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Te lo digo siempre y no
me cansar� nunca de repetirlo.

Ha sido demasiado enviciado,
es un hombre sin bolas.

- Y es toda culpa tuya.
- Guido, por favor, contr�late.

No debes hablar as�
delante de la ni�a.

Ah, cuanta formalidad.

Cuando el pa�s necesita soldados,
de gente con h... �Entendiste, verdad?

Eso, mi hijo vive...
Vive como una odalisca.

- Aida. - Si, se�ora.
- �Preparaste el almuerzo de Alberto?

- Est� listo. - �Has puesto mucho az�car
en la macedonia? - Si, se�ora.

�Yo s� lo que querr�a para ese...
otra que az�car!

Y ya ser�a hora que comiese
con nosotros como todos los cristianos.

�Me equivoco o comimos
pichones tambi�n ayer?

Y tambi�n anteayer, ayer y martes,
mi�rcoles, siempre pichones.

Los vecinos la llaman
la casa del pich�n.

�Callate! Cretina.

Se�orito, permiso.

�Se�orito, puedo entrar?

�Necesita algo, se�orito?

Can�bales.

Hermoso, hermoso.

No, por favor. Te ruego, Guido.

�Alberto! �Alberto!

Pap�, Alberto est� escapando,
pas� detr�s del establo.

Si, vuelve a casa.
Yo me ocupo.

Deja.

�Ven aqu�! �D�nde vas?

�D�nde vas, payaso?

�Esta vez yo lo mato!

Quisiera hablar con su
excelencia el Prefecto.

�Ven aqu�! �Detente!

- Disculpa, te vuelvo a llamar.
- �Detente!

- �Alberto, qu� sucede?
- Desgraciado. - Guido! - Fuera!

- �Guido, qu� sucede? D�jalo,
est� enfermo. - �Y no te metas!

- �Maric�n!
- Guido, d�jalo. - Se�ora, se�ora.

�Guido, no! �No!

- Guido basta, est�s exagerando.
- Mam�.

Alberto.

Tonto, es la tercera vez que fallas.

Pero d�jalo en paz.
�No ves que est� mal?

- �Pap� se ha ido!
- �Con la calesa?

No, a caballo.

�D�nde encontrar� toda esa energ�a?

�Qu� hombre el Duce! Si fuese m�s
joven estar�a en Addis Abeba.

Partir los ri�ones a esos salvajes
es una aventura excitante.

"Tr�poli, bello suelo de amor,
a ti canto mi canci�n."

"Al viento la tricolor sobre
dos torres retumba el ca��n."

Elisa, m�s gracia con esa nota.

Vittorio Emanuele, emperador.
Italia ha reencontrado su rango.

Con Mussolini nadie nos detendr�.
Bien, me voy.

�Sales tambi�n esta noche?

Eh, llegaron las muchachas
de la segunda quincena.

�Qui�nes son las muchachas
de la segunda quincena?

Elisa, sigue tocando.

Floriana, si no usaras ciertas palabras
delante de ella, ser�a m�s f�cil para mi.

Seguro. Y si tu marido dejase de
frecuentar prost�bulos..

Y adem�s, mi querida...

..si esta villa no te gusta,
no ser� yo quien te retenga.

Aqu� la due�a soy yo,
tu y mi primo son los hu�spedes.

�Verdad, Giove?
Vamos a la cama, querido, si.

Se�orito, no comi� casi nada.

No comience otra vez,
con lo que le sucedi�.

�Andate!

�Mam� tengo miedo, mam�!

- Es s�lo una tormenta.
- �Por qu� se fue la luz?

- Ahora vuelve, ver�s. A�da,
trae las velas. - Enseguida.

- Ll�valas tambi�n all�.
- Si.

Alberto.

Ven.

No tengas miedo.

Ven conmigo.

El enigma est� dentro de ti.

�Qu� enigma?

La llave...

La soluci�n de todas tus angustias.

- �Qu� debo hacer?
- Ah, esta es la carta de la fuerza.

- Pero est�s enfermo, ni�o m�o.
- Yo no estoy enfermo!

Tu mente est� turbada.

Debes esperar el momento oportuno
para realizar todos tus sue�os.

�Lo conseguir�?

El hijo mat� a su padre y se
apoder� del trono y de su mujer.

Pero regres� a la sombra
y se ceg� con sus propias manos.

Depende de nosotros,
cambiar el destino... sin miedo.

Ahora si, m�s tranquilo, ni�o
m�o, ven junto a mi.

No pienses m�s en nada.

En nada.

Ahora estoy yo junto a ti.

Cierra los ojos.

Alberto... Alberto...

