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Esta bien as�.

Fa!

La, mi.

Re, mi, fa.

- Atenci�n al mi.
- Disculpe.

Sol.

Si, fa.

�Sol, la, si!

La, si, do, la, fa.

�Qu� me est� sucediendo?

Una ternura que,
yo no he sentido nunca.

Lo s� que
me estoy enamorando.

Pero no tengo el valor de
confesarlo ni siquiera a m� mismo.

Enamorado de ti.

Y soy treinta a�os mayor.

T�,
por qu�

Me miras.
Ya te diste cuenta.

Yo,
quisiera

Decirte que,
tal vez lo sepas.

Un bien, secreto y profundo.

Algo dulce que

yo escondo dentro de m�.
El amor m�s grande del mundo,

naci� muy tarde ya,
para un hombre como yo.

Enamorado de ti

Y soy treinta a�os mayor.

Bueno.
Entonces nos vemos pasado ma�ana, se�orita.

No, maestro.

- �El jueves entonces?
- No, maestro. No vendr� m�s.

�Por qu�?

�Ha decidido no seguir estudiando?

No, maestro.

- �Por qu� entonces?
- Porque...

me he enamorado de usted.

Brava.

Venga usted Gaudenzi.

Y gracias al patrocinio de la condesa
de San Severo, nuestra noble benefactora,

el recital de la Academia ser� un evento
sociocultural excepcional.

En la pr�xima reuni�n fijaremos la fecha
y el programa para publicarse.

Se espera mucho de su alumna,
la condesita Laura.

No se preocupe, la chica es muy talentosa,
y se est� preparando cuidadosamente.

Y este Carlo Gaudenzi,
el hijo del comendador Gaudenzi,

Usted sabe bien qui�n es
el comendador, verdad?

Yo solo s� que todos los embutidos que
se comen en ltalia Central,

- llevan la marca Gaudenzi.
- El comendador es un fan�tico de la m�sica.

Y no admitir�a nunca
el no haber engendrado a un artista.

Bueno, lamentablemente esta vez,
tendr� que admitirlo.

Carlo es el joven menos dotado musicalmente
qu� haya conocido en mi vida.

Pero las personas que me interesan,
no soy capaz de juzgarlas.

El comendador y un hombre relacionado,
tiene amistades importantes,

para un apoyo pol�tico,
para un subsidio...

- Puede ser �til, sabe como funciona esto.
- No mucho, pero...

s� que no es bueno ilusionar a un joven
en un camino equivocado.

Bueno, Uds. los artistas son sentimentales.
Luego soy qui�n debe ajustar la balanza.

El director tiene raz�n,
la escuela debe sobrevivir a�n as�

para los que tienen talento,
a�n a costa de alg�n compromiso.

S�, pero yo soy un docente
no un contador.

Ah, perd�n, pero se me olvid� el abrigo
en el armario. debo ir.

- L�stima, esperaba poderle ofrecer un caf�.
- Con gusto, pero ser� en otra ocasi�n.

- �Hasta pronto! se�ora Taddei.
- Luciana.

Adi�s Luciana.

Ah perd�n, pens�
que no hab�a nadie.

�Y no se dejan las luces encendidas, cierto?

Bueno s�, a mi edad
se vuelve muy exigente y met�dico.

Ah, conmigo no funciona.

S� muy bien que hacerse el viejo
es la forma m�s fina de coquetear.

Yo no me hago el viejo
es que a comparaci�n de Ud. por desgracia...

Lo sab�a! Ahora me dir� tambi�n
que podr�a ser mi padre

- y el discurso esta completo.
- De acuerdo, no se lo dir�.

Pero Ud. se arriesg� de quedarse encerrada
aqui adentro, ya no queda nadie.

No olvide que
este palacio le pertenece a mi madre,

y por lo tanto conozco
todas las salidas m�s secretas.

Ni siquiera me ha preguntado
qu� estaba haciendo en aquel despacho.

- Yo no soy indiscreto.
- Yo en cambio s�.

- Y qu� era lo que buscaba?
- Bueno, debo confesarlo,

Estaba indagando sobre Ud.
Excarbaba en el misterio de su vida.

- Ah.
- No me cree?

- Y descubri� algo?
- Hm...

No me parece que haya
nada de muy importante.

- Buenos d�as Maestro!
- Hola!

Ellos estar�n un poco sorprendidos
al verlo en compa��a de una chica.

Usted es un personaje en esta ciudad.
El ambiente, en el fondo, es muy provincial.

As� que... un tipo tan cerrado y reservado,
despierta la curiosidad un poco a todos.

En el conservatorio por ej. nos divertimos
inventando las cosas m�s absurdas,

a hacer las hip�tesis m�s locas
sobre su vida privada.

- D�game una.
- Eh no!

En todo caso, muchas chicas
est�n enamoradas de Usted.

- �Qu� va!
- Incluso la peque�a Agnese.

- �Y qui�n es esta peque�a Agnese?
- Agnese Dell'Ombra.

Esta en el tercer a�o de violonchelo.
Pues bien el a�o pr�ximo, casualmente,

- quiere cambiar al viol�n.
- Ah si?

Y luego ni se hable
de la maestra Taddei.

Sabe que desde que Usted vino
a ense�ar aqu� en el conservatorio,

va a la est�tica
dos veces a la semana?

Nunca pens� que suscitara
tanto inter�s.

�Por qu� no r�e m�s seguido maestro?

- Le ofrezco llevarlo, si me permite.
- No, gracias.

Ah, entiendo, si ya lo ha concedido
demasiado para su forma de ser.

- No, es que prefiero caminar unos pasos.
- Como desee.

- Hasta luego entonces.
- Hasta luego Laura.

El jueves le esperamos, recuerda.

Usted es el �nico profesor que
hemos invitado a nuestro refugio.

- Prometo que no faltar�.
- Ese es el plan.

Normalmente no invitamos
personas mayores entre nosotros!

Aqu� podemos hacer
toda la m�sica que queremos.

Tambi�n esto es de mi madre. A ella
le gusta hacer la parte de la benefactora.

Pero si supiera en que condiciones hemos
encontrado esta casa, un verdadero desastre.

