches fr�as
ser�n m�s agradables.

- Caballeros. Encontr� oro.
- �Oro?

- Es una fortuna.
- �Una fortuna? 50 fortunas.

S�lo hay que mirar y recoger.

- Montones de oro.
- �D�nde lo encontraste?

Estaba buscando ra�ces comestibles.

Es m�s bien luz de oro.

Estos son fragmentos de minerales,
que aumentan de peso al fundirlos.

Entonces seremos ricos
cuando volvamos a Inglaterra.

S�lo si mantenemos la cabeza fr�a
y lo mantenemos en secreto.

- �C�mo es eso?
- De acuerdo con el pacto

establecido por Londres
con esta colonia

la plata y los metales preciosos
se trasladan a la compa��a.

No hay nada que hacer. Todos firmamos.

Cuando el rey cedi� la colonia
a la compa��a,

se dispuso que,
sin establecimiento permanente,

la corona recuperar�a Virginia.

Y si una nueva compa��a llega...

se le entregar� la tierra y el oro.

Exactamente.

- Un plan excelente si tiene �xito.
- Tendr� �xito.

Contened vuestra lengua y
ay�dadme a hacerlo posible

para empujar a estos hombres
a abandonar Virginia.

�Indios!

�Liderados por el capit�n John Smith
en persona!

Smith est� de vuelta con un grupo
de indios. Y algunas mujeres.

Esperaba no verlo m�s.

Escuchen, chicos.

He hecho un tratado con
el gran l�der de los indios, Powhatan.

�l nos da su amistad.

Y para sellar esa promesa, me ha dado
a su hija, Pocahontas, en matrimonio.

�Qu� cantidad de comida nos
van a dar los indios?

Ellos nos dar�n
m�s que comida.

Nos ense�ar�n a sobrevivir.

Es mucho m�s rentable.

R�pido, capit�n.

Estos peces tienen ya seis d�as

y empiezan a oler mal.

Pocahontas di qu� hacer.

- �Esto es realmente lo que quieres?
- S�. meter en cada agujero.

Ya has o�do a la dama, un pez
en cada agujero, con cada semilla.

Divertido trabajo.

Tal vez, pero la semilla tendr�
recursos para crecer.

En cada agujero.

Aseg�rese de que todo el mundo lo hace.

O ver�n de qu� estoy hecho.

Muchachos.

Les har� probar mi pu�o
si no enterr�is un pescado

con cada semilla plantada.

�Entendido?

Bien, pues al trabajo.

Tomad, he hecho de comer.
Necesit�is comer.

�Por qu� lcort�is la madera aqu�?
Esto no es parte del campamento.

Para hacer una se�al
cuando los barcos regresen.

De lo contrario podr�an encallar
en estas aguas desconocidas.

Y nosotros jam�s regresar�amos a Inglaterra.

�Inglaterra?

- No vayas a Inglaterra.
- �Por qu� no?

Esa es nuestra casa.

�Vas a abandonar a Pocahontas?

As� que eso es lo que te preocupa.

No te preocupes, los barcos
no llegar�n hasta el oto�o.

�Pero despu�s me abandonar�s?

Bueno, Pocahontas,
nadie habla de abandonarte.

Comprendo.

Mujeres.

�Qu� le preocupar� a esta peque�a?

Lo sabes muy bien.

S�, imagimo que s�.

Pero no debe
enamorarse de m�.

Yo, un aventurero.
Ella, una princesa india.

�Qu� vida podr�a ofrecerle?

Pocos meses de felicidad
y toda una vida de arrepentimiento.

Eres duro.

A veces es mejor para todos.

Uno de nosotros ser�a mejor que volviera
antes de la ronda del capit�n.

Bah, est� en la cama con su india.

Y �cu�l es el punto para protegerse?

Los indios son nuestros amigos, �no?

�Ayuda!

�Qu� intenci�n traes,
como un perro al acecho?

El pueblo de Powhatan es nuestro amigo.

Le dir� lo que lo causa, capit�n.
Nuestras armas.

Estos nativos dar�an cualquier cosa
por uno de nuestros fusiles.

Bien, encerradlo.

Decidiremos su suerte ma�ana por la ma�ana.

Regresen a sus puestos y camas.

Parece que en Jamestown no hay amigos.

Quiere fusiles, �eh?

