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¿Sí? ¿Quién es?
Hola, soy Eva. ¿Está María?

Hola, Eva, cariño.
¿Qué tal? Espérate, sí.

María, ven, que es para ti.

Hola. ¿Qué pasa, Eva? ¿Qué haces?

¿Qué tal, gordi?
Pues nada, estaba haciendo deberes.

Oye, que te quería contar una cosa.
Vale. Tú te acuerdas de mi tía,

la que trabajaba en los anuncios
de la tele en publicidad.

Sí.
Vale. Pues la cosa

es que me ha dicho
que hay una agencia aquí,

en la Castellana, que están
buscando chicas pues como nosotras,

para hacer anuncios y series y tal.
Anda, anda, anda.

Hostia, es que, de repente,
nos he visto ahí a las dos.

¿Qué hablas?
Y te he visto a ti.

¿Qué dices?
Que sí, María, que sí.

Ya. No.
Pero ¿tú sabes lo que pagan?

Escúchame, que por un anuncio
de Campofrío, te pagan 5.000 pavos.

O sea, que nos vamos del barrio,
tía, que nos vamos de aquí,

por favor, que es mi ilusión.
Que no, ¿qué hablas?

Tía, que es mi ilusión.
Va, venga, no me seas seca.

Me lo pienso.
Escúchame, el martes

tengo una cita con la agente.
Qué sí, pesada, que te acompaño.

¡Toma!
Eres una pesada, tía,

que no se puedo decir que no, ¿eh?
Te quiero. Adiós. Te veo el martes.

¿Vale? ¡Acción!

¿Qué? ¿Picor ahí abajo?

Entre tú y yo,

Camelia.

Entre nosotras.

¡Corta! Aguantamos y chequeamos toma.

-Vale.

Está perfecto. Vale, chequeo, ¿no?
-Una cosa, Joan.

-Dime.
-Eh, la chica esta, la del váter.

-Sí.
-No la terminamos de ver.

-Ah.
-Podríamos probar una expresión

un poquito más "spicy"
-Pero...

¿Qué quiere decir
un poco más "spicy"?

-Más "spicy".

-Claro, claro. Sí.
-Guay.

Bueno, que superbién,
o sea, me ha encantado, ¿vale?

Me ha encantado, está superbién.
Ya casi lo tenemos esto.

Lo único es,
a ver si cómo podemos hacer este,

no sé, esta molestia
como un poco como... ¿Sabes?

Como un poco más grande,
vaya. Más "spicy".

Vale.
Ah, sí.

Venga, vamos ahí.
Está genial, ¿vale?

Vale. ¡Volvemos!

Bien. Prevenidos. Silencio.

Vale. "Seguim". Seguimos, perdón.

-¡Vale! ¡Acción!

Vaya cuadro, ¿eh?, el anuncio.

Parecemos el ying y el yang, ¿eh?
Sí.

El ying y el yang
de la vida en general.

Pues nada, está el cliente
esperando, tú sabrás.

Lo he llamado cuatro veces.
No, de eso te encargas tú.

Oye, Bego, una cosa así rápida.
Te lo digo para que lo sepáis,

que la chica esa
que habéis contratado,

que me estaba mirando mal el coño.
¿Yo te juzgo a ti alguna vez

por los pelos
que tú tienes en el coño?

¿Me estás vacilando, María?
Ojalá me hubieras impedido

hacerme el láser a mí con 16 años
y, bueno, no ha sido así,

ahora tampoco me voy a ir a Turquía
a ponerme pelos.

Tía, no me puedo creer que
me estás hablando de coños ahora.

Yo me refería a los pelos.
O sea, ella era el ying negro

y yo era el ying...
Bueno, María, ya, ya, ya.

O sea, a ver, tú me pediste
trabajar, yo te dado este trabajo

y estamos trabajando, cariño.
Si quieres, luego,

nos miramos el coño
tranquilamente en casa.

¿Te ha llegado el Bizum? Tanta
insistencia, ya me dirás qué pasa.

Sí, me ha llegado. Muchísimas
gracias por adelantármelo.

Ya. A ver, María,
que yo sé que esto no es lo mejor

que vamos a hacer,
pero, chica, es dinero, ¿sabes?

Y una cosa lleva a la otra,
la rueda, el dinero llama al dinero.

