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Tengo que ajustar cuentas con
Enrique. Necesito que me ayudes.

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No me recuerdas?
Tranquila.

Me mandaste con el Moro.
Hija de puta!

Enrique.

Si te vas a meter en casa de tu
familia, lleva algo de tecnología.

Así estaremos comunicados.

María, hija!

Hola, María.
Nos conocemos?

Te he dicho que tengo amnesia.

Crees que miente?
No lo sé, pero estemos prevenidos.

Tú sabes dónde está Curro?

Estará en el pueblo,
como siempre, con sus trapicheos.

Vas a ir a buscarlo y a asegurarte
de que mantiene la boca cerrada.

Enrique tiene que estar
buscándole como un loco.

Será Curro desde su teléfono quien
amenace a mi tío con la verdad.

Sé que María ha vuelto.

Quiero un primer pago
de 40.000 euros

en una cuenta que te haré llegar
si no quieres que hable.

Qué sabemos de Curro?
Ni rastro.

-Ha desaparecido.
Se lo ha tragado la tierra.

-Pues habrá que encontrarlo.

Y Juan?
No tengo nada que hablar de él.

Vamos, María. Lo vimos
dándose la mano con Enrique.

Cuando Miriam me presentó a su hija
Elena, me pareció un Ángel.

Juan... es como un hijo para mí.

Por Juan y Elena.

(TODOS) Por Juan y Elena.

La protagonista de mi fiesta
de compromiso ha sido María.

Nadie hablaba de otra cosa.
Daban detalles de vuestra relación

delante de mí,
como si yo fuese invisible.

No le ha sentado muy bien
la vuelta de María.

Y a ti?
Me pilló por sorpresa. Y a todos.

No me gustaría que su vuelta
afectara vuestra relación.

Te he dicho
que puedes estar tranquilo.

María.
Me suena tu cara.

Soy Juan.

Estoy segura de que Enrique
está detrás de todo,

de mi secuestro
y de la muerte de Fernanda.

Y yo soy estoy loca.
No estoy loca.

María!
Tú eres el culpable!

Parece que he atacado a mi tío
esta noche.

Y no era consciente.
Estaba dormida.

Tiene trastorno
de estrés postraumático, Enrique.

Con una cura de sueño podríamos
valorar su grado de daño cerebral.

Y si en sueños revelo el plan?
No hay justificación para negarte.

Tu tío sospecharía
que ocultas algo.

Crees que podría volver
a recordar?

-Bajándole la sedación sí, pero
lo haría desde el inconsciente.

Habrá cámaras grabándola
las 24 horas del día.

Seguro que no recuerdas
nada de lo que pasó?

La cura de sueño ha estabilizado
tus niveles de adrenalina.

Si no le importa,
me gustaría ver esas grabaciones.

Inserté la grabación

en un programa de recuperación
de códigos de tiempo,

pero faltan ocho minutos.
Y de ahí pasa al minuto 25.

Alguien ha cortado ese trozo.
Enrique.

(ENRIQUE) Seguro que no recuerdas
nada de lo que pasó?

Que no encuentren
a Mercedes Dantés.

(Móvil)

Enrique ha hecho el primer ingreso
de parte de Curro.

Sabía que lo haría.

40.000 euros.
Desde una cuenta en el extranjero,

sin datos personales.
Solo un número.

Seguro que es él.

Ahora tenemos que intentar
llevar la iniciativa.

Mira esto.

Que no encuentren
a Mercedes Dantés.

Que no encuentren
a Mercedes Dantés.

Que no encuentren
a Mercedes Dantés.

Quién es Mercedes Dantés y por qué
no quiere que la encuentren?

-Es lo que quiero que averigües.
-Yo?

-En quién voy a confiar si no?

-No sé. Últimamente has estado
confiando en otras personas.

En Álex, en Juan...

No sé qué llegué a decir en los
minutos que faltan de la grabación,

pero ahora más que nunca
no debemos dejarle respirar.

Preparo un nuevo mensaje?
Sí, pero lo mandas mañana,

cuando yo ya esté en casa
y no puedan sospechar de mí.

Le mandas un mensaje con la hora
y el lugar de la cita.

Ahora tengo que irme.
Ten cuidado, María.

Este es un tema de familia, Bruno.
Te necesito a ti.

Quiero que me enseñes a encontrar
a esa tal Mercedes Dantés.

Que no encuentren
a Mercedes Dantés.

El 9 de septiembre de 2013
he vuelto a nacer.

Desde hace más de 10 años,
mi familia me da por muerta.

En realidad he estado encerrada
en una prisión de China

con una falsa identidad.

Soy Mercedes Dantés
y he vuelto para vengarme.

Mercedes Dantés.

Mercedes Dantés.

Pero está muy bien, Quique.
-Mira qué hostias pega. Pum, pum!

-Quique, por favor, cariño,
no hables así.

Y siéntate,
que estamos desayunando.

No paras. Qué barbaridad.
-Una cosa.

Era un cómic de la familia, no?
-Sí.

-Entonces, este quién es?
-Pasa la página. Es el abuelo!

-El abuelo no está tan fuerte.
-A ver.

Hola, buenos días.
-Buenos días.

-Hola, María.
Qué tal? Descansaste bien?

Sí. He dormido mucho mejor.
Me alegro.

-Hola, María.
Hola, Quique.

-Verás, María,

a partir de ahora
vas a necesitar un móvil.

-Si quieres, en algún momento,
te enseño a configurarlo.

-Así te podemos tener localizada.

Y tú podrás llamarnos
si necesitas algo.

Muy bien.
Aquí lo tienes.

Estas son tus pastillas. Tienes
que tomarlas después del desayuno.

Luego vendrá un abogado
para organizar tus papeles.

Tienes que poner tu documentación
en regla. No puedes seguir así.

Quizá tenga que firmar
algunas cosas.

También he hablado
con la doctora Aguilar,

la psiquiatra
que te atendió en el centro.

Quiero que se ocupe
de tu recuperación.

Bastará con que vayas a visitarla
una vez por semana.

Así podrá regular tu medicación.
Eso es muy importante.

Muy bien.

Acostúmbrate
a que te dirijan la vida, canija.

Así son los Vergel.

Enrique!

Quería darte las gracias.

Al principio no me gustó la idea
de la cura de sueño, la verdad,

pero creo que ha sido lo mejor.
Te lo dije.