- Llovi� por todas partes
- Buenos d�as Maestro.

- Hola.
- Los muebles los hemos arreglado

- Hola Carlo
- un poco por aqu�, un poco por all�.

Ah, los murales
son de Carlo Gaudenzi.

- Qu� le parecen Maestro?
- Entonces tiene el sentido art�stico!

No disculpa! Quise decir que es muy bello,
bravo! Lo hiciste t�?

- Le gusta en verdad?
- Claro!

Gracias, me alegra que lo diga usted.

Ah� arriba acomodamos unas camas
para alguien que este de paso.

O para qui�n no quiera
volver a casa de noche.

Sucede a veces encontrarse en el pasto.
lo duermo aqu� desde hace seis meses.

O me pago el instrumento, o la renta.

Yo en cambio vengo aqu� cada vez
que discuto con mi madre.

Es un lugar realmente extraordinario. No s�
como agradecerles por haberme invitado aqu�.

Bueno, lo hemos invitado
para que escuche un concierto.

- Verdad muchachos?
- S�! As� es.

- Tome asiento Maestro.
- Gracias.

�Bravo!

Me gustar�a saber como aprendi�
a tocar la trompeta, y toc� muy bien.

Bueno, de chico as�, jugando.

Seg�n yo, en cualquiera forma de arte
sea m�sica, pintura, poes�a,

es importante tener dentro algo.
Algo que expresar.

S�, es una especie de felicidad.

Tambi�n a m� me ocurre a veces
al escucharla... cuando toco.

Yo no siento ninguna felicidad
cuando toco el viol�n.

Estoy tan preocupado de recordarme todo:
las posiciones, las notas...

Pero dime algo, tu cuando t� pintas,
qu� sientes?

S� claro, puedo trabajar por horas
con los colores sin cansarme.

Yo s� que con el viol�n nunca podr�, mi pap�
dice que la m�sica es el verdadero arte!

Por qu� no intentas hablar con tu padre
seriamente, de hombre a hombre.

Lo he intentado pero de nada sirve.
Es de esos que creen tener siempre la raz�n.

- Oye, quieres que yo lo intente?
- Lo har�a en verdad?

Seguro! No veo por qu�
debiera tener miedo.

Usted quiere beber algo Maestro?
Un poco de whisky?

- No gracias, no bebo.
- C�mo no bebe?! No es posible.

�Bueno? �De qu� te sorprendes?
Tambi�n yo soy abstemia

�Ay yo lo entiendo Maestro! A m� el alcohol
me da como... como una sensaci�n repulsiva.

Esta es la se�orita Agnese dell'Ongaro.
Ya le hab�a hablado de ella, recuerda?

Ah! Pero por qu� t� quieres renunciar
a tantos a�os de estudiar viol�n?

Esta bien que a tu edad,
puedas permitirte cualquier lujo.

- Pero yo tengo diecis�is a�os, sabe?
- Oh!

Escuchen por caridad, no hablemos de a�os
de lo contrario me har�n sentir Matusal�n.

Propongo un brindis al m�s viejo
maestro de viol�n... del mundo!

�De acuerdo!

- �Salud!
- �Chin chin! �Viva!

- Adi�s, hasta pronto.
- Puedo llevarlo yo Maestro?

- �En esa cosa?
- No, yo lo llevo.

- Ya nos hab�amos puesto de acuerdo.
- No querida, gracias. Adi�s.

Ment�, pero quer�a
s�lo sacarle del aprieto.

Bueno hubiera sido un poco complicado
subir en ese artilugio parecido.

Si supiera en fin como lo conduce...
una cosa tremenda!

Ah, yo no tengo coche
pero han venido a recogerme.

- Renato Ferrari el Maestro Giovanni Russo.
- Es un placer, mucho gusto.

- Pase, por favor.
- No no no, suba usted adelante.

- Ir� atr�s, gracias.
- De nada.

No has cambiado de idea, espero.
Reserv� una mesa.

Iremos a cenar a Florencia?

Con la condici�n de que no me pongas
a hablar con tus amigos de rugby.

Renato, m�s alla de ser jugador,
es tambi�n lider del equipo.

As� que cuando se re�nen
entre ellos, es un desastre.

S�lo hablan de partidos, de puntos,
metas, cambios... Un aburrimiento incre�ble!

Pero por qu�, el rugby
es un juego bastante interesante.

- Ah, lo conoce?
- Una vez lo segu� un poco.

- Por qu� no viene a cenar con nosotros?
- Vaya, para un viaje tan largo

- prefiero una posici�n un poco m�s c�moda.
- Rayos! Esta algo inc�modo eh?

No al punto de extra�ar
la moto de Agnese, pero...

�Por qu� trajiste
precisamente este auto?

Con todos los que tiene tu padre
estacionados en la cochera.

Bueno, c�mo pod�a saberlo...
Disculpe usted maestro.

- Pero hicimos un buen trayecto, no?
- De hecho hemos casi llegado.

- Es m�s, en cu�nto pueda det�ngase.
- Pero a�n est� lejos!

No es que yo... Sabe,
prefiero caminar.

- Gracias por traerme.
- De nada, hasta pronto!

Vamos a ver si puede salir
de esta trampa.

Oh! Lo logr�.

- Hasta pronto Maestro.
- Hasta luego y gracias otra vez!

�Laura!

Aqu� est� por nuestro Maestro,
un sorbo de esto y el mundo es suyo.

Pero es posible que no logre
hacerlo beber?

Aunque tarde veinte a�os lo logro, eh!
�Lo llevo por buen camino!

- Buenas tardes Ingeniero!
- Adi�s, hasta ma�ana.

- Maestro...
- lngeniero...

- An�talo Maurizio, eh!
- Hecho Maestro!

- Adi�s, hasta ma�ana.
- Hasta pronto!

�Marianna qu� est�s haciendo?
�Pero sigues a�n despierta?

- Yo no tengo sue�o, y t�?
- M�s o menos.

Anda Marianna no molestes al Maestro.
Debes ir a la cama, ap�rate!

�Cuando me ense�as
a tocar la m�sica?