Alberto.

�No!

Dale.

Te gusta dormir, �eh?
�Sabes qu� hora es?

- T�a Floriana, quer�a matarme.
- �Qu� sucedi�?

�Tienes fr�o? Ponete esa bata.

Oh...

�Recuerdas,t�a Floriana?

Cuando era ni�o te divert�as
poni�ndome tu ropa.

Estoy envejeciendo,
el espejo no miente.

Mirame.

Sos bell�sima.

- �Se te pas� el miedo?
- �Quer�a matarme!

- �Matarte, qui�n?
- El marido de mi madre.

Tu padre bromea siempre.

No, quer�a matarme.

Debo estar muy atento,
debo prevenirlo.

"Un soldado quer�a de mi un s�
para algo, �sabes qu� cosa es?"

"Le dije riendo:..."

"..tendr�s eso que quieres,
pero antes ve a Tr�poli y luego...".

T�a...
debo irme de esta casa.

- �Me ayudas?
- Te he ayudado.

Tu padre no tiene una lira,
yo te manten�a en la Universidad,...

..quer�a hacer de ti un m�dico,
una persona respetable.

Pero no logro estudiar, tengo
una gran confusi�n en la cabeza.

Debes liberarte solo
de tu enfermedad.

No estoy enfermo. �La culpa es suya!

Si supieras que lindo era...

..y al mismo tiempo...
obtuso y violento.

Tu, por suerte...no te pareces a �l.

Adelante.

�Alberto! Pero...
�Pero c�mo te has vestido?

�Sacate enseguida esa ropa!

�Alberto!
Corre r�pido a vestirte, corre!

Si te viese tu padre.

- Escucha Floriana, yo...
- Oh...

No sab�a que su excelencia el
Prefecto tuviese gustos tan refinados.

Estoy muy preocupada por Alberto.

Este muchacho est� siempre m�s raro,
Guido lo quiere llevar al neur�logo.

�Qu� quieres que entienda Guido?
Entiende s�lo de ganado, de vacas.

�No crees que lo hemos atormentado
bastante a este muchacho?

D�jate de m�dicos, sirven s�lo
para gastar dinero. Mi dinero.

- Te ruego. - Pero no te preocupes,
son s�lo los m�os.

- No.
- Se buena. - No, se�or Guido.

- Y dale.
- No quiero.

- Pero si, dale que te gusta. - No.
- Dec� que te gusta.

- No, le ruego.
- Ah, linda.

- �Lo sent�s?
- No.

Linda, linda, sos linda.

No.

�Te gusta, verdad?
Y decilo que te gusta, decilo.

- �Qu� habr� sido?
- �Qu� te importa?

- �Pero si la se�ora se da cuenta?
- �Lo sabe!

Lo sabe, lo sabe, lo sabe
y no me importa!

Asquerosa.

- A�da.
- Voy, se�ora.

- �Has recogido la fruta?
- Ahora voy.

Alberto, por favor, no armes l�os
se bueno, voy a la ciudad.

- �Qu� vas a hacer, mam�?
- Voy a la modista, vuelvo pronto.

Mam�, �por qu� no me llevas
con vos de la modista?

Otra vez. Ahora deja de tocar y
ve a tu pieza a estudiar.

Uffa, no me llevas nunca.

Hola, quisiera hablar
con su excelencia, gracias.

Hola, soy yo.

No, no, en cinco minutos.
Est� bien.

Elisa, sigue tocando.

No, no, adi�s.

Yo voy a la ciudad de la modista.

Si acaso encontr�s a
su excelencia el Prefecto,...

..recu�rdale el peque�o favor
que le ped� el mes pasado.

Aunque es un hombre muy ocupado,
dile de pensar un poco tambi�n en mi.

�Que no se olvide!

Te gusta, �eh?

Es hermosa...

No permitir�a nunca a
nadie tocarla.

Este animal es lo �nico que amo.

Lo se.

Pero mira que hermosa.

Qu� caderas, qu� trasero.

�Y las patas? �Viste que patas?

Pero es siempre una yegua.

Tu no entiendes nada...
sos un merengue.

- No soy un merengue.
- �Ah, no?

�Has estado ya con una mujer?
�Estuviste ya de putas?

�Yo no le pago a las mujeres!

- Pero, se�orito Alberto.
- �Callate!

�Sucia! Te vi, sab�s, antes.

�Alberto!

�Alberto!

�D�nde est�s?

�Alberto!

Aqu� estoy.

- �D�nde te metiste?
- Estaba...estaba en el inodoro.

No haces nada de la ma�ana
a la noche.

No se sabe nunca qu� te pasa
en ese cerebro.

