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�Bartolo! �Bartolo!

�No me esperes esta tarde que vino
Juan Aguirre de la mar!

�Hola, madre!

Vengo por la botella de vino
que le compr� ayer a Juan.

Yo s� que no ha sonado la sirena,
pero yo s� que llega ahora.

�Lo ves como ven�a? �All� est�!

Hasta luego, madre.

�Qu� tiemblen todos los piratas
que ha llegado Juan Aguirre!

�C�llate barbar�n!

�Cierra la boca o me voy a saltar a bordo
y te arranco esa lengua venenosa!

�Qu� es eso lo que traes?

El tridente de Neptuno.

Si lo quieres para tu cueva,
tendr�s que arranc�rmelo

a fuerza, si es que tienes valor.

�Ahora ver�s si tengo valor!

�Ya ves que tengo, corsario maldito!

Con Pedrito que no hab�a mentido, �eh?

Cuidado que me ahogas.
�Me rindo! �Me rindo!

No bebas m�s, borrach�n.

Vino es pa' beberlo, �no?

-- Pero no de un trago.
-- Hola, Juan.

Buenos d�as, Don Eustaquio.

�Sabes d�nde quedaron mis barcos?

Al alba ven�an siguiendo,

pero cuando vieron que me enfilaba
por el puerto, cambiaron el rumbo
y siguieron al noroeste.

Quer�an m�s pesca. Vamos, dije yo.

�T� llegaste hoy hasta los topes?

S�. La verdad es que tuvimos suerte.

No se vio mal la noche.

Por lo visto la suerte es tu aliado,
Juan Aguirre.

Espera. Te lo ha propuesto muchas
veces y te lo propongo ahora.

�Quieres asociarte conmigo?

No, gracias. A m� me interesa
pescar, no el dinero.

Lo que de verdad me gusta es la mar.

Si fuera por m�, pescar�a y despu�s
tirar�a el pescado al agua.

�Juan! �Ven, que lo vas a pasar enorme!

Hoy me lo est�n quitando de las manos
de a precio de oro.

Luego me lo cont�is, ahora me voy
con Pedrito que tenemos
muchas cosas que hacer.

-- Bueno, hasta luego.
-- Si cambias de pensamiento,
aqu� me tienes.

Yo no s� pensar, s� querer.

Y lo que quiero es que sea
para usted todo el dinero,
y para m�, toda la libertad.

�Hey, To�ona! �Ponte guapa pa' la fiesta,
que ha llegado Juan Aguirre!

�Atenci�n, preparaos! Uno. Dos. �Y tres!

-- �Vamos!
-- �Vamos! �Corre!

�Corre que gan�! Un poco...

�Gan�, yo!

Has ganado.

Anda, vete a llevar esto a la cueva,
que yo te esperar� aqu�.

-- �No vas a subir conmigo?
-- No, nunca.

Ese es un sitio que s�lo a t� te pertenece.

Ya sabes que yo siempre digo
que en la vida cada hombre
ha de tener su lugar.

Ahora vengo.

�Hey, Pedro, mira! Digo que hay all�.

�Est�s loco, Juan Aguirre!
�Completamente loco!

�Juan Aguirre!

�Qu� quieres, sacristar�n?

Que quiere hablarte Don Jos�,
que te espera en la iglesia.

Est� bien, dile que ya voy.

Dime, Juan Aguirre, �t� no crees
que deber�amos llevar a Pedrito
a un colegio de la ciudad?

Querr� decir, a un orfelinato, �no?

Le he dicho, a un colegio.

Don Jos�, usted y yo sabemos
que es a un orfelinato.

Bueno, ll�malo como quieras, pero
�t� no crees que estar�a mejor all�?

Con permiso de usted, no.

-- �Por qu�?
-- Pues...

porque all�....

estoy seguro que se sentir�a un hu�rfano.

Y aqu�...

...es un ni�o que est� esperando
que su madre vuelva.

T� y yo sabemos que eso es imposible,
tendr�a que ocurrir un milagro.

Pero usted cree en los milagros.

Y yo tambi�n.

Pero t� sabes igual que yo,
que un ni�o no debe vivir sin padre.

Ahora yo soy el padre.

Y menos -- sin madre.

Con permiso de nuestro Se�or
yo tambi�n soy la madre.

El cari�o te hace desmarrar,
Juan Aguirre.

En caso de usted el ni�o vive
como un hombre prematuro.

No, no es �l el que vive como un hombre.

Soy yo el que vive como un ni�o.

T� te pasas la vida en la mar,
y al ni�o, en la soledad,
se le desborda la imaginaci�n.

Cree en Neptuno, en las sirenas,
en piratas, en animales que hablan...

Usted siempre dice
que lo importante es creer.

Porque cuando se cree,
s�lo se cree en una cosa --

en Dios.

"Creed en Dios, y pod�is hacer todo
lo que querr�is." Son palabras suyas.

Son palabras de San Agust�n.

-- Es igual.
No, no es igual, y no vuelvas m�s
a Dios, Juan Aguirre.

Est� bien, hombre, no se ponga usted as�.

Y ahora, digame una cosa
que necesito saber.

�Qui�n siembra la pita�a para que
me proponga que Pedrito
se vaya del pueblo?

No me hagas esa pregunta, Juan.

No puedo responderte.

Ma�ana comienzan las fiestas
de Nuestra Patrona.

Y si contestara lo que me preguntas, ...

...manchar�amos estos d�as
con odio y con violencia.

Bueno.

Pues pid�mosle a Nuestra Se�ora
que nos ilumine a todos.

-- �Viva la fiesta de la Patrona!
-- �Viva!

-- �Bruno! �Bruno!
-- �Qu� pasa?

-- Jes�s, qu� susto.
-- Oye, t�. A ver si llamas
antes de entrar.

-- Que tienes que ir a arreglar el altavoz.
-- Bueno, Bruno, qu�...
�qu� le digo a mi padre?

-- �Padre? �De qu�?
-- De lo del coche.

Ah, s�. Bueno, dile que ir� a revisar
el motor cuando acaben las fiestas.

Adios.

Venga. Vamonos.

Oye, Bruno. �Esa qui�n es?

Elisa.

