All language subtitles for Feuerwerk (1954)

"Ah� est� ella y sue�a y se deja estar
en el calor del mediod�a"

"Aquellos eran, entonces, buenos tiempos
cuando hab�a mucho verano y poca lluvia"

"Estamos en el 8 de agosto de 1909"

"Una fecha que para muchos,
ser� inolvidable"

"Ese d�a, ocho del ocho, comenz� en la
Escuela de Danza de Madame Sperling."

"Cu�ndo ustedes gusten!�
Entren! �Se�oras! �Se�ores!"

�Un poco m�s de gracia, se�oritas!

Una reverencia, primero los se�ores,
luego las damas.

Pie derecho y de puntillas.

Otra vez. Se�oras, se�ores.

�Pie derecho y de puntillas!

Una vuelta.

Y reverencia.

�P�rate, Anna! �A qu� esa inclinaci�n?
�Es usted se�or o dama?

- No lo s� bien. Estoy hecha un l�o.
- Usted es un se�or.

Ciertamente, Madame Sperling.

�Y pie derecho!

M�s encanto, m�s gracia, se�oritas.

Se acab� la hora. Gracias.
Adi�s.

Recapaciten. La gracia es la mejor arma
de una mujer para conquistar al hombre.

Anna, qu�dese usted.

Tengo mucha prisa y
preparativos que hacer.

Mi padre celebra su 50 cumplea�os.

Tenemos que practicar la
danza del duende. Por favor.

Por lo menos, el comienzo. 2 - 3

- �Que ocurre?
- He olvidado mi cornucopia.

Coja cualquier cosa.
Por m�, la papelera.

Franzel, me has asustado.

�so no sido nada, pero ya ver�s
esta tarde. Cuatro tracas.

- 20 bolas luminosas y 5 petardos.
- Ya ver�s como te descubra pap�.

�Por qu�? Va a ser mi regalo.
En un cumplea�os ha de haber chasquidos.

- Va a chasquear en tu trasero.
- �Ah!

Sr. Piepereit, ay�deme usted.

Necesito un jarr�n
para adornar la mesa.

�ste ya lo ha escogido
antes el Sr. Oberholzer.

Bueno. Lleve los paquetes a casa.

Mam� los espera. Voy a por flores.
�Est� pap� en la oficina?

- �No entre usted!
- �Hay visita?

- No, pero...
- Entonces...

Buenos d�as. Felicidades, querido pap�.
Te deseo mucha suerte.

Mi regalo por la tarde.
Ser� una sorpresa.

Tambi�n tengo yo una sorpresa.

- �Conoces este peri�dico?
- Claro. "El Amigo del Jard�n".

La revista que todos mis
clientes leen.

Y �qu� es lo que hoy van a leer?

"Los j�venes jardineros luchamos
contra la degradaci�n de la naturaleza

por los gnomos de jard�n, setas falsas
con lunares y toda clase de kitsch".

"En el jard�n moderno tiene que haber
flores y no figuras de yeso".

Firmado: R. B.
�Y qui�n es ese R. B.?

�No lo sabes?
Pues yo te lo digo, Robert Busch.

El que se hace llamar arquitecto
de jardines. Y que t� has tra�do aqu�.

- No le quiero ver jam�s por aqu�.
- Le he invitado hoy.

Pues, anula la invitaci�n.

�He de celebrarlo con alguien que
considera "kitsch" mis enanitos?

El trabajo de mi vida.

- Pero, papa�to, s� razonable.
- Me niego a serlo.

Cada vez es m�s inaguantable
vivir aqu�.

- �Bonito cumplea�os! �Qu� pasa ahora?
- "Qu� viva muchos a�os."

"�Feliz cumplea�os!"
Tres veces "Viva".

�Viva, viva, viva!

Robert, todav�a no est�s listo
con la guirnalda.

- Se suele decir primero "buenos d�as"
- Buenas, Robert. D�te prisa.

Por la tarde,
vendr�n todos los parientes.

En una hora,
estar� colgada en la puerta.

- Robert, yo quer�a...
- Lo s�.

Quieres que rellene
este adefesio con flores.

�Qu� me das, si no lo dejo caer?

- Eres horrible.
- �sto s� que es horrible.

Tan peque�o y de tan
mal gusto. Ya ver�s.

Hoy le cantar� a tu
padre cuatro verdades.

- No puedes hacer eso.
- �Crees que no me atrever�?

Bueno, vamos a dejar que
los enanitos descansen.

Pero nosotros tendremos m�s adelante

otra clase de jard�n. Ven.
Te voy a ense�ar algo.

�Oh, qu� precioso es!

- �Y la casita!
- As� ser� nuestro hogar.

Y el jard�n. �Qu� maravilla!

Para la boda,
ning�n gnomo de tu padre...

Bueno, todav�a falta mucho para �so.

�Y qu�?
Me lo estoy imaginando todo.

"Soy pobre, ya lo s�,
Pero ahorrar�

y construir� una casita,

con flores y un �rbol

para una parejita

Y despu�s, la agrandaremos,

porque los hijos vendr�n.

El primero ser� un chico

Luego, una ni�a o dos

y se reir�n,
jugando al sol

Y estaremos orgullosos.

Nuestra vida tendr� sentido

Y quiz�, alg�n d�a

recibiremos una carta

que se lea as�:

Que en la Feria Internacional de
Jardiner�a ha ganado el Primer Premio.

Y la Medalla de Oro".

"Y el cuento de hadas
se hizo real."

"Pero todo amarillea,
como en los viejos diarios."

"Tendremos el pelo algo cano
como nevado."

"pero vivimos una primavera,
que nunca se desvanecer�"

"Toda una vida, enamorados"

"S�, si �so existiera,
�so nos pasar�."

"Yo lo prometo."

"Porque ya al primer beso,
not� de pies a cabeza,"

"que algo comenzaba,
que nunca tendr�a fin."

"Algo que no dejar� de florecer.
Como los lirios en mayo."

"No es una dicha,
que se derrita como la nieve."

"Que llora y r�e,
tanto en t�, como en m�."

"Y estar� toda una vida
enamorado de t�."

"Me gusta cocinar. Y lo hago bien.
Lo que una cocinera hace..."

"Pero cocino s�lo cantando"

"Asi el pavo se asa en menos tiempo."

"La-la-la-li. La-la-la-la.
La-la-la..."

Kathi, �todav�a no
est� la tarta lista?

Claro que s�, ya la he adornado.