Opechanco.

Soy tu amigo.
�Comprendes, Opechanco?

Soy tu amigo.

Esc�chame, Opechanco. Esc�chame bien.

Fusiles.

No solo uno, muchos fusiles.

Muchos fusiles para Opechanco
y sus guerreros.

- �No habeis o�do nada esta noche?
- Nada.

Estos indios no hacen ning�n ruido.
Se mueven como gatos.

Opechanco no se ha liberado s�lo,
alguien le ha ayudado.

Amigos, alguien
ha abierto las puertas.

Ning�n indio ha ayudado a Opechanco.

Evidentemente, no lo admitir�as.

El blanco miente cuando dice
que los indios ayudaron Opechanco.

No me llames mentiroso,
apestoso piel roja ...

Nantaquas tiene derecho a defenderse.

Uno de estos d�as, ver�
lo que costar� contener a los indios.

Debemos expulsar a este salvaje del campamento,
por la seguridad de todos.

- Est� en m� juzgarlo.
- �Juzgarlo?

�Con una bonita india

en su habitaci�n
como garant�a de imparcialidad?

Malas noticias, John.

�M�s?

Mucho peor que la fuga de un prisionero.

- �Qu� es?
- Un robo.

Dos docenas de fusiles y municiones

han desaparecido del almac�n esta noche.

Esto es obra de los indios,
como habr�s podido comprobar.

Buenos d�as.

D�jame hacerlo.

Este no es trabajo para una mujer.

Todas las indias lo hacen.

�Las mujeres blancas no hacen
la harina en Londres?

Me temo que nunca lo hayan visto.

�C�mo es Londres?

- �C�mo un gran Poblado indio?
- No, mucho m�s grande.

- �Con mucha gente?
- S�, mucha, mucha gente.

Quiero verlo.

El capit�n Smith quiz�s te lleve all� .

Me gustar�a conocer al gran jefe blanco,
el gran rey.

Puede ser posible un d�a.

Me gustar�a ser una gran dama,

con bellos vestidos, como
en las im�genes que me ha ense�ado.

T� ya eres una gran dama.

M�s grande que la mayor parte de ellas
que se ven como tales en Londres.

�Pocahontas es una gran dama?

S�, Pocahontas ya lo es.

�Por qu� una gran dama?

Por lo que piensas y lo que haces.

Por tu gentileza con los extranjeros.

Gente que sin t�, habr�a
conocido el hambre.

Gente que estar�a muerta
sin tu intervenci�n.

Gente que has ayudado noblemente,
de manera desinteresada.

�Por qu�?

El Bosque es grande.

Todo el mundo puede vivir en paz.

Indios y blancos

son todos hijos del gran esp�ritu.

Pocahontas cree que el coraz�n
est� hecho para amar.

Pocahontas cree que esto es lo
que el gran esp�ritu quer�a.

Indios y blancos a veces olvidan ..

Pocahontas jam�s olvida.

S�, Pocahontas.
As� que no dudes ni por un momento

que eres una gran dama.

Pero el coraz�n de un hombre
es m�s fuerte que su l�gica.

Cada vez que la ve�a con Rolfe,

mis celos aumentaban.

John, deja el mortero.

- Es pesado, pens� ...
- D�jalo.

Que hay de malo....

Es un mal ejemplo para
los indios del campamento.

Este trabajo recae en las mujeres.
Los hombres que lo hacen se deshonran.

Da la impresi�n de que
puede ser peligroso.

Pocahontas es tu esposa.
�No haces una excepci�n?

- Te digo de dejes el mortero.

Para esto se necesita m�sculo, John.
No me molesta ayudarla.

Si otros indios me desprecian,

no me enfadar�.

- Haz lo que te digo.
- Tiene raz�n.

Es trabajo de mujer.

Ver hacerlo a un blanco no inspira
la confianza de mi pueblo.

Habl� demasiado pronto, amigo. Lo siento.

Mis nervios est�n a flor de piel.

Los indios son insaciables.
Trato de contenerlos

Pero los nuestros no
nos facilitan la tarea.

Nosotros somos pocos.
Ellos son muchos.

Deber�a haberlo pensado.
No debe ser f�cil para t�.

Ellos nos admiran y nos temen.

Pero si dejan de reunirse con nosotros,
si empiezan a despreciarnos ...