No soy como t� piensas.

�Ah, no?
�Ahora recomenzaste a estudiar?

No.

�Y qu� hac�s todo el d�a?

Nada.

No es nada f�cil tener un hijo
como t�. �Qu� crees?

Pero t�... �te sientes bien?

�Tienes cerebro para razonar?

- �Yo no estoy enfermo, no!
- �Ah, no?

Bueno, no estudias, no vas con mujeres,
ni a la guerra, �qu� hombre sos?

Yo a tu edad part�a el mundo.

Has tomado demasiado de tu madre,
mucha moda y "poca sal en la cabeza".

- Dale, ven conmigo.
- �D�nde?

Debo dar una vuelta
de los campesinos.

Dale, sube a la carreta,
no te voy a comer, idiota.

Dale, ven�.

�Saida!

Esper� aqu�. Saida! Saida!

- �Qui�n es? Ah, hola, Guido.
- Aqu� estoy.

�C�mo est�s?

- �Qui�n es ese muchacho?
- Es mi hijo. - Se ha hecho grande.

Si, es grande, pero nunca ha
conocido una puta como vos.

Dame el dinero.

Alberto, sube que debe
darte una cosa, ya he pagado.

And�.

Pero sabes que eres muy lindo?

Mi padre ha dicho que
deb�a darme una cosa.

Y ahora te la doy.
�Tienes tanto apuro?

No quieres estar un poco conmigo?

Pero...pero yo...yo debo irme.

A d�nde? D�nde debes ir?

Se�ora...

Se�ora, se�ora, por favor.

Quedate aqu� conmigo.

Eh?

�Pero tienes miedo?

No soy tan fea.

Haceme ver c�mo est�s hecho, eh?

Yo te arreglo.

Yo entiendo de estas cosas, sabes?

Veamos, veamos un poco.

Dentro de poco, podr� ir mejor.

Quedate tranquilo, quedate tranquilo,
hermoso, yo me encargo.

Mira, mira...
�Ya va mejor!

�Bravo! Eh, si, lo sab�a yo.

�Bruto, maric�n, asqueroso!
�Puerco como ninguno!

�Maldito puerco!

Me ha vomitado encima tu hijo,
es un puerco como vos.

�Reblandecido! �Payaso!

Se�ora cuando baje la fiebre
siga d�ndole estas p�ldoras...

...luego le prescribo
una serie de inyecciones.

Pero, doctor, tuvo una crisis fea.
Dijo frases sin sentido.

Estuvo delirando.
No se. Una cosa cerebral.

- Si, pero no es nada grave.
- Ah, Dios sea loado.

El neur�logo dice que puede empeorar.

- No, se�ora, est� tranquila.
- De veras que bastar� con las inyecciones?

- Pero cierto, podemos estar tranquilos.
- Entonces doctor, est� loco �no?

�Pero no! No es nada grave.

Se repondr� pronto, ver�.

Cuando lo vi que vagaba
por el campo como un alucinado,...

..he cre�do que
"le hab�a saltado el cerebro".

Pero no, est� s�lo un poco agotado.

Adelante.

Ese cretino del doctor
dice que no es nada grave.

Tiene una linda luz
la luna esta noche.

Necesito m�s dinero,...

...necesito reparar el establo
de Fontelata, se est� derrumbando.

A tu salud, Guido,
como en los viejos tiempos.

Dinero, dinero, dinero.

�Gastas demasiado con tus putas!

Si te ocupases un poco menos de ellas
y m�s en tu presencia,...

..estoy segura que mi dinero
durar�a mucho m�s tiempo.

Podr�as descargar tu
energ�a zapando la tierra,...

..en vez de descargarla entre
las piernas de esas fulanas.

�No! �No quiero!

Giove.

- Hola. Gloria. �Que alegr�a!
Estoy feliz. - Tiene.

Si, se lo dir�.
Traeme un lindo regalito, �eh? Chau!

- �Con qui�n hablabas?
- Era la sobrina de t�a Floriana.

- Si, vendr� ma�ana. - �Baja la voz!
- Voy a decirle a la t�a, se alegrar�.

T�a.

Deja, lo hago yo, gracias.

�Alberto! �Alberto, que tienes?
Alberto, resp�ndeme.

�Alberto!

- �C�mo est� el muchacho?
- Peor, no responde.

D�jalo en paz. �No ves que duerme?
Se alegrar� de ver a Gloria.

En estas condiciones no me parece.

Un poco de alegr�a en esta casa es
lo que se necesita, lo necesito.

La llegada de Gloria ahora es
inoportuna. Con Alberto en este estado.