Ya verás como, poco a poco,
te vas a poner bien.

Nosotros te ayudaremos.
Y visteis las imágenes?

Llegasteis a alguna conclusión
o algo?

No, no te tenido tiempo de verlas.
Son muchas horas. Lo siento.

Estamos de trabajo
hasta arriba en el ministerio.

Claro. Tienes razón.
Oye, y... a ti te las dieron, no?

Sí. Sí, pero me dio cosas verlas.
No quise.

Claro. Lógico.
Bueno, según la doctora,

hablaste un poco,
pero nada significativo.

-Buenos días, señor.
-Buenos días.

Bueno, solo quería agradecértelo.

-María, te he grabado mi teléfono
y el de tu madre.

Por si lo necesitas.
Perfecto.

(Móvil)

Este hijo de puta
por qué tiene mi teléfono?

-Manda las coordenadas
para una cita.

Cerca de Jaén.
-En Jaén?

-En cinco horas.

Toda la información que me pide
la tiene su madre: Luisa Vergel.

-Ya, pero soy su padre y tengo
derecho a saber cómo está mi hija.

-Perdóneme, señor Fuentes,
pero usted sabe perfectamente

que esa información
es secreto profesional.

Su hija es mayor de edad
y es ella la que nos autoriza

a quién podemos comentarle
su estado.

-Yo no le pido esa información,
solo le pregunto cómo está mi hija.

-Usted sabe
por lo que ha pasado María.

-Sí.
-Tendrá que medicarse

y acudir a terapia.
-Y eso es todo? Se pondrá bien?

-Mejorará. Eso seguro, señor
Fuentes, pero tienen que apoyarla.

-Y cómo voy a hacerlo
si no me dejan acercarme?

Enrique ha levantado una barrera
en torno a mi hija.

-Entiendo que su situación familiar
es complicada,

pero lo último que necesita María
es que peleen por ella.

-Ya.
Y qué tengo que hacer?

Quedarme de brazos cruzados viendo
cómo mi cuñado manipula a mi hija?

-El señor Vergel es médico.

Él sabrá mejor que nadie
lo que hay que hacer.

-Eso lo ha pensando usted

o es Enrique quien le ha dicho
que me lo diga?

-No sé qué está insinuando.

-Claro. Cuando alguien
tiene encima al señor Vergel,

es difícil mantener
la integridad profesional.

-Creo que voy a pedirle que salga
de mi consulta, señor Fuentes.

-Tranquila, doctora, ya me voy.

Sé que solo cumple órdenes.
Lo hace muy bien.

Se lo comentaré a Enrique.

A lo mejor se ha ganado usted
un aumento de suelto.

Qué haces aquí?

Iba a venir un compañero
del despacho, pero, no sé,

me pareció un poco feo, no?,
después de...

Al final he decidido venir yo.

Te lo agradezco.

En principio, el proceso
para demostrar que sigues con vida

no tiene que ser muy complicado.

Pero igual hay
que personarse en los juzgados

o te piden una prueba de ADN.

Aunque bueno, en tu caso,
al ser adoptada, no...

Quiero decir que...

No... Si mi tío tiene influencias.
No creo que haya problemas.

Vamos, digo yo.

Algo se podrá hacer seguro.

Mira.

Tendrías que firmar aquí.

Y aquí también.

Muy bien.
Listo.

Pues ahora solo me queda llevarlo
a los juzgados

y ya estaría.
(ASIENTE)

Te veo muy bien. Estás muy guapa.
Estás mejor

que el otro día en el hospital.
Gracias.

Y es verdad eso que dicen?

Qué es lo que dicen?

Que no recuerdas nada.

No recuerdo casi nada, pero...

De vez en cuando me vienen imágenes
a la cabeza.

Me suena que me dieras un golpe
con el coche

y que después no tuvieras dinero
para pagar, puede ser?

Sí.
Sí, ya lo creo.

Me fijé en ti.

Vaya.

He oído que te vas a casar.

Enhorabuena.
Gracias.

Verás.
Hay algo que te quería comentar.

Nosotros dos estuvimos juntos, no?

Fuimos pareja?
Sí. Bueno, un par de meses.

Tonteamos un poco y eso.
Pero nos acostamos?

Sí.

Qué pena no acordarme.

Y... Trabajas para mi familia, no?

Bueno, en realidad soy el abogado
de la fundación de tu madre,

pero el bufete lleva los asuntos
familiares, las cosas importantes.

Cosas importantes
como traerme de vuelta a casa?

Sí, y alguna más trivial también,
no te creas.

(Teléfono)

Perdona.
Nada.

Perdón.

Dime, Helena.

Pues no sé.

Hola, qué hay?
Por favor, Mercedes Dantés?

Cómo que no trabaja ahí?

Ah. Eh...

Usted sabría
dónde puedo encontrarla?

Está en Miami desde hace dos años.

Ajá.

No, qué va. Muchas gracias.

Cómo que nombre artístico?
No lo entiendo.

Pero es una artista, un pintor...?

Ah. Un hombre?

Ah. Que utiliza el nombre
de Mercedes Dantés

para vender los cuadros
como si fuera una mujer.

Sí. Está bien visto.
Murió hace un año.

Lo siento muchísimo.

No, no llamaba por lo del seguro.

Déjelo. De verdad que lo siento.
Muchísimas gracias.

Sabes dónde puedo encontrar
a Pablo?

Está limpio. El móvil
que te ha dado tu tío Enrique

no tiene ninguna aplicación
de seguimiento ni puede escuchar

tus llamadas. Es importante
que no te confundas de móvil.

Este es el oficial para tu familia,
no pueden ver el tuyo anterior.

No te preocupes.

Yo no sé
si podría tener dos personalidades.

Bastante me cuesta
con ser yo mismo.

Te imaginas a mí con peluca?

Tu tío debe estar a punto
de llegar a Jaén.

No le puede quedar mucho.

Estás bien?

Hoy he estado con Juan.

Ha venido a casa
porque teníamos que firmar

unos papeles para declararme
oficialmente viva.

Así que hemos estado hablando
un rato.

Se ha creído que no recordaba nada.

Eso es bueno.

Le he preguntado si fuimos pareja.

Y qué te ha dicho?

Según sus palabras,
tonteamos un poco y eso.

Menudo imbécil!

Cómo has reaccionado al verle?