�No me aprecias por ese insulto?

Estrechemos las manos. Fue culpa m�a..

- �Fue bien?
- Ning�n problema.

- �Fusiles y p�lvora?
- Y balas

- �D�nde est� el indio?
- En la caba�a con sus amigos.

Bien, coged estos barriles y seguidme.

- Este es el �ltimo.
- Bien.

P�lvora y balas.

Cuando aprendas un poco,
lo har�s t� mismo.

Ven, voy a mostrarte
c�mo funciona.

Aqu�, Macklin.

- Oro
- S�, oro.

�Usted ha encontrado oro
sin prevenir al campamento?

Mantente fuera de
los asuntos de los dem�s, Macklin.

Los indios que he visto
pasar con fusiles,

tienen que ver con usted.

Usted ha estado tratando con los indios.

Los fusiles robados ayer por la noche.

Avisar� al capit�n John Smith.

- Imb�cil.
- Nos jugamos la horca.

S�lo si no cargamos este delito
sobre las espaldas de los indios.

�Los indios?

Puede ser una suerte
que le hayas lanzado el cuchillo, Turnbull.

Haga creer a los dem�s
que esto es obra de los indios.

y haremos caer Jamestown
hasta los cimientos.

�C�mo hacerles creer
que fueron los indios?

Nada hay insuperable para t�, Davis.

Escuchad.

Entra.

Los hombres celebran tu boda
Pocahontas. Les falta la novia.

�Y a mi marido,
le falta Pocahontas tambi�n?

Por supuesto.

��Por qu� no viene
a dec�rmerlo �l mismo?

Me ha enviado a buscarte.

Un guerrero de mi pueblo
vendr�a a buscar a su mujer �l mismo.

Cuando entiendas mejor el ingl�s,
lo comprender�s.

El capit�n Smith no quer�a hacerte da�o.

�Qui�n habla de da�o en una boda?

- Ac�rcate al barril de ron, amigo.
- Solo vine a buscar a Pocahontas.

�Deber�as buscar a la reina de la fiesta?

Deber�a estar all�,
para honrar a sus invitados.

Vamos, amigo.

Vamos.

�Es esto una invitaci�n o una orden
para Pocahontas?

- Una orden, tuve que venir a buscarte.
- Pocahontas no es una esclava.

Pocahontas es la hija de Powhatan,
princesa de su pueblo.

Le dir� a los dem�s que has llegado.

Voy a decirles que les muestro a mis amigos.

Yo no quiero ser ridiculizado
por los caprichos de una amiga india.

Si yo no fuera una amiga india,

ser�a incapaz de ridiculizarte
delante de tus hombres.

Deja de jugar con las palabras
y obedece mis �rdenes.

Pocahontas no entiende esa palabra
en la boca de sus enemigos.

La entiende a�n menos
dicha por su marido.

La primera cualidad de una mujer
es la obediencia.

�O no lo conoce as� el pueblo de Powhatan?

El pueblo de mi padre,
sabe que una mujer obedece

porque su marido
jam�s le da �rdenes.

Lo hace por amor.

Dado libremente, jam�s exigido.

Esto puede ser v�lido en el bosque,
pero no en Jamestown.

Cuanto m�s r�pido aprendes,
m�s r�pido te conviertes en una dama.

- �A d�nde vas?
- Vuelvo con mi pueblo.

Pocahontas sabe que no le amas,

si est�s lejos de ella
desde la noche de bodas.

Pocahontas te da la vida
que Powhatan le di�.

Pocahontas se ha dado cuenta
que actu� como un ni�o.

Nunca quise
enamorarme de Pocahontas,

pero finalmente ocurri�.

Dej� de luchar

Este es tu cuchillo.

Todos ustedes lo vieron
cuando se llevaron el cuerpo de Macklin..

...del bosque, donde fue encontrado.

Clavado en la espalda
por qui�n lo mat�.

- Mi hermano no lo mat�.
-C�llate.

- Que tu hermano se explique.
- �l no tiene mucho que decir.

Es mi cuchillo, s�,

pero me fue robado.

T� dices que te lo robaron.
�Por qu� mataste a Macklin?

Sr. Wingfield, sugiero que esperemos
el regreso del Capit�n Smith.

M�tase en sus asuntos, Sr. Rolfe.