�Faltan las velas de los 50!
�A qu� ven�a yo...?

Ah, las copas.
No le pongas demasiado licor a la crema.

No tema, Sra. Oberholzer.
Todo seg�n la receta.

Se echa un vaso lleno de licor.

Franzel, �tienes que estar siempre
en medio? �Qu� tienes ah�? �D�melo!

No, es mi sorpresa.

�Mam�!

�Ay�dame! Pap� dice que no quiere
que invite a Robert.

�D�nde est�n las cucharas?
�Qu� es �so de no invitarle?

Se ha enfadado.
Quiz� t� le puedas convencer.

Yo pude convencer a tu padre
s�lo una vez. Hace 20 a�os.

�Kathi!

- El t�o Gustav no tiene tenedor.
- �C�mo?

�C�mo se le ocurre
sentar ah� al Consejero?

Al lado de la ventana
siempre hay corriente.

- Aqu� nunca hemos tenido corriente.
- Ja, ja, ja.

La t�a Paula dice que hay corriente.

Y, adem�s,
�l acaba de curarse de una tos.

- Bueno, pues pondremos ah� a Robert.
- Robert no va a venir.

�L�stima! Entonces tenemos
un sitio libre.

�Sabe Ud., entonces, a qui�n
pondremos ah�?

A nuestro Alexander. La familia
estar�a, por fin, al completo.

En nuestra casa no se puede hablar
de ese se�or. �La sal!

�Por qu� hay todo ese secreteo
sobre el t�o Alexander?

Sobre tu descastado t�o no voy a decir
nada ahora. S�lo pienso en la sal.

�Qu� pasa con el t�o Alexander?

Se march� de casa sin
decir nada a nadie.

Y nadie ha sabido nada m�s de �l.
Era mi favorito.

Franzel, est�s siempre en medio.
�Te has lavado las manos?

- S�.
- A ver, ens��amelas.

- �Tira �so en seguida!
- T�ralo t�.

�No te da verg�enza, grandull�n?

T� eres la que lo ha tirado.

�Ah, Kathi!
�Buenos d�as nos d� Dios!

Franzel, buenos d�as.

Berta, Fritz.
Buenos d�as.

�Ya est�is aqu�?
Me alegro mucho.

- Hemos cogido un tren anterior.
- No quer�amos esperar m�s.

Una suerte que estemos ya en casa.
Hemos o�do disparos afuera.

Aqu� est� el regalo de cumplea�os.
Para mi hermano, s�lo el mejor cerdo.

- Buenas, t�o Fritz.
- Ni�a, buenos dias.

�C�mo han crecido los ni�os!
Anna, ya eres una verdadera dama.

Perdonad.

- �Robert!
- S�, aqu� estoy.

- Est� quedando muy bonita la guirnalda.
- Tengo que causar buena impresi�n.

Ay, me lo hab�a imaginado todo
tan bonito y que me vieras bailar.

- Y, ahora, nada de nada.
- �Qu� ha pasado?

- Pap� ha le�do tu art�culo.
- �Y se me pide que no aparezca?

- As�, m�s o menos.
- Lo siento.

Justo en el d�a del cumplea�os.

Disc�lpate,
di que no quer�as decir eso.

Su cumplea�os no hace m�s
hermosos a los enanitos.

- Me hubiera alegrado tanto.
- Yo, tambi�n.

�Una serenata para tu padre?

Anna, ven. Tienes que ver �sto.

�Atenci�n! La cabalgata se acerca.

- Maravilloso.
- �Qui�n?

- ��l! Eh... el caballo.
- �Ah, eso!

C�mo te ha mirado y se ha quitado el
sombrero de copa. El caballo, s�, s�.

- �Que vas a hacer esta tarde?
- �Ir�!

�Hablar�s con pap�?

No. Hablar� contigo en
la tapia del jard�n.

- Tendr� poco tiempo.
- Dar� un silbido, �s�?

No, as�. Tengo cosquillas,
directorcito.

Gracias.

Muchas gracias.

Gracias.

- Iduna, �te puedo ayudar?
- No tienes que esforzarte.

- �Est�s enfadada?
- No, t� eres el director.

Y el director tiene que ser amable
con las delicadas artistas.

�Porque he ayudado a Jasmine?

A Jasmine, a Pepita,
a Rosita, a Dolores.

- T� ayudas a muchas mujeres.
- Viejas historias.

Oh, tus historias son
casi simpre muy j�venes.

Te portas,
como si yo fuera un Casanova.

�Yo? Eres t� quien lo hace.

Iduna, no tengo la culpa,
de que las chicas me miren as�.

Sascha, no te tienes
que disculparte.

Pap� dec�a, que los hombres a ciertas
edades, quieren primavera a la fuerza.

Soy un hombre en sus mejores a�os.

Pap� dec�a, que cuando llegan los
mejores a�os, lo mejor se ha ido ya.

�Por qu� hemos hecho
este rodeo tan grande

para llegar a esta peque�a ciudad?

Te lo voy a decir en seguida.
P�nte ese traje de Paris.

- �El rojo?
- S�. Y el sombrero de plumas.

Todo el mundo va a quedarse
pasmado al verme.

�so es lo que quiero, cari�o.

Mi querida cu�ada, Caroline.

El asado ha estado delicioso.
Te felicito.

Y la mesa, tan festiva.
Con tanto ambiente.

No hay nada como un hogar
bien organizado.

Cuando a mi marido le
nombraron consejero

del gobierno, tambi�n d� una fiesta.

De mi lengua de buey a�n se habla
hoy en d�a. �No es verdad, Gustav?

S�, Paula. Estuvo, quiz�, algo dura.
Y nuestros cuchillos...

Gustav, no hables tanto,
piensa en tu tos.

- �Un poco m�s de pavo?
- S�, por favor.

Una oportunidad as�,
no se desaprovecha.

No m�s. Ya te has servido dos veces.

Han sido ya tres veces.
Lo he visto perfectamente.

Querido hermano y cumplea�ero.

Con motivo de esta solemne ocasi�n,
hemos regresado a esta casa.

Al lugar de nuestros primeros
y tiernos sue�os juveniles.

Como entonces,
nos rodea la casa de nuestros padres

con su paz y tranquilidad.

�Damas y caballeros!

Les presento unas escenas gratuitas
del programa inaugural de ma�ana.

Como n�mero 1.
La estrella del circo.

Una mujer con clase, con un
temperamento arrebatador.

�Y qui�n puede ser?