�Y qu� querr�as hacer?
Total ella heredar� todo.

Si, pero tu prima podr�a
pensar en Alberto y Elisa.

�Y qui�n te dice que no lo haga?
Sabes que tiene debilidad por Alberto.

Pero que lo demuestre por escrito,
de un escribano, �sabes si lo hizo?

Al final ser� yo el que se
quede sin nada,...

..despu�s de tantos a�os trabajando.

�Por qu�? �No le gustas m�s?

Debemos ser vivos. Le har� un
lindo discurso a mi hijo.

Sos muy malo con Alberto.

Dale, ven a la cama.
�Cu�ntas historias!

�Ah�!

- Me hac�s mal esta ma�ana.
- M�s suave de esto no se puede.

Eso es todo.

- No, se�orito Alberto.
- Pero yo estoy loco. - Le ruego.

- Estoy loco, �no?
- No debe agitarse.

- D�jeme. - Buena.
- Reci�n le he hecho la inyecci�n.

No... no.

No, no, le ruego.

Lleg� la se�orita Gloria.

Mam�, lleg� Gloria.
�Gloria!

Gloria, bienvenida.
Hola, Gloria.

- Hola. - Que contenta estoy.
- Tambi�n yo, Elisa.

- Hola, t�o Guido.
- Bienvenida.

Ven a casa. Finalmente tendr� un
poco de compa��a, estoy siempre sola.

�De veras?

- Bienvenida, se�orita.
- Gracias.

Si el tiempo se mantiene,
haremos lindos paseos.

- Tambi�n tenemos el concierto.
- Que lindo.

Ven, ven.

A�da, lleva la valija de la
se�orita a la habitaci�n, gracias.

Aqu� estamos.

- Gloria! Gloria, hola.
- Hola. - C�mo est�s? Estoy emocionada.

- Est�s cada vez m�s linda t�a Anna.
- Dej� de lado los cumplidos. Est�s deliciosa.

Gloria, �me trajiste el regalito?

- Cierto.
- Dejala. �No ves que est� cansada?

Gloria, ve a darte una refrescada,
el viaje habr� sido cansador.

�Pero Alberto no est� en casa ?

- Si, est� descansando, no se siente bien.
- �Qu� tiene ?

Nada grave, un poco
de cansancio, el estudio...

- Todos lo hemos pasado.
- Cierto, lo ver�s m�s tarde.

Est� bien, total no se escapar�.

Ven�, te hago ver tu habitaci�n.

Elisa, llev� all� esto.

Hac� como si fuese tu casa.
Espero que te quedar�s bastante.

- Algunos d�as, t�a.
- �S�lo algunos d�as?

Despu�s hablaremos de nuevo.

Debemos tenerlo bajo llave,
no puede andar as�, sin control.

- Lo he tra�do conmigo y
viste que quilombo. - Pero Guido...

"Pero Guido" qu�? �Ese va a ser
encerrado en un manicomio, te lo digo yo!

- No exageres.
- �Qui�n est� exagerando?

�No le funciona el cerebro!

�No lo has entendido todav�a?

�Est� loco! Y terminar� mal.

- Dale. - No.
- Si. - No puedo.

Seguime, mira.
As�, dale, contin�a.

No, no lo conseguir� nunca.

- Vamos, coraje.
- No. - Eso, as�.

- Mira.
- No.

- Qu� bien lo haces.
- Si, as�. - No.

- Pero dale, contin�a.
- Uffa.

�Lo ves que vas bien ?

Uno, dos, tres, as�, dale.

- No, no puedo.
- �Pero c�mo no? - No.

�No te averg�enzas?

�Perverso como ning�n otro!
�Reblandecido!

�Y ustedes qu� estaban haciendo?

Nada t�o, s�lo le estaba
ense�ando a bailar a Elisa.

�Pero nunca hay paz en esta casa?

Alberto estaba con el culo al aire
espiando por la puerta.

Aqu� un d�a u otro
termina mal. �Te lo digo yo!

T�a, pero no sucedi� nada. Est�n
todos nerviosos en esta casa.

Ven Gloria, debo hablarte.

Alberto.

Alberto, soy Gloria.

Alberto, �breme.

�Se�orito Alberto?

Se�orito Alberto, abra.

- A�da, �qu� sucede?
- No abre. - �C�mo no abre?

Alberto, abre r�pido,
�me has escuchado?

- No quiero ver a nadie, estoy mal.
- �Alberto, abre!

- Vamos, abre, por favor.
- �Qu� sucede ?

Se encerr�, dice que est� mal.

�Pero qu� mal! Quiere hacerse
el gracioso, es otra de las suyas.