- �El viol�n!
- El viol�n.

Bueno ya te lo dije, me parece. Cuando
comiencen las vacaciones. Te lo promet�, no?

- Cuando? Tantos d�as as�?
- Eh... bueno un poco m�s.

- Pero pasar�n muy pronto, ver�s.
- Lo hice para ti en la escuela, mira!

Fue en Brooklyn
qu� Giovanni Russo se volvi� Joe.

Lo llamaron as� sus nuevos amigos
de juego, hijos de inmigrantes como �l.

Am�rica fue un espejismo
para todos, una esperanza de vida mejor,

en un trabajo seguro. Y tambi�n Gaetano
parti� con su mujer y su hijo Giovanni.

El ni�o no ten�a ni siquiera cinco a�os.
Tra�a en la sangre la m�sica, desde peque�o

- Pero usted para que Diario escribe?
- Para, para una revista de Mil�n,

especializada en la m�sica. Estamos haciendo
una serie sobre los m�sicos contempor�neos.

Su relato ser� valioso,
peara el art�culo sobre el Maestro Russo.

Algunas cosas me las han contado.
��No soy tan viejo como Ud. cree, sabe?!

Mire all�? �Ve aquella casa?
Es all� donde naci� Joe Russo.

- �Qu� hac�a el padre del Maestro?
- Yo ero poco m�s que un muchacho,

sin embargo Gaetano lo recuerdo bien.
Un enorme vac�o, cuando se march�.

Tuvo puesto municipal,
y clar�n de la banda.

Pero usted bien sabe, la pol�tica!
Fue orillado a dejar ltalia.

Y en Am�rica hizo un poco de todo.
Camarero, alba�il, ayudante... eh!

Al principio fue muy duro
para los inmigrates.

Si es obligado a menudo a hacer los trabajos
m�s humildes. La vida es dif�cil,

y llena de mortificaciones.
Pero las limitaciones econ�micas

y la dificultad de la vida,
no impidieron a Gaetano un d�a,

de llevar a su hijito Giovanni
a escuchar una opera,

dirigida por un grande maestro italiano.

Se hab�a dado cuenta de que el chico,
ten�a su misma pasi�n por la m�sica.

Y no he excluido que
justo en esta ocasi�n Giovanni,

hab�a decidido inconscientemente de
dedicar a la m�sica toda su vida.

Y c�mo logr� convertirse
en un famoso concertista?

Su padre trabaj� mucho,

y ahorr� lo suficiente para poder
abrir un negocio... de barbero.

- Con la ayuda de Dios, naturalmente.
- �Un cigarro padre?

- Oh, gracias! Gracias.
- De nada.

Entre los clientes de su negocio
hab�a un gran violinista, jud�o.

Era un artista
rico y famoso,

Que le gustaba volver
a los lugares donde hab�a sido pobre.

Gaetano le pidi�
escuchar a su hijo,

pero el muchacho
era muy t�mido y muy orgulloso.

Luego tuvo que conseguir el encuentro
de modo que pareciera casual.

Escuch� al muchacho, el artista acept�
darle lecciones por pocos dolares.

Y cuando Giovanni comenz� a trabajar,
pudo pagarsela por s� mismo.

Un �xito tras otro.

Y cuando se dieron cuenta
de haberse equivocado al llamarlo Joe,

por qu� Joe es el diminutivo de Giuseppe,
su nombre era ya famoso.

Lo llamaron as� tambi�n en ltalia.
Pero entonces Ud. no hab�a nacido.

- �Y despu�s regres� a su pa�s?
- No, el alcalde de esa �poca, le escribi�.

�l mando el dinero y con eso
se repararon todas las bancas de la iglesia.

- �Y luego?
- Luego, no se sabe m�s nada.

Dinero no lleg� m�s.
Y tampoco noticias.

Y no hay nadie m�s en el pueblo
que pueda decirme algo m�s?

En un pueblo peque�o como este,
��qui�n puede saber m�s que el parroco?!

Es verdad.
La agradezco.

- �Cu�nto falta para que termine?
- Cuatro o cinco minutos.

- �Pero qui�n va ganando?
- Han empatado ahora.

- �Y c�mo va el marcador?
- Ocho a ocho.

�Qu� quieres de nosotros, y por qu�?
No entiendo.

C�mo iban a atacar desde
esa posici�n. No ves donde se encuentran?

Condesa mis felicitaciones.
Silencio, por favor Silencio.

Se�ores a este punto es preciso dirigir
un c�lido agradecimiento

al profesorado, que tanto ha trabajado
para la formaci�n de nuevos artistas.

Y en particular al Maestro Giovanni Russo.

Que ha llevado la clase de viol�n,
al m�s alto nivel de preparaci�n m�sical.

Gracias.

- Genial.
- Lo hice Maestro!

Finalmente puedo ir
a Mil�n a estudiar dibujo,

todo gracias a Ud.
No s� como agradecerle.

Quiere decir que cuando
llegues a ser un pintor importante

- me regalar�s un cuadro tuyo.
- Se lo prometo.

- El comendador Gaudenzi.
- Es un placer.

Un d�a triste para m�
no ver a mi hijo ah� arriba.

Pero no lo tome as� comendador.

Ver� que su hijo le dar� grandes
satisfacciones, en otro campo.

�Pero la pintura moderna, no la entiendo!
Bueno, tal vez ser� una buena inversi�n.

�Pero la m�sica, querido Maestro,
es otra cosa!

Ese hombre es realmente extraordinario.
Disculpe.

Finalmente puedo darle mis felicitaciones
Maestro, no se habla m�s que de Usted.

De hecho es m�s de Ud. que se habla.
El merito de todo esto es suyo.

Mi madre por fin ha entendido que tambi�n
de j�venes desconocidos,

puede salir, a veces,
buena m�sica.

Para ella si no est�...
al menos en la cartelera de la Scala...

�Puedo tener el placer de tenerle
en mi casa ma�ana por la noche?

- La agradezco mucho condesa, pero yo...
- No se niega una invitaci�n de la condesa.

Lo espero no se diga m�s.