�Por qu� mataste a Macklin?
�Por qu� lo hiciste?

Mi hermano es inocente. Ha hablado.

S�, ha hablado. Una sarta de mentiras.

Hay una manera de hacer confesar
a estos salvajes, azot�ndolos.

S� vamos, Llevem�slo.

Te aconsejo que digas la verdad.

�Qui�n ha dado la orden de azotarlo?

Dicen que mat� a Macklin.
Es mentira.

Quieren que les diga una mentira.

Hay un cuerpo. Y aqu� est� el cuchillo
que encontramos clavado en su espalda.

- �Encontrado? �Qui�n lo encontr�?
- Turnbull y yo.

Encontramos su cuerpo en el bosque.

El indio reconoci� su cuchillo.

Alguien se lo rob� a Nantaquas.

- Puedes creer lo que quieras.
- Exactamente.

Se arrepentir� de este error, John Smith.

Un error provocado por usted, Wingfield.

Nuestra prosperidad y nuestras vidas dependen

de la buena voluntad de los indios,
y usted hace todo lo posible por destruirlo.

Un error que lamentaremos amargamente.

No tienen ustedes nada mejor que hacer,
�en los campos, por ejemplo?

- �Qu� fresca la noche.
- S�.

Es agradable despu�s de un invierno en Londres.

S�.

Pero incluso eso no sirve
para tranquilizarme.

T� repites tus preocupaciones
como un perro se rasca las pulgas.

�Qu� tienes?

�Qu� hace una y otra vez?
Alimentos.

Parece que la compa��a de Virginia
nos ha olvidado.

No, un barco llegar� a tiempo.

Estos caballeros prefieren
vernos autosuficientes.

Para ello, necesitamos herramientas
art�culos para comerciar, etc.

Me temo que debemos ir a Londres
a presionarles un poco.

He pensado en ello.

�Llevar�s a Pocahontas contigo?

Londres no es adecuado para una india.
Es gris y fr�o.

Ella es la hija del sol.

- Virginia es toda su vida.
- �Qu� vas a hacer entonces?

Enviar a otra persona en mi lugar.

- �Qui�n podr�a tratar el asunto?
- T�.

�Yo? �Dejar Jamestown?

Eso no se sostiene.
No puedo dejar a mi esposa.

�No puedes dejar a una india?

Ella es el s�mbolo viviente de esta colonia.

Sin ella, nos derrumbamos
como un castillo de naipes,

No.

- �Esas son las �nicas razones?
- No

No.

Pocahontas se hizo con mi coraz�n

Al partir, abandonaba
la mejor parte de mi vida.

�Hubiera pensado alguien,
cuando nos conocimos,

que ella pudiera ser adoptada

por todos nosotros.?

Seguro que no.

-John Smith.

- Buenas noches, John.
- Buenas noches.

No quer�a despertarte.

�Viste a Nantaquas esta noche?

Le llev� su comida
antes de acostarme.

- �C�mo le va?
- No habla.

�Crees que �l
mat� a Macklin, John?

No. �Por qu� iba a hacerlo?

Macklin era inofensivo.

Creo que Wingfield mat� a Macklin

y ha hecho acusar a Nantaquas.

No estoy diciendo que est� en contra de esa idea.

Pero sin pruebas...

A veces me pregunto

si esta colonia merece realmente
los sufrimientos de todos nosotros.

Pero te puedo decir

que sin ti, no podr�a soportarlo.

�Amas a Pocahontas, John?

Un amor s�mbolo de fe y esperanza.

S�, te amo.

El amor de John Smith
por una princesa india.

- Disculpe, capit�n, pero los indios...
- - �Problemas?

Depende de c�mo lo interprete.
Se han marchado.

- �Marchado.?
- Debieron salir por la noche.

El centinela no oy� nada.

- Una buena se�al. Re�na a todos.
- S�, capit�n.

Nantaquas y otros indios
han salido del campamento esta noche.

Vedlo por vosotros mismo.

Los indios se fueron esta noche,
sin previo aviso.

Nos dejaron como amigos.
Yo no s� por qu�.

Pero no me gusta.

Digo: hasta nunca.

Al contrario, seguramente volver�n
con el hacha en la mano.

Es necesario una vigilancia permanente.

Doblad la guardia, reforzad la puerta,
preparad las armas.

Que nadie salga del recinto.