Bastante bien para la situación.
Mejor que él de hecho.

Crees
que todavía siente algo por ti?

Enrique ha llegado
a las coordenadas.

Este es el sitio.

Voy a ver.

Perdón, señor. En realidad estamos
a algunos metros del punto exacto.

-Cuál es el punto exacto?

-Es allí al fondo,
en el terraplén más o menos.

Quiere que baje a mirar?
-Claro.

-Señor, tiene una pistola
en la guantera por si la necesita.

Sigues con pesadillas?

Algunas.
Te estás tomando la medicación?

No la que me recetó la psiquiatra.

Tú crees que les habrá dado tiempo
de descubrirlo?

Probablemente.
Llama.

-Tiene que ver esto.

Por aquí.

Una moto accidentada
en el kilómetro 12

de la carretera comarcal.
Eso es.

Me pareció verla
al pasar con el coche.

-Con cuidado, señor.

-Joder, qué mal huele aquí.

Es Curro, no hay duda.

-Joder.

Un accidente?
-O lo han empujado.

Qué peste.

Desde luego este no nos ha mandado
ningún mensaje.

No entiendo nada.

(Sirenas)
Quién nos ha citado aquí?

-Vámonos. No nos pueden ver.

Está bien, señor?

La Guardia Civil.

-Alguien les ha llamado.

No puede ser casualidad.

-Vámonos antes de que nos vean.

Qué estará pasando?

Joder. Tendríamos
que haber puesto una cámara.

Y veríamos la cara de Enrique
al encontrar a Curro.

Hay que enviar
el siguiente mensaje.

Dale cinco minutos.
En cuanto se relaje un poco.

Mierda. Ya se van.

Tienes que marcharte.
No me lo presentas?

Vete, por favor.
Yo mando el mensaje ahora.

Bruno, has visto a María?

No.
Lleva todo el día fuera de casa.

Eso está bien. Parece que está
mucho mejor desde la cura de sueño.

Sí, claro. Con un móvil y unas
pastillas lo va a arreglar todo

tu padre. Para qué crees
que le ha hecho la cura de sueño?

No sé.
No se fía de ella.

Porque piensa
que se acuerda de cosas,

porque quiere tenerlo
todo controlado, como a nosotros.

María está bien
y está con nosotros.

No le des más vueltas.

Yo también dudé de ella, sabes?

No sé.

Creí que mentía,
pero ahora pienso que no.

Que es verdad que no se acuerda
de nada de lo que le pasó.

Eso es lo mejor para todos.

He hablado muchas veces con ella.

La he visto llorar. No puede estar
fingiendo las 24 horas del día,

me habría dado cuenta.
Amparo, olvídalo.

No pienses más en ella, por favor.

-Amparo. Ah. Interrumpo?

Vienes, por favor?
Hay muchas donaciones

para el rastrillo de mañana
todavía por catalogar.

Es que estoy hablando
con mi marido, Luisa.

Bruno, cariño, si no te importa,
por qué no habláis más tarde?

Tienes todavía muchas cosas
que hacer, vale?

Pues nada, cuando quieras.

(SUSPIRA) Que no puedo con ella.

Pero por qué no te la metes
en el bolsillo?

Dile que está muy guapa,
que le queda bien el pelo.

Pero qué pelo?
No se quita el moño ni para cagar.

Que no puedo soportar
que no sepa tratar a María,

que es su hija, joder.

Nos ha pillado
un poco descolocados a todos.

Bueno, a unos más que a otros.

Voy a ir, si no, vendrá otra vez.

Qué pesada es, coño.

Pues si Curro no ha sido,
solo Amparo sabe qué pasó.

-Y Bruno?

No creo que Amparo sea capaz
de hacer algo así.

-Tú no conoces a Amparo.

-Y su cuñado, el señor Fuentes?

(Teléfono)

-Sorprendido?

Ya ves que voy en serio.

Su puta madre.

(Teléfono)

Quiero tu carta de dimisión
como subsecretario de Estado.

Mañana en la Plaza Cristino Martos
a las 16:30.

Me cago en su puta madre.

Ahora no quiere mi dinero.

Quiere mi dimisión.

Me cago en...

Ah.

Por Dios, qué maravilla.

Es una chaqueta, Luisa.
No es una chaqueta.

Es un Armani.

Tú sabes el valor de esta pieza?

No, claro, tú qué vas a saber?

Anda, deja ahí con cuidado.

He dicho con cuidado, Amparo.

Qué hacéis?

Mira lo que nos han donado
para la subasta benéfica

de la fundación, María.

Cosas que les sobraban en casa
y querían quitarse de encima.

Ajá. Una raqueta?

Sí, pero de Rafa Nadal.

Y yo puedo ir?
Adónde, cariño?

A la subasta.

La psiquiatra me dijo que puedo
recuperar mi actividad normal.

Más que nada lo digo por hacer
algo las tres juntas.

Por mí, de puta madre.

Claro.

Sí, me parece bien, pero
no te resultará un poco incómodo?

Es porque igual te hacen preguntas
de dónde has estado este tiempo,

qué es lo que te pasó.
No pasa nada.

No pasa nada?

Y qué vas a responder?
-Buenas noches.

-Enrique, por Dios, qué te pasó?

Enrique, qué pasó, estás bien?
-Sí, estoy bien, no pasó nada.

-De verdad?
-Sí.

-Enrique, María quiere ir
a la subasta.

-A la subasta?
Por favor, Luisa, déjame tranquilo.

-Es que...
-Estoy muy cansado, Luisa,

déjame en paz, por favor.
-Necesito que me ayudes.

-Por favor, déjame.

Entonces, vamos a la subasta?

Claro.

Ojalá hubieras visto la cara
de mi tío al entrar en casa.

Era todo un poema.

Mi madre quería hablar con él
y no sabía qué hacer.

Y la Guardia Civil?
Crees que le habrán pillado?

No, creo que no.
Joder, qué pena.

Pero el susto se lo llevó,
te lo puedo asegurar.

Crees que nos entregará
su dimisión?

No lo sé.

Le has mandado un montaje
de sus líos con el laboratorio?

Sí, este día lo recordará
toda su vida.

Adónde vas?

Me estoy cambiando.

Y?

No sé, hay confianza, no?

Entonces,
te podrás traer a tu chica, no?

No te pases, María.
Es muy guapa, tienes buen gusto.