Berta, la fiel esposa de nuestro
querido hermano Fritz,

diligente y hacendosa.

Y cuyo enorme apetito podr�a competir
con el de algunas personas.

Y, ahora, les presento a
nuestra pr�xima atracci�n.

Nuestro querido hermano Gustav,

ya bien establecido como
consejero gubernamental,

al lado de su laboriosa esposa Paula,
quien ambiciona siempre m�s y le...

le ha domado tan bien, que s�lo con
la mirada, le obliga a obedecer.

Gustav, deja la copa.
Piensa en tu tos.

�Qu� est� ocurriendo ah� fuera?

- El circo, t�a Paula.
- Un circo. �Qu� desagradable!

Anna, cierra la ventana.
Hay corriente.

Querido Albert, ahora vamos a brindar.

Te deseamos satisfacci�n y suerte.

Y tambi�n las m�s
incre�bles experiencias

y m�s excitantes sensaciones.

Ma�ana por la tarde en el Circo Obolsky.
Empieza ahora la venta anticipada.

La comida fue excepcional.

�De qu� forma tan divertida est�n
colocadas las sillas! Como en el teatro.

Seguro que vamos a disfrutar del arte.

Estupendo, as� se hace
mejor la digesti�n.

�Qu� han tramado los ni�os?

Anna ha compuesto
algo y recitar� poes�a.

No sab�a que la ni�a tuviera
una vena art�stica.

- A ver si es un Beethoven femenino.
- Ah, �se de la "Er�tica".

�Vaya con la Kathi!

Estimados Se�ores.

Tengo el honor de presentar una obra
que Anna ha "componido" ella misma,

que ha compuesto ella misma:
"El Duende de la pradera".

�Bravo!

�Qu� gracioso!

"Hoy tengo alas.
Soy el duende de la colina."

"Tirila."

"Flores del prado. Las m�s hermosas
que yo jam�s haya visto"

"Tirila."

"por la tarde y ayer..."

Bailar de puntillas,
no puede ser sano.

Muy bonito.

"Me puse las alas y desde
la colina aqu� estoy."

�Se�ora Oberholzer!

�Bravo!

�Bravisimo!

�Alexander?

Pero, �c�mo es posible? Alexander,
�c�mo apareces, as� de repente?

- Quer�a felicitarte.
- Gracias.

- �Alexander, al fin!
- Mi querida Caroline.

Hemos hecho un rodeo para poder venir.
�No os alegr�is?

- Naturalmente. Hab�is hecho un rodeo.
- Vosotros. �Quienes s�is vosotros?

Quer�a tantear, si dese�bais vernos.

�Iduna!

�sta es Iduna, mi querida mujer.

El orgullo de mi vida.

Y �ste es el homenajeado.

Mis deseos m�s cordiales.
Deseaba tanto conocerles.

Y ser acogida, en el seno
de la familia.

�Menuda mujer, t�, granuja!

- Mi hermano Fritz.
- �Ay!

No puede perder la costumbre, de apretar
fuerte la mano a las se�oras.

Estos son nuestros hijos.

- Esta es mi hija.
- Me resulta usted conocida.

- Me puedes tutear. Somos familia.
- Y este es Franzel. Ven, ven.

- Nuestro hijo peque�o.
- Tambi�n t� me me resultas conocido.

- Creo que alguien me lanz� un petardo.
- Seguro que yo, no.

Claro, aquel jovencito no ten�a barba.

- Este es mi hermano...
- Gustav.

- S�. Es funcionario.
- Consejero gubernamental.

Le felicito.
Mi hermano Wilhelm, catedr�tico.

- Y yo he llegado a director.
- �Director?

�Qu� clase de director?

- A ver si lo adivin�is.
- Director de una agencia de seguros.

- No.
- �Director de un balneario?

- �Qu� va! Mucho mejor.
- �Director de un banco?

- No. �Os rend�s?
- Yo lo s�, director de un circo.

Correcto. Director de circo.
Est�is asombrados, �eh?

Iduna, vamos a repartir los regalos.

No me digas, que los hemos
olvidado. Pero no importa.

Para �so somos del circo y los regalos
aparecer�n por arte de magia.

La rapidez no es brujer�a.

�Hokuspokus! �Uno!

�Dos!

�Y tres! �Un huevo!
�Un huevo!

�Oh!

Abrakadabra.
�Qu� es lo que tenemos aqu�?

�Qui�n lo hubiera imaginado?
Un conejo vivo.

Y ya que estamos con la magia,
el regalo para el cumplea�ero.

- �Le gusta a usted, se�orita?
- Maravilloso.

- Tut�ame.
- Disculpa. A partir de ahora.

- Ha refrescado. Deber�amos entrar.
- �No habr� una tormenta?

Imposible. El tiempo es estable.
Conf�a en m�, soy de pueblo.

- �A d�nde vas?
- Robert me espera fuera.

- Te vas a resfriar.
- Pero si Robert...

- Qu�date. Ya voy yo.
- D�le que venga ma�ana.

Muchas gracias.

�Ven aqu�, pero, inmediatamente!
�Libertino!

Me tienes que contar,
sobre tu circo, t�o.

- No me llames t�o.
- Pero, t� eres mi t�o.

- Ll�mame Alexander o Sascha.
- T�o Sascha.

- Ah� arriba he vivido yo antes.
- Y t� sub�as por la noche, en secreto.

�Qu� va! Los pelda�os cruj�an demasiado.
�Por la ventana! Colgado de las s�banas.

Chicas, venid ac�.
Hay para beber. �Deprisa!

A prop�sito, tu danza
me ha gustado mucho.

S�lo me quieres dar una alegr�a.
Tienes talento.

- Podr�as llegar a ser alguien.
- �De verdad? Yo ir�a en seguida...

�No seas tan impetuosa! �No sabes
lo mucho que hay que esforzarse?

- �Vendr�s ma�ana a la representaci�n?
- Naturalmente.

Un palco de honor para
mi peque�a bailarina.

Gracias, t�o Sascha.
Soy tan feliz.

- �ste es Alexander con 10 meses.
- Oh, muy feo.

- Aqu� practicaba siempre el piano.
- Es muy musical.

- �Toca usted alg�n instrumento?
- Todos tocamos. Yo toco el violoncelo.

- Y yo soy el viol�n.
- Me gusta mucho el viol�n.

�Y qu� dec�s vosotras de �sto?

�Esto ya es demasiado!

- Menuda sorpresa de cumplea�os.
- Perdona, Albert.