Preparad cubos de agua
para las flechas incendiarias.

Si algo me pasara,
te agradecer�a ...

que cuidaras de Pocahontas.

Tienes mi palabra, John.

Tambores de guerra.

Opechanco.

- Se acerca la hora.
- S�

�Es digno de confianza?
�Le has hablado de salvarnos?

�Podemos confiar en �l?

S�lo podremos darle la p�lvora
cuando lleguen los barcos.

Los tambores han parado.

Eso significa que est�n listos para atacar.

Abrid los ojos, chicos.

�Es Turnbull! Est� muerto.

Esto no es culpa de los indios.
�l mismo se ha descubierto..

En cualquier caso,
significa m�s oro para nosotros

Salgamos de aqu� antes de que
una flecha perdida nos alcance.

Nantaquas.

Mira en el fuego y cuenta el n�mero
de guerreros de Powhatan

que has enviado al gran esp�ritu
porque bebiste veneno de serpiente.

Nantaquas fue alimentado por los blancos,
se arrastra frente a ellos como un perro.

Powhatan convocar� a Opechanco
ante el consejo cuando escuche

los lamentos de las mujeres
en las tiendas vac�as.

Y yo ser� el principal
acusador de Opechanco.

Pocahontas promete que el cuchillo de John
Smith atravesar� el coraz�n de Opechanco.

Y Pocahontas reir� al ver los buitres
hartarse de su carne.

Atr�pala.

Algo se mueve por all�.

- Es Pocahontas.
- La persigue un indio.

�Abrid la puerta!

�De d�nde vienes?
Pens� que estabas a salvo en nuestra tienda.

Escuch� los tambores de guerra de Opechanco.

Fui a ver a Nantaquas.

Nantaquas le dijo a Opechanco
que Powhatan era amigo de los blancos.

Opechanco mat� a Nantaquas
cuando Nantaquas le dio la espalda.

Opechanco provocar� su propia muerte

cuando Powhatan lo aprese.

Es demasiado tarde.
No podemos esperar.

Nantaquas nos servir�,
tal vez, incluso en la muerte.

De acuerdo con la ley de la tribu,
un hermano de sangre tiene el derecho

de vengar la muerte de otro.
Nantaquas es mi hermano de sangre.

- �No es as�?
- Te convertiste en el hijo de Powhatan

y hermano de sangre de Nantaquas
al casarte con Pocahontas.

Lanzad dos flechas de fuego,
la se�al del desaf�o.

Aceptan el desaf�o.

Escuchad. �Es cierto lo que dice John?

�Opechanco va a luchar
con �l sin traici�n?

Es nuestra ley. Sus propios hombres
lo matar�an si as� no lo hiciera.

�John!

�Mirad!

�Venid todos!

�Qu� es?

Lo encontramos
m�s abajo del r�o, capit�n.

Y todav�a hay una docena all�.

Lo pescamos, lo cargamos
en nuestra canoa y lo trajimos.

- Est� lleno de polvo de oro.
- �De oro?

Est� en todas partes en Virginia,
pero no es oro.

He visto este tipo de mineral
durante mis viajes.

Los espa�oles lo llaman el oro de los locos,
no tiene ning�n valor.

�C�mo estar seguro?
Es muy similar al oro.

No es mejor que los fuegos fatuos
que algunos persiguen.

No ten�is por qu� creerme.

Enviad un barril a un orfebre de Londres,
�l confirmar� lo que os digo.

�Ustedes dicen que hay otros?

Si.

Este oro no tiene ning�n valor, pero alguien
ha tratado de enga�ar a todos.

�Sabe algo, se�or Wingfield?

�Yo? Nada. No m�s que los dem�s.

Matar� a la persona que lo hizo.

En primer lugar debemos encontrarlo.
Llevadlo a mi caba�a.

S�, se�or.

Ya os lo dije.
Smith quiere quitarnos el oro, el traidor.

Lo sab�a. Estas tonter�as sobre el oro de los locos
ten�a un solo objetivo.

Quiere qued�rselo para �l.

Mira esto. Mira c�mo brilla.
No puede ser otra cosa que oro, �no?

Pero, �c�mo vamos a salir de aqu�?

Es simple.
En el cambio de guardia de la puerta,

no deber�a ser dif�cl
ir a escondidas hasta el bosque.