Es la hija del boticario del pueblo
de Ablado que ha venido
a pasar las fiestas.

Pero no es tu novia, �verdad?

No, que no que va a ser mi novia,
esa es un roneo.

Tu novia...

�es la se�orita Carmen, la maestra?

�No es verdad?

Hombre, esa es un roneo tambi�n,
pero un poco m�s serio.

Pero ya quiere casarse contigo.

Toma: y esta,

y la hija del alcalde, y la del boticario,
y la del secretario del ayuntamiento,

todas quieren casarse para que
las mantenga a uno.

Pero conmigo no les vale.

T� matrimoniar no quieres,
quieres ronear, �eh?

Oye... de esto... ni una palabra
a la se�orita Carmen, �te enteras?

�Usted dir�, Don Jos�?

Pues ver�s... Pens� que ibas
a comer sola hoy, el D�a de
Nuestra Santa Patrona y...

...se me ocurri� invitarte.

Bueno, y aparte de su amabilidad
de invitarme...

...usted quer�a saber algo m�s
de m�, �verdad?

Es cierto, quer�a hablar contigo.

�En confesi�n?

No-no-no, en confidencia.

Creo que debo prevenirte de algo.

Tus relaciones con Bruno no est�n siendo
bien vistas por algunas personas que
tienen que confiarte a sus hijos.

�Y qui�nes son ellos para reprocharme?

Si cumplo con mi trabajo como cumplo,

creo que tengo derecho a elegir
a quien yo quiera.

Y precisamente ten�as que elegir a Bruno.

S�. Y estoy dispuesta a casarme con �l.

Si es as�, hija, alabado sea Dios.

Listo el bote.

Bueno. Y cumplido mi cometido
me voy por donde he venido.

Hoy ha tenido usted suerte, hombre,
no le voy a cobrar nada,
se lo regalo para el cepillo.

Gracias, Bruno, pero esp�rame
que salgamos juntos.

-- Quiero pedirte algo.
-- �Para sus viudas?

-- No, hoy no te voy a pedir para mis viudas.
-- Entonces, �para sus hu�rfanos?

Fr�o, fr�o. Hoy te voy a pedir
para mis solteras.

Hombre, se�or cura,
por ellas podemos entendernos.

Bueno, bueno. Adem�s te voy a invitar
a un aperitivo a la bodega.

Hombre, era la hora de conocer
a un cura que diera algo.

## El se�or cura no baila

## Porque dice que hay corona.

## Baile, baile, se�or cura,

## Que Dios todo lo perdona.

## El cura viome y mirome,

## d�jome que era galana.

## -- Se�or cura, no me mires,

## que esto no le importa nada.

Juan Aguirre, que escupas siempre
la sebada entera.

Perdone, Don Jos�. No se preocupe
que ahora mismo arreglamos esto.

## La V�rgen de Covadonga

## La V�rgen de Covadonga...

Venga, Don Jos�, desembucha de una vez.

-- Bruno, estoy preocupado.
-- �Por qu�?

Dime, �cu�ndo te vas a casar
con C�rmen?

Si le hace falta el dinero de la boda,
se lo pago para adelantado, �eh?

No te burles, no te burles.

Si no me burlo, Don Jos�, es que
tomo la vida como viene.

Que hay que casarse y sufrir,
pues se sufre.

Que sea soltero y hay que pasarlo
bien, pues se pasa.

Lo uno compensa el otro.

Lo que ocurre es que
yo lo compenso por anticipado.

�Hey, Don Jos�! Ya est� todo
arreglado, �no?

Mire a Juan. Es soltero y no tiene
ninguna tristeza.

Pero Carmen s� la tiene. Le prometiste
casarte y le vas dando largas.

Venga, Don Jos�, usted me conoce bien
y no debe creer en tonter�as.

Porque te conozco, lo creo.

A los que deber�as conocer mejor
es a las mujeres.

�Para qu� tantas horas en el confecionario?
�Para cre�rselo todo?

Anda, Ramonito, tr�enos una botella
de cidra y lo que --

Bueno, nos vamos, don Jos�.

-- Y perdone usted por todo, �eh?
-- Adi�s.

Van 5,000.

Apuesto 50. Vale, 60.

200 m�s.

-- 45.
-- Que no.

-- Apuesto el doble.
-- No m�s.

�Vamos, Juan! �Venga Belceb�!

�R�pido!

�Eres el m�s fuerte de todos!

�Bravo! �Bravo!

�No vienes conmigo bailar a la plaza,
Juan Aguirre?

Si es con este, s�. Ya lo sab�as.

�Y c�mo vamos a bailar los tres?

�Qu� c�mo vamos a bailar? Ahora ves.

�Qu� bien me llevas, Juan Aguirre!

�Baila y calla, condenada!

-- Buenas noches, se�orita Carmen.
-- Buenas noches.

-- Hola, Bruno.
-- Hola.

Qu� alegr�a de verte, Pedrito,
a�nque sea en el baile.

A t� esto te gusta m�s que la escuela, �eh?

Vamos, se�orita Carmen,
que a usted tampoco le disgusta.

A ver si nos vemos y hablamos,
Juan Aguirre.

S�, cuando usted quiera.

Oye, cuando vino la maestra, recuerdo
que pusiste los ojos en ella.

Y si no me equivoco, a ella
no le desgustabas, �eh?

Ah, no digas tonter�as, To�ona.

Que los fuertes tenemos que ser buenos.

Con que haga el favor de no sacar
la lengua de paseo, �eh?

Oye, �es verdad que te echaba
los ojos la maestra?

Eso dice la To�ona.

�Y por qu� no te casaste con ella?

Porque no me quer�a a m�.
Te quer�a a t�.

Pens�: si me caso con Juan Aguirre,
podr� llevar al ni�o todos los d�as
a la escuela.

No seas mentiroso.

No, no. Fue as�.

Yo me dije: si �l vaya por su propia
voluntad, �para qu� necesito casarme?

Por que t� vas a ir a la escuela cuando
pasen las fiestas, �no es as�?

Claro.

Si t� lo quieres, ir� todos los d�as,
te lo prometo.

Hoy estuvo bien Don Jos�.
Cortito pero sabroso.