Lo dudabas?
Sí.

Por eso me gustabas hace 12 años.

Eh, que es broma.

Tranquilo, estoy amnésica,
no me acuerdo de nada.

Aunque gustarme, gustarme,
una pija como tú...

A mí me caías bien.
Solo eso?

Ah, que preferías a Juan.

Se hace tarde.
Sí.

Mañana nos vemos.
Quedamos como habíamos hablado.

Más vale
que Enrique traiga su dimisión.

Descansa.

Te llevas el trabajo a casa?

Buenas noches, señora.

(RÍE)

Unos días Amparo,
otros días señora...

Te queda bien ese abrigo.

Si me disculpa, debo irme.

Tienes prisa?
Sí.

Tengo que ir a recoger temprano
al señor Vergel.

Álex, qué sabemos de Curro?

Nada.

Lo digo porque veo a Enrique
muy tranquilo con el tema,

como si ya
no necesitara encontrarlo

y antes no hablaba de otra cosa.

Ya no tenemos que volver a Jaén?
No.

Pues qué pena.

A estas alturas Curro debe saber
que lo hemos buscado en el pueblo

y, sabiendo cómo es, se me hace
raro que no me haya llamado

o que no me haya dicho
nada su novia.

Estará perdido por ahí.

No me estarás ocultando algo?

Si hubiera alguna novedad,
la sabrías.

Tengo a gente por toda la zona.

Y me lo contarías?
Claro.

Claro.

Y me contarías
de dónde veníais Enrique y tú?

Porque llegó con el traje sucio,
todo despeinado...

No me está permitido hablar
de mi trabajo.

Ni siquiera a mí?

Pensé
que entre nosotros había confianza,

sobre todo después de lo que pasó
en Jaén.

Mira, Amparo,

lo que pasó en Jaén

fue una torpeza mía.

Está claro que tú y yo pertenecemos
a mundos diferentes.

No lo dices muy convencido.

Amparo.

Cuando lo diga Enrique.

(SUSPIRA)

(Reloj)

(Suspiro)

Oh, joder, la puta cabeza.

Bruno, nos tenemos que levantar.

Bruno?

Qué haces?

Buenos días.

Que tenía muchas cosas que hacer
y me levanté con tiempo.

Te has levantado para trabajar?

No querías que me pusiese
las pilas?

Pues aquí tienes al nuevo Bruno.
(RÍEN)

Qué haces?
Que el nuevo Bruno me pone mucho.

Sí?
Ajá.

Como sigas así, ni yo trabajaré
ni tú llegarás a la subasta.

Cojones, Luisa.

Seguro se levantó hace dos horas
para desayunar.

Qué pasa, tenéis una competición?
Más o menos.

Sácale la pasta
que puedas a los millonarios.

Sí.

No llego, no llego.

Aún estás así?

Así cómo?
Niña, la subasta.

Pero no era por la tarde?

Sí, pero debo llevar a Quique
al colegio,

tengo que ayudar a montar
las mesas... En fin, un lío.

No, pues si no te importa,
yo voy luego.

No te irás a rajar con las ganas
que tengo de ver sufrir

a tu madre?
No.

Mamá, no tengo prisa, pero igual
debemos irnos ya al colegio.

Hola, María.
Hola, Quique.

Puedes llamarla tía.
Pero tía como... Qué pasa, tía?

O tía, tía?
Quique, tía María qué es?

Ya, pero como hace unos días
no tenía ninguna tía, no sé.

Pues ya ves.

Mola, ha vuelto del otro mundo,
como los zombis.

Sí, más o menos.

Mamá.
Quique, ya voy, me duele la cabeza.

Le dijiste a Laura
que te ponga el bocadillo?

Quieres que me peguen?
Me compro algo allí como todos.

Estoy creando a un monstruo.

Mamá.
Venga, vamos,

que por mucho que tu abuelo pague
para aprobar

no es plan de llegar
una hora tarde.

Adiós, María.
Adiós, Quique.

Te espero en la puerta.
Amparo.

Sí.
Quería hacerte una pregunta.

Sí, pero rápido,
que mira cómo está.

Es sobre Juan.

Menos mal que te dije rapidito.

No te preocupes,
hablamos en otro momento.

No, mira, para hablar hay tiempo;
además, el niño ya llega tarde.

Qué pasa?

Esto es peor que hacer un sudoku.

Si pongo a los Gil-Robles
con los Antunes,

me sobran dos García Alvín.

Crees que les importará
estar por separado?

No, no creo.

No, imposible,
van a todas partes juntos,

parecen una tribu.

Si ponemos mesas más grandes
o no les invitamos.

Pues no les invites.

Juan, que son los padrinos.

Cómo?
No me estás escuchando?

Sí, pero yo qué sé,

de lo de la boda te encargabas tú.

A ver, empecemos otra vez.
Mesa familiar: nosotros,

Luisa, Enrique, Amparo, Bruno,

Quique va en la mesa de los niños.

Mi madre,
mi tía Carmen y aquí ya somos ocho.

Siguiente mesa.

Oye, y María?

María?

Qué harás,
ponerla en la mesa de los niños?

Los invitados están cerrados
desde hace semanas,

no cabe uno más.

Si aún faltan cinco meses.

Algún cambio te dejarán hacer.

O, si no, ponemos una silla
en nuestra mesa y listos.

En nuestra mesa?

Ni lo sueñes.
Y entonces?

Es de la familia Vergel.
Lo normal es que venga.

Será lo que sea,
pero invitar a tu ex a nuestra boda

no es lo más lógico
y menos que se siente con nosotros.

Es que no viene porque sea mi ex,

viene
porque es la sobrina de Enrique.

Ya sabes que Enrique
no permitiría que no viniera.

Muy bien.

Ya veré dónde la pongo, pero
que conste que no me hace gracia.

Por qué?

Porque desde que llegó María
estás raro, Juan.

Yo estoy como siempre.
No, no es verdad y lo sabes.

Desde que llamó desde China,
desde el día de la pedida,

no estás igual. Estás distante,
no estás cariñoso,

no estás, Juan.

Ah, Helena.

Helena.

Oye.

La boda va a ser un éxito,
ya verás.

Lo estás haciendo muy bien, pero
te tienes que relajar un poquito.

Tengo muchas ganas
de casarme contigo.