María, María, María. ¿Qué?

Al final, todo bien, ¿no?

Ya verás que va a quedar,
va a quedar muy bonito, ya verás.

Claro.
Es que das muy bien para cámara,

de verdad. Bueno... Perdón.
Qué suerte que te recomendó Bego.

Y, bueno, que...
Bueno, me tengo que ir.

Sí, no, que nos vemos...
Vale.

Nos vemos cuando vuelva... Vale.
-Joan, por favor, ¿podrías venir?

Te llama el cliente, no sé.
-El puto cliente.

¿Y ahora qué va a pasar?

Bueno, ahí dependerá
de cómo evolucione este hombre,

Santiago.
Sí, pero, si todo va bien

y sale del hospital,
no habría problema, ¿no?

Porque ha habido una mejora.
¿Una mejora?

¿Cómo tienes esa información?

Google.

María, no sé qué dice Google,
pero este hombre sigue en coma

y, si la cosa se complica,
te pueden pedir de 6 meses a 3 años

de prisión, y con el agravante
del delito contra la seguridad vial,

puede aumentar la pena.

Pero dices, por ejemplo, si...
Si muere Santiago, ¿o cómo?

Hay que prepararse
para cualquier situación.

Vale, pero un momento, una cosa.
Pasó así, pero es que él me tocó

y yo giré el manillar
porque me asusté, ¿sabes?

Yo sé que lo he hecho mal,
pero no me lo esperaba.

María,

estás hablando del abuso.

Nómbralo así.
Mira, yo lo estoy estudiando

para ver
si lo presentamos como atenuante,

pero es muy difícil probar
que ese abuso provocó el accidente.

No hay pruebas, no hay testigos.

Además, te digo una cosa,
lo más probable es que duden

de tu testimonio por estar
bajo los efectos de las drogas

y el alcohol, ¿entiendes?

Lo siento, María, pero es así.

Una cosa más.
¿Inés de la Torre sabe quién soy?

Claro, te ha denunciado.

¿Y toda su familia sabe quién soy?

María, por favor. Yo no sé
con quién habla Inés de la Torre.

Ya.

¿Y ahora qué hago?

Pues ahora toca esperar.

Y rezar, si sabes.

Toma.

Son 350, por favor.

Hombre, qué sorpresa, hija mía.
Hola, mami. ¿Estás bien?

Sí, fenomenal. Y tú, ¿estás bien?
Sí, sí, sí, sí, estoy muy bien.

Ah, me pillas ahora aquí,
justo tomando una cañita

con Dolores y con Goyo.
Y, bueno, estábamos hablando

de tu cumpleaños. ¿Has buscado algo?
No, no, no he mirado.

No he tenido tiempo, lo siento.
Pero, de todas formas,

estoy pensando que mejor
los tres en casa y ya está,

y no te hagas líos.
Hija, no sé, no, son los 30.

Yo que sé, que papá
dice eso por ahorrar, pero...

Bueno,
busca un sitio que te guste, anda.

Ya, ya, pues lo miro, mamá, lo miro.
No sé, te traes a Eva,

le dices a Bego. No sé.
Sí, sí, sí, sí.

Oye, igual hoy duermo en casa.
Bien, pues cenamos juntas, ¿no?

Le digo a tu padre que prepare algo.
No, no, no, no,

porque vendré más tarde.
Vendré después de cenar seguro.

Oye, que me dicen estos
que te mande un beso.

Bueno, mami, te dejo,
que tengo un poco de lío, ¿vale?

Venga, bueno. Nos vemos luego.
Chao. Adiós, mami.

Beso.

Hola, chicas. Perdonad el retraso.

Oh, qué guapas. ¿Cómo os llamáis?
Yo soy Eva, ella es María.

Eva y María.
¿Cuántos años tienes, María?

Tenemos 16.
16.

La edad perfecta
para empezar en la moda.

A ver, levantaros un momentín
que os vea los cuerpitos.

Bien, bien, bien, bien, bien, bien.

Eva, tú de cuerpo estás estupenda,

pero la cara nos falla un pelín
para este tipo de trabajo.

Quizás, cariño,
si te operaras la nariz,

más adelante podríamos hablar.
Y no te me traumatices, por favor,

que para la vida normal estás divina.

Tú, María, María, ¿verdad?