- No quiere comer.
- �Y vos dejalo perder!

Se v� que no tiene hambre,
cuando tenga hambre, comer�.

Y dejate de preocupar por �l
Lo tratas como a un ni�o.

�Dej� de protegerlo!

Pero ha dicho que est� mal.

Pero qu� mal, �no conoc�s a tu hijo?
�Te impresiona todav�a?

�Qu� esper�s de uno como �l?

Est� un poco loco.

�Callate vos!

�Se puede saber qu� est� pasando?
Me han despertado al gato.

Como de costumbre.

- Termina de llorar, Elisa.
- Termin�mosla un poco todos.

�Alberto! Alberto, abre, soy Elisa.

Dale, debo decirte una cosa.

�Y abre!

�No ten�as ganas de volver
a ver a tu primita?

�Qu� haces? �No dices nada?
�Est�s encantado?

Oh, Dios, dejame.

Dejame.

- �Te acord�s?
- Cierto, aunque pasaron siglos.

La hemos encontrado en
una feria en Viareggio.

Escucha.

�De qu� te sirve esa pistola?

Eramos divertidos. Y mira como
estaba vestida. Que monstruo.

Sos linda.

Tambi�n vos te convertiste en
un lindo muchacho. Me gustas.

�Por qu� no quer�as verme?

As�.

�Es verdad... que no est�s bien?

Si, dicen que tengo agotamiento
nervioso. �No resisto m�s!

Pero dentro de poco vuelves
a la Universidad y te r�es de todo.

De aqu� no me dejan salir, ni
para ir a la Universidad.

Pero...

- �Pero est�s bromeando ?
- Mi padre me tiene prisionero.

- �T�o Guido?

�Recuerdas cuando me perd�
en el bosque?

Te llamaba y no me respond�as.
Te hab�as escondido.

Hab�a trepado a un �rbol y
te miraba mientras llorabas.

Yo... yo estaba desesperada,...

..pero luego tomaste mi mano y
me dijiste de no tener miedo.

Eras una chica caprichosa,
antip�tica.

Que rencoroso que eras,
y lo eres todav�a.

Es un regalo para vos.

Gracias.

�Sabes t�a?
Me quieren para una pel�cula.

Buscan una chica como yo para un
film con Nazzari y Maurizio D"Ancora.

Nazzari es mi actor preferido.
�Cu�ndo me llev�s al cine ?

Cine, teatro, variedades, son malos
ambientes. Debes tener cuidado.

�Pero que dices?
�Reniegas de tu pasado?

Pero que importa, yo era una artista.

Hola, t�o Guido.

�Sabes que tienes el pelo
id�ntico al de tu madre?

�Qu� esperamos? �A�da!

- Alberto cena con nosotros.
- �Alberto? �C�mo es posible?

Para festejar la llegada
de Gloria, �no?

�Aqu� est�!

Cada a�o en el campo sucede
algo... algo de malo,...

..cuando no es la sequ�a, es
la lluvia, siempre hay problemas...

..y tambi�n este a�o
la cosecha es escasa.

Como si fuera poco despu�s
de la enfermedad de los cerdos.

�La atm�sfera te inspira?

El campo aqu� es hermoso, har� muchos
cuadros para la muestra de Mil�n.

Imagino que te habr�s sentido inc�moda
entre tantos pintores varones.

Dentro de poco seremos m�s pintoras
que pintores, con tantas guerras.

Gracias.

Alberto, �has vuelto a fumar?

Alberto, Dios santo,
el doctor dijo que te hace mal.

�Alberto, no debes fumar!

�He dicho que te hace mal !

Yo voy a la ciudad, voy a jugar.

- Va de las muchachas de la quincena.
- �Elisa!

Pero, t�a, �qu� mal hizo?
Estaba s�lo bromeando.

No est� bien dicho por una muchachita.

# Tr�poli, tierra encantada,
ser� italiana al ro... #

- Al ruido del ca��n. - Brava.
- �Es un �xito tuyo, t�a?

Dice mam� que cuando entrabas en
escena enloquec�an pr�ncipes y duques.

Banqueros, industriales, cantaba
mejor que la Garisenda,...

..era m�s joven y ten�a m�s pimienta.

�Y c�mo es que nunca te casaste ?

Para no desilusionar
a mis admiradores, naturalmente.

�A nosotros tres!

Cuando me vaya al infierno les
dejar� todo a Uds, hasta la villa.

- �La villa?
- A ti y a Gloria.

Pero qu� dec�s, t�a? No es el
momento de hablar de ciertas cosas.

�As� se acordar�n de m�!

Se est� bien en casa cuando no est� �l.