Bueno, tengo ganas de casarme
con esa chica inteligente,

guapa, divertida que conocí,

no con una ejecutiva celosa
y estresada.

Así, mucho mejor.

Perdóname, es que estoy
un poco de los nervios con esto.

Y si no hay hueco para María en
nuestra mesa, se le hace y ya está.

Mira, tu tía Carmen estará
encantada de comer con los García,

seguro.

Te veo luego, vale?

Tú conociste a Juan
cuando estábamos juntos, no?

Os conocí a la vez.

Y cómo era nuestra relación?
Sabes si nos llevábamos bien?

Dabais un poco de asquito.

Vaya. Según él, solo tonteamos.
Sí, hombre.

Tú estabas encoñada
y él, todavía más.

A ver, normal,
un abogado de tres al cuarto

con una tía como tú
no se ha visto en otra.

Pues entonces no entiendo
por qué dice que lo nuestro fue

poco menos que un rollo.

Porque ha rehecho su vida y
está a punto de dar un braguetazo.

Crees
que no está enamorado de Helena?

La cría es mona
y, sobre todo, es muy rica

y con historias menos potentes

se han escrito
un montón de pelis de amor, no?

Y lo ves capaz de hacer algo así?

A ver, María, este Juan no es
ese Juan al que medio recuerdas.

Cuando te fuiste, se hundió,

se puso a beber,
dejó de pagar sus facturas,

tuvo que cerrar el bufete;

una bajada a los infiernos
en toda regla.

Y qué le pasó para acabar así?

Para acabar
trabajando para Enrique?

Que tu tío apareció
como la Virgen María

y lo sacó del hoyo
y desde entonces son uña y carne.

Mejor no quieras saber
a qué se dedican.

Parece que vuestras vidas
han cambiado mucho

en todos estos años.

A qué te refieres?

Mamá! Si eso,
no voy tampoco a segunda hora.

Cojones, el niño.
Oye, te veo en la subasta, vale?

Bien.
Y olvídate de Juan, no te merece.

Voy, Quique.

-Te lo puedes creer?
Los abogados de Luisa alegan

que no procede el divorcio.
-Qué huevos tienen.

-Me acusan de abandono del hogar

cuando hace más de 10 años
que ya no vivimos juntos.

-Tienes que mover esto
por otra vía, Francisco,

conoces
a los magistrados del Supremo.

-No creas que no lo he pensado,
investigué la cuenta de los Vergel,

pero no pensé
que llegaríamos a esto.

-Si seguimos así,
no lo conseguiremos nunca.

-Me acusan
de perseguir un fin económico,

de presentar pruebas falsas,
de manipulación de testigos.

-Pues vamos a juicio.
Eso es lo que quieren, pues venga.

-Si vamos a juicio,
esto se puede alargar años

y no podemos esperar tanto tiempo.

-Y qué, vamos a permitir
que esa tarada egoísta

decida cómo tiene que ser
nuestra vida?

-Pero ya ves que no entra en razón.
-Pues tiene que entrar.

A ver, cuánto te corresponde a ti?

-Unos 750.000 euros más o menos.
-Este dinero te pertenece,

lo has ganado tú.

-Estoy empezando a pensar
que no llegará nunca.

Piensas en rendirte?

-Llevo años persiguiendo a Luisa
con este tema,

sabes lo único que he conseguido?

Problemas,
disgustos, discusiones contigo.

No te das cuenta
de que esto nos está desuniendo?

-Francisco,
cuando empecé a salir contigo,

no sabía ni quién eras,
no sabía si tenías dinero o no,

solo sabía que eres
un profesor de universidad.

Si tenemos que vivir
con poco dinero, me da igual,

pero si dejas que Luisa y Enrique
se salgan con la suya,

no te lo vas a perdonar nunca.

No te dejes vencer por ellos.

No les des esta alegría
a los Vergel.

-Mercedes.
-Sí?

-Es usted Mercedes Dantés?
-Sí. Quién es usted?

-José Antonio García.
Mire, busco a una persona

que a lo mejor conoce.
María Fuentes, le suena?

-Pues no, la verdad.
-No la conoce de nada?

-No. Debería de conocerla?

-Es usted psicóloga?
-Sí.

-A lo mejor es
una paciente suya de hace 12 años.

-Lo dudo. En toda mi carrera
solo he trabajado con niños.

-Perdone que le insista,
no le suena absolutamente de nada?

-No. Lo siento. Por qué la busca?
-Déjelo. Muchas gracias.

Mierda.

Bueno.

91...

Sí, hola.

Por favor, me puede poner
con el despacho de Mercedes Dantés?

Ah, bueno,
pues pásame con su extensión.

Pero ella está adscrita
en el Colegio de Arquitectos?

Cómo que está equivocado?

Ah, Dante, Dante.
Sí, Mercedes Dante, claro.

Gracias.

Ya está.

Sí, aquí tengo
el listado de inscritos.

Dantés.

Sí, sí, ya lo veo.

Y hay otro listado de alumnos
en la Escuela de Idiomas?

Ajá. Vale, gracias.

-Preferiría
que no te presentases sin avisar,

María no se encuentra en casa.
-No vengo a hablar con María.

He recibido los papeles
de tus abogados para ir a juicio.

-Ya tienes lo que querías.

-Me hubiera gustado
no tener que llegar a este extremo.

Ese escrito
está lleno de falsedades.

-Sabes perfectamente que
no deseaba llegar a esta situación,

pero tu demanda de nulidad
no tiene desperdicio.

Estoy segura que en la Rota
todavía siguen con la boca abierta.

-Eso no es cierto.

Yo no he dicho nada
que no sucediese de verdad,

pero no quiero entrar
en este debate,

esto no nos llevaría
a ningún sitio.

-Mira, en esto estamos de acuerdo,

este divorcio no nos va a llevar
a ningún sitio bueno

y menos con tus condiciones.
-Muy bien, hagámoslo con las tuyas.

-Las mías?
-Estoy dispuesto a negociar contigo

si con eso zanjamos este tema
de una vez.

Rompo la solicitud
de nulidad matrimonial,

evitamos el escándalo
y renuncio a parte del dinero;

a cambio, tú retiras la demanda
que has puesto contra mí,

sin juicios.

-Y este repentino cambio?

-Luisa,
dejemos este tema de una vez.

Yo te respeto,
hemos pasado muchos años juntos,

amenazarnos el uno al otro
no es el final que merecemos.