- Piensa, has logrado conmoverme.
- �De veras no te aburriste?

�Pues no! Y luego, cuando tocas as�,
eres a�n m�s bella.

- Algo anda mal Luciana?
- No s� qu� me pasa.

D�as as� me llenan el alma de recuerdos.
Me conmuevo como una tonta.

- Cu�ntas?
- Ninguna, gracias.

Le dec�a de Santa Cecilia.

Fue una magn�fica velada,
un p�blico estupendo, y los aplausos...

Dios m�o, me da vueltas la cabeza
cuando lo pienso.

Hmm, delicioso!
Hice bien al aceptar la invitaci�n

Me ha hecho muy feliz.

- �Bonita! �Cu�ndo se la tom�?
- Ten�a poco m�s de veinte a�os.

En esos d�as... en Venecia,
el Maestro Benedetti Michelangeli

me dijo, que tendr�a
un gran futuro.

Estaba por firmar un contrato
para ir a Londres al BBC, luego...

Lo he escuchado tocar, alguna vez. Usted
no debi�, abandonar la carrera.

El matrimonio, los prejuicios...
Una mujer casada sola, en el extranjero.

Y esta es una peque�a ciudad.

Y luego vino el primer hijo.

Mi marido,
es una buena persona.

Y esa... es la gran pasi�n
de su vida, la caza.

�Mam� tengo hambre!
�Me preparas algo? por la noche.

Mam�! Esta noche hay una buena pel�cula
en la tv, comemos antes?

Mam�, me volviste a comprar
la ropa de gimnasia?

Bueno, la dejo con sus deberes de mam�.

- Ha sido realmente un buen caf�.
- Le agradezco.

Escuche por qu� no intenta tocar
alguna vez, al menos para s� misma.

No deb� haberme casado,

realmente.
Renunciar�a todo.

Y aunque no quiera,
o no sepa disparar, tiene que venir.

Despu�s de la caza iremos
a comer en el campo.

�Hay alguien que pueda
contradecirla, alguna vez, condesa?

Habr� alguien que pueda,
pero lo pagar� muy caro.

�Por qu� no lo intenta usted?
En el fondo no me teme, est� claro.

- Espero que no le moleste.
- Oh, no en absoluto.

Entonces, si usted est� aqu�,
la primera victoria es m�a no?

Usted tiene fama de ser una especie
de mis�ntropo, en la vida privada.

Pero querida, �no sabes que �stos
son los tipos m�s peligrosos?

No gracias.

Deber�a estar prohibido por la ley
rechazar el champ�n.

En todo caso admitir� que son pocos
los artistas que beben s�lo agua.

Mi madre conserva una imagen
muy rom�ntica del artista.

�Genio y libertinaje!

Un maestro no es siempre
necesariamente un artista.

�Cu�nto de sus colegas ha visto aqu�?

�Qu� quiere decir?

Si lo invit� es porque
no lo considero solo un maestro.

Usted tiene algo diferente,
qu� me da curiosidad.

No s� si sentirme ofendido o halagado
de ser tomado como objeto de estudio.

Bravo Maestro!
Un punto a su favor.

Pero tenga cuidado, ya que,
el deseo de secreto de mi madre

es el de adue�arse de la vida de los
dem�s. Un d�a le contar� muchas cosas.

Bueno, mi vida es bastante aburrida.
Hecha de horarios y h�bitos...

Le dir� que siempre como
en el mismo lugar y a la misma hora.

Le encanta pintarse de miseria verdad?

Pero siento que su vida ha sido diferente.
Todo lo que es plano y mediocre lo rechazo.

Y usted no lo es.

Yo soy simplemente
un maestro de viol�n.

y tambi�n le dir�a bastante viejo si su
hija, no me acusara de coqueter�a.

No tiene derecho a considerarse viejo
un hombre de cuarenta y siete a�os.

Tiene raz�n Laura. La suya
es una coqueter�a al rev�s.

�C�mo es que sabe
exactamente mi edad?

�Se acuerda de aquel d�a en que me encontr�
curioseando en el registro?

- �Qu� m�s encontr�?
- No lo suficiente lamentablemente, pero...

�no me rindo!
Maestro, Joe Russo.

- Eso no estaba en el registro.
- Tambi�n yo tengo mis secretos.

Y si usted no habla, yo me callo.

Mire Laura, yo soy un hombre tranquilo.
llevo una vida... opaca a lo mejor,

pero estoy bien as�.
�Por qu� quiere turbarla con su curiosidad?

- �Qu� es... un nuevo juego mundano?
- No! No es un juego.

No lo tome de esa manera.
Para m� es diferente. No s� c�mo explicarlo.

- �Laura!
- Mire que Renato la est� buscando.

�Le suplico, no se enfade conmigo!
Yo solo quer�a... conocerlo mejor, cr�ame.

�Qu� est� pasando ah�?

Ah, es mi madre! Se obstin�
en que se hiciera una parrilla.

Y como siempre nadie sabe encender el fuego.
Solo hacen un humo terrible.

Ah finalmente Laura! Hace una hora que
te estoy buscando, pero �d�nde has estado?

�Ah finalmente!
Bravo.

Genial, felicitaciones. Ya est�bamos
resignados a morir fumigados.

No sab�a que la parrilla formara parte
de las costumbres de una vida banal.

Bueno, le dir� que el arte de encender el
fuego es un secreto que conocen solamente

- los verdaderos se�ores y los campesinos.
- Ah si?

- �Peggy!
- �Joe!

- �Peggy qu� haces aqu�?
- �Joe, qu� est�s haciendo aqu�?

Mira Peggy aqu� s�lo soy
Giovanni Russo, maestro de viol�n.

No bebo whisky, as� que
nada de Joe, nada de whisky, nada de nada.

Bueno, est�s decidido a
tirarte peque�o m�o.

Estate tranquilo,
no dir� nada a nadie.

- �Pero no es posible que Uds. se conozcan!
- �Y por qu� no? Para m�, nada es imposible.

Yo conozco medio mundo sabes,
y m�s que medio.

�Perfecto! As�, por fin,
sabremos todo de �l.