Lo bueno, si breve, es doblemente
bueno, hombre.

Qu� bien te sirve que vas con la maestra.

Yo soy contrario a eso.

Lo bueno, si mucho, doblemente bueno.

Diles como es, Pedrito.

La misa mayor, el serm�n largo,

la comida abundante y el vino de sobra.

-- �Hola, buenos d�as!
-- Buenos d�as, Don Jos�.

Y �t� qu� haces aqu�, que no est�s
jugando con los chicos en la plaza?

Vamos, vente con nosotros.

-- �Me voy?
-- Eres libre, �no?

Juan, dice la maestra que vayas,
que te espera en la escuela.

-- Ya ser� Bruno, ni�a, a hablar.
-- No, yo no tengo clases hasta
la hora del baile.

Vale, hermosa, dile que ya voy.

�Cu�l es el banco de los ignorantes
para sentarme en �l?

Hola, Juan. Pasa.

Bueno, ya puede empezar.

Te he llamado por lo de siempre.

�Sabes que Pedrito sigue sin
venir a la escuela?

�Pero tambi�n usted va a
perseguirlo, se�orita Carmen?

�Por qu� no viene?

De ahora y en adelante vendr�.
Ayer me lo prometi�.

�Y si no cumple su promesa?

La cumplir�.

�Por qu� est�s tan seguro?

Porque yo le he ense�ado que los hombres
deben cumplir lo que prometen.

Y �l ya ha dejado de ser un ni�o.

Ayer me llam� loco, borracho y mentiroso.

Pronto seguro que me llamar� otras cosas.

Est� empezando a ser un hombre.
Necesita de la escuela, de los amigos...

El mundo para �l ha cambiado.

Ya no s�lo existe Juan Aguirre.

La verdad es que es admirable ver
como le quieres.

Cuando un d�a me dijeron que se hab�an
llevado a su madre al manicomio...

...me qued� solo, pensando, y me dije:

Juan Aguirre, si te quedas con el ni�o,
todo lo dem�s est� de sobra.

Tienes la obligaci�n de hacer de �l
un ser alegre, fuerte, sin miedo a nada.

Para t� ya no hay m�s cosas
que Dios, la mar, el ni�o y t�.

�Qu� decides, Juan Aguirre?

Y yo decid� quedarme con �l.

Incluso sacrific�ndolo todo
y viviendo solo toda t� vida?

S�.

Hasta que �l sea un hombre.

Juan...

�Sabes que quieren trasladarme
de este pueblo?

Entre otras razones por que me obligan
es dar cuenta de que Pedrito
no vino a la escuela.

Y no lo hago.

�Y qui�n la ha denunciado?

No lo s�.

Si obligaran a Pedrito a venir
a la escuela porque le quisieran...

...yo les besar�a las manos.

Pero es por odio.

Y eso es lo que no estoy
dispuesto a consentir.

Est� segura de que alg�n d�a caer�n
mis manos a �l que lo ha hecho.

�Quer�as ganarme, eh, Federico?

Ni hace un poco me has ganado
con trampas.

�Est�s enfado por el premio? T�malo,
s�lo quer�a gastarte una broma.

Quiero nada de uno abandonado
por su madre.

-- �Qu� has dicho?
-- La verdad.

No debes hablar as�. Dios te manda
que sea para t� un hermano.

Yo de esto... Si no lo quiso ni su madre,
�c�mo lo voy a querer yo?

�Cuagro! Te voy a...

�Ni�os! �Qu� hac�is?

�Estados quietos!

�Estados quietos! Quietos.

�No sab�is que la violencia es
el patrimonio de los d�biles?

�Qu� es lo que ha pasado?

Me gan� con trampas.

Y t�, �por que le pegas?

Es que me ha dicho que
no me quiso ni mi madre.

�Te ha dicho eso?

-- �C�mo te atreves, --?
-- �Detente, Juan, en nombre del cielo!

S�.

Lo siento, Don Jos�,
hab�a desnivelado la balanza.

�Qu�?

�Ya se te pas� el enfado?

S�.

Ten.

Siempre est� bien contarle
las cosas a los amigos.

�Qu� te dijeron de la pelea tus compa�eros
Jerem�as el pirata y Bartolo el pato?

No he hablado con Jerem�as el pirata.

Ni con Bartolo el pato. Ni con nadie.

Ya no volver� a hablar m�s con ellos.

He estado en la cueva pensando,
y �sabes lo que voy a hacer?

Ya no voy a hablar nunca m�s,
que con gente como nosotros.

Eso est� bien.

Esc�chame.

Te voy a contar un secreto muy importante.

Antes eras un ni�o, y no lo necesitabas.

Esa cueva tiene en la parte central
del techo una especie de
extra�o cr�ter, �no es as�?

As� es.

Pues f�jate bien en lo que
te voy a decir.

Cuando ves que el agua sale
pulverizada por �l...

...debes de avisar a la gente del pueblo.

Por que eso quiere decir que
va a haber galerna.

�Te has enterado?

S�.

Toma. Esta es para tu padre.

Lucas, compa�ero.

Para que sepas que no te olvidamos,

te enviamos all� donde est�s
una botella de vino.

Es de aquel vino �spero y fuerte,
con el que tantas veces brindamos juntos

para celebrar las fiestas
de Nuestra Patrona.

Dime una cosa, Juan.

�Fue mi padre... tan buen marinero como t�?

Con un canto en los dientes me dar�a yo

si un d�a llegase a ser la mitad de
lo buen marinero que fue tu padre.

Juan.

Dime.

Ma�ana sales a la mar.

S�, si Dios quiere.

Dime una cosa.

�Es verdad que ya soy un hombre?

Naturalmente que ya eres un hombre.

Entonces...

...quiero que me digas...

...si mi madre est� muerta...

...o me abandon�.

T� madre ni est� muerta, ni te abandon�.

Te lo digo un poco antes de salir
a la mar que es cuando
los hombres no mientan.

Cuando tu padre desaparici�...

...la pobre casi se volvi� loca de dolor.

Todas las tardes iba a la playa.

Y al ver que no ven�a se met�a
a mar dentro llam�ndole a gritos.