Tú ya sí que me das más moda.
Contigo podemos empezar mañana mismo.

Tenemos un fotógrafo
que te va a preparar

un "composite" estupendo,
yo se lo mando a todos mis contactos

y es que yo te veo a ti
trabajando muy pronto.

Ya verás que con esfuerzo
puedes llegar dónde quieras.

Un cambio de look.
Ya, ya lo sé, ya.

Bueno.

A mí me gusta, ¿eh? Me gusta.
María.

A mí me encanta, cariño,
estás divina.

Estás guapa, ¿eh?
No estoy guapa, María.

Sí, a mí me gusta. A mí me gusta.

He dejado el curro.

¿Cómo?

Igual podrías
haber evitado que lo dejara,

porque no sé si quería dejarlo.
¿Y qué tengo que ver yo aquí?

Tienes que ver
que llevo todo el día llamándote.

Porque ayer Charly
se presentó en casa por la noche

con el pelo rapado, platino.

¿Y qué?
Bueno, pues que al principio

me pareció gracioso, pero,
pero, no sé, no me pareció normal.

Entonces empecé a hablar con él
y me di cuenta de que algo

no iba bien
y efectivamente no iba bien.

Que me ha dejado,
y bueno, me he decolorado las cejas.

Bueno, y obviamente, no me caso.

Tenías dudas sobre casarte,
o sea, tampoco era que...

Lo que no entiendo es lo del curro.
Pero ¿lo de Carlos sí lo entiendes?

Tía, que yo me quería casar con él.
A ver, tú querías poner Safri Duo,

entrar en caballo...
Pero ¿que te estás riendo de mí

ahora o qué?
No me estoy riendo de ti, tía,

pero no te entiendo muy bien.
¿Qué tienes que entender, tía?

Es puto Charly,
que, contra todo pronóstico,

lo ha hecho, ¿entiendes?
Y yo me siento imbécil, María,

me siento subnormal. O sea, yo había
apostado por esta vida de mierda

y ahora resulta
que él quiere saber quién es.

Has dejado la clínica.
Porque no sé si quiero seguir

en la clínica
o quiero irme al Congo a una ONG.

¿Has hablado con Carla
y has dejado la clínica?

Sí.

Pero es que la has cagado, tía.
¿No? La ha cagado, Edu.

Claramente, la has cagado.
A ver, a ver.

Tienes una cosa
buena y fija en tu vida,

la única cosa buena y fija
que tienes en tu vida,

¿y por un tío de la cargas?
¿Por un tío, lo mandas todo

a tomar por culo? Ya te follarás
a otros, tía, yo qué sé.

Hay más tíos en el mundo.
Pero ¿por qué siempre lo reduces

todo a lo mismo, tía? Tú esto
no lo has hecho en la puta vida,

¿entiendes? Pero yo había elegido,
había apostado.

Pues igual has elegido mal.
¿Que yo he elegido mal?

Mira, no todas tenemos
la misma suerte que tú.

¿Yo qué? ¿Yo qué?

Ponme un chupito, Edu.
¡María!

Mira, vamos a...
Ni María ni pollas,

pero ¿tú de qué vas?
Que no he abierto la boca.

Es que estoy flipando.
Chicas, ¿no os parece que ya vale?

Bueno, me voy ya. Estoy muerta.

Vale.
Yo me termino la birra y me voy.

Vale. No te líes.

Qué va.

Hola, ¿qué tal?
Ponte allí, por favor.

¿Cómo te llamas?
Yo me llamo María.

Muy bien, María.
¿Cuántos años tienes?

17, a puntito de 18.
Perfecto. ¿Y de dónde eres?

Yo, de Carabanchel.
Muy bien. Mírame a mí, porfa,

no me mires a la cámara.
Vale.

Cuéntanos un poco sobre ti,
qué es lo que te gusta.

Pues a mí me gusta
el Robe, de Extremoduro,

los late night. No sé,
estar en el parque con mis amigos.

No, no, me refería más
a qué es lo que quieres hacer

en un futuro.
Perdón.

Lo que me gusta de verdad.
Bueno, pues a mí me gusta

el documental y me molaría
estudiarlo fuera de España.

Pero sabes que, si te cogemos
en esta serie, es tiempo, ¿no?

Bueno, yo ya llevo
un año y medio trabajando

y he estudiado igualmente.