- Por qu� lo ha llamado Joe?
- Es un secreto! �Verdad Joe?

Y recuerda cari�o que soy yo
qui�n hace las preguntas.

En realidad yo cre� que t�
todav�a eras mi amiga.

Esta es mi costumbre,
querida Margarita.

Yo no lo dir�a nunca a nadie
todas las cosas que s� de ti.

- Y entonces no sirve insistir. Laura!
- Disculpen.

�Peggy!

�Oh mi peque�a qu� hermosa est�s!
Tu madre se pondr� celosa de ti.

Peggy eres terrible! Pero para m�
eres la mujer m�s maravillosa del mundo.

Entonces acompa�enme
a beber algo.

Te hab�a dicho qu� me
ocupo del conservatorio,

bueno, he decidido darlo
a conocer un poco m�s.

Y para esto he organizado
un viaje a lsrael para el mes pr�ximo.

Intercambio cultural.
�Por qu� no vienes tambi�n?

Si supiera d�nde estar� el mes pr�ximo,
�morir�a de aburrimiento!

En cambio me gustar�a o�rte tocar. Gracias.
Dicen que tienes talento.

Es que tengo un gran maestro. Pero tal vez,
t� lo conoces mucho mejor que yo.

Ah, Giovanni, con el viol�n
era bastante bueno.

Maldici�n que est�s haciendo
en un lugar como este?

- �Mira que te he reconocido!
- Tambi�n t� has cambiado.

- Seguro! Han pasado 30 o 40 a�os.
- No lo s�.

Y todav�a sigues aqu�.
!Sigues aqu�!

- �Un p�blico verdadero por fin!
- �Por qu� los del ensayo que eran?

- Parientes, amigos, personas disponibles.
- Pero eso no es cierto.

En lsrael ser� distinto,
me gustan los retos.

Yo no pienso en la gente,
a m� gusta tocar y basta.

- �Es porque eres una egoc�ntrica!
- Tengo un miedo terrible al avi�n.

Mi maestro no pudo venir,
entonces tendr� que confiar en Ud. maestro.

�Por qu� necesitas que alguien
que meta a la cama?

�Muy graciosa, eh!

Y s�, no te preocupes.
Por cualquier cosa te diriges a m�.

Porque la primera vez que sub� en
un avi�n, fui el primero y entonces...

�Somos amigos de nuevo,
verdad Maestro?

Nada de preguntas, nada de
indagaciones indiscretas, �soy buena no?

Tal vez un d�a usted me hablar� de su vida.
Yo s� esperar.

- Ah, mam�!
- Buen d�a condesa.

Buen d�a Maestro.
�Laura no vas a casa tesoro?

- �Y d�nde se supone que estoy yendo?
- Bien, date prisa.

Llam� por tel�fono Renato.
Viene a recogerte en media hora.

- Le dije que estaba bien.
- Naturalmente.

- Ella siempre decide por m�. Hasta luego.
- Adi�s.

- Hasta...
- Quisiera hablarle un momento!

�Entonces? �Qu� hace ah� parado?
�Quiere subir por favor?

Decid� hacerle cambiar sus h�bitos
por un d�a. Vayamos a desayunar juntos.

He tratado de mediar las dos
cosas, pero es imposible.

Tengo que ir a Ginebra forzosamente.

Hay una reuni�n del Soroptimist
y soy la oradora oficial,

- Y por lo tanto no puedo faltar.
- La entiendo perfectamente.

Supiera cu�nto lamento,
no poder ir a lsrael.

- Por lo tanto le encargo a mi hija.
- Realmente Laura no necesita tutores.

Sin embargo si supiera... algunas veces
es tan fr�gil, e insegura.

Ser� que de ni�a,
perdi� a su padre antes de tiempo.

No lo s�, Luego se desahoga siempre conmigo!
A veces tengo la impresi�n que me detesta.

Ah, los j�venes siempre juzgan,
y a veces son muy crueles.

Laura lo es.
Sus arrebatos en mi contra,

contra nuestros amigos, contra nuestro
ambiente, son insoportables.

Rebeli�n completamente
hasta para ella misma.

Pues yo pienso que Laura es bastante
consciente de sus decisiones.

Ah, qu� quiere que elija.
Se casar� a uno de nuestro ambiente.

Y har� una vida mundana
m�s o menos divertida.

Con nosotros, no hay escape
a ciertas reglas �sabe?

Por otra parte tengo la impresi�n de
que Laura ya est� enamorada.

Sus cambios de humor
son muy t�picos.

Me parece bastante normal a su edad, no?

Hmm, esperamos que le pase
esta agresividad contra m�.

En el fondo le he entregado mi vida.

�Pero hablemos un poco de usted!

Le confieso que he tratado de sobornar
a Peggy, pero no lo he logrado.

Escuche Margarita,
�por qu� est� tan interesada en m�?

Quiz�s porque la vida de provincia
no ofrece nada mejor.

- Ah si?!
- Se encuentra siempre la misma gente.

Y luego, estoy tan ocupada en mis negocios,
que los hombres ahora han pasado...

a un segundo plano en mi vida.
Pero quiz�s es el sitio justo que merecen.

- �Por qu� los desprecia tanto?
- Porque yo siempre he ganado.

Bastante f�cilmente.
Y el juego de dominar no me interesa m�s.

Desde hace tiempo no conoc�a
a una persona como Usted.

- Piense que le permito hasta contradecirme.
- No lo dir�a.

Ud. me implica en sus compromisos sociales,
y yo no puedo nunca decirle que no.

No lo intente, le ruego. Y no diga m�s
qu� usted es un objeto de estudio para m�.

�Y qu� soy entonces?

No se. Pero s� lo que podr�a ser.

Mire Margarita quiz� esto para Ud. es...
es un nuevo reto, pero...

He llegado a un punto de mi vida en la cual,
no puedo permit�rmelo m�s

las apuestas sentimentales.

Ud. sabe que no soy acostumbrada
a renunciar f�cilmente.

�Maestro! Le aviso que tenemos
las habitaciones enfrente.

�Ah ya es verdad, bien!

Voy a mi habitaci�n a desempacar
y poner un poco de orden.