�Oh! �Quieto !

Vayamos a beber, fuerza.

�Camina, dale!

- Desde ma�ana empiezas con los deberes,
las vacaciones terminaron. - Que aburrido.

- Desde ma�ana estudias de veras.
- Si, mam�.

- Y no le hagas burlas a Alberto.
- No, mam�.

- Recuerda lo que te he dicho.
- Si, mam�.

- Regresaremos pronto.
- Si.

Deber� comprar un auto, odio la
calesa. Cada a�o la misma historia.

Por otra parte el d�a de la
vendimia debemos ir a la iglesia.

- Elisa, no armes problemas, �eh?
- No, pap�.

- Alberto. �Por qu� te encerraste?

Se fueron todos.

�Pero no hab�as dicho que
me har�as un retrato ?

- No, hemos decidido hacer
un paseo en bicicleta. - Yo voy.

No, se�orita, hoy te quedas aqu�.

- �Qui�n le rob� el dinero a pap�?
- Mira que si pruebas a ser la esp�a...

No, Alberto estaba bromeando,
tu vendr�s con nosotros, �eh ?

Vamos, adelante.

- Dale Gloria que la perdemos.
- Tengo miedo de caer.

Alberto... Gloria.

Esp�renme...esp�renme, les ruego.

Dale.

No, no frenes.
No frenes que vengo detr�s.

Dale, pedalea.

Alberto, Gloria, esp�renme !

No puedo correr mucho, si no
voy a terminar cay�ndome.

Alberto, Gloria, esp�renme.

Esp�renme, les ruego, tengo miedo.
Les ruego, no me dejen sola.

�Alberto!

- Dale, ven�. - Si.
- Escond�monos. - Est� bien.

�Gloria! �D�nde est�n?

�Gloria!

�Alberto!

Dale, salgan afuera. �Gloria!

- �Te gusta el sol?
- S�, mucho.

Si s�lo pudiese irme de aqu�,
ser libre.

�Y por qu� est�s siempre
encerrado en tu habitaci�n?

- Pienso.
- Ah, entonces no has cambiado.

- Escucha.
- �Si?

Tengo miedo.

Term�nala de hacer el ni�o,
son tus caprichos de siempre.

- No comprendes.
- �Y qu� deber�a entender?

Mientras est� �l no ser� jam�s libre.

Deja ya de crearte todos estos temores.

- �Vamonos!
- Espera.

Todav�a est�n todos en la vendimia.

L�stima que Floriana no se siente bien.

Si, le ha venido improvisamente
una de sus migra�as.

Oh, aqu� est�n nuestros hombres.

Se�or Prefecto, usted nos
deja demasiado solas.

A las se�oras hay que dejarlas con
sus confidencias. Respetar su libertad.

El se�or Prefecto me dec�a...

..que vuestro Antonio va a Espa�a
como voluntario la semana pr�xima.

Si, fue una decisi�n imprevista.

Que afortunados de tener un hijo as�.

�Y Alberto? Contin�a
con sus estudios, naturalmente.

Por el momento goza las vacaciones,
se agot� de estudiar este invierno.

- Oh, claro, entiendo.
- A mi me gusta Alberto, es distinguido.

Y no marcha voluntario.

Te escribir� desde Espa�a,
�me responder�s?

- Depende.
- �Puedo esperar una respuesta tuya?

Gloria me trajo un disco de Mil�n,
es un nuevo baile americano.

�Ah, si? �Qu� es?

No lo se, pero es divertido.

Te escribir� si te agrada.

Me cubrir� de honor contra los "Rojos".

No hablemos de guerra,
me horroriza.

�Basta!

Ya no tenemos ganas de bailar, �verdad?

- �Por qu� no vamos al jard�n?
- Pero si, vamos, �eh?

�Est� loco!

- Ven, vamos a mi habitaci�n,
te muestro ese disco. - Est� bien.

Su t� es delicioso como siempre.

- �Si? Muy gentil, se�or Prefecto.
- Por favor.

Antonio y Gloria forman
una hermosa pareja.

Tambi�n Esperia es deliciosa,
en su gracia tan fresca.

Tiene un grave defecto, es
demasiado t�mida para estos tiempos.

�Por qu� no vas de voluntario?

No me gusta la gusta la guerra,
la considero una boludez.

- Es un discurso derrotista.
- Se dice siempre as�, derrotista.

Pienso que tienes raz�n,
yo soy un derrotista.

�No te gusta? No s� que hacer.

Sos un gusano,un cobarde, la gente
as� arruina el esfuerzo del pa�s.

Cuidado con los esfuerzos...
podr�as cagarte encima.