Siento lo de la lluvia.

El circo tiene el honor de invitaros
ma�ana a la funci�n de gala.

- Gracias.
- Yo renuncio a nuestras entradas.

Muchas escenas de
mujeres con poca ropa.

A m� tampoco me apetece.

No hay m�s que hablar.
Desistimos.

Y entonces. Un crujido.
La cuerda se desgarra. El p�blico grita.

- Yo caigo cada vez m�s abajo y luego...
- �Y luego?

Y luego, me despierto.

- Ah, el tercer hermano.
- S�.

- Iduna, veo que te est�s divirtiendo.
- S�.

- Y veo que t� tambi�n te diviertes.
- S�.

- �Puedo hacer algo por t�?
- No.

Tus queridos hermanos me est�n
festejando muy galantemente.

Qu� acogedora es una casa, sin ruedas,
donde los enanos pueden crecer.

Aqu� me siento protegida.
Ning�n caballo patalea, no hay griter�o.

Disculp�dme.

Tengo que vigilar
c�mo andan las cosas.

- Por favor, siga usted contando.
- S�.

Muchachos, port�os bien.
�Qu� es lo que pasa?

- Han tra�do dos tartas nuevas.
- No es motivo para armar tanto jaleo.

Se�ores.

Chicos, os lo ruego. �Qu� va a pensar
de vosotros mi buena Kathi?

Cuando �l era peque�o, arm� m�s jaleo
que todos vosotros juntos.

�Encima, se beben ellos mi ponche!
�Esta Kathi! �Gitanos!

Esos entrometidos.

Entonces, el ventrilocuo dijo:

Hoy no puedo actuar.
Mi tripa est� ronca.

Oh, son mis compa�eros.

- Qu� amables son.
- Un peque�o refrigerio.

�Peque�o? Gracias, Fred.
�Oh!

Muy atentos.
Como siempre. Muchas gracias.

Cuando haya bebido todo �sto, seguro que
subo a la mesa y me pongo a cantar.

- O debajo de la mesa...
- Por favor, beba usted.

Todos tienen que beber conmigo.
Un traguito.

Gracias.

�Gustav!

Pobre Gustav.

Ud. ha hecho que se atragantara.

Ejem... �Se puede preguntar
de d�nde procede Ud.?

Tiene Ud. un acento muy curioso.

He nacido entre Bucarest y Par�s.

- �C�mo? �D�nde, entonces?
- No lo s� con seguridad.

- En su pasaporte estar�.
- No en el m�o.

- Ocurri� en el tren.
- �Oh!

Usted ha vuelto locos
a nuestros maridos.

Les encuentro encantadores.
Sobre todo a �l.

Me recuerda a un hombre
a quien quise mucho.

- Madame.
- Ud. tiene algo inolvidable.

Una tristeza en su cara.
Como mi pap�.

Acaba Ud. de nombrar
a su se�or padre.

�De qu� familia procede Ud.?

Procedo de una familia real.

- Entonces su padre era...
- Un payaso.

Pero un payaso no es un rey.

Oh, s�, Madame. Mi pap� fue un rey.
Un rey en la pista del circo.

El mundo entero ha re�do y
ha llorado con mi pap�.

Era famoso. Se le ha pintado, y
se le ha esculpido en piedra.

Se escribieron poemas sobre �l.
Incluso, le han escrito una canci�n.

- Seguro que Ud. conoce la canci�n.
- �No!

Era un payaso maravilloso.

Mi pap�. Est�bamos siempre en la pista,
para ver c�mo trabajaba.

�Fritz!

- �Wilhelm!
- �Gustav!

�Ah! Se han vuelto todos locos.

�Anna! El sombrero.
Se ha puesto usted mi sombrero.

- Oh, perdone Ud., Madame.
- �Ni�a! �Muchachita! �Qu� le pasa?

- Lo hace Ud. todo al rev�s.
- No me pasa nada, Madame.

- �Anna!
- �Robert! Lo hab�a olvidado.

Vaya. Pues, no olvides
que todav�a existo.

- En realidad, no tengo tiempo.
- �Es que el cumplea�os no ha pasado ya?

S�, pero me tengo que cambiar
para ir al circo.

- �Te vas al circo?
- S�.

- No.
- S�. �l me ha invitado.

- ��l?
- Sascha me ha regalado una entrada.

- �Y qui�n demonios es Sascha?
- Mi t�o. A�n no le conoces.

Espera, s�.
Ayer le viste, el del caballo.

�Aquel, el del sombrero de copa?

��se era tu t�o?
�Por qu� no me lo hab�as dicho?

El t�o Sascha es el t�o m�s encantador
del mundo entero. Ayer estuve bailando.

- Y �sabes lo que dijo?
- No, pero estoy deseando o�rlo.

- Eres odioso.
- Ya no te ocupas m�s de m�.

S�lo piensas en bailar y en el circo.
Encima, soy odioso �T�pico de mujer!

Tienes que entenderlo. Por fin,
hay alguien que me infunde �nimo.

Que dice que puedo llegar a ser
alguien importante.

- �Tu director del circo de pulgas!
- �De pulgas? No es un circo de pulgas.

No. Pero qu� ideas te ha metido
en la cabeza.

Ah. Y media. Media hora, todav�a,
y ya ser�n las ocho.

Entonces aparecer� ella en la pista,
con sus bellos ojos.

- Y nos busca.
- Y nosotros no estamos.

- Y �por qu� no podemos ir?
- �Y nuestras mujeres?

- Si se nos ocurriera una excusa...
- �Un momento!

Antes,
�bamos siempre a jugar a los bolos.

�Por qu� no podemos ir hoy?

�Eureka!, dec�an los antiguos griegos.
Vamos a la bolera.

Te lo agradezco, querido Gustav.

Un funcionario sabe
encontrar pretextos.

- �A la lucha!
- Toreros.

Nueva partida.

Uno, dos, tres.

- �Ven�s vosotros tambi�n al calorcito?
- S�, fuera ha refrescado.

Venid, sent�os y tomad
una taza de t� caliente.

Gustav, si�ntate.

No. Quer�amos despedirnos.

- Adi�s.
- �A d�nde quer�is ir?

Ah... La cosa es que...

Hemos decidido que
queremos hacer realidad

un recuerdo de nuestra juventud.

- S�.
- �Qu� recuerdo de juventud es ese?

- "El hombre salvaje".
- Se trata de una bonita bolera.