Muy bien.

¿De comer qué te pongo?

Nada, de comer no quiero nada.
Quiero que, cuando me lo veas vacío,

me lo llenes otra vez,
y cuando me lo vuelvas a ver vacío,

me lo llenes otra vez,
y así hasta dentro de dos días

o hasta que cierres el bar.
Qué exageradita eres, hija,

de verdad.
No soy exagerada.

Bueno, ¿qué?
¿Te vas a algún lado ahora?

Ponme otro, porfa.
Ahora te lo pongo.

¿Adónde me voy a ir?
Mi plan es quedarme y emborracharme

contigo.

Y con él, que es como mejor estoy,
que es horrible todo, Edu.

Pero ¿cómo tienes tanto morro?
Que me pongas otro, por favor.

Que ahora te lo pongo.
Que haces lo que te da la gana.

Pero ¿cómo tienes el morro
de decir eso tú, que vives de lujo,

que vives en el centro, que
has viajado, que has hecho series,

que tienes a medio barrio loco
detrás de ti? Que eres guapísima,

tía, ¿cómo dices eso?

No tienes ni idea de quién soy yo
ni de las cosas que hago, ni...

Me conoces desde hace 29 años
y no me conoces.

O sea, no, tienes una amiga que
si tiene una situación complicada

acaba follando,
seguramente mal y sin preservativo;

si no tengo dinero,
pues lo robo; y, si me rechazan,

pues acabo
pidiendo un gramo de coca.

Sí. Sí, sí, es así.
Y no sé muy bien qué decir,

digo alguna gilipollez,
porque soy asquerosa, Edu.

Bueno.
Y si este señor me dice follar,

follo.
Eh, eh, María, ya.

Que soy asquerosa.

Te crees muy graciosa.

Que si te crees muy graciosa.
Por lo visto, sí que te lo crees.

¿Tú te crees que, por guapa,
los demás tenemos que aguantar

toda esta sarta de gilipolleces
dichas por una niña pija?

No es por nada, ¿eh?
Pero no querría acostarme contigo.

No me apetece.
¿Por qué me iba a apetecer?

-¿De qué vas, María? ¿Qué?

Que lo siento, que perdona.
Que me pongas... ¿Qué, qué?

Mira, yo no sé lo que te pasa,
pero ni yo tengo la culpa

ni este señor tiene la culpa.
Joder.

Ni Eva tiene la culpa.
Nadie tiene la culpa, ¿vale?

Así que, si quieres
emborracharte, emborráchate.

Si quieres meterte
un gramo de coca, pues te lo metes.

Haz lo que te salga del coño,
pero deja de molestar, tía.

Y ahora vete de mi bar, anda,
que voy a cerrar. Se acabó por hoy.

Mami, ya estoy en casa.

No, por eso te quieren conocer
en un lugar normal, distendido,

que no sea un casting,
saber cómo piensas,

a quién contratan,
saber lo guay que eres.

Tú tienes que ser normal, auténtica,

sencilla, divertida.

Como eres, amor, perfecta.

Pero ¿qué es,
un casting sin separata?

No, no es, no es un casting. Es...

A ver, ¿cómo te explico?

Elsa Pataky.
Es actriz, es modelo, es todo.

Tú puedes llegar ahí si quieres.
Yo estoy apostando por ti.

¿Lo ves?

Si te esfuerzas,
lo vamos a conseguir.

Estás casi allí.

Venga, amor,
vete con ellos y luego me cuentas.

Tú confía, de verdad.

Guapa, confía.

Madre.

Vamos a ver.

Dios, ¿qué le mando, joder? Pues...

¿Dónde está?
¿Dónde está la ciega, tío?

"Joder, María, pues...
que pienso mazo en ti.

Y, mira,

hasta te perdono
que me dejases plantado y empalmado,

y Dios, qué vergüenza. Corto. Adiós.

Qué vergüenza, por favor. Es que...

No me lo puedo creer.

Hola.

¿Cómo estás?
Bueno, pues mojada.

¿Qué?

Estoy empapada ahora mismo.
Quiero follarte.

Llevo así toda la semana.
Estoy jodido.

Estoy mal. Estoy cachondo.

Quiero estar ahí, tocarte y...

Joder, María.

Dios.

Uf. Me muero, me muero.

Dios.