- Yo te rompo la cara. �Cobarde!
- �No, ya basta!

�T�o! �Ac�benla!

- �Basta, muchachos!
- �Alberto!

�Traidor! �Derrotista!

�Golpean, golpean!
No saben hacer otra.

�Alberto, qu� sucedi�? Dime.

S�lo he dicho que no amo la guerra.

Estos muchachos...
a su bendita edad...

..se calientan por nada.

Lo lamento, querido Prefecto,
estoy desolado,...

..mi hijo se comport� de
manera indigna.

T�, querido Mandini, lo haces
una cuesti�n de educaci�n,...

..pero tu hijo dijo cosas graves...

..y Antonio reaccion� como lo
har�a cualquier buen italiano.

As� que fingir� no haber o�do,
pero son cosas graves, muy graves.

- Si, he sabido que Alberto...
- �Qu� Alberto? �Que dec�a?

Tambi�n por Anna, tu mujer...

Un d�a hablamos de eso y
se confi� conmigo.

S� que Alberto les crea problemas
con su comportamiento...extra�o.

Si no supera que eres un buen
fascista, �qu� podr�a pensar?

En fin, un consejo fraterno:...

..ojo con ese muchacho,
puede meterte en problemas.

�Te pasaron los celos?

Porque sos celoso, �verdad?
Y por esto te peleaste por m�.

Te odio.

Te amo.

�Por qu� coqueteabas con ese animal?

Vendr�s a Mil�n conmigo.

Mira.

He guardado dinero.

�Es el que le robaste a tu padre?

- �Est� cargada?
- �Pero para qu� te sirve?

- Antes de irme lo mato.
- �No digas idioteces!

Nos iremos de ac�, estudiar�s
y ser�s un doctor.

�l no me dejar� ir de aqu�.
�Viste como me trata delante de todos?

Un d�a u otro me servir�.

D�mela.

Dime, cuantos hijos de Prefectos
conoces en Mil�n, �eh?

�Mm?

Y aqu� se rompe, �lo
hacemos ajustar?

No, tiralo.

�Qu� sucede?

Est�s loco.

�Dame la pistola, bastardo !

�Adelante!

Te mato, juro que te mato.

Se ha vuelto peligroso.

Comienzo a tener miedo, esta
noche no pegu� un ojo.

�Tu hijo est� loco!

�Crees que pueda da�arse a s� mismo?

Es un loco vivo,
y la tiene conmigo.

Guido, �qu� intenciones tienes?

- �Lo mandar� a encerrar!
- Oh, Dios m�o.

- �No encuentras que me hice mujer?
- Buena.

- Creo que no me falta nada.
- �Puedes estar un poco callada?

- Si te hago una confidencia,
qu� me regalas? - Elige t�.

- Tu perfume me gusta.
- T�malo, est� sobre la c�moda.

Mm, "Giacinto Innamorato".

�Se puede saber cu�l es el secreto
que me debes confiar?

- El profesor.
- �Cu�l profesor?

El neur�logo, aqu�l que trata
los nervios de Alberto,...

..pap� fue de �l, quiere
recluirlo en un manicomio.

S�, me quiere internar. Fue a la
ciudad con esa intenci�n.

- No, habr� ido del neur�logo
a pedirle un consejo. - �Que bueno!

Charlas y te pregunta qu� sue�as,
qu� piensas y te llena de medicamentos.

�Cu�ntas veces fuiste a verlo?

No recuerdo, pero era siempre �l
que me llevaba, yo nunca quer�a ir.

Pero tambi�n t�, ponerte
a tirar al pich�n!

S�, y todos los que comemos
�qui�n los mata?

Yo soy el loco y �l en cambio...

�l es el centrado.

�Ese dinero me sirve!

Basta, Guido,
hay un l�mite para todo. Andate.

�Basta s�! Me has cansado con
ese aire de gran se�ora.

�Por qu� la t�a Floriana
no dice los a�os que cumple?

- �Qu� pregunta, tontita!
- Para mi tiene 100 a�os.

- Miren que flores! �D�nde las ponemos?
- Espera, voy a ponerlas en un jarr�n.

- �Cu�ndo partes, Gloria ?
- No lo se. Dentro de unos d�as.

- Dentro de unos d�as Alberto estar�
en el manicomio. - �Qu� sabes?

Elisa tiene mucha fantas�a.

Alberto, abre soy yo, Gloria.

- Hola.
- Hola, dentro de unos d�as me voy.

- �Vuelves a casa?
- S� y t� vendr�s conmigo.

�Contigo? �A Mil�n? Pero yo...

Alberto, yo te quiero
y no puedo dejarte aqu��.