- Nos vemos m�s tarde en el vest�bulo. Adi�s
- Est� bien, adi�s.

Laura! Disculpa, un momento.

- Tenga cuidado con el violonchelo.
- Problemas con el lenguaje? Todo bien?

- S�, s� todo bien.
- Bien, estoy contento.

- Dichoso usted Maestro!
- Pero cu�l dichoso, se necesita paciencia.

- Mantener a todos organizados.
- Voy a ver si han arreglado la sala.

- �Dime vienes a tomar algo a mi habitaci�n?
- �Ah, se puede saber qu� quieres de m�?

Pero yo hablo en serio Agnese.

Basta, no tengo tiempo
para perder con menores.

- Y t� �qu� haces aqu�?
- No puedo dormir.

- Me vendr�a bien dar un paseo.
- A esta hora?

Pens� muchas cosas.
Tambi�n Ud. Maestro est� solo, como yo.

Pero a diferencia de m� t� tienes
muchos amigos de tu edad aqu�.

No hay dialogo con ellos.
�Todav�a me considera una jovencita, verdad?

�No, por qu�?
�Casi tienes diecis�is a�os!

Mire... yo con Ud. pienso que puedo hablar.

Maestro...

No, nada.

Escucha hagamos algo bueno,

nos tomamos un buen vaso de leche
y nos vamos a dormir.

�Puede servir un vaso de leche
para esta se�orita?

Por supuesto, se�or.

Cin cin!

Es un paisaje muy impresionante.
No me lo imagin� as�.

Si, es verdad. Ah, a prop�sito! Telegrafi�
a su madre? Creo que se lo pidi�.

No lo creo.
En todo caso ya le telegrafi�.

Yo act�o la parte de la hija
como ella la de la madre.

Ud. habla siempre con tono hostil e ir�nico,
pero siempre habla.

Mi madre tiene el don de estar
siempre presente, de saber todo siempre,

de no tener nunca una duda,
ni de s� misma ni de su vida.

Ciertamente no lo oculta. Est� convencida
de ser la �nica persona justa en el mundo.

- Y tal vez de buena fe, creo.
- Pero su madre la quiere mucho.

Quiz�, pero ella siempre quiere controlar
la vida de los dem�s. La m�a tambi�n.

Y esto me da miedo porque...
mi madre es mucho m�s fuerte que yo.

- �Puedo ayudarle? �Ha perdido algo?
- Mi encendedor.

�Por qu� se preocupa as�?
�Era un objeto muy importante?

Si, era un querido recuerdo.

Lo siento.

�Anda, los dem�s est�n esper�ndonos!
Basta de ver vitrinas de baratijas.

- Maestro?
- Eh?! Pero �d�nde se hab�a metido?

Quer�a dar la vuelta sola un poco.
Estos lugares me ayudan a pensar.

- Y los dem�s donde est�n?
- Deber�an ir m�s adelante.

Pero no me interesa,
no tengo ganas de alcanzarlos.

En Perugia te encontrar�as muy bien!
Sabes es una ciudad peque�a, como aqu�.

Se parece.
Hay estudiantes de todos los pa�ses.

Usted tiene mucho talento Laura,
y lamentar�a, en serio,

que abandonara el estudio
justo en este momento.

No lo abandonar� Maestro.

Mi madre est� obsesionada
con este asunto del matrimonio.

Pero aunque me tuviera que casar,
no renunciar� a mis proyectos art�sticos.

Por desgracia Laura, hay cosas que se dicen
y despu�s es dif�cil sostenerlas, no cree?

No en lo que a m� respecta.

Ah, en su �mbito hay
reglas de las cuales no se puede escapar,

y ver� que cuando encuentra la persona
correcta, se ver� obligada a elegir.

No me importa. No pueden
imponer en la vida de uno,

por respetar ciertos convenios.

El d�a que decida casarme con algui�n,
lo har� solo por amor.

No podr�a aceptar nunca a un hombre,
solo porque le gusta a mi madre.

Nunca pens� que una chica como usted,
fuera tan rom�ntica.

- Tengo que hablarle Maestro.
- Dime querida.

�Es posible pensar siempre en alguien?

Cerrar los ojos esperando un beso y
abrirlos... y descubrir que ama a otro?

Pero estas son las cosas que suceden
cuando se es a�n muy joven, sabes?!

Aunque tal vez...
Puedan suceder despu�s.

�Son las cosas que hacen m�s bonita la vida!

Ve, yo hasta hace unos d�as
amaba... un hombre, y...

Luego conoc� a Sam.
Pienso en �l todo el d�a.

- �Y no est�s contenta?
- �Oh s�, mucho!

Es solo que no entiendo.

- Siento molestarle Maestro, buenas noches.
- Buenas noches.

Buenas noches.

Laura! Pero su habitaci�n
No estaba en frente de la m�a?

Pobre Agnese. Quiso cambiar
su habitaci�n por la m�a

para estar m�s cerca de usted,
y no se di� cuenta que el cuarto que dejaba

era justo la m�s cercana.

Siente que olor agradable
hay en el aire?

Si todo fuera diferente. Si por ejemplo
nos hubi�ramos visto por primera vez

esta noche durante la cena en el hotel.

Nos habr�amos mirado quiz�s de lejos
todo el tiempo.

Yo, por ejemplo, podr�a ser
una turista griega.

- Yo un comerciante de diamantes holandeses.
- �Qu� suceder�a?

Bueno, ante todo tendr�amos
la dificultad del lenguaje.

Lo soluciono. Ambos tenemos
una abuela italiana, �y entonces?

Bien entonces...
digamos que al final de la cena, yo...

le env�o una nota en el cual est� escrito:
''�Quiere terminar la velada junto a m�?''

me levanto lo, y me alejo.
Roz�ndote apenas con la mirada.

- Me detengo en el vest�bulo.
- Yo me acerco.

Te tomo delicadamente por un brazo,
y te conduzco fuera.

Vamos a bailar. Bebemos un mar de champ�n,
y se nos har� muy tarde.

- Luego volvemos al hotel...
- Y yo te digo:

''La noche apenas comienza. Podemos...
continuarla en mi habitaci�n?''