Muchas veces la sacamos a punto de ahogarse.

Un d�a se lleg� a m� y me dijo:

"Juan Aguirre, mi marido no ha muerto."

"Seguramente estar� perdido..."

"...por alg�n puerto del que
no puede volver."

"Me voy en su busca."

"Si no lo encuentro, volver� yo sola."

�Se volvi� loca?

�No?

Eso no puede llamarse "locura".

Eso es exceso de una f�.

Bendita locura de esa mujer,

que no se resigna que crezca
sin un padre que te gu�e.

Juan.

Si t� estuvieras toda la noche,
pero toda entera sin dormir, ...

...�saldr�as igual a la mar?

Por Jesucristo vivo,
puedo jurarte que saldr�a.

Si yo estuviera toda la noche,
pero toda entera sin dormir,

...yo tambi�n me ir�a ma�ana
a la escuela.

Puedes creerme, Juan.

�Qu� te pasa?

-- �Est�s llorando?
-- S�.

Porque estoy muy contento.

Estoy llorando de contento que estoy.

Me gustar�a estar bailando
toda la noche.

Est� bien. �Bailaremos toda la noche!

�Qui�n es?

Me parece que Don Eustaquio.

�Hab�is visto por all� a mis hombres?

Se estar�n divertiendo.

Tienen derecho, �no?

A�nque yo s� que a usted
no le gusta mucho.

A m� me gusta el trabajo.

En �l me hice y s�lo en �l creo.

A prop�sito de creer...

Hace tiempo que me est� dando
en las narices, ...

y esto es s�lo una creencia, ...

que �l que quiere echar
de aqu� a la maestra...

y mandar al ni�o al orfelinato...

...es usted.

�Acaso me equivoco?

No te equivocas.

Pero no es como t� dices.

-- Ah, �no?
-- No.

Yo soy el presidente
del p�sito de pescadores.

Y mis obligaciones dar cuenta de las cosas
que ocurren a la Junta Central.

Pues yo le voy a ense�ar a cumplir
con sus obligaciones.

�Juan!

Juan, �qu� vas a hacer?

�D�jame!

No sale.

-- T�rate.
-- �Qu�?

�Vamos! �Qu� te tires!

Ser� mala suerte, pues no se me ahogue
a la hora de este tiro, tendr� desgracia.

�Est� vivo?

S�.

Bueno, creo que s�.

Por lo menos respira.

S�lvalo, Dios del cielo, y te juro
que como penitencia soy capaz
de trabajar con �l.

Atenci�n, companeros de La Azucena,

La Carmencita, La Esperanza, y La Trinidad.

Seguidme todos que os aseguro que
vamos a dejar la mar
como la palma de la mano.

�O no es as�, Don Eustaquio?

Eso ni se duda.

�Avante!

�Avante todas!

�R�pido! �R�pido!

�A todo motor!

Hasta luego, madre.

Pero oye, �d�nde vas tan guapo, Pedrito?

A la escuela.

�Mar�a! �Ramonuca! �Lolona!

�Que Pedrito va a la escuela!

No digas tonter�as, mujer, que habr�
hecho efecto el Arujo.

-- Buenos d�as, Don Jos�.
-- Buenos d�as, hijo.

�D�nde vas tan requeteguapo, novio m�o?

Voy a la escuela.

�A la escuela? Esther, mira el calendario
a ver si son los santos inocentes.

Tenga usted buenos d�as, se�orita Carmen.

Buenos d�as, Pedrito.

-- �Y Juan Aguirre?
-- Ha ido a la mar.

Vamos. Entra conmigo.

Vendr� �l solo porque
ya es un hombre.

Ayer me llam� loco,
borracho y mentiroso.

Pronto me llamar� otras cosas.

Ya ha dejado de ser un ni�o.

Ya hay para �l en el mundo
otras cosas que no son Juan Aguirre.

�Quieta, Clara! �No sigas!

-- �Adonde vas?
-- Me dijiste un d�a que
me ense�ar�as tu cueva.

Eso no puede ser. La cueva es mi secreto.

Y s�lo a m� me pertenece.
Nadie puede entrar.

Yo no dir� nunca nada.

-- �Seguro?
-- Seguro.

Est� bien. Te creo.

Vamos, te la ense�ar�.

Aqu� en este cofre guardaba su tesoro
el pirata Jerem�as el Largo.

�Y esto qu� es?

El caparaz�n de una tortuga.

Dice Juan que los teutones pasean
alzado sobre ellos por el fondo del mar.

Oye. Es m�s bonita la cueva
de lo que yo pensaba.

Mira. Con esa red que ves all�
pesc� Juan una sirena.

�Y d�nde est�?

La devolvi� al mar.

Porque hay que tenerlas en una ba�era
con agua salada y es mucho l�o.

�Sabes que las sirenas a�nque vivan
debajo del agua tienen siempre
el pelo seco y suelto?

No, no lo sab�a.

Y esta es la corona
y el tridente de Neptuno.

Es lo �ltimo que me ha tra�do.

Tenemos que salir de aqu�, viene
una galerna y es de las grandes.

-- �C�mo lo sabes?
-- Es un secreto que me cont� Juan.

�Vamos de prisa!

�To�ona! �To�ona! Encienda las cruces
de la V�rgen, que va a haber galerna!

Pero �Qu� dices? �Espera, condenado!

�Bruno! �Bruno!

-- �Qu� pasa?
-- �Que viene una galerna!
-- �Una galerna?

-- La pr�xima vez que entras en la mar,
te avuelo la cabeza con este --
-- �Qu� diablos! �Est�s loco?

�Fuera de aqu�! �Vete de mi vista!

�Galerna! �Galerna!

Pero qu� tonter�as dices,
est� la mar como una mansa.

�Pero all� viene una galerna!

A este ni�o le siento mal ido
ya la escuela.

Cuando no se tiene costumbre
es lo que pasa.

�Pedro!

Ven ac�.

Si est�s seguro que viene una galerna,
hay que tocar las campanas
para prevenir a la gente.

Las de la igl�sia.

�Qu� locura es esta?

�Qui�n es capaz de tocar a galerna
sin mi permiso?

A lo mejor a que est� entrando una galerna.