- Esta casa es una jaula de locos.
- Pero, �c�mo hago?

No te preocupes,t�a Floriana
lo sabe y est� de acuerdo.

As� no tendr�s m�s problemas
de dinero y podr�s estudiar.

Alberto... �qu� te pasa?

Yo no puedo ir a Mil�n.

- �Por qu� no puedes venir?
- Mi padre, lo sabes...

�Tu padre! �Pero qu� hombre sos?

Existe s�lo tu padre, est�n
aterrorizados por ese imb�cil obtuso.

Le hablar� yo.

"Santita", si repites una sola
frase, te demuestro qui�n manda.

S�lo sabes usar la violencia,
sos una bestia, peor que una bestia.

- No tengo miedo, no te tengo miedo.
- �Ahora te hago ver!

Sos un imb�cil, arruinaste Alberto,
pero se termin�, y vendr� conmigo.

- �No! - �Sos un puta, eso es lo
que eres! - �No! - �Pap�, dejala!

- �Dejame!
- �Sal� del medio vos!

Ahora te doy la lecci�n que mereces.
Era esto que quer�as, �no?

- No, �est�s loco? - Te hago ver como
se tratan a las putas como vos.

- �Y como quieren ser tratadas!
- �No, dejame, basta!

Mira, reblandecido,
sigue mi ejemplo!

- Dejame. - Mira como se debe
tratar a las mujeres!

-�Mira bien y aprend�!
- No, auxilio.

Siempre hay que demostrarles
qui�n es el m�s fuerte.

Hay una sola forma,
no conozco otra!

Nacieron para esto, �qu� crees?
�Para esto y nada m�s!

- �No! - �Mira, mira!
�Est� buena! - �No!

- Alberto, ay�dame. - Dejalo a
Alberto, �l necesita ayuda.

- �Guido, abre!
- �Mira como se hace, Alberto!

�Guido, abre enseguida!
�Est�s loco, abre!

- �Auxilio!
- �Abre, Guido! �Abre, te suplico!

�Y t�? �Qu� me miras?

�Quieres que te d�
tambi�n una lecci�n?

�Te gustar�a,eh?
�Son todas putas!

�Putas! �Putas!

�Putas!

�Por qu� escapas, eh? �Ten�s miedo?
�Aqu� mando yo!

�En esta casa mando yo!

Yo s� como tratar a las mujeres.

Quiero estar hermosa para mi fiesta.

- Como siempre. - Me importa mi
cumplea�os. Otro a�o que se me va.

Adelante.

Quedate A�da,
debes ayudarme a vestir.

�La bebida, A�da! �La bebida!

Bebida para �l tambi�n.

Pero, �qu� tienen?

�Han perdido la lengua?

Hoy... es un d�a especial.

El cumplea�os de la
querida Floriana.

Miles de estos d�as.

�No quieren brindar por
la amada Floriana?

�Vamos reblandecido,
levanta el vaso!

Pero Guido, lo sabes que a
Alberto no le gusta beber.

Y adem�s un brindis
debe ser espont�neo.

�Me importa un carajo!
�Aqu� se hace lo que digo yo!

Siempre hicimos lo que dec�as.

�Quedate callada, est�pida!

Somos todos est�pidos,
excepto t� naturalmente.

Se entiende, un caudillo
debe pensar por todos...

..y actuar por todos.

Qu�...qu� tienen?
Me quieren "tomar por el culo"?

Nada, basta. El d�a de mi
fiesta no quiero peleas.

�Entonces hacemos este brindis?

�Felicidades a Floriana!

Hacemos un brindis por Alberto.

En el fondo tambi�n es su fiesta,
est� por volverse un hombre.

Al hombre Alberto.

# Su paso marcial,
lo veo feo,... #

# ..no hay otro igual
en el mundo entero... #

# ..y mientras en la arena
el toro espera,... #

# ..por �l, la madrile�a
de amor se enciende.

# Luego surge un grito:
a nuestro vencedor... #

�Y t�?... �Nuestro hombre!

�Participa tambi�n t�!
�Canta con nosotros!

# Su paso marcial,
lo veo feo,... #

�Ah� est�, nuestro hombre!
�Nuestro h�roe!

�Verdad, Floriana ?

�Ah� est�! �Nuestro combatiente!

# Su paso marcial,
lo veo feo,... #

# ..no hay otro igual
en el mundo entero... #

�A�da!

Quiero beber.

And� a la cantina a buscarme vino.

�A�da!

Ah... beber.

�Beber!

Deberemos avisar
al se�or Prefecto.

�Ana, te ocupas t�!
Quitarse as� la vida, pobre Guido.

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