Lo digo de verdad.

-No crees que has tardado
muchos años en darte cuenta?

-Sí, es cierto.

Deberíamos haber solucionado esto
mucho antes.

Y con la vuelta de María
me he dado cuenta

de que quizá yo también
me equivoqué alguna vez.

-Qué es lo que quieres, Francisco?

Estás aquí por María?
-Estoy aquí por todos

y por María también.

Me habéis apartado
de su recuperación,

ella no tiene la culpa
de que tú y yo estamos enfadados.

-O has venido
por el tema del dinero?

-Estoy poniendo todo de mi parte
para solucionar este tema.

Por Dios, qué más quieres?

-"Por Dios"?
No te atrevas a nombrar a Dios

cuando ni siquiera
has sido capaz de respetar

el "hasta que la muerte
nos separe".

Y deja ya de intentar engañarme
con el propósito de obtener

un dinero que no te corresponde.
-Cómo que no?

Es parte
del patrimonio que tenemos juntos,

son gananciales.

-Lo perdiste el día que te fuiste
y rompiste un sacramento sagrado.

Si no quieres vivir esta vida,
no la vivas,

pero acepta las consecuencias.
-Tú acepta la situación de una vez,

no puedes pasarte toda la vida
odiándome.

-Ja!

No vas a obtener
ni un solo euro de esta familia

mientras yo siga con vida,
de eso puedes estar seguro.

Y ahora, por favor,
vete de esta casa.

-He hecho todo lo posible
para que llegáramos a un acuerdo,

pero no me dejas otra salida.
Atente a las consecuencias.

-No puedo correr ningún riesgo,
ya lo sabes.

-Descuide,

esto no llegará a manos
de la persona que le chantajea.

Es un señuelo,

en cuanto se disponga a recogerlo
mi equipo se le echará encima.

-Ese equipo es el mismo de siempre,
no?

-Sí, señor, de plena confianza.

-Llevamos muchos años juntos, Álex,

tú sabes mejor que nadie lo
que hemos ido dejando en el camino.

Mientras las cosas sigan como están
no hay problema.

Si algo de lo que hemos hecho
sale a la luz,

todo puede venirse abajo.
-Puede estar tranquilo,

no está solo en esto.
-Gracias.

Solo quiero acabar de una vez

y verle la cara a ese hijo de puta
que me está jodiendo la vida.

Todo esto tendrá su recompensa,
ya lo sabes, no?

-Ya estoy recompensado.

Para qué vas diciendo a la gente
que María va a venir?

Porque va venir.
Y qué? No tienen por qué saberlo.

Son cosas de nuestra familia,
no tienes por qué contar nada.

Aunque no sepan, se imaginan.
Pues que imaginen,

pero de nosotros no saldrá
ni una sola palabra.

Te prohíbo que vuelvas a contar
nada de María ni de lo que le pasó.

Que me prohíbes, Luisa?
Tú quién te crees que eres?

Su madre y la estoy protegiendo.

Yo soy su hermana, y de sangre,
cosa que tú no puedes decir.

Y no lo estás protegiendo,
te estás avergonzando de ella.

Señora Martín.

Hombre, qué ganas de verte.
Ven, pasa.

Se está acercando a la papelera.

Es él?
No.

Es un tío joven
con una chupa de cuero.

Ha mandado a su guardaespaldas.

Sí. Y creo que no viene solo.

Puede ser.

Dame un segundo.
Qué vas a hacer?

Perdona.

Te daré el doble si me traes
un sobre que está en esa papelera.

Sí?

Pablo, qué está pasando?

Pablo.
Espera, espera, espera.

Hijos de puta.
Tenías razón, María, es una trampa.

Sal de ahí.

Seguimos con el plan, no?

Sí.

A ver hasta dónde es capaz
de llegar mi tío Enrique.

Nos vemos en mi piso.
Vale, vale, te veo allí. Chao.

(Teléfono)

Quién es?

No has cumplido el trato.

Quién eres, cabrón?

Si quieres jugar conmigo,
perfecto.

Vamos a jugar.
Nada de juegos.

Da la cara y hablamos.

Tienes cinco minutos
para ir al parque

que hay junto al Ministerio
y dejar un mensaje con tu dimisión.

Tú solo, sin tonterías.

Te lo doy yo en persona,
si no, no hay trato.

No eres tú
quien pone las condiciones.

Su puta madre.

María, vas a venir o qué?
Te estamos esperando.

Bueno,
cuando escuches esto, llámame.

Empezamos ya.
María me ayudó.

No podemos esperar más.
La gente ya está cuchicheando

y esto tiene que arrancar.

-Que ha estado en China, seguro,
y no precisamente de turismo.

Lo que haya hecho
tiene que ser algo oscuro,

porque no ha querido contar nada.

Me cago en todo lo que cuelga.
Amparo, por favor, Amparo.

Muy buenas tardes, señoras.

He pensado que para que no pierdan
el tiempo cuchicheando,

les cuento yo la historia
de María Fuentes.

Así tienen la tarde libre
para gastar dinero en la subasta,

que a eso hemos venido, no?
Querida, no creo que a las señoras

les interese mucho nuestra vida.
Sí, mujer, les interesa.

Se lo voy a contar.

Verán, a mi hermana la secuestró
una red de trata de blancas

hace 12 años.

Sabe usted lo que es una red
de trata de blancas, doña Cayetana?

Saben ustedes
lo que hacen con las mujeres?

Una putada, verdad?
Que a una muchacha

tan lista y tan guapa
le jodan la vida de esta manera.

Pero como sé que son ustedes
sensibles y no una panda de zorras

cotillas sin sentimientos,
estoy segura de que la próxima vez

que vean a María la tratarán
con mucho cariño, y, sobre todo,

con mucho respeto.

Bien, creo que es el momento
de empezar.

Una cosita más.
Espero que hoy sean muy generosas,

porque la fundación de Luisa
va destinada la recaudación

a la lucha contra
la trata de personas.

Así que, vamos aflojando la pasta.

Podemos empezar.

Buenas tardes.

Aunque es Luisa Vergel
la que debería estar aquí arriba,

hoy está con la tensión bajita.
Así que lo voy a hacer yo.

Empezamos por el capote que usó
Manzanilla la tarde que cortó

dos orejas en la Maestranza.