�Quer�is ir a jugar a los bolos?
�Por m�, bueno!

- �No tienes nada en contra?
- Si os divert�s haciendo ejercicio...

�Por qu�, no?
�Llev�os a Albert!

- No puede ser.
- Y �por qu� no?

Uno de los caballeros
debe quedarse aqu�.

Y yo prefiero mejor
jugar con las damas.

Entonces, que os lo pas�is bien.

- Adi�s.
- Y mucha suerte.

Gracias, gracias.

Adi�s.

Gustav, ten cuidado, no te acalores.
Piensa en tu tos. Besitos.

Sigamos jugando.

Mam�, estoy cansado,
los ojos se me cierran.

Claro, el ni�o trasnoch� tanto ayer.
�Quieres que mam� te lleve a la cama?

Ya voy yo solo.
�Puedo coger algo de pastel?

- Claro.
- Gracias.

- Buenas noches, mam�.
- Buenas noches, hijo m�o.

- Buenas noches, pap�.
- Buenas noches, hijo m�o.

- Buenas noches, queridas t�as.
- Buenas noches, Franzel.

- Un jovencito muy formal.
- Resultado de mi severa educaci�n.

- Si hubieras educado as� a Anna.
- �Cuidado!

Ya est�s aqu�.
Kathi puede calentarte la comida.

- No, gracias. Tengo que cambiarme.
Si no, llegar� tarde. - �Ad�nde?

- Al circo.
- Pero, no vamos a ir.

- Pero, yo, s�. Sascha me ha invitado.
- �Sascha? �Tan �ntimo?

�sa es tu educaci�n, Albert.
Ni te atrevas a ir con esos gitanos.

Pero, �l es de la familia.

Nadie ha de saber, que tras el nombre
de Obolsky un Oberholzer se esconde.

- Yo me voy al circo.
- No.

- �Que s�!
- �En qu� tono me hablas?

�sta es vuestra indulgencia.
Si hubiera yo educado a vuestra hija.

- T� no tienes por qu� educarme.
- Encima, fresca. Dej�dmela a m�.

En un a�o, ni la reconocer�ais.

- �so no estar�a mal.
- Oh, no lo pod�is permitir.

No te har�a da�o alguno, el aprender
c�mo se vive en otros sitios.

Entonces, si quer�is libraros de m�,
me ir�a, pero no con la t�a Paula.

- �Me voy al circo!
- �Basta ya, Anna!

�Inaudito, c�mo te comportas!
Voy a encerrarte en tu habitaci�n

mientras el circo se encuentre aqu�.

�Qu� guapa! �Y todo por los directores
del Palacio de Cristal?

�Qui�n sabe si los hermanos
Spontini vendr�n realmente?

Vendr�n seguro, como mis hermanos,
tus conquistas de ayer.

Sascha, he disfrutado
mucho esa tarde.

A veces, desear�a ser una mujer normal,
de la clase media.

Tiene que ser bonito,
tener un hogar propio.

Aunque no como esa casa.
�Te diste cuenta c�mo me miraban?

Si las miradas mataran...

Pero bajo la mirada de tu sobrina,
volviste de nuevo a la vida.

- Anna est� embelesada con su t�o.
- T�o, me horripila esa palabra.

Comprendo. Te gustar�a que
no te viera como a un pariente.

No bromees.

Me da pena. Lo que podr�a llegar
a ser con su talento, si la dejaran.

Sascha ha descubierto una nueva estrella
en el firmamento del circo.

Anna tiene talento. Si pudiera trabajar
con nosotros un par de a�os...

- �Quieres llev�rtela?
- La familia nunca lo permitir�a.

- L�stima.
- Cierto que s�.

�Pobre ti�to!

Se�or director,
una dama desea hablarle.

Despu�s de la funci�n.

La dama dice que es su sobrina.

Est� bien. Voy en seguida.

- �Qu� querr�?
- Ni idea.

- �Seguro?
- No.

- Quiz� quiera mirar entre bastidores.
- Sascha, por favor.

Tengo afecto por esa cr�a.

D�jala delante de los bastidores,
no detr�s.

- No s� lo que quieres decir.
- Ya lo creo que lo sabes. Pero tarde.

Anna, �qu� haces aqu�?
�por qu� no est�s en la funci�n?

- Ten�a que hablar contigo.
- Pero no ahora.

- Te pierdes mucho del programa.
- Tengo que decirte algo.

El Sr. Mielke de la
Agencia Spontini lleg�.

Que hable con mi mujer.

- Muchachos, los Spontinis est�n ah�.
- Me tienes que oir.

- Alfons, lleva a esta joven a su sitio.
- �Cu�ndo puedo hablarte?

Despu�s de la funci�n. Esp�rame.

�El n�mero 4 antes
del 3 � despu�s del 7?

Los Spontinis no han venido.
�Tengo raz�n?

Oh, s�. Pero quiz� vengan ma�ana
o pasado ma�ana.

Quiz� para Navidad o dentro de
diez a�os o nunca.

�Se interesan de verdad los Spontinis
por nosotros?

Oh, s�. La aprecian a usted,
tanto como a su padre.

Pero no se puede confiar en ellos.

Directora,
le aseguro que el Circo Obolsky

actuar� en el Palacio
de Cristal de Londres.

- Se lo puedo apostar.
- Pobre de Ud., si pierde.

Perdone, �puedo pasar?

- �Franzel!
- �Anna!

- �Qu� haces aqu�?
- Estoy durmiendo. Igual que t�.

- Estupendo, �verdad?
- Jam�s podr�a hacerlo yo.

�Atenta!

�Qu� dices ahora? No te puedo
dejar plantada.

- �D�nde est� tu familia?
- En casa.

- �Qu� haces con la maleta?
- Robert, por favor, no me preguntes.

- Pelearos en otro sitio.
- S� lo que intentas hacer.

- Voy a ir a casa de tus padres y...
- No te hablar�a nunca m�s.

- �Es que no piensas en m�?
- Pienso volver.

- Est�s loca.
- Silencio en la sala.

No est�.

�Se�ora!

- �Ya ha salido ella?
- No.

Seg�n el programa, es la pr�xima.
Madame Iduna con la doma.

Y yo me dejar�a domar por ella..

Paula, quiz� est�n jugando a
los bolos en alg�n otro local.

No te hagas ilusiones. Aqu� s�lo hay
una bolera. Est�n en el circo.

Si fuera cierto,
conmigo no se juega.

- Parece que ya no hay nadie.
- Entremos.