No, no en esta �poca.

Qui�n sabe, a veces ocurren cosas extra�as.

Agust�n, por el amor de Dios,
no digas tonter�as a estas horas.

Pero bueno, �ad�nde vais, mujeres, eh?

-- Al muelle, nos vamos al muelle
que piden auxilio.
-- �Quietas!

A la iglesia donde hay que ir a ver
quien es ese loco, y no al muelle.

Ah, es Pedrito, no ca�mos,
ese condenado que se ha paseado
la tarde anunciando galerna.

�Pedrito? �No me digas m�s!

�Vamos! �De prisa!

-- Aqu� est� el hombre.
-- Pero �qu� has hecho?

Tocar a galerna.

�T� sabes lo que haces, hijo?

Don Jos�, va a haber galerna.

�Y qui�n te lo ha dicho, tus amigas
las gaviotas, o el mism�simo Neptuno?

No. Me cont� un secreto Juan Aguirre.

Me dijo que cuando viera saltar el agua
por el techo de la cueva,

es que va a haber galerna.

Y �por qu� no viniste a darme cuenta?
�Por qu� no hablaste conmigo?

Porque no lo encontr�.

Avis� a todo el pueblo,
pero se rieron de m�.

Y yo ten�a miedo por los hombres
que est�n en la mar.

Y por Juan.

Madre.

Ruega por Juan.

Vamos.

La he visto en el cabo.

Esa que est� sonando, �cu�l es?

Es La Azucena. La he visto
desde las polleras.

Es otra sirena es de La Trinidad.

La conozco bien.

-- Por favor, �sabes si ha llegado
La Gaviota?
-- No.

Piru!

�Qu�?

�Si sabe algo de La Gaviota?

Ay, vete de aqu�, muchacho,
que no est� esto para ni�os.

D�jame quedarme.

Por todos los santos, ��chate atr�s!

He venido a ayudarte.

Lev�ntate.

No me muevas mucho, --

-- �Te duele la pierna?
-- S�.

-- Vamos arriba.
-- D�jame, no tires de m�,
que me he roto alg�n hueso.

�He-e-ey! �Aqu�!

Te felicito, Libio.
Era dif�cil salvar el barco.

Pod�as felicitarme por
haber salvado otras cosas.

Por ejemplo, las vidas de la tripulaci�n.

Eso no hay ni que decirlo.

Ser� por descontado.

S�.

�Libio!

�Libio! �Cu�l es esa que est� entrando?

Es La Trinidad.

-- �Est�s seguro?
-- Seguro.

Ven�a a media milla detr�s de nosotros.

�Hay alguna noticia de La Gaviota?

No, Don Jos�.

La Gaviota no volver�.

Juan Aguirre nos fue dejando
en los sitios m�s cercanos,
y �l se fue mar adentro,

por si quedaba alguien.

No los espere.

La Gaviota no volver�.

Hermanos, recemos todos unidos
a Nuestra Se�ora de la Carmen,

por Juan Aguirre y sus hombres
que no vacilaron en arriesgar sus vidas

por salvar las de sus compa�eros.

Dios te salve Mar�a, llena eres
de gracia, El Se�or es contigo.

Bendita t� eres entre todas
las mujeres, y bendito es el fruto
de tu vientre, Jes�s.

Gloria al Padre, y al Hijo,
y al Esp�ritu Santo.

Ite, missa est.

Y ahora roguemos por todos los que
se fueron a la mar y no volvieron.

Y esperan en su seno el d�a
de la resurrecci�n de la carne

a volver a reunirse con los que aqu� dejaron.

All� est�.

�Pedrito!

�Pedrito!

Espera, que quiero hablar contigo.

�Pedrito!

Es in�til que vaya,
�l conoce muy bien las cuevas.

Y usted nunca lo podr�a encontrar.

Desde que desapareci� Juan,
no quiere ver a nadie.

Ya no volver� a jugar, Juan.

De la mar me los trajiste,
y a la mar te los devuelvo.

Hola, Francisco. �C�mo est�s?

�C�mo voy a estar, hija?

Matado con esta cadera del demonio,
que no me deja pegar ojo.

As� que me levant� y me fui a orde�arle
un poco de leche a la cabra,

y me dije: vea, pa' Pedrito.

-- Ah, eres t�.
-- Hola, Piru.

-- �C�mo va la pierna?
-- Mejor.

Anda. Pasa.

-- �Quieres pan o dulce?
-- Bueno.

Dime una cosa. �Por qu� sigues empe�ado
a estar solo y escondi�ndote de la gente?

�No sabes, que todos te quieren?

S�. Ya lo s�.

Todos me traen comida a casa.

Pero yo todav�a...

...no puedo estar con nadie.

Tienes que admitirlo, hijo:
es in�til que esperes.

La mar...

...a veces nos cobra su tributo
llev�ndose a los mejores.

Y esta vez ha elegido a Juan.

Yo creo que a�n volver�n.

Los espero todas las ma�anas en la playa.

Para verlos aparecer.

Los seis marineros... y Juan en la proa.

Yo s� que un d�a volver�n.

-- �Qu� es eso que escondes?
-- �El qu�, jefe?
-- Eso.

Y no me llames "jefe".

-- Lo dicen en la televisi�n.
-- Menos televisi�n y m�s verg�enza.

S�, jefe. Digo, s�, padre.
Lo ve, ya me he hecho un l�o.

�Don Jos�! �Don Jos�!

�Qu� ocurre?

He visto a Pedrito con un Cristo.

-- �Un qu�?
-- Un Cristo. Como los de las estampas,

pero muy grande, como una persona.

�No has hablado con �l y te lo ha contado?

No, no nos hablamos, lo vi desde lejos.
Lo llevaba all� a su cueva.

Lo habr� perdido �lguien.

No digas insensateces. �Qui�n va a perder
un Cristo tama�o de una persona?

-- �No habr�s visto visiones?
-- No, Don Jos�.

Est� bien. Llevanos.

-- �Ad�nde?
-- �Ad�nde va a ser?
A la cueva de Pedrito.

-- Es por all�, pasado la playa.
-- Bueno, vete a la escuela.

-- Es que yo quer�a saber...
-- Ya te lo contar� todo.
Ahora d�janos solos.