Precio de salida: 2.000 euros.

Quién da 2.200?

2.200.

2.400?

2.400.

Quién se anima con 2.600?

No ha aparecido, señor.
-Ya lo sé.

Coge el coche y ve rápido al parque
que hay junto al Ministerio.

-Qué ha pasado?
-Nos han engañado.

Sabían que yo no iba a acudir
y me han citado aquí

para que entregue mi confesión.
-Joder! Cuánto tengo?

-Dos minutos.

-Es imposible, señor,
no tengo tiempo.

-Vuela, coño.

(Cláxones)

Vamos con lo siguiente.

Raqueta de Rafa Nadal.
Precio de salida: 1.000 euros.

Luisa, cariño,
siento muchísimo lo de la niña.

-Gracias, Cayetana.
-Si necesitas cualquier cosa,

no sé, hablar, rezar, lo que sea.
-Lo tendré en cuenta, de verdad.

Raqueta de Rafa Nadal.
Quién sube a 1.200?

1.200.

Quién se anima a 1.500?

1.500.

Venga, no seamos sosos, 1.700.

1.700.

-750.000 euros.

-Ese no es tu marido?
Bueno, o era, porque ya no sé...

Perdona, 750...?
Sí, has oído bien.

-Qué haces aquí, Francisco?

-751.522 exactamente.

-Te has vuelto loco?
-No, estoy más cuerdo que nunca.

Oye, Francisco,
que esto va en serio.

Vamos, si dices una cifra
la tienes que pagar.

Tranquila, esto lo pagará Luisa.

Porque esa es la cantidad
que me correspondería exactamente

si mi mujer y yo
repartiéramos nuestros bienes.

Pero eso no va a pasar,
porque mi mujer,

tan solidaria con el Tercer Mundo,
no me va a conceder el divorcio

a mí, que la he aguantado
más de 40 años.

Y como yo no puedo recibir
ese dinero para rehacer mi vida,

lo mejor es
que caiga en un acto solidario.

Esa es Luisa Vergel, un ejemplo
de solidaridad y generosidad.

Tranquilo, ya me voy.

(Cuchicheos)

Vendida la raquetita
por 750.000...

Estás ya?
-Señor, estoy cerca, estoy cerca.

-Joder!

(Teléfono)

Sí.

Deja el archivo en el banco
que hay a tu izquierda.

Dónde estás?
Te queda un minuto.

Quién eres?

Si no dejas tu confesión
enviaré a los periódicos...

Y una mierda.
Diez...

Oye, hijo puta...
Ocho...

Oye, vale, vale.
Siete...

Vale.
Seis, cinco...

Perdone. Usted no es el político?
-No, no, señora, se equivoca.

-Sí, sí que es Vergel,
Enrique Vergel.

-No, señora, no soy yo.
Por favor, déjeme en paz.

(Teléfono)

-Has llegado ya?
-Sí, justo ahora.

-El sobre está en el banco.

-No está, señor.

-Joder!
Hay alguien alejándose?

-Nada. No he llegado a tiempo.

-Me cago en...
-Lo siento.

-Ve esta tarde a mi casa.
Vamos a acabar con él,

por mis cojones
que vamos a acabar con él.

Lo tienes?

Joder, qué crack.

Acaso lo dudabas?

Te das cuenta
de lo que tenemos aquí, María?

Sí, pero no cantes victoria
todavía. Enrique es mucho Enrique.

Después de esto no va a ser nada.
Venga, dale al play.

Soy Enrique Vergel,

actual subsecretario de estado
de Sanidad.

Y tengo algo que decir.

No sé quién eres
ni qué es lo que pretendes.

Pero has conseguido algo
que muy poca gente consigue,

cabrearme.

Quieres que dimita,

que me echas a la espalda
delitos que no he cometido?

Publica lo que quieras,
no va a tener ninguna repercusión.

No me conoces, no sabes
con quién te estás metiendo.

Voy a acabar contigo.

Dale otra vez.

Soy Enrique Vergel...

Con esto no hacemos nada.

Dame el móvil, le voy a mandar
un mensaje que se va a cagar.

No, para,
con eso pensará que ha ganado.

Entonces, qué?
Esto es el final.

Pablo, no hay prisa. Nadie dijo
que esto fuera a ser fácil.

Pero ya hemos conseguido
que se ponga nervioso, no?

Y qué más da eso?
Es lo más importante,

él ha entrado en el juego.
Ahora hay algo que no controla.

Tenemos que tener paciencia.
Seguro que cometerá algún error.

Tienes razón, pero, joder,
lo hemos tenido tan cerca.

La próxima vez
lo tendremos más cerca.

Y gracias a ti.

A 5.000 ahora, recuerdas?

No me vas a hacer precio
de mejor cliente?

Claro.
Te mantengo el precio de 2001.

Ahora estás forrada de pasta, eh?
Qué más quieres?

Que te quedes conmigo.

María, no. No, por favor.

(Teléfono)

No lo cojas.

No es el mío.

Joder, es el mío.

Es el de Mercedes Dantés.

Es el número de Bruno?
Le has dado este número?

Cómo coño se lo voy a dar a Bruno?
Cómo puede tenerlo?

No lo sé. Hay un mensaje de voz.

"Hola. Soy Carlos Martínez.
Quería hablar con Mercedes Dantés

en relación a la propiedad
de la calle Gran Vía.

Si fuese tan amable, por favor,
cuando escuche este mensaje

devuelva la llamada."

Es Bruno, seguro.
Te han localizado.

Pero cómo?
Cómo pueden saber que este piso

es de Mercedes Dantés?
Cómo pueden saber

que existe Mercedes Dantés
si yo nunca la he nombrado?

Ha colado solo, María.

Debiste decir algo en los minutos
que faltan en la grabación.

Enrique lo cortó
y está siguiendo la pista.

Pero ellos no saben
que yo soy Mercedes Dantés.

Ya, pero saben dónde vives.

No tardarán
mucho en venir a por ti.

Una cría de 16 años,
una psicóloga infantil,

otras dos que están muertas,
una que vive fuera de España...

Ah, y una mujer
que en realidad es un hombre.

-Alguna que tenga
algún vínculo con María?

-No, ninguna es la que buscamos.
-Debe haber una Mercedes Dantés

que conozca a María;
si no, por qué dijo su nombre?