�Freddie! �Cuidado!

�Atenci�n! �Cuidado!

�Cuidado! �Las T�as!
�A cubierto!

- �Est�n libres estas plazas?
- Oh, s�.

Gracias.

Berta, t� buscas por este lado.
Y t�, Alwine, por all�.

Yo me encargo del centro.

�Se�oras y Se�ores!

Madame Iduna sobre su semental
andaluz Orlando y su pony Jonny.

�Jonny! �Jonny!
�D�nde est� mi peque�o Jonny?

Jonny dice que no quiere salir.
Est� enfadado.

- �Y porqu�?
- Ayer se le olvid� darle su az�car.

Es cierto.
Eso no lo perdona Jonny jam�s.

Me tengo que disculpar por
la conducta de Jonny.

Pero no se le puede obligar.
Es muy sensible.

�Bravo!
�Bravooo!

Paula, mira ah�.
Mira en la pista.

- No me interesa.
- Tienes que mirar.

�Gustav!

C�llese, no hay nada de qu� re�rse.

All� est�n Wilhelm y Fritz.

�Qu� ten�is que decir
de nuestros maridos?

- �Esos tunantes!
- �V�monos!

- Sus entradas, por favor.
- �D�jenos en paz!

- Ens��enme sus entradas.
- No tenemos ninguna.

- Entonces, vengan conmigo.
- �Vaya una desfachatez!

�sto clama al cielo.
Una vejaci�n inaudita.

Gracias a Dios.

�Oh!

�Qui�n est� ah�?

Oh, estimados se�ores.
�Qu� honor para mi barraca!

Estamos fascinados.
Nos ha dejado sin palabras.

- No olvidar� jamas este d�a.
- Oh, queridos se�ores.

Se lo agradezco.
Me dejan turbada.

Ahora, no se disgusten ustedes.
Pero me tengo que cambiar de traje.

- �Por favor!
- Otra vez, mil gracias.

Esperen aqu�.
Voy a preguntar al Director.

Pero, deprisita.

Les agradezco su visita y h�ganme
pronto de nuevo ese honor.

En estos minutos pensar�
todos los d�as de mi vida.

Si no puedo dormir,
ya s� quien tiene la culpa.

Iduna, a su lado
pierdo la respiraci�n.

En marcha.

�Gustav, a casa!

�Qu� aspecto tienes!

- �Listos!
- En marcha.

- Pueden entrar de nuevo. Todo aclarado.
- Gracias, pero estamos hartas.

Ac�rcate.

- Anna, v�monos.
- No quiero ir a casa.

Esto es una locura.
No se te ha perdido nada en un circo.

Tus saltitos no es lo que le interesa.
Si te quiere llevar, es por otra cosa.

- �Qu� asco!
- Anna, te lo ruego...

- �Call�os! �Ya est�is otra vez?
- Como t� quieras.

- �Ad�nde vas?
- A ver a tu Sascha.

- No, Robert.
- Silencio, vas a excitar a los leones.

- �Qu� tal?
- Senta parece que tiene algo.

- Todo el d�a ha estado as�.
- Las leonas tambi�n tienen sus antojos.

- Entonces, como t�.
- Bueno, all� que vamos.

- �Busca Usted a alguien?
- Por favor.

- Deseo hablar con el Director.
- El Director est� trabajando.

Esperar�, entonces.

Ser�a mejor que le
viera ma�ana temprano.

Demasiado tarde. Tengo que hablar
con �l ahora.

- �Por qu� esta Ud. tan nervioso?
- Disculpe.

- Para m� es muy importante.
- Eso no le importa al Director.

Creo que s�. Le llen� la
cabeza de p�jaros a mi chica.

Y ahora ella quiere irse con �l.

- �Qui�n quiere venir?
- Anna.

Pero, �so no le interesa a Usted.
Estoy hecho un l�o.

- �Le puedo dar un consejo?
- S�, por favor.

No tendr�a que hablar con el Director.
No conseguir� nada.

�Por qu�?

Mi pap� dec�a, si te quitas la ropa
para nadar, no te estorbar� en el agua.

- �Que quiere Ud. decir?
- La corriente no la puede Ud. parar.

- Pero ha guardado la ropa.
- Gracias.

�Senta presta atenci�n! �Senta!

�Hopp! �Allez! �Hopp, hopp!

�Senta! �Hopp!

�Senta! �Venga! �Senta!

�Hopp! �Senta! �Hopp!

- �Sabes d�nde est� tu hermana?
- No, no lo s�.

�Anna! �Anna!

Sascha, �ya aqu�?
Cre� que todav�a estar�as ocupado.

Se acab� la funci�n.
Ahora, s�lo vida privada.

- �No tuviste una visita?
- �Qu� visita?

Un joven quer�a hablarte.
�No le viste?

No v� a nadie.
�Es �sto un filete mignon?

- S�.
- Es enorme.

- Hoy me lo he ganado.
- �De verdad?

- Senta ha sido traviesa.
- No.

Har� que venga el veterinario.

�sto sabe a gloria.

�Se te ocurre pensar en algo
al comer este filete mignon?

Claro. Que eres la mejor
cocinera del mundo.

�sto ya lo has dicho otra vez.

En Praga, donde t� estabas con pap�
contratado en el Paladium.

- Ah, s�. Hace 8 a�os.
- En el mes en que nos casamos.

Dijiste, te quiero casi tanto
como a tu filete mignon.

Naturalmente.

Despu�s de la cena,
pap� nos dej� solos.

Se fue a jugar al ajedrez,
como todas las tardes.

Antes, nos puso una botella
de un Burdeos ros� en la mesa.

�Oh, la, la!
Casi lo hab�a olvidado.

�Qu� es lo que pasa hoy?
Es como si fuera una fiesta.

S�lo son recuerdos.

Un recuerdo del d�a en que
me regalaste �sto.

- �Qu� fecha aparece en la sortija?
- No se me olvida el d�a de la boda.

- El 9 de agosto.
- �Y qu� d�a es hoy?

El 9 de agosto. �Au!

Fred, aqu� hay alguien.

�Eh, Usted! �Qu� hace ah�?

Perdonen. Ten�a que esperar aqu�
al Direktor Obolsky.

- Hace tiempo que est� en su caravana.
- Quer�a hablarme.

- Despu�s de la funci�n.
- Por favor, se�orita.

�Podemos acompa�arla?

- Ahora s� que soy plenamente feliz.
- Lo s�.

El amor entra por el est�mago.