Est� bien.

-- Vamos.
-- S�, se�or.

Estaba muy solo, �sabes?

Pero ahora los dos estaremos
muy bien, ya lo ver�s.

Vendr� a pasar todas las tardes
aqu� contigo.

Juan dec�a siempre que los hombres
no deben vivir sin compa��a.

Juan Aguirre era mi mejor amigo.

Todos dicen que se lo trag� el mar.

Pero yo estoy seguro que un d�a
volver� a buscarme.

Buenos d�as, Pedrito.

Hola. Buenos d�as, Don Jos�.

�D�nde lo has encontrado?

En la mar.

-- �En la mar?
-- S�.

Yo lo salv�. Aparec�a flotando.

Pedrito, cu�ntame la verdad, hijo.

Pero si se la estoy contando.

Yo estaba como todos los d�as
esperando a Juan.

Y �l apareci� entre las olas, y...

...y quiso venir conmigo.

Pedrito, hijo, frena tu imaginaci�n.

Esta imagen tiene que pertenecer a alguien,

y yo debo hacer gestiones para encontrarlo.

De momento la llevaremos a la iglesia.

Pero �l quiere quedarse conmigo.
Vino a eso.

Avisar� a las autoridades, y ya ver�s
como los due�os aparecen.

Usted siempre dice que
Cristo es de todos.

S�... Claro... Pero me refiero
a la imagen.

Naturalmente, explicar� que ha sido
recuperada por t�.

Y te dar�n una recompensa.

Yo no quiero recompensas.

Yo le quiero a �l.

Pero no puede estar aqu�. Una imagen as�
debe estar en un lugar sagrado.

-- Tengo que llev�rmela.
-- Compr�ndelo, Pedro.

�Pedrito!

�Pedrito!

�Por qu� me miras as�?

�Yo? Y �c�mo le miro?

Me miras de un modo como si estuviera
haciendo algo malo.

Y ent�rate: Cristo no es un juguete,
y hay que llevarlo a la iglesia.

Lo que usted diga, jefe.

Vuelve a llamarme "jefe",
y me quedo sin sacrist�n.

Parece imposible, nadie sabe
nada de la imagen.

Entonces, ya el caso est� bien claro:
el Cristo es de Pedrito.

�Por qu�?

Hombre, la t�a Ofracias encontr�
un transistor,

no apareci� el due�o,
y se lo dieron a ella para siempre.

Calla, insensato.

Un transistor...

Le pondremos una hermosa cruz, eso es.

Y entralizaremos en nuestra
iglesia el Cristo de...

...a ver si se me ocurre un nombre...

El Cristo del Oc�ano.

�El Cristo del Oc�ano?

Oiga, pues ech� una bien.

Pasa, pasa, que no te vamos a encarcelar.

He venido a ver si ya me lo pod�a
llevar, como no es de nadie.

Y �t� c�mo sabes que no es de nadie?

La verdad que est� en lo cierto.

-- No te metas en esto.
-- S�, se�or. Digo, no, se�or.

Efect�vamente, no hemos podido
a averiguar nada sobre el Cristo.

Del Oc�ano, �no?

S�, del Oc�ano, pero su sitio
est� en la iglesia.

Mira, Pedrito.

Le pondremos en su cruz, y ser�
una gran fiesta para todo el pueblo.

Y as�, de esta forma extra�a y misteriosa,

Ha llegado hasta nosotros la imagen
que este domingo incorporamos al culto

con el nombre de El Cristo Del Oc�ano

y que espero sabr�is venerar
con vuestra devoci�n.

Y ahora, rogu�mosle por las almas
de todos los nuestros

que dejaron su vida en la mar.

Jes�s, Hijo de Dios vivo,

Jes�s, sol de justicia,

Jes�s, Dios fuerte,

Jes�s, hermano de los pescadores,

Jes�s, refugio de los n�ufragos,

Jes�s, mar de los navegantes,

Hola.

Hola.

�Qui�n eres?

Me llamo Manuel.

Yo me llamo Pedro.

Si�ntate.

Nunca te he visto por aqu�.

�Qu� eres? �Uno de esos vagabundos
que recorren el mundo?

T� lo has dicho.

�No tienes casa?

Mi casa est� en todas partes.

Y despu�s de aqu�, �ad�nde vas?

No lo he pensado todav�a.

Quiero decir que me sirven
todos los caminos.

Hoy estoy aqu�.

Y ma�ana, �qui�n sabe?

T� debes de haber visto mucho mundo.

Bastante.

�Conoces lo que hay m�s all� del mar?

S�, lo conozco.

�No debes de saber t� cosas?

El mundo es muy peque�o, Pedro.

Eso mismo dec�a siempre Juan Aguirre,
hasta que poco viv�a con �l.

Un d�a sali� a la mar y
no ha regresado a�n.

Todos los d�as vengo a ver si vuelve.

Yo conoc� muy bien a Juan Aguirre.

-- �As�?
-- S�.

Era un hombre bueno.

�Don Jos�! �Don Jos�!

�Ven apronto, Don Jos�!

-- �Qu� te pasa ahora?
-- �El Cristo! �La cruz!

-- Lo... clac-clac... se bajaron
Cristo de la cruz.
-- �Qu�?

Pero qu� dices, como est�s borracho
las vas a pagar todas juntas.

Con esto no se juega.

Y ahora, �sigue diciendo
que estoy borracho?

Perdona, hijo.

Y desde entonces los ni�os le segu�an
siempre a todas partes
por las calles de Jerusalem.

Oye, �sabes que ni siquiera nuestro cura
cuenta la historia de Jes�s mejor que t�?

Bueno. Ya es tarde, me voy a la escuela.

De acuerdo. Yo te esperar� en tu casa.

�Te acordar�s de donde
te he dicho que es?

Seguro que me acordar�.

-- Hasta luego.
-- Hasta luego.

Nada, Don Jos�. Todo est� perfectamente
cerrado por dentro.

Ya le dije que cuando se fue Do�a C�stula,
le di dos vueltas a la llave. Es rar�simo.

Ent�nces me parece que ya s�
por donde vienen los tiros.