Y todo ser� para nosotros
a repartir en dos partes.

S�lo dos partes.

La mitad ser� suficiente para llevar
la vida de un hombre rico en Londres.

Es cierto, amigo m�o, es cierto.

Pero todo har� a
un hombre a�n m�s rico.

�El polvor�n!

�Est� as� despu�s de una semana?

S�, doctor, hicimos lo que pudimos
hasta la llegada de la embarcaci�n,

pero aqu� nadie sabe medicina.

No come. Delira.

Es in�til mantener falsas esperanzas,
se�or Rolfe.

Las quemaduras por s� mismas habr�an matado
a otro que no fuera �l.

El hecho de que sobrevivi� hasta ahora
ya es un milagro.

�l debe vivir. Yo puedo salvarle.

Me temo que esto est�
m�s all� de nuestras posibilidades.

Tiene que haber algo que se pueda hacer.

Yo s�lo veo una soluci�n. Sacarlo
de este pantano y llevarlo a bordo.

El m�dico dijo que quer�as verme.

El barco partir� con la marea.

Me llevan a Inglaterra
porque temen por mi vida.

Eso significa, amigo m�o, que debes
quedarte aqu� para ocuparte de todo.

John, conf�a en m�,
pero no puedo prometerte nada,

a no ser que dejes aqu� a Pocahontas
para que me ayude.

Ya ha dado suficiente a Jamestown,

la reservo para m� ahora.
Ella viene conmigo.

Entonces est�s firmando
la sentencia de muerte de Jamestown.

Destruir�s aquello por lo cual
has corrido tantos riesgos.

Pocahontas era el cimiento de esta colonia
hasta ahora.

Ella la manten�a viva.

Si la colonia no despega ahora,

merecer� todo lo que pueda ocurrirle.

Jamestown ha utilizado el poder de Pocahontas.

No voy a dejar que se desgaste su coraz�n. -

Baja a tierra. Prepara tus cosas.

Estaremos navegando
dentro de una hora.

Pero Pocahontas hab�a tomado su decisi�n.

Su coraz�n iba conmigo,

pero sab�a que era la promesa de paz
entre su pueblo y Jamestown.

Sin ella, la colonia desaparecer�a
como un sue�o olvidado.

Me pregunto si est� bien
dejarlo partir solo.

- �Est�s segura de que eso es lo que quieres?
- S�.

Desde lo m�s profundo de mi coraz�n, lo s�.

Realmente te ama.

John tambi�n ama a Inglaterra.

Ama a su rey.

Ama a Jamestown.

Y ama tambi�n a Pocahontas.

Ahora, se lo llevan a Inglaterra
porque aqu� morir�a.

S� que a John le gustar�a que Pocahontas

se quede aqu� para cuidar de sus amigos.

S� que a � le gustar�a
que ayude a mantener la paz

entre los blancos y los indios.

Pocahontas sabe que es lo que �l querr�a.

Eres sabia, Pocahontas,

adem�s de ser una gran dama.

Sacrificas tu felicidad
por el sue�o de un hombre.

Te amo John Smith.

Y esa es toda la historia, Majestad.

No mi historia, sino la de Jamestown.

Y la historia de una hermosa
y gran princesa india, Pocahontas.

Vuestro rey os lo agradece.

Es evidente que estamos
en deuda con usted.

por los servicios que ha prestado
a la corona.

Pida lo que quiera.

�Un puesto en el ej�rcito?
�Gobernador de Virginia?

Se�or, yo no puedo volver all�.

Entonces usted debe saber que John Rolfe
y la princesa Pocahontas ...

�se han casado?

S�, Majestad, escuch� la noticia.

Pocahontas pens� que estaba muerto.

John Rolfe, lo s�,
la am� largo tiempo,

le dio su nombre y su protecci�n
en la colonia.

- Ser� bueno con ella.
- Y usted, �qu� har�?

Buscar nuevos horizontes,
Majestad, y aventura.

Esta es mi vida.

�Tengo permiso de Vuestra Majestad
para partir?

Con nuestros mejores deseos, se�or.

Y con la esperanza de que Virginia
tambi�n ser� bien servida por otros.

Y aqu� est� en el Londres de hoy.

El homenaje de todo un pa�s
a una mujer india.

"Una gran dama."

"Una princesa para su pueblo."