Si apareciera un hada,
no sabr�a que podr�a desear.

- �Seguro que no?
- Bueno, dos deseos.

- 1�: Que vinieran los Spontinis ya.
- �Y segundo?

�Por qu� me miras as�?
Que firmaran el contrato.

Tu hada viene.

- S�, �qu� ocurre?
- Sr. Director, �podr�a Ud. acercarse?

- Ah, lo hab�a presentido.
- �El qu�?

Que algo le pasa a Senta.

- �Vuelves luego?
- Claro, cari�o.

Te deseo buenas noches.

- �Anna! Pens� que ya estabas en casa.
- No volver� jam�s a casa.

- �Qu� ha pasado?
- Me he escapado por la ventana.

- No has de imitar lo que yo haya hecho.
- Era lo �nico que pod�a hacer.

Quer�an que me fuera con la t�a Paula.
T� eres el �nico que me comprende.

- Tienes que llevarme contigo.
- �Llevarte?

Practicar� todo lo necesario,
hasta que pueda actuar.

Despacito, ni�a. Lo presentas
todo muy f�cil. No puede ser.

�S�, t�o Sascha! Lo conseguir�.
Si t� no me llevas, entonces...

�Na, na, na! �Tranquil�zate, ni�a!
Todo saldr� bien.

- �C�mo!, �mi marido no ha estado aqu�?
- No, Sra. Directora.

- �C�mo est� Senta?
- Todo bien. Duerme.

Buenas noches, Josef.
Buenas noches, Frau Direktor.

Nadie lo sabr�.
Te lo prometo.

Espere.
�Qu� busca Ud.?

Ud. ya lo sabe. Como �l
no me la devuelva, yo...

Ah, entiendo.

- No lo haga.
- �Qu� tiene Ud. que ver con �sto?

- Tengo algo que ver. Soy su mujer.
- �Qu�, Usted?

Venga conmigo.

Ahora, duerme y ma�ana, cuando luzca
el sol, ver�s todo de otro color.

Ah, t�o Sascha.
Eres tan bueno.

No llores m�s.
Duerme. Cierra los ojos.

�Iduna!

�Est�s ya dormida?

"Yo educar� a vuestra hija,
�d�dmela!"

- "Me voy al circo."
- "Educar� a vuestra hija."

"Me ir� al circo."

"En escena, Anna Oberholzer.
En escena, Anna Oberholzer."

�Se puede esperar aqu�, hasta
que salga el pr�ximo tren?

La sala de espera est� cerrada.

La estaci�n est� tambi�n cerrada.
�A d�nde quiere ir Ud.?

- A Par�s.
- Paris. No es... Un momento, por favor.

Tome asiento, se�ora.
Esto no me hab�a pasado nunca.

Si ma�ana cuento que desde mi estaci�n
alguien quer�a ir a Par�s,

ser� la comidilla de la ciudad.

No, por favor, es un secreto. Y si
alguien pregunta, no debe decir nada.

�L�stima! Desde que estoy aqu�,
nunca nadie ha ido a Par�s.

Una vez dos viajeros fueron a Viena.
�so fue hace...

Bueno, hace tiempo.
Iban tambi�n en el viaje de novios.

- �Qui�n habla de viaje de novios?
- Como tienen Uds. tanta prisa...

Expida Ud. el billete.
Y h�galo deprisa.

- �Tren de pasajeros o tren expreso?
- Tren expreso.

Claro. �Tonto de m�!
�A Par�s!

Estuve all� una vez.
No con mi mujer,

sino con la administraci�n
del ferrocarril.

�Eso s� que es una ciudad!

Cinco estaciones de tren.
Y a cual m�s hermosa.

- Entonces, dos a Par�s.
- �C�mo que dos?

- S�lo uno.
- �No viaja Ud. con ella?

No.

No parece muy listo de su parte.
Uno no deja a su mujer ir sola a Par�s.

- La se�ora no es mi mujer.
- �Es Ud. soltero?

�Y por qu� no viaja Ud.,
entonces, solo, a Par�s?

�Puedo hacer algo por Ud.?
�Le puedo ofrecer un cigarrillo?

No, pero, quiz�, un ciga...
No, muchas gracias.

- �Hab�is visto a mi mujer?
- No.

�Has visto a mi mujer?

- Janosch,
- �S�?

- �D�nde est� mi mujer?
- Se ha ido. - Pero, �qu� me dices?

Mi coche de caballos. �R�pido!

Disculpe Ud.,
�ha salido ya el tren?

S�.

�Ha visto Ud. una se�ora alta, esbelta?

No, Sr. Director.

Otto con la carretilla: 50 piezas.

Fips con la ca�a de pescar,
tamb�en 50; no, mejor, 75 piezas.

- �Albert, Anna no est�!
- �Qu� quieres decir con "no est�"?

Se ha escapado.
Por la ventana.

- No le habr� pasado nada malo.
- �Tienes que ir a la polic�a!

No queremos ning�n esc�ndalo.
Piensa en nuestra posici�n social.

- Nuestro honor.
- Me importa un bledo. Anna se ha ido.

- �Est� Iduna aqu�?
- No. Pero, Anna ha desaparecido.

No os preocup�is por Anna.
�D�nde est� Iduna?

Ah, �se le ha escapado?

Se le nota que tiene mala conciencia.

- No todos somos blancas ovejitas.
- Yo, s�.

- �Qu� pasa con Anna?
- Nada, tranquil�zate.

Est� conmigo, en el circo.

- �Aj�! �l est� detr�s de todo.
- Claro, vuelvo a ser la oveja negra.

Una persona joven se siente ahogada
aqu� entre vuestro polvo y vuestro moho.

Comprendo a Anna. Desde que me
march�, no ha cambiado nada.

Mirad. �sos s�is vosotros,
gnomos de jard�n.

Ni alma, ni coraz�n.
S�lo yeso y polvo.

�Bravo, Alexander!

- �T� permites que nos trate as�?
- Tus amenazas hicieron que Anna huyera.

Preocup�os por vuestros
propios problemas.

�Silencio! �Oh!

�V�monos! �Nos marchamos!
�No faltaba m�s!

�Estoy harta!

�l ya sab�a que la chica
estaba en su caravana.

- �Qui�n te ha contado ese cuento?
- El Pony. Estaba all�.

Si eso fuera cierto, no es un milagro,
que Iduna le haya plantado.

�Mirad!

Buenos d�as, se�orita.
Confiamos en que haya descansado bien.