Voy a preguntar a Pedrito.
Ver�s como �l me lo puede explicar.

�Pedrito! �Ven aqu�!

Buenos d�as, Don Jos�.

�Por qu� lo has hecho?

�Por qu� he hecho el qu�?

Lo sabes demasiado.

Has desclavado al Cristo de la cruz
y has intentado a llev�rtelo a tu casa.

Yo no he sido.

No mientas.

T� siempre has querido a tenerlo contigo.

S�, eso es verdad, pero yo
no he intentado a llev�rmelo.

�Me das tu palabra?

S�, Don Jos�. Yo no he sido.

Est� bien. Te creo, hijo.

Entra a la escuela.

Mala cara trae, Libio,
hab�a poca pesca, �no?

�Poca pesca, dices?

Toda la pesca de todos los barcos
viene en esta caja.

�Por qu� no acepta que fue un milagro?

Es mucho milagro.
Y �por qu� iba a hacerlo?

Quiz� la cruz que le pusimos
sea barata y quiera una mejor.

No digas cosas raras.

Jes�s fue el s�mbolo de la pobreza,
predic� la humilidad con el ejemplo.

Tal vez su voluntad era la de estar
con Pedrito, y como se lo hemos quitado,
a lo mejor no est� conforme.

�Qu� s� yo? Todo es muy extra�o.

Cuatro doble.

Cuatro dos.

Cerrado.

Seis tantos.

Y otra vez me ahorcaste, seis doble.

Y �qu� quieres que haga?

12, 19, 21. 8 y 27, 13.

M�s 38, t� ten�as partida.

�Qu�? �Echamos otra?

Bueno.

-- Buenas noches.
-- Buenas noches.

No tan buenas.

�Es verdad que hab�is vuelto
con los barcos de vac�o?

As� es.

Eso que yo recuerdo no se ha visto
jam�s en este puerto.

Y �qu� van a hacer si las redes
salen vac�as?

Ello yo no s�, pero t�, a callarte.

Ma�ana ir�is hacia el noroeste.

Y si es necesario, remont�is altura.

-- Como usted mande, s�, se�or.
-- De acuerdo.

No quiero que te marches.

Aqu� tendr�s una casa.

Y podr�s dormir en la cama de Juan.

Est� bien.

Me quedar� contigo unos d�as.

Pero ahora, duerme.

Estaba muy triste...

...desde que a Juan se lo llev� la mar.

Hasta que apareci� el Cristo Del Oc�ano.

Pero... se lo llevaron a la iglesia,
y volv� a quedarme solo.

Ahora que est�s t�, me siento mejor.

Vamos. Duermete.

Mira, Carmen, el matrimonio es muy serio,
es obligarse para toda la vida.

D�jame pensarlo unos meses.

�Pensar en qu�? �Si te conviene m�s
esta a la otra, la de m�s all�?

No es eso, mujer,
es que as� de repente...

�Sabes que acabar� teniendo
que irme del pueblo?

Oye, oye, que a m� no me comprometas.
Que es un melo conozco yo muy bien, �eh?

T� sabes que no quiero l�os,
con que dejeme en paz
y no me acto sigues. Estar�a bueno.

S�, se�oras,

El Cristo Del Oc�ano baj� de la cruz
hasta el altar y all� se qued�.

�Es increible!

Es un milagro que har� famoso
a nuestro pueblo.

�Por qu� lo ha hecho? Seguramente
porque quiere una cruz m�s valiosa.

�No creen que es justo?
Mientras ustedes gastan tanto
en cosas in�tiles, ...

Agust�n, que los sermones los digo yo.

S�, se�or.

Entonces, �usted no cree que
ha sido un milagro?

No lo s�, a�n tengo mis dudas.

La verdad es que he buscado
una explicaci�n y no he podido
encontrarla.

No nos hemos portado bien.
Debemos comprarle una cruz de caoba.

S�, y los clavos de plata.

Los pagaremos entre todas.

Cristo no necesita de nuestras riquezas.

S�lo estima la pureza de nuestras almas.

Pero usted no nos puede quitar
la satisfacci�n de honrar
a nuestro Se�or como se merece.

S�, bueno... si ustedes lo quieren as�...

Hola, Manuel.

Hola, Pedro.

No te encontr� en la cueva
y pens� que estar�as por aqu�.

Y la pesca. �Es que no pescaste hoy?

S�. All� est�.

�Puche! �Qu� fen�meno!

�Sabes que eres uno de los mejores
pescadores que he conocido?

Oye, Manuel... �Te puedo pedir un favor?

Desde luego.

No es para m�, �sabes?
Se trata de la maestra
y de mi amigo Bruno.

All� la encontr� llorando.

Y �por qu� lloraba?

�l no quiere casarse con ella.

Y yo he pensado que a t� a lo mejor
se te ocurr�a algo para cambiar a Bruno.

No es que sea malo, �sabes?

Pero como est� medio aventado.

Est� bien, lo pensar�.

Pero tienes que darte prisa, �eh?

S�. Desde luego.

-- �Qu� hay, Piru?
-- Hola.

�Tampoco traes nada?

Nada. No hemos visto ni uno.

Me gustar�a quedarme aqu� toda la noche.

Yo he dormido muchas veces junto
a la cueva esperando que volviera Juan.

Si t� quieres, podemos quedarnos.

A veces es bueno estar toda la noche
mirando las estrellas.

Buenos d�as.

�Qu� pasa?

Nada. Que buenos d�as.

Ah, s�. Buenos d�as.

Oye, si viene alguien, la tienes t�, �eh, chavalo?

�Carmen! �Carmen! �A d�nde vas?

Su�ltame, a t� �qu� te importa?

Cuando estoy aqu�, me importar� algo, �no?

�Como has sabido que me iba?

No lo s�, una corazonada.
No he podido dormir en toda la noche.

D�jame en paz, no quiero verte m�s.

Pero yo a t�, s�. Y vengo a pedirte
que te cases conmigo.

�Qu� me respondes?

Que yo no quiero ser la favorita de nadie.

No empecemos, Carmen,
y no me ataques encima.

T� sabes lo que a m� me cuesta pedir esto.

A t� s�lo te gusta presumir con todas
las que se te ponen por delante.