Entramos y la encontramos llena de rosas
que con tiempo hice que las enviaran.

Nos sentamos en el sof�,
y yo me acerco a ti.

Cada vez m�s.

M�s y m�s.

Buenas noches Laura.

�C�mo, justo ahora?

Ma�ana debemos levantarnos temprano,
tenemos muchas cosas que hacer.

- Buenas noches.
- Buenas noches.

- �Oh, realmente hermoso!
- Tome asiento.

�Profesor Nathan!

- �Profesor!
- �Joe! �C�mo est�s?

- Sigues siendo el mismo de siempre.
- �Qu� alegr�a volverlo a ver!

Sabes bien como es Am�rica.
�Uno se pierde por a�os y a�os!

Henos aqu�
Me paso aqu�, seis meses al a�o.

Las clases de perfeccionamiento, el estudio.

Tambi�n hay tiempo para la meditaci�n
y alguna buena lectura.

Este es un oasis de paz.
Al final es una especie de monasterio.

Y ahora, les ofrezco
algo de beber.

Vengan, les ense�ar�
mi celda. Vamos, vengan!

Fue mi mejor alumno y luego,
se volvi� el m�s famoso.

�Cu�ntas veces me hizo enfadar!

Porque siempre hac�a m�s
de lo que yo le pidiera que hiciera.

�Me provocaba con sus improvisaciones!

Pero lo m�s divertido es qu�
para su primer concierto,

tuve que prestarle mi frack.
Te acuerdas Joe?

Y c�mo! No me iba bien a la medida,
pero me trajo mucha fortuna.

Maestro, yo tengo en casa un disco
de un concierto de Paganini, grabado por Ud.

Es una de las cosas m�s bellas
que he escuchado.

Paganini!

Y todos los dem�s! Ellos son los compa�eros
inseparables de mi vida.

�No me dejan nunca!
No me dejan ni siquiera por un momento.

Ah! Sabes que a�n conservo todas
las grabaciones de tus mejores conciertos?

Joe, el hijo del barbero,
se volvi� el gran Joe Russo.

Uno de los m�s j�venes
concertistas del mundo!

Qu� sucedi�, Joe.

�Por qu� tiraste as�,
los tesoros de tu talento?

No ha tirado su talento. Lo ha usado para
ense�arnos a amar la m�sica, y lo logr�.

No basta ense�ar a los dem�s,
tienes que tocar.

- Ya no puedo Maestro.
- �A�n recuerdas nuestra sonata a dueto?

Toma el viol�n Joe.

Tanto tiempo.
Tantas cosas.

Se puede tocar solamente si se ama.
Fue su primera ense�anza Maestro, recuerda?

Toma un viol�n,
para ti.

Hasta luego Maestro,
y gracias por todo.

- �Hasta luego, adi�s!
- Ha sido un d�a inolvidable.

- Adi�s Maestro, y gracias.
- Hasta pronto.

Hasta pronto.

- �Regresen pronto!
- �Adi�s Maestro!

�Adi�s!
�Adi�s!

Gracias. No, no, qu�deselo.
Es por su cumplea�os.

Vi la fecha en el registro del
conservatorio. Y feliz cumplea�os.

No s� c�mo agradecerle,
es un pensamiento muy gentil.

- Es igual al que perdi�.
- Cierto.

Es casi igual.

Deb� haber olvidado esa invitaci�n aquella
noche. Y en cambio ni siquiera lo intente.

Sab�a qui�n era
Jane Anderson.

Rica, mimada, extravagante...
bell�sima.

Cuatro maridos, cuatro divorcios.
Un s�lo inter�s. El alcohol.

Fui all� por diversi�n, o por desaf�o.
No lo s�.

Me sent�a muy seguro de m� entonces.

�No te gusta tener tanta gente alrededor,
verdad? V�monos.

Cuando se hayan ido todos,
volveremos aqu�.

Nos casamos tres d�as m�s tarde en
mi camerino despu�s de un concierto.

Fue un acontecimiento.
Un gran acontecimiento.

Nadie me dijo nada, pero sab�a bien como
era considerado por muchos en el �mbito.

Una pieza de colecci�n en la vida de Jane.
Pero no me importaba nada.

Yo la amaba y esto era
lo m�s importante para m�.

La amaba profundamente, totalmente.
Como en un cuento.

Como un sue�o imposible que
de repente... se realiza.

Jane era muy feliz. Fr�gil,
dulce, una mujer maravillosa.

Intent� a veces
hacerle olvidar,

aquel terrible deseo
de destrucci�n que la atormentaba.

Fue entonces que conoc� a Peggy.

le conoc� a todos y a cada uno,
de los cuatro. Pero t� me agradaste.

No eres como ellos.
Y tambi�n ella se ha dado cuenta.

Pero no ha tenido a nadie que
la amara verdaderamente. Pobre Jane.

Pero no te ilusiones.
Has llegado demasiado tarde.

Jane.

Joe, Joe te ruego, olv�dame. No te dejes
arruinar por m�, eres muy importante.

- Per no, no digas eso.
- S�. S�.

No debes arrruinar
tu carrera por culpa m�a.

D�jame, s�came de tu vida.
- No te reocupes, duerme.

Yo quiero estar contigo
�porque quiero ayudarte!

- �Por qu� yo te amo, entiendes?
- Tambi�n yo te amo Joe.

Ya no quiero beber, te lo prometo.
No quiero beber jam�s.

No quiero m�s
...te lo juro.

En cambio estuve convencido que lo habr�a
conseguido, seguro de m�, de mi fuerza.

- Y qu� sucedi� despu�s?
- Nada. Todo fue in�til.

Y sucedi�
lo que ten�a que pasar.

Demasiado alcohol unido... a demasiados
somniferos. En una noche volviendo a casa...

Luego dej� de tocar.

Se hab�a creado un vac�o tan
en mi vida que no pod�a...

ni siquiera tocar.

Y sin la m�sica, no hab�a nada
que tuviera m�s prop�sito para m�.

Su esposa tuvo la alegr�a de vivir
una bella historia de amor.