- �Ha vuelto ya mi mujer?
- �No la ha encontrado?

Ya no s� ni d�nde buscar.

Neustadt, fin de trayecto.

- A Par�s.
- El tren est� en la V�a 2.

- �2� Clase?
- S�, por favor.

Imprimimos simplemente
el nombre de Obolsky...

�James!
��sa es Iduna!

S�. �Madame Iduna!
�Madame Iduna!

Oh, los hermanos Spontini.

- La he reconocido en seguida.
- �T�! Que fu� yo.

- Gracias.
- �A d�nde quiere Ud. ir?

- Yo...
- Ah, ya lo s�.

- Usted ven�a a recibirnos.
- Y nos ha dado una sorpresa.

"Nordexpress por Stra�burg a Paris."

Quer�amos darles una sorpresa...

�Fue idea de Alexander o suya?

- "Tren a Paris. �Viajeros, suban!"
- �Iduna, espere! Vamos a viajar juntos.

"Enamorado toda una vida"

Para esa m�sica.

�No quiero ni oirla!

- Robert, no seas as�. Todo est� bien.
- Ya no quieres ir al circo.

- �Y quieres que me tire a tu cuello?
- Repugnante cabezota.

�Qu� es lo que te ha hecho cambiar
de opini�n? �Te ha echado?

No. So��. Y ese sue�o no lo olvidar�
nunca. T� tambi�n aparec�as en �l.

- Muchas gracias.
- Me salvabas de los leones.

Romp�as las rejas, me abrazabas
y luego...

- Disculpad. Estaba algo nervioso.
- Lo comprendo.

Es raro que vuestra
hija no haya aparecido.

La vamos a recoger en seguida.

Escribid de vez en cuando. Y cuando
cumpla los 60, vendr�is con nosotros.

- Pero sin circo.
- Adi�s.

- Adi�s.
- Adi�s.

- Mi pa�uelo, Gustav.
- �Est� Gustav con vosotros?

- �Qu�?
- �Est� Gustav con vosotros?

- No.
- �Por amor de Dios! �Que pare el tren!

- �Qu� pasa con Gustav?
- Ni idea, v�monos de una vez.

S�, tio Sascha.
T�a Iduna se fue a Par�s.

�De d�nde sacas �so?

De m�. Yo acompa�� a su mujer
al tren.

Claro. Yo le v� a Ud. en la estaci�n.
Y �por qu� no me lo dijo?

- Mi Robert estaba muy enfadado contigo.
- �Tu Robert?

No ten�a ni idea.

Las 3, Director.
La gente est� en la pista.

�Esperad un momento!

- Albert, �qu� haces aqu�?
- Anna no est� a�n en casa.

Est� aqu�.

�Tiene todav�a esa
idea tan alocada de...

- No. Vuelve con vosotros.
- Te lo agradezco, Alexander.

No te puedes imaginar, lo mal que lo
hemos pasado. Fuimos demasiado severos.

- Llev�tela.
- �Est� Anna dentro?

Pero no est� sola.
Robert est� con ella.

�Qu� pinta �l ah�?

�Albert!

Iduna se ha largado, te lo digo.
No va a volver jam�s. Salud.

Porque sigas bebiendo,
no va a mejorar la situaci�n.

�Escuchad, chicos! Tengo que ir hoy
a Par�s. La funci�n se cancela.

�Sr. Director! Los se�ores
Spontini acaban de llegar.

Lo siento, Mielke.
Hoy no tenemos ninguna funci�n.

�Pero, Sr. Director! Tendr�amos,
al fin, la Tournee de Inglaterra.

- Un programa sin Iduna. Ni hablar.
- Podemos poner a Fantastika.

- El show de la transformaci�n.
- Pero, no lo hemos hecho en a�os.

Director, vamos a a hacerlo.
Todos ayudaremos.

De acuerdo, muchachos
�Hagamos el show de la transformaci�n!

Eh, Franzel, �a que te gusta?

Mucho, no hab�a estado
nunca en el circo.

Pobre Alexander, tiene que ser muy
duro, ahora que su mujer le ha dejado.

Le podr�amos invitar. Robert, d�gale
que le esperamos despu�s de la funci�n.

Con mucho gusto.

�Estupendo!

Hay mucha animaci�n. Lo mejor hubiera
sido que Iduna hubiera estado aqu�.

�Madame Iduna! �Los
Spontinis est�n aqu�!

�Estamos salvados!

�Iduna!

Le tengo que decir
algo muy importante.

Me tengo que vestir.

Me tiene que escuchar.

- �Y Ud. me asegura que es inocente?
- S�. Ha sido injusta con �l.

�C�mo me alegro!

Y Ud. se alegra, cuando �l ha pasado
tanto miedo por Usted.

Hasta ahora, era yo siempre la que ten�a
miedo. Ahora le ha tocado a �l.

Papa dec�a, que en un matrimonio
feliz, uno es siempre el que tiembla.

Pero uno tendr�a que
ser siempre el otro.

Pero �l no tiene la culpa.

- S�lo fueron sus celos.
- �Los m�os?

Usted fue quien sospech� de �l.
Le hubiera querido matar.

- Se�ora Directora, su actuaci�n.
- Ya voy.

�Maravilloso!

- Iduna.
- Sascha.

�Eh, Director? Ahora, ya no
nos puede pasar nada.

Sr. Director,
Beele se ha emborrachado.

- No os procup�is, yo voy a cumplir.
- �D�nde est� el pony?

- �F�jate!
- Ah� fuera no van a poder seguir.

- �D�me �so!
- Sr. Director, �Ud. mismo?

S�. Le voy a sustituir.
Est� algo estrecho.

Sin el pony fracasa la representaci�n.

Sr. Caballerizo,
�d�nde est� mi pony?

Su pony no quiere salir.

- Est� sumamente ofendido.
- �Est� ofendido?

Ah, ya. Olvid� dejarle en su mesilla
un trozo de az�car.

Y Jonny es muy sensible.
�D�le dos trocitos!

Uno, dos.

�Jonny!

�Qu� le pasa a Freddie?

Eres un pony muy malo.
Te gusta armarla, �verdad?

Yo soy muy bueno.
T� eres la que la arma.

�Sascha!

�Oh, mi pobrecito pony!
Te he ofendido.

�Puedes perdonarme?

�Y si te doy un trozo
de az�car bien grande?

�Y si te doy un beso?

- �Es el t�o Gustav!
- �Qu�? �Gustav?