Pero de m�, no te burles m�s.

�Carmen! T� eres la �nica.
Para m� no hay otra mujer en mi vida.

Estoy loco por t�.

Esc�chame.

De repente me he dado cuenta
de lo que significas para m�.

No puedes haber dejado
de quererme as�, de pronto.

Te quiero de verdad. C�sate conmigo.
Te lo suplico.

J�rame que no habr� otras.

Te lo juro.

Y que ser� para siempre.

S�. Para siempre.

Hola, Manuel.

Acabo de ver a Bruno
y la se�orita Carmen juntos.

Ya est� todo arreglado.

�C�mo lo hiciste?

Lo has hecho t�.

Al tener f� en m�.

�Manuel! �Esp�rame!

�D�nde te has metido?
Llevo media hora busc�ndote.

Te estaba esperando en la cueva.

Pero se me hac�a tarde.

Y �ad�nde vas?

Voy a pescar para la cena.

Puuuy, eso es muy dif�cil.

�Por que dices que es muy dif�cil?

Porque ya no hay pesca, ha desaparecido.

Han vuelto todos los barcos de vac�o.

Pero, digo yo, que ha de estar
en alguna parte, �no?

�D�nde crees t� que estar�?

Quiero saber una cosa.
�Por qu� tienes tanta confianza en m�?

Porque yo s� que t� sabes
d�nde est� la pesca. O �no es as�?

Bueno, quiz� est� al sudeste.

A unas cinco millas.

�En El Puntal Blanco?

T� lo has dicho.

No hab�is traido nada en dos semanas.
Esto puede ser mi ruina.

La nuestra ya lo es.

�Por qu� no hablamos con el se�or cura?

�Qu� tiene que ver el cura con esto?

No s�. A ver si sacando
el Cristo Del Oc�ano en procesi�n
cambie unas cosas.

Eres un ignorante, Piru, lo que
los hombres no pueden cambiar,
as� se queda.

Yo s� donde est� la pesca.

La pesca est� en El Puntal Blanco.

Pero �qu� est�s diciendo?
All� no ha habido nunca un pez.

Esto es de all�.

�Hey! �Qu� rumbo tomamos hoy?

�Qu� rumbo vais a tomar?
El de El Puntal Blanco.

-- �Cu�l has dicho?
-- �Es que est�s sordo?
El de El Puntal Blanco.

Est� bien. V�monos, muchachos.
�A El Puntal Blanco!

�Avante, todos! �R�pido!

Hola, Manuel.

Hola, Pedro.

He recibido una carta de mi madre.

Te habr� alegrado mucho, �no?

S�, desde luego. �Quieres que te la lea?

Si t� quieres.

Pues claro que quiero.
Escucha con atenci�n,
que es muy bonita, �eh?

"Querido hijo, ese soy yo."

"No creas que te he olvidado."

"Lo que pasa es que mi trabajo
me... m-m... me..."

�"Me impide"?

Eso es, "me impide".

"Lo que pasa es que mi trabajo
me impide a estar contigo."

"Pronto ir� a verte porque te necesito."

"Debes ir a la escuela.
Recibe muchos besos de tu madre..."

"... Marta."

No debes estar triste.

Y menos despu�s de una carta tan bonita.

Deja la botella en paz. �De prisa!

�Manuel! �Manuel! �Aqu� estoy!

Manuel, �sabes que han llegado todos
los barcos hasta los topes?

S�, lo s�.

�C�mo lo sabes?

Porque... los he visto llegar.

Oye.

�Qu� te pasa? Parece que est�s triste.

No, no es nada.

Vamos.

�Qu� es esto, Manuel?

Parecen los restos de un naufragio, �no?

S�. As� es.

Juan... Aguirre.

Son de La Gaviota.

Son de la proa del barco de Juan.

S�, yo s�.

Pero no debes llorar.

Ahora ya s�... que Juan no volver�.

Esc�chame. Quiero que hagas algo por m�.

Lo que t� mandes, Manuel.

El Cristo que encontraste en el mar
no quere estar en esa cruz tan valiosa
que le han puesto.

Ir�s al pueblo y les dir�s
que esta es su cruz.

La que �l no abandonar� nunca.

Una cruz hecha con los maderos
del trabajo y el sacrificio.

�Vas a marcharte ya?

Hay muchas gentes que me necesitan.

Pero siempre que me llames
estar� a tu lado.

Y �c�mo voy a llamarte?

Bastar� con que piensas en m�.

No podr� llevar los maderos.
Son muy pesados.

Yo los llevar�.

�Se puede?

Adelante. Oh, Pedrito. Hola, hombre.

�Qu� te trae por aqu�?

Ver�, Don Jos�. Le hemos traido
los maderos para la cruz de
El Cristo Del Oc�ano.

No te entiendo, expl�came eso.
�De qu� maderos se trata?

Son dos maderos de La Gaviota.

Llegaron flotando sobre las olas.

Ya. Y �qui�n los ha traido contigo?

Los trajo Manuel.

Y fue �l que me dijo que El Cristo
nunca bajar� de esa cruz.

Y �d�nde est� ese Manuel,
que nadie ha visto?

En la puerta, esper�ndome.

�En la puerta de la iglesia?

S�. �l trajo los maderos desde la playa.

Bien. Vamos a conocerle.

Se ha marchado...

S�. Pero los maderos est�n aqu�,
y son de La Gaviota, como t� dijiste.

�Verdad que har� la cruz con ellos?

Pedrito, yo ya no s� cuando dices
la verdad, y cuando es tu imaginaci�n
la que habla.

Ni siquiera s� si existe tu amigo Manuel.

Pero creo en los milagros.

La verdad es que a El Cristo
lo encontraste t�, y voy a ponerlo
en la cruz que t� quieres.

Cuidado, Agust�n, �ten cuidado!

Un poquito m�s.

Es que pesa mucho.

Un poquito m�s.

Ay, s�. Eso es.

All� est� bien.

S�.

Bueno, ya est�.

Esta es mi cruz,

formada por todos los sufrimientos
de la humanidad.

Porque en verdad os digo que
Yo soy el Dios de los desamparados.

Subt�tulos por: andrsib