No importa lo que haya costado.

Yo tambi�n estar�a dispuesta a renunciar
a todo por un amor as�.

Estar�a dispuesta a hacerlo...
enseguida.

Laura yo podr�a ser
de hecho tu padre.

S� que esto es algo que te molesta,
pero... es la pura verdad.

Renato te est� esperando
desde hace m�s de una hora. Lo sabes?

Simplemente no te entiendo, hija m�a.
�O quiz�s te entiendo demasiado bien!

Laura! Desde que volviste
de lsrael est�s insoportable.

Y el motivo es muy claro.
M�rame cuando te hablo!

Recuerda que a una madre
no se le escapan algunas cosas.

Dime la verdad, tienes en la cabeza
a alguien que no deber�as tener.

Al Maestro Russo, por ejemplo.
No me sorprenderia para nada.

Te vas ya eh?
Si no contestas quiere decir que es cierto!

Pero sabes que tiene
treinta a�os m�s que t�?!

Tengo una sorpresa para ustedes.
La ha traido mi hija de lsrael.

Esto que estan escuchando...
es el Maestro Giovanni Russo.

O mejor el famoso violinista
italo-americano, Joe Russo.

Que hoy tenemos el gusto
de tenerlo entre nosotros.

�En serio? �Pero por qu� no
nos hab�a dicho nada?

Es algo realmente
imperdonable, �sabe?

Sab�as que ha sido
el quinto marido de la Jane Anderson?

Jane Anderson ya! Aquella heredera
americana que muri� alcoholizada!

- No, no la recuerdo.
- La hija de aquel riqu�simo petrolero.

- De origen griego, creo.
- Se habl� mucho sobre ella.

- Ah, pero no era un alem�n.
- No ese fue su tercer marido, me parece.

Un tenista si no me equivoco.

��Qu� hace Maestro?!
No es este el modo de irse.

Joe mi amiga no pretend�a ofenderle.

Y yo habl� solo para que supieran
qui�n es Ud. en realidad.

No entiendo su reacci�n.

Lo s� condesa. Ni Ud. ni sus amigos
lo pueden entender. adi�s

Le ruego, no me trate
de este modo. No lo merezco.

- No creo merecerlo.
- �Por qu� no?

Hay una pl�tica pendiente entre nosotros.
No finja de haberlo olvidado.

- No hay nada que olvidar.
- �Qu� quiere decir?

Quiere decir que esa pl�tica ya hab�a
conclu�do antes de que comenzara.

No me encuentra... muy
�joven para su edad?

Ud. es muy joven y encantadora.

Y no hay necesidad que yo
tambi�n se lo repita.

Pero no se puede tener todo en la vida.

Adi�s.

Pens� que las mujeres ricas
ten�an una especial fascinaci�n para Ud.

En cambio Ud. las quiere ricas
y muy j�venes.

V�a directa para Mil�n,
parte en el primer anden.

�Maestro!

�Maestro!

�Por qu� se marcha as�?
�Qu� le he hecho?

Joe, no me dejes. �No has entendido
que no puedo vivir sin ti?

�Ll�vame contigo!
�No te vayas!

�Joe!
Yo te amo!

Estoy muerta de cansancio.
El viaje de Londres ha sido infernal!

Dos horas de espera en el aeropuerto.
Un avi�n que bail� como en tiempo de los pioneros.

- He venido solo por Laura.
- Estoy muy feliz de verte.

- Pero no estabas en Ginebra?
- Por supuesto, hasta ayer.

Pero anoche fue el primer
concierto de Joe Russo,

despues de veinte a�os en el Covent Garden.
Por supuesto no pod�a faltar.

�Joe Russo?
�Ha vuelto a hacer conciertos?

Pero Uds. ni siquiera leen
el peri�dico en este pa�s.

Joe se encerr�. �l y su viol�n,
qui�n sabe donde, por casi un a�o.

Y anoche ha recomenzado.
�Fant�stico!

El p�blico, el p�blico no par� nunca
de ovacionarlo en el escenario!

Y �l estaba tenso, emocionado,
como un ni�o.

Ay estoy tan agotada! No veo la hora
de irme a tumbar sobre una gran cama.

- Te hago preparar enseguida la habitaci�n.
- Gracias.

Entonces este novio oficial,
�cu�ndo lo veremos?

Est� poniendo los regalos. Ah� est�
y est� seguramente hablando de rugby. Ven.

No, no. Por ahora me basta
de lejos.

- �No te agrada, verdad?
- No, �por qu�?

�l es el adecuado. Su posici�n.
Todo seg�n las reglas.

- �Y el viol�n?
- Desde que se fue el Maestro Russo...

�Est�s realmente segura
que todo est� bien mi ni�a?

Todo seg�n las reglas, no?

- �Laura!
- �No te molesto?

Pero no querida.
Acabo de darme un buen ba�o, sabes?!

Quer�a saber si
necesitabas algo.

Yo no. �T� quiz�s?

- Has hablado con �l!
- �Hablado? �Hablado con qui�n?

- Con Joe.
- �Vaya que he hablado con Joe!

Pasamos toda la noche juntos.
Imag�nate cuantas cosas nos dijimos.

Y, estaba solo? Quiero decir...
�no ha encontrado otra mujer?

��Joe?!

Me parece que t� no has entendido
nada mi ni�a.

Enamorado de ti.

- Laura.
- Maestro.

Y soy treinta a�os mayor.

''T�''

''por qu�''

''me miras''

''ya te diste cuenta. Yo''

''quisiera''

''decirte que''

''tal vez lo sepas''

''Un bien secreto y profundo''

''Algo dulce que''

''yo escondo dentro de m�.
El amor m�s grande del mundo''

''naci� muy tarde ya,
para un hombre como yo''

''Enamorado de ti.''

''y soy treinta a�os mayor.''

Bueno, entonces nos vemos
pasado ma�ana, se�orita.

- No Maestro.
- �El jueves entonces?

No Maestro, no vendr� m�s.

�Por qu�?

�Ha decidido no seguir estudiando?

No Maestro.

- �Por qu� entonces?
- Porque...

Me he enamorado de usted.

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