-Solo me queda una por comprobar.
Tiene un piso alquilado

a nombre de Mercedes Dantés.
Tengo su número de teléfono.

-Y?
-La llamé y no me lo cogió.

Le dejé un mensaje.
-Así solucionas las cosas,

esperando
a que te devuelvan la llamada?

-Me he recorrido todo Madrid
buscando a todas la mujeres

que se llaman Mercedes Dantés.
Qué más quieres?

-Soluciones, eso es lo que quiero.

-Muy bien, la vuelvo a llamar.
-No, no insistas.

Si conoce a María, podría avisarla.
-No sabemos qué relación tienen.

-Es la única posibilidad
que nos queda, Bruno.

Ya le mandaste un mensaje.
Si insistes,

podría sospechar.
-Si es ella a quien buscamos.

-No podemos arriesgarnos.
-Vamos a su casa?

Tienes su número, no?
-Sí,

pero antes quería ponerle al día.
-No me cuentes nada, actúa.

Tráeme resultados.
-Perfecto.

-Oye, Álex te acompaña.
-No es necesario.

-No sabemos qué te vas a encontrar.
Podría ser peligroso.

-Papá, prefiero ir solo.
-Te acompaña.

-Por mí, perfecto.

-A ver, si vamos los dos juntos,
llamaremos mucho más la atención.

-Quiero que le saquéis
todo lo que sepa de María.

Si hay que convencerla,
la convencéis.

Entendido?
-Sí, señor.

-De acuerdo. Vamos.

-Necesito acabar
con esto y necesito acabar ya.

Si no encontráis nada,
no os molestéis en volver por aquí.

Ya la habéis cagado lo suficiente.

No quejes, hemos recaudado
mucho más que el año pasado.

A qué precio?
Habéis montado un circo lamentable.

No, reina, el circo es solo tuyo.
Sí? Dices que yo soy el problema?

Para no ser tú el problema,
te has cubierto de gloria.

Yo solo quería que todo saliera
como lo tenía previsto.

Y todo iba bien, Amparo,

hasta que decidiste hablar
sobre el pasado de María.

Y no se ha quedado todo el mundo
mucho más tranquilo?

La gente ya estaba tranquila

antes de que dijeras
que María iba a venir.

A ti te parece normal que
te avergüences de tu propia hija?

No entiendes nada, nada.

Lo hago por ella,
para que no sufra.

(RÍE) Sí.

Y negarle el divorcio a Francisco?
También lo haces por él,

para que no sufra,
o son solo ganas de joder?

Huye, mira para otro lado,
si es lo que haces siempre.

Estás a punto de cruzar la línea,
Amparo.

Sabes cuál es tu problema, Luisa?
Que no tienes huevos,

que eres una niñata consentida
a la que nunca le han dicho que no

y que nunca ha luchado por nada.
Acepta ya la mierda

que te ha caído encima. Si tu hija
ha sido puta, pues ha sido puta;

y si tu marido no te quiere,
pues no te quiere.

Llevo 12 años
aguantando tus faltas de respeto,

tu falta de modales
y tu insolencia.

Ya va siendo hora
de que aprendas a comportarte,

porque en esta casa
cuando se monta un pollo,

como tú dices, la única que siempre
está en medio eres tú.

Así que o aceptas las normas
o ya sabes dónde tienes la puerta.

Lo has entendido?

Buenas noches.

Enrique.
-Qué pasa?

-Amparo pasa.
-Qué pasa con Amparo?

-Que se acabó.
No quiero verla más.

Quiero a esa mujer
fuera de esta casa.

-Lo sé, Luisa.
-Solo trae problemas.

Ha tenido la desfachatez

y la poca vergüenza
de faltarme al respeto a la cara.

-Tranquila, es cuestión de tiempo
que Amparo salga de esta familia.

-Dame tu palabra.

-La tienes.
-Dámela.

-Alguna vez
he incumplido mi palabra, Luisa?

-No. Enrique, perdona. Perdóname.

Tú eres el único
que se ocupa de todo, lo sé.

Hay otra cosa.

Francisco.

Hay que pararle los pies.

-Claro, Luisa.
-Ha perdido la cabeza.

Está como loco.
Va a por nosotros.

-Luisa, Tranquila.
Yo me ocuparé de todo.

-Sí?
-No tengas miedo.

(LLORA)
Tranquilízate.

Vamos.

(Ruido)

Mamá.

Solo quería saber si estabas bien.

Lamento no haber ido a la subasta.

Tranquila.

La verdad es que estaba muy cansada
y pensé que tenías razón,

mejor dejar todos estos follones
para más adelante.

Mejor, mucho mejor.

Qué tal ha ido todo?
Bien.

Bueno, la verdad es que la subasta
ha sido muy movidita, María.

Ha venido tu padre.

Papá?

Ha sido todo muy desagradable.

Bueno, es mejor que descanses
y mañana te cuento, quieres?

Sí, estoy un poco cansada.

Pues a dormir.

-Aquí no vive nadie.

-Echemos un vistazo.

No parece
que lleve mucho tiempo vacío.

Demasiado limpio todo.
-Ni rastro de Mercedes Dantés.

-Tu padre va a estar contento.
-Sí, pero con los dos.

-Venga, vamos.
-Espera, que el piso se alquila.

Apunta el número de teléfono.

692 680 88...

Espera, espera.

Espera.

(LEE) "María Fuentes Vergel."

Lo tenemos.

Esta es la Mercedes Dantés
que estábamos buscando.

-Hay una conexión
entre este piso y María.

-No me imagino
qué conexión pueden tener.

-Algo esconde.

Necesito algunas de las cosas
que tenía en mi piso.

Quédate con el pasaporte,
pero déjame el DNI de Mercedes

y el teléfono. No lo utilices.
Ya te daré otra línea.

Curro está muerto.

Qué?

Esto no es un accidente,
es cosa de Enrique.

-Esto puede ser muy peligroso,
Francisco.

-Hace años
dejé este tema pendiente.

Se lo debo a mi hija.

Esta mañana te levantas
y estás enamorado de otra?

Lo siento.

Juan tenía un contrato de divorcio
entre Bruno y tú

con fecha de este mes.

Hijo de puta.

María!
Bruno, por favor, ve a por ella.

-Qué cojones...?
-María!

Para el camión!

Qué haces, Bruno?

Qué estás haciendo con mi maleta?

Qué es esto?